Resumen “La invasión estadounidense”

México, asolada por las guerras independentistas, se encontraba muy débil y vulnerable. Muy al
contrario que sus vecinos del norte, Estados Unidos, quienes se dirigían por los dominios despoblados
de lo que había sido el virreinato de Nueva España. Estos se desplazaron a Texas y parte de México.
Para esto, Texas buscaba independizarse de México, lo cual conllevo a un alzamiento y, en
consecuencia, lograron su independencia.

Cuando E.E.U.U. anexó Texas, bajo su consentimiento, a sus dominios, los mexicanos lo tomaron
como una proclamación de guerra. Cuando las tropas estadunidenses fueron enviadas a la zona de
frontera, los mexicanos contraatacaron porque lo consideraron una invasión. Esto dio pie al inicio de
la guerra entre ambos países y se dio un enfrentamiento desigual. México perdió tras no poder
resistir a las fuerzas estadounidenses. Estados Unidos tomo posesión de todo el territorio entre Texas
y California.

Todo esto conllevo, en México, a que los conservadores ataquen a los liberales porque tontamente
México siguió los valores anglosajones del norte y, en cambio, sostenían un retorno a la tradición
hispana. En otras palabras, proteger los privilegios militares, la Iglesia y crear una monarquía
constitucional. Los liberales, aun en el poder, contraatacaron estas demandas con nuevas reformas;
quitado poder al ejército y a la Iglesia. Como consecuencia, se inició una guerra civil. Posteriormente,
la llegada de un monarca extranjero, Maximiliano de Habsburgo, impuso un imperio conservador en
México. Esto trajo revueltas con los liberales hasta que Benito Juárez derrocó el imperio y mando la
ejecución de Maximiliano. Los liberales volvieron a tener el poner hasta la muerte de Juárez y la
inestabilidad posterior trajo consigo la llegada del general Porfirio Díaz.

Resumen “La Revolución Mexicana”

La Revolución mexicana de 1910 se dio por un grupo de disidentes jóvenes, descontentos y coléricos,
que atacaron al sistema. El primero de ellos fue Francisco Madero, quien tenía convicciones liberales
en lo político y económico; asimismo, creyente de la democracia política. Esto último fue lo que le
distancio del régimen de Díaz. Madero, ya como adversario, sostuvo que de reelegirse Díaz el
vicepresidente debe de provenir fuera de su círculo presidencial. Porfirio Díaz hizo caso omiso a dicha
exigencia, lo que conllevo a una fuerte oposición, ya que Madero entro en la campaña presidencial.
La victoria de Díaz se logró por la represión de sus opositores, incluido Madero. Este, tras ser
prisionero, hizo un llamado a la rebelión o resistencia armada. El movimiento rebelde creció con
fuerza haciendo que Díaz abandonara el país. Todo esto conllevo a nuevas elecciones donde
Francisco Madero salió triunfante.

Dada la Revolución Mexicana, otros rebeldes tenían distintos objetivos que el de Madero. Emiliano
Zapata, por ejemplo, era el dirigente de los campesinos sin tierras, quienes perdieron sus tierras y
sus derechos tradicionales por las nuevas leyes “liberales”. Este grupo tomo la revolución como la
oportunidad para recuperar sus tierras. Desilusionados de Madero por no entregarles sus tierras, lo
atacaron en sus proclamas e hicieron su propia revolución. Por otro lado, en el sur, Pancho Villa con
su grupo buscaban, a diferencia de Zapata, trabajo más que parcelas de tierra; lo que conllevo que
Villa promulgue una reforma agraria.

Madero es asesinado, por no atacar a la oposición, por su propio jefe del ejército, Victoriano Huerta,
junto con el embajador estadounidense. Huerta impuso su autoridad por todo el país, pero encontró
resistencia, la cual se estaba fortificando. Uno de esos grupos era el liderado por Carranza, quien
declaró que Huerta ocupaba el poder de forma ilegítima y exigía ser jefe máximo del ejército. Sin
embargo, fue la intervención extranjera quien destituyo a Huerta; el presidente estadounidense no
reconoció su gobierno.

A mediados de 1914 los grupos revolucionarios que estuvieron en contra de Huerta se reunieron para
discutir un gobierno de coalición. Carranza sospecho de la alianza, por intereses comunes, entre
Zapata y Villa, lo cual abandonó las negociaciones, atacó la legitimidad de aquel gobierno y estableció
su propio régimen. Carranza, a diferencia de Zapata y Villa, quienes eran más radicales, comenzó a
inclinarse hacia la izquierda y llevo a cabo ciertas reformas, por ejemplo, leyes para la mejoría de las
clases proletarias y estableció una comisión agraria nacional. Tras la derrota la oposición de Villa por
el jefe del ejército carrancista y la debilidad de los zapatistas, Carranza convocó una convención
constitucional y, al año siguiente, asumió la presidencia. Ya como presidente redacta la Constitución
de 1917, documento importante para la Revolución Mexicana.

Finalmente, Carranza, al querer poner como sucesor a un político desconocido, contradiciéndose con
el lema de su “no reelección”, volvió la revolución, esta vez en manos de Obregón. Carranza es
asesinado tras su huida por uno de sus guardias, que actuaba de parte de Obregón.
El tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá

El gobierno de Salinas, incapaz de atraer la inversión europea, logró en los 90 el TLC con E.E.U.U. y
Canadá. Conllevando a una respuesta negativa de los proteccionistas de la industrialización y al temor
de los pequeños agricultores al no poder superar la competencia con E.E.U.U. Pese a ello, el TLC fue
un gran bloque comercial que promovería el libre flujo de bienes entre los países, eliminando
aranceles y barreras comerciales.

En Estados Unidos se inició un debate entre Clinton (quien estaba a favor) y Perot (quien estaba en
contra), pero, tras la búsqueda de apoyo de Clinton y la derrota en el debate presidencial de Perot,
el TLC fue aprobado. El TLC tuvo tres características importantes. La primera característica fue el
compromiso con la integración económica de la región. Al tener un acceso privilegiado al mercado
estadounidense, México esperaba obtener flujos de inversión extranjera. Por su parte, E.E.U.U.
obtuvo acceso a los trabajadores mexicanos para crear su plataforma de bienes manufacturados para
así mejorar su situación competitiva. La segunda característica, la protección medioambiental, la cual
se volvió fundamental para la política comercial en los 90s. Y la tercera característica fue el
fundamento político. Estados Unidos buscaba la estimulación del crecimiento económico mexicano,
pero, sobre todo, asegurarse el acceso al petróleo de México.

Por su parte, México busco mantener la paz social con la esperanza que el TLC traiga inversión y
estimulara el empleo y, principalmente, que el TLC traería una influencia diplomática a toda América
Latina. Dada la asociación con democracias industriales avanzadas y de primer mundo, México podía
ser un puente a los países en vías de desarrollo con el mundo desarrollado.

La tecnocracia en crisis

Tras el optimismo generado por la firma del TLC surgió, a su vez, un movimiento guerrillero en
Chiapas para denunciarla. Al mismo tiempo, el ejercito zapatista surgió como espina al régimen.
Meses más tarde asesinan a Luis Donaldo en plena sucesión presidencial, lo cual llevo a Salinas a
proclamar a Zedillo al puesto. Estos acontecimientos fueron chocantes para la imagen internacional
de México, ya no podía aparecer como un país digno de pertenecer al Primer Mundo. Según el autor,
parecía, más bien, una sociedad tercermundista.

Zedillo por sus dotes en economía y su deslucida campaña, logra ganar las elecciones del 94. Tras en
el poder tuvo que devaluar el peso tras el retiro de millones de dólares por los inversores mexicanos.
Esto trajo una crisis financiera que, a su vez, trajo crisis política. La elite política estaba dividida ya
que, bajo las críticas del ex presidente, Zedillo mando a Salinas a un exilio en E.E.U.U. Esto último
trajo diversas denuncias por corrupción y nepotismo. Conllevando así a la desaprobación pública y
un posible golpe militar.

México a mediados de los 90 tenía tres desafíos que afrontar. El primero, enfocado en la economía,
tenía que recuperar la inversión, estimular su crecimiento y aliviar la pobreza que, tras las reformas
de libre mercado, había crecido. El segundo, el orden público, específicamente con los cárteles de
droga. Estos estaban implicados en olas de violencia que azotaba a México, llegando a asesinar a un
cardenal católico. Los cárteles llevaron al país a situaciones de ingobernabilidad, conllevando a
declarar al país como narcodemocracia. El tercero, la transición política, porque el viajo sistema, dada
por el PRI, estaba cayendo. En muchos distritos, al pasar los años, la fuerte hegemonía priísta decaía;
lo que conllevo a finalmente a ver que el sistema político estaba en una incertidumbre.