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ABC de la Violencia

Defensoría de los Derechos de la Mujer

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Nicolás Maduro Moros
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Andreína Tarazón
Ministra del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género
Presidenta del Instituto Nacional de la Mujer
Rebeca Madriz
Viceministra para la Participación Protagónica y la Formación Socialista Feminista
Isabel Yekuana Martínez
Viceministra para la Protección de los Derechos de las Mujeres
Directora General (E) del Instituto Nacional de la Mujer
María Hernández Royett
Defensora Nacional de los Derechos de la Mujer
Gabriela Malaguera González
Directora de la Oficina de Atención y Prevención de la Violencia contra la Mujer

Autoras
Rosalba Gómez Lozano
María Hernández Royett

Junio de 2014

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ABC DE LA VIOLENCIA

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA?
La violencia es un fenómeno social que consiste en el ejercicio de fuerza de parte de
instituciones, grupos o personas, sobre otros grupos o personas con un propósito, que
puede ser en dos sentidos:
 Obtener algo de quienes padecen el ejercicio de la fuerza
 Poner de manifiesto el poder y las convicciones de quien ejerce la fuerza
En la sociedad se establecen relaciones de poder. Quien ejerce violencia impone el tipo
de relaciones entre personas o grupos en la cotidianidad: relaciones de
dominación/subordinación, dependencia/independencia.

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA DE GÉNERO?


El término violencia por motivos de género, se utiliza para diferenciar la violencia
común, de la violencia que está dirigida a personas o grupos de personas con base en
su género. La violencia por motivos de género, tiene un impacto devastador en la vida
de las mujeres y las niñas, quienes en su mayoría son las víctimas, pero también
dificulta el desarrollo de los hombres y los niños, fortaleciendo las inequidades de la
sociedad.

Esta violencia se presenta porque vivimos en una cultura Patriarcal, diseñada para que
el poder lo ostenten los hombres. De hecho, el Patriarcado es “un sistema jerárquico de
relaciones sociales, políticas y económicas que, tomando como base la diferencia
biológica sexual, establece, reproduce y mantiene al hombre como parámetro de la
humanidad, otorgándole una serie de privilegios e institucionalizando el dominio
masculino sobre las mujeres”1 y sobre otros grupos humanos que no se rijan por los
patrones establecidos, como por ejemplo quienes asumen una orientación sexual
diferente a la heterosexual dominante en la sociedad.

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES?

1
Camacho Granados, Rosalía. 1996. La maternidad como institución del patriarcado: representaciones y
manifestaciones en las obreras del sector textil. Diseño de investigación. San José: UNA-UCR, Maestría
en Estudios de la Mujer, págs. 32-33.

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En la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
(Losdmvlv) se define la violencia contra las mujeres como “todo acto sexista o conducta
inadecuada que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o la
privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si
se producen en el ámbito público como en el privado”2

La violencia contra las mujeres es una forma específica de violencia de género.

Las siguientes son las diecinueve (19) formas de violencia contra las mujeres
contempladas y descritas en el artículo 15 de la Losdmvlv:

¿TODAS LAS FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER SON DELITO?


Sí. Todas las formas de violencia contra la mujer son DELITO, ya sea que se realicen
en el ámbito público o en el privado, y cualquiera que sea el sexo del agresor o

2
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. 2007. Gaceta Oficial Nº
38.668 del 23 de abril de 2007. Caracas: Asamblea Nacional.

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agresora, o su relación con la víctima. Las sanciones pueden ser tanto de prisión como
de índole económica, o de trabajo comunitario3.

¿POR QUÉ LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES NOS PARECE “NORMAL”?


El patriarcado a través del establecimiento de roles y estereotipos de género, impone
distintos mecanismos para invisibilizar la violencia contra las mujeres, llamados
mecanismos de naturalización. Los mitos sobre la violencia y el sexismo, son algunos
de ellos:

Mitos sobre la violencia, que son respuestas estereotipadas, es decir, creencias sin
ningún fundamento, producto de prejuicios elaborados socialmente, a las situaciones de
violencia, como por ejemplo las siguientes creencias incorrectas:

1. Cuando existe agresión sexual, es porque la mujer provoca al violador por su actitud
o vestimenta.

2. Las agresiones sexuales ocurren en lugares oscuros a altas horas de la noche.

3. Los agresores son enfermos mentales o estaban borrachos.

4. Las mujeres no se van de una relación violenta porque son débiles y cobardes o
porque les gusta que les peguen: son masoquistas.

Otro mecanismo de naturalización de la violencia es el sexismo, conjunto de prejuicios


basados en el sexo que declara la superioridad del sexo masculino, creencia que
genera una serie de privilegios para ese sexo, que se considera superior:

Estos privilegios mantienen al sexo femenino al servicio del sexo masculino, situación
que se logra haciendo creer al sexo subordinado que esa es su función natural y única;
“el sexismo es el conjunto de actitudes y comportamientos que niegan los derechos a la
libertad y a la igualdad de las personas de un determinado sexo”4.

La manifestación vulgar y cotidiana del sexismo es el machismo.

3
Gómez Lozano, R., Hernández Royett, M., Malaguera González, G. (Coordinadora) -. C. & Jiménez
García, M. -. (Coordinadora), 2012. Recomendaciones para optimizar la recepción de denuncias de
violencia contra las mujeres. Caracas: Quad/Graphics
4
Facio Montejo, Alda. 1997. Caminando hacia la Igualdad Real. Manual de Capacitación de Juezas(ces).
San José: Unifem

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¿LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER AFECTA A TODAS LAS MUJERES POR
IGUAL?
“Todas las mujeres son víctimas potenciales del maltrato y la violencia basada en el
género pues, en todas las sociedades, ha pervivido la desigualdad entre los sexos”
(Losdmvlv, 2007). Sin embargo, existen factores que hacen más vulnerables a algunas
mujeres: el nivel cultural, el origen étnico, la dependencia económica, son elementos
que inciden en las posibilidades de las mujeres para hacer frente a la violencia5.

De hecho, la extracción de clase, es decir, la pertenencia a determinada clase social,


oprimida u opresora, si bien no determina la posibilidad de ser víctima de violencia
sexista, si marca una diferencia en las posibilidades de respuesta por parte de la mujer,
en tanto las mujeres de las clases dominantes cuentan con recursos económicos,
familiares y sociales que les dan más alternativas de salida de la violencia que las que
tiene una mujer sola, desempleada y analfabeta. Y a ello hay que sumarle el origen
étnico: si además la mujer es indígena o afrodescendiente, por las discriminaciones que
persisten en la sociedad, la situación es todavía peor

En este mismo sentido, la violencia afecta a las mujeres a través de toda su vida, e
incluso antes de nacer, cambiando su modalidad en el curso de su ciclo vital, como
puede observarse en el esquema a continuación:

5
Idem.

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EL CICLO DE LA VIOLENCIA
La violencia de pareja y algunas formas de violencia sexual, como pueden ser acoso
sexual, los actos lascivos, así como las diversas connotaciones que reviste la violencia
doméstica, e incluso algunos tipos de acoso sexual en el ámbito laboral, tienen carácter
cíclico. Es decir, que tienen momentos de mayor y menor intensidad que se van
repitiendo, pero adquiriendo cada vez formas superiores de abuso: un ciclo, en
espiral.

A este proceso de agresión se le ha denominado: ciclo de la violencia, que tiene tres


fases: la primera denominada acumulación de la tensión, la segunda denominada
incidente agudo de agresión o hecho violento, y la última denominada

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arrepentimiento y comportamiento cariñoso o luna de miel, en los que tanto el
comportamiento de la víctima como del agresor van variando.

Estas etapas o fases, se repiten una y otra vez, disminuyendo el tiempo entre una y
otra. Los ciclos de agresión, pueden presentarse en una pareja en forma regular, o
estar separados por diferentes períodos; igualmente, pueden aparecer tempranamente
en la relación, incluso desde el noviazgo, o tomar tiempo para aparecer como puede ser
después de varios años de convivencia6.

Fuente: Gómez Lozano, Hernández Royett, et.al., Op. Cit.

¿QUÉ HACEN LAS MUJERES CUANDO SON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA?


Dependiendo de la forma de violencia de la que sean víctimas, las mujeres pueden
asumir distintas posiciones. Pero el primer paso para la mujer, en cualquier forma de
violencia, para poder enfrentar la situación que está viviendo, es la toma de decisión
de visibilizar o no la situación de violencia, es decir, de admitirla frente a otras personas,
pues muchas veces las mujeres se sienten avergonzadas, se autoculpabilizan o
sencillamente tienen miedo. Este paso es más difícil en la medida en que la relación
con el agresor o agresora sea más cercana o más amenazante. De hecho, al ser puesta

6
Gómez Lozano, R., Hernández Royett, M., Malaguera González, G. (Coordinadora) -. C. & Jiménez
García, M. -. (Coordinadora), 2012. Op. Cit.

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en evidencia la violencia, la persona agresora muchas veces aumenta el nivel de
violencia, poniendo en riesgo la vida y bienes de la mujer agredida..

Cuando la mujer toma la decisión de buscar ayuda para salir de su situación de


violencia, llega a un momento que se conoce como “romper el silencio”. Generalmente
este momento se presenta después de un hecho violento, y es posible que, al pasar a
la siguiente fase del Ciclo de la Violencia, la mujer se arrepienta de los pasos dados.
Pero ya ha dado el primer paso, y comienza un camino, con avances y retrocesos, la
ruta crítica, que se va a desarrollar en dos dimensiones: una ruta institucional, en el
caso de que haya decidido colocar la denuncia, y una ruta personal de búsqueda de
reconfiguración de su vida, por fuera de la situación de violencia.

La Ruta Crítica es el conjunto de decisiones y acciones que emprenden las mujeres


agredidas en búsqueda de una salida de la violencia, vista desde la experiencia
subjetiva e intersubjetiva de las mujeres, y en la que interviene la acción del Estado
mediante sus regulaciones, en la medida en que es requerida por las mujeres7.

Hay elementos que impulsan o inhiben a una mujer para la búsqueda de ayuda: “la
información, el conocimiento, sus percepciones y actitudes, los recursos disponibles, su
experiencia previa, la valoración sobre la situación y los apoyos u obstáculos
encontrados. La ruta crítica describe las decisiones y acciones emprendidas por las
mujeres y las respuestas encontradas tanto en su ámbito familiar y comunal, como
institucional. En el ámbito institucional, los factores de respuesta están asociados al
acceso, disponibilidad y calidad de los servicios, los cuales están determinados tanto
por factores estructurales y normativos, como por las representaciones sociales,
actitudes y comportamientos de los prestatarios y prestatarias”8. Por esta multiplicidad
de factores que intervienen, la ruta crítica implica avances y retrocesos, hasta encontrar
la solución definitiva, si la encuentran.

7
Jiménez García, M., Blanco Freites, J., Medina Salas, S. & Gómez Lozano, R., 2013. Ruta Crítica de las
mujeres afectadas por violencia de pareja en Venezuela. Caracas: Ignaka.
8
Sagot, Montserrat, Carcedo, Ana y Guido, Lea. 2000. La Ruta Crítica de las Mujeres afectadas por la
Violencia Intrafamiliar en América Latina. Costa Rica: Organización Panamericana de la Salud, Programa
Mujer, Salud y Desarrollo

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Ciclo de la violencia
Luna de miel Acumulación de tensión Hecho violento

Ruta Crítica Personal


Romper el silecio Generar/recibir apoyo social Decisión de colocar la denuncia

Colocar la denuncia Medidas de protección Investigación


Ruta institutucional Juicio (Tribunal
(ORD) y seguridad (ORD) (Ministerio Público) Supremo de Justicia)

VIDA LIBRE DE VIOLENCIA

¿QUÉ HACER COMO DEFENSORA COMUNAL PARA APOYAR A LA MUJER


QUE QUIERE SALIR DEL CICLO DE LA VIOLENCIA?
El Ciclo de la Violencia solamente lo puede romper la víctima. Existen muchos motivos
por los cuales la mujer se mantiene dentro del ciclo: motivos afectivos, motivos sociales,
dependencias, y falta de ayuda. Son los más comunes9:

5. Los motivos afectivos que abracan: la preocupación por el bienestar de los


hijos/as; la existencia de sentimientos hacia el hombre como el amor o la lástima, así
como la creencia de que pueden cambiarlo; la baja autoestima de la mujer,
generada muchas veces en el propio ciclo de violencia por las agresiones
psicológicas del agresor; y el miedo, que incluye desde el instinto de supervivencia
(miedo a que la golpeen o maten a ella o a sus hijos/as), hasta temores
fundamentalmente emocionales como el miedo a perderlo, a perder el cariño de sus
hijos o a establecer una nueva relación que implique un padrastro y una posible
recaída en una situación de violencia.

6. Los motivos sociales identificados por las mujeres fueron: el bajo nivel cultural (que
limita las posibilidades de salir de la situación de violencia), las convenciones
sociales (cuya ruptura genera temor a ser juzgada y culpabilizada), la costumbre (la

9
Jiménez García, M., Blanco Freites, J., Medina Salas, S. & Gómez Lozano, R., 2013. Ruta Crítica de las
mujeres afectadas por violencia de pareja en Venezuela. Caracas: Ignaka.

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naturalización de la violencia), los modelos familiares (como patrones conductuales
aprendidos en el núcleo familiar) y la aceptación acrítica de los roles de género (ser
agredida por su pareja forma parte del “ser mujer”.

7. La dependencia económica y/o psicológica de la mujer hacia el hombre, en


términos de pérdida de su autonomía para tomar decisiones sin intervención ajena o
la imposibilidad de mantenerse económicamente a sí misma y sus hijos/as.

8. La falta de ayuda, caracterizada como una vivencia de soledad de las mujeres


frente a su problemática, ya sea por falta de orientación o información, como por
fallas dentro de la respuesta institucional, tanto a nivel comunitario como
institucional.

Por ello, es papel de las Defensoras Comunales apoyar a las mujeres en la búsqueda
de salidas, partiendo de las siguientes estrategias:

9. Establecer claramente la situación de riesgo de la mujer

10. Acorde con la situación de riesgo que se detecte se deben tomar las medidas que
se considere necesario.

11. Planificar adecuadamente los pasos de la víctima, en conjunto con ella,


estableciendo, primeramente, los recursos con los que cuenta la mujer. No debe
actuarse espontáneamente, ni ir cambiando de idea a cada momento, pues ello le
dará a la mujer una sensación de inseguridad. Ello no quiere decir que no pueda
modificarse la planificación inicial, sino que cada acción debe ser sopesada
adecuadamente, y siempre contando con la aprobación de la mujer. Si se la obliga a
actuar en contra de su voluntad, aunque nosotras creamos que es lo más
conveniente, estaríamos revictimizándola. El papel de la Defensora es ayudarla a
organizar sus propios recursos, descubrir sus potencialidades y apoyarla en lo que
decida. Esto quiere decir que vamos a ayudarla a evaluar sus recursos y apoyos,
para construir planes corto y mediano plazo para salir de la violencia, sin crearle
falsas expectativas

12. Mantenerla acompañada, en sitios a los que no tenga acceso el agresor, de manera
que se sienta segura y respaldada por la comunidad.

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13. Articular con las instituciones necesarias para buscar ayuda: casa de abrigo,
asesoría legal, asesoría psicológica, u otras que requiera

14. Acompañarla en el proceso de denuncia, si ella está preparada para denunciar; si no


está preparada, no juzgarla ni presionarla, sino explicarle las consecuencias de ello
y no condicionar el apoyo de la Defensora a la denuncia. Explicarle el ciclo de la
violencia, de manera que sepa a qué atenerse con el agresor.

15. Realizar, un seguimiento constante a la situación de la mujer. Esto es


particularmente importante en los casos en que la víctima no logra romper el ciclo de
la violencia, pues existen muchísimas posibilidades que vuelva a ser agredida, y
muy posiblemente con mayor intensidad, por lo que, si se da el caso de que se
reconcilia con su pareja, debe dejarse un canal abierto con ella, sin que se sienta
recriminada por no denunciar o por volver a su vivienda con su agresor. Estos
canales deben establecerse en los primeros momentos de la relación con la víctima,
en la que ella está en la disposición de dejarse ayudar. Por ello hay que aprovechar
para establecer un “plan de emergencia” que puede tener, entre otras las siguientes
medidas:

15.1. Aprenderse un número telefónico de memoria: hay que tener en cuenta


que una de las primeras acciones de los agresores es tratar de incomunicar a la
mujer, por lo que le quita el teléfono o le borra la agenda

15.2. Darle un directorio de los sitios a donde puede acudir en caso de


necesidad e indicarle cómo llegar

15.3. Establecer mecanismos de alerta con las vecinas más cercanas

El apoyo comunitario debe ser tangible. La víctima debe sentir que tiene a quién recurrir
en su comunidad. Y la comunidad debe entender que es corresponsable de la
seguridad de la mujer víctima de violencia. Si la mujer no quiere denunciar, no juzgarla
ni presionarla: explicarle el ciclo de la violencia y apoyarla en todo momento. LO
IMPORTANTE ES QUE SALGA DEL CICLO Y LOGRE UNA VIDA LIBRE DE
VIOLENCIA.

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