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El concepto de Inteligencia Emocional, aunque esté de actualidad, tiene a nuestro parecer un claro
precursor en el concepto de Inteligencia Social del psicólogo Edward Thorndike (1920) quien la
definió como "la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y
muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas".
Para Thorndike, además de la inteligencia social, existen también otros dos tipos de inteligencias:
la abstracta – habilidad para manejar ideas- y la mecánica- habilidad para entender y manejar
objetos-.
Ahora que tenemos totalmente claro que es la inteligencia emocional, podemos hablar de ella y
como en la educación es importante realizar y reconocerla en los niños, desde pequeños, para poder
generar grandes objetivos que se buscan con la implantación de esta en la educación. Serían los
siguientes:
Así como también nos genera grandes benefician una inteligencia emocional, también podemos
generar consecuencias si no se libera y conoce desde la edad temprana.
Conducta pro-social
Dificultades en el control de impulsos
Dificultades de adaptación
Aumento en la probabilidad de consumo de sustancias
Mayor vulnerabilidad a conductas asociales al suicidio
Se Realizó una gran investigación por parte de la psicóloga catalina de la fundación de Santafé de
Bogotá donde este estudio especializado en la cuidad de Sogamoso, arrojó grandes resultados sobre
la realidad de la inteligencia emocional en los niños de edades de 8 a 12 años, que tanto influye la
actividad académica, familiar y social en los niños y niñas.
Donde nos explica que los ambiros escolares influyen más en las emociones de los pequeños que
algún ámbito de salud y casi un 80% los problemas familiares como perdida de un ser querido,
nacimiento de un hermano y peleas familiares. Con esto también se pudo contribuir a que los niños
y niñas tienen una gran influencia por su situación económica.
No cabe resaltar que la edad de la madre también es muy importante donde más mayor de edad sea
la madre su hijo va a tener mayor inteligencia emocional, donde las madres más maduras generan
un gran cambio en sus hijos.
Es una destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar y
enfrentar los sentimientos de los demás, sentirse satisfechos y ser eficaces en la vida a la vez que
crear hábitos mentales que favorezcan nuestra propia productividad.