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Trabajo de pastoral 1C

NAVIDAD PARTE 1

10 IDEAS PARA PASAR UNA INOLVIDABLE NAVIDAD EN FAMILIA

Nochebuena es una excelente oportunidad para que, a los pies de Jesús recién
nacido, la familia pueda reencontrarse, darse tiempo para si misma, valorar lo
que cada uno aporta y todos juntos fijar la mirada en
Dios. Preocuparse solamente por preparar la rica cena familiar, por comprar los
regalos y por mantener entretenidos a los niños, no es suficiente, una fiesta como
el nacimiento del Hijo de Dios es mucho más que una celebración cualquiera.

Es por esto que queremos proponerte algunas ideas para pasar la Nochebuena
en familia, propiciando la participación de todos quienes viven contigo.

Si en tu casa tienen algunas otras costumbres o ideas para pasar la Noche Buena,
¡compártelas con nosotros!, así todos nos animamos a darle un nuevo aire a la
Navidad. ¡Devolvámosle el sentido y hagamos de esta noche de espera, la noche
más linda del año porque El Hijo de Dios ha nacido!

Prepararse para la llegada del NiÑO

Para algunas familias es costumbre armar el pesebre, varios días e incluso


semanas antes de Nochebuena. Algunos tienen el detalle de no poner a Jesús en
el pesebre hasta pasadas las 00:00hrs del 24, haciendo entender que el día 25 de
Diciembre es el nacimiento. Es una buena idea hacer participar a los niños de la
casa y por cada hora que pasa ir acercado la figura de Jesús cada vez más, para
que al momento de la media noche,sea Él el protagonista y no el abrir los
regalos que están a los pies del árbol.
Adoración al Niño Dios
No sé en sus países, pero en Chile la gran mayoría de las familias espera la media
noche, no porque sea el día de Navidad, sino porque es el momento en que San
Nicolás pasa a dejar los regalos. Es por esto que todos los niños se ponen
nerviosos y corren a abrir sus presentes y obviamente nadie mira el pesebre. Que
la llegada de la media noche y por lo tanto de Jesús al mundo, no tenga
como centro el intercambio de regalos, sino que el nacimiento. Por lo tanto te
invitamos a preparar un villancico y una pequeña oración, algo sencillo que los
más pequeños puedan repetir y cantar. De esa forma no solo le daremos el
espacio que Jesús se merece en esta celebración, sino que estaremos formando el
pequeño corazón de nuestros niños.

Invitar a alguien que esté solo


Para muchas personas, estos tiempos de fiesta y celebración familiar son amargos
pues están solos. Sea cual sea la razón por la que están lejos de sus familias, es
un lindo signo invitarles y acogerlos, mostrarles que Navidad es para ellos. Que
tu hospitalidad y atenciones sean testimonio de consuelo y alegría. ¡Cuánto
mejor si lo consideras dentro de la lista de regalos!

Escuchar a los mayores


Para muchos es aburrido escuchar a las personas mayores, pues repiten las
mismas historias de siempre o porque las cosas que les ocurrían no son tan
emocionantes para nosotros como para ellos. Preguntarles como celebraban la
Navidad en sus tiempos, qué regalos marcaron su infancia, qué tradiciones
ellos vivían y ya se han perdido será un lindo gesto de Nochebuena. Además
que será un hermoso aprendizaje, créeme.

Cocinar juntos
Hay hogares en donde la mesa es el centro de todas las fiestas, por lo que
mamá y papá (abuelos y abuelas también) ponen especial cuidado en la
preparación de los alimentos, la elección de los ingredientes y que todo esté
prolijamente puesto sobre la mesa. No está mal querer compartir una rica comida
en Nochebuena, pero en este aspecto los más pequeños, incluso los jóvenes,
quedan marginados. ¡Invítalos a participar de la cocina! Pueden hacer galletas de
Navidad, algo para el postre o incluso limpiar los vegetales para las ensaladas es
un buen comienzo para hacerlos parte de la fiesta en la cocina.

. Preparar una oración especial para bendecir la cena


No podemos ser muy extensos aquí o nuestros comensales alegarán que se
enfrían sus platos, pero podemos extender la oración durante la cena. Podrías
leer una pequeña oración, reflexionar la frase de un santo y luego, durante la cena
compartir qué nos dice a cada uno y cómo llevamos eso a nuestras vidas. Seguro
te sobra creatividad en este punto.

Preparar un regalo especial


Si como familia pueden tener un presente extra, envuélvanlo juntos y que los más
pequeños agreguen una nota, para que ellos mismos al día siguiente (o cuando
puedan), se lo entreguen a alguien que ustedes saben que económicamente no la
pasa bien.Enseñar a regalar es un buen regalo de Navidad para nuestros
hijos.

Contar historias navideñas


La primera por la que podrías comenzar es por la de San Nicolás, de este modo le
enseñas a los más pequeños que no es que no exista, sino que su historia es
mucho mejor que la que nos cuentan, San Nicolás fue un gran santo.

Ver una película en familia


Si el tiempo alcanza, ver una película navideña (mientras no sea “Mi Pobre
Angelito 2”), podría ser un panorama enriquecedor para todos y convertirse en
un excelente tema de conversación y reflexión durante la cena. Nosotros ya
hemos recomendado una, pero si no das con esas, de seguro en televisión están
transmitiendo alguna. Aprovechen este momento de descanso y recreación como
familia. Esto podría ser también el 25.

Participar de la Misa de Nochebuena


Muchas veces el trabajo no permite hacer los preparativos para la cena familiar
con tiempo, por lo que la vida no siempre alcanza para ir a la Misa y luego volver
a cenar. La “Misa del Gallo”, como la llaman en algunos lugares, no solo es la
parte espiritual de todo esto, sino que es un momento para que como familia
celebremos junto a la Iglesia universal que Jesús ha venido por amor. Te
invitamos a que te organices y participen como familia de la Misa.
NAVIDA PARTE 2

En esta época la preocupación de muchos se centra en las compras


navideñas, en hallar la talla correcta, en escoger el color indicado, en madrugarle
al descuento, en ser los mejores vestidos la noche del 24. Para eso trabajo, para
tener la casa más grande y adornada en navidad, para darles a mis hijos lo mejor,
¡qué tal ponernos con esas bobadas de ahorrar y pensar en los demás en época de
navidad!

No voy a mentir, es difícil no dejamos llevar por tantas cosas novedosas que
salen: el árbol de 3 metros, los papa Noel que bailan… ¡cualquier cantidad de
cosas para atiborrar la casa de objetos que en enero no caben en ninguna parte!
¿Qué me dicen de las rabietas que tienen las personas en esta época cuando se
van de compras? Yo he sido testigo de peleas interminables en centros
comerciales, de personas con cara de puño haciendo una larga fila, de niños que
lloran y lloran desconsolados porque su madre no termina de hacer las compras,
de un tráfico insoportable por todas las calles y así puedo seguir con una lista
infinita de lo que sucede los días previos a la tan anhelada noche DE NAVIDAD
¡Llega la noche del 24 por fin! ¡qué emoción! Al árbol ya ni se le ve la estrella
de tantos regalos, los niños curiosean las tarjetas que dicen “de: pepito, para:
pepita”, los adultos ponen música para reventar la casa. Esa noche todos huelen
bien, se echan flores los unos a los otros, alardean de lo hermosa que tienen la
casa y ¡ni hablar de la cena! la comida que hay sobre la mesa alcanza para 100
personas cuando en realidad solo hay 25, pero, ¡es diciembre, tenemos derecho a
despilfarrar!
El reloj marca las 12, todos gritan y festejan, se abrazan, se besan, hay sollozos,
pólvora, salen a volar los corchos de las botellas. Todos se apuran a abrir los
regalos. No sé qué costumbres tengan ustedes en su país y en su hogar, en el mío
delegan a alguien para abrir los regalos, entonces mi abuela se sienta, coge un
regalo y dice: “del niño Dios para pepito” y todos hacen bulla y le piden que lo
destape y lo muestre. Empieza la parte divertida, todos fijan sus ojos en el rostro
de la persona que acaba de recibir el presente, algunas caras denotan alegría pura,
otras como en el video son una máscara, por un lado sonríe y por el otro llora.
¿Cómo se supone que vamos a poner cara de desdicha por el regalo que nos hizo
el tío con tanto cariño? Es horrible, simplemente detestamos el regalo, pero
¡vamos! Está prohibido ser sincero en ese instante, proseguimos con la actuación,
ponemos la mejor cara de que tenemos y damos las gracias.

El pesebre esta allí, con el Niño Dios, María y José, pero a nadie le importa,
nadie voltea a ver el pesebre, nadie ora, nadie levanta su mirada al cielo y
agradece al Padre por tanto. Pensemos por un momento ¿Qué le regalaremos
esta navidad a Jesús? ¿Qué le daremos al que dio la vida por
nosotros? Reflexionemos un poco, andamos atareados por estos días pensando
que le vamos a regalar a nuestros familiares o amigos, pero no pensamos en
ofrecerle a Dios todo aquello que llevamos en el corazón.

Muchas veces decimos: “sí es cierto, ¡que lástima!” pero nos quedamos de
brazos cruzados, entonces te propongo las siguientes opciones para que la noche
del 24 no te olvides de Dios:
El pesebre esta allí, con el Niño Dios, María y José, pero a nadie le importa,
nadie voltea a ver el pesebre, nadie ora, nadie levanta su mirada al cielo y
agradece al Padre por tanto. Pensemos por un momento ¿Qué le regalaremos
esta navidad a Jesús? ¿Qué le daremos al que dio la vida por
nosotros? Reflexionemos un poco, andamos atareados por estos días pensando
que le vamos a regalar a nuestros familiares o amigos, pero no pensamos en
ofrecerle a Dios todo aquello que llevamos en el corazón.

Muchas veces decimos: “sí es cierto, ¡que lástima!” pero nos quedamos de
brazos cruzados, entonces te propongo las siguientes opciones para que la noche
del 24 no te olvides de Dios:

1. Minutos antes de que el reloj marque las 12, proponle a tu familia hacer un
rato deoración. Si te tildan de ridículo, no hagas caso, anda tu solo a una
habitación o a un lugar apartado y ofrécele tu oración a Dios.

2. Reza el Santo Rosario ese día, ojala con toda tu familia, si nadie te quiere
acompañar hazlo tú solo y si te parece muy largo, no reces las 10 Ave marías, haz
solo 5 por cada misterio, pero ofrécelo con amor.

3. Ponte de rodillas ante el pesebre y agradécele a Dios todo lo que te ha dado,


no pidas nada, solo agradece. Parece sencillo pero sin darnos cuenta siempre
resultamos pidiéndole algo a Dios.

4. Abraza con el corazón, con el alma, no con la carne. Abraza a tu mamá, a tu


papá, a tu abuelo, a tus hijos, al que sea, pero hazlo pensando que eres afortunado
al tener vivo a ese ser querido.

5. Regala misericordia, amor, cariño, tiempo, sonrisas, regala perdón y


comparte con nosotros que otra cosa consideras que podemos hacer esa noche
para vivir el verdadero significado del nacimiento de Jesús en nuestros
corazones.
NAVIDA PARTE 3

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un


pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel
oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del
Espíritu Santo y exclamó con voz fuerte: «¡Bendita tú entre las mujeres, y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi
Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi
vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá

Lectio sobre el Evangelio: El último Domingo de Adviento, ya próximos a


celebrar la Nochebuena, se nos propone en la Liturgia el ejemplo de Santa María.
El pasaje de la Visitación descubre ante nuestros ojos las grandes experiencias
espirituales que embargaban el corazón de la Madre de Dios luego de recibir el
anuncio de haber sido elegida para que el Hijo del Altísimo se haga hombre en su
seno por obra del Espíritu Santo. La fuerza tremenda de esta revelación, así como
el hecho de saberse ya portadora del Misterio, no la alejan de la realidad ni la
sumen en un estado de retraimiento solitario. Por el contrario, inmediatamente,
sin demora, se pone en camino para visitar a su prima Isabel quien, según le dijo
el Ángel, había concebido un niño en su vejez.

De dónde nace el apuro de María para salir al encuentro de Isabel? Este sería un
asunto de provechosa reflexión para nosotros en los días previos a la Navidad en
los que no pocas veces estamos apurados, apremiados por los preparativos para la
celebración. Estar apurado o hacer las cosas con prisa y resolución no tiene en sí
nada de malo. La dificultad se presenta cuando la premura se traduce en agitación
que no sólo arrebata la paz del corazón sino que hace que perdamos de vista lo
esencial. Imaginemos una mamá que para celebrar el cumpleaños de su hijo
decide prepararle una fiesta sorpresa. Se da por entero a la coordinación de los
mil y un preparativos: invitaciones, arreglos, música, comida, vajilla, etc., etc. Y
lo hace con mucha dedicación para que todo esté perfecto.Llega el día y con
él los invitados, la comida, la música. La fiesta es un éxito y todos están
contentos. Al día siguiente la madre no puede dejar de notar una cierta desazón
en su hijo y entre molesta y desilusionada le pregunta qué le pasa: ¿No te gustó la
fiesta? ¿Invité a alguien que no te cae bien? ¿No te gustó la comida? ¿Qué te
pasa? Después de sacarle algunos monosílabos como respuesta, la afligida mamá
se da cuenta de que entre tantos detalles que atender había olvidado de felicitar a
su hijo, abrazarlo, darle un beso y decirle “feliz cumpleaños”. Se le escapó lo
esencial, que era lo que de alguna manera le daba sentido a todo lo demás.

Eso nunca me pasaría a mí”. ¿Estás seguro?¿No nos pasa en cierto sentido lo
mismo que a la mamá del ejemplo cuando en la Navidad dejamos de lado lo
esencial por estar muy ocupados y preocupados por los mil y un detalles que esta
celebración implica? Lo esencial es Jesús. Esta es una de las grandes enseñanzas
de María. Su premura por ir a visitar y atender a Isabel nace del amor y no le
hace perder de vista lo esencial. Ella realmente ha creído en las palabras que Dios
le manifestó por medio del Ángel. Va al encuentro de su prima pero eso no le
hace perder de vista que lo más maravilloso que le puede compartir es la
Bendición de Dios que lleva en su seno. Por eso el encuentro con Isabel desborda
alegría, maravilla, exaltación. La fuente de la alegría es la criatura que porta en
su seno: Jesús. La fuente de su propia alegría y bienaventuranza es que ha creído,
que tiene fe. Por eso podemos decir que María es la primera discípula de su
propio Hijo.

El ejemplo de María nos alienta a prepararnos para vivir la Navidad avivando la


fe en nuestro corazón. La fe nos permite “mirar” lo esencial de la Navidad: Dios
viene al mundo; Jesús nace para darnos luz e iluminar nuestra vida. Toda nuestra
celebración tendrá sentido si Él está en el centro de nuestro corazón y de
nuestra familia. La Navidad será entonces un momento de alegría, de paz, de
maravilla y alabanza como lo fue el encuentro de María e Isabel.

¿Qué le podemos regalar a este Niño que es el Hijo de Dios? ¿Acaso le falta algo
a Él que es Dios? Aunque pueda parecer un atrevimiento, sí le podemos regalar
algo que Él no tiene: nuestra respuesta. Es tal vez la única cosa en el mundo que
le podemos regalar al Niño Jesús y que ciertamente va a alegrar su
corazón. Siendo Dios Todopoderoso ha dejado en nuestras manos el que
aceptemos el don del amor que nos ha venido a traer y aceptemos vivir en el
amor. Pensemos en algo concreto que nos haga vivir ese amor, “envolvámoslo”
con la firme y renovada intención de convertirnos más a Él y ofrezcámoselo al
Niño Dios como un humilde regalo en esta Nochebuena.

El autor de esta reflexión es el teólogo Ignacio Blanco, quien con mucha


generosidad ha aceptado participar en Catholic-Link enviándonos esta Lectio
para nuestra oración dominical. Ignacio publica sus reflexiones dominicales en el
portal Mi vida en Xto, que ofrece recursos diarios para la oración personal.
NAVIDAD PARTE 4

Pensar a quién vas a regalar


¿A quién quieres dar el regalo? Piensa en eso, piensa en esa persona: ¿qué le
gusta?, ¿qué es importante para ella?, ¿qué le hace gracia?, ¿qué recuerdo te
viene a la mente cuando piensas en ella? Hazte estas preguntas y otras similares y
vas a dirigirte hacia el regalo ideal. Uno que sea un verdadero acto de amor,
una muestra de cuánto conoces a esta persona y una oportunidad para sacar
toda la creatividad que tienes escondida.

Pensar en algo útil


Quizás se pueda aprovechar el intercambio de regalos para dar a alguien aquello
que necesita, que le será útil. Aunque esto no tiene por qué significar algo
grande o costoso, sino un detalle que a la otra persona le vendría muy bien. Esto
además, es una manera de estar pendiente de los gustos y las necesidades de los
demás, de estar presente en las cosas pequeñas de todos los días.
. No caer en el consumismo

Dejarse llevar por las tendencias consumistas que nos prometen “lucirnos” con
“el mejor regalo”, puede cegar a muchos que quieren quedar como el amigo, el
tío o el papá más “cool”, llevándoles a comprar algo muy costoso… y muy
impersonal. Personalmente, aprecio mucho más un regalo pequeño, que refleje
que mis seres queridos realmente me conocen, entienden de mis gustos, están al
tanto de alguna necesidad mía, y por esto me regalan algo que podría no ser lo
más nuevo, lo más caro o moderno, pero que tiene un altísimo valor
sentimental.

Tener presente la importancia del evento

Como dije no hay que caer en el consumismo y los regalos más valiosos son los
que no tienen precio. Sin embargo, no pierdas de vista que ¡es Navidad! Sean
regalos comprados o hechos en casa, grandes o pequeños, lo importante es que
sean memorables, que transmitan el cariño, la fe y todo ese cúmulo
de intangibles (sentimientos, recuerdos compartidos, promesas) que queremos
entregar.

Explotar tu talento
Todos tienen una habilidad especial de la cual pueden servirse para hacer un
regalo personalizado, íntimo, sentido. ¿Sabes dibujar?, ¿cantar?, ¿escribir?,
¿cocinar? Una buena idea puede ser entonces realizar una tarjeta, personalizar
algún objeto, escribir una carta, dedicar una canción, cocinar un pan dulce. Si no
estás familiarizado con ninguno de estos talentos, ¡tranquilo! Piensa qué tienes
que te haga único, y cómo eso lo puedes compartir con quienes te importan.
Llevar la fe
Alguna vez se te ocurrió que puedes regalar algo que, al mismo tiempo sirva
para compartir la fe? Por ejemplo: pienso en mi abuela que todos los años nos
regala a cada familia –es decir, a mis tíos y a mis papás– un librito que contiene
el Evangelio diario de todo el año comentado. Pero, si bien puede ser una buena
idea regalar algún libro de espiritualidad a alguien a quien quieras ayudar a
profundizar su fe, para llevar la fe a tus amigos no es necesario gastar.
Simplemente hablándoles del verdadero sentido de la Navidad, contándoles más
sobre lo que sucedió hace más de 2000 años en una pequeña ciudad, en un
pesebre de Belén, les estarás haciendo un regalo invaluable.

Regalar algo que no se puede compra


Creo que el mercado puede ofrecernos un sinfín de opciones para regalar, tanto
así que es prácticamente imposible no encontrar un regalo bueno, bonito e
incluso barato. Pero puede ser que no atendamos a lo más significativo que
podríamos entregar: aquello que no se encuentra en las tiendas. Por ejemplo,
¿cuánto tiempo le puedo dedicar a mi familia estas fiestas?, ¿hace cuánto no
hablo con algún amigo? ¿Y si disculpo a las personas a quienes guardo rencor?
¿O pido perdón a los que de alguna u otra forma ofendí o lastimé? En síntesis, el
mayor regalo que Dios nos hizo en la Navidad fue el Amor. El mejor regalo que
podemos hacer nosotros, es llevar un poco de cariño a los demás, a los que
queremos, y especialmente a los que necesitan un poco de afecto.

Lo más importante… ¿qué le regalamos a Jesús?


Entre tanto “loquerío”, en el vaivén de organizar la cena de Navidad, reunir a la
familia, tener listos los regalos, etc., podemos perder de vista que no estamos
festejando otra cosa sino el Nacimiento de Jesús. ¡Él es el Cumpleañero! Y,
lastimosamente, quizás sea el más olvidado de la fiesta. Pero, este año todos
podemos proponernos festejar la Navidad de otra manera, recordando que Él es
el agasajado, y por tanto, a quien debemos llevar también algún regalo.
¿Qué, por ejemplo?
Podemos aprovechar este tiempo para rezar un poquito más, al menos para tener
alguna oración especial adicional. Aunque sea breve, pero que nos ayude a
recordar a Quién estamos esperando. Según San Josemaría Escrivá, la
mortificación es la oración de los sentidos, entonces podríamos también ofrecer a
Dios algún pequeño sacrificio. Todo esto podemos, al mismo tiempo que lo
entregamos a Dios, ofrecerlo por la paz que hoy más que nunca necesita de
nuestras oraciones y sacrificios.

El servicio a los demás también es un lindo obsequio que, además de poner


contento a Jesús, alegra a los demás contagiando la fe y la felicidad propia de la
época.
NAVIDAD PARTE 5

Dentro de pocos días llega Navidad y con ella un sin fin de cosas que hacer,
comprar, regalar, envolver y la lista no acaba… Nada de esto es malo en sí
mismo. Esto de dar regalos y hacer muchas cosas es parte de la vida y está bien.
Lo importante es estar prevenidos para que en medio de todo esto no perdamos el
sentido auténtico de la Navidad así que me parece que todos los artículos,
canciones o videos que nos ayuden a recordar cómo debe ser y cómo no debe ser
la Navidad nos ayudan a centrar la mirada en lo esencial.

En este sentido creo que este video puede aportar a que no caigamos en la lógica
consumista que con mucho humor, y al son de un villancico, nos recuerda esta
sencilla producción. Si te gusta y quieres compartirlo adelante, a veces estas
cosas sencillas ayudan mucho a tomar conciencia. Un abrazo para TODAS
NAVIDAD PARTE 6

Dentro de pocos días llega Navidad y con ella un sin fin de cosas que hacer,
comprar, regalar, envolver y la lista no acaba… Nada de esto es malo en sí
mismo. Esto de dar regalos y hacer muchas cosas es parte de la vida y está bien.
Lo importante es estar prevenidos para que en medio de todo esto no perdamos el
sentido auténtico de la Navidad así que me parece que todos los artículos,
canciones o videos que nos ayuden a recordar cómo debe ser y cómo no debe ser
la Navidad nos ayudan a centrar la mirada en lo esencial.

En este sentido creo que este video puede aportar a que no caigamos en la lógica
consumista que con mucho humor, y al son de un villancico, nos recuerda esta
sencilla producción. Si te gusta y quieres compartirlo adelante, a veces estas
cosas sencillas ayudan mucho a tomar conciencia. Un abrazo par
NAVIDAD PARTE 7

En Navidad el comercio, los medios de comunicación y las empresas en general,


aprovechan para disfrazar sus propósitos de venta con frases que invitan a vivir la
felicidad, la paz, la armonía, los buenos deseos y un montón de cosas más. Todas
ellas buenas, pero que no logran describir lo que realmente es la Navidad.

Por más que los creativos publicistas se rompan la cabeza buscando lindas frases
navideñas, nunca podrán comprender la grandeza del misterio que se encierra en
la venida de Dios al mundo. Para ello es necesario estar íntimamente ligados a la
fuente original de esta celebración, al protagonista de todo, y desde ahí
comprender un poco, y lograr explicar otro poco, este tremendo acontecimiento
que no vino solo a modificar el calendario, sino nuestras vidas.

Los Santos durante la historia de la Iglesia han ido penetrando y


profundizando en el misterio de la Navidad. Ellos nos han dejado frases
realmente inspiradoras y llenas de contenido para vivir profundamente esta
fiesta. Les compartimos algunas de ellas para que las lleven a la oración y las
compartan con suS AMIGOS
NAVIDAD PARTE 8
Estamos transitando el tiempo de Adviento,preparándonos para la Navidad. El
Adviento y la Cuaresma son los dos tiempos penitenciales que nos propone la
Iglesia como preparación y anticipación de la Navidad y de la Pascua
respectivamente. Las fiestas grandes requieren grandes preparaciones, y
cuando se vive la preparación adecuadamente el fruto de la fiesta se multiplica al
infinito.

Pero además cuando la realidad que festejamos es grande, cuando su


significación espiritual es muy importante, la tradición de la Iglesia incorpora
algunos símbolos materiales para prepararnos mejor, para que tengamos un
asidero que nos eleve a las realidades espirituales que contemplamos. La Iglesia
tomó algunas tradiciones de los pueblos que fue evangelizando, o creó sus
propias formas de “materializar” estas realidades espirituales, a modo de
catequizar y de darnos medios visibles que nos ayuden a acercarnos al
Misterio. Los humanos necesitamos de este tipo de símbolos.
El árbol navideño es el signo más visible y frecuente de la Navidad, pero no
siempre le damos un sentido religioso. El mundo comercial se ha apropiado del
árbol como un signo de “las fiestas”, quitándole al nacimiento de Nuestro Señor
el protagonismo. En muchas casas se acostumbra que el niño más pequeño sea el
que pone la estrella en la punta del árbol. Otras familias lo arman rezando los
misterios de gozo, otros piden al párroco la bendición del pesebre y del árbol.
Otras familias le dan un adorno a cada niño y se rezan preces por cada adorno
que se cuelga: con los azules, oraciones de arrepentimiento; con los plateados, de
agradecimiento; con los dorados, de alabanza y con los rojos, de petición. No
importa la tradición que usemos en nuestra familia, lo importante es recordar
que el árbol de Navidad es un símbolo católico y que debemos recuperar su
sentido.

Otro símbolo de la antigua Europa, y una hermosa costumbre (que


afortunadamente se está recuperando mucho en América) es la corona de
Adviento. Ésta nos ayuda a hacer un seguimiento más intenso del tiempo de los
cuatro domingos anteriores a la Navidad. A medida que vamos prendiendo las
velas, vamos preparándonos para recibir a Nuestro Señor. En cada domingo
podemos hacer participar a toda la familia, preparando una pequeña liturgia,
haciendo énfasis en un aspecto particular del tiempo de Adviento. Nuestros
amigos de ACIPrensa han preparado una hermosa liturgia para cada domingo.
El último, pero no por ello menos importante, el pesebre o nacimiento. Ésta es
unatradición iniciada por el gran San Francisco de Asís y que los franciscanos
extendieron rápidamente por todo el mundo. En sus primeros años eran “pesebres
vivientes” y luego se convirtió en una representación a escala con figuras de
barro cocido, yeso o cera. Cada familia vive el pesebre a su modo, algunas
familias cada domingo de Adviento le van agregando figuras teatralizando la
historia para los más pequeños. El nacimiento es por supuesto, el símbolo
emblemático del día de Navidad, cuando se pone finalmente el niño en el
nacimiento, y la familia se congrega para cantarle villancicos y canciones típicas
de cada país.
NAVIDAD PARTE 9

Estamos ya en el día 13 de nuestro Camino de la Paz. Avanzamos realizando


pequeñas acciones concretas durante el Adviento para llegar hacia Belén, donde
nos espera el Rey de la Paz. Y como parte de este caminar, hemos decidido
invitarlos una vez más a hacer un reto en el que llevaremos a otros el verdadero
sentido de la Navidad. Ustedes se preguntarán ¿cómo?.

Probablemente muchos ya habrán visto estecomercial de Edeka, una cadena


alemana de supermercados, donde un anciano, al experimentarse ignorado por su
familia durante la época de Navidad, finge su propia muerte.

Para el reto de hoy te invitamos a detenerte un instante y hacer una


reflexión: ¿Qué te dice este video sobre el sentido de la Navidad?

¿Qué tienes que hacer?


Primero, tienes que ver el video que ponemos a continuación. Luego, tómate un
par de minutos para pensar cuál es el mensaje apostólico que tiene y que te
gustaría compartir con los demás. Finalmente, luego de reflexionar, en los
comentarios al final de este artículo, escribe eso que pensaste y publícalo. En
tres días volveremos a subir este post con los mejores comentarios y el nombre
de su autor.

CORONA DE ADVIENTO PARTE 1

El Adviento es el tiempo litúrgico más bonito del año. Es un momento de espera


en el que se aviva en los creyentes la búsqueda del Señor. Comprende los cuatro
domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con este misterio y el de la
Epifanía. El término “Adviento” viene del latín adventus, que significa venida,
llegada.
Muchos de nosotros, desde que éramos niños pequeños, hemos tomado parte en
lasactividades de esta época. Tradiciones como la corona de Adviento, las
posadas o las novenas, traen consigo recuerdos de la infancia, pero ¿realmente
sabemos cuál es su significado?

No pasemos el tiempo de Adviento sin tomar un momento para reflexionar sobre


la alegría, el sacrificio y la belleza de este importante tiempo litúrgico. ¡Cuánto
más comprendamos nuestras tradiciones de fe enriqueceremos nuestro corazón y
nos acercaremos con mayor amor y devoción al miste
CORONA DE ADVIENTO PARTE 2

Otro símbolo de la antigua Europa, y una hermosa costumbre (que


afortunadamente se está recuperando mucho en América) es la corona de
Adviento. Ésta nos ayuda a hacer un seguimiento más intenso del tiempo de los
cuatro domingos anteriores a la Navidad. A medida que vamos prendiendo las
velas, vamos preparándonos para recibir a Nuestro Señor. En cada domingo
podemos hacer participar a toda la familia, preparando una pequeña liturgia,
haciendo énfasis en un aspecto particular del tiempo de Adviento. Nuestros
amigos de ACIPrensa han preparado una hermosa liturgia para cada domingo.

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