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ESTADIO INFERIOR
El hombre habitó en sus aldeas primitivas, fueron los frutos, las nueces y las raíces su
alimento, empezó a elaborar un lenguaje articulado.
ESTADIO MEDIO
Amplió su alimentación a los pescados, crustáceos y moluscos y descubrió el fuego, los
instrumentos de piedra, trabajados rústicamente, pertenecieron a esa época, elaboró sus
primeras armas: la maza y la lanza
ESTADIO SUPERIOR
Comienza con la invención del arco y la flecha. El hombre se convirtió en cazador, sin
abandonar por cierto la pesca y la recolección de frutos y raíces. La invención del arco, la
cuerda y la flecha supuso facultades mentales superiores y una cierta experiencia
acumulada. Empezó a tejer a mano. Aparecieron las primeras tendencias a la vida
sedentaria y a la construcción de aldeas.
BARBARIE
El momento característico de la barbarie fue la domesticación y cría de animales y el
cultivo de los cereales, alfarería, recubrimiento con arcilla de vasijas resistentes al calor.
LA FAMILIA
Matrimonio disoluble por ambas partes, antecedente de parentesco, existencia de
deberes, monogamia
LA CIVILIZACIÓN
Las civilizaciones se diferencian de las sociedades tribales basadas en el parentesco por el
predominio del modo de vida urbano (la ciudad, que impone relaciones sociales más
abiertas) y el sedentarismo (que implica el desarrollo de la agricultura y a partir de ella
todo tipo de desarrollos tecnológicos y económicos con la división del trabajo y la
comercialización. Utilizan la escritura para el registro de su legislación y su religión
(aparecidas con el poder político -reyes, estados- y religioso -templos, clero-) y para la
perpetuación de la memoria de su pasado (incluyendo la aparición de los conceptos de
tiempo histórico y calendario).
HISTORIA DEL DERECHO II. El derecho en la prehistoria (IV) • Durante la fase del
mesolítico (alrededor del 10.000 a. C.), los hombres viven en grutas, chozas de paja y
reunidos en pequeñas comunidades. • Desarrollan un primitivo comercio gracias a ciertos
medios de transporte, como los trineos y canoas, • Cultivan ciertas plantas como granos y
uvas y domestican animales como el perro y el caballo. • Se ha pasado de la época de la
caza a la de la agricultura que se caracteriza por el predominio de la mujer en la
comunidad: el llamado “matriarcado”. Esto fue debido a que la mujer, ligada a la choza
por los periodos de embarazo y por el cuidado de los hijos se ocupaba de las primitivas
tareas agrícolas, mientras el hombre se dedicaba a la cacería y a largas caminatas con el
fin de recolectar los alimentos.
HISTORIA DEL DERECHO II. El derecho en la prehistoria (V) • Después del mesolítico, la
humanidad inicia la fase neolítica, primero en Mesopotamia, Egipto y el sur de Europa, y
después en América y el norte de Europa. • En su comienzo, en estas civilizaciones toda
norma de conducta se presenta en forma consuetudinaria, esto es, de usos y costumbres
repetidas en cada comunidad. • Estas normas se presentan de forma indiferenciada, lo
que quiere decir que estaban unidas en todas las normas religiosas, morales, del trato
social y, por supuesto, las jurídicas. • Los miembros de la comunidad las acataban como
un hecho mecánico, sin tener una verdadera conciencia de ellas. • Más tarde, empiezan a
distinguirlas y adquieren la conciencia de que estas costumbres no deben ni pueden
vulnerarlas, hay que obedecerlas inexorablemente o serán castigados. Es este momento
en que nace el derecho dentro de las sociedades primitivas.
HISTORIA DEL DERECHO II. El derecho en la prehistoria (VI) • Características en esta etapa.
1. La indiferenciación de la norma, están entremezcladas las normas jurídicas con las
religiosas, las morales y las del trato social; 2. Su carácter consuetudinario, basado en la
repetición de los usos seguidos por la comunidad; 3. Su heterogeneidad o falta de un
ámbito cerrado que se traduce en el establecimiento, según su diverso grado de
desarrollo, de un derecho específico para cada comunidad.
En la época primitiva, los romanos se regían por los mores maiorum pero dentro de ellos
había una mezcla de normas religiosas y culturales, usos sociales y normas jurídicas. Estos
mores maiorum constituyeron el fundamento del ius civile. Esa mezcla de normas venía
determinada por el hecho de que en la época racial, el derecho y la religión estaban en
íntima relación. Eso se ve porque se utilizaban las expresiones “ius est”, “ius non est”,
“fast est”, “fas non est”.
Sin embargo, poco a poco comienza a distanciarse derecho y religión y esa separación se
ve clara e la Ley de las XII Tablas en el si. V a.C. y a finales de la República se consolida ese
proceso de separación y ya cuando el ius se alude al derecho humano y cuando se habla
de fas se hace referencia del derecho divino.
El derecho arcaico era muy formalista; esto significa que para que un negocio fuera eficaz
había que pronunciar palabras o realizar gestos que venían predeterminados de forma
taxativa. Si se modificaba, el acto no sería válido.
Ese formalismo se mantuvo hasta época avanzada y era propio de instituciones como los
gesta per aes et libram. Otras de las características fue su tradicionalismo. Los mores
maoirum se trasmitían de generación en generación con todas sus formalidades y sus
ritos. El hecho de que una institución derivara de los mores maiorum era el argumento
decisivo para declararlo válido. Ese tradicionalismo venía equilibrado por la caída en
desuso.
En las culturas del Proximo Oriente Antiguo son los dioses quienes dictan las leyes a los
hombres, por eso, las leyes son sagradas. En este caso es el dios Samash, el dios sol, dios de
la Justicia, quien entrega las leyes al rey Hammurabi de Babilonia (1790-1750? a. C.), y así
se representa en la imagen que figura sobre el conjunto escrito de leyes. De hecho, antes de
la llegada de Hammurabi al poder, eran los sacerdotes del dios Samash los que ejercían
como jueces pero Hammurabi estableció que fueran funcionarios del rey quienes realizaran
este trabajo, mermando así el poder de los sacerdotes y fortaleciendo el del propio monarca.
El código de leyes unifica los diferentes códigos existentes en las ciudades del imperio
babilónico. Pretende establecer leyes aplicables en todos los casos, e impedir así que cada
uno "tomara la justicia por su mano", pues sin ley escrita que los jueces hubieran de aplicar
obligatoriamente, era fácil que cada uno actuase como más le conviniera.
EL CÓDIGO DE HAMMURABBI:
El código de Hammurabi En las culturas del Próximo Oriente Antiguo son los dioses
quienes dictan las leyes a los hombres, por eso, las leyes son sagradas. En este caso es el
dios Samash, el dios sol, dios de la Justicia, quien entrega las leyes al rey Hammurabi de
Babilonia (1790-1750? a. C.), y así se representa en la imagen que figura sobre el conjunto
escrito de leyes. De hecho, antes de la llegada de Hammurabi al poder, eran los sacerdotes
del dios Samash los que ejercían como jueces pero Hammurabi estableció que fueran
funcionarios del rey quienes realizaran este trabajo, mermando así el poder de los
sacerdotes y fortaleciendo el del propio monarca. El código de leyes unifica los diferentes
códigos existentes en las ciudades del imperio babilónico. Pretende establecer leyes
aplicables en todos los casos, e impedir así que cada uno "tomara la justicia por su mano",
pues sin ley escrita que los jueces hubieran de aplicar obligatoriamente, era fácil que cada
uno actuase como más le conviniera. "(...) entonces Anum y Enlil me designaron a mí,
Hammurabi, príncipe piadoso, temeroso de mi dios, para que proclamase en el País el orden
justo, para destruir al malvado y al perverso, para evitar que el fuerte oprima al débil, para
que, como hace Shamash Señor del Sol, me alce sobre los hombres, ilumine el País y
asegure el bienestar de las gentes." Se dice al principio del código. "Cuando Marduk me
encargó llevar el orden justo a las gentes y mostrar al País el buen camino, puse en la
lengua del País la ley y la justicia y así fomento el bienestar de las gentes. Por eso he
dispuesto: (...)" El código de Hamurabi no distingue entre derecho civil y derecho penal. En
él hay leyes que regulan las relaciones comerciales, patrimoniales, etc., y también leyes que
determinan lo que es delito y la pena que corresponde a cada delito. Se regulan el comercio,
el trabajo asalariado los préstamos, los alquileres, las herencias, los divorcios, la propiedad,
las penas por delitos de robo, asesinato, etc. Sin embargo esto se hace sin ninguna
sistematización, simplemente se suceden leyes que enumeran los posibles casos y lo que se
debe obrar en consecuencia: “si ha pasado esto, se hará esto otro". El texto del código
también nos sirve para saber cuáles eran los delitos más frecuentes en la época, pues un
delito previsto será un hecho que acontece con relativa frecuencia. En las penas aplicadas a
cada delito se distingue si hay intencionalidad o no, y cuál es la "categoría de la víctima y la
del agresor". Así la pena es mayor si se ha hecho adrede y menor si ha sido un accidente;
mayor si la víctima es un hombre libre menor si es un esclavo.
Créame, prolongar el deseo de venganza no hace más que recordarle una y otra vez lo
vivido y lo sentido, y no termina de resolver su propio conflicto.
Quién supera sus propios límites podrá hacerlo de nuevo, perdiendo paulatinamente la
capacidad de sorprenderse en cada ejercicio.
Por eso, hoy le invito a considerar este instinto, porque es muy probable que ni la realidad
ni la ilusión ni la ley, ni las reparaciones que puedan existir, le liberen de ese sentimiento.
La única liberación está, como todas, en usted, en sus decisiones, en la capacidad que tenga
de reconsiderar el valor y la importancia de usted y de su vida.
Deje de otorgarle un minuto más, deje de maltratarse y deje de reproducir una y otra vez su
dolor, su rabia y su ira.
Mejor elija liberarse, reinventarse y seguir adelante, porque no es la venganza lo que debe
resolver, sino un duelo ante lo vivido. Dese la oportunidad y enfóquese en lo que quiere
para su vida y desprecie toda violencia y toda negatividad porque le aseguro que ahí no
están sus respuestas.
Ante las grandes pérdidas de la vida, ni siquiera es válido, ni igual ni semejante “ojo por
ojo, diente por diente”.
Pero la vida sigue y hay que seguir de la mejor manera posible. Y eso usted lo sabe. Como
siempre, usted elige.