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1. LOS HONGOS
Micología
La micología es la rama de la biología que tiene por objetivo el estudio de los
hongos.
Los hongos constituyen un grupo de organismos muy diverso y heterogéneo, hasta tal punto
que su clasificación taxonómica experimenta continuas variaciones. Así, el reino de los
hongos incluye desde setas comestibles hasta hongos microscópicos patógenos, pasando por
levaduras que se usan en la elaboración de alimentos y por hongos que degradan materia
orgánica en la naturaleza.
1.1. Morfología
Los hongos patógenos incluyen especies unicelulares y pluricelulares. Por ello, su estudio
morfológico se debe hacer en tres niveles: el celular, el de organización pluricelular (en las
especies pluricelulares) y el que concierne al aspecto de la colonia sobre medios de cultivo in
vitro.
Las células
Las células fúngicas son eucariotas; es decir, presentan núcleo definido rodeado de una
membrana nuclear, citoesqueleto y distintos tipos de orgánulos.
Como característica diferencial cabe destacar que tienen pared celular, formada por capas
constituidas por:
Los hongos filamentosos o mohos están constituidos por células alargadas que se disponen
linealmente y forman largos filamentos denominados hifas. Las hifas pueden ser:
Las colonias
Las colonias de levaduras y de hongos filamentosos presentan ciertas características
macroscópicas:
• Oxígeno. Los hongos son aerobios y, por tanto, requieren oxígeno para su
metabolismo. Pero algunos de ellos son anaerobios facultativos, y ante niveles bajos
de oxígeno pueden recurrir a vías metabólicas fermentativas alternativas.
• Temperatura. Según sus necesidades en cuanto a temperatura distinguimos entre:
Hongos mesófilos. Resisten un amplio margen de temperaturas, entre 0 ºC y 50 °C,
con un óptimo entre 20 ºC y 30 ºC. Son hongos de importancia médica. Hongos
termófilos. Resisten hasta 55 °C. Hongos anemófilos. Solo sobreviven a temperaturas
ambientales.
• PH. Los hongos toleran un gran intervalo de pH (2,5-7,5). Por lo general soportan
mejor el medio ácido que el alcalino.
Nutrición y metabolismo
Los hongos se alimentan de materia orgánica, que puede proceder de organismos vivos
(hongos parásitos) o de restos de organismos (hongos saprófitos). También existen hongos
que viven en simbiosis con otros organismos, aunque no tienen importancia desde un punto
de vista clínico.
Los hongos sintetizan enzimas digestivas (lipasas, celulasas, etc.) que vierten al medio
extracelular, donde degradan las biomoléculas presentes para obtener partículas de menor
tamaño capaces de atravesar su membrana plasmática (por difusión pasiva o por transporte
activo). La pared celular evita que la célula sea digerida por sus propias enzimas.
Reproducción
Micosis superficiales
Las micosis superficiales afectan a la capa córnea de la piel y la porción suprafolicular del
pelo.
Entre las micosis cutáneas podemos distinguir las dermatofitosis, las dermatomicosis
provocadas por Scytalidium y las candidiasis cutaneomucosa.
Micosis subcutáneas
Las micosis subcutáneas son infecciones crónicas causadas por hongos que se han
introducido en forma directa en la dermis o en el tejido celular subcutáneo por medio de una
lesión penetrante.
Los hongos que provocan estas micosis penetran a través de lesiones cutáneas, generalmente
pinchazos.
Micosis profundas
Las micosis profundas son infecciones causadas por hongos patógenos con capacidad de
invadir tejidos profundos e incluso vísceras.
Micosis sistémicas
La expresión micosis sistémicas se reserva para micosis invasoras o que afecten a dos o más
órganos no adyacentes, producidas por especies patógenas oportunistas.
El agente etiológico de las micosis sistémicas puede ser cualquier hongo capaz de crecer a
37°C y cuyos requerimientos nutricionales se vean cubiertos con los tejidos del hospedador.
Para conseguirlo es necesario tomar muestras representativas para la detección del hongo y
aplicar procedimientos de recogida, conservación y transporte adecuados para garantizar su
supervivencia hasta la llegada al laboratorio.
Las muestras destinadas al estudio de hongos deben cumplir algunos requisitos básicos en
cuanto a su obtención, conservación y transporte, que detallamos a continuación.
Las muestras dermatológicas se pueden transportar en seco (placa de Petri, entre dos portas,
etc.) o, de forma ideal, sembradas en un medio de cultivo adecuado.
• Los tejidos se trocean con tijeras o bisturí, y los pequeños trozos se inoculan
en el medio de cultivo.
• Los fragmentos ungueales se trocean progresivamente con un bisturí y se
pulverizan.
• Las muestras altamente viscosas, como el esputo, deben fluidificarse, pero sin
diluirlas excesivamente.
• Los líquidos orgánicos (LCR, pleural, peritoneal, etc.) u otras muestras muy
diluidas se pueden concentrar por centrifugación (1.500-2.500 g durante diez
minutos) o filtración (0,2 µm de poro). En algunos casos se pueden inocular
directamente en el medio de cultivo.
3.1. Observación microscópica
Examen en fresco
El examen microscópico en fresco es útil en muestras de piel y material ungueal. Para llevarlo
a efecto se deposita una pequeña cantidad de muestra sobre un portaobjetos y se le
adicionan unas gotas de una solución de hidróxido potásico (KOH) al 10%. Se cubre el
conjunto con un cubreobjetos y se observa al microscopio.
Tinciones
Las tinciones que se utilizan para detectar la presencia de hongos en muestras biológicas
dependen del tipo de muestra que se vaya a estudiar.
Muestras de tejidos
En muestras tisulares se emplean tinciones histológicas que marcan algún componente
específico de los hongos. Las de uso más frecuente son estas:
• Tinción de Giemsa. Se basa en una mezcla de colorantes básicos y ácidos que tiñen de
colores diferentes las estructuras celulares. Uno de esos colorantes, el azul de
metileno, tiene propiedades metacromáticas, de manera que las hifas de algunos
hongos se tiñen de púrpura.
Es una tinción útil cuando se sospecha que hay micetoma, histoplasmosis,
coccidioidomicosis, neumocistosis y micosis cutáneas con exudado o pus.
• Tinción de PAS. Es específica para polisacáridos y glucógeno, por lo que tiñe de rosa
intenso las hifas y esporas de los hongos.
Es útil cuando se sospecha que hay micetoma, coccidioidomicosis y onicomicosis.
• Tinciones argénticas, como las de Gomori-Grocott y Fontana de Masson. Se basan en
el empleo de sales de plata que se depositan sobre la pared de las células fúngicas,
tiñéndolas de marrón oscuro o negro.
Son especialmente útiles para identificar neumocistosis por Pneumocystis jirovecii.
• Técnicas de inmunofluorescencia. Se basan en el uso de anticuerpos específicos
marcados con fluorocromos. Para visualizarlos se requiere un microscopio de
fluorescencia.
Muestras líquidas
Las muestras líquidas, como el esputo o el líquido cefalorraquídeo, se pueden teñir con
tinciones microbiológicas clásicas, como las de Gram o Giemsa, previa obtención de
extensiones fijadas por calor.
Una tinción que permite detectar esporas y levaduras encapsuladas es la tinción de tinta
china o nigrosina. Se lleva a cabo mezclando la muestra con la tinta china o la nigrosina, se
coloca una alícuota de la mezcla entre porta y cubre y se observa directamente al
microscopio. La cápsula que rodea las levaduras impide el paso del colorante, por lo que se
observan como burbujas brillantes en un fondo negro. Es una técnica especialmente útil en
sospechas de infección por Crytococcus neoformans.
• Un resultado negativo en esta fase no excluye que pueda haber una infección.
• Algunos elementos presentes en las muestras se pueden confundir con estructuras
fúngicas. Por ejemplo, fibras de colágeno o fibras procedentes de un hisopo se
pueden confundir con hifas, o gotas de grasa con células levaduriformes.
Microfotografía de una biopsia pulmonar con una tinción argéntica que permite reconocer una
infección por Pneumocystis jirovecii (células negras).
Fuente: Altamar
3.2. El cultivo de las muestras
Los medios más empleados para conseguir aislamientos son los siguientes:
• BHIA (agar infusión cerebro corazón) Este agar está indicado para el aislamiento de
una gran variedad de patógenos, incluyendo levaduras, mohos y algunas bacterias.
Se usa a menudo adicionado con sangre de carnero al 10%, para el aislamiento de todo tipo
de hongos, incluidos los dimórficos. También se le pueden incorporar antibacterianos. Sin
embargo, en ciertas situaciones es recomendable recurrir a otros medios:
La selección de los medios se realiza a partir de los resultados del aislamiento, que, aunque
no hayan permitido una identificación definitiva, sí habrán proporcionado una aproximación
al tipo de hongo presente (mediante la observación de la colonia, viendo en qué medios ha
crecido y en cuáles no, etc.).
Preparación de los medios de cultivo
Al igual que los medios para bacterias, la mayoría de los medios de cultivo para hongos que se
utilizan son productos comercializados, que se presentan en forma de polvo (deshidratados).
Se deben conservar en condiciones adecuadas y es necesario controlar su fecha de caducidad.
Para prepararlos se deben seguir las instrucciones del fabricante, respetando las
proporciones, los disolventes y las temperaturas que constarán en las etiquetas de los
productos. El procedimiento se desarrolla en las mismas fases que hemos explicado para los
medios para bacterias: disolución, esterilización y reparto en los recipientes.
Algunos antibióticos deben añadirse al medio cuando este haya sido esterilizado y la
temperatura haya bajado suficientemente, de modo que no resulten desactivados por las
altas temperaturas de la esterilización.
Las placas con el medio ya solidificado se deben sellar con cinta adhesiva para que no se
abran accidentalmente. A continuación, para prevenir la desecación, se recomienda
colocarlas en posición invertida dentro de bolsas de plástico. En estas condiciones y
debidamente marcadas para que se pueda saber qué medio contienen y en qué fecha se han
preparado, se guardan refrigeradas a 2-8 °C. Las placas de Petri suelen conservarse en buen
estado unos tres meses.
Los cultivos en placas de Petri son los más habituales, ya que proporcionan una superficie
plana y suficientemente grande en la que se puede apreciar la forma de las colonias, y en la
cual hay zonas con distinta carga de microorganismos. Pero para algunos hongos son
preferibles los medios semisólidos o líquidos, que se colocan en tubos con tapón de rosca.
La incubación
Las placas o tubos sembrados se disponen en estufas de incubación durante el tiempo que
corresponda, según el medio y el tipo de hongo cuya presencia se quiere detectar.
Las placas sembradas se deben sellar con una cinta adhesiva que evite contaminaciones o
aperturas accidentales, pero que permita el intercambio gaseoso con la atmósfera de la
estufa. En el interior de la estufa debe haber un cierto nivel de humedad para evitar la
desecación de los cultivos. Si la estufa no tiene control de humedad, es conveniente poner un
recipiente con agua cerca de las placas para evitar su desecación.
Los cultivos no deben desecharse cuando se aísla un hongo, sino que se debe completar el
periodo de incubación (3-4 semanas). Sin embargo, hay muestras que se pueden eliminar a
los siete días de forma habitual, como es el caso de las de orina y de los exudados de
mucosas.
Estufa con placas y tubos en incubación. Estas estufas suelen tener la puerta de vidrio, para
que se pueda observar el interior sin tener que abrir la puerta (lo que ocasiona fluctuaciones
de temperatura).
Fuente: Altamar
4. LA IDENTIFICACIO N DE LEVADURAS
La identificación de las levaduras se puede llevar a cabo atendiendo a distintos criterios:
morfológicos, bioquímicos, inmunológicos y proteómicos.
Para la identificación se debe realizar una observación a nivel tanto macroscópico como
microscópico.
Observación macroscópica
Se observa el aspecto de las colonias de levaduras al crecer en los diferentes medios de
cultivo.
En un cultivo en SDA, medio de aislamiento habitual para levaduras, las colonias suelen ser
planas o ligeramente convexas, de consistencia cremosa y olor dulzón, y pueden tener
textura lisa o rugosa.
Observación microscópica
Ciertas características microscópicas son muy útiles para la identificación de algunas especies
de levaduras.
Las más habituales son la visualización de hifas y esporas, la prueba del tubo germinal o de
filamentación precoz y las tinciones.
Rhodotorula rubra
Fuente: Altamar
Esta prueba consiste en mezclar sobre una superficie lisa una alícuota de la colonia
sospechosa o de la muestra biológica con unas gotas de una suspensión de partículas de látex
recubiertas con un anticuerpo específico. El conjunto se somete a rotación; si el antígeno
sospechoso está presente en la muestra, las partículas de látex aglutinan. Para visualizar
mejor la aglutinación, las partículas de látex suelen estar coloreadas.
Técnica ELISA
Para el diagnóstico presuntivo rápido de candidiasis sistémica es útil detectar en el suero de
los pacientes el antígeno manano, un componente de la pared celular de Candida. La
detección se realiza mediante una técnica ELISA con un anticuerpo específico antimanano.
• Dermatofitos, que producen tiñas. Los agentes causantes son distintas especies de
los géneros Epidermophyton, Microsporum y Trichophyton. Son hongos miceliares
con hifas septadas.
Características macroscópicas
La morfología de las colonias de dermatofitos suelen ser típica de género e incluso de
especie. Para analizar sus características macroscópicas hay que valorar varios parámetros,
como forma, textura, elevación, superficie y color. Los que suelen aportar mayor información
son la superficie y el color:
Características microscópicas
Para determinar la presencia de estructuras características a partir del cultivo, se realiza una
preparación entre porta y cubre con un pequeño fragmento de una de las colonias.
Una alternativa muy utilizada es la técnica del papel celo, que se realiza de la siguiente
manera:
Pruebas adicionales
En algunos casos, para establecer una diferenciación entre dos especies morfológicamente
parecidas o para confirmar una identificación, se requiere realizar pruebas adicionales. Las
más habituales son:
Los zigomicetes se diferencian del resto de los hongos miceliares en que presentan hifas
anchas, ramificadas, generalmente no septadas, y esporas sexuales características
denominadas zigosporas.
Las infecciones ocasionadas por estos hongos se denominan de forma genérica zigomicosis.
Dentro de los zigomicetes debemos destacar los pertenecientes al orden Mucorales. Estos
hongos provocan infecciones de evolución rápida, cuyo pronóstico suele ser fatal, por lo que
al diagnóstico rápido resulta esencial. En la actualidad, la identificación del género o de la
especie solo es posible mediante el cultivo.
Características morfológicas
Los Mucorales crecen rápidamente y es habitual que a los cuatro días hayan ocupado toda la
placa de cultivo. Las colonias suelen presentar un aspecto algodonoso y colores grisáceos.
Estos hongos presentan hifas sin septos, aunque en algunos casos se pueden observar septos
en las hifas fértiles. Generalmente solo desarrollan esporangiosporas a partir de
esporangióforos, en el interior de esporangios.
Los hifomicetes, con una gran diversidad y una amplia distribución, constituyen el grupo más
numeroso de hongos microscópicos. En este grupo se incluyen géneros como Aspergillus,
Alternaria, Acremonium, Cladophialophora, Cladosporium, Fonsecaea, Phialophora, etc.
La característica común a todos ellos son las hifas septadas. Las esporas o conidios se
desarrollan a partir de células conidiógenas, que generalmente se forman sobre hifas soporte
denominadas conidióforos aunque en algunos casos se pueden formar directamente sobre
hifas vegetativas.
Aunque se están desarrollando otras técnicas, el cultivo sigue siendo la clave para la
identificación.
El cultivo en medios ricos como el SDA no es recomendable en este caso porque estimula la
producción de micelio en detrimento de la formación de las estructuras esporulantes,
imprescindibles para la identificación.
Características morfológicas
El examen de las características morfológicas es imprescindible para la identificación de
hifomicetes, tanto a nivel de género como de especie. Las claves dicotómicas y las tablas
comparativas ayudan a sistematizar la observación y a conseguir la identificación precisa. Las
características morfológicas más destacadas son:
• Aislados.
• Agrupados. Si son cortos y se agrupan formando estructuras similares a cojines se
denominan esporodoquios; si son largos y se agrupan formando estructuras similares
a árboles se denominan sinemas.
Pruebas adicionales
Como ocurría en las micosis sistémicas por Candida, se han desarrollado técnicas ELISA para
el diagnóstico presuntivo rápido de las aspergilosis.
Técnica ELISA para galactomanano de Aspergillus: tiras de pocillos donde se realiza la técnica
(a) y lector de placas para la lectura colorimétrica automática de cada pocillo (b).
Fuente: Altamar
• Invasoras.
• Orofaríngeas que no responden al tratamiento. Producidas
por patógenos emergentes.
Igual que en el caso de las bacterias, los estudios se basan en crear un antifungigrama, que
determina la sensibilidad de la cepa frente a una serie de antifúngicos.
• CLSI, del Clinical Laboratory Standards Institute (Estados Unidos). Entre ellos
podemos destacar los métodos de referencia para levaduras M27-A3 y M44-A, y el
método para hongos filamentosos M38-A.
• EUCAST, del European Committee on Antibiotic Susceptibility Testing (Europa).
Incluye dos Antifungal susceptibility testing (AFST): uno para Candida y otro para
Aspergillus.
Las placas se incuban a 35 ºC durante 20-24 h para Candida spp. y 48 h para Cryptococcus
spp. La lectura consiste en detectar la presencia o ausencia de un halo de inhibición alrededor
del disco con antifúngico.
Métodos colorimétricos
Se basan en el método microdilución para levaduras del CLSI, e incorporan un indicador
REDOX que cambia de color cuando hay crecimiento fúngico. Algunos de los más utilizados
son Sensititre y Fungitest.
La lectura se puede realizar visualmente, tomando como referencia la escala de color que
incluye el kit, o con un lector de microplacas.
• Fungitest. La microplaca incluye también seis agentes antifúngicos (los mismos que el
Sensititre, pero con miconazol en lugar de voriconazol), pero solo con dos
concentraciones de cada uno. Tras la inoculación y la incubación, los pocillos tienen
color azul (no crecimiento) o rosa (crecimiento); para obtener el resultado se observa
la pareja de pocillos de cada antifúngico:
o Azul-Azul. No hay crecimiento: el antifúngico ha inhibido el crecimiento in
vitro.
o Rosa-Azul. Existe un crecimiento lento.
o Rosa-Rosa. Hay crecimiento: el antifúngico no ha inhibido el crecimiento in
vitro.
• Los cultivos se descartan como negativos si no hay crecimiento tras cuatro semanas.
A pesar de ello, es poco habitual que se produzcan cambios durante la cuarta
semana, por lo que es frecuente reducir el tiempo máximo de incubación a tres
semanas. Pero esto no significa que se deban esperar esas tres semanas para realizar
la observación y emitir el informe.
Resumen
La micología es la rama de la biología que tiene por objetivo el estudio de los hongos.
Los hongos patógenos incluyen especies unicelulares y pluricelulares. Por ello, su estudio
morfológico se debe hacer en tres niveles: el celular, el de organización pluricelular (en las
especies pluricelulares) y el que concierne al aspecto de la colonia sobre medios de cultivo in
vitro.
Los hongos pueden causar en el ser humano diversas patologías, del tipo de infecciones,
reacciones de hipersensibilidad e intoxicaciones.
Tal como ocurre con los antibióticos, también con los antifúngicos se realizan pruebas de
sensibilidad que permiten establecer el tratamiento más adecuado frente a la cepa aislada.