ENSAYO

IMPLICACIONES ÉTICAS PARA LA FORMACIÓN Y EL EJERCICIO

DE LA PSICOTERAPIA.
¿Cuál debería ser la postura que adopte un psicoterapeuta dentro de una terapia?
¿Cuáles son los límites del psicoterapeuta ante su consultante? ¿Cuáles son las
condiciones psicosociales que benefician y permiten los cambios deseados en la
psicoterapia? ¿Qué es la ética y la moral psicoterapéutica?, estas son algunas
interrogantes que nos surgieron durante el desarrollo de la lectura y que hemos
querido plasmar en este ensayo, y con el ejercicio de la lectura “Confieso que he
sentido”, desarrollamos propios criterios acerca de dichas cuestiones.

León (2016) afirmó que la moral psicoterapéutica son las conductas que rigen el
quehacer profesional, como la confidencialidad y lealtad, y la ética psicoterapéutica
es el sentido o dirección que toma el trabajo clínico, es decir cada profesional se
direccionará influenciado por el enfoque al que se deba, y es aquí donde se marcan
las diferencias de cómo llevar una psicoterapia y el papel y rol que desempeña el
psicoterapeuta.

La labor del terapeuta en el ejercicio de la Psicoterapia, no debe estar estrictamente

ligada y direccionada a cuestiones teóricas y de carácter epistemológicas como eje
central del desarrollo de la labor práctica, si bien es cierto estos contenidos nutren al
Psicólogo para su ejercicio profesional , no contemplan a plenitud todas las
habilidades que este profesional deberá desarrollar, ante esto tenemos la
reflexividad como un medio en donde este profesional podrá conocer y comprender
de manera más integral y a plenitud la trascendencia de su labor y es que la
psicoterapia no solo es la aplicación lineal de reglas universales ya definidas, es una
relación única e irrepetible entre dos o más personas donde el terapeuta busca dar
alivio al dolor del o los consultantes.

Muldoon, Carina (2013) y León (2016) a través de sus experiencias como

psicoterapeutas han llegado a concientizar sobre el papel del psicoterapeuta en la
práctica , y es que el psicoterapeuta es más que un objeto neutral que no emite
comunicación sobre sí mismo y representa solo lo que el consultante desea, “no es
un personaje, es una persona”(Zohn Muldoon,Tania Carina, 2015 pag 316), y con el
simple hecho de sentarse frente al consultante ya trasmite quién es, lo que siente,
esta relación interpersonal puede ser fundamental para que ocurra el cambio que se
desea en el consultante.

Y así fue como León se atrevió a confesar lo que ha sentido durante los años de su
quehacer profesional, basándonos en tres historias de su libro, observamos una
variedad de situaciones, en las cuales se ha visto reflejado el lado humano y
reflexivo del Terapeuta, pero también la puesta en práctica de habilidades propias
del ejercicio profesional, algo que nos llamó la atención dentro del enunciado “Laura
y su Madre”, fue el ver algo muy común del ejercicio profesional, muchos pacientes
vienen con una demanda explícita y trasladan el origen de sus problemas a
elementos tangibles y de fácil observación, sin embargo muchos de estos elementos
suelen ser simplemente síntomas del verdadero problema, el cual muchas veces
suele estar ubicado en cuestiones internas del sujeto, como en este caso y en
muchos de ellos a León le tocó indagar más allá de lo puesto en escena,
encontrando un sentido de culpa en Laura al no poder hacer nada por la muerte de
su madre, pese a ser una enfermera.

Así como el caso de Laura, fueron muchos los que pudimos observar en el texto que
ponen a prueba un sinnúmero de habilidades y procesos que debe manejar el
terapeuta, como en el enunciado denominado “Sobre una forma recurrente de la
Depresión Masculina”, el cual vemos como un cuadro depresivo si no es
diagnosticado a tiempo puede generar sucesos lamentables. Y es que esta labor no
es sencilla, la tarea del terapeuta requiere de mucha sensibilidad y preparación, el
mismo que deberá estar atento y ser flexible a un sinnúmero de situaciones que se
puedan presentar en su ejercicio profesional.

Para finalizar, queremos recalcar que adicional al enfoque por el cual nos
inclinemos, al realizar psicoterapia, además de psicoterapeutas, no dejaremos de
ser humanos, y estaremos presentes frente al consultante con cada una de nuestras
características singulares que nos representan lo que hará cada consulta irrepetible,
única y podría beneficiar las condiciones para lograr el cambio deseado en el
consultante.