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UNIVERSIDAD DE ORIENTE
NÚCLEO BOLÍVAR
DEPARTAMENTO DE SALUD MENTAL
PSICOLOGÍA MÉDICA
PROFESORA INTEGRANTES
Monterola Bérmudez, Ruth. Castillo María v- 26.098.919
Cova Pilar v-26.030.525
CovaLisdeth v- 25.637.230
Crespo María v- 25.083.293
García Paola v- 26.278.718
García Alana 26.237.821
Introducción……………………………………………………………………………… 4
Definición………………………………………………………………………………… 6
Nociceptores y Fibras……………………………………………………………………. 26
Homunculos Sensoriales………………………………………………………………….. 34
Síndrome de Fibromialgía………………………………………………………………… 42
Farmacológico…………………………………………………………………………… 63
No Farmacológico………………………………………………………………………...63
Conclusión……………………………………………………………………………….. 64
Bibliografía………………………………………………………………………………. 67
INTRODUCCIÓN
La evolución histórica para el conocimiento del dolor ha tenido momentos cruciales en los
que el curso evolutivo se modificó, este acompaña al hombre desde los tiempos más
remotos, y ya desde las primeras sociedades se inicia una lucha contra él. La experiencia
del dolor empieza desde la infancia cuando el organismo es atacado o se lesiona.
Aprendemos a utilizar la palabra dolor para expresarlo. Pero el aprendizaje también lleva a
utilizar la misma palabra ante experiencias que no tienen una causa externa, atribuyendo su
origen a una causa interna del organismo.
La mente juega un papel importante en el manejo del dolor, de esta manera fue planteada la
teoría de la compuerta o puerta de entrada descrita por Melzack y Wall en 1965, en donde
sugirieron que hay un “sistema que bloquea” a nivel del sistema nervioso central que hace
que se abran o se cierren las vías del dolor, explicando así como un estímulo doloroso
podría ser olvidado en cuestiones de segundo cuando existe una distracción en el medio en
que estamos.
Se puede clasificar por numerosos criterios; por su aspecto temporal se habla de dolor
crónico cuando persiste más de tres meses, aunque el criterio más importante para su
diagnóstico es su relación con aspectos cognitivos y conductuales
Según la Real Academia Española el dolor está definido como una sensación molesta y
aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior, o bien como un sentimiento
de pena y congoja.
El dolor es la causa más frecuente de consulta médica. Es difícil dar una definición
concreta al dolor debido a su carácter subjetivo, por lo que durante un tiempo resultó un
desafío, sin embargo la afirmación más aceptada es la de Merskey, de la Asociación
Internacional para el Estudio del Dolor quien lo definió como “una experiencia sensitiva y
emocional desagradable, asociada a una lesión tisular real o potencial o que se describe en
términos de dicha lesión”. Esto quiere decir que la definición del dolor no está orientada
exclusivamente a una percepción nociceptiva, sino que constituye una experiencia subjetiva
integrada por un conjunto de pensamientos, sensaciones y conductas. Incluir la emoción
desagradable da entrada a un conjunto de sentimientos entre los que se encuentran el
sufrimiento, la ansiedad, la depresión y la desesperación.
Anand y Craig (1996) pensaron que la definición del dolor tenía limitaciones, debido a que
no tiene en cuenta a aquellos individuos que no pueden comunicar adecuadamente el dolor
que sufren, entre ellos, los niños pequeños, los discapacitados mentales, las personas en
estado de coma y los afectados por enfermedades mentales graves.
Turk, Michenbaum y Genest (1983) consiguieron integrar las contingencias de refuerzo del
condicionamiento operante, con la respuesta del miedo y la evitación anticipatoria, desde la
perspectiva del procesamiento de la información. Destacaron el papel de las creencias
individuales y de los significados que cada uno atribuye a la experiencia del dolor,
fundamentándose en la idea del determinismo recíproco. Así pues desde esta perspectiva, la
percepción del dolor no es el resultado de una transmisión pasiva de impulsos, sino que se
trata de una experiencia compleja determinada entre otros factores, por la historia pasada
del individuo, por el significado que tiene la estimulación para el sujeto, por la situación en
la que se encuentra, por las diferencias socioculturales y por la actividad cognitiva que
tenga en el momento.
Una de las manifestaciones que se asocian con el dolor es la ansiedad, estado subjetivo
en el que se producen cambios fisiológicos mediados por el sistema neurovegetativo, como
taquicardia, sudoración, entre otras. La ansiedad puede ser anticipadora ante determinado
evento, o ser componente emocional de la experiencia dolorosa. Chapmanobservó que
pacientes de cirugía programada clasificados en categorías altas y bajas de rasgo ansioso
diferían en la magnitud de la ansiedad ocasional anticipadora y la concomitante, mostrando
los pacientes con rasgo ansioso alto, mayor estado de ansiedad anticipadora. Estas variables
son fácilmente mensurables con las pruebas psicológicas estándar y guardan relación con el
dolor.
Para Bonica (1990), el dolor no discrimina las razas o civilizaciones y prueba de ello es
que se pueden ver referencias en las tablas de arcilla de Babilonia, en papiros egipcios, en
documentos persas y en inscripciones de Micenas y de Troya. La causa de dolores por
fracturas o heridas eran de fácil comprensión, peros las algias por enfermedad interna
fueron atribuidas a una causa místico-religiosa. En la biblia hebrea (II a.C.), hay también
múltiples referencias relacionándolo con el castigo y el pecado.
El hombre primitivo
Creía que el dolor estaba localizado en el cuerpo y que lo causaban demonios, humores
malignos o espíritus de muertos que entraban en el cuerpo a través de orificios. Por tanto,
tapaban o sacaban por ellos a los espíritus malignos. El hombre del Neolítico hace más de
9.000 años atacaba el dolor desde el aspecto físico, con plantas, sangre de animales, así
como frío y calor. Desde el punto de vista psíquico mediante ritos mágicos, hechizos y
comunicación con dioses.
Los sumerios
Periodo mesopotámico
De las primeras reseñas históricas de las que disponemos nos hacen retroceder unos
3.000 años a.C. a la civilización mesopotámica (actualmente Iraq) donde levantaron
ciudades, desarrollaron una escritura y profesiones diversas. "Asu" era el "médico"
encargado de realizar exorcismos para aliviar el dolor. Decían oraciones para conseguir el
perdón de los dioses, a la vez que empezaban a utilizar hojas de mirto (planta del género
Myrtus). Hoy en día, se tiene conocimiento de sus propiedades analgésicas por contener
precursores del ácido acetilsalicílico. El dolor se consideraba como castigo divino. Los
tratamientos médico-quirúrgicos y honorarios médicos estaban regidos por el Código de
Hammurabi.
Los asirios
Antiguo Egipto
El dolor era percibido como un castigo de los dioses Sekhament y Seth. Consideraban el
orificio nasal izquierdo y los oídos como las vías de entrada de la enfermedad y de la
muerte, con lo que el tratamiento obvio era purgar dicho "dolor" a través de esas vías. No
obstante, existen pruebas donde reflejan el uso de plantas para la curación del "mal", el
Papiro de Ebers (1550 a.C.), describe con gran detalle el empleo del opio como tratamiento
para las cefaleas del dios Ra. Las civilizaciones del antiguo Egipto (1000-1500 a.C.)
comenzaron a usar narcóticos vegetales, como adormidera, mandrágora y el cannabis
(hachís) (Papiro de Hearst) que se cultivaban en India y Persia. Administraban a sus hijos
adormidera mezclada con una pasta de insectos y cebada para poder dormir durante la
noche.
Indígenas americanos
Durante los años 400-700 a.C. los incas peruanos tenían la creencia de que la hoja de coca
representaba un regalo de Manco Capac, hijo del dios del Sol, en compensación por todo el
sufrimiento humano. Este regalo producía "satisfacción al hambriento, vigor al cansado y
olvido de las miserias al desdichado".Empaquetaban las hojas en forma de bola llamada
"cocada". Las cocadas eran vertidas sobre la herida quirúrgica, mezcladas con cal o ceniza
y saliva del cirujano, para producir analgesia. Podríamos considerarlo como el principio de
la "anestesia local", llegando incluso a realizar trepanaciones con esta primitiva técnica.En
toda Sudamérica existían tribus, en su mayoría nómadas, donde la coca estaba muy
difundida. Las características fundamentales de su medicina fueron las de todos los pueblos
primitivos, entre mágica y empírica. El hechicero jugaba un papel básico al aplacar los
espíritus.
Los araucanos (Chile) empleaban para la anestesia las flores de la maya o Datura ferox,
cuyo principio activo es la escopolamina acompañada de cantidades menores de
hiosciamina y atropina. Es sorprendente que una medicación parecida (morfina y
escopolamina) es usada hoy en día como premedicación parenteral en nuestros hospitales.
Los mayas (México) daban estramonio (que contiene diversos alcaloides del tipo de la
atropina y de la escopolamina) a mujeres como "anestésico en el acto del parto, para paliar
el dolor". La cultura maya promulgaba el dolor como sinónimo de muerte: "Dicen que el
dolor, es el hijo del aire y de la tierra, que son elementos indispensables para la vida, dicen
que se viste con amplios ropajes blancos y emblade un puñal, y que se hermana con aquella
que viste de negro y siempre lleva una guadaña. Parece, pues, que el dolor es el compañero
inseparable de la muerte, la constatación y la prueba del sufrimiento último, que
paradójicamente es el cese de todas las emociones".
La India
El budismo del siglo V a.C. planteaba el dolor como una frustración de los deseos y, por
tanto, lo localizaban en el alma. Buda a los 35 años reconoce en el mal (el dolor) la causa
de todos los sufrimientos. La primera de las cuatro verdades dice: "El dolor es universal.
Nadie puede liberarse de él, desde el nacimiento hasta la muerte". Es importante recalcar
que los hindúes y budistas fueron los primeros en señalar la importancia del componente
psicológico del dolor, aunque de manera sobredimensionada. Paralelamente en el tiempo, el
médico indio Charaka en el año 100 a.C. reflejaba la farmacopea india en tres grupos; el
"mantras" (formulaciones mágicas y actos religiosos), el segundo compuesto de dietas y
alimentación, y finalmente un tercer grupo que era la curación de la mente eliminando la
causa que producía dolor.
China
Los antiguos chinos creían que el dolor era una pérdida del equilibrio del ying y el yang,
para ellos el dolor asentaba en el corazón.
Huang Ti (2.600 a.C.) producía analgesia y anestesia de dos maneras: dando hachís a sus
pacientes y "acupuntura", identificando 335 puntos, distribuidos en 12 meridianos que
atravesaban el cuerpo. Comenzó la moxibustión, encendiendo pequeñas cantidades de
artemisa sobre la piel del paciente para aliviar dolor. Toda la influencia médica china se
propagó por Corea y Japón en el siglo X, llegando a Europa a finales del siglo XVII. No
hay indicios del uso de opio y derivados en China hasta el siglo III-IV.
Grecia
En la Grecia antigua, personas afectadas por dolor se iban a dormir a los templos de
Esculapio, dios de la medicina, donde los sacerdotes les administraban pociones, vendajes y
energías místicas (opio). Se levantaron multitud de templos para este fin. Los druidas
utilizaban la reina de los prados, Filipéndula ulmaria, que posee precursores del ácido
acetilsalicílico.
Existen evidencias arqueológicas del consumo de semillas de opio durante las guerras
troyanas (1200 a.C.) por los ejércitos griegos.
El mismo Hipócrates describe el uso de la corteza del sauce blanco, precursor del ácido
acetilsalicílico, y lo recomendaba para aliviar dolencias de parto. 400 a.C. Platón y
Demócrito referían que era una intrusión de partículas en el alma, y, para ellos, estaba en el
corazón. Aristóteles fue el primero en plantear el dolor como una alteración del calor vital
del corazón, a su vez determinado por el cerebro. De este raciocinio se encaminaba a
entender el sistema nervioso central (SNC), siendo el corazón motor y origen de dolor.
Herófilo y Erasístrato, entre 315 y 280 a.C., defendían la postura aristotélica del dolor
señalando el cerebro como órgano vital. Esta teoría se mantendría viva durante casi 23
siglos.
Roma
Roma reemplaza a Grecia como gran centro neurálgico social mediterráneo, quedando
profundamente influenciado por la medicina griega.
Siglo XVII
El dolor era un signo de gran utilidad; los médicos de la época lo consideraban un sexto
sentido que velaba por la integridad del organismo.
Siglo XVIII
Debido al gran avance en las ciencias paramédicas como anatomía, física o química, es
en este siglo cuando se pasa de un tratamiento analgésico-anestésico completamente
empírico a una época científica, la cual, perdura hasta nuestros días. El nacimiento de "la
anestesia moderna" y la "analgesia farmacológica" marcó esta época.
En Europa durante este siglo XVIII aparecen dos corrientes originales frente al dolor; el
mesmerismo, basada en un dudoso poder curativo de las manos y otra fundamentada en los
avances de química moderna, concretamente en el campo de los gases. Estos últimos van a
impulsar el desarrollo de la anestesia.
Siglo XIX
Siglo XX
A principios del siglo XX comenzó el intento de neutralizar las vías del dolor por medio
de la inyección de agentes neurotóxicos o neurolíticos y se sucedieron progresos en el
tratamiento que sustentarían las futuras clínicas del dolor; técnica de anestesia extradural
caudal, introarterial, la regional intravenosa y la extradural lumbar.
A lo largo del tiempo, y más aun en el presente siglo, la terapéutica médica del dolor ha
evolucionado y mejorado notablemente, consiguiendo controlar en gran medida los dolores
mediante la manipulación externa de los mecanismos endomorfínicos, la provisión de
drogas más potentes y controladas, entre otras medidas. Sin embargo, el dolor sigue
formando parte vital de la historia del hombre, quien no ha conseguido desterrarlo de forma
definitiva.
“El principal reto de la medicina del dolor en el siglo XXI es la desaparición de esta
enfermedad, pero el camino hasta alcanzarlo es bastante difícil. Por eso, el primer paso es
conseguir su alivio”. Son palabras del doctor Juan Antonio Micó, catedrático de
Farmacología de la Universidad de Cádiz y director del curso “Retos de la medicina del
dolor en el siglo XXI” organizado por la Universidad Complutense de Madrid y
patrocinado por la Fundación Grünenthal y la Fundación Española del Dolor. “Otro de los
elementos en los que hay que trabajar es el enfoque clínico. Durante los últimos años se han
producido novedades en esta línea pero siguen siendo los medicamentos convencionales los
que constituyen el grueso del tratamiento actual”, comenta por su parte el doctor Juan Pérez
Cajaraville, director de la Unidad de Dolor de la Clínica Universidad de Navarra y vocal de
la Junta Directiva de la Federación Europea de Dolor.
La percepción del dolor es importante, no puede ser entendida únicamente como una
sensación. El dolor tiene una tiene como una función clara ser indicador de que una
alteración nociva está ocurriendo en el organismo, de que algo no funciona bien. A través
de pequeños receptores sensoriales repartidos por nuestro cuerpo, llamados nociceptores
percibimos sensaciones dolorosas cuando éstos son estimulados. La mayor parte son
terminaciones nerviosas libres de distinto grosor. Cuando las células se lesionan o dañan,
liberan sustancias químicas que estimulan a estos nociceptores. La importancia fisiológica
del dolor es que tiene un significado biológico de preservación de la integridad del
individuo, es un mecanismo de protección que aparece cada que hay una lesión presente o
parcial en cualquier tejido del organismo, que es capaz de producir una reacción del sujeto
para eliminar de manera oportuna el estímulo doloroso. Por estas razones instintivas, los
estímulos de carácter doloroso son capaces de activar a todo el cerebro en su totalidad y
poner en marcha potentes mecanismos que están encaminados a una reacción de huida,
retiramiento, evitación y/o búsqueda de ayuda para aliviarlo.
Otros de los principales efectos de este desorden incluyen retraso mental de gravedad
variable, infección y cicatrices en la lengua, labios y encías, infecciones crónicas de huesos
y articulaciones, fracturas, cicatrices múltiples, osteomielitis y deformaciones articulares,
que pueden llegar a necesitar amputación. Los pacientes con este desorden genético pueden
no ser capaces de sentir un orgasmo físico. Además, son hiperactivos, algo que complica
aún más su condición. Para diagnosticar esta enfermedad, se debe realizar un
electromiograma y un estudio anatopatológico de nervio sural donde se observará una
pérdida severa de fibras mielinizadas pequeñas y una disminución en el número de fibras
no mielinizadas. En la actualidad no hay cura conocida. El tratamiento se centra en la
prevención y la educación tanto al paciente como a la familia y un tratamiento
interdisciplinario que incluya el cuerpo médico y los servicios de psicología y
rehabilitación funcional. Es imprescindible que reciban ayuda terapéutica y psicológica
para que aprendan a cuidarse y ser autosuficientes.
Galeno (130-200 d.C.), nacido en Pergamum, capital de Asia Menor, empezó a estudiar
medicina a los 16 años. Realizó disecciones anatómicas y estudió las heridas de los nervios
sufridas por los gladiadores, identificando el centro de la sensibilidad en el cerebro.
Reafirmó la diferenciación, que hacia el anatomista griego Erasistrato (310-280 a.C.), entre
nervios sensitivos y motores, pero para el dolor establecía una tercera tipología de nervios
específicos, realzó su importancia diagnóstica, y pronóstico, así como también especificó la
pérdida de fuerza física y moral que conlleva. Negaba la idea de un alma inmortal causante
de dolor, con lo que fue considerado anticristiano e ignorado su doctrina. Definía el dolor
como una sensación originada en el cerebro y utilizaba hojas de plantas como apósitos para
úlceras y heridas abiertas. Con él nace la polifarmacia.
Paracelso, genio suizo del Renacimiento, en 1540, endulzó la comida de pollos y gallinas
con un aceite llamado vitriolo, descubierto por ValeriusCordus. Este vitriolo era ácido
sulfúrico mezclado con alcohol caliente (éter sulfúrico). Al darlo vio cómo las aves caían
en un profundo sueño. A pesar de su brillante deducción, no fue capaz de extraer y analizar
las últimas consecuencias de este hallazgo, perdiéndose sus conclusiones en los archivos de
Nüremberg, retrasando así, la aparición de la anestesia moderna 300 años.
Tomas Bartholin describe en 1661 la técnica quirúrgica de frotar nieve y hielo sobre el
campo quirúrgico durante quince minutos (De NivisUsu Medico).
Siglo XVIII
Un misionero jesuita, el padre José Gumilla, en 1745, dio una primera descripción del
"veneno sutil llamado ourari (curare), su curiosa preparación y su acción casi instantánea".
Durante más de 20 años, se considera el óxido nitroso mortal, pero en 1796 un atrevido
inglés, Humpry Davy, aprendiz de farmacia y ayudante de cirugía, decide aspirar el gas. En
vez de fallecer, experimentó una serie de sensaciones placenteras y extraordinarias. Un día,
en la pequeña localidad inglesa de Penzance, inhaló el gas (nitrous oxide) varias veces para
mitigar el dolor de una afección dental, dándose cuenta que era analgésico, podía masticar y
además, no podía parar de reír. Davy afirmaba que el óxido nitroso parecía capaz de calmar
el dolor físico y podía ser usado con ventaja en las intervenciones quirúrgicas. Este gas
empezó a ser popular entre algún sector de la sociedad por sus "propiedades hilarantes"
utilizándose a modo de diversión "etherparties" (fiestas de éter). El gas perdió credibilidad
médica, fracasando de esta forma toda la corriente neumológica existente. H. Davy
abandonó la "anestesia" dedicándose a la investigación de la física y química pura.
Siglo XIX
En 1803, el alemán Sertüner aisló el ingrediente activo del opio, la morfina. El extracto
de la corteza de sauce blanco (Salix alba) y sus posteriores modificaciones dieron con el
principio activo de esta planta que los científicos llamaron salicina, que sirvió para
sintetizar el ácido salicílico, conseguido cuarenta y cuatro años más tarde por Hoffmann.
En 1807, Dominique-Jean Larrey, cirujano mayor de Napoleón, escribió que los 19
grados bajo cero que soportaron durante la campaña rusa le permitieron hacer amputaciones
en el campo de batalla "con mucho menor dolor para el herido".
1818. Michael Faraday, gran químico y físico inglés, alumno de Humphry Davy, publicó:
"si se inhala la mezcla de vapores de éter con aire común se producen efectos similares a
los observados por el óxido nitroso". Davy y Faraday estaban abriendo las puertas al futuro
de la anestesia, aunque, como ya le ocurriera a Paracelso, no supieron darse cuenta de la
transcendencia del descubrimiento.
Muller establece en 1840 la importancia del sistema nervioso en la transmisión del dolor,
poniendo las bases de la moderna neurofisiología.
1847, John Snow, gran epidemiólogo inglés, dedico su vida científica al estudio del
cólera y es considerado como el primer hombre dedicado exclusivamente a la anestesista en
la historia. En este año publica su libro "Sobre la inhalación del vapor de éter", en Londres
y escribió otro, llamado "Sobre cloroformo y otros anestésicos". Anestesió a 77 pacientes
obstetras, pero fue el día 7 de abril de 1853 cuando J. Snow administra cloroformo a la
Reina Victoria para dar a luz su octavo hijo, el príncipe Leopoldo, eliminando así el
estigma relacionado con el alivio del dolor durante el parto.
1857. El Dr. Sherzer trajo a Europa hojas de coca y en 1859, Albert Nieman aisló el
alcaloide al que llamó cocaína. 1862. El Dr. Moreno y Maiz, en Perú, realizó bloqueos de
nervios periféricos mediante una jeringa hipodérmica y acetato de cocaína. 1884 Sigmund
Freud, gran consumidor de cocaína, publicó su trabajo "Uber Coca", donde ensalza su
consumo y "virtudes".
El año 1899, FelixHofmann, químico que trabajaba para Bayer produjo la Aspirina,
medicamento que administró a su propio padre que padecía artritis. Término que se
desglosó en "a" del término acetil, "spir" de la planta spiraea e "in" como buena medida.
También se comercializó el diacetilo de morfina (heroína).
Siglo XX
Entre 1930-1945 los pioneros del tratamiento del dolor era todo el gremio de la cirugía,
siendo Leriche en 1939 el primero en publicar la idea de dolor crónico como "enfermedad"
en su libro "La cirugía del dolor".
En 1952 se crea el equipo de anestesia Romulus, uno de los primeros con ventilación
automática. Hasta entonces, la ventilación positiva al paciente se realizaba de forma manual
con una bolsa reservorio que el anestesista tenía que apretar en cada ciclo respiratorio para
ventilar al paciente.
Es de recibo resaltar al Dr. Bonica, como punto de inflexión en la era moderna del dolor.
En 1953, John J. Bonica impulsa las Unidades de Dolor y es en 1960, al ser nombrado Jefe
del Servicio de Anestesiología de la Universidad de Washington en Seattle, cuando crea la
primera clínica multidisciplinaria del dolor (psiquiatra, cirujano ortopédico y un
neurocirujano), que ha servido de modelo para multitud de clínicas en todo el mundo.
En junio de 1991 tiene lugar en Madrid la fundación de la Sociedad Española del Dolor
(SED), capítulo español de la IASP, que desarrolla un importante papel en la difusión de
todo lo relacionado con el tratamiento del dolor. La SED cuenta con más de 1.000 afiliados
de diferentes especialidades. En 1994 se inicia la publicación de la Revista de la Sociedad
Española del Dolor, convirtiéndose en poco tiempo en la revista más difundida sobre dolor
en español, pocos años más tarde se crea la página web de la sociedad www.sedar.es.
Son receptores sensoriales que responden a estímulos que lesionan los tejidos o que
podrían hacerlo, están situados al final del axón de una neurona sensorial. Esta respuesta
conocida como Nocicepción, consiste en la emisión de señales de dolor al Sistema
Nervioso Central, es decir, al cerebro y a la medula espinal
Los nociceptores se sitúan en distintas partes del cuerpo, tanto en tejidos externos como en
los internos, así la sensación de dolor no solo se producirá en la piel o en las mucosas, sino
también, en los músculos, en el intestino o en la vejiga
La activación de los nociceptores puede darse por estimulación directa de los tejidos o bien
sea de forma indirecta, por liberación de sustancias químicas en el tejido dañado. Estos
compuestos incluyen histamina, bradicinina, potasio, serotonina, acetilcolina, sustancia P y
el ATP
Los axones de los nociceptores pueden ser de dos tipos: Fibras A delta (Aδ) y Fibras C, las
primeras mielinizadas, por lo que los potenciales de acción se transmitirán con gran
velocidad a través de estas fibras, por su parte, las Fibras C son mucho más lentas porque
estos axones contienen una cantidad más baja de mielina
Tipos de nociceptores
Se pueden dividir los nociceptores según su función a la clase de estímulos a los que
respondan, si bien algunos de ellos reaccionan a varias modalidades sensoriales. Entre ellos
están:
Este tipo de Nocicepción conlleva a respuestas muy veloces porque los receptores
mecánicos transmiten aferencias a través de fibra A delta, nervios mielinizados de
conducción rápida
Silenciosos, estos no se caracterizan por el tipo de estímulo que los activa sino por el hecho
de que responde de forma tardía, una vez que se ha producido inflamación del tejido
adyacente a la lesión
Polimodales, responderán a distintos tipos de estímulos: mecánicos, térmicos y químicos,
conducirán la señal del dolor a través de Fibras C, significativamente más lentas que las A,
podemos encontrar este tipo de Nocicepción en la pulpa dental, entre otras partes del
cuerpo
Lamina I, o zona marginal, la mayor parte de sus neuronas reciben solo estímulos nocivos,
por lo que se denominan “Nociceptores Específicos”, y se proyectan después sobre los
centros superiores del SNC. Forman del 20-25% de las fibras ascendentes
Lamina II, la sustancia gelatinosa, contiene casi exclusivamente interneuronas reguladoras,
que regulan la intensidad de los estímulos tanto nocivos como los no nocivos, y funcionan
como filtro de las señales que pasan de la periferia al cerebro
Lamina III y IV, reciben axones aferentes de receptores no nocivos αβ, reciben por lo tanto,
estímulos no nocivos de la periferia, y tienen campos receptivos pequeños organizados de
forma topográfica
Con esto puede considerarse que el Sistema Periférico y el Sistema Nervioso Central, puede
considerarse la vía de conexión entre el estímulo doloroso y el cuerpo. Las estructuras
involucradas en el dolor son:
La experiencia del dolor solo puede ser definida en términos de conciencia humana
y como toda experiencia sensorial no hay forma de cuantificarla. Dolor no es lo mismo que
Nocicepción, esta última es la respuesta a una estimulación de los nociceptores, si bien esta
Nocicepción puede darnos una experiencia dolorosa, la Nocicepción puede ocurrir en
ausencia de dolor, y a su vez, el dolor puede estar presente en ausencia de una Nocicepción
Entonces la estimulación dolorosa será conocida como estimulación nociceptiva, que activa
los receptores específicos del dolor, los “nociceptores”, receptores no encapsulados también
llamados terminaciones nerviosas libres, que pueden ser excitadas por estímulos nocivos,
de diferentes orígenes siendo su función principal distinguir entre un estímulo inocuo y uno
potencialmente dañino
La mayoría suelen ser polimodales, reaccionan frente a diferentes tipos de estímulos, como
por ejemplo, estímulos térmicos, mecánicos o químicos. Están presentes en grandes
cantidades en la piel, en los músculos, en el periostio, en las cápsulas de órganos internos,
paredes de los vasos y órganos huecos, pero en el cerebro no se presenta Nocicepción
1. Transducción: Cuando las fibras nerviosas van a reconocer la señal de dolor o tejido
dañado, convirtiendo ese estímulo nocivo en energía eléctrica a nivel nociceptivo.
Este es el primer paso del dolor, conversión que recibirá el nombre de
transformación
2. Transmisión: El estímulo doloroso se va a transmitir a través de dos fibras
nerviosas. Fibras A- δ (rápidas) responsables del dolor inicial agudo, y las fibras C
(lentas) que van a causar el dolor secundario, sordo. Las células del asta dorsal son
las neuronas de primer orden en el proceso del dolor, aquí la activación de las
neuronas motoras puede provocar movimientos restrictivos, y por lo tanto, de
protección (reflejos). Después de la transmisión a las neuronas de segundo orden, el
estímulo doloroso se propaga a varias estructuras supra-medulares mediante el
tracto espinotalamico ascendente
3. Modulación: La activación neuronal puede inhibir o favorecer la transmisión del
dolor, la modulación periférica del dolor ocurre a nivel nociceptivo. Diferentes
sustancias pueden amortiguar o influir en el dolor en caso de tejidos dañados, por
ejemplo, iones de hidrogeno, iones de potasio, histamina, serotonina, acetilcolina,
bradicinina, prostaglandinas, sustancia P. la modulación central puede tanto facilitar
como inhibir el dolor
4. Percepción: Se procesa en la región somato-sensorial de la corteza cerebral, además
de implicar la actividad de otras partes del cuerpo
Se dice que un organismo tiene un umbral alto, cuando es capaz de tolerar las sensaciones
desagradables. Por el contrario, se habla de un bajo umbral, cuando el cuerpo no logra
tolerar estos apremios, los cuales pueden clasificarse en dos: los que provienen del exterior
como golpes, quemaduras o heridas; y los que se generan en el interior del cuerpo.
El umbral no es una constante, pues puede variar dentro del propio sujeto (depende de la
región corporal, estímulo empleado, factores subjetivos y emocionales) y también varía de
un sujeto a otro. Numerosos estudios realizados con personas de diferentes razas y sexo,
afirman que todos los seres humanos tenemos, en mayor o menor medida, un umbral del
dolor.
En cuanto a la diferencia entre hombres y mujeres, es verdad que hay estudios, como el
publicado en la revista Proceedings of theNationalAcademy of Sciences, que afirma que las
mujeres tienen el umbral del dolor más bajo que los hombres, pero que por lo contrario,
reaccionan mejor ante los analgésicos. Esta diferencia viene por una proteína llamada
proteína G Heterotrimérica (GIRK), que se encuentra en el cuerpo de los hombres y que
transmite el dolor en ellos con menor intensidad que en las mujeres. También se han
estudiado otros factores, como el psicológico. Por ejemplo, se ha demostrado que la regla
de que ¨los chicos no lloran¨ ha hecho que la mayoría de los hombres lloren menos o
toleren mejor el dolor, sin necesidad de llorar. Por otra parte, también se ha estudiado que
con el paso de la edad, el umbral del dolor disminuye, por tanto, las personas mayores
tienen una tolerancia menor al dolor que las personas jóvenes.
Al recibir esta señal, la fibra nerviosa inicia un impulso que viaja por las llamadas
neuronas 1ª, 2ª y 3ª
A-d, de conducción rápida, lleva señales dolorosas de corta duración (como una
picadura bien localizada) que requieren una respuesta inmediata.
C, de conducción lenta, son más numerosas, transmiten las señales de “dolor quemante” y
de larga duración, difuso y mal localizado.
El tracto medial se inicia en los llamados Núcleos del Rafe, y está influenciado
principalmente por el neurotransmisor serotonina que pueden inducir la inhibición del dolor
así como facilitar su actividad.
El tracto lateral comienza en el Locus Coeruleus. En estas vías desempeñan un papel
protagonista el transmisor noradrenalina.
Sinapsis inhibidoras: Los impulsos inhibidores descienden hasta el asta dorsal del
segmento medular, donde los estímulos dolorosos son transmitidos a la neurona de segundo
orden. Las interneuronas inhibidoras activadas liberan neurotransmisores inhibidores, como
endorfinas, noradrenalina y serotonina.
HOMUNCULUS SENSORIALES
Las áreas que más espacio ocupan son los labios, las manos y en líneas generales la cara.
Esto es debido a la mayor sensibilidad de estas partes y a la complejidad de movimientos de
los músculos faciales que mediante la mímica son capaces de expresar una gran cantidad de
emociones.
Las manos son características de nuestra evolución. El hecho de “oponer “el pulgar, es
decir, poder tocarse la punta de los dedos con el pulgar permite cerrar el puño y ejecutar
movimientos delicados. Esto le permitió a nuestros antepasados como el homo habilis,
evolucionar, y junto con la capacidad de hablar (mímica, expresión) crear una sociedad
compleja, arte, culturas, obtener más recursos del entorno, etc.
Por eso nuestras manos y rostro (ojos, boca) están ligados a la evolución del pensamiento,
reflejando el estado de la mente y lo que hacemos con estas partes influye en el cerebro,
mucho más que por ejemplo, la información proveniente de los muslos o la espalda.
Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (AIED), éste se define como
una experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada a una lesión tisular real o
potencial o descrita en términos de tal daño; el dolor es una experiencia subjetiva y por
tanto diferente para cada individuo; y no es necesaria la presencia de una lesión
morfológica que justifique el dolor de un paciente (Melzack y Katz, 2006).
La teoría de la compuerta explica por qué se disminuye el dolor cuando el cerebro está
experimentando una sensación de distracción o se produce simultáneamente un estímulo
táctil, que por su mayor velocidad en los nervios, llega primero a la compuerta y le cierra la
puerta parcialmente al dolor que viene por otra fibra pequeña. En estas circunstancias, la
percepción del dolor se disminuye porque la interpretación del dolor es modulada por la
experiencia de distracción.
Se basa en que la señal de tacto que enviamos al sistema nervioso cuando frotamos la zona
que duele interfiere con la señal de dolor y hace que esta sea menor. Para ver cómo ocurre
más detalladamente debemos fijarnos en la interacción entre cuatro neuronas distintas en la
médula espinal:
Los estímulos, a manera de compuerta pueden abrirse, dejando fluir el dolor a través de las
fibras desde y hacia el cerebro, o viceversa, las puertas se pueden cerrar para bloquear estos
caminos del dolor. Los impulsos quevienen de la región central,son motivados por una
enorme variedad de factores psicológicos. Esta teoría del dolor integra los componentes
fisiológicos, psicológicos, cognoscitivos, y emocionales que regulan la percepción del
dolor.
La clave del mecanismo está en que la interneurona inhibidora puede ser controlada por las
fibras C y las fibras Aβ: las fibras C (nociceptivas) la desactivan, haciendo que la neurona
de proyección transmita el estímulo; y las fibras Aβ (no nociceptivas) la activan, haciendo
que se transmita de forma más débil. En definitiva, cuando se recibe un estímulo dañino se
pone en funcionamiento la fibra C y su señal es enviada por la neurona de proyección al
sistema nervioso central donde se procesa y nos hace sentir dolor. Sin embargo, si
simultáneamente se recibe un estímulo de tacto, como ocurriría cuando frotamos la zona
después del golpe, la fibra Aβ activa a la interneurona inhibidora aunque la fibra C la esté
desactivando, por lo que la señal que se transmite es menor y se percibe menos dolor.
De esta forma, las fibras nociceptivas abren la compuerta al dolor y las no nociceptivas, la
cierran. Es por ello que si nos frotamos una zona después de un golpe o si la sacudimos
podemos aliviar en parte el dolor. También hay que tener en cuenta que desde las distintas
zonas del cuerpo se envía el estímulo nocivo y no nocivo a un segmento distinto de la
médula espinal y por ese motivo para aliviar el dolor en la pierna izquierda, por ejemplo, no
es efectivo frotar la derecha.
Existen ciertos factores que van a determinar la concepción de las señales del dolor en
cuanto a la abertura o cierre de la compuerta.
SISTEMA DE ANALGESIA
Es la capacidad que tiene el propio encéfalo para suprimir la entrada de los impulsos
dolorosos del sistema nervioso mediante la activación de un sistema de control del dolor.
La activación del sistema de analgesia o la inactivación de las vías parael dolor son capaces
de suprimir muchas señales dolorosas que entran desde los nervios periféricos.
Los fármacos alteran la excitabilidad de las neuronas sobre los receptores sinápticos,
entonces se supuso que los del sistema de analgesia eran en realidad, receptores de algún
neurotransmisor del tipo de la morfina que se secretaba de forma natural en el encéfalo.
Los receptores opioides son receptores celulares para neurotransmisores que se encuentran
localizados en el sistema nervioso.
Proopiomelanocortina,
Proencefalina,
Prodinorfina.
β-endorfina,
Met-encefalina,
Leu-encefalina,
Dimorfina.
Inhibición dela transmisión del dolor por señales sensitivas tácticas simultáneas
La estimulación de las fibras sensitivas grandes de tipo Ab que provienen de los receptores
táctiles grandes periféricos puede deprimir la transmisión de señales de dolor procedentes
de la misma región.
La respuesta individual ante el dolor depende de la capacidad del encéfalo para suprimir la
entrada de señales dolorosas hacia el sistema nervioso.
Modelos teóricos del estrés destacaronno solamente al número y tipo de eventos vitales,
sino también la forma en que la persona percibe, transforma e interpreta tales eventos. En
este sentido, la interpretación cognoscitiva, al igual que elestilo personal de afrontar estos
eventos adquieren unaimportancia sobresaliente para la comprensión y subsecuente
modificación de los efectos del dolor crónico y del estrés, comprendiendo así el por qué
algunos individuosson resistentes y otros vulnerables ante el impacto de eventosestresantes
de la misma naturaleza.
Cuando la capacidad de afrontamiento de una persona resulta rebasada por los eventos
estresantes, puededesencadenarse un cuadro de inmunodepresión, el cual hace al individuo
más susceptible y vulnerable a diferentesalteraciones de la salud, en especial a los procesos
infecciosos y de cronificación.
El término dolor comúnmente se utiliza por lo menosen dos modalidades distintas y
divergentes, con frecuenciasin hacer una distinción entre sus diferencias.La primera se
refiere al sistema de señales, a través de las fibras que viajan al cerebro, entregan la
información y transportan el dolor. La segunda modalidad de uso del término mezcla los
sistemas de señales con las acciones emocionales cognoscitivas y conductuales que ocurren
antes o subsecuentemente a la estimulación nociceptiva y que se conceptualizancomo
emociones, respuestas o reacciones, o más genéricamente como estrés.
En los trastornos de dolor se dan las dos vertientes: el dolor produce estrés y el estrés
incrementa el dolor, dándose así una situación imposible de resolver si no se afrontan los
dos problemas. Cuando las personas anticipan como se sentirán ante un episodio de dolor u
otro estado emocional negativo, se olvidan de este sistema, lo cual los inclina a calcular que
tendrán un estado emocional negativo más intenso y durable de lo que realmente será.
Un componente común del estrés desadaptativo o destrés entre los pacientes con dolor es la
marcada tendencia hacia la hipervigilancia o catastrofizacion. Esta puede amplificar la
percepción del dolor a través de un proceso parecido a lo que se conoce como las profecías
autocumplidas, en las que un individuo anticipa el peor escenario.
El sistema del dolor como señal contiene elementos en común compartidos por el gusto, el
olfato, la visión, la audición y la sensibilidad táctil, por ejemplo, los receptores
especializados y los transmisores convenientes. Sin embargo, no resulta categorizar al dolor
como un sentido al igual que la estimulacióntáctil, visual u olfativa,etc. A diferencia de
estos sistemas sensoriales, el dolorno puede ser definido independientemente de la
respuesta de la persona que lo experimenta. Desde el punto de vista biológico, el dolor tiene
unpropósito muy útil, ya que es parte del sistema de alarmadel cuerpo que nos avisa que
algo perjudicial estásucediendo.
Sin embargo, se ha hecho cada vez másevidente que el dolor es mucho más que una
simpletransmisión de señales sensoriales, puede aparecer instantáneamente sin la presencia
de daño, como en el caso de las causalgías y el dolor del "miembro fantasma". En realidad,
el dolor es el resultado neto de unaserie de interacciones complejas de procesos
neurofisiológicos y neuroquímicos que permiten que procesospsicológicos como la
motivación, la emoción, la cognición y aprendizaje, modulen la percepción del dolor,
laexperiencia y la respuesta conductual subsecuente.
El sistema nervioso simpático es uno de los eslabones potenciales entre el dolor y el estrés,
su estimulación disminuye los umbrales nociceptivos e incrementa la actividad espontanea
de los nociceptores. El estrés disminuye la regulación de los receptores de benzodiacepinas
en la corteza frontal,al mismo tiempo que actúa el eje hipotalámico pituitario adrenal.
Ambas respuestas pueden predisponer al dolor, estrés, depresión o a todas ellas, una
manifestación común del estrés, y de otros estados emocionales negativos, puede estar
relacionado con estas vías contradictorias que convergen en áreas del hipotálamo y del tallo
cerebral.
Una intervención psicológica al dolor apoya a los pacientes a afrontar esas situaciones de
estrés asociadas al mismo, con técnicas altamente conocidas de la psicología adaptadas a
cada paciente y a la patología de dolor que presenta, como técnicas de relajación, técnica
cognitivas para el afrontamiento al estrés, técnicas de resolución de conflictos o toma de
decisiones.
Para su comprensión es fundamental distinguir los distintos tipos de dolor que puedetener
el paciente amputado:
Es un cuadro complejo que refieren casi dos tercios de las personas amputadas. El dolor es
intenso y la sensación se hace tan insoportable que muchos de los pacientes piensan en el
suicidio ante la terrible experiencia.
Algunos factores pueden hacer que el dolor del miembro fantasma empeore, tales como:
Las siguientes medidas pueden ayudar a disminuir el dolor del miembro fantasma:
FIBROMIALGIA
Causas
Aunque se desconocen las causas que originan esta enfermedad, desde la Sociedad
Española de Reumatología (SER) explican que hoy en día se piensa que la fibromialgia se
produce por una alteración de determinados neurotransmisores del sistema nervioso.
Por estas causas, el dolor generalizado que relatan la mayoría de los pacientes, se origina
porque en ellos hay una percepción anómala de los estímulos sensoriales y, por tanto,
interpretan la presión, el calor, la vibración o cualquier otro estímulo como doloroso.
Síntomas
Por ese motivo, puede llevar un largo tiempo hasta que se la diagnostique.
Según su duración
Según su patogenia
o Neuropático: Está producido por estímulo directo del sistema nervioso central o por
lesión de vías nerviosas periféricas. Se describe como punzante, quemante,
acompañado de parestesias y disestesias, hiperalgesia, hiperestesia y alodinia. Por
ejemplo; la plexopatía braquial o lumbo-sacra post-irradiación, la neuropatía
periférica post-quimioterapia y/o post-radioterapia y la compresión medular.
o Nocioceptivo: Este tipo de dolor es el más frecuente y se divide en somático y
visceral que detallaremos a continuación.
o Psicógeno: Interviene el ambiente psico-social que rodea al individuo. Es típico la
necesidad de un aumento constante de las dosis de analgésicos con escasa eficacia.
Según la localización
Según el curso
Según la farmacología:
El componente cognitivo se refiere a todos los procesos mentales que acompañan y dan
sentido a la percepción mediante la adaptación de las respuestas de comportamiento tales
como los procesos de atención, la anticipación y la desviación, interpretaciones y valores
atribuidos al dolor, así como el lenguaje y el conocimiento sobre el dolor (semántica), y los
fenómenos de la memoria de experiencias pasadas dolorosas personales (memoria
episódica), la decisión sobre el comportamiento apropiado.
1. Métodos fisiológicos.
Escalas verbales: Se han utilizado para hacer una descripción simple del
dolor subjetivo. Estas escalas sólo requieren que el paciente tenga un
lenguaje adecuado para la descripción. Melzack y Torgerson
presentaron la siguiente escala para la clasificación de la intensidad del
dolor: leve, incómodo, angustioso, horrible e insoportable. Frank et al.
desarrollaron una escala con 8 expresiones faciales para la graduación
del dolor que iban desde una cara de completa felicidad hasta otra de
dolor, la cual representaba una alternativa a las escalas descriptivas.
Aunque específicamente diseñada para niños, podría ser usada en
pacientes con dificultad en el lenguaje o problemas mentales.
II. Escala numérica: 1978 Downie introdujo la escala numérica, que es el método más
simple y utilizado con mayor frecuencia para establecer los grados subjetivos de
dolor. El paciente tiene que indicar la intensidad de su dolor en números de una
escala del 0 a 10 (o de 0 a 100), en la cual el 0 representa “ausencia de dolor”, y el
10 “el peor dolor imaginable III.
III. Escala visual analógica: En la escala visual analógica (EVA) la intensidad del dolor
se representa en una línea de 10 cm. En uno de los extremos consta la frase de “no
dolor” y en el extremo opuesto “el peor dolor imaginable”. La distancia en
centímetros desde el punto de «no dolor» a la marcada por el paciente representa la
intensidad del dolor. Puede disponer o no de marcas cada centímetro, aunque para
algunos autores la presencia de estas marcas disminuye su precisión. La EVA es
confiable y válida para muchas poblaciones de pacientes. Aunque la escala no ha
sido específicamente testeada para pacientes en terapia intensiva, ésta es
frecuentemente utilizada con esta población.
IV. . Escala de grises de Luesher: serie de tonalidades grises (del blanco al negro) con
diferentes texturas y grados de luminosidad. Esta escala proporciona información
sobre el estado anímico del paciente y si presenta trastornos de personalidad.
Psicológicamente el blanco simboliza el bienestar y corresponde por analogía al 0
(ningún dolor), el negro corresponde al máximo dolor y el gris es un color
indiferente. El blanco es un índice de confianza, partición, fuerza y colaboración; el
negro es de pasividad, negación y no colaboración; los grises claros representan una
decreciente disminución de la actividad.
VI. Puntuación total de alivio de dolor: Se obtiene sumando las puntuaciones de alivio
del dolor realizadas por los pacientes en cada observación y según la escala
descriptiva.
IX. Escala de Melzac: En 1971, surgió la escala de Melzack, a partir del cuestionario de
McGill: dolor suave, incómodo, penoso, horrible y agudísimo. En esta escala falta
una categoría para el “no dolor”, es difícil traducirla a otros idiomas y cada paciente
puede interpretar de diferente forma los adjetivos en función de su edad, sexo,
posición social, etc.; además, no pueden establecerse intervalos iguales entre las
palabras
4. Métodos multidimensionales.
II. Forma corta del cuestionario de dolor de McGill (SFMPQ): Fue diseñado para ser
aplicado en investigación sobre dolor cuando el tiempo fuera muy limitado como
para poder emplear la forma larga del MPQ. Consta de 15 adjetivos, de los cuales 11
son representativos de la esfera sensorial y 4 de orden afectivo. Incluye también el
PPI del formato largo -que es una escala verbal de intensidad de dolor- y una escala
visual analógica de intensidad del dolor. Este cuestionario abreviado ha sido
validado y comparado con éxito respecto a la forma original del MPQ, y ha sido una
herramienta sensible a cambios clínicos relacionados con el empleo de diversas
técnicas analgésicas.
III. Inventario multidimensional de dolor de West Haven-Yale (WHYMI): cuestionario
de autoinforme. Implica una evaluación que no sólo aborda aspectos de intensidad
del dolor y de tipo psico-afectivo, sino también de orden conductual en relación con
dolor crónico. Consta de 52 variables, agrupadas en tres secciones, que abarcan un
total de 13 escalas.
IV. Inventario breve de dolor (BPI): desarrollado en 1983 por Daut y cols., del Grupo de
Investigación en Dolor del Departamento de Neurología de la Madison Medical
School de la Universidad de Wisconsin. Cuantifica la intensidad del dolor
(dimensión sensorial) y la interferencia que éste produce en la vida del paciente
(dimensión reactiva). Los pacientes proporcionan –en un período de 5 a 15 minutos-
una evaluación subjetiva de la intensidad del dolor (el peor dolor, menos dolor, dolor
medio y dolor ligero) y también informan sobre el impacto del dolor en múltiples
funciones (actividad general, humor, capacidad para andar, trabajo normal,
capacidad de relacionarse con otras personas, de disfrutar de la vida y sueño). Este
puede contestarse tanto en la modalidad de autoinforme como aplicarse por un
entrevistador. La severidad de dolor se estima mediante varias escalas
visualesnuméricas análogas (con escalas de 0 al 10) para el mínimo, el máximo y el
promedio del dolor experimentado por el paciente.
V. Carta “Memorial” de estimación de dolor: diseñada en el Memorial Sloan Kettering
Cáncer Center para su empleo en pacientes con cáncer. herramienta de evaluación
multidimensional de auto-reporte de la experiencia dolorosa, que la estima mediante
tres escalas visuales análogas, además de una evaluación adjetivada de la intensidad
del dolor mediante la selección entre 8 descriptores adjetivados. Las escalas visuales
empleadas son: una para la intensidad del dolor, otra para estimar el alivio del dolor
y otra para el estado de ánimo.
VI. Sistema Edmonton de estadificación para dolor en cáncer: se contesta por el médico
o la enfermera. Se diseñó como un marcador pronóstico de la probabilidad de lograr
un alivio efectivo del dolor en pacientes con cáncer. Evalúa siete aspectos clínicos:
mecanismo de dolor, presencia de dolor incidente, exposición previa a opioides,
función cognoscitiva, estrés psicológico, tolerancia a opioides, historia de
alcoholismo y/o abuso de drogas.
VII. Dartmouth Pain Questionnaire: El Darmouth Pain Questionnaire completa el
cuestionario de McGill con dos valoraciones adicionales: el índice de autoestimación
de la percepción dolorosa y el grado de incapacidad funcional o las actividades
desarrolladas por el paciente a pesar del dolor.
VIII. Test de Lattinen: El test de Latinnen utiliza un lenguaje simple y fácil de comprender
por el paciente. Se realizan 5 preguntas sobre: intensidad subjetiva del dolor,
frecuencia de presentación del mismo, consumo de analgésicos, discapacidad e
influencia del dolor sobre el sueño. Cada pregunta tiene 4 posibles respuestas, a las
que se les asigna un número de 0 a 4, siendo posible obtener un valor máximo de 20
puntos.
IX. Cartilla de autodescripción diaria del dolor: por Pozzi en 1979, pretende hacer una
valoración diaria, y por parte del paciente, de la intensidad y duración del dolor, y de
otros ítems indirectos (consumo de fármacos, horas de sueño, etc.).
La calidad de vida refleja no sólo el estado de salud, sino cómo el paciente percibe y valora
los aspectos de su vida relacionados con la salud y los no relacionados. La calidad de vida
es un concepto subjetivo y completamente personal que sólo puede ser definido por el
paciente, no en términos de escalas predefinidas y construidas. Gill y Fenstein han
argumentado que, si uno quiere saber la calidad de vida de un paciente, se le debería
preguntar utilizando una pregunta global que permita al paciente usar su propia definición
de calidad de vida. El segundo argumento hace referencia a que los pacientes no separan
sus sentimientos acerca de calidad de vida en términos relacionados con salud y no
relacionados. En la calidad de vida se incluyen la salud física, la capacidad funcional, el
funcionamiento social, la sexualidad, la intimidad, el funcionamiento ocupacional, la
espiritualidad, el bienestar familiar, la orientación futura, los intereses financieros y el trato
satisfactorio.
Hay numerosos cuestionarios que evalúan la calidad de vida, siendo los siguientes los más
usados:
d. EuroQol.
Dolor e incapacidad
Las lesiones de los nervios periféricos que producen déficit sensorial pueden asociarse a
una amplia gama de sensaciones anormales, como: anestesia, disestesia, parestesia,
hiperestesia, intolerancia al frío y dolor urente intenso. La evaluación neurológica del dolor
se basa en primer lugar en la descripción por parte del paciente del carácter, localización,
intensidad, duración y persistencia de la molestia, y en la comprobación de la distribución
anatómica del defecto neurológico. Puede ser necesario realizar diversas pruebas analíticas,
radiológicas, electrofisiológicas o vegetativas.
Tanto la medición del dolor, agudo o crónico, infantil o en el anciano, etc., requiere la
utilización de variables o escalas que gradúen su intensidad y nos indiquen si la terapéutica
aplicada en su caso es efectiva o no. Mediante la objetividad de dichas escalas y sin olvidar
la correcta exploración y anamnesis del paciente con dolor, conseguiremos acertar en la
actitud a seguir. Desde el punto de vista clínico, a través de la información verbal o escrita
que nos aporte el paciente. Podemos establecer varios criterios en la aplicabilidad de las
mencionadas escalas (unidimensional, multidimensional, otros métodos)
En este sentido, en cuanto al umbral de dolor, aunque la mayoría de los estudios coinciden
en señalar que las personas de mayor edad tienen un umbral de dolor superior al de las
personas jóvenes, podemos encontrar otros trabajos con resultados opuestos, esto es, a
medida que aumenta la edad de las personas disminuye su umbral ante el dolor. De
cualquier forma, lo que parece más claro es que no existen relaciones simples entre la edad
y la percepción del dolor, por el contrario, es necesario tener en consideración diferentes
variables que afectan tanto a la percepción como al informe del dolor que realiza el sujeto.
Dolor en la niñez: Los niños experimentan dolor exactamente igual que los adultos, ya que
el desarrollo de las vías nerviosas se produce durante la gestación. El dolor infantil tiene
connotaciones especiales por la dificultad para valorarlo, pero existen métodos validados
para detectarlo y, sobre todo, disponemos de procedimientos y medicamentos con los que
tratar el dolor de forma eficaz en niños.
¿Por qué debemos dedicar una mención especial al dolor en los niños? ¿Es este diferente al
de los adultos? Partiendo de la definición de dolor como experiencia emocional y sensorial
desagradable, parece lógico pensar que los niños tienen las mismas posibilidades de
padecerlo que los adultos. Durante muchos años ha imperado la idea errónea de que el niño,
debido a la inmadurez de su sistema nervioso, tenía una percepción menor del dolor. Nada
más lejos de la realidad. Está demostrado que entre el segundo y tercer trimestre de
embarazo están desarrolladas las vías nerviosas necesarias para sentir dolor.
Lo que sí ocurre con el dolor en los niños es que tiene unas connotaciones especiales, por
un lado, por la dificultad de expresarlo y entenderlo que tienen ellos mismos y por otro, por
la dificultad de interpretarlo, y, por tanto, de prevenirlo y tratarlo, por parte de los adultos.
Dolor en adulto mayor: Se presentan dificultades para manejar el dolor en el adulto mayor
Por lo general los adultos mayores presentan problemas en el manejo del dolor,
principalmente por las siguientes razones:
La prevalencia del dolor es doble entre las personas de mayores de 60 años, oscila entre el
50% y el 86% entre las personas ingresadas en residencias asistidas o en centros
sociosanitarios.
Se debe tener en cuenta las características del anciano frágil -más de 80 años, patología
asociada, polifarmacia, cambio de domicilio frecuente, deterioro cognitivo y funcional,
viudedad, sin medios económicos y lo que se denomina los "Quintetos Geriátricos" o de la
Muerte del Anciano, por su interacción con el dolor: Percepción disminuida ↔ Movilidad
reducida ↔ Homeostasis alterada ↔ Incontinencia ↔ Enfermedad iatrogénica o Fragilidad
↔ Incapacidad ↔ Cronicidad ↔ Depresión ↔ Dependencia.
A menudo resulta difícil obtener del anciano una historia clínica detallada por sus
problemas de compresión, de visión o de audición y porque frecuentemente tienden a restar
importancia a los síntomas que les afectan directamente, por lo que es importante para el
entrevistador creer en la veracidad de los mínimos dolores que el paciente señale y tener la
paciencia para descubrirlos.
DOLOR EN CÁNCER
El dolor es causado con más frecuencia por la misma enfermedad. La intensidad del
dolor podría depender del tipo de cáncer, su etapa (extensión) y de su umbral de dolor
(tolerancia al dolor). Las personas con cáncer avanzado tienen más probabilidad de sentir
dolor.
El dolor también puede ser causado por el tratamiento relacionado con el cáncer o
por los exámenes o estudios que se realizan. Es posible también que tenga un dolor que no
está relacionado con el cáncer o su tratamiento. Como cualquier persona, puede tener
dolores de cabeza, tensión muscular y otros dolores y padecimientos.
La presión que un tumor ejerce sobre los huesos, nervios u órganos del cuerpo
puede causar el dolor del cáncer.
Dolor en los huesos: este tipo de dolor puede ocurrir cuando el cáncer se origina en los
huesos o se propaga a estos. El objetivo del tratamiento puede ser controlar el cáncer, o se
puede enfocar a la protección de los huesos afectados. Puede que la radiación externa se use
para tratar el debilitamiento de los huesos. Algunas veces se administra una medicina
radiactiva que se asienta en las áreas afectadas del hueso para ayudar a fortalecerlas. Los
bifosfonatos son medicamentos que pueden ayudar a fortalecer los huesos debilitados y a
prevenir las fracturas. Estos son ejemplos de tratamientos que son dirigidos a detener la
causa del dolor en los huesos. Puede que usted aún necesite medicamentos contra el dolor,
pero algunas veces estos tratamientos por sí solos pueden reducir significativamente su
dolor.
Dolor causado por la cirugía: a menudo, la cirugía es parte del tratamiento contra los
cánceres que crecen como tumores sólidos. Dependiendo del tipo de cirugía, por lo general
se espera algo de dolor que puede durar desde unos días hasta varias semanas. Hable con su
médico acerca de los medicamentos contra el dolor que puede necesitar después de la
cirugía para que no tenga dolor al terminar la cirugía. Al principio, es posible que necesite
un medicamento más potente tras la cirugía, pero después de unos días el dolor debe
controlarse con medicamentos menos potentes.
Dolor fantasma: el dolor fantasma es un efecto prolongado de la cirugía, aparte del dolor
habitual producto de una cirugía. Si una de sus extremidades ha sido amputada, como una
pierna, un brazo, o incluso un seno, podría aún sentir dolor u otras sensaciones inusuales o
desagradables que parecieran provenir de la extremidad ausente (fantasma). Los médicos
no están seguros de por qué esto ocurre, pero el dolor fantasma es real, no está “solamente
en su mente”.
2. La subida de escalón depende del fallo al escalón anterior. En primer lugar se prescriben
los analgésicos del primer escalón. Si no mejora, se pasará a los analgésicos del segundo
escalón, combinados con los del primer escalón más algún coadyuvante si es necesario. Si
no mejora el paciente, se iniciarán los opioides potentes, combinados con los del primer
escalón, con el coadyuvante si es necesario.
3. Si hay fallo en un escalón el intercambio entre fármacos del mismo escalón puede no
mejorar la analgesia (excepto en el escalón 3).
FARMACOLÓGICO
La base del tratamiento farmacológico del dolor, la constituyen dos grandes grupos de
fármacos:
1) Fármacos opiáceos, llamados también analgésicos mayores. Sustancia que se usa para
tratar el dolor o causar sueño. Los opiáceos se unen con los receptores de opioides del
sistema nervioso central. La codeína, la heroína y la morfina son ejemplos de opiáceos. Un
opiáceo es un tipo de analgésico.
NO FARMACOLÓGICO
o Masaje:
El masaje se describe como la manipulación de los tejidos blandos del cuerpo, más
efectiva cuando es realizada con las manos, se administra con el fin de provocar efectos
sobre los sistemas nervioso y muscular y, además, sobre la circulación local y general de la
sangre y la linfa. Las técnicas suaves de masaje (effleurage, petrissague y stroking) relajan
la tensión y el espasmo muscular y estimulan la circulación, lo que además puede contribuir
al éxito de otras terapias del dolor.
o Estimulación vibratoria
Presión repetitiva sobre una zona dolorosa a través de una superficie almohadillada.
Causa entumecimiento, parestesia y/o anestesia. La inhibición de la transmisión se produce
según la teoría de la puerta de entrada. Se obtiene un alivio del dolor durante más de seis
horas, tiempo que puede ser prolongado si aplicamos estimulación vibratoria y TENS, el
resultado será un mayor efecto debido a la acción sumada de ambos tratamientos.
o Movilizaciones articulares
El dolor es una sensación emocional subjetiva. Nadie mejor que el propio enfermo
sabe si le duele y cuánto le duele. No existe ningún signo objetivo que nos pueda medir con
exactitud su intensidad.
Es importante capacitar al paciente y, a poder ser, también a sus familiares, para que
pueda controlar las situaciones, evaluando su propio dolor y aprendiendo cómo aliviarlo.
Luego, habrá que organizar las intervenciones de forma coordinada y escoger la mejor
opción para el paciente.
Parece pues que podemos hablar de una serie de determinantes estables de la experiencia
de dolor y de las respuestas del sujeto al mismo. En concreto, ciertas características
personales del sujeto con dolor crónico (léase sexo, edad) pueden determinar tanto la
percepción de dolor como las estrategias de afrontamiento utilizadas, ejerciendo así un
efecto diferencial en la adaptación del sujeto a la situación de dolor crónico.
Finalmente, debemos tener claro que el dolores una percepción absolutamente ligada a la
vida, de algún modo, es un reflejo, un testimonio que nos indica que estamos vivos. No hay
nada más doloroso que nacer a la vida. Es por ello que debemos buscar alternativas que nos
ayuden a mejorar dicha sensación y de algún modo tratar de hacerlo un poco más
soportable a la hora de una patología.
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