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La novela Prisión Verde describe las injusticias sufridas por los trabajadores hondureños en los campos bananeros controlados por la compañía Standard Fruit Company en la década de 1920. El personaje de Martín Samayoa representa a los campesinos engañados para vender sus tierras y luego despreciados cuando buscaron trabajo. Máximo Luján ayuda a Samayoa y lidera una creciente conciencia política entre los trabajadores explotados para mejorar sus condiciones de vida.
La novela Prisión Verde describe las injusticias sufridas por los trabajadores hondureños en los campos bananeros controlados por la compañía Standard Fruit Company en la década de 1920. El personaje de Martín Samayoa representa a los campesinos engañados para vender sus tierras y luego despreciados cuando buscaron trabajo. Máximo Luján ayuda a Samayoa y lidera una creciente conciencia política entre los trabajadores explotados para mejorar sus condiciones de vida.
La novela Prisión Verde describe las injusticias sufridas por los trabajadores hondureños en los campos bananeros controlados por la compañía Standard Fruit Company en la década de 1920. El personaje de Martín Samayoa representa a los campesinos engañados para vender sus tierras y luego despreciados cuando buscaron trabajo. Máximo Luján ayuda a Samayoa y lidera una creciente conciencia política entre los trabajadores explotados para mejorar sus condiciones de vida.
En el siguiente ensayo se muestra un resumen de la novela ¨Prisión
Verde¨ de Ramón Amaya Amador, con el que tratamos de mostrar parte de lo que es esta gran historia sucedida aquí en Honduras, así también poder conocer todos sus puntos más importantes y reflejarlos de la manera mejor posible, para comprender la trama y todo lo que conlleva esta novela.
Siendo una de las obras literarias más codiciadas de Honduras, y que
en su tiempo sirvió como prueba para usar en los juzgados porque relata todos los sufrimientos y las injusticias que ocurrieron en esa época, también muestra la corrupción que había, tanto en las clases dominantes de la economía, así también en el gobierno, quien estaba sumido por la dictadura de Tiburcio Carias Andino.
Pero lo más importante, el proceso que lleva a la formación de a
conciencia de clase entre los trabajadores, desde la resignación ante el poder, pasando por el estallido de corto alcance, hasta llegar a la propuesta de un cambio radical en la sociedad haciendo de la clase obrera la clase gobernante, Desde Prisión Verde Amaya Amador le habla a la Resistencia de nuestros días a través de Máximo Lujan: ¨En política necesitamos algo distinto al caudillismo tradicional, al compadrazgo, al paternalismo de los ¨gorgueras¨. Necesitamos que los anhelos de las masas trabajadoras se plasmen en un ideal político, y este ideal, en un verdadero partido de trabajadores, partido revolucionario de verdad. Ya no debemos creer en hombres-ídolos: de sus promesas está llena nuestra historia política OBJETIVOS
Analizar la problemática originada entre la Estándar Fruit
Company y el pueblo, durante la época mencionada por el autor de “Prisión Verde”.
Identificar los problemas que tenían los trabajadores en
esa época. ENSAYO SOBRE LA NOVELA “PRISIÓN VERDE”
Todo empieza con la compra y venta de parcelas de tierra,
desembocando con partes accesibles a la venta y con otra parte resistiéndose a la misma. Esto provocado por la mega compañía del cultivo del banano incrustada en la costa norte de Honduras. Esta compañía no se presentó con transparencia beneficiando a pocos y perjudicando a la gran mayoría, como en todo en lo que está relacionado con grandes cantidades de personas la administración se torna compleja y este caso no fue la excepción. En este negocio se involucró personajes trabajadores del estado, los que se prestaron para dañar a los que más de cerca trabajaban o a los que se relacionaban con la ejecución de los trabajos del campo.
En el campo había distintas jerarquías entre los mismos trabajadores,
los cuales eran tratados con la menor delicadeza e incluso eran castigados físicamente si no cumplían con sus tareas a esto sumarle las enfermedades a las que eran prisioneros provocados por el ambiente en el que vivían.
Los representantes del gobierno, deben preocuparse por el bienestar
de cada individuo, asegurándose que no se violen sus derechos (salud, educación, alimentación, etc.), independientemente de con quien estén negociando y lo que esto implique ya sea para crecimiento personal o del mismo estado, ya que no se debe ganar lo poco perdiendo lo mucho y este caso en particular la salud e incluso la vida de los trabajadores. Se permitió que grandes masas de personas se movilizaran bajo una ilusión que los terminó atrapando, y no permitiéndoles poder desistir de dicho embrujo, motivados con la idea de una vida mejor, apantallados y más temprano que tarde se dieron cuenta que incluso con sus escases en sus lugares de origen vivían mejor.
En este punto, y desde el inicio y/o ingreso de estas compañías se debe
plantear y/o analizar los beneficios y los contras de dichos acuerdos, donde ninguna de las partes salga menos beneficiada que la otra. Lo mejor es socializar la idea o negociación o por lo menos asignar un representante de cada una de las partes (representante compañía extranjera, representante del estado y representante de los campesinos) estos deben estar de acuerdo para poder tomar una decisión de que hacer y cómo hacer, de lo contrario no alterar la actividad de la gran mayoría, bajo ningún argumento que no plantee claramente la razón de dicha acción.
Ramón Amaya Amador relata su experiencia en los campos bananeros
para elaborar su novela. El propósito del autor más que hacer un aporte literario es crear una conciencia política que produzca un cambio social que mejore las condiciones y la calidad de vida de los trabajadores hondureños. Los campos bananeros son descritos en la novela como una “prisión verde”, por la misteriosa atracción que ejercen sobre los trabajadores a pesar de ser explotados sienten el impulso a quedarse trabajando ahí a pesar de todas las dificultades. Amaya Amador empieza su relato en el ambiente de una de las oficinas de las compañías, en la que un “jefe gringo” —Míster Still— intenta convencer al terrateniente Luncho López para que le venda sus tierras a la compañía bananera.
Después de la reunión con los terratenientes, aparece en mala facha el
señor Martín Samayoa, quien después de haber derrochado el dinero que le dio la compañía por su terreno, buscaba la ayuda de Míster Still para que le diera un trabajo de capataz, pero éste lo despreció y lo mandó a buscar trabajo de peón. Desalentado por el desaire y sin dinero, Samayoa tuvo la suerte de conocer al campeño Máximo Luján, quien lo llevó a vivir a su casa, un lugar miserable en el que vivía con otros trabajadores de la bananera y le consiguió trabajo como regador de veneno.
En cada episodio del libro siempre hay alguna injusticia de parte de la
Compañía que provoca la indignación de los trabajadores. Pero el grupo de Máximo Luján va adquiriendo cada vez más conciencia social.
Sobre los partidos políticos tradicionales: el Partido Nacional y el Partido
Liberal, Luján opina que “tienen la misma esencia: oligarquía; y sirven al mismo patrón: las Compañías Bananeras”. “En política necesitamos algo distinto”. Necesitamos que los anhelos de las masas trabajadoras se plasmen en un ideal político, y este ideal, en un verdadero partido de los trabajadores, partido revolucionario de verdad. Ya no debemos creer en los hombres-ídolos: de sus promesas está llena nuestra historia política”. La situación de los trabajadores empeora cuando suben de precio los productos de los comisariatos, que eran propiedad de la misma compañía. A los trabajadores el gobierno les cobra impuestos para crear escuelas y hospitales, y sin embargo no reciben ninguno de esos servicios. Cuando muere un conductor de una grúa en un accidente, un jefe gringo se enoja con el difunto por echar a perder la máquina con valor de miles de dólares y grita encolerizado: “¡Mejor se hubieran matado cien desgraciados!”. Esto provoca una gran indignación de los trabajadores que no soportan tantos maltratos y humillaciones, por lo que deciden ir a la huelga. Y deciden nombrar a Máximo Luján como director de la misma.
El libro se cierra con los amigos recordando a Máximo Luján y su legado:
“La prisión verde no es solo oscuridad. Máximo encendió en ella el primer hachón revolucionario. Otros cientos de hermanos se encargarán de mantenerlo enhiesto”. CONCLUSIÓN
El autor quiso dar a conocer todo lo que sucedía en los campos
bananeros y todo lo que sufrían por la presencia de la empresa Standar Fruit Company. El señor Martin Samayoa quien después de haber derrochado el dinero que le dio la compañía por el terreno él les había vendido, busco la ayuda de Míster Still para que le diera un trabajo de capataz, pero Míster Still lo menosprecio y lo mando a buscar trabajo de peón.
El señor Samayoa, desalentado por el desaire y sin dinero tuvo la suerte
de conocer a un campesino, Máximo Lujan quien lo llevo a vivir a su casa, un lugar miserable que vivía hacinando con otros trabajadores de la bananera y le consiguió trabajo como regador de veneno, por lo cual ellos eran llamados veneneros. Las mujeres también eran víctimas de la opresión capitalista de las bananeras. Por la miseria, muchas campesinas se vieron obligadas a dedicarse a la prostitución. Estanio Parraga era el abogado que había engañado a Lucho López. Sierra y Cantillano se vieron obligados a pedir trabajo de peones en la compañía, como a Martin Samayoa le había tocado.