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¡Los cristianos, decididos en la elección hecha!.

Reflexión de JMTH.
Cuando los cristianos decidimos seguir a Cristo, no lo hacemos por una
convicción ajena, sino, por nuestra propia convicción. A algunas personas les
molesta que hablemos del evangelio, porque temen ser agobiados por
sermones de conquista o porque les convenzan de apartarse de la vida que
han llevado siempre por caminos incorrectos. ¡Y no!, no pretendemos
convencer a nadie de que cambie su vida a nuestro acomodo, por el
contrario, pretendemos salvar almas de la condenación que Dios tiene
prevista para quienes tuercen sus caminos.

Jesucristo, dijo a sus discípulos, según el evangelio de Lucas, Capítulo


04:

43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie


el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.

El evangelio de Jesucristo, significa renunciar al mal, caminar en la luz,


decir no al pecado y renunciar a dañar a nuestro prójimo, entre otras
cosas importantes, pero, parece que esto es demasiado difícil para
algunos de esta generación.
Los cristianos, desde que decidimos seguir y amar a Jesucristo,
sabemos que tenemos los ataques de satanás, quien es enemigo de Dios
y de todo lo bueno creado por Dios, pero, la Palabra de Dios, dice en
1ra. a Timoteo, Capítulo 05:
20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que
los demás también teman.

Si el evangelio de Jesucristo, nos enseña a amar a todos, a soportar a


todos, a mostrarle amor de hermano sincero a todos, ¿por qué cuando
decimos a alguien?: ¡Te amo en el amor sincero de Jesucristo!, algunos
nos odian; simplemente, porque esos que nos odian, tienen en sus
corazones todavía basura del diablo que no han podido sacar, pero, ¡no
importa!: Amamos a quienes nos odian, Bendecimos a quienes nos
maldicen, oramos por quienes nos persiguen, porque esa es la Voluntad
de Jesucristo.
Incluso, a quienes nos desean maldiciones, simplemente, oramos por
ellos, porque a ningún Hijo de Dios y hermano en la fe de Jesucristo,
puede dañarlo una maldición. Las maldiciones vuelven a quienes las
echan a un Hijo de Dios, porque Jesús, ya las venció en la cruz del
calvario.

El Apóstol Pablo, escribió a los de Éfeso en Efesios, Capítulo 02:

10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas


obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas.

Las hechicerías, maldiciones, brujerías y obras de las tinieblas, fueron


derrotadas por Jesucristo, por eso, a esas cosas no debemos temerle y
reprenderlas en nombre de la sangre de Jesucristo, porque quienes se
esconden tras esas cosas, tendrán el castigo de Dios por la eternidad.
La Palabra de Dios dice en Ezequiel, Capítulo 30:

2 Hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor:


Lamentad: ¡Ay de aquel día!
3 Porque cerca está el día, cerca está el día de Jehová; día de nublado,
día de castigo de las naciones será.

Por eso, no tememos anunciar el evangelio y palabra de salvación a las


naciones, porque lo hacemos para el bien de todos y no para el mal,
pero, cada quien escoge el camino que desee.

Conozco a personas que te maldicen por anunciarles el evangelio, pero,


no importa ora por ellos, porque ya ellos escogieron sus caminos.

No temáis a los hacedores de mal, porque dice la Palabra de Dios en


Deuteronomio, capítulo 11: 26 He aquí yo pongo hoy delante de
vosotros la bendición y la maldición:
27 la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios,
que yo os prescribo hoy,
28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro
Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de
dioses ajenos que no habéis conocido.

¡Yo les regalo Bendiciones con la Palabra que les ofrezco en mis
escrituras!, el camino lo escogen ustedes. Amén.

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