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FACULTAD de MARKETING

ESCUELA DE CONTABILIDAD

GRANULOMETRÍA

DOCENTE :

CURSO : TEORIA GENERAL DEL PROCESO

ALUMNOS :

CICLO : II

GUADALUPE – PERÚ
2019
Capítulo I: La Competencia

La Competencia
1.1 Concepto General

La competencia se define como: “La competencia es la facultad que tiene cada juez o
tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus
atribuciones”.

La jurisdicción es la facultad de conocer, juzgar y resolver las causas civiles y criminales,


mientras que la competencia es la esfera fijada por el legislador para que la jurisdicción
se ejerza.

La definición de competencia del legislador adolece de un defecto formal al señalarnos


que la competencia es la facultad de conocer los negocios, puesto que ella no es más que
la esfera, grado o medida fijada por el legislador para el ejercicio de la jurisdicción. Por
ello es que se define como competencia: “la esfera, grado o medida establecida por el
legislador para que cada tribunal ejerza jurisdicción”.

Es la potestad que tiene la persona que esta legalmente investida de administración de


justicia en ciertos y determinados casos, no solo por ser juez, lo puede ejercer en cualquier
caso, esto es el criterio de competencia.

Los criterios son cuatro:

1. Criterio por razón de materia

2. Criterio por razón de territorio

3. Criterio por la razón de la cuantía

4. Criterio Funcional.

1.2 Conceptos legislativos

La norma desde una interpretación sistemática e integrada logra definir a la competencia


como la potestad de un órgano jurisdiccional para actuar en un caso concreto. La
diferencia entre esta y jurisdicción es que no puede haber juez competente sin
jurisdicción, pero si un juez con jurisdicción puede
carecer de competencia sobre un caso concreto; la jurisdicción no supone la competencia,
pero la competencia si supone la jurisdicción. La jurisdicción es género y la competencia
es especie.

2. Características de la competencia

Sus características son: Debe estar prevista legalmente, es de orden público, es


indelegable y es improrrogable.

- Debe estar fijada previamente por ley: el justiciable debe saber de antemano
que existe un órgano jurisdiccional con competencia atribuida en la ley para conocer del
asunto que le aqueja.
- Orden público: los particulares no pueden disponer de la regla de la competencia
ni modificarla en cuanto a su distribución.
- Indelegable: los actos atribuidos al juez deben ser cumplidos indefectiblemente
por él, salvo excepciones en que puede encomendarse a otros órganos.
- Improrrogable: la competencia no es prorrogable, la distribución pertenece a la
ley y las partes no podrán conferir otras competencias ya sea por razón de la materia,
grado o valor a otro órgano jurisdiccional. La competencia es prorrogable solamente
cuando en el caso concreto no prima el interés público y las partes, mediante un convenio
escrito, hayan elegido otro juez para que conozca el conflicto (expresa), o cuando una de
las partes realice actos que impliquen renunciar a la competencia del juez determinado
por ley y la otra no se oponga, ej. interponer demanda ante un juez incompetente y que el
demandado no se oponga (tácita).

3. Fundamentación de la competencia

El legislador ha considerado diferentes factores para fundamentar el reparto de la


competencia, entre ellos podemos mencionar a los siguientes:

a) Criterio institucional: existe un doble orden judicial fijado por la Constitución. Ello
da lugar a la justicia ordinaria de cada región y a la justicia nacional distribuida en todo
el país. La primera existe en virtud de la reserva efectuada por las regiones que poseen su
Poder Judicial.
La Competencia

b) Especialización y naturaleza de las causas: las diversas ramas del derecho se hacen
cada día más complejas por la mayor cantidad de situaciones que el ordenamiento jurídico
tiende a resolver y por las modificaciones sociales, económicas o laborales, ello permite
concluir que sería inconcebible que un magistrado tuviera que conocer todas las ramas
del derecho y resolver con serenidad y justicia en cada una de ellas. A través de la
competencia, a cada magistrado se facilita la tarea de comprender cuál es la naturaleza de
la cuestión a resolver, el objeto del litigio, el estado civil de las personas, el valor
económico de la pretensión. Esto es lo que se denomina competencia material y permite
dividir la jurisdicción en civil, comercial, familia, penal, laboral, etc.

c) Territorio: tampoco es posible que un mismo tribunal atienda los conflictos suscitados
en un extenso ámbito territorial o densamente poblado. Surge la competencia territorial
por la que se distribuyen zonalmente las causas de una misma materia entre diversos
tribunales. Esta distribución persigue la aproximación del tribunal a la persona, cosa o
hecho que debe considerarse como el centro del despliegue jurisdiccional en la
correspondiente causa. En razón del territorio, la competencia puede distribuirse por el
lugar de la cosa, el domicilio del demandado, el lugar de cumplimiento del contrato o el
lugar del contrato.

d) Funcional: este criterio se funda en la conveniencia de establecer la diversificación


del órgano jurisdiccional para el ejercicio de la función cognoscitiva y la ejecutiva. En
los sistemas que admiten más de una instancia, el criterio funcional se manifiesta en la
existencia de tribunales de mérito y tribunales de alzada. Se trata de la competencia por
razón del grado y en el fuero de familia permite distinguir entre los jueces de familia y
civil; en el fuero laboral entre el juez de conciliación y arbitraje; en el fuero civil entre el
juez de primera instancia y segunda instancia.

e) Turno: entre jueces de una misma circunscripción judicial que atienden la misma
materia y dentro del mismo grado, existe además otra división del trabajo en virtud de la
cual se distribuyen las causas que ingresan. Existen dos
La Competencia

métodos: la recepción de causas dentro de un período limitado de tiempo y la recepción


de un número determinado de causas (se utiliza en materia civil).

4. Clasificación

Se consideraba antiguamente dividida la competencia por razón de la materia, de calidad


de las personas, y su capacidad y finalmente por el territorio. Sin embargo, la clasificación
más aceptada es la considerada como la competencia objetiva en cuanto al valor y la
naturaleza de la causa; competencia territorial. Otras clasificaciones aunque tienen valor
doctrinario, no se ajustan a la realidad, a una sistemática clasificación como la
anteriormente mencionada.

4.1 La competencia objetiva

Es la que se encuentra determinada por la materia o el asunto, como la cuantía, elementos


determinantes. Así tenemos que para los asuntos civiles y comerciales en el país, son
competentes los jueces especializados en lo civil así como para los asuntos penales lo
serán los especializados en lo penal y para los asuntos laborales los que conocen de esta
especialidad, ahora incorporadas por tal razón dentro del Poder Judicial totalmente
unificado.

El criterio de cuantía es determinante para la competencia de un juzgado, pues mientras


esta cuantía sea mínima, tendrá la competencia el juez de paz, mientras que si pasa el
límite señalado establecido por la ley, será competencia del juez de Primera Instancia. En
nuestro ordenamiento procesal, se dan las reglas para determinar el valor del juicio, en
ese caso de dificultad, contenidas en los nuevos reglamentos procésales.

4.2 La competencia subjetiva

Consiste en la capacidad que tiene el titular del órgano jurisdiccional como persona sin
indicio de parcialidad. La competencia subjetiva se divide en
La Competencia

abstracta y concreta. La 1ra se refiere a sus capacidades profesionales (Lic. en Der., Ced.
Prof. Tit. Experiencia mínima acreditada, etc.). La 2da se refiere a su imparcialidad sin
sospecha (pariente, amigo íntimo, enemigo, socio, cónyuge, etc., de alguna de las partes.

4.3 La competencia funcional

Corresponde a los organismos judiciales de diverso grado, basada en la distribución de


las instancias entre varios tribunales, a cada uno de los cuales le corresponde una función;
cada instancia o grado se halla legalmente facultado para conocer determinada clase de
recursos (Primera Instancia, Corte superior, Corte Suprema).

Sin embargo, puede ocurrir, por excepción, que originalmente puede iniciarse una
controversia directamente en la instancia superior o suprema, justificado por cierta
situación en el juzgado de personeros del estado a quienes se les da un trato preferente,
como es el contemplado en el artículo 114 de la L.O del
P.J anterior.

Las disposiciones sobre competencia, son imperativas con lo que se quiere explicar que
deben ser atacadas necesariamente; si un tribunal carece de competencia, debe inhibirse
y los interesados en su caso están asistidos del perfecto derecho de ejercer los recursos y
acciones que creyeran convenientes.

Las normas pertinentes contenidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial, fijan en nuestro
país, los grados o instancias de los Juzgados de Primera Instancia, Cortes Superiores y
Corte Suprema.

4.4 Competencia Territorial.- Se justifica por razones geográficas o de territorio en la


que se encuentra distribuidos los juzgados y tribunales superiores de cualquier país; se
refiere a esta clase de competencia únicamente a los organismos de primera instancia
puesto que los tribunales superiores intervienen solo en razón de su función. El Perú esta
dividido en 20 distritos judiciales que no necesariamente corresponde a la división política
del país.
La Competencia

Antiguamente esta competencia se conocía con el nombre de fuero; había el fuero


general y el especial; el fuero general ha sido el domicilio del demandado en que podía
ser emplazado para cualquier clase de procesos; el fuero especial constituía la
excepción; a estos fueros se agregaban los fueros en razón de la persona o de sus
bienes.

En nuestro país, se acepta como norma general que el domicilio del demandado es el
componente para que se tramite legalmente un proceso civil o mercantil con
atingencias en cuanto al domicilio señalado en el Código Civil en sus artículos 33 y
siguientes, salvo las excepciones que pueden darse en los nuevos cuerpos legales
normativos.

Para los casos del fuero instrumental, o sea para la prestación de la obligación
contractual o cuasi contractual, se sigue la misma norma de ser competente el juez del
domicilio de la persona a la cual se demanda (domicilio del demandado), pero en
nuestro país puede a elección demandar ante el juez del lugar señalado para el
cumplimiento de la obligación; o ante el juez donde desempeña la administración, en
las demandas sobre rendición y aprobación de cuentas.

5.Principios que Regulan la distribución de la Competencia

LEGALIDAD: la competencia se caracteriza porque debe estar establecida por medio


de una ley. Le toca al(a la) legislador(a) hacer la delimitación en materia de
competencia. Lo anterior significa que es la ley, sea la L.O.P.J., códigos y leyes
especiales o el Procesal Civil o Penal, y no la jurisdicción, la que va a determinar lo
relativo a la competencia.

IMPRORROGABILIDAD: la competencia atribuida a los tribunales es


improrrogable; ningún juez(a) puede conocer un asunto que no sea de su competencia,
excepción hecha para el caso de la competencia territorial en material civil. Así lo
establece el artículo 33 del C.P.C. al indicar que solo es prorrogable la competencia
territorial en procesos civiles contenciosos. Por otro lado, la regla del proceso penal la
encontramos en el numeral 48 del C.P.P. Recientemente, por medio de la reforma de
1996, se ha establecido que solo los casos indicados en el artículo 30 del C.P.C. son
La Competencia
ahora improrrogables, a saber: interdictos, deslindes, divisiones de cosa común,
concursos, sucesiones y actividad judicial no contenciosa, así como el caso de las
cuentas de una administración, según menciona el artículo 27 de ese mismo cuerpo
legal; en los demás casos, según reza el artículo 35 del Código citado, se da la prórroga
tácita o expresa.

INDELEGABILIDAD: un(a) juez(a) que es competente para conocer de un asunto,


no se lo puede pasar a otro(a), si no es porque le asiste un impedimento para continuar
bajo el estudio de la causa. Con ocasión de este principio el(la) juez(a) no puede, pues,
encargar a un juzgado diferente el conocimiento del asunto. En este principio no se
incluyen las comisiones, que consisten en la ayuda o auxilio que se dan los diferentes
juzgados cuando no pueden realizar algún acto procesal por sí mismos; por ejemplo,
las notificaciones en territorios lejanos en donde hay otras oficinas judiciales. Esta
permisión se desprende de la parte final del artículo 165 de la L.O.P.J. que dice que
“el juez o jueza solo podrá conocer de los asuntos no sometidos a su competencia,
cuando le fuere legalmente prorrogada o delegada”. Asimismo, del artículo 36 del
C.P.C.

INMODIFICABILIDAD: consiste en que una vez que se fije la competencia en un


tribunal, esta no puede ser variada si no es por ley. PÚBLICO: significa que las
competencias están legalmente expresadas y, en principio, las partes no podrán
disponer de ellas. Sin embargo, esta indisposición de la competencia por parte de los
particulares es relativa y excepcional. Vistos los problemas desde el punto negativo,
resulta oficiosa cualquier declaración en torno al tema de la competencia. Por ello, los
órganos jurisdiccionales deben resolver acerca de su competencia en forma oficiosa,
sea atrayendo o remitiendo el asunto de que se trate. Esta característica la retoma el
artículo 169 de la L.O.P.J., al establecer que “cuando un funcionario o la funcionaria
estimare que es incompetente para conocer del asunto que se le somete, salvo el caso
de prórroga de competencia, lo declarará así de oficio y ordenará remitir el expediente
al funcionario o la funcionaria que a su juicio corresponda conocer. Si mediare
apelación de alguna de las partes o si, habiéndola, este último funcionario o la
funcionaria disintiere de esa opinión, será el superior de ambos quien decida la
competencia, sin más trámite y tan pronto como reciba los autos. El funcionario o la
funcionaria que, en definitiva, resulte competente continuará los procedimientos, si los
trámites señalados por la ley para el juicio fueren los mismos iniciados por el
funcionario o la funcionaria que se separó del conocimiento del asunto. En caso de no
ser así, repondrá los autos al estado necesario para que el proceso tome su curso
La Competencia
normal. La competencia entre autoridades administrativas y las judiciales se decidirá
en la forma que determinen los respectivos códigos procesales”.

5.1 Criterios para fijar la competencia

Siendo el principio de legalidad el determinante de la competencia; en los Art 6 y 7


del Código Procesal Civil vigente los que señalan la irrenunciabilidad y la
indelegabilidad de las mismas salvo casos expresamente previstos en la ley o en sus
convenios internacionales respectivos.

Los criterios para fijar competencia según el C.P.C son:

Materia

Territorio

Cuantia

Grado

Conexión
La Competencia

5.1.1 Competencia por razón de materia

Este criterio deduce el nacimiento de un derecho, en una determinada área, teniendo


trascendencia jurídica o consecuencia jurídica.

Diferenciar área civil con mercantil. Mercantil área cuantificada en masa, ejemplo
anuncios de periódicos, soluciones de problemas económicos, etc.

Cuando el instrumento sea un titulo valor será eminentemente mercantil por el ánimo de
lucro.

Actos neutros, contratos que surgen entre empresas mercantiles y un particular puede ser
competente el juez de lo civil como de lo mercantil.

Este factor se determina por la naturaleza de la pretensión procesal y por las disposiciones
legales que la regulan, resto es, se toma en cuenta la naturaleza del derecho subjetivo
hecho valer con la demanda y que constituyen la pretensión y norma aplicable al caso
concreto.

5.1.2 Competencia por razón de territorio

Por regla general el Juez competente para conocer es él del domicilio de la parte
demandada, Art. 35 y siguiente del código de procedimientos civiles.

La razón de ser de este tipo de competencia es la circunscripción territorial del juez


recogiendo el vigente CPC el criterio subjetivo y objetivo; en primer caso tiene en
consideración el domicilio de la persona o litigante demandado o por excepción
demandante, como por ejemplo en procesos sobre prestaciones alimenticias. En el
segundo prima el organismo jurisdiccional de la sala o tribunal como por ejemplo las salas
de la corte suprema tienen competencia en toda la República, en tanto que una sala
superior solo en el distrito judicial correspondiente y un juzgado correspondiente y un
juzgado de provincia tan solo ella.

Sin embargo este criterio territorial es flexible y relativo, admite por convenio que sea
prorrogado, a diferencia del criterio anterior que resultaba inflexible y absoluto.
La Competencia

El nuevo CPC contiene en relación al criterio de competencia territorial que tratándose


de personas naturales:

Si el demandado domicilia en varios lugares, pude ser demandado en cualquiera de ellos.

Si carece de domicilio o este es desconocido, es competente el juez del lugar donde se


encuentre o del domicilio del demandante, a elección de este ultimo.

Si domicilia el demandado en el extranjero, es competente el juez del lugar del último


domicilio que tuvo en el país.

Tratándose de personas jurídicas regulares demandadas es el juez competente el del lugar


en que la demanda tiene su sede principal sobre disposición legal en contrario y si tiene
sucursales en el domicilio principal o ante el juez de cualquiera de esos domicilios.

Para casos de personas jurídicas irregulares o no inscritas es el juez competente el del


lugar en donde se realiza la demanda.

Hay, así mismo, reglas para los casos de sucesiones demandadas, estableciéndose sobre
el particular que es el juez competente el del lugar en donde el causante haya tenido su
ultimo domicilio en el país señalándose que esta competencia es improrrogable.

Si se trata del Estado como demandado y no teniendo este privilegios de antaño en que
solo podía serlo ante jueces civiles de la Capital de la República, si el conflicto de
intereses tiene su origen en una relación jurídica de derecho público, es juez competente
el del lugar donde tiene su sede la oficina o repartición del Gobierno central, Regional o
Local.

Si tiene su origen el conflicto de intereses en una relación jurídica de derecho privado, se


aplicara las reglas generales de la competencia por razón de territorio.
La Competencia

Si se trata de órgano constitucional autónomo o contra funcionario público que hubiera


actuado en ejercicio de sus funciones, se aplicaran las normas anteriores.

La competencia para títulos de ejecución (Art. 713) si se trata de ejecución de resolución


judicial firme (Art. 714) se ejecuta ante el juez de la demanda.

Sin embargo, como se homologa a los "laudos arbítrales firmes" tal ejecución en caso de
incumplimiento y teniendo el juez exclusivamente

"Ius Imperium" Será competente el juez especializado civil del lugar donde se deba
ejecutar y funcionando la mesa de partes única como sede en la Capital de la República
el que por racionalización resulte pertinente ya que el factor anterior del "turno" ha sido
eliminado.

Finalmente dentro del criterio de la competencia territorial, tratándose de procesos no


contenciosos, es juez competente el del lugar del domicilio de la persona que lo promueve
o en cuyo interés se promueve salvo disposición legal a pacto en contrario.

5.1.3 Competencia por razón de Cuantía

En materia civil cuya cantidad no exceda de ¢ 10,000.00, ni sea de valor indeterminado,


conocerán los jueces de paz un juicio verbal. Art. 474 del código procesal civil.

Cuando en valor de la cosa litigada exceda de ¢10,000.00 y no pase de

¢25,000.00 conocerá el juez de paz de primera instancia en juicio sumario, Art. 512 del
código procesal civil.

Para un mejor entendimiento de este criterio debemos diferenciar los tipos de juicio
civiles, ya que estos se dividen en:
Ordinarios :

Es aquel en que se observan en toda su plenitud las solemnidades y trámites de derecho.


La Jurisdicción y Competencia

Extraordinarios:

Se dice aquel en que se procede con más brevedad y con trámites más sencillos. Estos se
dividen en:

- Ejecutivos: Las pretensiones del valor determinado sin importar la cantidad.


- Sumarios: De S/. 10,000.00 hasta S/. 25,000.00, conocerá el juez de primera
instancia.
- Verbales: Que no exceda de S/. 10,000.00 conocerá el juez de paz.

El criterio de la cuantificación del asunto o conflicto de intereses para fijar la competencia,


abarca de un lado de la cuantía propiamente dicha y de otro procedimiento en que se debe
sustanciar el caso en concreto.

Tratándose de sumas de dinero el índice de la Unidad Referencial Procesal (URP)


determina que hasta 50 URP es de competencia del juez de paz; sumas superiores
corresponden a los jueces especializados civiles.

Sin embargo como los procesos de conocimiento se subdividen en:

- De conocimiento propiamente dicho cuando la estimación patrimonial sea mayor


a las 300 URP
- Abreviado si la estimación patrimonial es mayor de 50 URP pero inferior a los
300 URP
- Sumarísimos en relación a la cuantía según disposiciones que el CPC señala al
respecto

La cuantía también es factor de competencia en los procesos ejecutivos y el índice


referencial esta referido a montos inferiores o superiores a las 50 URP.

También para loa procedimientos no contenciosos se tiene en cuenta tal limitación


cuantitativa referencial.
La Jurisdicción y Competencia

5.1.4 Competencia por razón de grado:

Denominado este criterio competencia funcional se relaciona con el nivel o jerarquía de


los organismos jurisdiccionales pues existen juzgados de primera instancia o
especializados civiles; Salas Civiles o mixtas de las cortes superiores (segunda instancia)
y las salas civiles de la Corte Suprema

que con fines exclusivamente académicos llamamos "tercera instancia" que ejercen su
función dentro del marco de las otras competencias.

Por lo general están considerados gradualmente y órganos superiores revisores y no


originarios, pero para ciertos asuntos como el caso de las acciones contenciosas
administrativas y responsabilidad civil (de índole indemnizatorio) son originarias.

La Ley Orgánica del Poder Judicial al respecto resulta conveniente consultarla y


prioritariamente la Constitución Política en cuanto a la organización básica del Poder
Judicial se refiere.

5.1.5 Competencia por razón de conexión

Tanto respecto de las "pretensiones" conexas por razón de litis consorcio o entre una
principal y otras accesorias, se presentan los casos que el principio de legalidad deba
normarse cuál es el juez competente.

El juez que debe conocer de los procesos a acumular también resulta de interés para
analizar la competencia por razón de conexión.

En todos estos casos orientan los principios de economía procesal y unidad de criterio
con la que deben resolverse los asuntos conexos.

Antes de ocuparnos de los cuestionamientos de la competencia, debemos señalar que el


nuevo CPC no regula ya como factor de competencia el criterio del turno tan conocido
antes en Lima y las principales ciudades del país, se ve el funcionamiento de una mesa de
partes única; se trata de una racionalización interna y los medios informáticos y los
medios informáticos así permiten así eliminar un régimen no compatible ahora con los
cambios
La Jurisdicción y Competencia

tecnológicos vigentes contemporáneos en la Administración de Justicia y al Proceso


Civil.

6. Cuestionamiento de la competencia

Superando los dos métodos de cuestionar la competencia civil que existe que
extensamente fue analizado con el Código de Procedimientos Civiles de 1912 derogado,
a través de la contienda de competencia y declinatoria de jurisdicción, en el nuevo código
de 1993, se distingue con nitidez que los factores y criterios del tema anterior por razón
de materia, cuantía, y grado son de carácter inflexible y absoluto dada su naturaleza
imperativa pero ello no ocurre en relación al territorio, por establecerse en función de las
partes y en exclusivo interés de las mismas.

Es así que la competencia territorial es susceptible de prorroga así como de renuncia y


puede ser reclamada y cuestionada por las partes en el proceso no solo como excepción
que es un medio de defensa que procede también otros factores, sino también mediante
la inhibitoria del juez que es lo que nos interesa acá, siempre que se plantee dentro de
plazo una vez recibido el exhorto de notificación.

Se trata de:

onflicto positivo de competencia:

El trámite de la INHIBITORIA consiste en que el demandado, notificado con la demanda


que desde luego ha sido admitida y procedente, puede acudir ante el juez que considera
competente para tal caso y le solicita que promueva la inhibitoria del juez ha ordenado
notificándolo con la demanda.

Es su derecho siempre que tal pedido de inhibitoria lo formule dentro de 05 días del
emplazamiento más el termino de la distancia y fundamentando su petitorio de inhibitoria,
adjunte los medios probatorios pertinentes o lo que nosotros denominamos prueba
periférica, coyuntural, especial o concreta solo a la "inhibición" y criterios legal sobre la
misma, teniéndose en cuenta que la "competencia" es uno de los presupuestos de todo
proceso civil.
La CompetenciaYElAbogadoenelProceso

Conforme al nuevo CPC el juez puede rechazar de plano la inhibitoria si se ha formulado


fuera de plazo, esto es, cuando es manifiestamente extemporánea y temeraria según el
Art. 38 del Código vigente.

La inhibitoria de ser admitida por el pretendido juez a quien el demandado acude se


tramita así:

Oficio al juez que conoce del proceso y le solicita que se inhiba

En el oficio le pide la remisión del expediente que incipientemente está tramitándose.

Le incluye en el oficio, copia certificada del escrito del litigante que solicita la inhibitoria
y que él ha admitido por considerarla procedente.

Según el Art. 39 del CPC además del oficio puede emplearse fax u otro medio moderno
de comunicación.

Como ya se tramita la inhibitoria en su sentido positivo el juez que conoce de la demanda,


que la califico preliminarmente y la admitió al enterarse del petitorio de inhibitoria, que
tiene que hacerle conocer a ello al demandante, pero además debe disponer la "suspensión
del proceso" que esta todavía incipiente.

Dependerá, en este estado, del allanamiento del demandante o su persistencia y a la vez


contradicción al petitorio de inhibitoria para una solución inmediata o que tenga que ser
"dirimida" la competencia por la Corte Superior o por la corte Suprema en su caso.

Conflicto negativo de competencia tiene lugar en los casos en que se produce declaración de
oficio de la incompetencia, pero aclaremos que abarca no solo al criterio o factor territorio,
sino a la inhibitoria de oficio por razón de materia y cuantía, sirviendo nuestros análisis y
casuística correspondiente
La CompetenciaYElAbogadoenelProceso

El CPC regula las costas, costos y multas en los conflictos de competencia en los Art 45
y 46, cuyo análisis, concordancia y comparaciones hechas en otras obras.

7. Prevención y competencia

Es el principio de nuestro derecho procesal el de la prevención en relación a la


competencia, especialmente funcional.

El juez que conoce primero, previene y le reconoce competencia por haber anticipado en
el conocimiento de la causa.

Resulta interesante la conjunción funcional de la 6ta Sala Civil de Lima, exclusiva en


casos de familia, para conocer y resolver cualquier otro asunto si antes previno.

Sin embargo debe tomarse en cuenta que la prevención no tiene lugar entre jueces de
distinta jerarquía y entre jueces de distinta "especialidad" (antes fuero).

En primera instancia la prevención solo es procedente por razón de territorio, si bien el C


de PC derogado reconocía a la prevención de la competencia en sus Arts 51 y 52,
confundía el instituto de la competencia con la "jurisdicción".

La Corte Suprema de nuestro país desde 1974, dispuso mediante circular que se aplique
el principio de la prevención en las salas de las cortes superiores, a fin de que prevengan
si por cualquier razón ya se conoce el caso.

El CPC vigente señala como efecto de la prevención que convierte en exclusiva la


competencia del juez en aquellos casos en que por mandato de la ley sean varios los jueces
que podrían conocer del mismo asunto y además por la realización de la primera
notificación que se haga en el proceso.

8. Competencia en el Derecho Procesal

Es la cualidad que legitima a un órgano judicial, para conocer de un determinado asunto,


con exclusión de los demás órganos judiciales de la misma rama de la jurisdicción.
La CompetenciaYElAbogadoenelProceso

Es la que indica el órgano judicial que ha de conocer de incidencias, recursos, segunda


instancia y recursos extraordinarios, así como de las medidas cautelares y de la ejecución
de las sentencias. Es decir, conduce a la determinación del concreto órgano jurisdiccional
al que corresponde conocer de aquellas materias, como consecuencia de un proceso ya
iniciado. Es la que determina el órgano que ha de actuar, ateniendo al objeto o la cuantía.
Sirve para establecer qué órgano judicial debe actuar entre los de la misma clase y grado,
en razón del territorio.

9. El principio de legalidad y la competencia civil en el CPC en vigor

Resulta pertinente en estos estudios de Derecho Procesal volver a referirnos al principio


de legalidad y la competencia civil.

La ley puede dar solución a problemas que tienen que ver con la competencia a la vez,
que con las leyes recientes como por ejemplo la del notariado que entre en otras
atribuciones típicamente notariales extendía labores que tradicionalmente desempeñaban
los juzgados en relación a la legislación de libros de contabilidad y que por tanto atribuir
a los notarios, dejaba a los juzgados civiles sin esta antigua función en el Derecho
Peruano.

En julio de 1995, por ley 26501 se establece que tanto los notarios como los jueces de paz
letrados son "competentes" para legalizar la apertura de libros contables, así como otros
libros que señala la ley según elección de usuario.

Indudablemente que si los usuarios optan por la competencia judicial en cuanto a la


legalización de tan importante documentación contable, deberá abonar tazas judiciales
respectivas.

Sin mayores estudios también, la competencia de los jueces peruanos pueden tener
modificaciones, si conforme a la ley 26131 que modifico a la ley de títulos valores 16587,
se pacta en tales títulos (letra de cambio y pagare) que se sometan a partes a determinada
competencia de jueces incluso fuera del país, tal como lo analizáramos, respecto a que se
encontrare el Art. 693 del Código Procesal Vigente.
La CompetenciaYElAbogadoenelProceso

10. Relación que existe entre jurisdicción y competencia

Jurisdicción: Decir o declarar algo. El todo de administrar justicia, Poder Genérico.

Competencia: Porción de la Jurisdicción, modo o manera como se ejerce la jurisdicción.


Facultad que tiene un juez para conocer un caso.

, pero tampoco son


contrarios por que la competencia es una parte fundamental dentro de la jurisdicción, ya
que la competencia es el modo o manera cómo vamos a ejercer esa jurisdicción de acuerdo
a las circunstancias concretas. (Materia, Cuantía o Grado.)
La CompetenciaYElAbogadoenelProceso

EL ABOGADO EN EL PROCESO CIVIL

En el proceso civil el abogado defensor se constituye en el asistente técnico de la parte que


interviene en el proceso.
Según el artículo 284° de la LOPJ, la Abogacía es una función social al servicio de la Justicia
y el Derecho y que toda persona tiene derecho a ser patrocinado por el Abogado de su libre
elección.
Según el artículo 1° del Código de Ética de los Colegios de Abogados del Perú, el Abogado
es considerado como un servidor de la justicia y un colaborador de su administración; y que
su deber profesional es defender, con estricta observancia de las normas jurídicas y morales,
los derechos de su patrocinado.
En ese sentido, según el mencionado Código, la misión fundamental del abogado consiste en
defender y aconsejar a sus clientes con diligencia y en sostener el derecho y la justicia. Debe
mantener incólumes el honor y la dignidad profesional. Debe actuar con prudencia, honestidad
y buena fe; no puede, por lo tanto, la comisión de actos dolosos, afirmar o negar con falsedad,
hacer citas inexactas, incompletas o maliciosas, ni realizar acto alguno que estorbe o
distorsione la recta administración de justicia. Falta gravemente al honor y a la ética
profesional el abogado que directa o indirectamente, soborne o corrompa a un empleado o
funcionario público o ejerza coacción sobre él que puede extraviar o perturbarlo en el fiel
cumplimiento de sus deberes. Ningún abogado debe ejercer influencia sobre el juzgador, sea
apelando a vinculaciones políticas o de amistad, usando recomendaciones, aprovechándose
de sus superiores jerárquicos o, en cualquier otra forma que no sea la de convencer con
razonamiento.
Como dice Couture “la abogacía es al mismo tiempo, arte y política, ética y acción”. Como
arte, tiene sus propias reglas, que no son absolutas, sino que están libradas a la actividad
creadora del hombre. Como política, es la disciplina de la libertad dentro de un orden. Como
ética, es un constante ejercicio de la virtud, de superar todo tipo de tentaciones. Como acción,
la abogacía es un constante servicio a los valores superiores que rigen la conducta humana.

FUNCIÓN SOCIAL DEL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA

La LOPJ en su artículo 284° nos dice que la Abogacía es una función social al servicio de la
Justicia y el Derecho.
Esto significa que el abogado debe vivir en, desde y para contribuir a preservar el sistema de
reglas que conforman la vida de interacción y conjugan la alteridad, orientándolo a la
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resolución del conflicto, a la evitación del conflicto y, cada vez más, a la prevención del riesgo
de conflicto.
Como manifiesta Hernández Gil, Decano del Colegio de Abogados de Madrid, la Abogacía
es antes que formalismo jurídico una sustancia social, es antes ejercicio de una actividad
esencial para la realización de la justicia y los valores y principios constitucionales que
titularidad de un conjunto de derechos y obligaciones frente al cliente o frente al Estado.
Por ello, toda persona tiene derecho a ser patrocinado por el Abogado de su libre elección. No
hay motivo para que una persona no encuentre el patrocinio de un abogado. Aunque una
persona no cuente con recursos económicos como para pagar los servicios de un Abogado,
como reza el artículo 7° del Código de Ética de los Colegios de Abogados del Perú, la
profesión de Abogado impone defender gratuitamente a los pobres, tanto cuando éstos se los
soliciten como cuando recaigan nombramientos de oficio. No cumplir con este deber,
desvirtúa la esencia misma de la abogacía.

REQUISITOS PARA EJERCER LA ABOGACÍA

Según el artículo 285 de la LOPJ, para patrocinar se requiere:

 Tener título de Abogado


 Hallarse en ejercicio de sus derechos civiles, y
 Estar inscritos en un Colegio de Abogados.

Asimismo, según el artículo 286 de la LOPJ, no puede patrocinar el abogado que:

 Ha sido suspendido en el ejercicio de la abogacía por resolución judicial firme;


 Ha sido suspendido en el ejercicio por medida disciplinaria del Colegio de Abogados
en donde se encuentra inscrito, o no se halle hábil conforme al Estatuto del respectivo
Colegio.
 Ha sido inhabilitado para ejercer la abogacía por sentencia judicial;
 Ha sufrido destitución de cargo judicial o público, en los cinco años siguientes a la
aplicación de la sanción; y
 Se encuentre sufriendo pena privativa de libertad.

DEBERES Y DERECHOS EN EL PROCESO

De acuerdo al artículo 288° de la LOPJ, son deberes del defensor:


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 Actuar como servidor de justicia y como colaborador de los magistrados


 Patrocinar con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y
buena fe.
 Defender con sujeción a las leyes, la verdad de los hechos y las normas del Código de
Ética Profesional.
 Guardar secreto profesional
 Actuar con moderación y guardar el debido respeto en sus intervenciones y en los
escritos que autorice.
 Desempeñar diligentemente el cargo de defensor de oficio, herencia y ausentes, para
el que se le ha designado.
 Instruir y exhortar a sus clientes para que acaten las indicaciones de los magistrados y
guarden el debido respeto a los mismos y a todas las personas que intervengan en el
proceso,
 Cumplir fielmente las obligaciones asumidas con sus clientes.
 Abstenerse de promover la difusión pública de aspectos reservados del proceso aún no
resueltos en que intervenga.
 Consignar en todos los escritos que presenta en un proceso su nombre en carácter
legible y el número de su registro en el Colegio de Abogados y su firma en los
originales, sin cuyo requisito no se aceptan el escrito.
 Denunciar a las personas que incurran en el ejercicio ilegal de la Abogacía.
 Ejercer obligatoriamente, cuando menos una defensa gratuita al año, según el reporte
que realice el respectivo Colegio de Abogados, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 289° de la LOPJ.

De acuerdo con el artículo 289° de la LOPJ, son derechos del Abogado patrocinante:

 Defender con independencia a quienes se lo soliciten en cualquier etapa del proceso.


 Concertar libremente sus honorarios profesionales.
 Renunciar o negarse a prestar servicio por criterio de conciencia.
 Exigir el cumplimiento de la defensa cautiva.
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 Informar verbalmente o por escrito en todo proceso judicial, antes que se ponga fin a
una instancia.
 Exigir el cumplimiento de los honorarios de despacho judicial y de las diligencias y
actos procesales.
 Ser atendido personalmente por los magistrados cuando así requiere el ejercicio de su
patrocinio.
 Recibir de toda autoridad el trato que corresponda a su función.

PARTICIPACIÓN Y CONDUCTA PROCESAL

El abogado participa en el proceso como asistente técnico de una de las partes en litigio. En
ese sentido, de acuerdo al artículo 109 del CPC debe:

 Proceder con veracidad, probidad, lealtad y buena fe en todos sus actos e


intervenciones en el proceso;
 No actuar temerariamente en el ejercicio de sus derechos procesales;
 Abstenerse de usar expresiones descomedidas o agraviantes en sus intervenciones;
 Guardar el debido respeto al Juez, a las partes y a los auxiliares de justicia;
 Concurrir ante el Juez cuando este los cite y acatar sus órdenes en las actuaciones
judiciales; y
 Prestar al Juez su diligente colaboración para las actuaciones procesales, bajo
apercibimiento de ser sancionados por inconducta con una multa no menor de tres ni
mayor de cinco Unidades de Referencia Procesal.

TEMERIDAD Y MALA FE PROFESIONAL

Según el artículo 112 del CPC se considera que ha existido temeridad o mala fe en los
siguientes casos:

 Cuando sea manifiesta la carencia de fundamento jurídico de la demanda, contestación


o medio impugnatorio;
 Cuando a sabiendas se aleguen hechos contrarios a la realidad;
 Cuando se sustrae, mutile o inutilice alguna parte del expediente;
 Cuando se utilice el proceso o acto procesal para fines claramente ilegales o con
propósitos dolosos o fraudulentos;
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 Cuando se obstruya la actuación de medios probatorios;
 Cuando por cualquier medio se entorpezca reiteradamente el desarrollo normal del
proceso; y
 Cuando por razones injustificadas no asista a la audiencia generando dilación.

RESPONSABILIDADES POR CONDUCTAS DOLOSAS O DE MALA FE Y PAGA


DE INDEMNIZACIÓN POR EJERCICIO ARBITRARIO O IRREGULAR DEL
DERECHO DE ACCIÓN

Según el artículo 110° del CPC, las partes, sus Abogados, sus apoderados y los terceros
legitimados responden por los perjuicios que causen con sus actuaciones procesales temerarias
o de mala fe. Cuando en el proceso aparezca la prueba de tal conducta, el Juez,
independientemente de las costas que correspondan, impondrá una multa no menor de cinco
ni mayor de veinte Unidades de Referencia Procesal. Cuando no se pueda identificar al
causante de los perjuicios, la responsabilidad será solidaria.
Asimismo, el artículo 111° del CPC, nos dice que además de lo dispuesto en el artículo 110,
cuando el Juez considere que el Abogado actúa o ha actuado con temeridad o mala fe, remitirá
copia de las actuaciones respectivas a la Presidencia de la Corte Superior, al Ministerio
Público y al Colegio de Abogados correspondiente, para las sanciones a que pudiera haber
lugar.

Conclusiones generales

 Que tanto la jurisdicción como la competencia está plenamente señalada en nuestra


constitución y que por lo consiguiente debe prevalecer sobre todo el territorio del
Pueblo salvadoreño y como tal, su voz y voluntad será la que la misma ley señale y
deberá ser aplicada por el sistema judicial en especial por los Jueces.

 Que cada uno de los órganos principales que conforman el Estado peruano tiene
su propia competencia y como tal cada uno tendrá su propia jurisdicción.
 Que tanto la jurisdicción como la competencia, son complementarias, ambas se
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ayudan y se necesitan mutuamente en la administración y aplicación de justicia.

 Que dentro de las facultades que tienen los jueces, está la de aplicar su jurisdicción y
competencia en un proceso dentro de lo que la ley señala.

 Que cada uno de los órganos principales que conforman el Estado Peruano tienen su
propia competencia y como tal cada uno tendrá su propia jurisdicción.

 Jurisdicción y competencia son pilares importantes para una correcta aplicación de


decisiones, lo que las hace débiles es la corrupta administración del sistema de nuestro
país.

Bibliografía Consultada:

a. CASARINO VITERBO, Mario. “Manual de Derecho Procesal”.

b. DIEGO PALOMO VELÉZ, “Ideas Básicas sobre la Jurisdicción Bases o Principios


del Ejercicio de la Función Jurisdiccional”.

c. CALAMANDREI, Piero, Instituciones de Derecho Procesal Civil, Según Nuevo


Código, (Trad. de Santiago Sentis Melendo), Buenos Aires, Ediciones Jurídicas
Europa – América, 1973, Vol I p. 182.

d. LEDESMA NARVAEZ, Marianella con colaboración de la Dra. Teresa Quezada


Martínez, Comentarios al Código Procesal Civil (Tomo III) 2006.

e. SÁNCHEZ VELARDE, Pedro. El Nuevo Proceso Penal, Idemsa, Lima, 2009.


La CompetenciaYElAbogadoenelProceso

f. SCHÖNBOHM HORST, Mixan Mass Florencio, Rodríguez Hurtado Mario,


Burgos Mariños, Victor. Teoría y Práctica para la Reforma Procesal Penal,
Ediciones BLG, Trujillo,2007.

g. ROSAS YATACO, Jorge. Manual de Derecho Procesal Penal, Jurista


Editores, Lima, 2009.

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