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Quarta feira, 3 de Abril às 18:30 h

Biblioteca Ángel Crespo

RELATOS DE JUAN RULFO - GUÍA DE LECTURA


“El Llano en llamas”, “No oyes ladrar los perros”,
“Talpa” y “Anacleto Morones”

ÍNDICE

1. Biografía
2. Juan Rulfo en Internet
3. Guía de lectura
1. Los relatos
2. Contexto histórico
3. Preguntas

1. BIOGRAFÍA

1918 Nace en Apulco, estado de Jalisco.


1923 Su padre, un antiguo terrateniente, es asesinado.
1927 Fallece su madre. Juan Rulfo y sus hermanos quedan bajo la custodia de la abuela
materna y pasan luego a un orfanato. Estudia contabilidad.
1934 Una larga huelga de estudiantes le impide ingresar en la Universidad de
Guadalajara. Publica sus primeros textos. Se instala en Ciudad de México, donde
intenta, sin éxito, ingresar en la Facultad de Derecho.
1936-46 Trabaja en la Secretaría de Gobernación como agente de inmigración.
1947 Contrae matrimonio con Clara Aparicio.
1953 Publica la recopilación de relatos breves El llano en llamas.
1955 Pública la novela Pedro Páramo.
1962 Ingresa en el Instituto Indigenista de México, institución en la que trabajaría
hasta su fallecimiento.
1970 Recibe el Premio Nacional de Letras.
1983 Es galardonado con el Premio Príncipe de Asturias.
1986 Fallece en Ciudad de México.
(Fuente: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/rulfo/obra.htm)

2. JUAN RULFO EN INTERNET

- Los cuatro relatos seleccionados (y los demás textos de Rulfo):

http://www.literatura.us/rulfo/llamas.html

http://www.literatura.us/rulfo/perros.html

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/rulfo/talpa.htm

http://lecturasindispensables.blogspot.com.br/2012/12/10-cuentos-de-juan-rulfo.html

- Entrevista de Joaquín Soler Serrano a Juan Rulfo en el programa "A fondo", de TVE en 1977:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=V74yJztkx-c

- El cuento Luvina en la voz de su autor: http://www.archivosonoro.org/?id=252

- Artículos sobre la obra de Juan Rulfo:

http://www.ucm.es/info/especulo/numero25/llano.html

http://www.literatura.us/rulfo/benedetti.html

http://www.literatura.us/rulfo/gordon.html

3. GUÍA DE LECTURA

3.1. Los relatos: “El Llano en llamas”, “No oyes ladrar los perros”,
“Talpa” y “Anacleto Morones”

Los cuatro relatos propuestos forman parte de la primera de las dos únicas obras del mexicano Juan Rulfo, titulada
El Llano en llamas y publicada en 1953.

Los diecisiete cuentos que componen la colección se centran en la miseria y la soledad del campo de Jalisco y,
mediante una magistral recreación del habla campesina, reviven en sus historias las relaciones entre los hombres y
las de estos con la tierra. Todas las narraciones giran en torno a la vida de los campesinos mexicanos: tierras secas,
maíz que no crece, polvo, viento sin sentido, crímenes mecánicos y primitivos, caciques, peregrinaciones y la miseria
silenciosa de estos hombres y mujeres del campo.

Aunque los cuentos alcanzan una significación universal como imagen de la desdicha humana, en todas sus
vertientes posibles, hay que reinsertarlos en el contexto concreto que el narrador elige: campesinos y hombres de
pueblo, sectores marginales de la población mexicana y a merced del expolio del sistema, que nunca se beneficiarán
de su propio trabajo.

De hecho, la obra de Rulfo se sostiene en difícil equilibrio entre los extremos del regionalismo y el universalismo,
realismo social y significación mítica. La lectura mítica convierte a los personajes en arquetipos, de modo que Pedro
Páramo no sería un simple cacique de una estructura económica neofeudal, sino, como dijo Carlos Fuentes, un
“Ulises de piedra y barro”, y la tierra calcinada, un edén invertido (Octavio Paz).

Por muy impregnadas de aparente irrealidad que estén sus narraciones, todas ellas son reflejo de un momento
específico de la vida mexicana: los años 50, el principio del brutal desarrollo, momento en que ya pocos se hacían
ilusiones sobre las consecuencias de la Revolución de 1910-1920.

Son cuentos breves, de extraordinaria y fecunda concisión, y al mismo tiempo, repletos de expresiones populares
que aparecen en boca del narrador participante: en general, un campesino.

Aunque se le podría acusar de estilo tremendista por los crímenes brutales que relata continuamente en su obra, la
narración nunca es brutal ya que los hechos se suavizan con elementos sencillos: una narración desapasionada, sin
saña, comparaciones jocosas (“dio dos o tres respingos como un pollo descabezado”) o elisiones (en ¡Diles que no
me maten! ninguna de las dos muertes aparece descrita).

3.2. Contexto histórico

Dos momentos de la historia mexicana son importantes para leer a Rulfo: los últimos años de la Revolución
Mexicana, incluida la Rebelión Cristera, y la década de los cincuenta, cuando publica sus dos únicas obras.

La Revolución mexicana fue un conflicto armado, iniciado el 20 de noviembre de 1910 con un levantamiento
encabezado por Francisco I. Madero contra el presidente Porfirio Díaz. Englobaba movimientos socialistas, liberales,
anarquistas, populistas y agrarios. Aunque en principio era una lucha contra el orden establecido, con el tiempo se
transformó en una guerra civil y suele ser considerada como el acontecimiento político y social más importante
del siglo XX en México.

A partir de los años veinte, se inició un proceso de afirmación e institucionalización de la Revolución que no implicó
la rendición de las armas, por lo que continuaron los levantamientos, entre ellos la importante –en el caso de Rulfo–
Rebelión Cristera.

La Constitución de 1917, es contraria a los intereses de la Iglesia y el gobierno de Calles adopta medidas
encaminadas a disminuir las actividades educativas de la Iglesia y, sobre todo, a eliminar por completo el culto
religioso. A instancias del propio Papa Pío XI, la Iglesia manifiesta su protesta y su actitud de desacato ante el poder
político. La respuesta de este supone un endurecimiento que lleva a la expulsión de sacerdotes extranjeros, al
encarcelamiento de obispos y curas y a la expropiación de conventos. El resultado es la Rebelión Cristera, un
enfrentamiento armado entre tropas federales y los soldados descalzos del ejército de Cristo Rey, que tiene lugar de
1926 a 1929.

“Por destruir nuestros templos sagrados / No podrán esos fieros tiranos / Arrancar de nuestra alma a Jesús”, era
uno de los muchos corridos que se repetían en aquella época. De hecho, la raíz de la violencia muda de los
personajes hay que buscarla en la realidad de este proceso revolucionario. El propio Rulfo lo explica en una
entrevista: “hombres aparentemente pacíficos, pero por dentro eran asesinos, traían los resabios de la revolución,
ese impulso; les había gustado la violencia, el asesinato, la violación”.

También en este periodo se crea la Secretaría de Educación (1921) y se inicia un movimiento de educación masiva
que hace que México se inunde de ediciones de Platón, Homero, Tolstoi y Shakespeare. Se hacen los grandes
murales (Orozco, Rivera, Siqueiros) y surge la novela de la revolución (Azuela, Guzmán, Muñoz, etc.) que se extiende
durante dos décadas.

Cuando se publican las dos obras de Rulfo, en los años cincuenta, México ya había recorrido un largo camino desde
la Revolución y habían terminado las luchas entre caudillos. El Estado se ha solidificado y se enorgullece de la
histórica nacionalización del petróleo por el presidente Cárdenas (1934-1940). El país está cambiando
aceleradamente y ha pasado de 20 millones de habitantes en 1940 a 30 millones en 1950. Todo ha crecido: el
ingreso nacional bruto, la producción industrial, la construcción, las universidades. Es el desarrollismo de la época
del presidente Alemán (1946-1952), que alienta las inversiones extranjeras y una gran centralización estatal. Se ha
entrado en la modernidad y la cultura también absorbe influencias extranjeras. Los intelectuales proponen un
nuevo lenguaje para un nuevo México y se deja atrás a Siqueiros y Rivera; llega Octavio Paz.

En este mismo momento se está produciendo también el despoblamiento del campo jalisciense, algo fundamental
para explicar la atmósfera desolada del paisaje rulfiano. La infertilidad de las tierras, la pobreza absoluta de los
personajes, el vagar constante hacia nadie sabe dónde, pueblos fantasmas habitados por mujeres de negro; todo
esto no proviene de la imaginación del autor, sino de la diáspora de campesinos hacia las ciudades y la frontera. Son
los efectos negativos de una revolución que no logró verdaderas reformas en el reparto agrario.

Referencias:

-Rulfo, Juan. Obra completa. Prólogo y cronología de Jorge Ruffinelli, Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1977.

-Rulfo, Juan. El Llano en llamas. Edición y prólogo de Carlos Blanco Aguinaga, Madrid: Cátedra, 1985.

3.3. Preguntas

1. ¿Te parece que tienen alguna relación los cuatro cuentos seleccionados?

2. ¿Cómo se refleja el tema de la violencia en el cuento El Llano en llamas?

3. ¿Quiénes son los protagonistas de No oyes ladrar los perros? ¿Cómo describirías esa relación?

4. La peregrinación a Talpa aparece como la excusa perfecta para deshacerse del enfermo, ¿consideras brutal el
tratamiento de la enfermedad y la muerte?

5. Anacleto Morones es uno de los pocos cuentos en los que aparece el humor, ¿qué momentos te parecen más
divertidos?

6. Prácticamente todos los cuentos tienen lugar en un mismo escenario: el campo del estado de Jalisco (México).
¿Cómo lo describe el autor? ¿Te parece que tiene algún simbolismo?
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