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“Fitosanitarios residuo cero para el control de Pseudomonas

corrugata en la producción de tomate tipo uva (Solanum


lycopersicon L.) en invernadero”

Que presenta:

Juan Pablo Tehuacatl Xalamihua

TFM para acceder al título de:

“Máster en Producción Hortofrutícola”

Director:
Dr. Luis Daniel Ortega Martínez

Junio de 2016.
1. INTRODUCCIÓN

La soberanía alimentaria es un tema que ha cobrado tal importancia que se ha


vuelto un asunto de seguridad nacional; ante tal escenario, en México, la Secretaría
de Agricultura (SAGARPA) puso en marcha la Estrategia Nacional de Agricultura
Protegida, la cual se define como el sistema de producción que permite modificar el
ambiente natural en el que se desarrollan los cultivos hortícolas, con el propósito de
alcanzar un crecimiento óptimo y con ello un alto rendimiento (Sánchez, 2008).

El desarrollo histórico de esta actividad ha mostrado que este tipo de agricultura ha


sufrido cambios significativos en cuanto a la concepción de producir alimentos;
incluyendo además de los elementos del clima, la nutrición de los cultivos, control de
plagas mediante el uso de plaguicidas o por control biológico, enfermedades y la
economía en el uso de los recursos hídricos (Tognoni, 2003).

Las características de los invernaderos confieren condiciones ideales bióticas y


abióticas para las plantas reflejadas en un mejor crecimiento y desarrollo. Sin
embargo, estas condiciones son ideales para la expresión y desarrollo de
organismos tanto benéficos como perjudiciales, por lo que se originan plagas y
enfermedades que implican mayor riesgo económico por tratarse de un sistema
intensivo de producción. Por tal motivo, se recurre de manera continua a diferentes
agentes químicos para la eliminación de dichos riesgos entre los que destacan los
plaguicidas (Muiño et al., 2007).

Los plaguicidas representan una de las familias de agentes químicos más


empleadas por el hombre, y se considera la medida más eficiente para el control de
plagas agrícolas. Son utilizados ampliamente en todo el mundo, sin embargo, la
exposición a éstos sigue siendo un problema importante de contaminación al
ambiente y daños en la salud de los seres humanos (Bortoli et al., 2009; Muñoz,
2011).

Los plaguicidas se han agrupado en insecticidas, acaricidas, herbicidas,


nematicidas, fungicidas, molusquicidas y rodenticidas. La Organización Mundial de
la Salud, hace su clasificación en función del riesgo que implican para la salud. Esta
clasificación ordena la toxicidad en números del I al IV: extremadamente tóxicos,
muy tóxicos, moderadamente tóxicos y ligeramente tóxicos (CICOPLAFEST, 2004;
WHO, 2009). Sin embargo, la manera más frecuente de clasificarlos es con base en
su estructura química, identificándose cinco grupos principales: organoclorados,
organofosforados, carbamatos, piretroides y triazínicos, y actualmente los
denominados neonicotinoides (Calderón et al., 2012).

Las exposiciones ocupacionales a plaguicidas ocurren en agricultores, jornaleros de


campo, obreros industriales, exterminadores de plagas, trabajadores de
invernaderos, entre otros, por el uso de estos productos. De igual forma, la población
en general está expuesta a través de las cadenas tróficas al consumir alimentos
contaminados por estos compuestos, por el empleo de insecticidas de uso
doméstico, por dispersión en el ambiente, etcétera (Bolognesi, 2003; Guillén, et al.,
2003).

1
En los invernaderos, la circulación de aire es insuficiente, provocando que se
incremente la concentración del dióxido de carbono, la humedad relativa y la
temperatura. Asimismo, es frecuente que los jornaleros no respeten o no conozcan
las instrucciones de uso y manejo de los plaguicidas, lo que aumenta la exposición,
el riesgo y la probabilidad de afectación para la salud de las personas que trabajan
en ellos (Acaccia, 2003; Sammons et al., 2005).

A pesar del alto riesgo que se presenta por el uso de los plaguicidas en invernadero,
en México existen pocos reportes de intoxicaciones provocadas por estos
compuestos en los trabajadores agrícolas (Durán y Collí, 2000), quienes por sus
condiciones sociales, laborales y culturales minimizan el riesgo para su salud (Haro,
et al., 2002), o bien, ignoran el peligro que enfrentan y que pone en riesgo su vida
(Tinoco y Halperin, 2001). Hay además, fallas de operatividad en la legislación
vigente que está orientada a sólo regular el registro y comercialización de los
plaguicidas (Ruiz, et al., 2011).

Además de la gran cantidad de productos que se aplican, existe el problema de la


recolección, tratamiento y disposición final de envases vacíos de plaguicidas y
residuos sólidos y biológicos que se generan en invernaderos, pues se estima que
originan 0.1 toneladas de residuos plásticos por ha y año (Ferrer y Dolores, 2010;
Martínez et al., 2009).

Por el daño de plaguicidas, en el cultivo de tomate, se emplean estrategias agrícolas


sustentables como el manejo integrado de plagas, el control biológico, el uso de
biofertilizantes, variedades tolerantes, portainjerto, biofumigación, solarización,
cultivos sin suelo, entre otros, ya que este tipo de manejo repercute en beneficios
para el hombre, así como para el balance ecológico y agroecológico (Tello, 2003).

Otra alternativa que puede incluirse en el manejo integrado de plagas y


enfermedades es el uso de fitosanitarios de “residuo cero” o productos sin residuos
de plaguicidas. Este enfoque es prácticamente nuevo para la agricultura en México,
por lo que hay escasa investigación científica. Los ingredientes que contienen son
extractos de plantas que son fácilmente degradados y pueden emplearse incluso el
mismo día de la cosecha. Entre otras ventajas, respetan a la fauna benéfica, no
representan riesgos de peligro para los operarios y abren las posibilidades de
competir en mercados exigentes en alimentos altamente seguros.

Algunos de los principales patógenos en el cultivo de tomate son de origen


bacteriano, el productor recurre a aplicaciones de antibióticos que pueden utilizarse
solos o en mezcla con algún compuesto de cobre. Entre los bactericidas
mayormente utilizados se encuentran, la oxitetraciclina, sulfato de gentamicina,
kasugamicina, estreptomicina, entre otros. Sin embargo, cuando existe un manejo
incorrecto de estos productos, debido principalmente a la sobredosificación y la
aplicación inadecuada, se origina resistencia por parte del o los patógenos;
McManus et al. (2002) menciona que la resistencia de los fitopatógenos a la
oxitetraciclina se presenta en casos raros, pero la aparición de cepas resistentes a la
estreptomicina de Erwinia amylovora, Pseudomonas spp. y Xanthomonas
campestris ha impedido un buen control de dichas enfermedades que son de gran
importancia. Por otro lado, pueden ocasionar la presencia de residuos de plaguicidas
en las frutas y las hortalizas. Ello origina riesgos para la salud humana y también

2
afecta la comercialización en diferentes mercados mundiales (Guerrero, 2003). Los
residuos de agroquímicos contaminan los ecosistemas del suelo, agua y aire; tienen
efectos nocivos contra microorganismos, polinizadores, los seres humanos, peces,
anfibios, aves, etc. (Gill y Garg, 2014).

Por lo antes mencionado el objetivo de este trabajo es compartir experiencias sobre


el manejo de Pseudomonas corrugata en el cultivo de tomate tipo uva en
invernadero con tecnología intermedia mediante el empleo de fitosanitarios de
residuos cero; se contempla también el manejo climático del invernadero así como
las prácticas de manejo realizadas y la nutrición del cultivo.

2. ANTECEDENTES

Las bacterias en el cultivo de tomate constituyen enfermedades de gran importancia


económica y amplia difusión mundial, se han mencionado en asociación con
diferentes patógenos bacterianos, entre los que se incluyen Pseudomonas corrugata
Roberts y Scarlett, Pseudomonas cichorii, Pseudomonas viridiflava, Pectobacterium
carotovorum subsp. carotovorum (syn. Erwinia carotovora subsp. carotovora),
Pectobacterium atrosepticum (syn. Erwinia carotovora subsp. atroseptica) y
Pseudomonas mediterranea, nueva especie propuesta luego de la reclasificación de
cepas europeas de Pseudomonas corrugata (Catara et al., 2002).

El control de bacteriosis causada por Pseudomonas corrugata presenta dificultades


debido a que el patógeno se sitúa en tejidos internos poco accesibles a la acción de
antibióticos; no obstante, el éxito en el control de esta enfermedad en los
invernaderos de la ciudad de Atlixco, Puebla se basa en el control climático del
invernadero, monitoreo constante del cultivo, labores culturales realizadas
puntualmente, así como las buenas prácticas agrícolas supervisadas y con el apoyo
de aplicaciones vía riego y foliar de fitosanitarios que no contaminan la producción
de tomates de especialidad que son exportados a Estados Unidos.

El manejo de clima en invernadero es determinante para el desarrollo de hongos y


bacterias; los problemas pueden ser graves si la humedad relativa es superior al
95% por períodos largos, particularmente en la noche ya que esto favorece el rápido
desarrollo de enfermedades causadas por hongos por ejemplo Botrytis cinerea
(Kittas et al., 2012). Cuando hay una gran diferencia entre la temperatura del día y la
noche, altos niveles de humedad relativa y excesiva fertilización con nitrógeno se
favorece el desarrollo de Pseudomonas corrugata (Molan et al., 2010); mientras que
Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis se desarrolla a temperaturas entre
24-32 °C y poca luminosidad (García, 2009).

2.1. El empleo de extractos de plantas para la protección de los cultivos

Desde la antigüedad se ha comprobado que determinadas plantas se protegen


mejor que otras de sus depredadores. Parece ser que este hecho se debe a la
acción de mediadores químicos que tienen una amplia variedad de efectos de
carácter defensivo frente a insectos perjudiciales. Se tiene registro de 2.000
especies vegetales dotadas con propiedades insecticidas. Chinos, griegos y
romanos utilizaban, junto al azufre y el arsénico, plantas o extractos de plantas para
el control de plagas y enfermedades en sus cultivos. Por lo tanto resulta difícil saber

3
dónde y en qué momento empezaron a utilizarse por primera vez de forma
sistemática las plantas o sus extractos para la protección de los cultivos (Bengochea
et al., 2014).

En el siglo XVIII grandes naturistas como Buffon, Linneo y Reaumur plantearon las
bases del conocimiento científico en el campo de la fitoprotección, mediante la
integración de tóxicos vegetales o minerales, aceites, alquitranes, caldos, entre
otros. El siglo XIX se caracterizó por el uso de aceites y las moléculas obtenidas a
partir de plantas, alcaloides como la nicotina extraídos del tabaco Nicotiana
tabacum, N. rustica y N. glauca (Solanaceae), la anabasina Anabassis aphylla
(Chenopodiaceae), la nornicotina Duboisia howoodi, la veratrina Veratrum álbum
(Liliaceae) y la rianodia Ryania speciosa (Flacourtiaceae). Otras moléculas como la
rotenona, los rotenoides, piretrinas y los aceites minerales fueron utilizadas como
repelentes o productos tóxicos para las plagas (Mendoza, 2010).

2.2. El redescubrimiento de moléculas fitoquímicas

El daño que ocasionan los plaguicidas en la salud y medio ambiente, además de las
resistencias de las plagas sirvieron de fundamento para renovar el interés por las
moléculas presentes en las plantas. En una nueva etapa sustentada en el estudio
detallado de las relaciones planta-insecto se desarrolló tecnología que permitió el
análisis sofisticado de las moléculas fitoquímicas, como ejemplos: surgió la síntesis
de los piretroides a partir del piretro, la extracción de las moléculas con múltiples
modos de acción del nim (Azadirachta indica) y la elaboración de productos
comerciales a partir de esta planta. Su rápida degradación y mínimo impacto
negativo tanto a la salud humana como al ambiente hacen que los productos de
origen vegetal utilizados en la fitoprotección sean una alternativa menos riesgosa y
mayormente sostenible (Murray, 2006).

El control de bacterias fitopatógenas mediante los extractos vegetales se debe


principalmente a la acción fundamental de los aleloquímicos, los cuales son
considerados metabolitos secundarios que se lixivian de las plantas por diferentes
vías. La alelopatía ha probado ser una alternativa como método de control de
plagas, enfermedades y malezas. La introducción de esta nueva tecnología pudiera
reducir las pérdidas causadas en la agricultura, proporcionando protección a los
cultivos, que son menos dañinos y muchos más fácilmente degradables, lo que
implica menor contaminación al ecosistema (Koul y Walia, 2009). Los efectos de los
extractos utilizados para el combate de plagas y enfermedades responden gracias a
los compuestos químicos celulares (metabolitos secundarios): alcaloides,
aminoácidos, flavonoides, fenoles, quinonas, taninos y terpenos (Ringuelet y Viña,
2013). El efecto de extractos de ciertos vegetales tales como el ajo (Allium sativum)
y la cola de caballo (Equisetum arvense) en el control de enfermedades fungosas y
bacterianas en plantas es conocido mundialmente (Puente et al., 2003).

Existen productos secundarios de fermentación de actinomicetos, la mayoría de


Streptomyces spp., algunos de ellos se han comercializado y usado ampliamente
como fungicidas agrícolas en Japón y en menor medida en otras partes del mundo.
Estos compuestos se consideran antibióticos, que no son aceptados para la
agricultura ecológica en los EE.UU., a excepción de estreptomicina para el control
del fuego bacteriano en manzanas y peras. Otros bactericidas provenientes de

4
actinomicetos son: blasticidin-S, del actinomiceto del suelo Streptomyces
griseochromogenes; kasugamycin a partir de Streptomyces kasugaensis;
mildiomycin, proveniente del actinomiceto del suelo Streptoverticillium rimofaciens;
natamycin, proveniente de Streptomyces chattanoogensis; Streptomyces rimosus
produce la oxytetraciclina; las polioxinas, aislados como metabolitos de
Streptomyces cacaoi; estreptomicina a partir de Streptomyces griseus y validamicina
producida por S. hygroscopicus (Dayan et al.,2009).

2.3. Algunos casos de investigaciones recientes

En 2009, Balestra et al. reportaron en Italia los útiles efectos de los extractos de
Allium sativum y Ficus carica para proteger el cultivo de tomate en invernadero
contra Pseudomonas syringae pv. tomato, Xanthomonas vesicatoria y Clavibacter
michiganensis subsp. michiganensis. En Venezuela, Chirinos et al. (2013) evaluaron
el efecto bactericida de 16 extractos de plantas en el control de las bacterias
fitopatógenas del género Xanthomonas; de todos los extractos vegetales probados,
solo cuatro de ellos demostraron inhibición significativa del crecimiento de la
bacteria X. axonaphodi pv. manihotis estos son: Syzygium cuminiL, Mespilus
germanica L, Pinus pinea L y Cassia javanica L. Para Xanthomona sp. los extractos
que lograron controlarla fueron Salix babilonica L, Syzygium cumini L, Mespilus
germanica L, Tamarindus indica L, Solanum nigrum, Passiflora edulis L y
Anacardium occidentale-Quercus coccifera L. Los extractos de Mespilus germánica
L y Syzygium cumini L. poseen un gran potencial para el control de bacterias del
género Xantomonas. En México, se ha evaluado la efectividad antibacteriana de
extractos de gobernadora (Larrea tridentata) y de cáscara de nuez (Carya illinoensis)
con efecto inhibitorio frente a Pseudomonas cichorii y Xanthomonas axanopodis pv.
vesicatoria (Osorio-Hernández, et al., 2014). En Argentina Corzo, et al. (2009)
encontraron que el extracto etanólico del “algarrobo blanco” (Prosopis alba) inhibe el
crecimiento de las cepas Pseudomonas aeruginosa, Pseudomonas corrugata y
Agrobacterium tumefasciens. En Reino Unido, Ahameethunisa y Hooper (2010),
publicaron que la presencia de los compuestos biológicos de Artemisia nilagirica
como alcaloides, aminoácidos, flavonoides, fenoles, taninos y terpenoides podrían
ser posibles alternativas al control químico tradicional de patógenos clínicos y
bacterias fitopatógenas.

3. CASO PRÁCTICO EN ATLIXCO

El presente trabajo se desarrolló junto a las actividades realizadas en el manejo del


cultivo de tomate tipo uva en la finca Hortisen de Atlixco, con ubicación en Atlixco,
Puebla, México; situado a los 18° 55’48’’ de latitud Norte y 98°27’ longitud Oeste, a
una altura de 1914 msnm.

3.1. Descripción de las instalaciones

La finca cuenta con 6.1 ha de invernadero de tecnología intermedia. El módulo


donde se llevó a cabo el trabajo práctico es de 2 ha y tiene las siguientes
características:

5
El invernadero es tipo multitúnel con arco gótico el cual consta de 20 túneles de 8 m
de ancho cada uno y 125 m de largo, la altura a la canaleta es de 4.5 m, mientras
que a la cenital son 6.7 m y cada túnel tiene una ventana cenital de 1.5 m.

En cuanto al equipamiento de riego y control climático, cada módulo se maneja


desde una caseta en donde se encuentra instalado el cabezal de riego que consta
de equipo de bombeo, filtrado, contador de caudal, inyección de fertilizantes, entre
otros componentes y todo ello es controlado por un programador electrónico. Las
líneas de riego están conformadas por tubería de polietileno de 16 mm con gotero
individual de 2.2 L/h y en cada maceta van colocadas 2 piquetas. También se cuenta
con un controlador para el control climático, el cual está conectado a la estación
climatológica y a las sondas de temperatura y humedad relativa de cada
invernadero; resulta una herramienta importante para el manejo de ventanas
cenitales, cortinas laterales, recirculadores, nebulización y calefacción de acuerdo a
las condiciones o características que son programadas para el buen crecimiento y
desarrollo de las plantas. El invernadero está equipado con 40 recirculadores para
promover la ventilación forzada. Tanto el controlador del riego como de clima se
conectan a una computadora para el monitoreo constante y registro de la
información.

3.2. Descripción del cultivar Sweetelle

El cultivar Sweetelle, sin injertar; presenta un promedio de 8 °Brix de dulzura. Es una


planta abierta, vigorosa y muy productiva, larga vida de anaquel; crecimiento
equilibrado y una caída mínima de fruto. Resistencias a Ff (Fulvia fulva): 1-5; Fol
(Fusarium oxysporum f.sp. lycopersici): 1 y ToMV (Virus del Mosaico del Tomate): 0-
2, también presenta resistencia intermedia a M (Meloidogyne arenaria, Meloidogyne
incognita, Meloidogyne javanica).

3.3. Descripción del sustrato

El sustrato que se utilizó es perlita tipo B1216. Se emplean 16 litros de perlita por
maceta y se colocan 2 plantas guiadas a doble tallo por cada contenedor.

3.4. Fertilización del cultivo

La fertilización se realizó mediante una solución nutritiva balanceada y se adecuó


conforme a sus requerimientos en las diferentes etapas de desarrollo (Cuadro 1), el
monitoreo de la concentración de nutrientes (mediante equipo portátil) en la solución
de entrada y drenaje, también se realizó el monitoreo en el extracto celular de
peciolo. Para asegurar una fertilización óptima, también se recurrió a los análisis de
laboratorio tanto de savia como de solución nutritiva.

Cuadro 1. Concentración de iones en la solución nutritiva para el cultivo de tomate


tipo uva cv. Sweetelle en diferentes etapas de desarrollo.
Ion Etapa previa a la Inicio de Etapa general
cosecha producción
----------------------------------- me/L --------------------------------------
NO3- 6.5 8 10.5
NH4 + 0.44 0.5 0.5

6
H2PO4- 2 2 2
K+ 7 8 9
Ca2+ 8 9 10
Mg2+ 4 4 4
SO42- 8.6 8.3 7.8
HCO3- 0.5 0.5 0.5
Cl- 3 4 4
CE (dS/m) * 1.94 2.3 2.5
*Para obtener la CE en gotero se sumó 0.18 dS/m, dada por el Na en el agua de
riego.

Para el suministro de microelementos se utilizó una mezcla compuesta por 7.5% de


Fe, y para complementar los requerimientos de B y Zn se agregaron a la solución
nutritiva 0.8 g/m3 de solubor y 0.2 g/m3 de sulfato de cinc.

3.5. Manejo del balance del cultivo

Las estrategias que se utilizaron para manejar el balance del cultivo se enfocaron en
mantener constantemente el sabor dulce del fruto; el cultivo se mantuvo reproductivo
con vigor; sin llegar a ocasionar grandes cambios que generaran estrés en la planta.
En el Cuadro 2 se describen las principales acciones que se realizaron para el
manejo del cultivo tomando en cuenta las condiciones climáticas de la región de
Atlixco, Puebla.

Cuadro 2. Manejo del balance cultivo de tomate tipo uva cv. Sweetelle.
Parámetros Acciones
Clima:
Temperatura de las 24 horas 20 – 21 °C
Déficit de Presión de Vapor (VPD) 1.8 – 2.1 kPa
Ventilación No agresiva
CO2 400 ppm
Fertirriego:
CE en el riego 2.5 dS/m
CE en el sustrato 3.5 – 4 dS/m
Frecuencia de riego 15 – 24 riegos (invierno – primavera)
Volumen de riego 100 ml/planta/riego
Comienzo y término del riego 250 watts/m2
Labores culturales:
Número de hojas 12 – 17 (invierno – primavera)
Manejo de ‘hoja bandera’ Cada 21 días (clima seco)
Raleo de frutos Sólo en casos necesarios

3.6. Control fitosanitario

Un problema fitosanitario que se presentó fue verticilosis (Verticillium spp.), para ello,
dentro del manejo preventivo para las enfermedades de raíces se incorpora vía riego
cada quince días Trichoderma harzianum y Bacillus subtillis como inductores de
resistencia; también es importante la adecuada gestión del riego y drenaje para
mejorar la aireación en el medio radical. El segundo problema fitosanitario con el

7
cual se tuvo que trabajar fue bacteriosis ocasionada por Pseudomonas corrugata,
del cual abordamos en el presente trabajo.

3.6.1. Características de la enfermedad

Pseudomonas corrugata Roberts y Scarlett es


una bacteria con forma bacilar, Gram-
negativa, con flagelos polares que le permiten
desplazarse, estrictamente aeróbica y quimio-
organoheterótrofa. Forma colonias de forma
arrugada que pueden evolucionar a lisas, en
distintos medios. Algunas cepas producen
pigmento amarillo, verdoso o anaranjado en
ciertos medios de cultivo, pero no
fluorescente. Esta enfermedad puede afectar
también a los vasos, con coloración variable
de parda a casi negra; clorosis de las hojas Imagen 1. Perspectiva general del
más jóvenes, pudiendo llegar a afectar a la daño de P. corrugata en tallos de
parte superior de la planta; manchas oscuras tomate tipo uva.
en tallo, en algunos casos se observan raíces
adventicias como consecuencia de las infecciones. (Melgarejo, et al., 2010).

La sintomatología de P. corrugata se presentó en la etapa de producción, se


empezaron a desarrollar pequeñas manchas oscuras en la corteza exterior del tallo,
mismas que continuaban extendiéndose con el paso de los días cada vez que las
condiciones climatológicas eran óptimas para
el desarrollo de esta bacteria (Imagen 1). Las
lesiones no invadieron al sistema vascular de
la planta. Sólo en las zonas con mayor
humedad del invernadero las hojas mostraron
manchas oscuras con áreas cloróticas (Imagen
2). Otro síntoma muy visible que se presentó
fue la formación de llagas en tallos, pecíolos y
pedúnculos de las cuales se observó un
exudado de color blanco a cremoso-amarillento
(Imagen 3), se presentó con mayor intensidad
cuando las condiciones de humedad relativa
Imagen 2. Tallo y hoja afectada eran cercanas al 100% con temperaturas por
por la bacteria P. corrugata. debajo de 12 °C.

3.6.2. Control de Pseudomonas corrugata

El manejo preventivo de enfermedades es clave para el éxito de cualquier sistema


de producción hortícola. Durante el ciclo de cultivo, en la época otoño-invierno es
donde mayormente se reúnen las condiciones para que P. corrugata se exprese e
inicie su crecimiento y desarrollo; por ello constantemente se trabajó en mantener la
ventilación adecuada; las ventanas cenitales y laterales permanecieron abiertas y se
cerraron sólo si la temperatura era menor a 8 °C. Así mismo el controlador activó los
recirculadores para evacuar la concentración de humedad relativa alta.

8
Cuando el clima dentro del invernadero se
encontraba con DPV cercano a 0 kPa, se
suspendieron las podas y deshojes y se
reanudaron una vez que las condiciones
fueran adecuadas con el fin de evitar que
cualquier herida en la planta permaneciera
abierta por mayor tiempo y fuera el vehículo
de entrada de enfermedades.

La gestión del riego además de mantener el


balance hídrico del cultivo juega un papel
fundamental en la sanidad general de las
plantas. En invierno, para evitar una mayor
acumulación de vapor de agua en el Imagen 3. Presencia de exudados
invernadero, la aportación de riegos se de color blanco-cremoso; más
suspende 3 horas antes del ocaso, con una adelante se torna a un color café
radiación instantánea de 450 watts/m2 claro.
aproximadamente.

Para promover la inducción de resistencia de las plantas al ataque de


enfermedades, se realizaron aplicaciones cada quince días de Bacillus subtilis y
Trichoderma harzianum. En este mismo sentido, es fundamental mantener las
plantas con un balance nutricional, para ello cada semana se analiza mediante
equipo portátil los niveles de nitrógeno, potasio y calcio tanto en extracto celular de
peciolo (ECP) como en la solución de entrada y salida. Encontramos que el cultivo
de tomate tipo uva cv. Sweetelle se mantiene con buen vigor manteniendo los
siguientes niveles en ECP: 800 – 1000 ppm de N-NO3, 4500 – 5500 ppm de K+ y 150
– 220 ppm de Ca++.

El día 29 de octubre de 2014 se registró una temperatura mínima de 7.5 °C en el


interior del invernadero, por lo que previamente se realizó una aplicación preventiva
con productos a base de cobre y cinc para evitar alguna infección mayor.
Posteriormente se llevaron a cabo una serie de aplicaciones para el control de P.
corrugata (Cuadro 3) en las que destacamos que en su gran mayoría se emplearon
productos con ingredientes que no dejan residualidad; solamente se realizó una
aplicación vía riego con sulfato de estreptomicina el día 13 de noviembre, el cual
tiene autorización con 0.25 ppm para el mercado de los EEUU (Global MRL
Database, 2016).
Una vez transcurridos los meses de menor temperatura que en la región de Atlixco
abarca de octubre hasta abril, no se realizaron más aplicaciones de fitosanitarios
para controlar bacterias, esto es debido a que la humedad relativa disminuye por lo
cual no es propicio para el desarrollo de estos patógenos.

Cuadro 3. Aplicaciones de fitosanitarios utilizados para el control de Pseudomonas


corrugata en el ciclo de cultivo 2014-2015.
Fecha Producto I.A. Dosis Forma
23-10-14 Cudam Cobre complejado 5% 2.5 ml/L foliar
Z-Max S, Cu, Mn, Zn 2.5 ml/L foliar
05-11-14 Biobacter 0 Bacillus spp, 1.5 ml/L foliar
Aceite de Lippia graveolens,

9
Extracto de Citrus paradisiaca y
de Equinacea angustifolia
08-11-14 System Max Mimosa tenuiflora y Quercus 2 ml/L foliar
robur
Biobacter 0 Bacillus spp, 1.5 ml/L
Aceite de Lippia graveolens,
Extracto de Citrus paradisiaca y
de Equinacea angustifolia
13-11-14 Cuprimicin 17 Sulfato de estreptomicina 0.5 riego
kg/ha
23-11-14 Cudam Cobre complejado 5% 2.5 ml/L foliar
Z-Max S, Cu, Mn, Zn 2.5 ml/L
11-12-14 Cudam Cobre complejado 5% 2.5 ml/L foliar
Z-Max S, Cu, Mn, Zn 2.5 ml/L
18-12-14 System Max Mimosa tenuiflora y Quercus 2 L/ha riego
robur
Bioaluminium Zn, Mn, Cu 2 L/ha
21-01-15 Biobacter 0 Bacillus spp, 1.5 ml/L foliar
Aceite de Lippia graveolens,
Extracto de Citrus paradisiaca y
de Equinacea angustifolia
23-01-15 Biobacter 0 Bacillus spp, 1L/ha riego
Aceite de Lippia graveolens,
Extracto de Citrus paradisiaca y
de Equinacea angustifolia
29-01-15 Cudam Cobre complejado 5% 2.5 ml/L foliar
04-02-15 System Max Mimosa tenuiflora y Quercus 2 ml/L foliar
robur
Biobacter 0 Bacillus spp, 1.5 ml/L
Aceite de Lippia graveolens,
Extracto de Citrus paradisiaca y
de Equinacea angustifolia
14-02-15 System Max Mimosa tenuiflora y Quercus 2 L/ha riego
robur
05-03-15 Bioaluminium Zn, Mn, Cu 2 L/ha riego
11-03-15 System Max Mimosa tenuiflora y Quercus 2 ml/L foliar
robur
Biobacter 0 Bacillus spp, 1.5 ml/L
Aceite de Lippia graveolens,
Extracto de Citrus paradisiaca y
de Equinacea angustifolia
Z-Max S, Cu, Mn, Zn 2.5 ml/L foliar
03-04-15 Cudam Cobre complejado 5% 2 L/ha Riego

10
3.7. Producción y rendimiento

Mediante el manejo adecuado en las prácticas culturales así como de los factores
climáticos en el invernadero y con el empleo de fitosanitarios de residuo cero para el
control de P. corrugata, en el ciclo productivo 2014 – 2015 se obtuvo un rendimiento
de 25.2 kg/m2 en tomate tipo uva cv. Sweetelle durante 40 semanas de cosecha
(Figura 1).

3.8. Costos del empleo de fitosanitarios libres de pesticidas

El costo de producción obtenido por cada kilogramo de fruto producido de tomate


grape cv. Sweetelle fue de $ 10 pesos; por lo que de acuerdo con el número de
aplicaciones que se efectuaron para el control de P. corrugata, el empleo de
fitosanitarios libres de residuos de pesticidas representó sólo el 0.7% del total del
costo de producción.

1.2
Rendimiento semanal, kg/m2

1.0

0.8

0.6

0.4

0.2

0.0
40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27

Semana de cosecha

Figura 1. Rendimiento semanal en cultivo de tomate tipo uva cv. Sweetelle en


Atlixco, Pue.

Recientemente, como parte del proyecto de investigación intitulado Biomonitoreo


genotóxico en trabajadores de invernaderos ocupacionalmente expuestos a
plaguicidas; fueron evaluados trabajadores de la empresa, de ambos géneros,
diferentes edades y que realizan distintas actividades agronómicas propias del
cultivo, se utilizó el biomarcador ensayo micronúcleos (MN) el cual es uno de los
biomarcadores de genotoxicidad frecuentemente empleados en mamíferos y en la
actualidad se utiliza para la evaluación de exposiciones ocupacionales a mutágenos
(Vaglenov et al., 2001; Norppa y Falck, 2003).

Los resultados obtenidos mostraron que no se encontró daño cromosómico en los


trabajadores del invernadero, la investigación sugiere que es consecuencia del
manejo agronómico, de las buenas prácticas agrícolas y el escaso uso de
plaguicidas, por lo que la exposición a genotóxico es mínima.

11
Por otra parte, los invernaderos formaron parte del estudio “Presencia en suelo de
organofosforados en invernaderos de distintos manejos agronómicos”, los resultados
mostraron que en los invernaderos Hortisen de Atlixco no se encontraron residuos
de plaguicidas organofosforados.

Ambos trabajos se encuentran en proceso de arbitraje para su publicación.

4. DISCUSIÓN

La demanda de alimentos agrícolas seguros e inocuos está en constante


crecimiento; por consiguiente, los protocolos en las buenas prácticas agrícolas y de
higiene de los mercados mayormente consumidores sólo permiten límites tolerables
de residuos de plaguicidas en los vegetales.

El utilizar herramientas libres de residuos de pesticidas sintéticos, permite al


productor realizar de forma segura y oportuna las aplicaciones para el control de
plagas y enfermedades, incluyendo el mismo día de la cosecha, que a diferencia de
los ingredientes químicos hay que respetar el límite máximo de residuos para
realizar dicha actividad, así como las horas de reentrada hacia los campos tratados.

Como lo han demostrado las investigaciones en diferentes partes del mundo, los
extractos vegetales como agentes en el control de enfermedades de las plantas,
podrían minimizar las pérdidas que pueden ocasionar las diversas enfermedades en
los cultivos y una reducción en el uso de plaguicidas sintéticos, con una notable
disminución de la contaminación del resto del ecosistema así como en la salud de
los jornaleros y la población en general.

Algunas limitaciones que se desprenden a partir de esta información presentada, es


precisamente el tema de la adquisición de los fitosanitarios libres de residuos por
parte de los pequeños productores debido a que no cuentan con la información y
asistencia técnica necesaria para el uso de dichas herramientas en sus cultivos y
optan por continuar con el manejo convencional.

Al utilizar los fitosanitarios libres de residuos no se incrementan los costos de


producción, ya que sustituyen en gran medida a los ingredientes de síntesis química.
Debido a que las variedades no cuentan con las resistencias necesarias para una
producción sin la necesidad de aplicar ingredientes sistémicos, en la agricultura
convencional es válido el manejo integrando los fitosanitarios de moléculas químicas
nuevas que respetan fauna benéfica junto con otros ingredientes que no dejan
residuos de plaguicidas de síntesis.

5. CONCLUSIONES

El desarrollo de los daños en tallos y hojas provocado por P. corrugata es reducido


por el potencial antibacterial de los extractos utilizados, principalmente de Mimosa
tenuiflora, Quercus robur, extracto de semillas de Citrus paradisiaca y de Equinacea
angustifolia (Imagen 4).

12
La bacteria Bacillus subtilis es una
alternativa sustentable como inductor de
resistencia.

La producción exitosa de cultivos bajo


invernadero se sustenta en el manejo
óptimo de los factores climáticos,
labores culturales, fertirriego, así como
del manejo inteligente de plagas y
enfermedades. Para ello, existen
herramientas para el productor o Imagen 4. Daño ocasionado por P.
responsable de producción que son corrugata totalmente controlado.
eficaces en controlar los fitopatógenos y
que son sustentables. En el ciclo de producción 2014 – 2015 de tomate tipo uva cv.
Sweetele se hizo énfasis en el control climático para manejar el balance del cultivo y
mediante las aplicaciones de fitosanitarios libres de residuos de plaguicidas de
síntesis se logró que la presencia de P. corrugata en las plantas no fuera factor
negativo en el rendimiento final del ciclo largo de producción tal y como se aprecia el
cultivo a los 326 días después del trasplante en la Imagen 5.

Acorde a las reglas de inocuidad se llevó a cabo un análisis de residuos de


pesticidas en frutos, dando resultado la
presencia de un único compuesto, un
metabolito de captán: THPI (1,2,3,6-
tetrahydrophthalimide) cuya cantidad
obtenida fue de 0.011 ppm, por lo que se
encuentra dentro del límite permitido
(0.05 ppm para el mercado de EE.UU).
No se detectaron residuos de los
fitosanitarios utilizados para el control de
P. corrugata; por lo que ésta información
Imagen 5. Cultivo de tomate uva cv. respalda las recomendaciones de su uso
Sweetelle a los 326 DDT. en la agricultura tanto convencional como
ecológica.

De los resultados obtenidos en el monitoreo genotoxicológico en trabajadores de los


invernaderos así como de la ausencia de organofosforados en el suelo, se concluye
que el empleo de fitosanitarios de residuo cero minimiza la exposición a genotóxico,
a su vez reduce el impacto a la sociedad en general que pudieran estar expuestos a
través de las cadenas tróficas, no obstante, es importante recalcar que el empleo de
fitosanitarios de residuo cero son parte de un sistema de producción aunado a un
estricto manejo agronómico en el que el objetivo pudiera estar basado en la
sustentabilidad.

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