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LA CONSPIRACIÓN DE GUAL Y ESPAÑA.

Movimiento revolucionario
organizado en La Guaira y Caracas en 1797, por Manuel Gual y José María España; puede
ser considerado como uno de los antecedentes más cercanos de los sucesos del 19 de abril
de 1810. En relación a sus máximos dirigentes, tenemos que el primero, guaireño, era
militar retirado (capitán), hijo de un oficial que unos 50 años antes había defendido al
puerto de La Guaira contra los ataques navales de los ingleses. El segundo desempeñaba el
cargo de teniente de justicia de Macuto. En términos generales, se trató de un proyecto
revolucionario igualitario, republicano y democrático, con proyección hacia el resto del
continente. En la conjura participaron individuos de todas las clases sociales, exceptuando a
los mantuanos. En tal sentido figuraron entre los conjurados comerciantes como Manuel
Montesinos Rico; los abogados criollos Nicolás Ascanio y Luis Tomás Peraza; los
ingenieros militares Patricio Ronán y Juan Lartigue de Condé (francés al servicio de la
monarquía española); funcionarios de la Real Hacienda como Joaquín Sorondo, Juan José
Mendiri, Martín Goinaga; y el párroco de La Guaira, Juan Agustín González. También
formaron parte de la conspiración abogados y letrados, así como muchos artesanos, es
decir: albañiles, zapateros, herreros; muchos sargentos, cabos y soldados, unos pardos y
algunos blancos. En síntesis, se trataba de una rebelión de gente de lo que podía ser
considerado como un sector medio, que pretendía hacer de la provincia de Venezuela una
república democrática independiente.
En la conspiración de Gual y España desempeñaron un importante papel varios
revolucionarios españoles que encabezados por el educador y escritor Juan Bautista
Picornell, habían pertenecido a una logia masónica madrileña que había organizado en la
capital de España un golpe de Estado que tenía como propósito derrocar el régimen
monárquico e instaurar una República al estilo de la francesa. Este movimiento en el que
también estaban implicados el profesor de matemáticas Sebastián Andrés y el de
humanidades José Lax, así como el miembro del Real Colegio de Pajes, Manuel Cortés
Campomanes, debía estallar el 3 de febrero de 1796, día de San Blas. Pero los mismos
fueron delatados antes de lograr su objetivo siendo apresados, juzgados y condenados a
muerte, pena que les fue conmutada por la del encierro en predios de América, gracias a la
intervención del embajador de Francia. En diciembre de 1796 y a comienzos de 1797, los 4
conspiradores europeos fueron llegando al puerto de La Guaira, donde se les encerró en las
bóvedas. Al poco tiempo Picornell y sus compañeros entraron en contacto con Gual y
España, reforzando sus ideas revolucionarias. El movimiento que tuvo su foco en La Guaira
desde donde se extendió rápidamente a Caracas; contó con un conjunto de documentos
teóricos e instrucciones de carácter organizativo práctico. Inclusive se previeron cantos
revolucionarios como la Carmañola americana, inspirada en su homónima francesa, y una
canción americana surgida de la propia entraña del medio social, aunque con influencia de
La Marsellesa.

Entre los meses de abril y junio de 1797 se realizaron diversas reuniones de los conjurados,
en casa de España, en la de Ronán, en la de Mendiri. Gual quien no vivía en La Guaira,
sino en Santa Lucía, asistía también a dichos encuentros, alojándose en casa del ingeniero
Ronán. En una de las reuniones celebradas en casa de España, éste exhortó a los presentes a
derramar su sangre por la patria si fuese preciso, a la vez que recibía su juramento de
fidelidad y les exhortaba a guardar secreto. Los conspiradores se llamaban entre si
"hermanos", expresión que funcionaba además como santo y seña para reconocerse.
Asimismo, como símbolo de su movimiento crearon una escarapela de 4 colores (blanco,
azul, amarillo y rojo), el cual representaba las 4 etnias que participaban en él: blancos,
pardos, indios y negros. La primera acción llevada a cabo por los conspiradores fue la de
organizar la fuga de los presos españoles que se encontraban en las bóvedas del puerto de
La Guaira, hecho que se efectuó el 4 de junio, con la complicidad de los carceleros. No
obstante, vale la pena señalar que para ese momento sólo existían 3 prisioneros, pues José
Lax había sido trasladado poco antes a Puerto Cabello. En cuanto a Sebastián Andrés,
después de fugarse, subió a Caracas, donde fue arrestado el día siguiente. Por su parte,
Picornell y Cortés Campomanes se escondieron en un lugar llamado La Vigía de Chacón,
cuyo vigilante, un soldado pardo, los protegió hasta el 16 de junio, cuando pudieron salir
hacia la casa de España en Macuto; desde donde se arreglaría su salida a Curazao el 26 de
junio. De Curazao, Picornell y Cortés pasaron a la isla de Guadalupe, colonia francesa.
Desde allí o en la ciudad de Santo Domingo (que en esta época estaba también dominada
por los franceses), Picornell hizo imprimir numerosos ejemplares de La Canción
Americana, cuyo estribillo decía: "... Viva tan solo el Pueblo/ el Pueblo Soberano./ Mueran
los opresores, / Mueran sus partidarios.... " y más de 2.000 del folleto titulado Derechos del
hombre y del ciudadano, con máximas republicanas y un discurso preliminar dirigido a los
americanos, con el pie de imprenta apócrifo "Madrid, en la imprenta de la Verdad, 1797".
Luego de esto, se dedicó a promover su introducción clandestina en Tierra Firme.
Mientras tanto en La Guaira la conspiración seguía su curso. En tal sentido, el movimiento
fue fijado para el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen. El comerciante Manuel
Montesinos Rico, quien vivía en Caracas, había recibido de Gual el encargo de promover la
conspiración en la capital. El 11 de julio, Montesinos intentó captar para el movimiento al
oficial de Milicias de Pardos, insinuándole que facilitara a los conjurados el acceso a la
armería del cuartel el día 16. No obstante, Chirinos no se dejó convencer y habló con varios
compañeros y luego con el capellán de su batallón y éste con uno de los párrocos de la
catedral, por que la noticia finalmente llegó a oídos del gobernador y capitán general Pedro
Carbonell ya avanzada la tarde del día 13. El primero de los conjurados en ser arrestado fue
Montesinos Rico, en cuya casa fueron encontrados documentos revolucionarios, algunos
escritos por él y otros por Picornell. Entre estos manuscritos se encontraban las
Ordenanzas, las cuales comenzaban de la siguiente manera: "... En el nombre de la
Santísima Trinidad y de Jesús, María y José, amén...", a lo que seguían 44 artículos en los
que se establecían las bases del nuevo gobierno revolucionario, declarando que el
movimiento era hijo de "la razón, de la justicia y de la virtud", que la esclavitud quedaba
abolida y que los 4 fundamentos de los derechos del hombre eran "igualdad, libertad,
propiedad y seguridad". Gual enterado de la captura de Montesinos, bajó a La Guaira en la
noche del día 14 con la intención de adelantar el estallido del movimiento. Sin embargo, al
desistir Ronán de su participación en la conspiración, Gual y España decidieron partir
rumbo a las Antillas. El objetivo de los conjurados, luego de haberse apoderado de La
Guaira y Caracas, era enviar comisionados a las capitales de las provincias de la capitanía
general y a otras poblaciones importantes, con una copia de las Ordenanzas y una circular
dirigida a las autoridades de cada lugar en las que se les conminaba a sumarse al
movimiento.
pLa reacción de las autoridades españolas ante el movimiento conspirativo no se hizo
esperar, siendo detenidas numerosas personas tanto en La Guaira como en Caracas. Por la
captura de Gual y España quienes recorrieron Curazao, Guadalupe, Martinica, Saint
Thomas, Saint Croix y Trinidad, se ofrecían 500 pesos de recompensa, y en caso de
presentar resistencia la cantidad aumentaba a 10.000 pesos por Gual (que era militar) y de
5.000 pesos por España. A pesar de la recompensa que se ofrecía por su captura, España
desembarcó disfrazado de marinero en el puerto de La Guaira a fines de enero de 1799,
logrando llegar a su casa de Macuto donde pudo esconderse. Allí permaneció unos 3 meses
hasta que decidió iniciar una rebelión contra el nuevo gobierno en Caracas de Manuel
Guevara Vasconcelos. Denunciado por uno de sus esclavos, España fue arrestado y
conducido a la capital a fines de abril. Juzgado sumariamente, fue condenado a muerte el 6
de mayo y ejecutado el 8, en la plaza Mayor de Caracas (actual plaza Bolívar). Otros
conspiradores ejecutados fueron el soldado Manuel Pino y el cabo Agustín Serrano en
Caracas y el sargento José Ruiseñol, el artillero José Narciso del Valle y el albañil Juan
Moreno en La Guaira. Manuel Gual permaneció en la isla de Trinidad, desde donde se
comunicó con el PrecursorFrancisco de Miranda, quien estaba en Londres. En mayo de
1799 Gual publicó una Alocución dirigida a sus compatriotas, excitándoles a seguir
combatiendo por la independencia. El 25 de octubre de 1800 murió en San José de Oruña
(Trinidad), probablemente envenenado por un espía. Picornell y Cortés Campomanes
sobrevivieron.
Aunque la Conspiración de Gual y España fracasó como movimiento revolucionario en
julio de 1797 y se extinguió definitivamente con la muerte de sus principales líderes José
María España en 1799 y Manuel Gual en 1800, los textos que se difundieron durante la
misma tuvieron una considerable influencia en el movimiento emancipador de
Hispanoamérica. El documento más importante que emanó de la Conspiración de Gual y
España fue el de los Derechos del hombre y del ciudadano con varias máximas
republicanas y un discurso preliminar dedicado a los americanos, el cual contenía como
parte central el texto de los Derechos del hombre y del ciudadano, traducidos de la
declaración francesa que precedió al acta constitucional del 24 de junio de 1793. En
definitiva, analizando los documentos relacionados con el movimiento conspirativo de Gual
y España, se puede concluir que esta conjura es la de mayor contenido teórico, la más
orgánica y completa, con perfecta definición de ideario y fines, de todos los movimientos
precursores de la independencia de la América meridional.
JOSEFA JOAQUINA SÁNCHEZ

HISTORIA

Desde mucho antes que se levantara Simón Bolívar en Caracas Josefa


Joaquina estaba presa por subversión y por participar desde los
primeros días de la Revolución Republicana de Venezuela.
Esposa de José María España, Josefa lucho la par con su marido,
elaboraba y distribuía la propaganda, redacto los primeros
documentos de la Revolución, fue ella quien cosió con sus propias
manos la primera bandera de Venezuela, hecha con las telas que
trajo Miranda en su primer desembarco.
Un día libero a sus esclavos y los invitó a que revelaran con los
demás esclavos y peones del litoral central.
En 1799 muere ahorcado su marido luego de la conspiración de Gual
y España, en plaza pública y de la manera más terrible. Ella es
sometida a duros interrogatorios a los cuales resistió con notable
fuerza e inteligencia, pero finalmente es delatada por su
exesclavo Rafael España, declaro, bajo tortura, que su ama le
había invitado a sublevarse.
El 19 de febrero de 1800, estando embarazada del ultimo sus ocho
hijos, es declarada culpable Josefa Joaquina, a ocho años de
prisión en el manicomio La Casa de la Misericordia de Caracas, sin
poder ver a nadie ni siquiera sus hijos, quienes crecen al cuidado
de la india María Josefa Rufina y bajo la vigilancia exhaustiva de
los realista.
Le envía, en 1808, una carta al gobernador realista pidiéndole,
que le permita a sus hijos hacer sus estudio en la universidad,
petición que le fue negada, y al contrario le permiten que viva
con sus hijos pero confinada en Cumaná y con la condición que
nunca más vuelva Caracas, emitida y firmada por Don Germán Roscio,
quien más tarde se convertiría en un prócer de republicano. El
terrible castigo de su encierro, la separación de sus hijos, la
perdida de su marido, y el fracaso de planes subversivos, nunca le
desanimó en su convicción y deseo de lucha por la libertad de las
personas.

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