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VOL. II
TEXTURA, COMPOSICIÓN, COHERENCIA,
ENUNCIACIÓN Y ACTOS DE HABLA
Sergio Etkin
Sergio Etkin
§ 2. Cohesión
6HJ~Q GH %HDXJUDQGH \ 'UHVVOHU VV OD cohesión es el tipo
de relación entre los elementos que componen un texto que asegura su
estabilidad a través de la continuidad de estos componentes. Desde un punto
de vista cognitivo, como explican los autores, los mecanismos de textura
HQJHQHUDORUJDQL]DQHOPDWHULDOOLQJtVWLFRHQFRQH[LRQHVÀMDVGHPRGRWDO
que puedan ser adecuadamente procesadas dentro de los límites de nuestra
PHQWHTXHVHJ~QVHFRPSUXHEDH[SHULPHQWDOPHQWHWLHQHXQDFDSDFLGDG
más bien pobre para almacenar datos lingüísticos en su memoria operativa
o de corto plazo.
Las relaciones gramaticales fundamentales –la construcción de las
HVWUXFWXUDVPiVEiVLFDVGHVLQWDJPDVXQQ~FOHR\XQHVSHFLÀFDGRUFRQ
HO DJUHJDGR GH DOJ~Q PRGLÀFDGRU R DOJ~Q FRPSOHPHQWR GHSHQGLHQWHV
de aquel), pero también las cláusulas (unidad de sujeto y predicado) o las
oraciones (construcción compuesta por al menos una cláusula)– operan
con unidades que pueden ser procesadas en forma muy rápida y casi
automática. Pero a la hora de operar con fragmentos más extensos, nuestra
mente hace intervenir otros mecanismos necesarios para la reutilización,
ODPRGLÀFDFLyQ\ODFRPSUHVLyQGHORVHVTXHPDVVLQWDJPiWLFRV6HWUDWDGH
los procedimientos cohesivos.
Los fenómenos de cohesión, acotan los autores, son de alguna manera
menos obligatorios que los gramaticales, dado que los errores en los
SULPHURV VRQ PHQRV JUDYHV SDUD OD GHFRGLÀFDFLyQ GH OR TXH VH LQWHQWy
decir, que las fallas en los segundos.
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Para Halliday y Hasan (op. cit.), la cohesión tiene lugar cuando dos
elementos de un texto se enlazan de manera tal que la interpretación de
uno de ellos depende de la del otro. Se trata, entonces, de una relación de
integración de al menos dos formas o frases en un texto a partir del hecho
de que la primera presupone a la segunda.
Los autores diferencian cinco procedimientos cohesivos básicos,
aclarando que no deben verse como compartimentos estancos,
particularmente para los casos en que los rasgos semánticos sugieren
cierta interpretación y los gramaticales, otra. Tres de ellos son de índole
gramatical, en el sentido de que afectan a las palabras como piezas de la
frase y sus estructuraciones sintácticas: referencia, sustitución y elipsis, y
cinco de naturaleza propiamente semántica, esto es, basada íntegramente
HQORVVLJQLÀFDGRVGHODSDODEUDVRHQODVSURSLHGDGHVGHOYRFDEXODULRORV
de cohesión léxica: la repetición, la sinonimia, la hiperonimia, las palabras
generales y las colocaciones. Finalmente, el mecanismo de la conjunción se
ubica en una zona limítrofe entre los enlaces asegurados por la gramática y
ORVTXHUHSRVDQVREUHHOVLJQLÀFDGRGHODVSDODEUDV
El siguiente cuadro sintetiza los diferentes mecanismos cohesivos que
distinguen los autores:
personal
referencia demostrativa
general
gramatical sustitución comparativa
elipsis particular
cohesión conjunción
repetición
colocaciones
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Por su lado, son particulares las que sirven para establecer comparaciones
GH FDQWLGDG R GH FDOLGDG HQ EDVH D XQD SURSLHGDG HVSHFtÀFD FRPR
FXDQWLÀFDGRUHVmás, menos, pocos, tantos), o como adjetivos y adverbios en
grado comparativo (mayor, peor, mejor, más cerca (MHPSOLÀFDPRV DOJXQDV
formas en (37):
(37) a. Marcelo le ganó bien: ella hizo pocos méritos.
FXDQWLÀFDGRU SDUD OD SURSLHGDG ´KDFHU PpULWRVµ HQ
comparación cuantitativa)
b. Marcelo perdió bien: ella jugó mejor (mejor, comparativo
del adverbio bien, compara cualitativamente el juego de uno
con el del otro).
De todos modos, los autores rechazan considerar como cohesivas
las relaciones que se apoyan en dependencias gramaticales estructurales
RÀMDVFRPRODGHTXHXQFRPSDUDWLYRUHFLEDXQFRPSOHPHQWR$VtQR
postulan un lazo cohesivo, que sería catafórico en estos casos, entre más
inteligente y que María en (38), dado que la frase que María está motivada por
condiciones estrictamente gramaticales como complemento del adverbio
FXDQWLÀFDGRU más, es decir, una vez elegido más debe ser seguido por el
complemento encabezado por que o por una forma similar:
(38) Juan es más inteligente que María.
En efecto, las referencias comparativas cohesivas son casi siempre
anafóricas. Es catafórico el lazo cohesivo entre el comparativo general otros
y el nombre propio Juan en casos como el de (39):
(39) Otros podrían amedrentarse, pero Juan era lo bastante
valiente como para afrontar la situación.
§ 2.1.2. Sustitución
Sigue el mecanismo de sustitución, junto con la elipsis, que es una
variante suya, los otros dos tipos de cohesión propiamente gramaticales.
La sustitución es un tipo de cohesión muy importante en inglés, pero que
no parece tener la misma relevancia en nuestra lengua. Consiste en el
reemplazo de un ítem lingüístico por otro de idéntico valor dentro del
texto.
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§ 2.1.3. Elipsis
La elipsis es la supresión convalidada por razones gramaticales de
una palabra o de una frase en la oración que pueden ser recuperadas
sin ambigüedad. La elipsis consiste, entonces, en un tipo de sustitución:
la sustitución por cero. Así, en (43), a pesar de que hay un vacío, que
representamos por corchetes y un 0, después del numeral dos, podemos
reponer con seguridad el elemento suprimido por elipsis, el sustantivo
herramientasEDViQGRQRVHQODSUHVHQFLDGHOFXDQWLÀFDGRUdos que reclama,
JUDPDWLFDOPHQWHXQQ~FOHRVXVWDQWLYRTXHHQFRQWUDPRVHQHOWH[WRSUHYLR
(43) Me trajeron cinco herramientas aunque sólo había pedido
dos [ 0 ].
'HHVWHPRGRHQODHOLSVLVXQHOHPHQWRHVWiRPLWLGRGHODVXSHUÀFLH
textual y, sin embargo, es recuperable con toda precisión, pues su ausencia
responde a condicionamientos gramaticales que restringen cuál puede
ser el elemento suprimido en cada caso. En otros términos, no se trata
de cualquier información que el hablante omite y el destinatario podría
recuperar a partir de lo que le resulta evidente, sino solo de la que es posible
reponer con certeza por estar su omisión condicionada estructuralmente.
La elipsis se produce, por consiguiente, en las construcciones en las
que no están llenadas explícitamente todas las funciones y selecciones que
presupone su estructura de frase. Como también se observa en el ejemplo
(43), el elemento presupuesto suele estar presente, anafóricamente, en un
fragmento previo del mismo texto.
&XDQGR RFXUUH HQ HO VLQWDJPD QRPLQDO HO Q~FOHR ²SRU HMHPSOR
herramientas en (43) o destornillador en (44)– se recupera por la presencia
GHVXVHVSHFLÀFDGRUHVFXDQWLÀFDGRUHVGHPRVWUDWLYRVDUWtFXORV\GHVXV
PRGLÀFDGRUHVDGMHWLYRVIUDVHVSUHSRVLFLRQDOHVDSRVLFLRQHV
(44) Tengo el destornillador rojo, pero no encuentro el verde.
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§ 2.2.1. Repetición
En primer lugar, la mera repetición de una palabra produce un efecto
de cohesión léxica. La repetición puede ser total, cuando un ítem léxico
HV UHLWHUDGR VLQ PRGLÀFDFLyQ DOJXQD R SDUFLDO FXDQGR VH FRQVHUYD VX
raíz pero se agrega un nuevo elemento en la estructura de la palabra:
SUHÀMRVVXÀMRVGHGHULYDFLyQVXÀMRVGHÁH[LyQ&RQJUDQIUHFXHQFLDODV
reiteraciones léxicas en general son concomitantes con el uso de alguna
H[SUHVLyQ FRKHVLYD UHIHUHQFLDO FRP~QPHQWH HO DUWtFXOR GHÀQLGR 3RU
ejemplo, en (49) el sustantivo decisión repite parcialmente el verbo decidió,
que lo precede:
0LFRPSDxHUDGHRÀFLQDdecidió rebelarse contra el jefe;
su decisión terminó amalgamándonos a todos en favor de
ella.
De Beaugrande y Dressler añaden que no solamente pueden repetirse
palabras individuales sino también frases completas, es decir, combinaciones
GHSDODEUDVHLQFOXVRHVTXHPDVVLQWiFWLFRV²FRQÀJXUiQGRVHparalelismos–,
FRPR HMHPSOLÀFDGR FRQ GRV YHUVRV GH 5XEpQ 'DUtR LGpQWLFRV HQ VX
construcción sintáctica, en (50):
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§ 2.2.5. Colocaciones
Dentro de la cohesión léxica, Halliday incluye el problemático fenómeno
de la colocación, que consiste en la combinación de palabras que tienden a
aparecer juntas en contextos similares. La colocación, que funciona como
un rótulo abierto, puede abarcar diversas asociaciones semánticas que, en
cuanto enlaces cohesivos, no interesaría en principio precisar prolijamente:
SDODEUDV FRQ VLJQLÀFDGRV RSXHVWRV FRPSOHPHQWDULRV HQ UHODFLyQ SDUWH
todo, parte-parte, pertenecientes a una misma serie ordenada (días, meses,
estaciones, países, etc.), entre otros.
En efecto, se trata de enlaces convalidados estadísticamente, en el
sentido de que no todos los términos tienen la misma probabilidad de
aparecer juntos en un mismo texto. Así, mientras que resulta bastante
probable que se presenten en un mismo texto las palabras tenedor y freír, es
mucho más raro, seguramente, encontrar textos en que se registren a la vez
las palabras tenedor y juez, por ejemplo.
La base de este hecho es que las palabras cohesionadas por colocación
pertenecen a un mismo campo semánticoHVGHFLUWLHQHQHQFRP~QFLHUWR
UDVJR EiVLFR GH VLJQLÀFDGR TXH ODV VLW~D HQ XQD PLVPD HVIHUD GH LGHDV
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Las colocaciones no se limitan a tan solo dos términos sino que pueden
involucrar extensos encadenamientos de palabras sin restringirse, claro
está, al límite oracional, que pueden superar largamente. De este modo, en
una receta de cocina, no solo resultan esperables tenedor y freír, sino también
sartén, manteca, dorar o reservar, entre muchísimas otras.
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§ 2.3. Conjunción
La relación de conjunción cohesiva se da por la presencia de un
elemento conjuntivo (conjunciones, preposiciones, adverbios, etc.),
generalmente ubicado en la primera posición de la oración, que enlaza dos
HVWUXFWXUDVJUDPDWLFDOHVFRP~QPHQWHGRVRUDFLRQHVTXHQRWHQGUtDQOD
relación semántica que contraen entre sí sin la presencia de ese elemento
GH HQODFH HV GHFLU TXH QR WLHQHQ XQ YtQFXOR VHPiQWLFR HVSHFtÀFR SRU
ejemplo, consecutivo, temporal, opositivo, etc.) por sí mismos, ni por sus
propiedades gramaticales, ni por razones semánticas o de vocabulario, sino
gracias a la presencia de ese elemento conector.
De este modo, las conjunciones cohesivas –Halliday y Hasan las
denominan conjuntivos, adjuntos conjuntivos o adjuntos de discurso– tienen la
función de vincular dos segmentos textuales en sucesión que no tienen
SRU Vt PLVPRV QLQJXQD UHODFLyQ HVWUXFWXUDO QL PXHVWUDQ QLQJ~Q YtQFXOR
XQtYRFR HQWUH VXV VLJQLÀFDFLRQHV 3RU HMHPSOR HQ HQWUH ´WUDEDMy
todo el día intensamente” y “pudo disfrutar sin preocupaciones de su
pasatiempo favorito” no hay ninguna relación sintáctica en particular:
son dos cláusulas independientes; por otra parte, no hay nada ni en el
primer término ni en el segundo que establezca una relación temporal de
posterioridad del segundo evento respecto del primero, relación que sólo
podemos reconocer por la presencia de la expresión conjuntora después:
(55) Trabajó todo el día intensamente. Después, pudo
disfrutar sin preocupaciones de su pasatiempo favorito.
(OUHTXLVLWRSDUDTXHHOHQODFHVHDFRKHVLYRVHJ~QORVDXWRUHVHVTXHHO
elemento de enlace no encabece un constituyente de la oración plenamente
integrado a la predicación –es decir, presente en el sujeto o en el predicado
de la oración–, pues esto haría que el segmento en cuestión se relacione
con otro anterior por razones gramaticales o estructurales. Esto es, no
puede tratarse, por ejemplo, de un circunstancial de tiempo dentro del
predicado, como la frase “mientras veía una película” en (56a), sino que
tiene que producirse un enlace temporal entre dos proposiciones que no
se incluyen una en la otra, como se da en (56b):
(56) a. Tomaba su coñac mientras veía una película.
b. Pasó toda la tarde viendo una película. Mientras tanto,
pudo ordenar todo su ropero.
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D1RHQFXHQWURHOFDUQHWSRUQLQJ~QODGRSin embargo,
me dejan entrar lo mismo.
E "1R HQFXHQWUR HO FDUQHW SRU QLQJ~Q ODGR Sin
embargo, no me dejan entrar lo mismo.
d) Los reformuladores recapitulativos, como en resumen, en síntesis, en
suma, para sintetizar, en resumidas cuentas, HQGHÀQLWLYD, DÀQGHFXHQWDV, total, DOÀQ
y al cabo, después de todo, marcan, evidentemente, que la segunda fórmula es
síntesis o recapitulación de la primera.
3) Conectores
Los marcadores que Martín Zorraquino y Portolés denominan
conectores son expresiones con valor ya no informativo sino argumentativo
que proporcionan instrucciones respecto de la relación inferencial que
vincula un primer segmento al que le sigue. Los hay aditivos, consecutivos y
contraargumentativos.
a) Los conectores aditivos, como su nombre lo indica, orientan
la interpretación del texto hacia elementos que se añaden pero no en
un sentido informativo, sino respecto de la argumentación que se está
desarrollando. En otros términos, suponen la indicación de que se está
agregando un nuevo fundamento orientado argumentativamente en el
mismo sentido que otros ya dados.
Por ejemplo, en (70), después del conector aditivo “además” se agrega
a la primera premisa, referida a que cierto compañero no trabajó antes, una
segunda, la de que se trata de un tema bien conocido por él, orientada hacia
una misma conclusión, la de que le toca a él encargarse del trabajo práctico:
(70) El trabajo práctico lo tiene que hacer él. No participó
en ninguno de los anteriores. Además, es sobre el tema que
mejor conoce.
Otros conectores aditivos son: también, aparte, incluso, para colmo, por si
fuera poco, es más, entre otros.
b) Los conectores consecutivos marcan que la proposición que les
sigue funciona como conclusión respecto de premisas anteriores. Los
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(OTXLQWR\~OWLPRJUXSRGLVWLQJXLGRSRUORVDXWRUHVRSHUDHQXQQLYHO
secuencial ni informativo ni argumentativo, sino dialogal. Efectivamente,
se trata de expresiones que modulan situaciones del intercambio entre
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