Вы находитесь на странице: 1из 3

6 - Eliminación Intestinal

Competencias

• Práctica clínica directa, incluyendo evaluación avanzada, cuidados enfermeros y


evaluación de resultados.

• Permite al profesional de la enfermería trabajar en base a los problemas o situaciones


que se encuentra en su práctica asistencial, informando de los diagnósticos e
intervenciones más específicas para su abordaje.

Introducción

La digestión es un proceso continuo donde los alimentos y líquidos ingeridos se mezclan y


procesan. El cuerpo necesita una provisión regular de alimentos nutritivos para crecer,
para reponer los tejidos gastados y para suministrar energía para las miles de reacciones
químicas que ocurren en el cuerpo todo el tiempo. En especial, éstos nutrientes son
extraídos de los alimentos que se ingieren cuando pasan por el sistema digestivo. La
primera parte del tracto digestivo es la boca, sigue el esófago que es un tubo muscular
por donde se desliza la comida que pasa a la tercera sección del tracto, el estómago. Los
músculos en las paredes del estómago y los jugos digestivos deshacen la comida y semi-
digerida para por el intestino, empujado a lo largo de él por una serie de contracciones de
los músculos en sus paredes.

Mediante la eliminación intestinal se expulsa al exterior las sustancias que no pueden ser
reabsorbidas por la sangre y que no son asimilables por el organismo. El conjunto de
sustancias que se eliminan constituye las heces, estas están formadas por residuos
alimentarios, secreciones, células descamadas de los intestinos y bacterias.

Objetivos

• Eliminar los productos de desecho de la digestión.


• Mantener una adecuada eliminación.
• Evitar complicaciones.

Desarrollo

La  eliminación intestinal es el proceso mediante el cual los desechos alimenticios son
eliminados del organismo en la digestión; es el último eslabón de la cadena de procesos
realizados por el aparato digestivo.  El proceso digestivo está conformado por diversas
etapas o fases. Las etapas iniciales incluyen la ingestión de productos, seguida de la
extracción de  los nutrientes y sustancias necesarias de estos alimentos. Posteriormente
viene el desecho de todo aquello que no es útil o que es capaz de generar algún daño al
organismo; esto último es conocido como eliminación intestinal.

La función predominante de la eliminación intestinal radica en dos procesos fisiológicos


bien descritos: la motilidad intestinal, también conocida como peristaltismo, que consiste
en movimientos involuntarios de contracción y relajación de las paredes intestinales; y la
absorción, no solo de nutrientes, sino de agua y de sodio. La capa muscular del intestino
posee fibras musculares longitudinales y circulares, que se contraen en respuesta a la
propagación de ondas eléctricas lentas y casi continuas.

En el proceso de la eliminación intestinal intervienen muchos factores. Su conocimiento,


permite al profesional sanitario anticipar las medidas necesarias para mantener un ritmo
normal de eliminación.

Durante la vida aparecen cambios en el desarrollo que afectan a la eliminación. Un niño


tiene una capacidad gástrica pequeña y una menor secreción de enzimas digestivas.
Algunos alimentos como los almidones complejos, son mal tolerados. La comida circula
rápidamente por el tracto intestinal del niño, debido a un peristaltismo rápido. El niño es
incapaz de controlar la defecación por la falta de desarrollo neuromuscular. Este desarrollo
no aparece normalmente hasta los 2 o 3 años de edad.

Los movimientos peristálticos disminuyen con la edad y el esófago se vacía lentamente.


La capacidad de absorción de la mucosa intestinal cambia ocasionando déficit de
proteínas, vitaminas y minerales. Los ancianos pierden también el tono muscular del suelo
perineal y del esfínter anal y aunque la integridad del esfínter eterno se mantenga intacta,
puede tener dificultad para controlar la eliminación intestinal. Debido a la lentitud de los
impulsos nerviosos, algunos son menos conscientes de la necesidad de defecar y se
vuelven fácilmente estreñidos.

El tipo de alimentación de las personas influye en la eliminación. Una alimentación diaria


equilibrada, ayuda a mantener un ritmo regular del peristaltismo del colon. La fibra,
residuo no digerible de la dieta, proporciona el volumen de la materia fecal. Los alimentos
que forman volumen también absorben líquidos con lo cual se incrementa la masa fecal.

Una adecuada hidratación, o la aparición de alteraciones que dan lugar a una pérdida de
líquidos, como el vómito, afecta la característica de las heces. Una reducción en la ingesta
de líquidos retada el paso de los alimentos a través del intestino y puede dar lugar a un
endurecimiento del contenido fecal. Un adulto debería beber de 6 a 8 vasos (1400-2000
ml) de líquido diariamente.

La eliminación, está íntimamente relacionada con las emociones. Estímulos emocionales


como el enfado, la ira o el miedo, provocan un aumento de la frecuencia y amplitud de las
ondas peristálticas del colon, ocasionando diarrea. Por el contrario, en los estados
depresivos suele haber estreñimiento.

La actividad física estimula el peristaltismo, mientras que la inmovilización lo deprime. Es


recomendable que cuando empiece a resolverse una enfermedad, se camine lo antes
posible, y lo mismo respecto a la cirugía, para contribuir al mantenimiento del
peristaltismo, y la eliminación normal. Es importante el mantenimiento del tono de los
músculos esqueléticos, que actúan durante la defecación.

A la mayoría de individuos les beneficia el hecho de poder utilizar sus propios baños en el
momento más efectivo y conveniente para ellos. Una forma de trabajo ajetreada puede
inducir al individuo a no responder apropiadamente a la urgencia defecatoria, alterando los
hábitos regulares y causando posibles alteraciones como estreñimiento. El reflejo
gastronómico que inicia la defecación se estimula más fácilmente después de las
comidas.

Finalmente, es deber del profesional sanitario realizar una valoración exhaustiva del dolor,
que incluya la localización, características, aparición/ duración, frecuencia, calidad,
intensidad o severidad del dolor y factores desencadenante, seguidamente deberá
proporcionar alivio del dolor, mediante analgésicos prescritos.

Bibliografia

Guyton A. Tratado de fisiología médica.8º ed.. Madrid: Interamericana-Mc Graw Hill;1992.

Potter P, Perry A. Eliminación intestinal, Eliminación urinaria. En : Potter P, Perry A.


Fundamentos de Enfermería.3º ed. Madrid : Mosby/Doyma; 1996.p.1409-1508.

Kozier B, Erb G, Olivieri R. Eliminación fecal ,Eliminación urinaria. En : Kozier B, Erb G,


Olivieri R. Enfermería Fundamental ,Conceptos ,procesos y práctica.4º ed. Madrid : Mc
Graw-Hill-Interamericana;1993.p. 1245 – 1333

Вам также может понравиться