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BASES TEORICAS DE LA GESTALT

2.1. Orígenes filosóficos de la Psicoterapia Gestalt.

2.1.1. Corrientes orientales

Taoísmo

Es una filosofía china, que tiene como principal exponente a Lao Tsé y se basa en

el Tao, la primera causa, la esencia fundamental de todo. Es como un gran río

cósmico que se allá en movimiento y mutación. En la interrelación del yin y el

yang, en su movimiento, su flujo, contiene la posibilidad del intercambio y el

cambio, dando como resultado la unificación final de las fuerzas en conflicto

(Cooper, 1983).

Los taoístas consideran un hombre sabio a aquel que aprende a fluir con el Tao.

Con paz total y en armonía no empuja, pero deja que la ola cargue con él,

practica el esfuerzo sin fuerza y sabe llevar a cabo con la no-acción. Las cosas

se vuelven sencillas para él. No tiene deseos ni un ego demandante, siendo

despreocupado y satisfecho, no sufre pérdidas, siendo centrado y consciente, él

está en el ahora.

De esta filosofía Perls elabora la idea del trabajo con polaridades y la necesidad

de integrar ambas para tener equilibrio. La no-acción, también está presente en el

trabajo Gestáltico al, el terapeuta, trabajar con la figura que emerge en el paciente
y seguir el flujo a donde esta lleve, estando como acompañantes del darse cuenta

del paciente.

Budismo Zen

Principios básicos del budismo Zen son incorporados en la terapia Gestalt. Esta

filosofía de vida, desarrollada en la india y está basada en las vivencias y

enseñanzas de Siddharta Gautama, el Buda.

La aspiración central del Zen es el re-nacimiento del hombre a través de la

vivencia profunda del Ser (Dürckheim, 1977).

El budismo Zen propone que el sufrimiento humano se origina en el deseo, en las

pasiones, en nuestra idea individual del Yo y nos enseña que esta percepción es

solo una ilusión de nuestra existencia, que somos más que ello. Nos Invita a vivir

la gran experiencia: el Satori, donde la realidad se muestra en lo simple y sencillo

y en unidad.

A través del Zen venimos a sentir que nuestra existencia mundana, desgarrada

entre la vida y la muerte, hunde sus raíces en ese Ser supramundano que somos

todos en lo más profundo de nosotros mismos y en cuya toma de conciencia

reside nuestra principal tarea y nuestra gran oportunidad (Dürckheim, 1977).

Estos principios los podemos ver aplicados en Gestalt en el continium de

conciencia: estar plenamente consciente de los propios actos y dedicarse de lleno

a cada actividad emprendida. Asume como fuente de salud y saber necesario a la


intuición, más allá que la racionalización. La Gestalt acepta y considera necesario

la vivencia intensa de cada emoción por más dolorosa que sea como inicio de un

proceso continuo de cambio. Al igual que el Budismo Zen, Busca también que la

persona abandone la idea que tiene de sí o que quisiera ser (por aprendizajes

culturales) y descubra lo que sustancialmente es.

2.1.2. Corrientes occidentales

Existencialismo

El mismo Perls señala a la Gestalt como una terapia existencialista: La terapia

Gestalt es, según creo, en la actualidad es una de las tres terapias existenciales:

la logoterapia de Frankl, la terapia de Daseinsanalyse de Binswanger y la terapia

Gestalt. Lo importante es que la terapia Gestalt, es la primera filosofa existencial

que se aguanta por propio pie (Perls, 1969).

Para los existencialistas, el ser humano es una realidad completa inacabada, con

conciencia y libertad, cuyo destino es hacerse y realizarse en medio de múltiples

contradicciones de su propia existencia. Es una posibilidad de desarrollo vivo y

cambiante.

Ya lo decía Heidegger (filosofo existencial alemán) quien propone entender al ser

humano como un ser-en-el-mundo (Hall y Lindzey, 1974), destacando al ser

humano como un ser en situación y con valor por el solo hecho de existir.

Hall y Lindzey (1974) exponen que el objetivo de la psicología existencial es hacer

cristalina la estructura articulada del ser humano y niegan detrás de los fenómenos
de la existencia del hombre la función de sí mismo, un inconsciente, los instintos,

las ondas cerebrales, los impulsos y los arquetipos. Consideran al ser humano un

ser libre y absolutamente responsable de su existencia.

Otro de los filósofos de esta corriente que más influencia tuvieron en Perls y la

Terapia Gestalt es Martín Buber. La posibilidad de Ser planteada por la Gestalt,

implica una capacidad de relación que en Buber se dimensiona a partir de lo que

él denomina la relación yo-tú. Plantea esa relación como una posibilidad de

realizar la existencia aquí y ahora a través de una intrarelación e interrelación.

Para Buber, esa relación yo-tú, posee tres características fundamentales: la

reciprocidad de estar en relación, el estar en relación como totalidad y la

inmediatez y el presente de la relación en el Aquí y el Ahora. Aspectos claramente

presentes en los fundamentos de la Terapia Gestalt.

Finalmente, la Gestalt trabaja con los principios del darse cuenta (awareness),

coincidiendo con el método fenomenológico del existencialismo y el pensamiento

fenomenológico-existencial del filósofo existencialista frences Sartre: la conciencia

siempre es conciencia de algo, constitutiva de un mundo donde se trasciende.

Pero este será el único punto de coincidencia con este autor (artículo Gestalt y

existe-en contra).

Fenomenología
Corriente filosófica fundada por Edmund Husserl, propone partir de la descripción

de los fenómenos inmediatos, de lo manifiesto, para llegar a la esencia de las

cosas.

La filosofía fenomenológica es analítica. Dice Husserl: regreso del discurso de las

cosas, a las cosas mismas, tal y como aparecen en la realidad, a nivel de los

hechos vividos, previos e cualquier elaboración conceptual deformante

(Peñarrubia, 1998).

El pensamiento gestáltico comparte los mismos criterios descriptivos y libres de

prejuicios. Para Perls, la fenomenología posee un gran valor, ya que ese volver a

las cosas mismas permite al ser humano captar de manera más amplia y precisa

la realidad y darse cuenta, hacer conciencia de su potencial, para así realizarlo.

2.2. Fundamentos Científicos de la Psicoterapia Gestalt

Psicología de la Gestalt

Hay quienes creen que al hablar de psicoterapia Gestalt y psicología de la Gestalt

nos referimos a lo mismo, pero en realidad son dos corrientes diferentes. La

elección de Perls de la palabra Gestalt para denominar la psicoterapia que

propone, parece una estrategia política para diferenciarse del psicoanálisis

freudiano y darse un lugar en la modernidad (Peñarrubia, 1998).

La psicología de la Gestalt es una escuela teórica, centrada, en sus inicios, en el

estudio de la percepción humana. Surge en Alemania a principios del siglo XX, sus
exponentes más reconocidos son los teóricos Max Wertheimer, Wolfgang

Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin.

Fritz Perls aplica la visión holística de psicología de la Gestalt, a la visión del ser

humano: percibir al individuo en su totalidad, con la misma pauta integradora con

que el organismo tiende a mantener en equilibrio armónico mediante procesos de

autorregulación (Peñarrubia, 1998).

Son dos los conceptos importantes que Perls toma prestados de esta escuela:

1. Figura-fondo:

El campo perceptivo es considerado una interrelación de fuerzas constantes:

existe un fondo del cual emerge una figura, la cual pasa a estar en primer

plano, creándose así, para el ojo humano, una composición, una configuración

(Gestalt). La figura, separada del fondo, pierde su sentido, ya lo decía Von

Ehrenfels, precursor de la escuela Gestáltica, “el todo es una realidad diferente

a la suma de las partes” (Peñarrubia, 1998).

Así, para comprender la experiencia de una la persona habrá que tener en

cuenta que esta estará dando un significado a su experiencia (formando una

figura) a partir de un fondo formado por sus recuerdos y su experiencia, que

será único y diferente para cada persona.

2. La Gestalt incompleta:

Constantemente estamos formando figuras que destacan por un momento

sobre el resto de nuestra percepción para volver al momento siguiente a formar


parte del fondo, a la vez que otro elemento cobra importancia. Este es un

proceso continuo.

En la parte humana, ante una necesidad (figura) el organismo busca

satisfacerla, una vez satisfecha, esta pasa al fondo, surgiendo una nueva

necesidad. Pero este proceso puede verse interrumpido, generalmente, por

aspectos sociales.

Esta interrupción (Gestalt inconclusa) atenta contra la tendencia natural de

completar la propia experiencia, convirtiéndose en un primer paso del proceso

de alienación neurótica.

“la tensión causada por las situaciones inacabadas no afecta solamente al

comportamiento y a la memoria sino a la totalidad del área intrapsíquica de la

personalidad” (Peñarrubia, 1998)..

El organismo es una totalidad, capaz de regularse. Aun, ante la ausencia

funcional de una parte del cuerpo. La totalidad de las partes restantes se

reorganiza para seguir funcionando.

Teoría de campo

La teoría de campo es discutida en los escritos de los primeros psicólogos de la

Gestalt, especialmente de Kohler. Su más famoso exponente fue Kurt Lewin, un

profesor judío-alemán, considerado el fundador de la moderna psicología social y

gran influencia en el desarrollo organizacional.


El sello distintivo esencial de la teoría de campo es su orientación a mirar la

situación total más que hacer un análisis de variable tras variable. En lugar de

reducir los fenómenos complejos interactivos separándolos en partes, el cuadro

general o la situación total es apreciada como una totalidad, con sus aspectos

total-ísticos reconocidos como tales (Malcom, 1991). El análisis está orientado a

investigar la naturaleza organizada, interconectada, interdependiente e interactiva

que hay entre los acontecimientos y los marcos o situaciones en las que éstos

tienen lugar.

La teoría de campo no es la única teoría que estudia los fenómenos bajo esta

visión holística, la teoría general de sistemas también realiza el estudio de los

fenómenos inmersos en un entorno o contexto. Sin embargo, podemos considerar

que la terapia Gestalt fue influenciada por la teoría de campo al tener en cuenta

los hechos históricos. La teoría general de sistemas representa una importación

más tardía en la teoría y práctica de la Gestalt (Malcom, 1991).

2.3. Fundamentos psicológicos de la Psicoterapia Gestalt.

Psicoanálisis.

El psicoanálisis es una práctica terapéutica y técnica de investigación de los

procesos anímicos fundada por el neurólogo austríaco Sigmund Freud alrededor

de 1896. Perls se consideró durante más de veinte años un psicoanalista ortodoxo

y recibió análisis psicoanalítico personal con Karen Horney y

posteriormente con Wilhelm Reich. Al mudarse a África y encontrar


dificultades para aplicar el análisis psicoanalítico en este contexto, Perls

realizó ciertas modificaciones a la propuesta de Freud, lo cual no fue

bien recibido por el propio Freud. Esto genero una frustración máxima

en Perls, iniciando así, con estas “modificaciones” sus propios

postulados, surgiendo la psicoterapia Gestalt. De esta manera más que

aportes y similitudes con el psicoanálisis, mencionaré las diferencias a

resaltar en estos dos enfoques terapéuticos:

 La Gestalt aborda el trabajo del inconsciente (el fondo) prestando

atención a los procesos psicológicos presentes, los cuales reflejan la

suma total de la experiencia. Mientras el psicoanálisis pone énfasis

en el estudio de los procesos psíquicos pasados.

 Perls no reconoce la represión de la sexualidad infantil como origen

de la neurosis, como lo plantea Freud. Para él la neurosis es un

conflicto entre las necesidades del organismo (necesidades orales:

hambre y de contacto) y su medio. Para Freud, la oralidad fue una

fase; para Perls, la oralidad engloba la personalidad a trav és de toda

la vida de la persona (Fleming).

 El psicoanálisis considera los mecanismos de defensa como

obstáculos neuróticos a derribar, mientras que para la Gestalt, las

resistencias son fuerzas creativas a recuperar, Perls abogaba por

convertirla en asistencia (Peñarrubia, 1998).

 Para Perls una relación activa con el paciente facilita que este se dé

cuenta de sus asuntos inconclusos, mientras que para Freud, la


relación terapeuta-paciente debe ser neutra, evitando las

transferencias, consideradas como repe tición y actualización de

actitudes establecidas en la infancia.

 las técnicas usadas en el psicoanálisis son verbales e interpretativas,

mientras que en la Gestalt, son corporales y vivenciales. El proceso

de la introspección, con su meta de “insight” inte lectual es

remplazado por el “darse cuenta”, así logrando una concentración en

el sentir en vez del pensar (Fleming).

 Existen dos temas que ambas corrientes terapéuticas tienen

presentes y les dan un lugar importante durante el trabajo

terapéutico: las polaridades y los sueños.

Análisis del carácter

Este enfoque fue desarrollado por Wilhelm Reich, psicoanalista en sus

inicios, de donde toma como punto de partida la teoría de la libido

propuesta por Freud para desarrollar su propia teoría sobre el orgasmo

y la coraza caracterológica.

Para Reich, la salud anímica depende de la potencia orgásmica del

individuo, la capacidad de este para entregarse sin inhibiciones ni

bloqueos a la corriente de energía biológica que se descarga durante la

experiencia. Las resistencias y bloqueos a esta energía fueron llam adas

la coraza caracterológica, que consisten en tensiones y endurecimiento

muscular manifiestas en la postura y expresión corporal.


La terapia propuesta por W. Reich consiste en disolver la coraza

caracterológica a través del uso de distintas técnicas co rporales a fin de

activar los principales centros vegetativos, pertenecientes al sistema

nervioso autónomo del individuo.

Perls, durante muchos años, fue analizado por Reich y toma los

principios de su teoría para incorporarlos en la terapia Gestalt al

centrarse en el cómo y no tanto en el que o el por qué. Es decir,

centrando la atención en lo expresado por el cuerpo del paciente,

entendiendo al ser como una unidad mente -cuerpo y comprendiendo que

la expresión solo verbal pueden ser solo justificaciones y peticiones de

ayuda al ambiente.

Teoría de la indiferencia creativa

En su primer escrito Yo hambre y agresión, Perls declara la aplicación del

pensamiento diferencial, basado en la indiferencia creativa propuesta por

Fiedlander para debatir el pensamiento lineal de causa-efecto desarrollado por el

psicoanálisis.

Esta teoría plantea que cada acontecimiento consta de un punto cero a partir del

cual es posible identificar los opuestos, los cuales, en un contexto especifico,

demostraran una gran afinidad el uno por el otro. Al confrontar la diferencia de los

contrarios, encontramos el punto de unión (Punto cero), el lugar en que ambos se

neutralizan y se descubre su simetría, antes invisible.


Basándose en las ideas de Friedlander, Perls sustenta la teoría gestáltica de las

polaridades, proponiendo un pensamiento que tiene en cuenta los opuestos desde

una posición de neutralidad. Al establecer un puente entre los extremos o polos, la

Gestalt acentúa el valor de la diferenciación y la posibilidad de síntesis

(Peñarrubia, 1998).

Psicodrama

El teatro y la danza han sido actividades artística que han fascinado y

acompañado a Perls desde su infancia y ya de adulto, en su etapa

californiana, en Esalen, rescató y propicio este interés en sus sesiones

terapéuticas.

Gracias a la influencia de estas disciplinas artísticas en la vida de Perls, la terapia

que plantea (la terapia Gestalt) introduce la experiencia en la sesión terapéutica,

en lugar de la exclusiva comunicación verbal. Le da gran importancia a la actividad

corporal y al intercambio de roles

Perls tomo algunas técnicas del psicodrama de Moreno y al ser contemporáneos y

seguidores de Reinhardt (Figura importante del teatro europeo en el primer cuarto

de siglo), ambos escuelas tienen grandes similitudes: ambos comparten el

sustrato filosófico (Humanismo, fenomenología), la actitud terapéutica (una

relación igualitaria, desestimando la transferencia en favor de la relación autentica

aquí y ahora), la importancia de la movilización corporal, así como la

espontaneidad y creatividad (básicas en cualquier método teatral), la exploración


de las emociones no expresadas a través de actualizar la escena o la situación

pendiente, el valor de la catarsis como garantía de insight no meramente

intelectual y el uso del grupo (o los yoes auxiliares y la audiencia) como contraste,

confrontación o ampliación de la conciencia del protagonista (Peñarrubia, 1998).

2.4. Psicoterapia Gestalt

La aparición de la Gestalt como una propuesta terapéutica surge en Sudáfrica, en

un intento de sus creadores, de hacer aportaciones al marco psicoanalítico. Sin

embargo estos aportes son rechazados por el mismo Freud.

Es entonces cuando Laura y Fritz Perls inician la creación de su propia teoría,

llamada inicialmente terapia de concentración.

Para los Perls el desarrollo adecuado del instinto de hambre es el que denota a

cada persona la capacidad de recuperarse de las exigencias sociales impuestas.

Sosteniendo necesario el volver a la agresión para desestructurar y reconsiderar

un estilo de vida personal.

Posteriormente, la pareja viaja a Nueva York donde se junta el llamado grupo de

los siete. Pertenecieron a este, Laura, Fritz, Goodman, Weisz, Shapiro, Eastman y

Hefferline. Juntos publican el libro llamado Terapia Gestalt, con el que se

considera oficial el nacimiento de este enfoque terapéutico.

Y desde ese momento el trabajo no paro, posteriormente forman un instituto en

Cleveland, donde Laura se queda a desarrollar la teoría. Mientras Fritz inicia un


viaje alrededor del mundo difundiendo su trabajo, hasta llegar a Esalen, sur de

california, donde inicia la formación de comunidades gestálticas.

2.4.1. Objetivo de la psicoterapia Gestalt

La Terapia Gestalt propone una forma de crecimiento personal, cuyo objetivo es

devolver al cliente su autonomía, es decir, su libertad. Para eso trabajará con lo

real, con lo excitante para el cliente, con lo presente aquí y ahora. Intentará

incrementar su darse cuenta global, y no solo su consciencia reflexiva. Tratará de

potenciar su creatividad, su capacidad de ver el mundo con una actitud diferente,

para que se atreva a incorporar elementos nuevos que formen figuras más

satisfactorias.

2.4.2. Principios de la psicoterapia Gestalt

Aquí y ahora

Este es un principio que la terapia Gestalt comparte con las filosofías orientales y

la fenomenología.

El ahora es el presente, el fenómeno (lo que ocurre), ya sea que estemos

recordando o anticipando, lo estamos haciendo ahora, es el Punto de ajuste donde

surge el darse cuenta de todo lo que se es como ser vivo.

En Gestalt se intenta evitar todo lo que no está o no se desarrolla en el presente,

incluso si el conflicto que aparece hace referencia a una experiencia del pasado o

a un temor del futuro, se trae ese material al aquí y ahora porque solo en el

presente se puede llevar a cabo la integración.


Desde el punto de vista gestáltico, el neurótico no es mera mente una persona que

una vez tuvo un problema, es una persona que tiene un problema continuado,

aquí y ahora, en el presente (Perls, 1976).

En este sentido, la terapia Gestalt tiene como herramienta el continuo de

conciencia, que tiene como objetivo que el paciente sea consiente del cómo vive la

experiencia, identificando así, como produce el mismo sus propias dificultades,

abriendo, de esta manera, la posibilidad de alcanzar el autoapoyo.

El darse cuenta (awareness)

Es entrar en contacto, natural y espontaneo, en el aquí y en el ahora, con lo que

se es, con lo que se siente y percibe. Implica una percepción relajada, con una

finalidad determinada, llevada a efecto por la persona total.

Existen tres Zonas del Darse Cuenta:

1. El darse cuenta del mundo exterior: Esto es, contacto sensorial con objetos y

eventos que se encuentran fuera de la persona. Lo que sucede de la piel para

afuera.

2. El darse cuenta del mundo interior: Es el contacto sensorial actual con eventos

internos, con lo que ocurre sobre y debajo de nuestra piel.

3. El darse cuenta de la fantasía, la Zona Intermedia: Incluye toda la actividad

mental que transcurre más allá del presente (explicar, imaginar, adivinar,

pensar, planificar, recordar, etc).


La responsabilidad

Para la Psicoterapia Gestalt, la responsabilidad tiene que ver con asumir la propia

existencia, acciones, emociones, pensamientos, y todo aquello que conforma el

yo. Puede entenderse también como la capacidad de responder, es decir, es la

capacidad de hablar desde el yo, aceptando lo que se es y logrando una

involucración con la totalidad de lo que se hace y lo que se siente.

Existen algunas reglas en la Terapia Gestalt que buscan generar la

responsabilidad en el paciente. Estas son:

• Enviar el mensaje directamente al receptor en lugar de enviarlo al aire.

• Responsabilizarse de lo que se dice y hace hablando desde el yo.

• No decir no puedo, sino no quiero, ya que esto lleva a asumir la consecuencia de

la evasión.

• Traducir las preguntas en afirmaciones, esto permite asumir la responsabilidad y

consecuencia de lo que afirma, en lugar de adoptar una postura pasiva y proyectar

su responsabilidad en el otro.

• Prestar atención a la propia experiencia física y compartirla con la frase “me doy

cuenta de…”.

2.4.3. Conceptos teóricos de la Psicoterapia Gestalt

2.4.3.1. Contacto.
El contacto se da en la frontera entre dos seres distintos, es el punto en que se

experimenta el yo en relación con lo que no es el yo. Se podría definir como ese

pasaje que se establece entre la unión y la separación o viceversa.

El contacto solo puede existir entre seres separados y conlleva a una creación

nueva, el completo desarrollo de nuestra identidad (Polster, 1991). El contacto es

esencial para el crecimiento, al contactar surge la posibilidad de un cambio

personal y la visión que se tiene del mundo. Cuando se entra en contacto con otro

ser, se expone la existencia independiente y una posibilidad es la de quedarse

enganchado en esa relación. El contacto es un peligro, pero también es la base

del crecimiento y de la maduración.

Los límites del yo marcan la capacidad (cantidad y calidad) del contacto que una

persona quiere o puede establecer con el mundo que la rodea. Son los riesgos

que, ante una posibilidad de gratificación, una persona está dispuesta a afrontar

cuando se acerca a los límites de su conducta habitual. Los límites eficaces no

son rígidos, son permeables y permiten encuentros en libertad entre el organismo

y el ambiente, son flexibles para poder abrir y cerrar Gestalt.

2.4.3.2. Ciclo de autorregulación organísmica.

Para la Terapia Gestalt, el ciclo autorregulación organísmica es el núcleo básico

de la vida humana. Según Zinker (1991) en toda persona se opera un ciclo

psicofisiológico que se relaciona con la satisfacción de necesidades. El organismo

sabe lo que le conviene y tiende a regularse por sí mismo.

La conceptualización de este ciclo pretende explicar la dinámica que sigue una

Gestalt en su tendencia a completarse. Es una disección detallada de lo que


sucede con el ritmo contacto/retirada, es decir, un análisis de la fluidez o bloqueo

de la autorregulación (Peñarrubia, 1998).

Zinker (1991) propone seis momentos por los que pasa el organismo humano en

su búsqueda de autorregularse:

1. Sensación: El ciclo se inicia con un conglomerado de sensaciones.

2. Conciencia: Posteriormente, ese conglomerado de sensaciones va cobrando

forma, convirtiéndose en una figura clara, pudiendo darle un nombre,

Identificando con claridad que es lo que se está sintiendo y necesitando.

3. Movilización de energía: Una vez que se es consciente de la necesidad, se

inicia la movilización de energía (excitación), preparándonos para la acción.

4. Acción: Es en este momento cuando se produce la actividad concreta deseada

para satisfacer la necesidad inicial.

5. Contacto: Aquí es cuando tomo del exterior aquello que necesitaba y lo asimilo,

convirtiéndose en mí. Es el proceso psíquico por el cual me comprometo.

6. Retirada: Una vez satisfecha la necesidad entramos en un estado de relajación

y desinterés. Estando listos, ahora, para iniciar un nuevo ciclo, con otra

necesidad.
Este movimiento, que pasa de sensación a contacto y de allí a retirada, para

volver a la sensación, es típico de todo organismo. En condiciones saludables, el

ciclo se cumple en forma suave, sin interrupciones y grata (Zinker, 1991).

En los individuos perturbados, hay confusión entre figura y fondo. Les falta

intención y enfoque, siendo incapaces de elegir lo que es central e importante para

ellos.

Si se lo que deseo, no procurare que otras personas me lo digan ni proyectare

sobre otros mis propias necesidades. En lo existencial, mi conciencia me permitirá

asumir la responsabilidad de las acciones que cometo para obtener lo que puede

satisfacerme (Zinker, 1991).

El objetivo de la terapia Gestalt es que toda persona sea capaz de tomar plena

conciencia de sus necesidades y utilizando todas sus aptitudes y recursos, actué

tomando de su entorno lo que necesita para satisfacerlas.


2.4.3.3. Mecanismos de evitación

Se puede decir que el ciclo de la experiencia, dado en un contexto específico y

significativo, constituye en sí misma una Gestalt. Un ciclo interrumpido es una

Gestalt inconclusa; un ente que parasitará al organismo consumiendo su energía

hasta verse satisfecho.

Para Zinker (1991) el terapeuta gestáltico se interesa particularmente por salvar

los bloqueos del ciclo conciencia-excitación-contacto que se presentan en el

individuo. Para este autor, dichos bloqueos son seis y los ubica de la siguiente

manera:

Desensibilización (Bloqueo entre el reposo y la sensación)


Es un bloqueo del límite de contacto que impide al organismo experimentar una

sensación que llevaría a la toma de consciencia de una necesidad que busca ser

resuelta. La percepción de las sensaciones como perturbadoras o amenazantes

se puede deber a una incomodidad intrínseca (p. ej., dolor físico, hambre o frío),

porque la necesidad no puede ser satisfecha debido al contexto (p. ej., la

necesidad de moverse en un salón de clases) o cuando la sensación entra en

conflicto con alguna creencia inconsciente.

Proyección (Bloqueo entre la sensación y la conciencia)

En este punto del ciclo, la proyección es un una resistencia a darse cuenta.

La persona experimenta sus sensaciones, pero no comprende que significan. Las

señales que recibe de su cuerpo le son extrañas e incluso pueden provocarle

miedo (Zinker, 1991).

De esta manera, todos los aspectos rechazados en la propia persona, son

atribuidos a los otros. Perls (1976) nos dice que la proyección es la tendencia de

hacer responsable al ambiente de lo que se origina en el sí mismo.

Introyección (bloqueo entre conciencia y movilización de energía)

Hace referencia hacia lo que tragamos integro, aquello que aceptamos

indiscriminadamente, lo que ingerimos en vez de digerir, pasa a ser un parasito,

un cuerpo extraño que hace de nosotros su morada. No forma parte nuestra

aunque presente la apariencia de serlo, aun es parte del ambiente (Perls, 1976).

Este bloqueo impide el desarrollo y expresión del propio ser, ya que se actúa de

acuerdo a las ideas, información y mandatos tragados del medio.


En este caso la persona sabe lo que necesita, sin embargo debido a los mandatos

introyectados no desarrollan la energía suficiente para actuar y satisfacer su

necesidad. Con la mayor frecuencia, la energía es bloqueada por miedo a

excitarse o sentir fuertes emociones. Tales emociones incluyen sexualidad e ira,

así como expresiones de alto concepto moral de uno mismo, dignidad,

agresividad, ternura y amor (Zinker, 1991).

Los peligros de la introyección son dos:

- Perder la posibilidad de desarrollar y expresar el propio ser.

- La desintegración de la personalidad al intentar reconciliar dos mandatos

opuestos o incompatibles.

Retroflexión (bloqueo entre movilización de energía y acción)

La retroflexión es cuando la persona se hace a si mismo lo que desea hacer a su

ambiente o lo que desea que el ambiente le haga. Abandona el uso de su energía

para manipular y modificar su ambiente (hacia afuera) y la reorienta hacia adentro

(a si mismo).

Con mayor frecuencia, la energía es bloqueada por miedo a excitarse o sentir

fuertes emociones. Tales emociones incluyen sexualidad e ira, así como

expresiones de alto concepto moral de uno mismo, dignidad, agresividad, ternura,

amor (Zinker, 1991).

Deflexión (bloqueo entre acción y contacto)

El deflector puede movilizar su energía, pero no la aplica en una actividad atreves

de la cual obtenga lo que necesita. Habla mucho y hace muchísimo, pero no se


nutre de esa descarga de energía. No logra actuar a propósito de algo; está

disperso y distraído.

La deflexión es una maniobra que tiende a soslayar el contacto directo con otra

persona, un medio de enfriar el contacto real (Peñarrubia, 1998).

Muy a menudo, la persona tiene idea de lo que desea e incluso la energía

necesaria para satisfacer el deseo, pero con frecuencia la desvía. Disipa su

energía en lucubraciones donde pesan el temor al fracaso o al ridículo, o al

disgusto o la reprobación de otros (Zinker 1991). Se atascan en pantanos de

autoengaños ideacionales y de racionalizaciones.

Confluencia (Bloqueo entre contacto y reposo)

Consiste en la pérdida de límites entre uno mismo y el entorno, fundiéndose con lo

de afuera. El confluente es el que se queda pegado, el que confunde identidad con

unión, comulgando-sin diferenciación-con los sentimientos, ideologías y conductas

del otro o de su grupo de referencia (Peñarrubia, 1998).

Naturalmente, una vez satisfecha la necesidad, el organismo tiende a equilibrarse

y posteriormente surge una nueva necesidad. Sin embargo nuestra sociedad

impulsa ciertos estereotipos de felicidad que constituyen rechazo a una vida

dotada de ritmo, movimiento y continuidad, generando así un bloqueo en este

punto del ciclo de la experiencia.

2.4.3.4. Neurosis
Todas las perturbaciones neuróticas surgen de la incapacidad del individuo por

encontrar y mantener el balance adecuado entre él mismo y el resto del

mundo…su neurosis es una maniobra defensiva para protegerse a sí mismo de la

amenaza de ser aplastado por un mundo avasallador. La neurosis es su técnica

más efectiva para mantener su balance y su sentido de autorregulación en una

situación en la cual siente que la suerte no le favorece (Perls, 1976).

Para Perls la neurosis es la habilidad de manipular. Es una manipulación dirigida a

preservar su impedimento personal para satisfacer sus necesidades, en lugar de

estar dirigidas a deshacerse de sus impedimentos.

En la neurosis, la incapacidad para completar el ciclo de autoregulación

organísmica se vuelve crónica e impide el funcionamiento normal del organismo,

dejando paso a las rutinas y los comportamientos aprendidos y automáticos. La

persona pierde así la noción de ser el actor de su propia vida. Aislado en un

cuerpo con impulsos que no reconoce como propios, ha olvidado su poder para

cuidar de sí mismo y satisfacer sus verdaderas necesidades.

La autorregulacion organísmica es por tanto el antidoto de la neurosis, la

restauración de la sabiduria interna y de la buena orientación externa (Peñarrubia,

1998). Si (la persona) logra aprender cómo dedicar tanta inteligencia y energía al

apoyarse a sí mismo como lo pone en hacer que su ambiente lo apoye, entonces

tendrá que tener éxito (Perls, 1976).

2.4.3.4.1. Dinámica de la neurosis:


Perls, citado por Fagan y Shepherd (1973) señala cinco capas o estratos por las

que el neurótico pasa para llegar a restaurar sus funciones de autorregulación:

Estrato Falso

En esta primera capa se encuentra nuestra fachada, todos los roles, los juegos,

los "como sí" fuéramos esto o aquello, exigiéndonos estar a la altura de un

concepto o fantasía creada por nosotros o por los demás.

Estrato Fóbico

Esta segunda capa se caracteriza por una marcada actitud fóbica a la

autenticidad, queriendo evitar ver y tocar todos nuestros temores, inseguridades,

heridas, dolores y tristezas.

Al atravesar los estereotipos y los roles, nos vamos acercando al vacío interior.

Impasse

Esta tercera capa podemos considerarla como bisagra crucial entre lo periférico y

lo nuclear (Peñarrubia, 1998). En este momento surge, en la persona, un

sentimiento de estar perdido y no saber qué hacer: ya no le sirven los falsos

apoyos con los que se sustentaba y aun no confía en su incipiente autoapoyo.

Estrato Implosivo

Si logramos pasar el estrato fóbico, sentiremos una sensación de vacío, de

inamovilidad, de falta de energía, de muerte. Donde se hallan todas nuestras

energías sin usar, nuestra vitalidad "congelada" o dirigida hacia nosotros mismos

para mantener nuestras defensas.

Estrato Explosivo
En este momento las fuerzas estancadas se disparan hacia afuera en un arranque

de autenticidad, dando paso al Yo verdadero que permanecía oculto. Existen

básicamente cuatro tipos de explosión: dolor, ira, alegría y orgasmo.

2.5. Métodos y técnicas de la psicoterapia Gestalt

Las técnicas usadas en terapia Gestalt son una síntesis de otras técnicas, sin

embargo una sesión de terapia Gestalt no podría ser confundida por otra. Lo

peculiar de las técnicas gestálticas reside en la actitud con la que el terapeuta se

maneja, manteniendo el tema planteado por el paciente, más que en la técnica

misma.

La experiencia de "estar presente", fue aquí la semilla, y Perls no encontró esto en

ninguna otra forma de sicoterapia más que en su propia toma de conciencia

(Naranjo, 1990).

Las técnicas gestálticas, están orientadas a acompañar al paciente a ser consiente

en el aquí y ahora de sí y hacerse responsable de su actuar.

Todas las técnicas de la terapia Gestalt podrían ser consideradas como una

corporeización particularizada de las prescripciones: "percátate" y “hazte

responsable de tus vivencias”

Decir que la terapia gestáltica tiene por objetivo el despertar de la conciencia, del

sentido de la actualidad y de la responsabilidad, es equivalente a decir que su

objetivo es la capacidad de vivenciar (experience) (Naranjo, 1990).


Para lograr que el paciente vivencie y experimente las técnicas gestálticas tienen

dos caminos: deteniendo la evitación y exagerando deliberadamente el contenido

de la conciencia.

Naranjo estructura las técnicas gestálticas en tres:

Técnicas supresivas

Las vivencias se producen en el presente y muchas veces nos llenamos de

actividades para distraernos y evitar la experiencia vívida.

La supresión de las evitaciones generalmente conduce a una experiencia en

particular a la cual los gestatistas le asignan especial importancia -la experiencia

de la nada (Naranjo, 1990).

Al experimentar la nada aún no se han abandonado los juegos de la superficie de

la personalidad y el autopercatarse aún no ha tomado su lugar. En ella aparece la

vergüenza, la culpa y la ansiedad. Estas son señales que aún estamos

negándonos o resistiéndonos a vivir la realidad tal cual es.

La nada, entonces, se convierte en una pantalla sobre la que podemos ver todas

las cosas, un fondo ante el cual surgen libremente todas las figuras (Naranjo,

1990). Las técnicas supresivas pretenden básicamente evitar o suprimir, en el

paciente, los intentos de evadir su experiencia, llevándolo a experimentar lo que

no quiere contactar de sí mismo.

A continuación, algunas de las formas de evadir vivir la experiencia:

- Acercadeísmos: Cuando se dan explicaciones filosóficas y morales, o clichés de

las buenas costumbres, se está dejando de vivenciar la experiencia y se está

racionalizando. Perls dijo que él conocía tres tipos de producciones verborréicas:


La caca de pollo (expresiones de buenos modales, “buenos días”, “hasta luego”,

etc), la caca de toro (todo tipo de racionalizaciones, elucubraciones y escusas:

esto es porque…”) y la caca de elefante (cuando se habla acerca o sobre algo, un

tema).

- Debeismos: Constituyen una actividad sicológica de estar en pugna con una

realidad que no puede ser otra que la que es, son una expresión de nuestra manía

por el control y el deber. Hacen referencia a una evaluación, se aprueba o

desaprueba la experiencia de acuerdo a ciertos estándares preestablecidos. Esta

postura enjuiciadora da seguridad y mantiene el status qua, sin embargo, también

cubren un rango insospechado de verdaderos sentimientos, los debeismos son

otro modo de no vivenciar.

Cuando se experimenta una vivencia como un debería, se vivencia como una

responsabilidad desheredada: "Mi deber hace que yo" toma el lugar de “Yo elijo",

“Yo quiero”.

La prescripción hacia el ideal de ser libre del debeísmo es: "Detén ahora las auto-

acusaciones y los auto- elogios" y su expresión práctica, es el reconocimiento de

la vivencia, sin justificación o critica. ¡Seamos tanto lo que somos, que ningún

sentido de debiera nuble nuestra identidad! (Naranjo, 1990).

- Manipulación: Una acción espontanea difiere de una conducta manipuladora,

estas últimas hacen referencia a todos los roles "como si" que la persona juega,

con el fin de obtener algo de su entorno.

Perls vio estos “juegos” Como una capa externa de la personalidad: "la capa falsa,

y cada vez que se encontraba con ellas, se retiraba o (como una excepción a su

regla) interpretaba: "Estás jugando al …” (Naranjo, 1990).


Algunas formas de manipulación que surgen en las terapias en grupo son las

preguntas (no solo no expresan la experiencia del interrogador, si no que también

desvían el contenido de la interacción grupal, alejándolo de lo que es

terapéuticamente funcional), el pedir permiso (evita el impase de una decisión y

deja la responsabilidad a quien le autorice la acción) y las exigencias (va más allá

de la expresión de un deseo, en ellas se expresa la incapacidad para permitir que

los demás sean auténticamente).

Técnicas expresivas

El expresarse -es decir, traducir los sentimientos y la comprensión de uno en

acciones, formas, palabras - es realizarse en el sentido literal de uno hacerse real.

Sin tal realización somos fantasmas y sentimos la frustración de no estar

plenamente vivos (Naranjo, 1990).

El expresarnos sería un proceso tan natural como la germinación de una semilla o

el florecer, sin embargo los aprendizajes que forman el carácter a temprana edad,

nos aleja de lo que realmente somos, dejando así, de expresar nuestra verdadera

naturaleza.

Las técnicas expresivas favorecen los contenidos de la conciencia genuina a

través de la expresión de los impulsos, sentimientos y acciones auténticamente

organísmicos (Peñarrubia, 1998).

Hay tres principios en las técnicas expresivas:

La iniciación de las acciones.

Hay técnicas de aplicación universal orientadas a maximizar la expresión,

manifestarla ya sea con palabras o acciones. La expresión puede ser generada a


través de la instigación directa a hacerlo, así como también a través de generar

situaciones sin estructura en donde la persona se verá confrontada con sus

propias acciones, percatándose así, de sus conflictos y su naturaleza. En una

situación donde la regla es “no tener reglas", el paciente no puede sino reconocer

el conflicto como suyo propio. Al ser la regla "sé tú mismo", él debe encarar el

desafío de su libertad (Naranjo, 1990).

La ronda es una técnica que permite la expresión libre de emociones, revelando

aspectos que para el paciente eran inaccesibles, además de llevarlo a un impasse.

Consiste en pedirle al paciente que exprese lo que quiera, o realice una acción,

con cada miembro del grupo y experimente lo que siente.

La vocalización de jerigonza es otra técnica. El uso de jeringonzas en la expresión

tiene la peculiaridad de permitir la espontaneidad de expresión que las palabras

comúnmente usadas no permitirían.

También están las técnicas de prescripción individual, las cuales consisten en

invitar al paciente a expresar o realizar aquello que ha estado evitando decir o

hacer.

Dentro de este grupo de técnicas tenemos la fórmula de Perls "¡Podría alimentarte

con una frase?", en esta técnica el paciente experimenta con la verdad posible que

el terapeuta ha visto, haciéndola su propia afirmación de sí mismo

Otra técnica individual es la del principio de inversión, consiste en invertir las

autopercepciones y acciones habituales, de esta manera se suscita la expresión

de lo que está siendo pospuesto, desviado o suprimido.

El completar la expresión.
Una de las cosas que hace un terapeuta gestáltico es intensificar la autoexpresión

en los momentos o elementos de verdadera expresión del paciente. Podemos

distinguir, cuatro tipos de procedimientos con este fin:

1. La repetición simple. Cuando el terapeuta realiza una repetición verbal de lo

dicho por el paciente, este puede percatarse de aspectos que estaba minimizando,

pudiendo verse ese mismo aspecto en la real dimensión para su vida,

comprometiéndose con ello.

2. La exageración y él desarrollo. Tiene lugar en forma espontánea cuando se le

pide, al paciente, que vuelva a hacer o decir algo varias veces o que lo exagere e

intensifique, volviéndolo obvio. Esta técnica tiene como intensión el profundizar en

el movimiento o expresión inicial para debelar su fondo.

3. La explicitación o traducción. Consiste en contactar con una conducta no verbal

y luego llevarla al plano verbal: "Qué quiere decir tu mano", "Si tu pie hablara que

diría", etc. Haciendo, de esta manera, explicito un contenido que sólo era implícito.

4. La identificación y la actuación. Aquí es cuando se le pide al paciente que de

movimiento a sus pensamientos, pudiendo, de esta manera, descubrir a que

pensamientos o fantasías inconclusas esta aferrado, evidenciando su urgente

necesidad de poner en acción algo crónicamente evitado y sustituido por un

ensayo descorazonado.

El ser directo.

Otro aspecto al que el terapeuta Gestalt debe estar atento son las minimizaciones

en la expresión de los pacientes. Estas son evidenciadas a través del uso de las

palabras "pero, “eso” y “uno” o” nosotros”, todas palabras pantallas que solo

evitan el contacto directo yo-tú y el asumir su responsabilidad.


La retroflexión es otra forma de no contactar directamente con el ambiente ya que

la persona dirige su actividad hacia adentro y se pone a sí mismo como sustituto

del ambiente, convirtiéndose en el blanco de su conducta. Ante ello, es importante

que el terapeuta Gestalt acompañe al paciente a descubrir lo inhibido/reprimido y

se permita expresar su real deseo o necesidad.

Técnicas integrativas

Las técnicas integrativas buscan estimular la integración de voces conflictivas

internas (disociadas) por medio del encuentro intrapersonal y la asimilación de

proyecciones.

Encuentro intrapersonal.

Esta técnica consiste en poner en contacto a los sub-sí mismos de una persona,

dando voz a cada uno de ellos, generando un dialogo o interacción que los lleve a

integrarse.

Para que esta técnica sea efectiva, es necesario tener en cuenta que el encuentro

no sea prematuro, es decir, que el paciente haya reconocido en sí y vivenciado los

dos aspectos de sí mismo. Así también es importante que este dialogo se realice

desde el sentimiento de cada una de las partes y no se quede en una discusión

intelectual.

Asimilación de proyecciones.

Al proyectar (atribuirle a otra persona o cosa en el ambiente cualidades o

sentimientos propios), se disimulan preferencias y se enmascara la

responsabilidad de la acción.
En la terapia Gestalt, el terapeuta acompañara a su paciente a asimilar sus

proyecciones, incorporando en sí mismo lo que ha desheredado. Para lograr ello

tiene como técnica más importante la identificación con la proyección por medio de

la actuación, dejando de ser “yo” para convertirse el “eso”. Otra forma técnica que

se puede usar en estos casos es la de convertir un dialogo interpersonal en uno

intrapersonal.

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