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VIOLENCIA ESCOLAR

Luz Maritza Cuellar Aroca

Diana Yamile Estrada Mora

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

PSICOLOGÍA

NEIVA

2019

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VIOLENCIA ESCOLAR

A nivel internacional y nacional la palabra violencia ha dejado una huella significativa tanto

física como psicológica en la humanidad, tan es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo

considera como un problema de salud pública (Organización Panamericana de la Salud, 2003).

La violencia escolar forma parte de la realidad cotidiana de las instituciones

educativas. Es un tema actual, que ha adquirido importancia debido a la frecuencia con que se presenta

y a las consecuencias personales y sociales en que deriva. Enrique Chaux (2012) en su libro Educación,

Convivencia Y Agresión Escolar, llama a la violencia escolar como intimidación, y esta, está asociada

a un desequilibrio de poder entre quien agrede y quien es agredido. La intimidación es un abuso de ese

desequilibrio de poder por parte de quien agrede.

La violencia escolar es uno de los tipos de violencia que reflejan la descomposición

de la sociedad actual. Según la Unesco, la violencia en el ámbito escolar es una realidad que deniega

cada día a millones de niños y jóvenes el derecho humano fundamental de la educación. El Plan

Internacional estima que 246 millones de niños y adolescentes podrían ser víctimas de la violencia al

interior y alrededor de sus escuelas. Este fenómeno afecta a aquellos que presuntamente no se ajustan a

las normas sexuales y de género predominantes.

Dicho concepto fue creado por el psicólogo escandinavo Dan Olweus en el año de

1993, a partir de estudios realizados en los años 70’, que tenían como antecedentes los suicidios

sistemáticos de algunos adolescentes, hallando que habían sido víctimas de agresión física y

psicológica por parte de otros compañeros en la escuela. (Bullying en la Escuela, 2013).

Olweus propone no el concepto de violencia escolar como tal, sino el concepto de

acoso escolar, manifestando lo siguiente: “un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está

expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o

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un grupo de ellos” (OLWEUS, 2004). Igualmente plantea que existen acciones negativas de manera

intencionada que quieren llevar a cabo un daño, que puede ser a través de las palabras o a través de los

golpes, dentro de los cuales se encuentra el acoso sexual

De lo dicho se desprende que el acoso escolar es una especie de tortura en la que el

agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio o la complicidad de otros compañeros. No es de

extrañar entonces que la víctima sufra problemas psicológicos graves y que llegue a albergar e incluso

a realizar ideas suicidas

Sin embargo, la violencia escolar entre alumnos es perpetrada por un agresor más

fuerte que la víctima (o, al menos, la víctima así lo percibe o cree), es decir, entraña un abuso de poder.

Y no sólo esto, sino que además se reitera con un marcado carácter intimidatorio. Cuando tal cosa

sucede hablamos de «acoso escolar» (en inglés, «bullying») (Olweus, 1998; Serrano, 2006; Sanmartín,

2007).

La violencia se puede manifestar de distintas maneras. Lo que varía es el “quien la

ejecuta” (agresor) y “quien la recibe” (víctima). Asimismo, la violencia se ha clasificado según las

formas en que se manifiesta; las más comunes son: violencia física y verbal, directa e indirecta, activa o

pasiva (cuando no se presta la ayuda necesaria o se omiten acciones a sabiendas del daño que puede

causarse). Pero existen manifestaciones a las que, por sus características, se da una denominación

particular: violencia de género, acoso sexual, violencia doméstica, bullying, acoso psicológico,

violencia escolar (Gómez et al., 2007).

En base a ello, se puede decir que la violencia escolar puede ser ejercida por un

docente hacia el alumno, por un alumno hacia un docente, por el alumno hacia otro alumno, por

docente a otro docente, entre otros. Es un hecho que ningún miembro de la comunidad educativa está

exento de ser víctima de la violencia escolar.

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En una institución educativa suceden fenómenos de violencia tal y como se

caracterizan para la sociedad en su conjunto (muertes, amenazas, boleteo); pero además,

conductas, relaciones y comportamientos de agresión dirigidos a lastimar o dañar al otro, desde

algún punto de vista —físico, psicológico, moral— así como situaciones donde se expresa

intolerancia, discriminación, desconocimiento del otro, todo lo cual tiene que ver con la violencia o,

por lo menos, con un terreno abonado para ella. (Camargo Abello, 1997)

Para conceptualizar un poco, expondremos los principales tipos de violencia que se

desarrollan en el ámbito escolar (Martinez,:

 Violencia del docente al alumno: Se refiere a aquellos actos violentos

realizados por los docentes hacia los alumnos valiéndose de la autoridad que les confiere su

cargo.

 Violencia del alumno al docente: Este tipo de violencia constituye actos

de violencia física, psicológica y verbal, por ejemplo: burlarse de la ropa del docente, decirle

insultos y groserías durante y fuera de la clase, amenazas de muerte, entre otros.

 Exclusión: Este tipo de violencia se presenta cuando un grupo de

alumnos deciden “hacer a un lado” a un alumno. Actúan como si esta persona no existiera,

haciendo que se aislé.

 Intimidación: La intimidación es el acto de infundir miedo mediante

amenazas y valerse de él para que las víctimas hagan lo que el victimario desea.

 Violencia Sexual: Este tipo de violencia sucede cuando existe la

presencia de conductas sexuales inapropiadas dentro de la comunidad educativa.

 Coacción: Este tipo de violencia se refiere a la violencia ejercida sobre

alguien con el objeto de obligar a que haga algo que esa persona no quiere.

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 Bullying: Es un acto de violencia realizado de forma reiterada. Se refiere

a todo tipo de maltrato (burlas, maltrato físico, entre otros) realizado a un alumno, profesor u

otro miembro de la comunidad educativa.

 Violencia entre el personal docente: Este tipo de violencia no es muy

común en la comunidad educativa. Se refiere a todas aquellas burlas y maltrataos realizados por

un docente hacia otro.

Cuando se produce acoso escolar suelen estar implicados tres actores:

Víctima. Es quien sufre las agresiones. Habitualmente se trata de personas tímidas,

inseguras, que mantienen una excesiva protección de los padres y son menos fuertes físicamente.

Existen diversos tipos de Victimas:

 Víctima pasiva o sumisa: Se trata del tipo de víctima más común, se

caracteriza por la falta de respuesta y la aceptación por los ataques del agresor

 Víctima activa: Es más asertiva y con mejor autoestima que los otros

tipos de víctimas. Tiene rasgos propios (ansiosos y agresivos) que son molestos para el grupo.

Sus conductas disruptivas provocan malestar tanto en sus compañeros como en los adultos.

 Víctima agresiva: Se caracteriza por la respuesta agresiva hacia sus

atacantes. Representan la estrategia más común para salir de esta situación “si me atacas te

ataco” estrategia socialmente justificada por algunos adultos en las escasas ocasiones que las

victimas le informan de dicha situación. Se les provoca con facilidad y ellos a su vez provocan a

sus compañeros

Agresor. La persona que ejerce la violencia, el abuso o el poder sobre la víctima. Nos

encontramos con un individuo que destaca por su fuerza física, impulsivo, dominante y con conductas

antisociales o poco empático con sus víctimas.

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Espectadores. Generalmente es un compañero que presencia situaciones de

intimidación. Puede reaccionar de diferentes maneras: aprobando la intimidación, reprobándola o

negándola. Muchas veces, y tal como explica la Asociación Española para la Prevención del Acoso

Escolar (AEPAE), los testigos no denuncian los abusos por desconocimiento o por temor a represalias

por parte del agresor.

CLASIFICACIÓN DE TIPOS DE VIOLENCIA ESCOLAR

Como se mencionó anteriormente, la violencia escolar se genera debido a una desigualdad de

poder entre los implicados, de esta manera es importante conocer las diferentes concepciones que tienen

los estudiantes, docentes y diferentes autores con respecto a violencia escolar y quienes están inmersos

en ella.

En el artículo “Tipificaciones juveniles sobre la violencia en el escenario escolar” de la autoría

de Carina V. Kaplan & Pablo Di Napoli (2017) un grupo de estudiantes realiza la descripción de aquellos

compañeros catalogados como “violentos”; estas descripciones se dan bajo un complejo de clasificación

que se encuentra socialmente jerarquizado donde el ser o no violento abre una brecha entre estudiantes,

toman en cuenta factores como su forma de vestir, hablar, estrato económico, a su vez se tiene en cuenta

tipificaciones como tener o no auto control, donde los estudiantes violentos tiende a ser según las

descripciones los que están buscando conflictos para así poder sentirse superiores a sus compañeros y de

esta manera ganarse el “respeto” de los mismos.

Cada una de las descripciones se las hace utilizando un dialecto propio de los jóvenes teniendo

en cuenta el significado que estos mismos les dan, por ejemplo, se refieren a la diferencia entre ser negro

físicamente al ser negro de mente. De esta manera aquellas personas que por lo general tienden a estar

en conflicto con los demás se califica como lo segundo.

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Los docentes también son sujetos que basados en sus experiencias relatan o describen como

perciben esta problemática en el ámbito escolar, según un estudio realizado por (Savedra, Villalta, &

Muñoz, 2007), existen varios tipos de violencia, entre ellas tenemos:

• La violencia instrumental como aquella que se emplea como instrumento para solución

de conflictos o diferencias entre estudiantes.

• La violencia como acto cultural donde la violencia se da por ser una practica propia de la

cultura siendo este un problema social.

• La violencia como identidad Se toma esta definición como un rasgo propio de los jóvenes,

es decir; se tiene la creencia de que los adolescentes se comportan de manera violenta ya que es su “forma

de vida”.

En este estudio también se realiza una clasificación en cuanto a los tipos de violencia que los

docentes han podido percibir en las instituciones que han laborado agrupándose en tres subcategorías:

• Violencia física: Este tipo de violencia se da mediante contactos corporales agresivos

(pegar puños, patadas, empujar al otro intencionalmente)

• Violencia psicológica: definida como “interacciones verbales que atacan o disminuyen al

otro” por ejemplo, la agresión verbal.

• Destrucción hacia las pertenencias de sus iguales o hacia los recursos materiales de la

institución: violencia en la cual se daba la destrucción de las pertenencias de los compañeros de clase, o

también la destrucción de los muebles que se encuentran dentro de la institución

Según (Ayala-Carrillo, 2015), La violencia puede ser clasificada según las formas en que se

manifiesta; clasificándose de esta manera en violencia física y verbal, directa e indirecta, activa o pasiva;

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esta se da cuando no se presta la ayuda necesaria o se omiten acciones a sabiendas del daño que puede

causarse.

La violencia escolar también puede ser clasificada teniendo en cuenta la intencionalidad y su

naturaleza (Urbina, Hernández, & Gamboa, 2018), esta puede ser ocasional; haciendo referencia a

situaciones aisladas de maltrato, se presenta de forma eventual o esporádicamente y de tipo frecuente,

donde se dan las situaciones de acoso.

De acuerdo con su naturaleza estos autores clasifican la violencia en tres tipos:

• Violencia Física: en donde se dan actos como atacar corporalmente, pegar, empujar, dar

patadas, robar o dañar las pertenencias ajenas.

• Violencia Verbal: en este tipo de violencia se encuentran los insultos, poner motes,

contestar con un tono desafiante y amenazador, dejar al otro en ridículo.

• Violencia Psicológica: situaciones en las que se desprecia a los demás, se propagan

rumores peyorativos, se dan críticas en ausencia, se marginan, se excluye socialmente los compañeros,

ignorando y evitando su participación.

Al centrarnos únicamente en el campo escolar nos hemos dado cuenta de que la mayoría de las

investigaciones sobre violencia escolar están centradas, fundamentalmente, en el estudio del fenómeno

conocido como bullying, Sin embargo, existen otros tipos de violencia por ejemplo la violencia

interpersonal, violencia de género, violencia del alumnado a los docentes, entre docentes, y entre

personas inmersas en el ambiente escolar; así como la violencia interpersonal en el ámbito de la

convivencia escolar (Ayala-Carrillo, 2015).

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Gracias (Chaux, 2012) podremos entender de forma sintetizada como se ha abordado la

clasificación de violencia escolar, estas pueden varían dependiendo del tipo de agresión; entre ellas

tenemos:

• Intimidación Física: donde se proporcionan golpes o se daña o esconde objetos personales

del otro.

• Intimidación Verbal: cuando se insulta a alguien asignando apodos, burlándose de

características personales o diciendo groserías

• Intimidación Relacional o Indirecta: cuando de forma permanente se daña las relaciones

de una persona a través de rumores fomentando la exclusión sin que la victima sepa quién es el

responsable.

• Intimidación Virtual o Cyberbullying: Agresión permanente a alguien por medios

electrónicos tales como computadoras o celulares.

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La violencia escolar es una de las problemáticas más frecuentes en el contexto educativo, es un

tema que ha perdurado a lo largo del tiempo y ha adquirido importancia debido a la frecuencia en que

se presenta y a las consecuencias personales y sociales que deriva.

Este fenómeno no solo puede ser entendido como un problema que les compete únicamente a

las instituciones educativas, pues cada uno de los estudiantes hacen parte de un medio social, cultural y

económico, hecho por el cual lo reflejado en los establecimientos educativos se puede manifestar en el

entorno sociocultural.

No podemos hablar de violencia escolar de forma aislada, sin establecer nexos entre lo público

y lo privado, lo colectivo e individual, aspectos del ambiente familiar y comunitario; sin aludir a las

diferencias de género y a las historias de vida de quienes agreden o son víctimas de agresiones, por

supuesto, sin considerar la cultura, las relaciones interpersonales, etcétera.

Al ser esta problemática una realidad que deniega cada día a millones de niños y jóvenes el

derecho humano fundamental de la educación integral, es importante tener en cuenta aquellos efectos

que puede causar según la forma en que se manifiesta tales como baja autoestima y depresión, síntomas

que influyen en la cotidianidad de la persona tanto dentro como fuera de la institución.

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JUSTIFICACIÓN

Anteriormente la violencia escolar era un tema poco mencionado en el contexto educativo, los

maestros, directivos y alumnos difícilmente enunciaban la palabra violencia para calificar los

acontecimientos que obstaculizaban tanto la convivencia, como el trabajo escolar. Sin embargo, en la

actualidad es una problemática comúnmente mencionada, por lo cual se ha convertido en un foco

principal de investigación en el campo de la psicología.

Consideramos este fenómeno como una de las problemáticas presentadas con más frecuencia en

los contextos educativos, afecta la educación generando espacios inadecuados de convivencia,

entorpeciendo el desarrollo propicio y la formación de los escolares de manera integral, por tal razón, el

propósito de esta investigación es identificar la prevalencia de violencia escolar en los grados 4 y 5 de

primaria de la institución educativa promoción social de la ciudad de Neiva

La violencia escolar se ha convertido en un problema de interés público y propio. Por un lado,

docentes, padres de familia, directivos e instancias de gobierno se han preocupado por entender lo que

ocurre en las escuelas y cómo generar estrategias de intervención y prevención, sin embargo, para

realizarlo es necesario identificar cual es la prevalencia en la comunidad educativa en la cual se desee

implementar las tácticas de solución.

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OBJETIVOS.

OBJETIVO GENERAL

Generar e implementar nuevas formas de relacion y/o comunicación en padres de familia,

docentes y estudiantes de los grados 4° y 5° de la Institucion Educativa Promocion Social de la ciudad

de Neiva.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Vincular a los padres de familia para construir nuevas formas de resolucion de

conflictos.

 Construir de manera particiativa con los docentes estrategias para la implementacion de

las rutas de atención de violencia directa.

 Fortaleces y/o mejorar la comunicación acertiva para la disminucion de las agreciones

verbales.

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ANTECEDENTES

A continuación se presentaran las investigaciones que nos proporcionarion informacion con

respecto a la violencia escolar (Factores, prevalencia, efectos prevención e intervención).

FACTORES DE RIESGO Y POTENCIACIÓN DE LA VIOLENCIA ESCOLAR

Haciendo una revisión de diferentes investigaciones encontramos que existen una serie de

factores de riesgo y potenciación de la violencia escolar. Tomando cada una de las investigaciones,

plasmaremos la información suscitada por cada autor.

En el artículo internacional VIOLENCIA ESCOLAR: UN PROBLEMA COMPLEJO de la

ciudad de México en el año (2015) escrito por María del Rosario Ayala Carillo, relata que no es posible

hablar de violencia escolar de forma aislada, sin establecer nexos entre lo público y lo privado, entre

comportamientos colectivos e individuales, aspectos del ambiente familiar y comunitario; sin aludir a las

diferencias de género y a las historias de vida de quienes agreden o son víctimas de agresiones; y, por

supuesto, sin considerar la cultura, las relaciones interpersonales, etcétera.

El objetivo de su estudio es mostrar algunas situaciones de violencia sociocultural, familiar e

individual que pueden ser factores de riesgo y potenciación de la violencia escolar, dado que todo lo que

pase o deje de pasar en estos contextos influye de manera directa o indirecta en el ambiente escolar que

son las siguientes:

 FACTORES ESCOLARES

En su estudio Ayala (2015) menciona que La Secretaría de Educación Pública de México

(2009), considera que los factores de riesgo en la violencia que se suscita en los salones de clases, se

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derivan de la falta de reglas y límites en la institución y de las relaciones poco afectivas entre compañeros,

compañeras, docentes y directivos(as).

Los resultados obtenidos de diferentes fuentes sobre el acoso entre iguales, refleja que

determinadas características de la escuela tradicional contribuyen a dicho problema y dificultan su

superación, como: 1) la tendencia a minimizar la gravedad de las agresiones entre iguales,

considerándolas como inevitables –principalmente entre adolescentes–, o como problemas que ellos

deben aprender a resolver solos, sin que los adultos intervengan, para hacerse más fuertes; 2) el

tratamiento tradicionalmente dado a la diversidad, actuando como si no existiera. En función de esto

puede explicarse que el hecho de estar en minoría, de ser percibido como diferente, de tener un problema,

o de destacar por una cualidad envidiada, incremente la probabilidad de ser elegido como víctima de

acoso (con motes o aislamiento, entre otros); 3) insuficiencia de la respuesta que la escuela tradicional

suele dar cuando se genera la violencia entre escolares, que deja a las víctimas sin la ayuda que

necesitarían para salir de la situación, y que suele ser interpretada por los agresores como apoyo implícito

(Díaz-Aguado, 2005). Gómez et al. (2011:42) incluso señalan que el funcionamiento satisfactorio de la

institución escolar está basado en la aplicación de cierta violencia legítima, que no es sino el nombre de

las medidas de control y disciplina escolar.

En México, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reportó en 2011 que 30%

de los estudiantes de primaria declaraban sufrir algún tipo de violencia escolar. Para 2013, este porcentaje

aumentó a 40%, es decir, 18 millones 781,875 alumnos y alumnas de primaria y secundaria, tanto en

escuelas públicas como privadas, sufrieron acoso escolar. Del estudiantado de sexto grado de primaria,

40% dijeron haber sido víctimas de robo; 25% recibieron insultos o amenazas; 16% fueron golpeados y

44% han atravesado algún episodio de violencia. Por su parte, la Comisión Económica para América

Latina y el Caribe (Román y Murillo, 2011), destaca que 11% de los estudiantes mexicanos de primaria

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han robado o amenazado a algún compañero, mientras que en secundaria ese porcentaje alcanza 7%

(Ayala-Carrillo, 2015).

En estos estudios mencionados y otros llevados a cabo, subrayan que la violencia escolar es

una de las muchas formas de violencia que se viven en México, y que no se presenta de forma aislada,

está interrelacionada con otros tipos de violencia. De ahí la necesidad de conocer más sobre el contexto

sociocultural de las relaciones interpersonales, cercanas y personales, que ayuden a comprender la

violencia en las escuelas.

En el artículo a Nivel internacional de Perú FACTORES DE RIESGO DE VIOLENCIA

ESCOLAR (BULLYING) SEVERA EN COLEGIOS PRIVADOS DE TRES ZONAS DE LA SIERRA

DEL PERÚ realizado por Isabel Amemiya, Miguel Oliveros, Armando Barrientos en el año (2009) nos

mencionan que la existencia de pandillas en los colegios, así como el tener amigos pandilleros en el

entorno han encontrado que son también factores de riesgo de violencia escolar severa. También que el

alumno portador de algún defecto físico se encuentra más expuesto a la violencia escolar severa; en ellos

se mezclan conductas de discriminación y exclusión para dañar la imagen social del niño y ‘envenenar’

a otros contra él. Se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y enfermiza de la víctima. Se

critica todo cuanto hace o dice la víctima, y muchas veces contra lo que no ha dicho ni hecho. No importa

lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros.

En un artículo a Nivel Nacional en Bogotá Colombia LA VIOLENCIA ESCOLAR COMO

REGIMEN DE VISIBILIDAD escrito por Forero Londoño Oscar Fernando en el año (2011), señala que

los trabajos realizados por Germán Muñoz-González (1999), Piedad Ortega (1999) y Adira Amaya-

Urquijo (1999) interpretan el conflicto en la escuela fundamentalmente como la deslegitimación de las

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prácticas culturales propias de los jóvenes, pues según ellos, gracias a que en la cultura escolar

predominan la imposición de modelos autoritarios y el poco reconocimiento de la alteridad, no se hacen

posibles prácticas para el disfrute, el sentir, el reír, el asombro y la incertidumbre. La escuela es

representada como uno de los espacios que reproduce la estructura autoritaria y vertical de la sociedad,

por tanto, el espacio escolar como propuesta pedagógica está inhabilitado o es incapaz de asumir los

conflictos en los que los sujetos se debaten en ella.

 FACTORES INDIVIDUALES

Ayala (2015) nos menciona que los factores individuales son inherentes a la persona (como el

género, las características físicas, biológicas y fisiológicas, o la historia personal), influyen en el

comportamiento de los individuos y aumentan sus probabilidades de convertirse en víctimas o

perpetradores de actos violentos. Entre los factores que pueden medirse o rastrearse se encuentran las

características demográficas (edad, educación, ingresos), los trastornos psíquicos o de personalidad, las

toxicomanías y los antecedentes de comportamientos agresivos o de haber sufrido maltrato (OPS, 2002).

En México Estadísticas nacionales registran como situaciones características de violencia el

suicidio y las lesiones auto infligidas que llevan a la muerte. Existe un patrón que indica diferencias

significativas por edad y género; según datos del INEGI, SS y OPS (2008), de las muertes por violencia

a nivel nacional 4.4% fueron por suicidio (1.6% en mujeres y 7.3% en hombres). Adolescentes y jóvenes

de 15 a 24 años, ocupan el primer lugar en sectores vulnerables, seguidos de personas adultas y de

personas adultas mayores, sin embargo, se ha detectado un incremento en niños menores de 10 años. En

todos los estados de la república, los varones son quienes más se suicidan.

Por otro lado, Julio Alejandro Gómez y Cira Margarita Salazar mencionan ciertos factores

intrínsecos en riesgo en relación con la violencia escolar en su artículo DETECCIÓN DE VIOLENCIA

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ESCOLAR EN ADOLESCENTES EN LA CLASE DE EDUCACIÓN FÍSICA; centran su mirada en la

relación que el sujeto escolar construye con sus iguales a partir de la convivencia motriz; el espacio ideal

para modelar y observar la corporeidad de esta relación es la clase de educación física. Justamente en

este espacio, el escolar expresa aprendizajes corporales previos y actitudes hacía los demás, de allí la

importancia que brinda la clase de Educación Física para detectar situaciones de violencia.

Los autores mencionan un estudio realizado por Pueyo y Redondo en el año 2007 del que

destacan que en las escuelas los niños y jóvenes se muestran violentos en el juego y el deporte, como

consecuencia de que la agresión física y verbal en el deporte es considerado como parte del mismo, sin

verlo propiamente como un acto violento, siendo la agresión una de las tácticas que la violencia puede

emplear para obtener sus fines.

En ese sentido, la investigación realizada por los autores está encaminada a detectar cuáles

podrían ser esos factores o conductas agresivas de riegos en el escenario de la clase de educación física

en el estado de Veracruz México, ya que esta asignatura se deriva de la acción motriz, en ella se revelan

conductas agresivas que no son visibles en una asignatura teórica dentro del aula.

En dicha investigación los autores detectan tres factores presentes en la violencia escolar; la

agresión verbal, la agresión física, la ira y la hostilidad.

La agresión verbal es la menos utilizada por los jóvenes veracruzanos, o bien, la menos

identificada como violencia escolar. La agresión verbal, aunque es una acción directa en los adolescentes

no es tomada como violencia por los mismos, debido a que podría considerarse un medio de

socialización; a diferencia de los mayores que dan más sentido al lenguaje como medio para lastima al

otro. Los estudios revelan que las manifestaciones de la agresión verbal más comunes entre el

estudiantado son: los insultos a las condiciones corporales y físicas, asignación de motes/sobrenombres,

hablar mal del compañero y amenazas.

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El factor de agresión física es el mayormente identificado entre los estudiantes de Veracruz,

preferentemente entre los hombres de 15 y 16 años y notoriamente en el último año de secundaria y

primer año de preparatoria.

En cuanto a la ira, los estudiantes veracruzanos mantienen una constante entre los niveles bajo

e intermedio, a diferencia de los anteriores, tanto hombres como mujeres y de ambos niveles educativos

manejan de forma similar esta emoción.

La hostilidad definida por los autores como “los sentimientos que canalizan la emoción de la

ira hacia uno o varios objetos, sentimientos que suelen ser bastante duraderos y, especialmente intensos”.

Por tanto, en la muestra de escolares veracruzanos este sentimiento es el previo a la ira, agresión verbal

y física.

 FACTORES FAMILIARES

En cuanto a factores familiares Ayala (2015) señala que la composición y estructura familiar,

así como la dinámica que se establece en el interior de ella, influyen en el aprendizaje de

comportamientos, actitudes, pautas culturales, valores, ideas y creencias en las primeras etapas de vida

de niños y niñas. Es en el ámbito familiar donde se da la primera y más importante adquisición de

patrones afectivos, de conducta y socialización. En la familia se aprende a reconocer y respetar o no los

derechos de las demás personas, y se transmiten las expectativas y conductas esperadas para cada uno de

sus miembros, situaciones que posteriormente se ven reflejadas en el ámbito escolar (SEP-UNICEF,

2009).

Para algunas personas, el vínculo afectivo que las une a aquéllos con quienes conviven puede

transformarse en una prisión, cuyos muros son más difíciles de saltar que los de cualquier cárcel real

(Ortega y Mora, 1997). Desde los primeros años, a través de patrones de conductas en los hogares

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(Cerezo, 2001), el individuo aprende que la violencia es una forma rápida y eficaz de solucionar

conflictos, en el marco de un devenir histórico que lo revela como un comportamiento aprendido que se

transmite de una generación a otra, mediante canales habituales como la familia, la escuela y la

socialización.

Ayala (2015) relata que diversos autores(as) (Ybarra y Mitchell, 2004; Rutter et al., 1998;

Rigby, 1993) han señalado que los factores familiares de riesgo incluyen: el número de personas que

habitan en el hogar; pobre relación filial; estrés; desintegración familiar; nivel socioeconómico bajo;

violencia intrafamiliar; deficiente control y supervisión de los hijos o hijas, aptitudes poco eficaces en su

formación; deserción escolar; desempleo; presencia de armas en la casa, entre otras. Para Olweus (2005)

y Rigby et al. (1999), un factor importante es no marcar reglas claras y consistentes en el comportamiento

de hijos e hijas, y aceptar conductas agresivas; además, si en el hogar se producen prácticas de

victimización o maltrato por sus cuidadores, habrá mayores probabilidades de desarrollar y recibir

agresiones (Neufeld, 2002).

Ayala (2015) cita a Díaz-Aguado (2005) quien menciona que entre los principales antecedentes

familiares de los acosadores suelen destacar: la ausencia de una relación afectiva cálida y segura de los

padres, sobre todo de la madre, que manifiesta actitudes negativas o poca disponibilidad para atender al

niño(a); y dificultades para enseñar a respetar límites, combinando la permisividad ante conductas

antisociales con el habitual uso de métodos autoritarios y coercitivos, recurriendo en muchos casos al

castigo corporal. A través de la educación familiar, los(as) hijos(as) deben tener garantizadas tres

condiciones básicas, de las cuales depende su calidad, y que contribuyen a prevenir cualquier tipo de

violencia: 1) una relación afectiva cálida, que ofrezca seguridad sin proteger en exceso (la inseguridad

puede producirse tanto por falta de protección como por una protección excesiva, que transmita miedo e

indefensión); 2) un cuidado atento, adecuado a las cambiantes necesidades de seguridad y autonomía

según la edad; 3) una disciplina consistente, sin caer en autoritarismo ni en negligencia, que ayude a

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respetar límites y a establecer relaciones basadas en el respeto mutuo, la antítesis de la violencia y del

modelo de dominio-sumisión en el que se basa.

La violencia que se vive en las familias de origen puede ser un detonante para permitir, tolerar,

producir y reproducir la violencia en las relaciones de pareja; es decir, se aprende a vivir con violencia y

se toleran estas situaciones en las relaciones –sentimentales– de pareja. Cuando en la familia de origen

se vive violencia, se fortalece la existencia de violencia en otros ámbitos, como el de pareja, social e

incluso escolar (Ayala-Carrillo, 2015).

En el artículo internacional MANIFESTACIONES Y FACTORES DE LA VIOLENCIA EN

EL ESCENARIO ESCOLAR realizado en Venezuela en el año (2017) por Germarilin Pérez, menciona

también que las características familiares es otro factor que ejerce una influencia medular en la violencia

escolar. Al acercarse al ambiente social escolar desde esa perspectiva se encontró una situación muy

compleja: familias numerosas, pobreza, falta de supervisión y control, maltrato y violencia intrafamiliar,

lo cual además quedó reflejado en los discursos de los entrevistados participantes de la investigación. Se

evidencio que cuando los niños viven dentro del clima familiar situaciones de agresiones y violencia, las

internalizan y pueden llegar a ver el mundo como si solo existieran dos instancias: agresor o agredido y

esas respuestas forman parte del orden normal de las cosas.

 FACTORES SOCIOCULTURALES

Como factores socioculturales Pérez (2017) comenta que la sociedad actual y su estructura

social con grandes bolsas de pobreza y desempleo, favorece contextos sociales donde es más propicio un

ambiente de agresividad, delincuencia y actitudes antisociales.

Ayala (2015) nos menciona que los factores culturales se reflejan en el castigo corporal de los

niños y niñas, en el derecho del esposo a controlar a su esposa; se trata de prácticas culturales aceptadas

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en la sociedad mexicana (Buvinic et al., 1999), donde predomina la cultura machista. Uno de los

resultados más reiterados en los estudios sobre la violencia, es que los hombres la utilizan con mayor

frecuencia y de forma más grave que las mujeres (Rutter et al., 1998), diferencia que se manifiesta desde

la infancia en cualquier contexto, incluido el escolar (Olafsen y Viemero, 2000; Olweus, 1993; Whitney

y Smith, 1993), y se relaciona directamente con los estereotipos masculinos tradicionales, en los que se

asocia el valor del hombre con el dominio, el control absoluto y la violencia. Y concluye que la violencia

social que se vive en México es otro de los factores que intervienen en la violencia escolar, ya que

actualmente se pasa por un periodo de violencia dentro de las mismas comunidades y en las calles. La

delincuencia tiene muchas manifestaciones, que pueden ir desde el narcotráfico y la delincuencia

organizada, hasta asaltos y robos. Según el INEGI (2013), entre los principales delitos están el robo o

asalto en calle o transporte público y extorsiones; y en la mayoría de los casos los hombres reportan un

mayor número de incidencias.

En el artículo a nivel internacional, LOS FACTORES SOCIO-CULTURALES EN

RELACION CON LOS PROCESOS EMOCIONALES Y MOTIVACIONALES DEL SUJETO escrito

por Samuel Crespo-Ramos, Ana Romero-Abrio, Belén Martínez- Ferrer y Gonzalo Musitu en el año

(2017), nos topamos con que la comunidad es el escenario de socialización más relevante, junto con la

familia y la escuela, para el ajuste psicosocial del adolescente, donde a través de la interacción genera

sentido de pertenencia, identidad social y sentimientos de comunidad.

En cuanto al sentido de pertenencia, notamos que se expresa en dos dimensiones: 1) La

implicación y 2) La participación del adolescente en la comunidad.

La primera se relaciona con una dimensión de tipo afectivo-valorativa, mientras que la segunda

hace referencia a la pertenencia activa a grupos formales e informales y al uso de organizaciones

comunitarias. En este sentido, se ha constatado que la implicación y la participación comunitaria tiene


21
un efecto amortiguador en los adolescentes respecto de los efectos negativos del estrés y de la implicación

en conductas violentas de en la escuela.

En base a estas dos dimensiones, nos encontramos que contribuyen específicamente a la

creación de nuevas relaciones sociales de carácter informal que, a su vez, se asocian con una menor

implicación en conductas violentas. En relación con la violencia escolar, se ha constatado que la

integración y la participación comunitaria, así como el apoyo social comunitario, se asocian con una

menor implicación en conductas violentas en la escuela hacia los iguales.

Por esto, entendemos que el establecimiento de nuevas redes sociales permite al adolescente

contar con mayores recursos y oportunidades sociales, el cual está asociado con la autoestima y la

satisfacción con la vida y una menor implicación en actos violentos y conductas delictivas.

En los resultados obtenidos de las pruebas aplicadas, se obtuvo una mayor comprensión de la

relación entre la implicación y la participación comunitaria y en los indicadores de ajuste psicosocial

evaluados en adolescentes, en el sentido de que aquellos con una alta participación comunitaria muestran

mayores puntuaciones en autoestima social y satisfacción con la vida, y menores en soledad. Mientras

que aquellos adolescentes más integrados en su comunidad muestran una mayor autoestima académica

y social y perciben una mayor satisfacción con la vida, además de una menor puntuación en soledad y

violencia manifiesta e instrumental. La implicación en la comunidad, una dimensión de carácter

perceptivo y afectivo de la integración comunitaria, parece ser, de acuerdo con los resultados de este

estudio, una dimensión más relevante para el ajuste psicosocial del adolescente.

En un artículo a Nivel Nacional es un estudio donde se ENFASIS EN EL FACTOR SOCIAL-

COMUNITARIO COMO PROCESO VITAL PARA LA COMPRENSION DE LA VIOLENCIA

ESCOLAR, que articula los factores ya mencionados anteriormente.

22
En el artículo de nivel Nacional, publicado por Leonardo Alberto Vega-Umbasía; Álvaro

Alfonso Fernández-Gallego y Néstor Raúl Giraldo-Navia en el año (2017), nos topamos con que la

práctica ya tipificada y ampliamente conocida de maltrato y victimización entre pares conocida como

“bullying” o acoso escolar ha dejado numerosas víctimas, perpetuando en el fenómeno de agresividad

dentro de las instituciones educativas; y esta se practica se ha venido dando con frecuencia en los

departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío.

Así pues, se pone el foco de atención a los entornos familiares, barriales y escolares y su

relación con la problemática del conflicto y la violencia escolar en el Eje Cafetero. Aquí son pertinentes

las apreciaciones de Zurita (2015) quien ha señalado, en un reciente estudio sobre la violencia escolar

desde los medios de comunicación y el poder legislativo en México, que en los últimos años se ha

extendido la idea de que la violencia en las escuelas es un problema de primer orden que no le compete

exclusivamente a las escuelas ni a los sistemas educativos y, en consecuencia, que para su prevención y

erradicación son indispensables los esfuerzos de una amplia variedad de actores.

Los autores referencian: “En el entorno familiar parece darse una correspondencia entre la

consideración que merecen y obtienen los jóvenes en su hogar en términos afectivos, de reconocimiento,

apoyo e interés por parte de sus padres o en su defecto de los acudientes en forma de indiferencia o de

negación y rechazo, y las relaciones deterioradas, negativas generalizadas en el ámbito doméstico y de

uso de la violencia y consumos de alcohol o estupefacientes; es decir, una franja pequeña pero siempre

importante de los estudiantes no solo están expuestos a ambientes hostiles generalizados en su hogar;

sino que además de un 1% a 2% sienten rechazo y negación en su territorio vital de protección y apoyo,

y una franja más amplia asiste a relaciones (hasta un 15% en Manizales y un poco pero no mucho menos,

en Armenia) donde es posible y real, aunque no habitual, el desprecio, la ofensa y la agresión entre los

miembros del hogar, al tiempo que los estupefacientes y el alcohol no son tampoco extraños como no lo

es el delito (el robo a veces llega a 10% y como modo de vida al 1% en los dos municipios capitales).”
23
“Los entornos sociales residenciales y escolares tienen variaciones notables en las dos

capitales: mientras en Manizales los entornos vecinales representan una mayor exposición a la venta,

consumo de spa; barras o pandillas futboleras y personal armado, que, en Armenia, aquí se invierte y

será Armenia en sus entornos escolares donde se presenciarán y tendrán mayor influencia las dinámicas

violentas o adictivas.”

Lo que se pretende es que, a partir de estos resultados presentados, se establezcan las

condiciones necesarias para el inicio de la aplicación de unas estrategias de intervención estatal y

académico y de una profunda y activa movilización social en las instituciones educativas de las ciudades

del Eje Cafetero, que no solo mejore las relaciones de convivencia de quienes interactúan a diario en el

entorno académico, sino también que el cambio de comportamiento y actitud se extiendan a los demás

espacios donde los implicados se interrelacionan con otras personas, como son el contexto familiar y

barrial.

PREVALENCIA

Basándonos en 3 (tres) artículos referentes a la prevalencia de la violencia escolar, se expondrán

los datos obtenidos en donde los resultados abstraídos fueron los siguientes:

Martínez, et al., (2015) Realiza un estudio para obtener la prevalencia de las competencias

genéricas, descritas como aquellas enfocadas al desempeño ciudadano que incluyen aspectos de

ciudadanía y convivencia, de igual modo la prevalencia de las habilidades digitales descritas como la

implicación del uso respetuoso y ético de los entornos virtuales y las TIC, indicando que al desarrollar

esta habilidad se pueden prevenir los actos de cyberbullying.

Con la realización de un estudio descriptivo transversal realizado a 8244 estudiantes de

bachillerato de la Universidad Autónoma del Estado de México midiendo las competencias genéricas,

24
La prevalencia de los índices más altos de competencias genéricas corresponde a las siguientes

competencias:

 Se auto determina y cuida de sí (65%)

 Saber escuchar, interpretar y emitir mensajes pertinentes en distintos contextos (61.9%)

 Participar con una conciencia cívica y ética (60%)

Con un estudio realizado a 12937 alumnos del bachillerato de la Universidad Autónoma del

Estado de México a los que les aplicó el Cuestionario de Medición de la Agresión Escolar e intimidación

en Bachillerato, buscó identificar si la competencia digital, compuesta por altos índices de habilidades

digitales, podía representar un factor de protección y prevención ante el cyberbullying.

La prevalencia en los tres roles implicados fue:

 Victimas del ciberbullying (23.86%)

 Victimarios (7.69%)

 Observadores (67.66%)

La prevalencia de cyberbullying por tipos de conducta fue:

 Insultos electrónicos (77.23%)

 Hostigamiento (42.22%)

 Denigración (38.77%)

 Suplantación (48.82%)

 Desvelamiento sonsacamiento (26.37%)

 Exclusión y ostracismo (59.96%)

 Ciberpersecución (26.06%)

 Paliza feliz (26.53%)

25
 Sexting (21.50%)

 Otras formas de violencia (30.92%)

En conclusión, la prevalencia de bullying (3.1%) fue más baja que la de cyberbullying (36.1%)

en la población estudiada siendo oportuna la prevención primaria y secundaria, así como la intervención

sobre estas problemáticas para que no se incrementen e incluso para disminuirlas.

Se plantea que la prevención de cyberbullying puede realizarse por medio del desarrollo de la

competencia digital, ya sea incluyéndola en el currículum o a través de un programa que trabaje la

instrucción y concientización de los alumnos en lo referente las habilidades digitales, particularmente a

través de la ciudadanía digital.

Paredes et al., (2008) realizo un estudio en la ciudad de Cali con el objetivo de identificar la

presencia del problema y –en caso de existir– de establecer las formas específicas de manifestación,

teniendo en cuenta edad, género y estrato socioeconómico. Se eligieron aquellos colegios que expresaron

su interés en participar del estudio y la muestra quedó conformada por colegios (4 públicos y 10

privados). En total fueron 2.542 estudiantes: 1.029 hombres (40.47%) y 1.513 mujeres (59.52). Un rango

de edad entre los 9 a los 18 años, aunque la mayoría se encontraba dentro de los 12 y 13 años.

Las respuestas del cuestionario que tienen en cuenta la conducta del agresor o agresor:

 Alguna vez ha agredido de diferentes formas a un compañero o compañera (43.6%)

 Manifiesta estar solo o sola al momento de la agresión (16.4%)

 Alguna vez han agredido se sienten preocupados o preocupadas. (34.8%)

 Se siente satisfecho. (32.5%)

 No identifica algún sentimiento posterior una vez ha realizado la agresión. (20.9%)

 Acepta llevar a cabo acciones agresivas contra compañeros(as) diariamente. (10,37%)

26
Las respuestas del cuestionario teniendo en cuenta al agredido o agredida:

 El 51.4% de todos los encuestados y encuestadas dice haber sufrido agresiones

 Desde el punto de vista de los agredidos o agredidas se conservan como las formas más

frecuentes de agresión la ridiculización, los golpes, las amenazas y las exclusiones.

 En ambos grupos (quienes agreden y quienes sufren agresiones), hay acuerdo en que la

ridiculización es la forma más usual de agredir.

Preguntas a la víctima:

 Burlas y apodos (42.7%)

 Amenazas con arma (elementos escolares, tijeras, reglas, etc.) (1.5%)

En el momento de ocurrir la agresión:

 74.1% reporta que ha sido delante de otras personas.

Una vez que ha ocurrido la agresión:

 No habla con alguien del asunto (34.8%)

 Le dice a un amigo o amiga (24.2% )

 Recurre al profesor o directivo del colegio (19.9%)

 De los que frecuentemente son agresores o agresoras también reportan que reciben

agresiones por lo menos una vez al mes. (10.8%)

En conclusión, la presencia del fenómeno en el caso de los colegios de la ciudad de Cali es de

24.7% para agresor o agresora 24.3% para víctima frecuente.

Se encontró que la manera más común de agresión es de naturaleza verbal, en la forma de

ridiculización o apodos.

27
Los resultados que se presentan también hablan de la poca participación de los profesores,

profesoras y otras personas adultas (los padres y las madres), para contrarrestar el problema o apoyar a

la víctima, y éste probablemente es un factor que ayuda a que el hostigamiento dure largos períodos de

tiempo, en ocasiones años, socavando no sólo la salud emocional de víctima.

Beltrán et al., (2015) tiene como objetivo en su artículo determinar la prevalencia del

hostigamiento escolar presente en las instituciones educativas públicas de Bucaramanga-Colombia

mediante una investigación transversal de corte cuantitativo y un diseño no experimental.

La muestra estuvo constituida por 1776 estudiantes (48,9% mujeres y 50,5% hombres)

pertenecientes a los grados de 4° a 11°.

Hostigamiento Escolar físico o Hostigamiento Escolar por

psicológico: medios virtuales

Mujeres 54,8 42,1

Hombres 45,2 57,9

Total 8,1 5

Se describen resultados de diferentes variables tanto en el hostigamiento escolar físico y

psicológico como en el hostigamiento escolar por medios virtuales, teniendo en cuenta diferentes

variables como, por ejemplo: el tipo de agresión, el lugar o los lugares donde se da la misma, la respuesta

dada, persona a la que se comunica la situación, etc.

Se encontró que, del total de la muestra de estudiantes, el 9,2% expresan que, en algún momento

del año lectivo, en que se realizó la recolección de información (año 2013), han sentido miedo de asistir

a la institución educativa a la que pertenecen debido al hostigamiento escolar que se presenta en ella.
28
Prevalencia: Victimización 8,1% para el caso del hostigamiento escolar perpetrado de manera

personal y del 5% para el hostigamiento escolar realizado a través de medios virtuales

EFECTOS DE LA VIOLENCIA ESCOLAR

Cava, Buelga, Musito y Murgui realizaron un estudio longitudinal a escolares de la

comunidad Valenciana, en donde las variables medidas fueron la violencia, casusas de la violencia

como baja autoestima, animo depresivo, el estatus socio métrico y por último la percepción que tiene el

profesor sobre los alumnos, los resultaron arrojaron datos como:

 Aquellos alumnos que reciben violencia directa (agresiones físicas o verbales) e indirecta o

también denominada agresión social (exclusión social y rechazo), son los que sufren una mayor

sintomatología depresiva y menor autoestima.

 La media de los alumnos que sufren de violencia directa, no difiere de manera significativa en

comparación con aquellos que sufren violencia directa como indirecta.

Se llegó a concluir que la coexistencia de los dos tipos de violencia, producen efectos

significativos en la autoestima y animo depresivo de adolescentes, no importa la intensidad o

frecuencia en la cual se presentan los actos violentos, el papel de la violencia relacional es un elemento

explicativo de los efectos negativos dentro de los contextos sociales. Otro aspecto que se resalta es el

hecho de que la percepción del profesor ante los alumnos se ve influenciada por cuestiones de género,

en donde el estudio revelo que el profesor suele prestar más atención cuando la violencia es hacia las

niñas, minimizando la violencia a los niños, promoviendo así esta.

Nadia Semenova Moratto Vásquez, Natalia Cárdenas Zuluaga, Dedsy Yajaira Berbesí

Fernández, realizaron un estudio de tipo transversal realizado en instituciones educativas Medellín

(Colombia) cuyo propósito fue determinar la prevalencia de la intimidación escolar en Antioquia y los
29
factores individuales y escolares asociados a esta. La realización de este estudio basado en explicar el

riesgo del clima escolar desde las dificultades en las relaciones entre docentes y estudiantes, las cuales

se caracterizan por el clima escolar propio de cada institución educativa

Se decidió trabajar a partir del concepto de intimidación escolar más allá de las

consideraciones generales, como todo acoso físico y emocional a partir del análisis de factores, como:

 Las relaciones de poder

 La expresión emocional

 La resolución de conflictos

 Los contextos del niño o adolescente, como su familia y su escuela.

La categoría de referencia fue clima escolar adecuado, mientras que la categoría que se

comparó fue clima escolar inadecuado. Esta investigación permite comprender la importancia del rol en

la crianza y la necesidad de participación activa y proactiva en el contexto escolar permitirá la

ggeneración de entornos protectores y promotores de la salud mental, de ambientes favorables para la

convivencia y la gestión en conocimiento.

Audin Aloiso Gamboa Suárez, Jairo Alejandro Ortiz Gélvez, Pablo Alexander Muñoz García.

El presente estudio buscó identificar las percepciones de los docentes sobre las manifestaciones de

violencia en 47 instituciones educativas públicas de básica y media, el presente estudio asumió como

problema la explicación de la violencia en contextos escolares desde la perspectiva de los actores o

sujetos primarios implicados, así como el vacío de conocimiento científico acerca de las

manifestaciones del fenómeno en las instituciones educativas de la ciudad de Cúcuta

Las situaciones de violencia son en su orden: la salida del colegio y con un menor porcentaje,

el salón de clases. La violencia en la escuela se ve reflejada en:

 El diario vivir

30
 En peleas entre los escolares sin suponerse desigualdad de fuerza o poder

 Incluso las agresiones no tienen que ser reiterativas para que sean tenidas en cuenta o sean

consideradas como distractor de la convivencia pacífica.

Los profesores también son víctimas de violencia por parte de sus estudiantes. El estudio

revela que existe tanto violencia física como verbal.

PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN

La violencia escolar al ser un acto repetitivo puede dejar consigo efectos graves, por lo cual es

necesario saber como intervenir o prevenir esta problemática. Urbina, Hernández, & Gamboa (2018),

mencionan que la prevención de la violencia escolar incluye tres categorías: actuaciones,

recomendaciones y programas los cuales son definidos como un modelo, proyecto o planificación

ordenada que desarrolla instrucciones las cuales son enfocadas en actividades con diseños experimentales

los cuales son evaluados y se adecuan e implementan en los campos educativos, todo esto con el fin de

desarrollar competencias sociales y personales que permitan aumentar la empatía y reducir la agresión y

el conflicto.

Del Rey, R. y Ortega R. (2007) en su articulo Programas para la prevención de la violencia

escolar en España: La respuesta de las comunidades autónomas, proponen tres lineas programáticas para

la prevención:

• Gestión democrática de la convivencia para afrontar la vida en común.

• Programa de trabajo en grupo cooperativo para los procesos instructivos

• Programa de educación en sentimientos emociones y valores para la formación social y

moral de los escolares

31
Existen otros tipos de intervenciones o programas tales como “Aulas en paz” el cual está

orientado hacia el desarrollo de competencias ciudadanas, a su vez, es recomendable realiza programas

en donde se puedan tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Elaboración normas en conjunto con estudiantes para lograr regular la intimidación.

• Realización de conservatorios individuales y grupales en donde se aborde la temática de

violencia escolar

• Integración de padres, docentes y directivos con el fin e brindar pautas de orientación

frente al tema

• El abordaje de los conflictos escolares debe ser interdisciplinar

• Creación de pautas de conductas que funcionen en contextos extraescolares

La empatia, la asertividad, el pensamiento critico y el manejo de las emociones son

competencias que pueden ayudar a frenar la violencia escolar (Chaux, 2012), el tener la capacidad de

manejar las diferentes situaciones que se presentan en el campo escolar se debe basar en el tener la

capacidad de desarrollar este tipo de competencias básicas.

Según (Chaux, 2012) es fundamental contar con estrategias claras que nos permitan manejar la

violencia escolar cuando está presente. Se han desarrollado manuales virtuales para facilitar la

identificación de la intimidación y saber como prevenirla y manejarla entre ellas se encuentran libros

como “Alguien me está molestado: El Bullying” de la autoría de Annie Rehbein de Acevedo y Mimi

Gonzales.

Se considera necesario seguir las siguientes pautas para poder manejar las diferentes situaciones

de intimidación:

• Escuchar distintas versiones


32
• Saber distinguir y verificar si se trata de intimidación o conflicto

• Justicia restaurativa

• Construcción de protocolos para manejar la violencia escolar.

(Narváez Arango & Guerrero Gutierrez, 2017) Consideran que la reflexión diaria permite la

toma de conciencia y el poder modificar actitudes, por lo cual, resulta claro que los valores como la

responsabilidad, el respeto y solidaridad son indispensables para una sana convivencia en cualquier

ámbito donde se desarrolle el individuo, por ello, es necesario fomentar y educar en valores, para asi

poder establecer una mejor convivencia entre miembros de la comunidad educativa.

METODOLOGIA

Cuando hablamos de metodologia estamos refiriéndonos al tipo de aproximación que

pretendemos realizar y la serie de operaciones necesarias para ejecutar un estudio, siendo así el mapa de

ruta de una investigación. Existen autores que postulan la existencia de tres tipos de

investigación:estudios exploratorios, descriptivos y explicativos, pero en este trabajo adoptaremos la

clasificación de Gordon Dankhe (1986), quien los divide en cuatro tipos de estudio: exploratorios,

descriptivos, correlacionales y explicativos.

Por tanto Según el tipo de estudio que se trate varía la estrategia de investigación. diseño, los datos

recolectados, su obtención, el muestreo y otros componentes son distintos según sea un estudio

exploratorio, descriptivo, correlacional o explicativo. Los estudios exploratorios normalmente anteceden

a los otros tres tipos de investigación, y la tipología sirve para comprender el alcance que puede tener

una investigación científica.

33
Paradigma de investigación

Nuestro trabajo será descriptivo, ya que se busca medir o evaluar diversos aspectos, dimensiones o

componentes del fenómeno a investigar. Seleccionamos una serie de cuestiones (normas de

convivencia escolar, proyecto educativo institucional, visión de los docentes asi como la de los

directivos y por ultimo la visión de los alumnos), midiendo cada una de ellas independientemente.La

investigación descriptiva elige “una serie de conceptos a medir que también se denominarán

“variables” y que se refieren a conceptos que pueden adquirir diversos valores y medirse, al medirlos y

los resultados le sirven para describir el fenómeno.

Los estudios descriptivos miden conceptos, y los miden de manera más bie independiente,

integrándolos luego como variables para así decir cómo es y se manifiesta aquello que es lo observado,

aun cuando el objetivo no es indicar cómo se relacionan las variables medidas.

La descripción puede ser más o menos profunda, pero siempre se basa en la medición de uno o más

atributos del fenómeno descrito, siendo una característica el que los estudios descriptivos “pueden

ofrecer la posibilidad de predicciones.

La aproximación será cuantitativa en tanto sus resultados pueden expresarse numéricamente, midiendo

además frecuencias y/o estadísticas de dos o más variables, y cualitativa en tanto busca descubrir y

entender; no buscando la generalización, ya que se comprende que cada hecho social depende de

contextos específicos. Importante es mencionar que desde mediados de la década de los noventa se ha

hablado de la llamada “integración cuali-cuantitativa”, también conocida como investigación

triangulada o investigación multimetódica que integra datos cualitativos y cuantitativos en un único

estudio, con lo que se entiende se enriquece la investigación.

34
El enfoque mixto cuali-cuantitativo.

El enfoque mixto, llamado también cuali-cuantitativo, se basa en el paradigma pragmático. En éste, la

relación investigador-participante se hace interdependiente y se reconoce la influencia de los valores

del investigador en el estudio. Concepto importante en este enfoque es el término “triangulación de

datos”,en el cual consideramos varios puntos de referencia para aproximarnos al objeto de estudio, en

este caso, técnicas cuanti y cualitativas, en la idea de diseño mixto (T.D.Jick, 1979)

Por esta razon en esta investigacion haremos uso de esta propuesta investigativa, basándo el estudio en

un paradigma cualitativo, al describir las cualidades del fenómeno en estudio,y cuantitativo al aportar

con datos precision acerca de distintas variables consultadas De tipo descriptivo, al analizar y/o medir

variables, fenómenos y sus dinámicascon la mayor precisión posible, identificando aspectos de la

realidad desde la perspectiva de los sujetos implicados.

Escenario

La institucion educativa promocion social de la ciudad de nieva la cual es una cede por tanto funciona

en una pequeña casa ubicada en al cl 48 1-B -55Es Los ingresos de la referencia demográfica

corresponden a un estrato socioeconómico medio. Actualmente, atiende a una población cercana a los

660 estudiantes Y 20 docentes y 8 directivos La escuela cuenta con un comedor, una sala de computo,

una multicancha techada que cuenta como patio donde se realizan actividades de folclor, árabe y

voleibol, entre otros.

Los sujetos de investigación serán los docentes, directivos y estudiantes, es decir, 660 estudiantes 20

profeso0res y 8 directivos tomaremos específicamente a los profesores que dan clases en los curoso 4ª

y 5ª y los estudiantes de estos mismo grados Esta investigación será desarrollada dentro del período

abril -Noviembre del año 2019, po lo tanto Toda la información analizada corresponderá estrictamente
35
a este período y cuando se analice desde una perspectiva cualitativa se hará presente si corresponde a

un periodo distinto al observado.

Técnicas de recolección de datos.

Bitácora. Concepto y Objetivos.

Conceptualmente podemos decir que es un registro utilizado por un sujeto determinado a fin de dejar

constancia de hechos específicos para ser observados.El término es usado para nombrar un registro

escrito de las acciones que se llevaron a cabo en cierto trabajo o tarea. Esta bitácora incluye todos los

sucesos que tuvieron lugar durante la realización de dicha tarea, las fallas que se produjeron, los

cambios que se introdujeron y las concecuencias que ocasionaron. En nuestro caso, el objeto de usar

una “bitácora de registro de observaciones diarias” fue observar y registrar el grado de conflictividad

en la Escuela, periodos y lugares determinados y entre personas determinadas, constatando con ello la

convivencia escolar en sí.

Cuestionario y/o entrevistas Concepto y Objetivos.

El cuestionario es un documento formado por un conjunto de preguntas que deben estar redactadas de

forma coherente, y organizadas, secuenciadas y estructuradas de acuerdo con una determinada

planificación, con el fin de que sus respuestas nos puedan ofrecer toda la información que se pretende.

En nuestro caso, fueron organizadas para que tanto profesores directivos y alumnos pudiesen

responderlas, dando una gran cantidad de ítems para consulta. Su análisis, en términos cuali-

cuantitativos es el que se realiza en esta investigación y que da respuesta a nuestra pregunta inicial.

Entrevista es un cuestionario de preguntas espesificas que nos ayudaran a dar respuesta a nuestra

incognita a diferencia de los cuestionarios que se pueden responder de forma grupal esta es personal.

36
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