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RESULTADOS DE APRENDIZAJE
FUNDAMENTO
1
Para llevar a cabo su función, cada riñón está organizado en un millón de estructuras microscópicas
llamadas nefronas. Cada uno de los componentes de estas unidades funcionales altamente
especializadas realizará acciones específicas para mantener una excreción urinaria adecuada. El
glomérulo es el elemento filtrante de la nefrona, por lo que su acción va a ser la extracción de un
20% de plasma de la sangre circulante. Posterior a este la nefrona posee un elemento encargado del
procesamiento, el túbulo, que añade a la orina lo que el glomérulo no ha podido filtrar
(secreción), recupera aquello que el organismo no quiere perder pero que ha sido filtrado a
nivel glomerular (reabsorción) y ajusta las cantidades resultantes de agua, sodio, potasio, calcio,
magnesio y cloro en relación a lo ingerido. Estas funciones se reparten a lo largo de toda la extensión
tubular, por eso su estudio se divide en secciones para entender la contribución de cada segmento a
la función global del mismo. (2) (3) En resumen, se puede comparar al riñón humano, y a cada una
de sus nefronas, con un enorme cedazo que filtra y secreta las sustancias de desecho y guarda
aquello que el organismo necesita. Podemos simplificar entonces la función urinaria con la siguiente
fórmula (2) (4) (5) (8).
TEU = TF – TR + TS
TEU: Tasa de excreción urinaria
TF: Tasa de filtración
TR: Tasa de reabsorción
TS: Tasa de secreción
1. 2. Fisiología Glomerular, filtración
La función principal del glomérulo es la formación del ultrafiltrado glomerular (ultrafiltrado: filtrado
sin proteínas). Su composición al ingresar a la cápsula de Bowman es casi idéntica a la del plasma,
excepto por la casi ausencia de elementos proteicos. (3)
2
Por las arteriolas aferentes ingresan 1.200 ml de sangre por minuto que vienen a representar un 22%
a 25% del gasto cardíaco. De este flujo sanguíneo que llega a los riñones (1200 ml/min), alrededor
de solamente la mitad es flujo plasmático, el flujo plasmático renal verdadero: 600 ml/min. El 20% de
este flujo plasmático renal se filtra y constituye el filtrado glomerular (120 ml/min). Un filtrado
glomerular con este valor nos indica que a lo largo de todo el día se filtrará un total impresionante de
180 litros. Si tomamos en cuenta que el volumen plasmático normal es de 3 litros, este deberá pasar
unas 60 veces diarias por los riñones para mantener su función adecuada. (2) (3)
Para regular de manera adecuada y mantener equilibrada esta filtración deben existir entonces dos
elemento críticos: Una presión de filtración adecuada y una permeabilidad correcta del ovillo
glomerular (3). Esto queda representado mediante la siguiente ecuación y sus respectivas variables:
presión de filtración neta a través de los capilares glomerulares, y coeficiente de filtración capilar
glomerular (Kf), que es el producto de la permeabilidad por el área de superficie de los capilares. (1)
La presión neta es la suma de las fuerzas hidrostática y coloideosmótica que actúan a través de los
capilares glomerulares. Comprende entonces de las siguientes magnitudes:
La presión hidrostática en el interior de los capilares del glomérulo, la presión hidrostática
glomerular (PG), con un valor en condiciones basales de alrededor de 60 mm Hg. Favorece la
filtración.
La presión hidrostática en la cápsula de Bowman (PB) adyacente a los capilares que posee un
valor normal de 15 a 18 mm Hg. Opuesta a la filtración.
La presión coloideosmótica de las proteínas plasmáticas en los capilares glomerulares (πG) con
un valor aproximado de 29 mm Hg a 33 mm Hg, que se opone igualmente a la filtración
Y por último la presión coloideosmótica en la cápsula de Bowman (πB), con una magnitud casi
de cero, por lo que la fuerza que ejerce es diminuta.(2) (5)
3
En resumen, la presión de filtración neta, con un valor normal de 10 a 16 mm Hg, resultará de la
suma de tres fuerzas importantes:
Por tanto, el aumento de la presión hidrostática capilar glomerular aumentará la presión de filtración
neta. Mientras que un aumento en la presión coloideosmótica plasmática, o en la presión hidrostática
de la cápsula de Bowman, tendrá el efecto contrario, disminuyendo la presión de filtración neta y por
tanto, el filtrado glomerular. Más adelante se ahondará un poco más en estos condicionantes de la
tasa de filtración. (2) (3)
Comprendiendo ahora sí el origen y los componentes de un filtrado glomerular normal, podemos
abordar las circunstancias en que los componentes de la ecuación se alteran.
El primero que trataremos es el coeficiente de filtración, que se mantiene estable en condiciones
normales, pues depende enteramente de la integridad estructural del complejo glomerular. Pero que
en algunas enfermedades, tales como la hipertensión o la diabetes mellitus no controladas, se
reduce como consecuencia de un aumento franco del grosor de las membranas capilares
glomerulares. (2) (4)
La presión hidrostática en la cápsula de Bowman también puede verse afectada en algunos estados
patológicos, principalmente al presentarse obstrucciones de la vía urinaria. Ejemplos importantes de
este tipo de enfermedades pueden ser la precipitación de grandes cantidades de calcio o ácido úrico
que puede llevar a la formación de “piedras” (los conocidos cálculos urinarios), o una inflamación
intensa de la próstata en pacientes masculinos, que produce también una obstrucción a nivel de la
uretra.
El siguiente determinante de la ecuación, la presión coloideosmótica capilar también puede alterarse
en una serie de condiciones, sea positiva o negativamente. En el primer caso, puede darse en
pacientes con una pérdida importante de volumen (hemorragias, deshidratación), que a más de la
disminución de la presión hidrostática que se presentará, habrá un aumento de la cantidad de
proteínas y solutos por unidad de solvente. También existen condiciones en que la presión
coloideosmótica se reduce intensamente, como aquellas en las que el glomérulo y el riñón en sí
pierden una gran cantidad de proteínas (síndrome nefrótico), o cuando la producción de estas se
reduce intensamente (daño hepático). A mayor presión coloideosmótica, menor filtrado, a menor
presión, mayor filtrado.
Por último, la presión hidrostática glomerular. Igualmente, el aumento de esta (Hipertensión arterial) y
su disminución intensa (Hemorragias, estados edematosos) tendrán efectos evidentes en la filtración
glomerular, aumentándola en el primer caso y disminuyéndola en el segundo. Al ser el componente
de la ecuación más fácilmente modificable, dependerá de tres variables sometidas a una regulación
fisiológica estrecha:
1. Presión arterial. Su acenso tiende a aumentar la presión hidrostática glomerular y la TFG.
Ahora ya comprendemos un poco más de cómo el riñón actúa para cumplir su función de filtración.
Pero para poder aplicar esto en la práctica clínica es importante recordar que existen ciertas fórmulas
4
para calcular la tasa de filtración glomerular, siendo estas de gran utilidad para valorar la función
depuradora del riñón. Dentro de estas, tres son fundamentales:
La prueba de la inulina
El clearence de creatinina
La fórmula de Crockoft-gault
72 X(CREATININA PLASMÁTICA)
5
GRÁFICO 3. Esquema Fisiológico de la Nefrona
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El túbulo distal va a dividirse funcionalmente en dos porciones. Su primera porción forma parte del
complejo yuxtaglomerular, que proporciona un mecanismo de retroalimentación para el control de la
tasa de filtración glomerular (TGF) y del flujo sanguíneo en la nefrona. (7) (8) En este, cerca del 5%
de la carga filtrada de cloruro de sodio se reabsorbe. Esta porción inicial del túbulo distal es
funcionalmente similar a la rama ascendente gruesa de Henle, siendo muy permeable a todos los
iones y prácticamente impermeable al agua y a la urea. Al salir de este sector “diluyente”, el líquido
tubular posee una osmolaridad de apenas 100 mOsm/l. (7) El sector diluyente está compuesto por la
rama ascendente del Asa de Henle y la primera porción del túbulo distal.
La segunda mitad del túbulo distal y el túbulo colector tienen funciones similares y ampliamente
diferentes a las del sector que acabamos de tratar. Este está compuesto de dos tipos especiales de
células, las principales y las intercaladas. Las primeras de estas cumplen la función de reabsorber
sodio y secretar potasio y dependen de la actividad de la bomba ATP-asa sodio-potasio presente en
la membrana basolateral de cada célula, la cual mantiene una concentración baja de sodio en el
interior de la células y favorece la difusión del mismo hacia el interior. Esta bomba es estimulada por
la aldosterona, altamente efectiva en retener sodio en estados de depleción de volumen, y por tanto,
disminución de la presión arterial. Por otro lado la secreción de potasio se da en dos pasos: 1) el
potasio entra en la célula por acción de la bomba ATP-asa y mantiene una concentración elevada del
mismo, y 2) una vez en la célula el potasio se difunde siguiendo su gradiente de concentración. Las
células intercaladas tendrán una acción diferente, y serán de vital importancia para el mantenimiento
del equilibrio ácido base, por su capacidad para secretar o reabsorber sea H+ o HCO3- dependiendo
del pH sanguíneo del individuo. (5) (7) (8)
El flujo urinario desde los uréteres y hacia la vejiga es impulsado por contracciones intermitentes del
músculo liso de las paredes ureterales, para almacenarse posteriormente en la vejiga hasta su
expulsión. (2) (5) La vejiga es una cámara semejante a un balón cubierta con paredes de músculo
liso, conocido colectivamente como músculo detrusor, que al contraerse exprime la vejiga,
aumentando la presión interna de esta cavidad hasta 40-60 mm Hg, permitiendo que el paciente
orine. La parte del músculo detrusor en la base o cuello vesical, funciona como esfínter uretral
interno. Justo debajo del mismo, un anillo de músculo estriado rodea la uretra. Este es el esfínter
uretral externo, formado por músculo esquelético voluntario, y puede usarse de forma consciente
para evitar la micción. La vejiga está inervada principalmente por los nervios pélvicos, conectados
con la médula espinal a través del plexo sacro. Posee fibras tanto sensitivas como motoras, las
primeras encargadas de detectar la distensión de la pared vesical e iniciar los reflejos de
vaciamiento, desencadenados por las ramas motoras, que son además fibras parasimpáticas. (2) (5)
Comprendiendo ahora sí la estructura e inervación vesicales, podemos abordar el reflejo miccional.
Este es un arco reflejo completo formado por tres elementos: Aumento progresivo y rápido de la
presión vesical, aumento mantenido de la presión vesical, relajación con retorno de la presión vesical
a un nivel basal. (2)
El desencadenante será la distensión vesical (empieza a manifestarse desde que la vejiga posee una
cantidad de líquido mayor a 250 – 300 ml), captada por los receptores de distensión de la pared de
este órgano, Estas señales sensitivas ascienden hacia los segmentos sacros de la médula espinal a
través de los nervios pelvianos. A este nivel se desencadena una respuesta refleja, que retorna a la
vejiga a través de las fibras parasimpáticas de los nervios pelvianos. (2) (5)
7
Cuando esta respuesta alcanza la potencia suficiente, se desencadena un reflejo extra, que viaja por
los nervios pudendos hacia el esfínter interno y lo inhibe. Si esta inhibición es más fuerte que las
señales del constrictor voluntario del esfínter externo, se producirá la micción. (2) En sí, este es un
reflejo medular autonómico, pero la protuberancia y algunos otros centros a nivel cortical
(fundamentalmente excitadores) pueden inhibirlo o facilitarlo. (2) (8)
MATERIALES:
Base de datos de un voluntario (edad, peso, raza, sexo)
Frasco de recolección de orina
Tiras reactivas (Combur Test)
Tubos de ensayo
Centrifugadora
Portaobjetos y Cubreobjetos
Paciente femenino
1. Como en todo procedimiento primero realizaremos un lavado adecuado de manos.
2. Abrimos con una mano los labios mayores de la vagina sin contaminar la superficie.
3. Procedemos a realizar un lavado de los genitales externos con abundante agua y
posteriormente secamos la superficie con toallas de papel desechables.
4. Desechamos el primer chorro de orina.
5. Tomamos el frasco de recolección de muestra y recogemos aproximadamente 50 ml de
orina, manteniendo un chorro continuo y sin que los bordes del frasco hagan contacto con la
superficie.
6. Permitimos que cualquier exceso de orina se elimine por el inodoro y tapamos el frasco de la
muestra. (12)
Paciente masculino
1. De la misma forma que en la toma de muestra de mujeres, procedemos con el lavado
correcto de manos.
2. Se recoge el prepucio y posterior a esto realizamos un lavado adecuado del glande y la
porción distal del pene con agua limpia.
3. A continuación secamos correctamente el pene con toallas de papel desechable.
4. Procedemos de la misma manera que en la recolección de orina femenina desechando el
primer chorro y tomando 50 ml aproximadamente de la mitad del chorro.
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5. Permitimos que cualquier exceso de orina se elimine por el inodoro y tapamos el frasco de la
muestra sin contaminar la misma. (12)
La parte inicial del examen de orina se basará en la observación e inspección del amuestra urinaria.
Se procede a tomar las dos muestras de orina, normal y patológica y se analizan sus diversas
propiedades físicas haciendo uso solamente de los cinco sentidos. El análisis idóneo de la orina
proporciona importantes elementos clínicos que sirven para la evaluación funcional y patológica del
riñón. Llegando al punto de que se considera al análisis de orina una verdadera biopsia renal
líquida. (11)
2.3.1 COLOR
El color común de la orina es amarillo, y está determinado por la eliminación de urocromos (11).
Estos pigmentos son la urobilina y la uroeritrina, y el tono de amarillo que presente la orina
dependerá de su concentración en la misma, de que tanto se eliminen, como ya se ha mencionado.
Puede presentar una amplia gama de tonos, determinados por esta concentración, que a su vez
dependerá también del índice metabólico del sujeto. El color puede variar de un amarillo pálido
(generalmente cuando existe una densidad baja concomitante por ingesta excesiva de líquidos) a un
ámbar oscuro (incrementándose la concentración de pigmentos urocrómicos en situaciones como la
fiebre y el hipertiroidismo que cursan con importante gasto metabólico, o cuando existe pérdida de
líquidos) (13). Existen muchos factores que pueden alterar el color normal de la orina como son la
dieta, fármacos, productos metabólicos e infecciones: (14)
9
3. Orina lechosa: Puede darse por piuria secundaria a infección de las vías urinarias. También
secundaria a quiluria (presencia de líquido linfático con alto nivel de quilomicrones por
obstrucción de vasos linfáticos). También es observable en la colocación de cremas vaginales.
4. Orina roja a café: Presencia de hemoglobina o eritrocitos, sea como un rezago de la
menstruación o en enfermedades hemolíticas. También puede darse por la presencia de
mioglobina en el caso de existir lesión o daño muscular. Se diferencia entre estas dos por el
color del sedimento, si es hemoglobina el sedimento es rojizo, mientras que si se trata de
mioglobina es transparente. En cuanto al efecto de determinadas comidas, la remolacha y los
alimentos con alto nivel en carotenos también pueden darnos esta coloración, inclusive ciertos
colorantes alimentarios artificiales como las fuscina y la anilina en exceso (ingesta excesiva de
caramelos comunes). Es posible observarla además con la administración de algunos fármacos
como: metrodinazol, L-Dopa, fenitoína y cloroquina. Puede verse incluso un color marrón muy
oscuro, casi negro si existe rabdomiólisis intensa y en algunos pacientes que reciban L-dopa.
5. Orina amarilla intensa a naranja: La causa más importante de esta coloración va a ser por la
alta presencia de flavinas (acriflavina y rivoflavina) secundarias a una alta ingestión de Vitamina
B. Además puede verse en la orina altamente concentrada o con la presencia de bilirrubina y
urobilina.
6. Orina azul-verdosa: Se debe generalmente a la presencia de pseudomonas, sea por una
infección del intestino delgado o de las vías urinarias. Además algunos medicamentos como la
amitriptilina y la indometacina. (12) (13) (14)
ASPECTO
El aspecto normal de la orina es transparente y cualquier variación a este criterio debe ser
analizado. El diagnóstico diferencial de la orina turbia es amplio, y se consideran algunas
condiciones no patológicas, pudiendo deberse solamente a la precipitación de cristales de pH
alcalino.(11) (13) Pueden existir otra gran cantidad de causas, por lo que es pertinente
investigar:
Adicional a esto, cuando la orina es refrigerada, existe precipitación de uratos amorfos, con una
coloración rosada de este precipitado o con una turbidez blanquecina por fosfatos. (12) (13) La
formación de una pequeña cantidad de espuma, al emitir la orina o sacudir la muestra en un
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recipiente, es normal, pero cuando ésta es abundante y persiste sin agitación, se debe sospechar
una proteinuria (16) o la existencia de sales biliares que modifican la tensión superficial. Si en la
muestra existe bilirrubina, la espuma será amarillo verdosa o parda, en tanto que en su ausencia
será ligeramente amarilla. También puede deberse a la presencia de glóbulos de grasa (lipiduria)
casi siempre observable en condiciones que cursen con un aumento intenso de los lípidos corporales
y un aumento intenso del coeficiente de filtración glomerular. (12) (13)
OLOR
El olor normal de la orina es débil, aromático y de causa desconocida y se lo clasifica como sui
generis o urinoide, un olor propio de la orina. Este puede ser más fuerte en muestras concentradas
sin que esto implique alguna alteración o infección. La presencia excesiva de bacterias se presenta
con un olor fétido, de tipo amoniacal, e inclusive un olor acre, picante. También existen algunos
cambios en alteraciones del metabolismo de los aminoácidos (malabsorción de metionina con olor a
coles; descomposición de cistina que cursa con un olor sulfúrico), o en presencia de fístulas recto-
vesicales en las que la orina presenta un olor a heces. (12) (13) (14)
DENSIDAD
En pacientes adultos normales con una ingesta adecuada de fluidos se producirá una orina con una
densidad de 1.016 a 1.022 en 24 horas, aunque el riñón tiene la capacidad para formar orina con una
densidad en un rango mayor, de 1.003 a 1.035 (13). Pero es esencial recordar que los valores
disminuyen con la edad porque el riñón va perdiendo con los años su capacidad de concentración
urinaria. La densidad depende tanto del peso como del número de las partículas.(13)
Se calificará la densidad mediante dos términos: Isostenuria cuando constantemente está alrededor
de 1.010, hipostenuria cuando está por debajo de este valor; en tanto que el término de
“hiperestenuria” no se utiliza. En estado normal, la densidad de la orina puede oscilar entre 1.003 y
1.030, pero en la práctica, un valor menor de 1.010 indica una relativa hidratación y un valor mayor
de 1.020 sugiere una relativa deshidratación.
Esta prueba no debe ser subestimada, pues su utilidad es vasta, ofreciendo al médico información
importante sobre el estado de hidratación y de la capacidad de concentración de los riñones de un
paciente.
Aumenta en presencia de: glucosuria, en el síndrome de secreción inapropiada de la hormona
antidiurética y puede estar disminuida por: el uso de diuréticos, en la diabetes insípida, en el
11
hiperaldosteronismo, en la insuficiencia suprarrenal y cuando hay daño de la función renal. (11) (13)
(14)
VOLUMEN
El volumen de orina normalmente eliminado es de 600 a 2000 ml/día repartidas en un número de 4 a
5 micciones diarias. Bajo condiciones fisiológicas, el principal determinante del volumen urinario será
la ingesta y pérdida de líquidos. (13) Puede presentar alteraciones, las más importantes son:
Nicturia: Se define como un incremento en la micción o emisión de orina en la noche. Para el
afectado se vuelve más frecuente ir de noche que de día. Se da cuando el paciente tiene una
frecuencia miccional anormal (no cumple con la relación 3:1 en cuanto a micciones en el día y en la
noche) o si supera los 500 ml en este período del día y con una densidad menor a 1.018. (12) (13)
Poliuria: Eliminación de un volumen excesivo de orina durante el día, mayor a 2000 ml. La mayor
causa para esta será la ingesta excesiva de líquidos (polidipsia). También puede darse con la ingesta
de sustancias con efecto diurético (alcohol, café). La diabetes mellitus mal controlada, la diabetes
insípida y algunas formas de insuficiencia renal también pueden causarla. (11) (13)
Polaquiuria: Es el incremento en el número de micciones diarias, con o sin aumento concomitante
del volumen total de orina eliminado (normal de 4 a 5 veces al día). Se relaciona con enfermedades
inflamatorias u obstructivas del aparato genitourinario, irritación química de la mucosa vesical, o
alteraciones funcionales de la inervación vesical. (11)
Oliguria: Se considera a la eliminación de menos de 500 ml de orina diarios. Puede darse
secundaria a deshidratación, enfermedades cardíacas o daño del túbulo renal. (11)
Anuria: Es la ausencia casi o absoluta de producción y eliminación urinaria, asociada generalmente
se a patología renal, con un una eliminación urinaria menor a 50 ml en 24 horas. Se debe diferenciar
de la retención urinaria, en la que existe obstrucción de las vías urinarias que no permite la
eliminación de esta, pero en la cual aún puede formarse. Suele ser un agravamiento de la oliguria.
(11) (12)
Disuria: Se trata de la emisión dolorosa o dificultosa de orina. Suele presentarse de forma aguda y
es común que se encuentre asociado con polaquiuria concomitante. La causa más común es la
presencia de infecciones urinarias inferiores. (11)
Enuresis: Es la micción involuntaria e inconsciente durante el sueño. (11)
12
a. ANÁLISIS DEL PH
El pH urinario muestra la funcionalidad adecuada del riñón en su capacidad para reabsorber y
generar bicarbonato y para secretar el exceso de iones hidrógeno. Estos son secretados a nivel de
los túbulos eliminándolos así por la orina. (11)
Un adulto normal con una dieta habitual excreta aproximadamente de 50 a 100 mEq de
hidrogeniones en 24 horas produciendo un Ph de 6. Fisiológicamente el Ph de la orina oscila entre
4.6 a 8. (13)
Orina ácida: Esta puede darse con dietas que tengan un exceso de alimentos cárnicos así como de
algunos frutos como las moras. Igualmente de existir trastornos ácido base, pacientes con acidosis
respiratoria o metabólica producirán una orina muy ácida que compensará su trastorno de base.
Orina alcalina: También puede darse secundaria a la ingesta de ciertas comidas, especialmente
frutas cítricas. Adicional a esto, la orina también se ve afectada por la oleada alcalina que se
presenta posterior a las comidas, disminuyendo su acidez por un aumento de la necesidad de
hidrogeniones a nivel gástrico. La presencia de orina alcalina en exceso es un buen indicador de
daño tubular (12) (13)
b. CUERPOS CETÓNICOS
Valores de referencia: negativo (< 5 mg/dL). Las cetonas (ácido acetoacético 20%, beta-
hidroxibutírico 78% y acetona 2%) aparecen en la orina cuando en el organismo se produce un
aumento de la degradación de las grasas por un aporte energético insuficiente de hidratos de
carbono, sea por ingesta o por alteraciones en metabolismo y absorción. (13)
Es particularmente útil en los pacientes con diabetes mellitus descompensada. Aunque se ha visto
que la presencia de estos cuerpos es mayor en pacientes con diabetes tipo I.
Los estados precomatosos y comatosos en la diabetes, casi siempre van acompañados de
cetoacidosis (especialmente en Diabetes mellitus tipo 1), a excepción del coma hiperglucémico
hiperosmolar. El coma diabético es un estado de riesgo para la vida y la cetonuria es un signo precoz
del desequilibrio metabólico. (13)
También se puede encontrar en los siguientes casos: Estados de carencia de alimentos,
enfermedades infecciosas, durante el embarazo en alteraciones metabólicas congénitas.
Cetonuria de origen no diabético puede verse posterior a un resfriado o ejercicio intenso, o en dietas
con fines estéticos basadas en reducción del consumo de carbohidratos. En niños suele
acompañarse de vómito y diarrea y es un indicador de enfermedades febriles y tóxicas. (12) (14)
c. PROTEÍNAS.
Valores de referencia: negativo (< 10 mg/dL). Existe la creencia errónea de que la orina de forma
normal no contiene proteínas, esto es indudablemente falso. Entre las proteínas urinarias normales
se incluyen la albúmina, las globulinas séricas pequeñas y las proteínas secretadas por los túbulos
renales. La proteinuria, es definida como la excreción urinaria de proteínas mayor de 150 mg por
día, con una concentración normal de proteína en orina de 2 a 10 mg/dl. El cuerpo normalmente
elimina hasta 150 mg de proteínas diarios, de los cuales hasta un 30% está representado por la
glucoproteína uromucoide de Tam-Horsfall, secretada en el túbulo distal y asa ascendente de Henle.
(12) (13)
La microalbuminuria por otro lado se define como la excreción de 30 a 300 mg de proteína por
día. Es decir, una concentración de albumina en orina por encima del nivel normal, pero debajo del
rango detectable por la tirilla reactiva. Se ha sugerido que su presencia es un indicador temprano de
daño renal reversible. En diabéticos adquiere mayor importancia, pues su presencia se asocia con un
13
incremento en 4 a 6 veces de la mortalidad cardiovascular. (13) En todos los casos en donde la tirilla
es positiva para proteínas es mandatario realizar proteinuria de 24 horas.
Su utilidad clínica es indiscutible, pero es importante aclarar que la presencia de proteínas en orina
no constituye una prueba de nefropatía, ni su ausencia la excluye. Siempre que se encuentre en
orina o exista sospecha clínica de la misma, se deberá realizar un diagnóstico diferencial y un
seguimiento adecuado, complementando con una evaluación integral del paciente, considerando
todas las opciones posibles. (11)
Insuficiencia cardiaca
Convulsiones en epilepsia
Renal
drogas nefrotóxicas
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GLUCOSA
Valores de referencia: negativa (< 30 mg/dL). Normalmente la glucosa es filtrada por el glomérulo,
pero ésta es reabsorbida casi completamente en el túbulo proximal. La glucosuria ocurre cuando la
carga de glucosa filtrada excede la capacidad de reabsorción renal de 180 – 200 mg/Dl (13)
A pesar de que su cuantificación ha sido desplazada ampliamente por la medición, más sensible y
específica, de la concentración de glucosa en sangre, la toma de glucosa en orina es útil en caso de
sospecharse un uso inadecuado de las pruebas sanguíneas. Causas de glucosuria: diabetes mellitus
(principalmente en diabetes mellitus juvenil), el síndrome de Cushing, la enfermedad pancreática, las
enfermedades hepáticas y el síndrome de Fanconi. Es también muy significativa en las
complicaciones hiperglucémicas graves de la diabetes mellitus (cetoacidosis diabética e
hiperglucemia hiperosmolar, en DM 1 y DM 2 respectivamente). La glucosuria que se observa
frecuentemente durante el embarazo (en el 5% a 10% de los casos) también se debe, por lo general,
a una reducción del umbral de reabsorción renal de glucosa. Este tipo de glucosuria desaparece tras
el parto. La glucosuria renal sintomática se produce cuando la función renal se reduce a un 30% o
menos. (4) (12)
BILIRRUBINAS
NITRITOS
La examinación de nitritos urinarios se basa en la actividad de la enzima nitrato reductasa, presente
en la mayor parte de cepas uro patogénicas Gram negativas. Para que haya la conversión de nitratos
a nitritos se necesita una población microbiana mínima de toda una noche (4 horas), la gran mayoría
de bacterias forman nitritos pero no todas, razón por la cual hay que interpretar de manera correcta
un resultado negativo con la clínica del paciente. Algunas de estas bacterias no-nitrificantes son
uropatógenos comunes, por lo que tener esta consideración en cuenta es esencial. (12) Se
encuentra negativa la prueba cuando existen gérmenes reductores nitrato a amoniaco, óxido nítrico,
nitroso, hidroxilamina, y nitrógeno. (13)
SANGRE
La prueba se basa en la liberación de oxígeno por el peróxido de la tira reactiva mediante la actividad
de tipo peroxidasa del gem de la hemoglobina libre, los eritrocitos lisados, o la mioglobina. Es
importante diferenciar la presencia de sangre, hemoglobina o mioglobina, para lo cual se deberá
hacer el estudio microscópico para observar la presencia de eritrocitos. Desafortunadamente esta
enzima pierde su actividad muy rápidamente, incluso manteniendo el espécimen en refrigeración.
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Esta prueba nos ayuda a intuir sobre el origen y/o la causa de la hematuria (sangre en la orina), si es
una enfermedad prerrenal o post-renal, teniendo siempre en cuenta que también puede darse en
algunas situaciones fisiológicas (menstruación y ejercicio intenso). Todas aquellas situaciones que
causen destrucción del músculo estriado cursarán con una mioglobinuria importante, a su vez,
aquellas condiciones que condicionen la afección y posterior destrucción eritrocitaria cursarán con
hemoglobinuria. (12)
TÉCNICA
Tomar una muestra de orina fresca
Mezclar cuidadosamente y colocar 12 ml en un tubo de ensayo con ayuda de una pipeta
Colocar el tubo en la centrifuga a 2000-3000 rpm durante 3-5 minutos
Eliminar el sobre-nadante y tomar una muestra del sedimento
Colocar una gota del sedimento en el porta objetos, colocar el cubre objetos y observar al
microscopio.
ELEMENTOS INORGÁNICOS
En muestras de orina normal se observan algunos cristales: Uratos amorfos, en forma de arena o
polvo de ladrillo, Oxalato de Ca (octaédrico, incoloros, brillantes) gotas de grasa (refringentes)
cristales de fosfato, carbonato de calcio (en orinas alcalinas). Pueden también visualizarse
tricomonas y levaduras sin que exista infección de vías urinarias, sino por contaminación desde de
los genitales externos al momento de realizar la toma de la muestra. (9)
Dentro de los cristales anormales de importancia clínica, es esencial mencionar a los de cistina,
incoloros y hexagonales, visibles en pacientes con cistinuria, asociada con la presencia de cálculos
de cistina. También son significativos los cristales de tirosina, que toman una disposición a manera
de agujas en el sedimento urinario, no son muy comunes, y estos junto a los cristales de leucina
(esferas de apariencia oleosa con estriaciones concéntricas) son observables en el sedimento
urinario de pacientes con enfermedad hepática grave. (13)
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GRÁFICO 4 Esquema de los principales elementos inorgánicos en orina
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ELEMENTOS ORGÁNICOS
Los cilindros son acúmulos de matriz proteica (hialinos, cuyo componente principal es la
mucoproteína de Tamm-Horsfall) a los que eventualmente de agregan células o restos celulares
(epiteliales) o gránulos de citoplasma de las células desechas (granulosos) o eritrocitos (hemáticos).
Adquieren su forma característica conforme avanzan por los diferentes segmentos tubulares de la
nefrona adquiriendo la forma de los mismos. Solamente los cilindros hialinos son considerados
funcionales. La aparición de cualquier otro tipo de cilindro al microscopio es signo de afección renal.
Los cilindros granulosos y epiteliales indican lesión intensa del glomérulo o del túbulo renal, los de
tipo hemático nos orientan a la presencia de una enfermedad del glomérulo renal, y en el caso de
existir cilindros leucocitarios, debemos pensar en infección de vías urinarias superiores, lesión tubular
o enfermedad inflamatoria del glomérulo.(11) (13)
18
ELEMENTOS CELULARES
Eritrocitos: Se observan como discos pálidos, bicóncavos. En cuanto a su tamaño, dependerá de la
tonicidad urinaria, si esta se encuentra aumentada, el eritrocito estará reducido, arrugado,
deshidratado; si la tonicidad urinaria es baja, el eritrocito estará edematizado, incluso pudiendo sufrir
hemólisis. Se encuentran normalmente en cantidades muy pequeñas, de 1 a 2 por campo, más de 3
ya es considerado anormal. En este caso, se debe diferenciar si la eliminación eitrocitaria tiene un
origen alto o bajo en el tracto urinario. Si es bajo, la morfología eritrocitaria no se ve muy afectada, en
tanto que si es alto, especialmente a nivel renal, se observarán modificaciones importantes en la
morfología eritrocitaria, e incluso cilindros hemáticos, que casi con seguridad nos hablan de afección
renal. (13)
Leucocitos: Los neutrófilos son los leucocitos dominantes en orina. Tienen la apariencia de esferas
granulares con un núcleo multilobulado. Normalmente, deben observarse menos de 5 leucocitos por
campo, sin embargo muy comúnmente pacientes femeninas presentan un número ligeramente
mayor. Si el número de leucocitos está francamente aumentado, es indicativo de infección de vías
urinarias y se denomina piuria, si adicional a la misma existe presencia de cilindros leucocitarios, es
indicativo de infección a nivel renal. (13)
Células epiteliales escamosas: Las más comunes y las de menor importancia clínica. Se observan
por desprendimiento no patológico de la porción final de la uretra. (13)
Células epiteliales transicionales (uroteliales): Estas recubren las vías urinarias desde la pelvis
renal hasta el tercio inferior de la uretra. Son más pequeñas que las escamosas y tienen una forma
redonda o arriñonada característica. En pequeñas cantidades, igualmente son indicativas de
descamación normal. (13)
Células del epitelio tubular renal: Clínicamente, son las más importantes. El hallazgo de un número
incrementado de las mismas orienta directamente a la existencia de daño tubular. También pueden
encontrarse aumentadas en la orina normal de niños recién nacidos. (13)
19
GRÁFICO 6. Elementos celulares más comunes en examen microscópico de orina
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BACTERIAS
EJERCICIOS
Aplicación Fisiológica 1
Paciente de 28 años acude a consulta con signos de deshidratación intensa, nausea y vómito, se
encuentra adormecido. Familiares refieren que olvido inyectarse la insulina en la mañana. En el EMO
se encuentra:
FISICO
Color: amarillo oscuro.
Aspecto: ligeramente turbio.
CITOQUIMICO
Glucosa = 1000 mg/dl.
Bilirrubina = negativa
Cuerpos cetónicos = 80 mg/dl
Gravedad especifica = 1030
Sangre = negativo.
PH = 7,5
Proteínas = trazas.
Urobilinogeno = normal.
Nitritos = negativo
Leucocitos = negativo
En examen microscópico se observó:
Cilindros hialinos
Bacterias:
21
los pacientes con cetoacidosis diabética, mientras que el pH ácido se debe a la acidosis metabólica
concomitante.
Aplicación Fisiológica 2
Madre acude a consulta con su hija de 5 años de edad, refiere que hace 2 días presenta fiebre,
dificultad y ardor al orinar. Se realiza un EMO y se encuentran los siguientes hallazgos:
FISICO
Color: amarillo oscuro
Aspecto: ligeramente lechosa.
Olor: amoniacal
CITOQUIMICO
Glucosa = negativa
Bilirrubina = negativa
Cuerpos cetónicos = negativos
Gravedad especifica = 1015
Sangre = +
PH = 6.5
Proteínas = negativo
Urobilinogeno = normal.
Nitritos = positivo
Leucocitos = ++
En examen microscópico se observó:
Leucocitos: 20 por campo
Eritrocitos: 15 por campo
Bacterias: +
Aplicación Fisiológica 3
Paciente femenino de 42 años acude a consulta por presentar ardor y dificultad al orinar (disuria),
sangre al orinar (hematuria) y fiebre de varios días de evolución. En el EMO encontramos:
FISICO
Color: amarillo oscuro
Aspecto: ligeramente turbia
Olor: amoniacal
CITOQUIMICO
Glucosa = negativa
Bilirrubina = negativa
Cuerpos cetónicos = negativos
Gravedad especifica = 1010
Sangre = ++
PH = 6.0
Proteínas = negativo
Urobilinogeno = normal.
22
Nitritos = negativo
Leucocitos = +++
En examen microscópico se observó:
Leucocitos: 50 por campo
Eritrocitos: 50 por camp
Aplicación Fisiológica 4
Paciente masculino de 50 años de edad acude a consulta por presentas los siguientes signos y
síntomas, e historia de amigdalitis reciente: presenta oliguria, fiebre y amanece con edema corporal.
Al EMO se observa:
FÍSICO
Color: amarillo oscuro
Aspecto: turbia, con espuma persistente
Olor: amoniacal
CITOQUIMICO
Glucosa = negativa
Bilirrubina = negativa
Cuerpos cetónicos = negativos
Gravedad especifica = 1030
Sangre = ++
PH = 6.0
Proteínas = +++
Urobilinogeno = normal.
Nitritos = negativo
Leucocitos = +++
En examen microscópico se observó:
Cilindros hialinos
Cilindros granulosos
Cilindros hemáticos
Leucocitos: 50 por campo
Eritrocitos: 50 por campo
Aplicación Fisiológica 5
Paciente de sexo femenino de 30 años acude a la consulta por presentar ictericia marcada en
distintos sectores del cuerpo. En el EMO se observa:
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FISICO
Color: amarillo intenso, ligeramente café
Aspecto: transparente
CITOQUIMICO
Glucosa = negativa
Bilirrubina = +++
Cuerpos cetónicos = negativos
Gravedad especifica = 1020
Sangre = negativa
PH = 6.5
Proteínas = negativas
Urobilinogeno = normal.
Nitritos = negativo
Leucocitos = negativo
En examen microscópico se observó:
Células escamosas: 5 por campo
24
ojo
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