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EL AGUA
El agua es una de las sustancias más difundidas y abundantes en el planeta Tierra. Es parte
integrante de la mayoría de los seres vivientes, tanto animales como vegetales, y está
presente en cantidad de minerales.
Correctamente se denomina al agua "el solvente universal" y es un raro caso de sustancia
que está presente en nuestro entorno, en los tres estados físicos: gas, líquido y sólido.
Por estas razones y por muchas más, existe innumerable documentación de todo tipo sobre
el agua. Hay bibliotecas enteras dedicadas al tema, que contienen manuales, monografías,
trabajos técnicos, cartillas, etcétera.
Lo que a continuación se presenta son algunos datos genéricos sobre el agua, sobre sus
características y sus usos. Estos datos están presentados en forma abierta y libre, sin
demasiado rigor. Se pretende que ellos sean de utilidad para el lector curioso o para el
estudiante que prepara una clase, o tan solo para comprender mejor ese misterio que es el
agua y la vida que nos provee.
LEY GENERAL DE AGUAS.- Promulgado por decreto Ley N° 17752 del 24 julio 1969,
la misma que ha sufrido una serie de modificaciones, al respecto a través del decreto Ley
N° 18753 que modifica el Art. 135°, el decreto Ley N° 19503 que adiciona el inciso d) de;
Art. 49° y el DL. N° 106 que modifica artículos del decreto Ley N° 17752; establece que
las aguas sin excepción alguna es propiedad del Estado y su dominio es inalienable e
imprescriptible.
No hay propiedad privada de las aguas, ni derechos adquiridos sobre ellas. El uso
justificado y racional del agua, solo puede ser otorgado en armonía con el interés social y el
desarrollo del país. El Estado formula la política que rige su utilización y preservación. Los
usos de las aguas son aleatorios y se encuentran condicionados a las disponibilidades del
recurso y a las necesidades reales del objeto al que se destinen y deberán ejercerse en
función del interés social y el desarrollo del país.
Según lo establece el Art. 27° del D.L. N° 17752 el orden de preferencia en el uso de las
aguas es el siguiente:
• Necesidades primarias y abastecimientos de poblaciones.
• Cría y explotación de animales.
• Agricultura.
• Usos energéticos, industriales y mineros.
• Para otros usos.
. Agricultura 70,1
. Industria 20,0
. Municipios 9,9
. Agricultura 93,4
. Industria 3,8
. Municipios 2,7
Virus Poliomielitis 8
Hepatitis A 2000
1,1-dicloroeteno 30
1,2-dicloroeteno 50
tricloroeteno 70(P)
tetracloroeteno 40
Hidrocarburos aromáticos
benceno 10b Para un riesgo adicional de 10-
5
Bencenos clorados
monoclorobenceno 300 ASO
1,1-diclorobenceno 1000 ASO
1,3-diclorobenceno NDS
1,4-diclorobenceno 300 ASO
triclorobencenos (total) 20 ASO
Diversos
adipato de di(2-etilhexilo) 80
ftalato de di(2-etilhexilo) 8
acrilamida 0,5b para un riesgo adicional de 10-
5
amianto i
plata i
estaño i
EL PUENTE DE HIDRÓGENO
Dado que el átomo de oxígeno es pequeño y bastante electronegativo, la concentración de
electrones en su entorno es elevada, por lo que las cargas negativa sobre oxígeno y positiva
entre los átomos de hidrógeno son considerables. Se deduce que las atracciones dipolo-
dipolo entre moléculas de agua son importantes, en realidad muy fuertes, porque las
moléculas polares de agua, siendo pequeñas, pueden acercarse mucho más que moléculas
mayores y pueden atraerse fuertemente por su gran polaridad. Esta atracción dipolo-dipolo
que es inusualmente fuerte y en la que participa el átomo de hidrógeno se denomina puente
de hidrógeno.
Esta asociación intermolecular que se da en el agua líquida y en el hielo, se suele
representar por una línea de puntos. En el hielo, la longitud del enlace de hidrógeno es de
1,77 Å que se compara con la longitud del enlace covalente H-O de 0,99 Å.
Esta estructura muestra que cada átomo de oxígeno de las moléculas de agua que forman
una masa de hielo está unido por dos enlaces covalentes a sendos átomos de hidrógeno y
por puente de hidrógeno a moléculas vecinas. La energía de los puentes de hidrógeno es
aproximadamente un 1% del enlace covalente. Esta gran diferencia de energía hace la
distinción entre el enlace covalente, que es un enlace químico y por lo tanto muy fuerte, y
el mal llamado enlace de hidrógeno, que sólo es una asociación física, porque es una
atracción dipolo-dipolo.
a. Industria.
Según el tipo de industria se producen distintos tipos de residuos. Normalmente en los
países desarrollados muchas industrias poseen eficaces sistemas de depuración de las aguas,
sobre todo las que producen contaminantes más peligrosos, como metales tóxicos. En
algunos países en vías de desarrollo la contaminación del agua por residuos industriales es
muy importante.
b. Vertidos urbanos.
La actividad doméstica produce principalmente residuos orgánicos, pero el alcantarillado
arrastra además todo tipo de sustancias: emisiones de los automóviles (hidrocarburos,
plomo, otros metales, etc.), sales, ácidos, etc.
La Directiva 91/271/CEE de la Unión Europea sobre el Tratamiento de las Aguas
Residuales Urbanas, aprobada en mayo de 1991, urge a los estados miembros a tomar las
medidas para lograr que todas las aguas residuales sean adecuadamente recogidas y
sometidas a tratamientos secundarios o equivalentes antes de ser vertidas. Marca diversos
objetivos, dependiendo del tamaño de las poblaciones, que se deben cumplir en tre el año
1995 y el 2005. También exigía a los estados miembros la identificación de las llamadas
áreas sensibles -las sujetas a eutrofización y las que se van a dedicar al consumo humano y
no cumplen las condiciones de las anteriores directivas europeas- antes de 1993
c. Navegación.
Produce diferentes tipos de contaminación, especialmente con hidrocarburos. Los vertidos
de petróleo, accidentales o no, provocan importantes daños ecológicos.
Según el estudio realizado por el Consejo Nacional de Investigación de los EEUU, en 1985
se vertieron al mar unas 3.200.000 Toneladas de hidrocarburos. A lo largo de la década de
los ochenta se tomaron diversas medidas para disminuir la contaminación de los mares y la
Academia de las Ciencias de EEUU estimaba que se habían reducido en un 60% los
vertidos durante estos años. Se puede calcular que en en 1989 se vertieron al océano algo
más de 2.000.000 de toneladas. De esta cifra el mayor pordentaje corresponde a las aguas
residuales urbanas y a las descargas industriales (en total más del 35%). Otro tercio
correspondería a vertidos procedentes de buques (más por operaciones de limpieza y
similares, aunque su valor va disminuyendo en los últimos años, que por accidentes) y el
resto a filtraciones naturales e hidrocarburos que llegan a través de la atmósfera.
Convenios como el Marpol (Disminución de la polución marina procedente de tierra) de
1974 y actualizado en 1986 y otros, han impulsado una serie de medidas para frenar este
tipo de contaminación.
d. Agricultura y ganadería.
Los trabajos agrícolas producen vertidos de pesticidas, fertilizantes y restos orgánicos de
animales y plantas que contaminan de una forma difusa pero muy notable las aguas.
Tabla de equivalentes de población (contaminantes expresados en DBO o similar)
Fuente de desechos Equivalentes població Fuente de desechos Equivalentes población
n
Hombre 1 Vaca 16.4
Plaza de guardería 0.5 Caballo 11.3
Plaza de escuela 0.6 Gallina 0.014
Plaza de camping 0.7 Oveja 2.45
Plaza de hotel 2.1 Cerdo 3
Plaza de hospital 4.0
Nota: El equivalente de población es el volumen de agua residual o la carga contaminante
producida por una persona en una vivienda normal.
La mayoría de los vertidos directos en España (el 65% de los 60 000 vertidos directos que
hay), son responsabilidad de la ganadería. Se llama directos a los vertidos que no se hacen a
través de redes urbanas de saneamiento, y por tanto son más difíciles de controlar y
depurar.
SUBSTANCIAS CONTAMINANTES DEL AGUA
Hay un gran número de contaminantes del agua que se pueden clasificar de muy diferentes
maneras. Una posibilidad bastante usada es agruparlos en los siguientes ocho grupos:
A. MICROORGANISMOS PATÓGENOS.
Son los diferentes tipos de bacterias, virus, protozoos y otros organismos que transmiten
enfermedades como el cólera, tifus, gastroenteritis diversas, hepatitis, etc. En los países en
vías de desarrollo las enfermedades producidas por estos patógenos son uno de los motivos
más importantes de muerte prematura, sobre todo de niños.
Normalmente estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos que
producen las personas infectadas. Por esto, un buen índice para medir la salubridad de las
aguas, en lo que se refiere a estos microorganismos, es el número de bacterias coliformes
presentes en el agua. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que en el
agua para beber haya 0 colonias de coliformes por 100 ml de agua.
B. DESECHOS ORGÁNICOS.
Son el conjunto de residuos orgánicos producidos por los seres humanos, ganado, etc.
Incluyen heces y otros materiales que pueden ser descompuestos por bacterias aeróbicas, es
decir en procesos con consumo de oxígeno. Cuando este tipo de desechos se encuentran en
exceso, la proliferación de bacterias agota el oxígeno, y ya no pueden vivir en estas aguas
peces y otros seres vivos que necesitan oxígeno. Buenos índices para medir la
contaminación por desechos orgánicos son la cantidad de oxígeno disuelto, OD, en agua, o
la DBO (Demanda Biológica de Oxígeno).
C. SUSTANCIAS QUÍMICAS INORGÁNICAS.
En este grupo están incluidos ácidos, sales y metales tóxicos como el mercurio y el plomo.
Si están en cantidades altas pueden causar graves daños a los seres vivos, disminuir los
rendimientos agrícolas y corroer los equipos que se usan para trabajar con el agua.
D. NUTRIENTES VEGETALES INORGÁNICOS.
Nitratos y fosfatos son sustancias solubles en agua que las plantas necesitan para su
desarrollo, pero si se encuentran en cantidad excesiva inducen el crecimiento desmesurado
de algas y otros organismos provocando la eutrofización de las aguas. Cuando estas algas
y otros vegetales mueren, al ser descompuestos por los microorganismos, se agota el
oxígeno y se hace imposible la vida de otros seres vivos. El resultado es un agua maloliente
e inutilizable.
E. COMPUESTOS ORGÁNICOS.
Muchas moléculas orgánicas como petróleo, gasolina, plásticos, plaguicidas, disolventes,
detergentes, etc. acaban en el agua y permanecen, en algunos casos, largos períodos de
tiempo, porque, al ser productos fabricados por el hombre, tienen estructuras moleculares
complejas difíciles de degradar por los microorganismos.
F. SEDIMENTOS Y MATERIALES SUSPENDIDOS.
Muchas partículas arrancadas del suelo y arrastradas a las aguas, junto con otros materiales
que hay en suspensión en las aguas, son, en términos de masa total, la mayor fuente de
contaminación del agua. La turbidez que provocan en el agua dificulta la vida de algunos
organismos, y los sedimentos que se van acumulando destruyen sitios de alimentación o
desove de los peces, rellenan lagos o pantanos y obstruyen canales, rías y puertos.
G. SUSTANCIAS RADIACTIVAS.
Isótopos radiactivos solubles pueden estar presentes en el agua y, a veces, se pueden ir
acumulando a los largo de las cadenas tróficas, alcanzando concentraciones
considerablemente más altas en algunos tejidos vivos que las que tenían en el agua.
H. CONTAMINACIÓN TÉRMICA.
El agua caliente liberada por centrales de energía o procesos industriales eleva, en
ocasiones, la temperatura de ríos o embalses con lo que disminuye su capacidad de
contener oxígeno y afecta a la vida de los organismos.
CONTAMINACIÓN DE RÍOS Y LAGOS
Las aguas superficiales de los continentes fueron las más visiblemente contaminadas
durante muchos años, pero precisamente al ser tan visibles los daños que sufren, son las
más vigiladas y las que están siendo regeneradas con más eficacia en muchos lugares del
mundo, especialmente en los países desarrollados.
Desde hace siglos se conocen problemas de contaminación en lugares como la
desembocadura del Nilo o los canales de Venecia, pero ahora este problema se encuentra
mucho más extendido.
La evaluación de la calidad de las aguas es una materia difícil, en la que se discute cuales
son los mejores indicadores para evaluar el estado del agua. El problema reside
fundamentalmente en la definición que se haga del concepto "calidad del agua". Se puede
entender la calidad como la capacidad intrínseca que tiene el agua para responder a los usos
que se podrían obtener de ella. O, como la define la Directiva Marco de las Aguas, como
aquellas condiciones que deben mantenerse en el agua para que ésta posea un ecosistema
equilibrado y que cumpla unos determinados Objetivos de Calidad que están fijados en los
Planes Hidrológicos de Cuenca.
Para saber en qué condiciones se encuentra un río se analizan una serie de parámetros de
tipo físico, otros de tipo químico y otros biológicos y después comparar estos datos con
unos baremos aceptados internacionalmente que nos indicarán la calidad de ese agua para
los distintos usos: para consumo, para la vida de los peces, para baño y actividades
recreativas, etc.
Los parámetros físicos, químicos y microbiológicos se suelen muestrear mensualmente,
mientras que el estudio biológico de las riberas y el lecho del río se suele hacer más
esporádicamente, por ejemplo, dos veces al año, una en primavera y otra en verano.
PARÁMETROS QUE SE ESTUDIAN
Parámetros controlados por la red COCA
GRUPO A GRUPO B GRUPO C GRUPO D
Caudal Sólidos disueltos Sílice Arsénico
Temperatura Cloruros Grasas Cobre
Oxígeno disuelto Sulfatos Cianuros Hierro
Sólidos en Calcio Fenoles Manganeso
suspensión
pH Magnesio Fluoruros Plomo
Conductividad Sodio Cadmio Cinc
DQO al Potasio Cloro Antimonio
permanganato hexavalente
DBO5 Fosfatos Mercurio Niquel
Coliformes Nitratos Selenio
Totales
Nitritos
Amoníaco
Carbonatos
Bicarbonatos
Detergentes
Nota: Los distintos grupos hacen referencia a la periodicidad con que se muestrean. Los del
grupo A siempre mensualmente, mientras que los de los restantes grupos pueden ser
mensuales, trimestrales o anuales.
Parámetros microbiológicos
Coliformes totales Estreptococos fecales Coliformes fecales
Parámetros Bióticos
Invertebrados bénticos (mayo y agosto) Peces, anfibios, cangrejos, etc. (mayo y agosto)
Resumen
La actividad minera en Chile antecede a su historia y alcanzó un ritmo importante en el
siglo 19, seguido en el siglo 20 por el desarrollo de las grandes explotaciones cupríferas. El
hecho de que gran parte de la minería chilena se efectúe en el norte del país, cuya economía
y cultura están estrechamente ligadas a dicha actividad, ha favorecido una actitud
relativamente permisiva o indiferente frente a los riesgos de la contaminación de los
recursos hídricos. Por otra parte, la preocupación ambiental es relativamente nueva en
Chile, y la toxicidad de contenidos anómalos de metales o metaloides pesados es aún
materia de debate (p.ej., la del Cu o Mo) o reconocida en pocos casos, como los del As, Cd,
Hg, Pb y el Cr(+6).
Entre los factores que deben ser considerados con especial cuidado, por su efecto en la
composición y dispersión de los contaminantes, están la posición de la fuente potencial en
la respectiva cuenca hidrográfica, así como la mineralogía del depósito y el tipo e
intensidad de la alteración hidrotermal que afecta a las rocas de su entorno. Cuando se trate
de explotaciones mineras en etapa de cierre, la preocupación debe ser máxima, si ellos: a)
Incluyen contenidos significativos de metales o metaloides con propiedades tóxicas. b) Se
sitúan en la cabecera de las cuencas, en áreas de topografía abrupta. c) Están en zonas con
intensa alteración hidrotermal. d) Sus rocas presentan alto grado de fracturamiento. e) Su
explotación subterránea ha dejado un elevado volumen de cavidades, que faciliten la
interacción de los minerales residuales con el agua subterránea. f) La pirita (bisulfuro de
hierro) es un componente mineralógico abundante.
Criterios como los señalados son importantes, dado lo abundante de las concentraciones
minerales y las zonas de alteración hidrotermal del territorio chileno, así como el gran
número de depósitos de residuos mineros abandonados y las muchas explotaciones mineras
activas o en etapa de cierre. El establecer criterios objetivos que permitan priorizar la
vigilancia ambiental puede permitir su mayor efectividad, así como importantes ahorro de
tiempo y dinero, tanto al sector público como al privado.
Introducción
Un aspecto esencial de la gestión ambiental, tanto pública como privada es la necesidad de
obtener el mejor rendimiento posible de los medios humanos y materiales disponibles. Ello
requiere la capacidad de dirigir los esfuerzos hacia aquellos factores que implican un riesgo
mayor y de cuyo control se puede obtener el mejor beneficio en términos de calidad
ambiental. La tarea de seleccionarlos demanda, aparte de experiencia y criterio, un buen
conocimiento científico del "funcionamiento" de los sistemas físico-biológicos en general,
así como de la manera específica en que ellos actúan en un ámbito geológico y geográfico
determinado.
En el presente trabajo se analiza la interacción de las aguas del drenaje superficial y
subterráneo con las zonas de alteración hidrotermal, las excavaciones mineras subterráneas
y a cielo abierto, y los depósitos de residuos minero-metalúrgicos. También se considera la
evaluación de impactos ambientales de proyectos mineros y el importante tema de los
planes de cierre de minas, que se conecta de modo central con las materias antes señaladas
(Mitchell, 2000). Lo anterior, con la finalidad de proponer criterios de priorización que
permitan dirigir los esfuerzos de monitoreo y protección ambiental con la mayor eficacia y
eficiencia posible, en materias de contaminación del drenaje, por el efecto de la actividad
minera pasada, presente o futura.
Cr Mo Mn Cu Zn Cd Hg Pb As
La tabla anterior muestra las importantes diferencias en los contenidos de ambas balsas de
estériles en elementos con propiedades tóxicas como Cd y Pb. En consecuencia, la
composición química de los numerosos depósitos abandonados de este tipo es un factor
importante a considerar, junto con su "lixiviabilidad", su posición respecto al sistema de
drenaje y a los centros de población y, naturalmente, su magnitud.
Balsa de estériles abandonada en Quebrada Marquesa (IV Región), note los procesos
erosivos en su base
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LA CENTRALIDAD DEL AGUA EN LA DISPUTA GLOBAL POR RECURSOS
ESTRATÉGICOS
Esta visión encuentra en el Consejo Mundial del Agua, compuesto por representantes
de las principales empresas privadas de agua que dominan el 75% del mercado mundial, su
espacio de articulación más dinámico. El Segundo Fórum Mundial del Agua, realizado en
el año 2000 declaró, en el documento final de la reunión, que el agua no es más un
“derecho inalienable”, sino una “necesidad humana”. Esta declaración justifica, desde el
punto de vista ético, el proceso en curso de desregulación y privatización de este recurso
natural. La última reunión realizada con el nombre de IV Fórum Mundial del Agua, en
marzo de 2009 en Estambul, ratifica esta caracterización del Agua. Un aliado
importante del Consejo Mundial del Agua ha sido el Banco Mundial, principal impulsor
de las empresas mixtas, público-privadas, para la gestión local del agua.
La otra visión se reafirma en la consideración del agua como derecho humano inalienable.
Esta perspectiva es defendida por un amplio conjunto de movimientos sociales, activistas
e intelectuales articulados en un movimiento global por la defensa del agua, que propone la
creación de espacios democráticos y transparentes para la discusión de esta problemática
a nivel planetario. Este movimiento, que no reconoce la legitimidad del Foro Mundial del
Agua, elaboró una declaración alternativa a la reunión de Estambul, reivindicando la
creación de un espacio de debate global del agua en los marcos de la ONU, reafirmando la
necesidad de la gestión pública de este recurso y su condición de derecho humano
inalienable.
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en julio del 2010 la propuesta
presentada por Bolivia, y respaldada por otros 33 Estados, de declarar el acceso al agua
potable como un derecho humano. Como era previsible, los gobiernos de Estados Unidos,
Canadá, Australia y el Reino Unido se opusieron a esta resolución, con lo cual, en opinión
de Maude Barlow, ex asesora sobre agua del presidente de la Asamblea General de la
ONU, esta resolución pierde peso político y viabilidad práctica. Estos cuatro países, y sus
fuerzas políticas más conservadoras, aparecen como el gran obstáculo. El peligro para los
operadores del agua es grande, ciertamente, un reconocimiento del agua y el saneamiento
como derecho humano pondría límites a los derechos de las grandes corporaciones sobre
los recursos hídricos, derechos consagrados por los acuerdos multilaterales de comercio e
inversión.
Los gobiernos de América Latina están avanzando en el reconocimiento del agua como
derecho inalienable y en la afirmación de la soberanía y gestión pública de estos recursos.
La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia reconoce, en su artículo
371, que “el agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el marco de la
soberanía del pueblo”, establece además que “el Estado promoverá el uso y acceso al agua
sobre la base de principios de solidaridad, complementariedad, reciprocidad, equidad,
diversidad y sustentabilidad”.
Desde hace mucho tiempo, las investigaciones hidrológicas de los ciclos globales del agua
han demostrado que el 99% del agua dulce accesible del planeta se encuentra en los
acuíferos de agua dulce, visibles en los ríos, lagos y capas congeladas de hielo. Estas aguas
constituyen sistemas hídricos dinámicos y desarrollan sus propios mecanismos de
reposición que dependen, fundamentalmente, de las lluvias. Parte de este caudal se infiltra
en las rocas subyacentes y se deposita debajo de la superficie, en lo que se conoce como
acuíferos. Los acuíferos reciben reposición de las lluvias, por lo que son, en su mayoría,
renovables. Dependiendo del tamaño y las condiciones climáticas de la ubicación de los
acuíferos, el período de renovación oscila entre días y semanas (en las rocas kársticas), o
entre años y miles de años si se trata de grandes cuencas sedimentarias. En regiones donde
la reposición es muy limitada (como en las regiones áridas e hiperáridas) el recurso de agua
subterránea puede ser considerado como “no renovable”.
Los acuíferos y las aguas subterráneas que los conforman, son parte de un ciclo hidrológico
cuyo funcionamiento determina una compleja interrelación con el medio ambiente. Las
aguas subterráneas son un elemento clave para muchos procesos geológicos e hidro-
químicos, y tienen también una función relevante en la reserva ecológica, ya que mantienen
el caudal de los ríos y son la base de los lagos y los pantanos, impactando definitivamente
en los hábitats acuáticos que se encuentran en ellos. Por lo tanto, los sistemas acuíferos
además de ser reservas importantes de agua dulce, son fundamentales para la preservación
de los ecosistemas.
Las grandes reservas hídricas como la cuenca del Congo, Amazonas, el acuífero Guaraní o
los grandes lagos de África central coinciden con la existencia de grandes poblaciones en
expansión y fuertes conflictos étnicos y religiosos. Además, gran parte de los países de esta
región se encuentran bajo fuerte presión del sistema financiero internacional que busca
implantar una gestión neoliberal de los recursos hídricos a través de su personal técnico
para el que las estaciones de tratamiento de agua, reciclaje y construcción de mecanismos
que eviten la contaminación de los acuíferos, son gastos superfluos.
Asia depende de los grandes acuíferos del norte de China y la Siberia, más próxima de la
región polar. Uno de los casos más graves es el de la India, que junto con Estados Unidos,
tiene una de las tasas más altas de extracción de agua subterránea del mundo.
América del Sur posee tres grandes acuíferos: la Cuenca del Amazonas, la Cuenca del
Marañón y el sistema acuífero Guaraní, que más parece un “mar subterráneo” de agua
dulce que se extiende por cuatro países del cono
sur: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Por el volumen de las reservas de estos
acuíferos y por la capacidad de reposición del agua de estos sistemas, América del Sur
representa la principal reserva de agua dulce del planeta.
Las regiones más críticas, por tener una reposición limitada de agua (menos de 5
milímetros de lluvia al año), son el norte de África, en la región desértica del Sahara; la
India; Asia central; gran parte de Australia; la estrecha franja desértica que va desde la
costa peruana hasta el desierto de Atacama en Chile y la región norte de México y gran
parte de la región centro oeste de Estados Unidos. En estas regiones, se puede considerar el
agua como recurso no renovable. África subsahariana, el sudeste asiático, Europa, los
Balcanes, la región norte de Asia y la región noroccidental de América del Norte registran
niveles moderados de reposición de agua, entre 50 y 100 mm. al año.
La región de mayor reposición de agua del mundo es América del Sur donde, en casi todo
el territorio subcontinental, se registran niveles de reposición de agua mayores a 500 mm./
año, lo que constituye el principal factor de abastecimiento de los sistemas acuíferos de la
región. Esta altísima capacidad de reposición de aguas superficiales y subterráneas es
fundamental, no solo para el abastecimiento de agua dulce sino también para la
manutención y reproducción de los sistemas ecológicos y la biodiversidad en la región.
El caso de África merece especial atención, porque a pesar de que la extracción de agua
subterránea no es muy elevada en relación a otras regiones (hasta 20 km³ por año) se trata
de una manta freática casi sin capacidad de reposición, por lo tanto, la extracción lleva a un
proceso acelerado de agotamiento de reservas hídricas. China, India y el Medio Oriente son
también regiones extremamente críticas por el elevado nivel de extracción de reservas,
como consecuencia del proceso dinámico de industrialización y de su dimensión
poblacional. Los datos de extracción de agua por sector económico indican que, casi 75%
del agua extraída en Asia se consume en agricultura y más del 10% en el sector
industrial. Además, en términos absolutos, Asia es la región donde se registra la extracción
de agua dulce subterránea más elevada el mundo: alrededor de 500 km³ por año, según
datos de 2009. En segundo lugar se coloca América del norte, con 150 km³ y en tercer
lugar Europa, que extrae 80 km³. América Latina es el continente de menor extracción, con
aproximadamente 25 km³ al año.
En general, durante las últimas tres décadas la extracción del agua de los acuíferos del
planeta ha crecido exponencialmente. Esta extracción se estima en un promedio de 600 a
800 km³ por año.
El sistema Acuífero Guaraní es uno de los mayores depósitos de agua dulce del planeta.
Está formado por una manta de rocas y arena en cuyas fisuras se deposita el agua, con una
antigüedad estimada de 245 millones de años.
Este acuífero transfronterizo ocupa una superficie total de 1,200.000 kilómetros cuadrados,
distribuidos en cuatro países del cono sur: Argentina (225,000 km²), Brasil (840,000 km²),
Paraguay (58,500 km²) y Uruguay (58,500 km²). Una de sus características más
importantes es la gran capacidad de recarga de agua, que asciende aproximadamente a
166 km³ al año, con una reserva total de 45,000 km³. El volumen de reposición de este
acuífero representa el volumen extraído para consumo anual de Estados Unidos (150 km³) y
casi la cuarta parte del volumen total extraído en el mundo (de 600 a 800 km³).
Estos datos indican que casi todo el continente sudamericano descansa sobre una manta
freática de grandes reservas de agua subterráneas y una amplia red hidrográfica que incluye
la cuenca del Amazonas y el río de mayor longitud y caudal del mundo. Por la amplitud de
la superficie que ocupan estos sistemas hídricos y el volumen de sus reservas, constituyen
un complejo ecosistema regional.
Es evidente que el control del agua en América del Sur, representa el control de las
principales fuentes renovables de agua dulce del planeta, de un enorme potencial de energía
hidroeléctrica, y el control de uno de los sistemas ecológicos de mayor concentración de
biodiversidad del mundo, a partir de la floresta amazónica, los pisos ecológicos de la región
andina, los grandes lagos de la Patagonia y los lagos interandinos. Significa también, el
control de tecnología de punta en la investigación científica, ligada al avance de la
biogenética.
Se hace necesaria una estrategia sudamericana de gestión de los recursos hídricos, con
metas comunes de descontaminación y preservación de las cuencas hidrográficas, de las
reservas subterráneas y la manta freática. Esto implica un proceso de reterritorialización
del agua a partir de las poblaciones locales y los pueblos indígenas cuya vida está
profundamente integrada a las áreas de mayor concentración de reservas de este
recurso. La presión social de los movimientos populares urbanos, rurales e indígenas por la
democratización de la gestión y el uso del agua están creando condiciones para una
reapropiación social de este recurso, desde una perspectiva de sustentabilidad del medio
ambiente.
Los intereses en disputa son colosales. Estados Unidos necesita asegurar el abastecimiento
de agua dulce. Los datos muestran que el nivel de su consumo está acabando con sus
reservas de agua subterránea. Pretender obtener este recurso de África es inviable, porque
el continente africano, por la baja capacidad de reposición de sus acuíferos, está avanzando
en un proceso de agotamiento de sus reservas, si se continúa con el actual patrón de
consumo. Asia tampoco es una opción viable, porque el propio continente asiático tiene un
consumo elevado de agua y la situación crítica de la India y China ejerce una presión
muy grande sobre este recurso. Las reservas de agua de Australia están en manos de las
grandes transnacionales y Europa tiene sus propios problemas de abastecimiento de agua
para resolver, además de la baja calidad del agua que posee.