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De mis consideraciones:
Es el caso que desde hace aproximadamente tres años, tenemos bajo nuestro
cuidado y protección una niña, quien responde a los nombres y apellidos de
……………, la misma que judicialmente nos fue entregada en Acogimiento
Familiar por el Juez Primero de Otavalo, al haber sido abandonada desde sus
primeros días de nacida.
Como era nuestro deber, hemos venido tramitando ante el Juzgado Civil antes
mencionado (ya que en nuestra ciudad no existe Juez de la Niñez) una
investigación exhaustiva del abandono de la niña, habiendo quedando demostrado
que se encuentra totalmente desamparada por parte de sus padres biológicos y
demás familiares, por lo que el Juez antes mencionado resolvió declararla en
Estado de Adoptabilidad o Aptitud Legal para ser Adoptada.
Como ha sido nuestro deseo adoptar a la niña, por cuanto ella nos identifica como
sus padres; y en virtud de que el Art. 231 del Código de la Niñez y Adolescencia,
establece que “Las personas que hayan tenido a un niño, niña o adolescente en
acogimiento familiar, tendrán opción prioritaria para su adopción, siempre que se
cumplan con los requisitos legales.” Resolvimos iniciar los trámites de adopción
ante la Unidad Técnica de Adopciones Regional de Quito; habiendo aprobado el
curso de preparación para padres adoptivos y luego hemos sido calificados
favorablemente por las áreas jurídicas, sociales y psicológicas, obteniendo la
idoneidad para adoptar una niña.
Han pasado varios años de nuestro trámite y calificación, pero para nuestra
sorpresa, el Comité de Asignaciones Familiares, no ha dado paso a la asignación,
argumentando que el Art. 159 numeral 5 del mismo cuerpo legal exige que la
diferencia máxima con el niño o niña que se pretende adoptar sea de 45 años, y
nuestra diferencia es de ……… y ……. Años,; a pesar de que la niña ha convivido
con nosotros durante toda su vida; su deseo natural es seguir con la familia que le
ha cuidado y prodigado cariño; y el interés superior de la niña es que siga con
nosotros como familia no solo acogiente, sino como familia adoptiva, por que
aquello irá en su beneficio y le dará toda la estabilidad física y emocional que
necesita y que hasta ahora el estado se niega a darlas.
Sin considerar, que esa norma discriminatoria, se encuentra ya derogada por la
nueva Constitución Política del Estado vigente, conforme se desprende del siguient
análisis:
Con este requisito, los solicitantes quedan impedidos y prohibidos de adoptar a niños,
niñas o adolescentes que superen esa diferencia de edad, aunque en muchos casos los
hayan protegido, cuidado, prodigado afecto y cariño por muchos años y dentro de esta
convivencia se hubieren vinculado familiarmente, cual si se trataran de padres e hijos
naturales o biológicos. Este impedimento de adopción, les convierte a ciertas personas
en incapaces absolutos de adoptar a un determinado niño, niña o adolescente, así como
también a ciertos niños, niñas y adolescentes “sin una razón valedera” se les priva y
coarta el libre derechos de escoger y opinar sobre la familia que ellos prefieren
tener, convirtiéndose también en incapaces absolutos de ser adoptados por parte de
determinadas personas a quienes consideran como sus padres por haberlos protegido y
cuidado toda su vida, solamente por el hecho de no ser parientes.
Por ejemplo: Pablito N.N. tiene 11 años de edad y es un niño que fue abandonado por
sus padres biológicos desde sus primeros días de nacido. Ha convivido toda su vida con
Alberto y María quienes no son sus parientes. El máximo anhelo del niño es ser
adoptado por la familia acogiente y el mayor deseo de la familia es adoptar al niño, pero
“increíblemente” por existir una diferencia mayor de 45 años entre sus edades y no ser
parientes no lo pueden hacer; conculcándose el derecho del niño a tener la familia que el
quiere.
Es decir, a parientes se puede adoptar sea cualquiera la edad, no así cuando no son
parientes; discriminándose a las personas que no son parientes, sin que exista razón
alguna que justifique aquello
.
Este impedimento de adoptar un determinado niño por una familia que tiene una
diferencia de edad mayor a los 45 años, que por diversas razones (acogimiento familiar,
tutela, entrega directa, etc) se ha vinculado afectivamente a ella, les esta ubicando en
una situación de incapacidad absoluta para acceder al derecho de adopción, requisito
que se encuentra tácitamente derogado con la expedición de la nueva Constitución
Política del Estado, la misma que establece entre otras cosas en el numeral 2 del Art. 11
que “Nadie podrá ser discriminado de sus derechos por razones de edad. La ley
sancionará toda forma de discriminación.
De igual manera el Art. 341 establece que el Estado combatirá entre otras cosas… la
discriminación etaria o por edad.
Quedando por tanto anulada por estas disposiciones el requisito de edad establecido en
el numeral 5 del Art. 159 del Código de la Niñez y Adolescencia.
Y ese derecho del niño, nacido de la protección que ha recibido por parte de la familia
que lo ha cuidado y ese derecho que ha adquirido también la familia por haber cuidado
el niño, se encuentra también reconocido en el numeral 2 del Art. 3 de la Convención
antes mencionada cuando dice:
Es decir que los derechos de los niños, niñas y adolescentes serán protegidos por el
Estado, respetando también los que corresponden a los tutores, familias acogientes y
otras personas responsables de ellos.
4. PREVALENCIA DEL DERECHO DEL NIÑO DE DAR SU
CONSENTIMIENTO Y OPINION
5.- CONCLUSIONES.-
Por tanto, el requisito de exigir una diferencia de edad menor a 45 años para poder
adoptar una niña o niño “por el solo hecho de ser personas que no son parientes”,
pierde peso y valor jurídico sobre el principio de no discriminación a ninguna
persona por motivos de filiación y edad y no vulneración del derecho de los niños,
niñas y adolescentes a tener una familia y el no atropellar los Derechos Humanos;
más aun cuando los derechos de protección integral, de opinión y consentimiento del
niño, prevalecerán sobre los de los demás, y en caso de duda se interpretarán en el
sentido que más favorezca a la plena vigencia de los derechos y que mejor respete la
voluntad del constituyente, y de acuerdo con los principios generales de la
interpretación constitucional, conforme también lo establece el Art. 427 de la
Constitución.
Por lo expuesto y por las facultades otorgadas a su Autoridad en el Art 215, numeral 1 y
2, de la Constitución vigente, de la manera más respetuosa solicitamos se sirva se sirva
conminar y exigir a la Unidad Técnica de Adopciones de Quito y el Comité de
Asignaciones Familiares de esa misma ciudad, la asignación de la niña ………. a favor
de los comparecientes y el consiguiente trámite respectivo posterior; porque aquello
responde al interés supremo de la menor de edad y al derecho integral de los
comparecientes, contemplados en la Constitución.