Вы находитесь на странице: 1из 3

LICEO GREGORIO CORDOVEZ

DEPARTAMENTO DE LENGUAJE
PROFESOR: SEBASTIÁN MONÁRDEZ M.

EVALUACIÓN 2º MEDIO- TALLER DE ESCRITURA


UNIDAD INTERMEDIA SIMCE
NOMBRE: CURSO:

OBJETIVO DE Analizar y evaluar textos con finalidad argumentativa, como columnas de FECHA:
APRENDIZAJE: opinión, cartas al director, discursos y ensayos, considerando:
- La tesis, ya sea explícita o implícita, y los argumentos e información
que la sostienen.
- La manera en que el autor organiza el texto.
- Con qué intención el autor usa distintos elementos léxicos valorativos y
figuras retóricas.
- Su postura personal frente a lo leído, refutando o apoyando los
argumentos que la sustentan.
CONTENIDOS Coherencia- Cohesión – Redacción- Tema- Tesis – Argumentos. NOTA:
O CONCEPTOS
CLAVE:
N° ÍTEMS PUNTAJE PUNTAJE OBTENIDO:
1 35 puntos
(60 % de exigencia)

INSTRUCCIONES GENERALES
- Usted dispone de 60 minutos para resolver la evaluación.
- Entregará la evaluación al momento de cumplirse el tiempo establecido.
- Utilice lapicera azul o negra.
- Antes de comenzar lea comprensivamente cada pregunta.
- Preocúpese de su ortografía. (Por cada 5 errores ortográficos se descontará 1 punto del total del puntaje)
- Responda con letra clara, con orden y limpieza en el desarrollo de su prueba.
- EL DESARROLLO DE LA PRUEBA SE AJUSTARÁ A LO ESTABLECIDO EN EL REGLAMENTO
DE EVALUACIÓN

ÍTEM ÚNICO: DESARROLLO. Lea atentamente la siguiente columna de opinión y responde a las
preguntas planteadas con letra clara y legible cuidando la presentación y ortografía. (5 puntos cada
pregunta; total 35 puntos)
Las dos caras de la ambición, Irene Orce.
“Un hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque esta lo devora”.
Montesquieu
La ambición está hecha del mismo material con el que se tejen los sueños. Nos impulsa a fijarnos metas que
nos ilusionan y retos que, a priori, parecen imposibles de alcanzar. Es un poderoso motor que desafía la
lógica y la razón. Quienes se atreven a darle rienda suelta, son capaces de cambiar su realidad y sus
circunstancias. No en vano, es un poderoso agente de transformación. Y nos puede aportar muchas cosas
positivas. Alimenta nuestro espíritu de superación, el inconformismo y la capacidad de soñar a lo grande.
Nos invita a ir más allá de nosotros mismos, despertando nuestro afán competitivo. Incluso puede enseñarnos
a ser más humildes. Sin embargo, por lo general goza de una dudosa reputación. Especialmente debido a las
compañías que frecuenta. Entre sus relaciones habituales se encuentran la codicia, la insatisfacción y el
propio interés; cuyos venenosos consejos nos pueden arrastrar a lugares sombríos.

Sin duda, podemos afirmar que la ambición tiene dos caras. Su rostro luminoso nos lleva a brillar, y su lado
oscuro nos conduce al más profundo de los infiernos. De ahí la importancia de aprender a gestionarla lo
mejor posible. Todos conocemos sus cantos de sirena, y dependiendo de cómo la interpretamos, cedemos a
sus impulsos o nos resistimos estoicamente a su sugerente canción. En cualquier caso, es innegable que tiene
un importante impacto en nuestra vida, ya sea por exceso o por defecto. No en vano, su talón de Aquiles es la
medida, y todo aquello que está dispuesta a sacrificar para lograr sus objetivos. Pero, ¿dónde se esconde el
punto de equilibrio? ¿En qué momento la sana ambición se convierte en tóxica codicia?

Cada caso es diferente, pero la ambición siempre crece y se desarrolla una vez que se marca un objetivo. Nos
empuja y nos alienta hasta que lo alcanzamos, y es precisamente en ese momento en el que llega el punto
clave. Al cruzar la meta, toda esa ilusión se difumina. Sí, tal vez nos dure unos minutos, horas o días. Pero
termina por desaparecer. Y de repente se despierta una oscura necesidad en nuestro interior, un monstruo con
voz angelical que nos convence de que si damos unos pasitos más conseguiremos lo que de verdad anhela
nuestro corazón. Ese venenoso discurso nos ciega con fantasías de alegría perenne, reconocimiento y
satisfacción absoluta. “Un poquito más”, nos susurra en el oído. Y a menudo caemos en su trampa sin
cuestionarnos si el camino que nos propone es el que realmente nos acerca más a nuestro objetivo final. Por
lo general, decidimos seguir adelante. Pero pocas veces nos tomamos el tiempo necesario para cuestionarnos:
¿qué nos lleva a siempre querer más? ¿Desde cuándo más es sinónimo de mejor? ¿Qué nos falta en este
preciso instante? ¿Cuándo será “suficiente”? ¿Qué es lo que verdaderamente estamos buscando? Y ¿a dónde
nos conduce esa carrera sin fin pilotada por la ambición?

Abundancia y carencia. “La ambición no se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza”, Napoleón


Bonaparte

Marcarnos metas y trabajar para conseguirlas forma parte de nuestro ADN. Es lo que nos permite
evolucionar como seres humanos en particular y como especie en general. Resulta tan necesario como
saludable, y la ambición tiene una función básica en este proceso. Sin embargo, la ambición no siempre
cumple lo que nos promete. Según un estudio de la Universidad de Notre Dame, liderado por el profesor
Timothy Judge, la ambición puede ayudarnos a conseguir mayor prestigio y éxito profesional, pero no ofrece
ninguna garantía de felicidad en el largo plazo. Este estudio comprende datos de seguimiento de las vidas de
más de 700 personas durante más de siete décadas, en un intento por comprender a un nivel más profundo de
qué manera la ambición moldea nuestras vidas.

Algunos de los participantes tuvieron carreras impresionantes, mientras que otros tuvieron logros modestos.
Los participantes “ambiciosos” —a juzgar por las descripciones proporcionadas durante su juventud por los
propios sujetos y por sus familiares—eran claramente más exitosos en lo material, asistieron a universidades
destacadas, trabajaban en ocupaciones más prestigiosas y ganaban salarios más altos. Pero a pesar de que
parecían “tenerlo todo”, no tuvieron éxito en las que podrían considerarse dos variables clave: la felicidad y
la longevidad. La investigación, publicada en el Journal of Applied Psychology bajo el título “Sobre el valor
de apuntar alto: Las causas y consecuencias de la ambición”, concluye que existe una correlación directa
entre la ambición y el éxito educativo y profesional. Pero también que, a pesar de la percepción externa, las
personas ambiciosas no viven necesariamente vidas más felices, más sanas ni más longevas que aquellas
menos ambiciosas.

En última instancia, todo radica en lo que nos mueve a lograr los objetivos que nos marcamos. ¿Para qué lo
hacemos? Resulta clave de vez en cuando tomar perspectiva y revisar nuestras motivaciones. Hay dos
maneras muy distintas de vivir la ambición.
Una nos acerca a su cara luminosa y otra nos condena a su cara oscura. La primera se centra en el
aprendizaje que sacamos durante el camino, y parte de la abundancia. La segunda nos ciega con el resultado
final que queremos obtener, y nace de la carencia. […]

Subir a lomos de la ambición es como cabalgar sobre una yegua salvaje. Al principio creemos que llevamos
las riendas, pero si nos despistamos, terminaremos con el trasero en el suelo y todo el cuerpo dolorido. La
clave está en atrevernos a domarla. Si prestamos suficiente atención, podremos disfrutar de la carrera sin
hacernos adictos a la sensación de velocidad y al desenfreno. No se trata de renunciar a ella, pues en el
camino también estaríamos renunciando a la posibilidad de convertirnos en la persona que podemos llegar a
ser. Pero sí cuestionarnos a menudo cuál es el objetivo que verdaderamente estamos persiguiendo, y la
medida del mismo.

Una valiosa lección que se desprende de la ambición es que todo es posible con la dosis suficiente de
determinación, dedicación y esfuerzo. Podemos transformar el impulso de ser más y mejores a los ojos de los
demás por el propósito de acercarnos cada día a la persona que nos gustaría ser. Y dejar a un lado por un
momento los resultados materiales y comenzar a medir nuestros éxitos en base a nuestros propios resultados
internos de bienestar y satisfacción. Para muchos, la ambición es un requisito previo para el triunfo. Depende
únicamente de nosotros convertirla en un vicio… o en una virtud.

Orce, I. (2014). Las dos caras de la ambición. Recuperado el 12 de junio de 2017 de


http://blogs.lavanguardia.com/metamorfosis/lasdos-caras-de-laambicion-
80163 (Fragmento).
1. ¿Cuál es el tema de la columna? (Relacionar e interpretar) (5 pts.)
2
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________

2. ¿Qué afirma la emisora sobre el tema abordado? (Localizar información -Relacionar e


interpretar) (5 pts.)
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________

3. “Subir a lomos de la ambición es como cabalgar sobre una yegua salvaje” ¿Con qué intención crees
que la autora caracteriza así la ambición? (Relacionar e interpretar) (5 pts.)
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________

4. ¿En qué consistió el estudio de Timothy Judge citado por la emisora? (Localizar información) (5
pts.)
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________

5. A partir de tu respuesta anterior, ¿qué relación tiene ese estudio con el contenido de la columna?
(Relacionar e interpretar) (5 pts.)
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________

6. ¿Piensas que el estudio de la Universidad de Notre Dame que cita la autora puede influir en la
opinión de los lectores del reportaje? Fundamenta tu respuesta. (Reflexionar y valorar) (5 pts.)
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________

7. ¿Qué plantea la autora que deberíamos hacer para evitar los peligros de la ambición? ¿Estás de
acuerdo con ella? Fundamenta con dos argumentos. (Localizar información; Relacionar e
interpretar; Reflexionar y valorar) (5 pts.)
___________________________________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________________________

Вам также может понравиться