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E.A.P. ARQUITECTURA
A PROPOSITO DE
HUANUCO
A PROPOSITO DE DERIVAS SOBRE ARQUITECTURA
2018
A PROPOSITO DE
Introducción
Hace ya muchos años se estaba construyendo una catedral. Los obreros trabajaban afanosamente
en las tareas de la costosa y lenta edificación. Un buen día pasó por allí un viandante que se
detuvo para observar las obras. Se detuvo un día ante una cantera en la que trabajaban tres
compañeros. Preguntó al primero:
- "¿Qué haces, amigo?"
Y éste respondió sin alzar la cabeza:
- "Me gano el pan".
Preguntó al segundo:
- "¿Qué haces, amigo?"
Y el obrero, acariciando el objeto de su tarea, explicó:
- "Ya lo ves, estoy tallando una hermosa piedra".
Preguntó al tercero:
- "¿Qué haces, amigo?"
Y el hombre, alzando hacia él unos ojos llenos de alegría, exclamó:
- "Estamos edificando una catedral".
Podemos realizar el mismo trabajo varias personas con perspectivas distintas, tantas como
personas estemos realizándola; si realizamos tareas diferentes es obvio imaginar que tendremos
fines distintos. Sin embargo, ¿será posible el unificarnos todos – sea cual sea la labor que
realicemos o la corriente de pensamiento que sigamos - en una gran consciencia integral con una
misma finalidad?
“Derivas sobre arquitectura” nos hacía mención del dejarse llevar por esto o por aquello sin
sistematización entre los puntos que se plantean. Pero, al leerlo se van descubriendo puntos en
común, que, paradójicamente, vamos a analizarlo desde una perspectiva integradora,
sistematizando las ideas vertidas, del mismo modo que pueden sintetizarse toda forma de actuar,
sentir o pensar del ser humano.
Del existir
Partimos de que la realidad, propiamente dicha, son las ideas que, como géneros lógicos
universales, existen en un mundo ordenado y jerarquizado más allá del mundo manifestado. El
mundo manifestado es el reflejo de esas Ideas, la “materialización” más o menos semejante al
modelo. El ser humano constituye un puente, pues a decir de Platón está constituido “de lo uno y
de lo otro” con una mente que le permite percibir ambas realidades y elegir cuál de ellas plasmar.
El hombre es un camaleón. Puede escoger el bien o el mal, ser ángel o bestia. Es responsable de
su infinita libertad. Entre lo diabólico y lo divino, tiene la responsabilidad de trazar el buen
camino: el de la glorificación de la obra que utiliza el orden que se le ha entregado para construir
una escalera ascendente de retorno o evolución hacia las ideas modelo.
De la arquitectura
La arquitectura está enmarcada dentro del Arte y el Arte, entre otros objetivos, podría ser
portavoz racional de la belleza. Sin querer apresar o limitar, puede vestir racionalmente la gloriosa
desnudez de la intuición artística. Se debe crear una escalera mental que eleve nuestra conciencia
a un punto en el que podamos recibir el rayo de la belleza presente en una determinada obra
artística. O proporcionar una llave para entrar en el reino de la creatividad artística. O aprender el
lenguaje con el que una obra artística deja de ser un misterio, hasta convertirse en libro abierto
de radiante esplendor.
En palabras de Gaudí, “el arquitecto de Dios”: "Construir! ¡Construir Belleza!. Buscar en la
Naturaleza la imagen del Misterio y convertirla en arquitectura. Forjar la forma de la idea: esta fue
mi obra alquímica. Mi sueño: Una Barcelona mediterránea, bella, grande.... Ser canal para que la
Belleza sea el resplandor de la Verdad, descubrir en las leyes del Universo todos sus secretos.”
Del arquitecto
El arquitecto es aquel que tiene dentro de sus principios el arte, que tendrá como objetivo final
construir espacios para que la vida humana se resguarde, esté siempre protegida y pueda
desarrollarse. El arquitecto debe en su medida imitar al Arquitecto Universal que puso en Orden
todo el Universo plasmando los Arquetipos. Para que lo pueda lograr es indispensable que
comience el mismo a constituirse en un modelo de armonía.
Del construir
El construir o edificar están relacionados con el juntar globalmente; armonizar la materia,
emociones y pensamientos de un determinado momento histórico y asemejarlo lo más posible a
los modelos arquetípicos. La relación entre la arquitectura y la ciudad, se muestra, salvando las
diferencias, análoga a la simbiosis que existe entre un organismo vivo y su entorno. Así como una
especie solo puede sobrevivir en un medio distinto, si adapta sus condiciones internas; el mismo
edificio en otra ciudad, tendría que tener otra forma, otro tamaño, otras proporciones e incluso
otros materiales para producir un efecto similar. Por lo tanto la relación que se establece entre el
objeto arquitectónico y el lugar es única e irrepetible.
Del habitar
Del estudio del origen etimológico vemos como las palabras se van vaciando de significado.
Efectivamente el construir, Habitar y cultivar son acciones íntimamente relacionadas; y es curioso
que Apolo, el Dios arquitecto que rige las leyes de convivencia para el mejor habitar de los seres
humanos, sea también el Dios de la agricultura y la ganadería. Pues cuando los griegos habitaban
en sus ciudades entendían que debían de construirse a sí mismos y construir al su alrededor;
debían de cultivar dentro de sí virtudes y fuera de si además de las plantas plasmar todo lo que
podían percibir del mundo de las ideas. Así el habitar constituía una gran evolución de la
convivencia hacia la perfección como civilización.
De la Técnica
El riesgo que se corre hoy en día es que la técnica nos sobrepase como seres humanos, a decir de
Einstein: "Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad, el mundo solo tendrá
una generación de idiotas.” Si bien la techné es útil es sólo una forma de conocimiento, sería el
saber humano que intenta ver lo que los dioses ven plenamente y que funda su saber-hacer en
esta visión limitada de las ideas. Lo que debe desarrollar poco a poco es aquel conocimiento
mayor en el que ve plenamente el ser tal y como es por naturaleza, aquella percepción del mundo
de las ideas y plasmarlas sin mayor dificultad.
CONCLUSIÓN
El papel de la arquitectura está vinculado con organizar y distribuir el habitar del ser humano,
concibiendo la existencia de esa realidad dual, cuyo destino es acercarnos poco a poco a la
realidad del mundo de las ideas, el arquitecto edifica en el espacio que le corresponde, haciendo
uso de la técnica, va plasmando lo que necesita cada lugar, de acuerdo a sus características, para
que podamos tomar conciencia de que todos estamos construyendo esa mejor humanidad, esa
civilización en concordancia con lo Bueno, lo Justo y lo Bello…