A menudo, se ofrecen consejos para ahorrar recursos y energía en casa. Sin
embargo, la mayor parte del tiempo, si no contamos la que pasamos durmiendo, transcurre en el trabajo. Así que quizá sea más efectivo para lograr un ahorro energético centrar nuestros esfuerzos en acciones ambientalmente responsables en el centro del trabajo. (Sin que ello signifique olvidar las del hogar.)
El calentamiento global, el efecto invernadero, el cambio climático deben
combatirse mediante programas, planes, estrategias y acciones como la eficiencia energética, el uso de tecnologías limpias y el aprovechamiento de las fuentes de energía renovables. Una economía sostenible comienza por empleados concienciados con el problema.
En los sectores productivos (en la industria, en la agricultura, en el turismo, en
las oficinas y, en general, en cualquier empresa) es donde más energía se consume. Por tanto, también hay más posibilidades para ahorrar esa energía. Y, de paso, ahorrar costes a la empresa.
La eficiencia energética, del mismo modo que no implica, en el ámbito personal,
perder calidad de vida, en el ámbito empresarial no implica ser menos productivos, sino todo lo contrario. Trabajar mejor, de forma más eficiente, de modo que se ahorran costes y se aumenta el beneficio. Producir lo mismo (o, incluso, más) con menos recursos.
A este respecto, en cualquier empresa es esencial analizar qué fuentes de
energía se usan y cómo se podrían usar las renovables, así como disminuir el consumo. Hay que empezar con gestos cotidianos, sencillos, como los que se realizan en las viviendas, como apagar la luz cada vez que se sale de una habitación, desconectar los equipos cuando ya no se están usando, cambiar las bombillas iluminación led de bajo consumo, etc.
Pero hay otras medidas que se pueden tomar en este sentido, que contribuyen al ahorro y disminución del consumo. Entre otras, las siguientes:
Apagar las luces durante las horas de descanso.
Utilizar lámparas led en lugares que requieran mucha y constante iluminación. Gastan un 14% menos que una bombilla de bajo consumo y un 61% menos que las lámparas incandescentes. Utilizar tubos fluorescentes con balastros electrónicos. Retirar los focos o tubos fluorescentes quemados para evitar el consumo innecesario de energía. Pintar paredes y techos con colores claros. Aprovechar la luz natural. En techos, colocar planchas translúcidas si es posible. Evitar trabajar por la noche si la actividad lo permite. Si el consumo de energía es alto, utilizar la media tensión. Utilizar motores eficientes. Ahorran entre 30 y 60% de energía eléctrica. Utilizar equipos modernos de aire acondicionado, más eficientes que los equipos antiguos.
EN CASA
1. Comprar electrodomésticos con buena calificación energética. Elige
siempre electrodomésticos que te ayuden a ahorrar a la larga. La calificación más baja es la D; la más alta, la A+++. 2.Apaga las luces al salir de las habitaciones. Puede parecer una tontería, pero es muy común que no sea así. Se estima que el gasto en iluminación de una casa representa el 20%. Se trata de una acción muy sencilla y efectiva. 3. Asegúrate de que tienes un buen aislamiento. Hay quien dice que la energía se escapa por las ventas. No le falta razón. Por las ventanas y por las puertas, para ser más concretos. Un aislamiento apropiado puede producir un ahorro energético de hasta el 30%. 4. Utiliza luces de bajo consumo. Especialmente en zonas que sepas que van a estar mucho rato encendidas. 5. Descongela tu congelador periódicamente. Si tu nevera no es no-frost, conviene descongelar de vez en cuando. Cuando las paredes se cubren de escarcha, el motor necesita trabajar más y se consume hasta un 20% más. Consulta cómo y cuándo hacerlo en este post. 6. Apaga el ordenador cuando no lo estés usando. El ordenador también consume cuando está en stand-by. Si no vas a usarlo en un período prolongado de tiempo, apágalo. A fin de mes lo notarás.
EN EL COCHE.
No solo en casa puedes ahorrar energía, el coche también es clave. A
continuación, te explicamos algunas medidas de ahorro energético aplicadas al transporte:
7. No cojas el coche a menos que sea estrictamente necesario. La primera
recomendación y más importante. Siempre que puedas, usa el transporte público. En distancias cortas, camina o utiliza la bicicleta. El ser humano está hecho para desplazarse a pie por naturaleza. 8. Cuando estés parado, apaga el motor. Si vas a estar detenido aproximadamente más de un minuto, es recomendable apagar el motor. 9. Cuidado con los frenazos y los acelerones. Una conducción más estable en lo referente a la velocidad ahorra energía. Se estima que de esta forma puedes ahorrar hasta un 15% en combustible. 10. No enciendas el climatizador si no es necesario. Cuando está activado el coche consume un 25%. adicional En verano, por ejemplo, ir con las ventanillas abiertas consume solo un 5% más. Para concluir, un dato muy representativo: se estima que por cada litro de gasolina se emite 2,35 kg de CO2 a la atmósfera.