La cerámica decorada del yacimiento neolítico de El Charcón

(Alozaina, Málaga, España).

Victor J. Jiménez Jaimez*

María Teresa Conejo Pedrosa**

*Becario del programa de formación de doctores en universidades y centros de investigación andaluces. Junta de
Andalucía. - Área de Prehistoria. Universidad de Málaga. vjjaimez@yahoo.es
** Área de Prehistoria. Universidad de Málaga. mtcp77@hotmail.com

RESUMEN
En este artículo se expone un estudio sistemático de la cerámica decorada aparecida en el yacimiento neolítico al aire libre
de El Charcón, situado en el sur de la Península Ibérica. Dicho yacimiento, conocido y estudiado desde 1999 por el Área de
Prehistoria de la Universidad de Málaga, fue prospectado intensivamente en 2001 en el seno del Proyecto General de
Investigación “Territorio y Poblamiento en Río Grande (Málaga): Prehistoria y Protohistoria”. Se trata de un análisis de los
tipos decorativos presentes en dicho yacimiento, ya que el pequeño tamaño de los fragmentos recuperados en su superficie
ha impedido hasta el momento un acercamiento a las formas y tipos cerámicos. Después de una aproximación general,
incidiremos especialmente en el estudio de los fragmentos con decoración cardial, contextualizando su presencia en el sur
peninsular.

PALABRAS CLAVE
Neolítico, Río Grande, cerámica cardial.

ABSTRACT
In this article we present a systematic survey of the decorated pottery found in the open-air neolithic site “El Charcón”,
located in the South of Iberia. The site, known and studied since 1999 by the Área de Prehistoria from the Universidad de
Málaga, was prospected intensively in 2001 within a project named “Territorio y Poblamiento en Río Grande (Málaga):
Prehistoria y Protohistoria”. However, this study does not describe shapes because of the size of the pieces, which are very
small. After a general overview, we will focus particularly in studying shards with cardial decoration and bringing their
presence in the southern peninsula into context".

KEY WORDS
Neolithic, Río Grande, cardial pottery.

1. INTRODUCCIÓN localidades de Guaro, Tolox, Coín y Alozaina. Sus

El valle de Río Grande (provincia de Málaga)
constituye una unidad geográfica fácilmente
reconocible caracterizada por la presencia de un
cierto número de sierras y estribaciones montañosas
que la cierran y aislan hacia el sur, el norte y el
oeste. Por la línea media de esta unidad, desde la
Sierra de las Nieves hasta el río Guadalhorce,
discurre Río Grande, curso continuo de agua que
domina la hidrografía de la zona. A sus lados
proliferan las huertas, con predominio de cítricos, y
también otros cultivos como el olivo, el almendro y el
cereal. La flora silvestre la componen el palmito, la
aulaga, la retama y la encina. Cerro Ardite es una
elevación rocosa que alcanza los 460 metros sobre
el nivel del mar y que se alza en el centro del valle
medio de Río Grande (Málaga), de tal manera que
en Ardite confluyen los términos municipales de las
coordenadas geográficas son 36º 42’ 00’’ de latitud
Norte y 4º 50’ 19’’ de longitud Oeste. Su parte
superior presenta estratos calizos que emergen
perficialmente, mientras que en las zonas más bajas
se imponen los depósitos arcillosos.
El yacimiento arqueológico de El Charcón fue
descubierto en 1999 por un equipo de investigación
del Área de Prehistoria de la Universidad de Málaga
que por aquellas fechas se ocupaba de la
excavación arqueológica de urgencia del sepulcro
megalítico de La Cuesta de Los Almendrillos
(Alozaina). En efecto, se constató la presencia de
numerosos restos arqueológicos en una superficie
cercana al sepulcro, por lo que sin más dilación se
efectuó una primera prospección superficial del
yacimiento. Se trata de un olivar de unos pocos
miles de metros cuadrados que forma una
plataforma a modo de escalón en la ladera noreste
del Cerro de Ardite y junto a la cual discurre el
arroyo de El Charcón, que da nombre al yacimiento.
Durante la recogida de los artefactos se trató en
vano de localizar indicios estructurales que pudieran
explicar la gran concentración de restos
arqueológicos, pero no fue posible documentar
ninguna evidencia de fondo de cabaña ni otro tipo de
estructura. Los resultados de la primera prospección
permitieron sacar algunas conclusiones (Fernández
y Márquez, 1999-2000). En primer lugar, se podía
adelantar que la ocupación prehistórica del
asentamiento parecía arrancar, como mínimo y en
función de los datos conocidos hasta el momento de
dar a conocer el yacimiento, en momentos iniciales
del IV milenio cal. AC., dada la proliferación de
restos materiales neolíticos; igualmente, se podía
intuir que existía una segunda fase de ocupación del
lugar ubicada en el neolítico final-cobre antiguo,
paralela a la construcción del sepulcro megalítico.
En segundo lugar, se planteó la cuestión de la
verdadera naturaleza de la ocupación neolítica del
lugar, existiendo dos posibilidades. Según una de
ellas, los materiales recogidos formarían parte de un
depósito secundario procedente de una hipotética
cavidad llamada “Cueva del Moro”, mencionada por
algunos habitantes de la zona y supuestamente
cegada en la actualidad. Puesto que dicha cavidad
no ha sido hallada aún y su existencia real parece (y
parecía entonces) improbable, contemplábamos la
posibilidad de que estuviéramos ante un yacimiento
neolítico al aire libre.
Con el fin de resolver estas y otras interrogantes,
El Charcón fue prospectado sistemáticamente en el
año 2001 en el marco del Proyecto General de
Investigación “Territorio y Poblamiento en el Río
Grande de Málaga: Prehistoria y Protohistoria”, un
proyecto aprobado por la Dirección General de
Bienes Culturales de la Junta de Andalucía y
desarrollado por integrantes del Área de Prehistoria
de la Universidad de Málaga, con Juan Fernández
Ruiz y José Enrique Márquez Romero como
directores. Los antecedentes, objetivos, metodología
y resultados de dicha actuación, así como otros
aspectos relativos al lugar de los hallazgos, han sido
planteados por los directores del citado Proyecto en
el escenario de este mismo IV Congreso de
Arqueología Peninsular (Fernández, Márquez y
Crespo, en prensa). Asimismo, la metodología
empleada en la prospección y posterior evaluación
de los resultados de la misma ha sido descrita más
en detalle recientemente (Crespo, en prensa). La
cerámica decorada que analizamos en este artículo
es la procedente de la recogida efectuada en dicha
intervención.
2. ESTUDIO DE LAS TÉCNICAS DECORATIVAS
CERÁMICAS PRESENTES EN EL CHARCÓN
La prospección intensiva llevada a cabo en el
yacimiento El Charcón en abril de 2001 nos
proporcionó una amplia muestra de materiales
neolíticos. En lo que a la cerámica se refiere, el
registro arqueológico documentado en la
prospección de 2001 está compuesto por 11167
fragmentos cerámicos repartidos cronológicamente
desde el Neolítico, etapa que nos atañe en nuestro
estudio, hasta momentos modernos. Dentro de este
total, cabría mencionar que 8134 fragmentos
cerámicos pertenecen a tejas, 2650 fueron
fabricados a torno, 4140 a mano y un número de
indeterminados (por su mínimo tamaño o pésimo
estado de conservación) de 441 fragmentos. Dentro
de éste conjunto cerámico y centrando nuestro
interés en la cerámica decorada neolítica, podemos
mencionar que del total de los fragmentos cerámicos
a mano analizados, 106 presentarían decoración,
englobando el resto un conjunto de cerámicas lisas a
partir de los cuales resulta difícil deducir formas por
el escaso tamaño de los fragmentos.
De este total de cerámica a mano decorada y
analizada de El Charcón hemos extraído los
siguientes datos. En cuanto a las formas,
predominan los galbos con un 80,5% (83
fragmentos), seguidos de los bordes que
comprenderían el 15,5% (16) del total de las piezas
decoradas. Respecto a la calidad de la cerámica
neolítica del El Charcón, podemos decir que tanto en
el exterior como en el interior el IFM (Índice de
frecuencia máximo) correspondería a las alisadas
con un 74,7% (77 fragmentos), representando las
groseras un IFm (Índice de frecuencia mínimo) de
25,2% (26 fragmentos). Las pastas son
fundamentalmente oscuras con un 68,9% (71)
seguida de las medias (27, 26,2%) y las claras que
representarían el IFm con un 4,8% (5 fragmentos).
El total del conjunto cerámico neolítico presenta una
textura compacta. Las superficies que predominan
tanto en el exterior como en el interior son las
parduscas (65, 63,1%), seguidas de las rojizas
(26,25,2%), más presentes en la cara externa, y en
menor proporción estarían las claras ( 15, 14,5%),
las negras (10, 9,7%) y las grisáceas que
representarían el IFm con un 1,9% (2 fragmentos).
Respecto a los fuegos, el porcentaje más alto lo
representaría el fuego reductor con un 83,4% (86
fragmentos), mientras que el oxidante es de un
16,5% (17 fragmentos). En algunos casos aparecen
piezas donde de forma aleatoria se dan evidencias
de fuegos reductores y oxidantes, fruto de una
cocción irregular.
 En cuanto a las técnicas decorativas, destaca
especialmente que las distintas técnicas se hallan
muy desigualmente repartidas. Las incisas
constituyen el 54,7% del total de las cerámicas
decoradas, dato éste de especial relevancia si
tenemos en cuenta la etapa crono-cultural en la que
está emplazado este yacimiento. Las cerámicas
mixtas componen el 15% del total cerámico y se
hallan divididas en: incisas-impresas, cordones con
incisiones y cordones con digitaciones, división ésta
que viene a facilitar nuestra labor de estudio.
Respecto a los fragmentos cerámicos que presentan
decoración plástica o en relieve, cabe mencionar
la especial abundancia y variedad de cordones que
poseemos, algunos de ellos localizados en la parte
superior de la vasija, cercanos al borde, otros
radiales, con secciones triangulares, perforados, etc.
Esta abundancia de cordones nos ha llevado a
clasificar dos de sus variantes dentro de las técnicas
decorativas mixtas, como son los cordones con
incisiones y los cordones con digitaciones. La
cerámica impresa constituye el 8,4% del total
cerámico y en su mayor parte está representada por
puntos y líneas de puntos. En ésta técnica se
observa el empleo de la matriz dentada en un
fragmento. Respecto a la cerámica cardial, aunque
proporcionalmente no superarían el 3,7% (4 piezas),
se trata de fragmentos que vendrían a confirmar la
antigüedad de nuestro registro arqueológico dentro
del encuadre crono-cultural neolítico. La técnica de
impresión formando surcos, muy similar
aparentemente a la conocida como boquique o
punto en raya (ausente en El Charcón), consiste en
una sucesión de impresiones que se solapan entre
sí llegando a formar una especie de línea incisa; su
presencia en nuestro yacimiento es meramente
anecdótica, contando con un 0,9% de entre el total
de fragmentos cerámicos con decoración del que
disponemos. Quizás por razones de conservación,
en este yacimiento la cerámica a la almagra se
encuentra dudosamente representada, por lo que
aplazaremos temporalmente la cuestión de su
presencia o no en este lugar.
Partiendo de la premisa de que el pequeño
tamaño de las piezas nos impide ver los motivos
decorativos completos, sí podemos asegurar que
estos estarían compuestos por impresiones e
incisiones en la mayor parte de los casos. Los
motivos a base de impresiones estarían formados
por puntos que, suponemos, formarían líneas en
buena medida tal y como se refleja en las cerámicas
neolíticas decoradas con este tipo de técnica,
mientras que los motivos constituidos por incisiones
nos muestran algunas variantes como pueden ser
las líneas rectas, las retículas romboidales o incluso
una posible espina de pescado.
En líneas generales podemos decir que las
cerámicas decoradas de El Charcón se caracterizan
por poseer pastas oscuras, compactas, fruto de un
fuego reductor. Sus superficies son
mayoritariamente parduscas y rojizas. Las paredes
de los fragmentos tienden a ser finas. Respecto a
sus técnicas decorativas, la cerámica incisa estaría
presente en más de la mitad del total cerámico,
seguida de lejos por la cerámica impresa cuyo nivel
de representación quedaría muy por debajo de la
anterior. Asimismo, sería de especial relevancia
señalar, por un lado, la abundante y variada
decoración en relieve compuesta por cordones
aplicados y, por otro, la aparición, aunque en una
única pieza, de una técnica infrecuente como es la
impresión formando surcos. Se trata de un
yacimiento que a su vez posee cerámica cardial
aunque en escasa cantidad.
3. CONTEXTO: YACIMIENTOS CON CERÁMICA
CARDIAL EN EL SUR DE LA
PENÍNSULA IBÉRICA
Una vez descrito de manera general el registro
cerámico de El Charcón incluimos aquí una relación
brevemente desarrollada de los diferentes hallazgos
de cerámica cardial en el sur de la Península Ibérica.
La importancia que en este trabajo otorgamos a este
tipo de técnica decorativa cerámica responde a la
infrecuencia que supone un hallazgo de estas
características al aire libre en la provincia de Málaga,
así como las facilidades que permite a la hora de
precisar la cronología relativa propuesta inicialmente
para El Charcón (Fernández y Márquez, 1999-2000).
El principal problema con el que los
investigadores se encuentran a la hora de abordar la
cuestión de la significación de la cerámica cardial en
la región andaluza es lo inhabitual de la realización
de estudios profundos sobre yacimientos neolíticos,
ya que muchos de los datos sobre el particular se
deben a prospecciones superficiales o a
excavaciones que por razones diversas no pudieron
siquiera aislar una secuencia estratigráfica clara y
mucho menos obtener dataciones absolutas
radiocarbónicas. No es de extrañar, pues, que
tradicionalmente los distintos autores dedicados al
estudio de las fases más antiguas del Neolítico en
Andalucía hayan venido señalando la escasa
entidad de la cerámica cardial en el sur de España.
Durante mucho tiempo, los hallazgos se
circunscribieron básicamente a Andalucía oriental,
con algunas excepciones, y en casi todos los casos
se trataba de yacimientos en cueva. No obstante,
aunque la presencia de la decoración impresa con
cardium edule es aún débil en dicha región, poco a
poco comienza a documentarse en un número
mayor de emplazamientos, especialmente en
yacimientos de Andalucía occidental, y ya no sólo en
cuevas, sino también al aire libre.
El yacimiento con cerámica cardial más
recurrentemente citado del sur peninsular es la Cueva
de la Carigüela (Píñar, Granada), tanto por la
antigüedad de su descubrimiento y excavación como
por la abundancia, variedad y calidad de los
fragmentos decorados con cardium, sin olvidar el
hecho importante de ser una de las pocas secuencias
neolíticas estudiadas con detalle (Navarrete, 1976).
Especialmente interesante por infrecuente es la
presencia de impresiones cardiales en recipientes
acabados mediante la técnica de la almagra. El
predominio de la decoración cardial en los niveles
más antiguos (XVI al XIV) frente al resto de técnicas
representadas (impresas con otras matrices, incisas,
plásticas, a la almagra, etc.), su progresiva
disminución a lo largo de la secuencia, su
perduración durante los primeros momentos del
Neolítico Medio (XIII al XI) y su desaparición a favor
de otras técnicas (nivel XI) dan pistas sobre la
evolución de las decoraciones cerámicas a lo largo
del Neolítico. Muy cercana a la Carigüela está la
Cueva de la Ventana, apenas a 300 metros, donde
también fueron hallados fragmentos cardiales
dispersos (Navarrete et al., 1991, p. 26, nota 6).
Aunque, como decíamos al principio, la situación
parece estar cambiando, aún hoy y exceptuando la
Carigüela, la mayoría de los ejemplares de cerámica
cardial conocidos son dudosos o extremadamente
escasos. En la Cueva del Capitán (Salobreña,
Granada), cercana a la costa granadina, el llamado
nivel II proporcionó fragmentos con impresiones que
“dan la sensación de haber sido ejecutados con
concha” (Navarrete, 1976, p. 305). En el término
municipal de Alhama de Granada (Granada), en los
tajos de Cacín, se halló un vaso cerámico de clara
decoración impresa cardial, pero al hecho de ser
sólo un ejemplar hay que añadir que se desconoce
su procedencia exacta dentro del conjunto de
cuevas y abrigos que se abre en la zona (Navarrete,
1976, p. 300). La Cueva de Malalmuerzo (Moclín,
Granada) fue prospectada sistemáticamente en los
años setenta del siglo pasado, dando como
resultado dichos trabajos diversos materiales que
van desde un Neolítico Antiguo hasta el Bronce
Pleno. Entre la cerámica del lugar (impresas no
cardiales, incisas y con decoración plástica,
atribuidas al Neolítico Medio) se documentaron tres
fragmentos cardiales, caracterizados como
pertenecientes al Neolítico Antiguo, uno de ellos con
impresión del natis de la concha, algo raro en
Andalucía pero frecuente en el levante peninsular
(Carrión y Contreras, 1979; Carrión y Contreras,
1983).
De la Cueva de las Goteras (Mollina, Málaga), en
el interior andaluz, se conocen 7 fragmentos
cerámicos descontextualizados de los cuales sólo 4
son cardiales (Navarrete, 1976, p. 383). Igualmente
interior es la Cueva de El Toro (Antequera, Málaga),
donde las cerámicas cardiales se fechan en el
Neolítico Pleno (Martín et al., 2004, p. 75). En el
litoral, también en la provincia de Málaga,
encontramos el Complejo de formaciones cársticas
Humo-La Araña donde, en un contexto considerado
Neolítico Antiguo (Abrigo 6, estrato 7), se localizaron
dos vasijas con bandas impresas cardiales (Ramos,
2004, p. 57). Siguiendo la línea de costa y a pocos
kilómetros se halla la Cueva del Higuerón (Rincón de
la Victoria), de cuyo interior procede un único
fragmento cerámico decorado mediante técnica
cardial de gran calidad, también fuera de contexto
(López y Cacho, 1979). En la Cueva de Nerja (Nerja,
Málaga), cercana a la costa, las distintas campañas
de excavación han sacado a la luz la presencia de
cerámicas cardiales adscritas a un Neolítico Antiguo,
pero bastante escasas por lo general y, en cualquier
caso, en una proporción pequeña respecto a otras
técnicas decorativas (Pellicer y Acosta, 1997). En la
sala de la Mina se detectaron cardiales en niveles
atribuidos al Neolítico Medio (Navarrete, 1976).
Finalmente, la Cueva del Parralejo o de Dos
Hermanas (Arcos de la Frontera, Cádiz), excavada
en los años setenta, permitió conocer una
estratigrafía que contenía materiales de Neolítico
Inicial y Final y de Calcolítico. El Neolítico Inicial de
Parralejo, además de cerámicas incisas, impresas y
con decoración plástica, se identificó por poseer un
cuenco con decoración cardial geométrica (Pellicer y
Acosta, 1982).
En lo que se refiere a los yacimientos al aire libre
es donde la situación está mejorando más
notablemente, al menos en cuanto en lo que al
número de yacimientos con cerámica cardial se
refiere, ya que en la mayoría de los casos los
ejemplares siguen siendo escasos y con frecuencia
procedentes de prospecciones superficiales y
hallazgos descontextualizados. El Cerro de las
Ánimas (Vélez-Rubio, Almería) es un buen ejemplo,
ya que la representación de la técnica cardial en
dicho yacimiento se reduce a un único fragmento
publicado por Colominas en los años 20 del siglo
pasado (Navarrete, 1976, p. 398). También en la
provincia de Granada está presente la cerámica
cardial al aire libre en dos yacimientos. El sitio de
Las Majólicas (Alfacar) ha proporcionado abundante
cerámica decorada, de la cual una parte importante
corresponde a impresiones con concha de cardium,
si bien hay representadas otras técnicas decorativas
(otras impresiones, incisiones, almagra, plásticas,
etc.). No obstante, algunas interpretaciones dudan
del carácter al aire libre la estación y la consideran
parte de una cueva derruida, como otras muchas del
entorno (Navarrete, 1976, p. 309). Una de las pocas
estratigrafías de yacimientos neolíticos al aire libre
que se conocen en Andalucía es la de Los
Castillejos de las Peñas de los Gitanos (Montefrío,
Granada). Hace pocos años, durante unos trabajos
de acondicionamiento, se detectó una fase antigua
de ocupación del sitio, caracterizada como Neolítico
Antiguo, en la cual se localizaron algunos
fragmentos de cerámica con decoración cardial
asociados a impresiones con peine y a abundantes
almagras (Ramos et al., 1997, p. 268). En el mismo
conjunto de las Peñas de los Gitanos, pero en este
caso en el interior de una cavidad, la Cueva de las
Cabras, el Dr. Arribas recogió un fragmento cardial
en una prospección efectuada en 1967 (Navarrete et
al., 1991, p. 26, nota 6).
En el casco antiguo de Ronda (Málaga), durante
unas excavaciones de urgencia, se detectaron
depósitos de materiales acumulados en las grietas
de la roca madre, en la base de uno de los cortes.
Dichos depósitos, atribuidos al Neolítico antiguo,
contenían cerámicas neolíticas de distinto tipo, entre
ellas algunas cardiales, pero el carácter rodado y
fragmentado de las piezas y su situación en las
grietas de la roca hacen pensar que quizá procedan,
por erosión, de zonas más altas del primitivo
poblado (Aguayo et al., 1987, p. 236). De una
intervención de urgencia proceden también los datos
referentes a la existencia de decoración cardial en
algunos fragmentos cerámicos aparecidos en el
solar de la calle Alcazaba, dentro del casco urbano
de Lebrija (Sevilla), en un yacimiento que se ha dado
en llamar El Cabezo. Así, junto a incisas, almagras
y, sobre todo, impresas con matrices diversas, un
sondeo estratigráfico desveló la presencia de
cerámicas impresas cardiales en el Estrato I,
caracterizado como Neolítico Medio/Final (Caro et
al., 1986, p. 169 y 173).
En el término municipal de Trebujena (Cádiz) se
encuentra Bustos, un yacimiento al aire libre que ha
proporcionado el hallazgo en superficie de cinco
fragmentos cerámicos con decoración impresa
cardial, si bien puede haber más (Lavado, 1990, p.
126). En Fuentes de Andalucía (Sevilla), en una
zona abierta de campiña se ha registrado el sitio de
Los Álamos, perteneciente al conjunto de los
llamados Cerros de San Pedro. La prospección
superficial del lugar permitió recuperar un fragmento
atípico decorado mediante técnica impresa cardial,
en un contexto en el que abundaban las
decoraciones a la almagra, las incisas, las plásticas
y las impresas. Al igual que otros yacimientos, Los
Álamos se fecha, según sus investigadores y a tenor
de los materiales estudiados, a finales del Neolítico
Antiguo o a comienzos del Medio (Fernández y
Gavilán, 1995, p. 49).
Uno de los últimos yacimientos neolíticos al aire
libre registrados, el de Esperilla (Espera, Cádiz)
(Gutiérrez, Prieto y Ruiz, 1996), también ha aportado
algunos fragmentos cardiales. El registro cerámico
de este sitio es producto, una vez más, de
prospecciones superficiales, lo que dificulta tanto la
caracterización del yacimiento como su atribución
crono-cultural. La dispersión de materiales se sitúa
sobre un collado a media altura de la ladera de un
macizo principal, junto a la cabecera de un arroyo,
patrón de asentamiento que aparentemente se
asemeja al de El Charcón. Asimismo, el material
cerámico decorado de éste yacimiento repetiría en
buena medida, aunque en mayores cantidades, los
patrones de El Charcón. Se trata de piezas muy
fragmentadas cuyas pastas son fundamentalmente
oscuras y de textura compacta, proliferando las
tonalidades parduscas y rojizas con una menor
proporción de grises y negras. Allí, la mitad de las
piezas decoradas son incisas, un 34% son almagras
y alrededor de un 7% (17 fragmentos) son cardiales.
Sus investigadores, comparando el conjunto del
material con la secuencia de la Cueva de la
Dehesilla (Jerez de la Frontera, Cádiz), ubican
cronológicamente Esperilla en la última fase del
Neolítico Antiguo o en los primeros momentos del
Neolítico Medio.
En el mismo artículo en el que se da noticia de
este conjunto cerámico se menciona además el
descubrimiento de cardiales al aire libre en El
Cabezo de Hortales (un yacimiento de fondos de
cabaña en Prado del Rey, Cádiz), y en Los Pozos
(Lebrija, Sevilla) (Gutiérrez, Prieto y Ruiz, 1996). Aún
más reciente es la localización de cerámica cardial
en el término municipal de Puerto Real (Cádiz), en
plena bahía gaditana, merced a una excavación de
urgencia llevada a cabo hace casi diez años en el
yacimiento de “El Retamar”, fechado a finales del VI
o principios del V milenio cal. BC (Ramos y Lazarich,
2002). Dicha intervención arqueológica tuvo como
resultado la documentación de nueve fragmentos
cardiales en un contexto formado por hogares (con
aparente vinculación espacial a éstos), concheros,
concentraciones de piedras y enterramientos, con
escasa cerámica y abundante industria lítica tallada.
 Este repaso a la distribución geográfica de la
cerámica cardial en Andalucía nos permite definir
una regularidad que creemos esencial: en todos los
casos conocidos, la cardial aparece al sur del río
Guadalquivir y en su margen izquierda, tanto en los
sitios de Andalucía oriental (mayoritariamente
cuevas) como en los de Andalucía occidental (con
un predominio de los yacimientos al aire libre). Sin
descartar que tal distribución pueda deberse a las
vicisitudes de la investigación, que se ha venido
desarrollando en grados distintos según las zonas,
consideramos que la línea de demarcación que
constituye el Guadalquivir es tan clara que merece la
pena ser tenida en cuenta, aunque ya haya sido
apuntada con anterioridad (Pellicer y Acosta, 1997,
p. 377). Bustos, Los Pozos y el Cabezo de Lebrija se
encuentran en campiñas prelitorales, cerca de la
desembocadura del Guadalquivir y muy cerca de la
línea de costa antigua, situada más al interior que en
la actualidad. Otros yacimientos parecen guardar
relación con la cuenca de otros río de la región:
Guadalete (Esperilla y Cabezo de Hortales),
Corbones (Los Álamos, en una campiña en la
margen derecha de este río) y Río Grande (El
Charcón, en su margen izquierda). Llama la atención
la concentración existente en la zona granadina de
los Montes Occidentales, en un paso natural entre la
vega de Granada y el valle del Guadalquivir, donde
encontramos la Cueva de Malalmuerzo (Moclín) y el
conjunto de las Peñas de los Gitanos (Montefrío).
Por provincias, en Huelva la cardial está ausente, así
como en Jaén y en Córdoba, estando documentada
en el resto de provincias andaluzas.
4. CONSIDERACIONES FINALES
El estudio de la cerámica decorada de El
Charcón nos ha facilitado el diseño de una
propuesta de cronología más precisa para este
yacimiento neolítico de la que manejábamos con
anterioridad, que correspondía a momentos iniciales
del IV milenio cal. AC. para una primera fase de
ocupación, y al Neolítico Final-Cobre Antiguo para
una fase posterior coetánea a la construcción del
sepulcro megalítico, todo ello en virtud únicamente
del registro material conocido (Fernández y
Márquez, 1999-2000). A partir de ahora, en función
del conjunto cerámico recogido durante la
prospección intensiva de 2001, podríamos confirmar
la presencia humana más antigua del yacimiento en
el período conocido como Neolítico Medio del sur
peninsular, especialmente por el predominio de las
cerámicas incisas. No obstante, no podemos obviar
que la presencia novedosa de cerámica cardial en El
Charcón supone un indicio de que las ocupaciones
más antiguas del lugar pudieron comenzar en etapas
relativamente tempranas del Neolítico, sin que ello
suponga que soslayamos las llamadas de atención
que se han venido efectuando sobre la
inconveniencia de considerar la cardial como un
fósil-guía indicativo del Neolítico Antiguo (Gavilán,
1997). Así pues, el hecho de que la cronología de la
cerámica cardial en Andalucía oscile entre el
Neolítico Antiguo y las primeras fases del Neolítico
Medio nos hace retrotraer las fechas, inicialmente
propuestas a comienzos del Neolítico Medio o a los
últimos instantes del Neolítico Antiguo. Proponemos,
pues, la fecha aproximada de 1ª mitad del V milenio
cal. AC para las primeras presencias humanas en El
Charcón, siempre en función del estudio del material
cerámico expuesto en este trabajo y suponiendo que
todo el conjunto estudiado pertenece a una única
etapa.
Sin embargo, el carácter unifásico del yacimiento
no es la única opción que contemplamos. En efecto,
en el registro arqueológico que la prospección
intensiva de 2001 nos ha proporcionado sobre los
inicios del hábitat en el lugar, podrían estar
presentes dos momentos distintos: un Neolítico
Antiguo cardial, representado por la cerámica cardial
y algunas de las piezas con otro tipo de decoración
(plásticas, incisas…), y un Neolítico Medio,
representado por la mayoría de las cerámicas
incisas. Todo ello sin perjuicio de que, como
venimos comentando al hablar de las hipótesis
iniciales de interpretación de El Charcón, a la
ocupación neolítica a la que nos referimos le
siguiese una ocupación del lugar de una fase
posterior (Neolítico Final-Cobre Antiguo) y paralela a
la construcción del sepulcro megalítico vecino.
Planteado el siempre complejo y espinoso
asunto de la cronología, finalizaremos explicando las
razones por las que pensamos que El Charcón es
especialmente relevante para la Prehistoria
andaluza. En primer lugar, la prospección intensiva
de 2001 y la posterior evaluación multicriterio
revelaron su naturaleza al aire libre. Y ello constituye
por sí mismo un motivo para prestarle especial
atención ya que, aunque cada vez son más los
yacimientos neolíticos al aire libre en el sur
peninsular, en general su conocimiento es
notablemente superficial e insuficiente por la falta de
estudios detallados. Ello explica que la información
procedente de cuevas siga siendo la base de los
modelos de interpretación del neolítico andaluz, en
especial en lo referente a sus inicios. Si a la variable
de poblamiento al aire libre le añadimos la variable
cardial veremos que la información procedente de
los yacimientos que reúnen ambas características es
más escasa aún, producto, generalmente, de
prospecciones superficiales no sistemáticas. No
conviene olvidar, finalmente, que en el contexto de la
provincia de Málaga un yacimiento como el de El
Charcón supone una novedad casi absoluta.
5. AGRADECIMIENTOS
Agradecemos la ayuda de todos aquellos
componentes del equipo de Río Grande sin cuya
participación las prospecciones, los trabajos de
laboratorio y los resultados extraídos de todo ello no
habrían sido posibles, y en especial a sus directores,
José Enrique Márquez y Juan Fernández.
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 Tabla 1. Caracterización de las piezas cerámicas

CARACTERIZACIÓN DE LAS PIEZAS CERÁMICAS

FABRICACIÓ
FORMAS CALIDAD PASTA
N
BORD GAL FO SUJE MAN TO GRO ALISA BR CLAR M OS
E BO NDO CIÓN O RNO SERA DA UÑIDA A EDIA CURA
80,5 25,2 26 68,9
15,5% 3,8% 100% 74,7% 4,8%
% % ,2% %

TEXTURA SUPERFICIE FUEGOS

HARI CLAR GRIS NEGR ROJ OXID REDUCTO

COMPACTA PARDUZCA
NOSA A ÁCEA A IZA ANTE R
14,5 25,2 16,5
100% 3,1% 1,9% 9,7% 83,4%
% % %

Tabla 2. Cuantificación de las técnicas decorativas presentes en El Charcón.

CUANTIFICACIÓN DE LAS TÉCNICAS DECORATIVAS

Técnicas decorativas Cantidad %

Cardial 4 3,7
Incisas 58 54,7
Impresas 9 8,4
Decoración plástica o en relieve 14 13,2
Punto en raya 1 0,9
Mixtas: 16 15
Incisas-impresas 8 7,5
Cordones con incisiones 7 6,6
Cordones con
1 0,9
digitaciones

Total 106 100

 Figura 1. Localización del Valle de Río Grande.

Figura 2. Gráfica del porcentaje de técnicas decorativas.

Figura 3. Yacimientos andaluces al aire libre con presencia de cerámica cardial.

 Figura 4. Cerámica Cardial de El Charcón (Prospección 2001).

Figura 5. Cerámica incisa e impresa de El Charcón (Prospección 2001).