Вы находитесь на странице: 1из 7

Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 15


LOS COLEGIOS DE ABOGADOS Y EL CONTROL DE LA CONDUCTA
MORAL DEL ABOGADO

2. PLAN DE SESION Nº 15
El plan de sesión Nº 15, forma parte de la Segunda Unidad de Aprendizaje,
cuyo objetivo específico es aplicar las normas éticas y morales al ejercicio
profesional del abogado. El tema de sesión como ha quedado dicho se
denomina “Los Colegios de Abogados y el Control de la Conducta Moral del
Abogado”.

LOS COLEGIOS DE ABOGADOS Y EL CONTROL DE LA CONDUCTA


MORAL DEL ABOGADO

ANTECEDENTES.
El primer Colegio o Congregación de Abogados se crea en Madrid en 1595, en
el Convento de la Compañía de Jesús”, bajo los auspicios de “María
Santísima”. Este sería el modelo del Colegio de Abogados de Lima, que luego
lo fuera de los demás Colegios del Perú.
Los fines del Colegio, según sus estatutos fue:
- Adelanto científico y la ayuda social de sus agremiados.
- Las prácticas piadosas.
Posteriormente en 1627, se estableció que las defensas en las Cortes de
Madrid sólo la harían los letrados inscritos en el Colegio, estableciéndose, por
primera vez, el requisito de la inscripción.
En 1794, luego de más de un siglo, se completaron las leyes sobre los
abogados, estableciéndose que los abogados:
- Sólo debían patrocinar causas justas.
- Proceder de buena fe.
- Concertar previamente honorarios (utilizó el término “salario”).
- Tomar relación escrita del dicho del patrocinado para no incurrir en

1
Deontología Jurídica

error y responsabilidad por culpa.


- Guardar secreto de las informaciones.
- Se estableció que la impericia sería penada.
Se consolidó, además, el requisito de la inscripción previa para la defensa de
las causas. Igualmente, se limitó el ejercicio de la profesión, en conformidad
con el número de vecinos. Todas estas normas regían en las colonias
españolas, con la única excepción de la inscripción porque en ellas no había
Colegio de Abogados.
Como puede verse, las obligaciones de los abogados estuvieron siempre
relacionadas con su conducta. Su primer y fundamental obligación es no
patrocinar causas injustas, debiendo entenderse éstas, como aquellas que no
tienen ninguna posibilidad de tener un pronunciamiento positivo para el
patrocinado.
En prioridad le sigue el actuar de buena fe, tal como lo exigen las reglas de
conducta del Código Procesal Civil en su artículo 109, numeral 1).
FORMACIÓN DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA.
El Colegio de Abogados en el Perú se fundó luego de que hubiera transcurrido
casi dos siglos de la fundación del Colegio de Madrid, mediante la Real Cédula
del Rey Carlos IV, del 31 de julio de 1804, cuya finalidad sería la mejor
dirección de los negocios y los recursos judiciales.
En el año 1805, el Cabildo remite la Real Cédula a la Real Audiencia, quien
designó una comisión a fin de que redacte los Estatutos. Esta comisión estuvo
integrada por Vicente Morales Duárez. El 18 de febrero de 1808, esto es luego
de casi tres años, fue aprobado el proyecto por acuerdo de la Real Audiencia y
el 23 de marzo del mismo año, el Virrey Fernando de Abascal ratificó la
resolución de formación del Colegio de Abogados, para posteriormente por
especial Cédula del 22 de enero de 1811, se produjo la confirmación real.
Como puede observarse, desde que se emitió la Real Cédula (31 de julio de
1804), hasta la emisión de la especial Cédula de confirmación real, del primer
Colegio de Abogados del Perú, con sede en Lima, debió transcurrir casi siete
años.
De este modo, según precisa Arosemena Garland, Geraldo, nace “La ilustre

2
Deontología Jurídica

Corporación que perdura en el Perú a través de todas las vicisitudes políticas y


que ha sabido demostrar en los momentos más graves y difíciles de nuestra
historia su absoluta independencia, defendiendo siempre, al margen de todo
interés partidario, los excelsos fueros de la justicia” (“El Colegio de Abogados
de Lima y sus decanos”, Lima 1977. Pag. 27).
Durante el Virreinato, el Colegio, reservó la defensa en los tribunales de
justicia, a los abogados inscritos. Tuvo una existencia de trece años de vida
institucional y en él estuvieron congregados los más distinguidos abogados de
la Audiencia, por lo que se constituyó en el centro de desarrollo cultural,
académico y del saber. Se instituyó la defensa cautiva.
Durante la época de la emancipación, fueron muchos los abogados
agremiados que aportaron con su talento y entrega a la causa de la
independencia. Entre las egregias figuras que destacan, podemos mencionar a
Francisco Javier Luna Pizarro, Francisco Javier Mariátegui y José Faustino
Sánchez Carrión. Este último fue gran defensor de los derechos humanos y
de los fueros de la justicia.
Es importante anotar que a la ceremonia especial de Cabildo Abierto, del 28 de
Julio de 1821, realizada en los Claustros de la Universidad de San Marcos, en
la que el Libertador don José de San Martín, proclamó la Independencia del
Perú, el Colegio de Abogados asistió en pleno, prestando solemne juramento
todos sus miembros y comprometiéndose a defender con sus bienes y
personas la libertad recién alcanzada al separarnos definitivamente de la
Metrópoli. Se evidenció así su gran identificación y compromiso con los
destinos del país y por tanto la misión que le corresponde asumir.
Según el mismo Arosemena, durante el tránsito del Virreinato a la República
“El Ilustre Colegio de Abogados de Lima cumplió los fines fundamentales de su
creación, manteniendo incólume su honor y gloriosa tradición (…). Fue
vigilante centinela al servicio de los supremos intereses de la justicia, para
contribuir al sostenimiento de los principios constitucionales, propagar los
conocimientos jurídicos y ayudar siempre en variadas formas, a la perfección
de nuestras leyes y cuidar que se apliquen rectamente” (obra citada, pág. 99).
Finalmente anotemos dos memorables fechas que tienen que ver con la

3
Deontología Jurídica

vigencia de los Colegios de Abogados del País:


- 1870, el Presidente José Balta, aprueba los nuevos estatutos y el
Colegio de Abogados se convierte en una institución laica.
- 1910, el Presidente Augusto B. Leguía, aprueba la Ley N° 1367, Ley
Orgánica de los Abogados de la República. De este modo se le da
carácter oficial al Colegio de Abogados de Lima y a los que
posteriormente se establecieron en nuestro país.
PRINCIPIOS, FINES Y ATRIBUCIONES DEL COLEGIO DE ABOGADOS
El Colegio de Abogados, cualquiera que sea, agrupa a los profesionales del
Derecho sin excepción alguna. Por ello, el abogado, tanto personal como
institucionalmente se relaciona con sus patrocinados, la magistratura, con sus
colegas y en general con la sociedad y el Estado, dentro de cuyo seno
desarrolla su profesión.
Desde tal perspectiva, el Colegio de Abogados, como institución que los
agrupa regula sus deberes y derechos, así como sus relaciones. En
cumplimiento de los fines históricos que ha cumplido y debe cumplir, según lo
hemos graficado líneas arriba, el gremio se rige por principios que han de
responder a los fines que persigue. Una brevísima relación de los principios
sería la siguiente:
- La justicia como principio y fin supremo del Derecho.
- La ética, con los patrocinados, los abogados y en las relaciones
institucionales e interpersonales. La vigencia de los Derechos
Humanos, del Estado de Derecho, la afirmación de los valores y el
servicio a la comunidad.
- La cultura de la democracia, rechazando la intolerancia, la
dependencia y la discriminación en cualquiera de sus formas o
manifestaciones.
- La contribución a la promoción del desarrollo integral del país con
libertad, paz y justicia social.
Por su parte, constituyen fines del Colegio de Abogados, entre otros:
- Promover el ejercicio de la abogacía dentro del derecho, la ética y la
justicia, considerando la elevada función social que a la profesión le

4
Deontología Jurídica

corresponde.
- Garantizar que los abogados gocen de las prerrogativas y
consideraciones que le corresponden en el ejercicio de la abogacía.
- Promover el desarrollo de las ciencias jurídicas y la actualización de
la legislación.
- Contribuir con la administración de justicia y velar por la autonomía
del Poder Judicial.
- Defender la Constitución Política y el Estado de Derecho.
Se consideran como atribuciones del Colegio de Abogados las siguientes:
- Denunciar ante las autoridades competentes toda forma de
discriminación que atente contra la investidura forense y el ejercicio
irrestricto de la abogacía.
- Ejercer las acciones constitucionales contra los actos que atenten
contra la vigencia de la Constitución Política, el Estado de Derecho y
los Derechos Humanos.
- Denunciar el ejercicio ilegal de la Abogacía.
- Emitir pronunciamientos sobre asuntos de interés nacional, regional,
local o institucional.

LA CONDUCTA MORAL DEL ABOGADO Y EL CONTROL QUE DEBE


EJERCER EL COLEGIO DE ABOGADOS.
Es punto común que magistrados y abogados se responsabilicen mutuamente
de los resultados negativos de un proceso. El Juez dirá que hubo una mala
defensa o negligencia del abogado patrocinador de la causa. Por su parte el
abogado dirá que el Juez se parcializó o que simplemente es un incompetente.
En cualquiera de los casos, las consecuencias de la parcialización, la
incompetencia o la negligencia las asume el patrocinado o justiciable.
Tanto la Ley Orgánica del Poder Judicial, como el propio Código Procesal Civil,
establecen las obligaciones, tanto del Juez como del Abogado, así como las
sanciones correspondientes para ambos. Igualmente en los Estatutos de los
Colegios de Abogados, se considera como falta grave las infracciones al
Código de Ética del Abogado.

5
Deontología Jurídica

Los actos de temeridad o de mala fe a que se refiere el artículo 112° del


Código Procesal Civil, solo obligan al Juez remitir copias de las actuaciones
respectivas a la Presidencia de la Corte Superior, al Ministerio Público y al
Colegio de Abogados. En consecuencia, corresponde a éste último realizar la
investigar de los hechos y oportunamente, sancionar el mal accionar de sus
agremiados.
Los actos de temeridad en que puede incurrir, tanto el abogado, como el
justiciable, pueden producirse en la demanda, contestación de demanda o
medio impugnatorio. En cualquiera de éstos actos procesales, puede ocurrir
que carezcan manifiestamente de fundamento jurídico, se aleguen hechos
contrarios a la realidad o se entorpezca reiteradamente, por cualquier medio, el
normal desarrollo del proceso atentándose contra el Principio de Celeridad
Procesal (ver art. 111° C. P. C.).
Los actos de temeridad y de mala fe son comunes en el proceso, sin embargo
son pocos, por no decir ninguno, los casos que han sido investigados y
sancionados evidenciándose un “alto grado de impunidad en el ejercicio
profesional”, conforme lo investigado por encargo de Justicia Viva. Se afirma,
igualmente que al Colegio de Abogados le falta voluntad para investigar y
sancionar a sus miembros. Los Colegios de Abogados de todo el Perú cuentan
con su estatuto, su código de ética y algunos hasta tienen un Tribunal de
Honor y un consejo de ética, pero carecen de un ente que fiscalice la labor
profesional del abogado. Falta, entonces, divulgar una cultura de fiscalización,
a fin de que los justiciables pongan en conocimiento del Colegio de Abogados
la conducta de sus integrantes.
Sobre el particular, es preciso anotar que de .prosperar el propósito, deben
establecerse los lineamientos necesarios y pertinentes a fin de evitar abusos,
pues de lo contrario se podría llegar a extremos intolerables que pongan en
riesgo la profesión.
Se viene afirmando, en forma exagerada, que la masificación de la profesión
del abogado, por la proliferación de facultades de derecho en todo el país, ha
traído como consecuencia la baja formación académica y ética, por lo que
debe establecerse un control más rígido respecto a los planes de estudio y a la

6
Deontología Jurídica

colegiatura. Independientemente de que sea cierto o no tales afirmaciones, se


observa en muchos estudiantes y profesionales del Derecho poca inclinación
por el estudio y la correcta preparación para el ejercicio profesional.
De otro lado, se reclama que así como se realizan referéndums para controlar
el ejercicio de la magistratura, debe haber un mayor control en el ejercicio
profesional del abogado, puesto que si exijo el cumplimiento de obligaciones,
previamente debo cumplir con las mías.

Вам также может понравиться