ESTUDIO DE LAS GEOFORMAS SUBMARINAS QUE COMPONEN

AL OCÉANO ATLÁNTICO SUR

OCEANOGRAFÍA DESCRIPTIVA

PROFESOR:

RAFAEL R. TORRES PARRA

HECHO POR:

CARMEN C. AMADO BRICEÑO

CHELSEA E. CASTELLAR BARROS

GABRIEL GONZÁLEZ RODRÍGUEZ

FUNDACIÓN UNIVERSIDAD DEL NORTE

AGOSTO DEL 2019

INTRODUCCIÓN

El océano Atlántico Sur limita al norte con el océano Atlántico Norte, cuya división se define
por La Fosa Romanche, más o menos a 20 km al norte del Ecuador (2°N). Al sur se delimita
con el Océano del Sur, alrededor de los 60°S. Al este limita con el continente africano, y con
el océano Índico en el meridiano del Cabo Agujas (20°E); y al oeste, con Suramérica y con el
océano Pacífico en el Cabo de Hornos (67°W). Posee una profundidad aproximada de 3300 m
y todas sus llanuras abisales alcanzan los 5000 m de profundidad.

El objetivo de este trabajo consiste en estudiar las características del fondo oceánico del
Atlántico Sur; sus cuencas, márgenes continentales, geoformas asociadas y la conexión entre
sus mares, por medio de gráficos de batimetría realizados con el software Ocean Data View,
utilizando los datos que ofrecen los paquetes ETOPO1 y GEBCO_2014_2min.

En primer lugar, se delimitó el área correspondiente al Atlántico sur por medio de coordenadas.
Así, la zona de estudio se extiende desde los 0° hasta los 60°S en latitud y desde los 75°W
hasta los 20°E en longitud. Como variables, se escogieron latitud, longitud y profundidad para
poder ilustrar adecuadamente las características principales del fondo marino.

ÁREA DE ESTUDIO

Figura 1: Definición del área de estudio y sus límites geográficos.

 Figura 2: Perfil topográfico del área de estudio a lo largo de la longitud 20°S.

Figura 3: Margen continental de la zona suroeste del área de estudio.

 Figura 4: Perfil topográfico del área de estudio a lo largo de la longitud 40°S.

Figura 5: Margen continental de la zona sureste del área de estudio.

Figura 6: Perfil topográfico del área de estudio a lo largo de la longitud 20°S.

Figura 7: Cuencas del Océano Atlántico Sur.

Figura 8: Dorsal Meso - Oceánica.

Figura 9: Fosa submarina de las Sandwich del Sur. Figura 10: Dorsal Walvis.

Figura 12: Elevación de Río Grande.

Figura 11: Fosa Romanche y Llanura
Abisal de Guinea.

ANÁLISIS DE RESULTADOS

Provincias oceánicas

El océano Atlántico en general se caracteriza por poseer provincias oceánicas extensas y fáciles
de delimitar, en las que los márgenes continentales y las cuencas oceánicas se observan con
claridad al levantar un perfil de la zona. Esto se debe a que la actividad tectónica de este océano
se concentra en su mayoría en la dorsal oceánica, donde se llevan a cabo procesos de
divergencia de las placas tectónicas. Razón por la cual, en las zonas continentales no se
observan muchos procesos destructivos de la corteza. Además, los procesos tectónicos en esta
zona ocurren a escalas más pequeñas, en comparación con los que tienen lugar del lado del
Pacífico. De esta forma, los márgenes continentales del Atlántico Sur son pasivos y consisten
en la plataforma continental, el talud continental y el pie de talud.

Contrario a lo mencionado con anterioridad, en el área de estudio se pueden observar

elevaciones, como montes submarinos y guyots; así como fosas submarinas.
 ● Margen continental de Sudamérica oriental

Posee una plataforma continental de aproximadamente 200 m de profundidad y 130 km de

ancho, motivo por el cual es fácil de observar en el perfil. Además, se observa el talud
continental de poca inclinación y muy estrecho, con una anchura de unos 30 km y una
profundidad de 2500 m. A su vez, el pie de talud tiene aproximadamente 1 km de profundidad.

Las principales fuentes de sedimentos de esta zona corresponden a los ríos de mayor caudal de
Sudamérica, los cuales son los ríos Amazonas, Paraná, San Franciso y Uruguay.

● Margen continental de África occidental

Cuenta con una plataforma continental de extensión mucho menor que la sudamericana, al
punto de no ser observable en los gráficos realizados. El talud continental posee una extensión
cercana a los 330 km y una elevación continental de unos 500 m.

Las principales fuentes de sedimentos de esta zona son los ríos Congo, Níger y Orange. Es muy
probable que la poca extensión de su plataforma y talud continentales se deba al escaso aporte
de sedimentos por parte de los ríos de esta zona.

● Dorsal Meso - Atlántica

La abertura del Océano Suratlántico comenzó al sur de la masa continental en el Jurásico tardío
y terminó en el Cretácico tardío cerca de una zona de rift ecuatorial, al mismo tiempo, la placa
suramericana giró levemente en el sentido de las agujas del reloj con respecto a la placa africana
(Rabinowitz y Labrecque, 1979).

● Cuencas oceánicas y Sillas

La Cuenca de Brasil se ubica al oeste de la dorsal del Atlántico Sur, con una profundidad
máxima de 6540 m y una extensión de 3000 km aproximadamente. Por su lado, en la Cuenca
Argentina se encuentra la planicie abisal argentina cuya máxima profundidad registrada es de
6200 m aproximadamente, ubicada a 800 km de las islas Malvinas. Presenta una serie de
cañones submarinos como rasgo erosivo debido a procesos como la circulación de masas de
agua, lo cual caracteriza en sí a todo el margen continental argentino. La elevación de Río
Grande, originada por un hotspot 80 millones de años, alcanza una profundidad de 2000 m al
oeste y en su superficie presenta guyots basálticos que llegan hasta los 700 m bajo el nivel del
mar. Separa a las cuencas de Brasil y Argentina (Camboa y Rabinowitz, 1984).

La cuenca de Angola y la cuenca del Cabo, asociadas al margen pasivo al oeste de África. La
primera se extiende 2500 km hasta la dorsal y cuenta con una máxima profundidad registrada
de 5800 m, su formación se dió junto a la separación del supercontinente Pangaea en el
cretácico temprano. También, es característica por las amplias capas de evaporitas que presenta
y porque es un importante reservorio de petróleo. Ambas cuencas son separadas por la dorsal
Walvis, una dorsal asísmica que se extiende unos 300 km desde las costas del sudeste de África
hasta la dorsal Meso - Atlántica, donde se encuentra el Tristan hotspot, del cual se originó dicha
dorsal durante el Cretácico Temprano y siguió formándose hasta el Cretácico Tardío, cuando
cambió de dirección (Pastouret y Goslin, 1974). La dorsal Walvis permite el intercambio de
corrientes profundas en un intervalo de 3500 a 4000 m de profundidad.

● Llanura Abisal de Guinea

Régimen oceánico de profundidad máxima de 5300 m, en parte ubicado en el Océano Atlántico

Norte al ser dividido por la línea del Ecuador. Con alta posibilidad de contener sedimentos
continentales arrastrados por el río Níger al considerar la cercanía de su desembocadura.

● Fosa Romanche

La Fosa Romanche corresponde a la tercera más profunda y a la mayor zona de fractura que
compensa la dorsal mesoatlántica. Formada por una falla transformante hace 50 millones de
años aproximadamente, presenta unos 7760 m de profundidad, 300 km de largo y 19 km de
ancho aproximadamente y se extiende a una velocidad de 1.75 cm/yr.. Esta facilita el flujo de
corrientes frías de la cuenca de Brasil hacia la llanura abisal de Guinea (Hezzen, Bunce, Hersey
y Tharp, 1969).

● Fosa de las Sandwich del Sur

Con una profundidad máxima de 8500 m, esta fosa se forma a partir de la subducción entre la
placa de Sur América y la placa del Scotia, lo cual también genera un arco de islas volcánicas
que recibe el nombre de islas Sandwich del Sur.

Expediciones y rutas de comercio

El Océano Atlántico ha sido el puente capaz de conectar civilizaciones de forma más fácil,
debido a su menor extensión al ser comparado con el Pacífico. En 1919 se realizó el primer
vuelo sobre el Atlántico por John Alcock y Arthur Brown y en 1928, Amelia Earhart se
conviertió en la primera mujer en volar sobre el Atlántico. Sin embargo, en el siglo XVI, el
Océano Atlántico del Sur fue testigo de la más grande movilización de esclavos desde las costas
occidentales de África hacia América, los más de 10 millones de personas transportadas hacia
el “Nuevo Mundo” se concentraron mayoritariamente en la región sur del continente.

CONCLUSIÓN

La realización del presente trabajo ilustró la naturaleza no uniforme del fondo del Océano
Atlántico Sur, presentando, entre sus geoformas más destacables, la dorsal meso-oceánica y
sus principales cuencas, esto por medio de las herramientas de Ocean Data View, facilitando
la construcción de gráficos de batimetría y perfiles de elevación. Además, se destacaron las
sillas más representativas como la elevación de Río Grande, importante para entender cómo es
la dinámica de masas de agua y las corrientes interrumpidas a altas profundidades.

Por otro lado, se pudieron identificar las diferencias entre los márgenes continentales del este
y oeste del océano Atlántico Sur. De tal forma que, aunque ambos márgenes son pasivos, la
plataforma continental perteneciente a las costas del continente de Sudamérica es más ancha,
con respecto a la de las costas de África. A su vez el talud continental de este último es más
extenso y de mayor inclinación. El hecho de que haya un aporte mayor de sedimentos en
Sudamérica en comparación con África, explica las diferencias en las características de sus
márgenes continentales.

REFERENCIAS

Camboa, L. A. P., & Rabinowitz, P. D. (1984). The evolution of the Rio Grande Rise in the
southwest Atlantic Ocean. Marine Geology, 58(1-2), 35–58.

Ercier, M. (1998). Mixing in the Romanche Fracture Zone, 1929–1945.

Heezen, B. ., Bunce, E. ., Hersey, J. ., & Tharp, M. (1964). Chain and romanche fracture zones.
Deep Sea Research and Oceanographic Abstracts, 11(1), 11–33.

Pastouret, L., & Goslin, J. (1974). Middle Cretaceous sediments from the eastern part of Walvis
Ridge. Nature, 248(5448), 495–496. https://doi.org/10.1038/248495a0

Rabinowitz, P. D., & LaBrecque, J. (1979). The Mesozoic South Atlantic Ocean and evolution
of its continental margins. Journal of Geophysical Research: Solid Earth, 84(B11),
5973–6002. https://doi.org/10.1029/JB084iB11p05973

Tarbuck, E., Lutgens, F., (2013), Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología física,
Madrid, España, Pearson.

Tomczak, M. (2002). Regional Oceanography: an Introduction, 2(September).