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CASO RICARDO MORÁN VARGAS

Es una entrevista particularmente grata. Ricardo Morán es conductor y


empresario de televisión, pero, además, particularmente padre. Desde hace
seis semanas es un papá soltero en el esquema tradicional de las familias.
Hablamos con él y conocimos a los pequeños y tiernos Catalina y Emiliano.
Ricardo, gracias por recibirnos.

Gracias por tus palabras. Me llamó la atención, dices padre soltero y en el Perú
es imposible que sea de otra forma porque no hay posibilidad de que gente como
yo acceda al matrimonio. Pertenecemos a un colectivo que no tiene los mismos
derechos, pero lo que más nervios me ha dado es ¡ser padre!, porque la
responsabilidad que uno tiene sobre la vida de unas personitas no tiene ni punto
de comparación con cualquier otra cosa en el mundo.

Fueron 14 años desde que tomas la decisión hasta poder concretar este
sueño.
Siempre he querido ser papá. Cuando le digo a mi mamá que era gay, me dice:
‘Yo quería tener nietos’. Y yo le digo: ‘¿Por qué no vas a tener nietos? Soy gay,
no estéril’. También me motivó ver a mi amiga July Naters, que es mamá de
Tadeo por inseminación artificial. Estuve con ella en los primeros años,
cambiando pañales, siendo papá sustituto. (…) Es un proceso complicado para
el que no hay marco legal en el Perú, y si deseas hacerlo afuera, tiene costos
muy elevados. Incluso ahora ha significado reunir todos los recursos a mi
disposición, así que si alguien quiere auspiciar con leche en fórmula, pañales…
(sonríe).

Entiendo que tu caso involucra a dos mujeres.


Primero, fue una agencia que tiene más de 20 años haciendo esto. (…) Estados
Unidos tiene un marco legal ordenado, estudios de abogados especialistas en
donación de óvulos y gestación subrogada, clínicas de fertilidad, implantación de
embriones, (…) banco de datos de mujeres donantes de óvulos, de mujeres que
son gestantes subrogadas. El proceso empieza con un chequeo psicológico,
médico o genético de la o las personas que quieren ser padres. Nadie dice por
qué son dos hombres juntos, hombre soltero o mujer soltera porque es
discriminación. Una vez que se pasan los chequeos médicos y legales, uno hace
su donativo, deja su simiente.

O su semilla…
Hacen descarte de condiciones genéticas recesivas, es un proceso científico
muy depurado, cuidadoso y sano que yo recomiendo que se haga cualquier
persona para garantizar la salud de sus hijos. Lo siguiente es encontrar una
donante de óvulo, son anónimas y, aunque quisiera buscarla, no podría. No sé
dónde vive, no sé cómo se llama; sí tengo fotos, un reporte médico y un ensayo
escrito por ella sobre por qué quiere ayudar a otras personas.

¿Qué fue lo que buscaste?


Eso es parte de la historia que cuento en el libro que estamos haciendo. Yo
buscaba cosas equivocadas: una mujer muy inteligente, bonita, y en la agencia
me las rechazaban. Lo que tú necesitas es una mujer muy fértil porque el proceso
de creación de embriones y de implantación de óvulos no es sencillo. Luego, que
sea inteligente, bonita, sana. (...) A partir de allí las opciones son muchas, algo
te dice: ‘ella es’. Ella firma un contrato en el que cede todos los derechos frente
a un juez. La segunda parte del proceso es juntar un esperma mío con el óvulo
donado y se crea el embrión en un laboratorio.

¿Se intentó muchas veces o fue a la primera vez?


La fecundación se intentó solo una vez y obtuvimos una cantidad de embriones
grande.

¿Sabías que iban a ser mellizos?


Fue diseñado. Se fecundan los óvulos, se crean los embriones, se congelan y
se hacen testeos genéticos; son individuales y se determina el sexo en la
incubadora; de ahí se busca a la gestante subrogada. Ahí decido que se
implanten dos embriones, uno masculino y uno femenino, en la gestante
subrogada. Fue un impulso, una intuición, porque no era lo más conveniente…

Debe haber sido más difícil para la madre subrogada.


(Ríe). Imagínate, porque además es chatita y flaquita. Tenía dos televisores de
32 pulgadas metidos dentro. ¡Mis hijos son grandotes! La gestante subrogada no
tiene ninguna relación genética, pero sí hay una relación de cariño y
responsabilidad muy importante porque después de una serie de entrevistas, en
las que es ella la que te escoge a ti, hicimos clic. (…) Es una mujer casada que
tiene dos hijos en su familia actual; es un grupo familiar con el que hemos
establecido una relación muy bonita.

Tiene que ser una persona de muy buen corazón porque es una gestión
que involucra tanto de uno mismo para ayudar a una persona que quiere
hijos. ¿Por qué no elegiste tener hijos aquí en el Perú?
Primero porque no hay marco legal. (...) Además, porque no siento que una
persona –que no existe en este momento en mi entorno– pudiera aparecer y
formalizar un vínculo que me permita decir ‘contigo voy a compartir la
responsabilidad por lo que nos queda de vida de criar a estas personas’. Me
parece un poquito antojadizo o irresponsable; el vínculo no se forma así.

¿Ellos nacen en Estados Unidos y los inscribes allá?


Decidí inscribirlos a la vez, tanto en Estados Unidos como acá a través del
Consulado peruano en Houston, donde me atendieron muy bien y me encontré
con una sorpresa muy grande. En Estados Unidos no hay ningún problema,
llegué con mi resolución del juez que decía que yo era el único padre, me dieron
la partida de nacimiento en la que aparecemos mis hijos y yo, y me dieron sus
pasaportes. Gracias, tome su globo, tome su chupete y todo muy bien. Fui al
consulado del Perú y me dijeron: ‘Nos encantaría, pero no puedes (inscribirlos)’.

¿Por qué una mujer sí puede hacerlo?


Un hombre no puede en el Perú debido al Código Civil de 1984 que fue hecho
con miras a proteger a la mujer. Dice que una mujer con un marido puede inscribir
a sus hijos con sus apellidos, el marido puede ir a inscribirlos a nombre de la
mujer, una mujer puede ir sola e inscribir a sus hijos con el nombre del marido,
o decidir no incluirlo y ponerles sus apellidos a sus hijos; y ahí se acaba la ley.
No hay ningún lado en el que se diga que un papá puede inscribir a sus hijos.
Aquí no hay un villano, ningún funcionario del Reniec o cónsul que me haya
dicho: ‘Ricardo, está mal’.

Es la tecnología que no ha ido en pared con las leyes.


En el Perú no puede haber en la actualidad una partida de nacimiento que solo
diga Ricardo Morán Vargas es papá de Catalina o Emiliano Morán Vargas porque
el proceso administrativo no existe, no hay marco legal. Mis hijos no pudieron ser
inscritos como ciudadanos peruanos, cosa que la Constitución dice que no es
correcta porque a todo hijo de peruano nacido en cualquier parte del mundo le
corresponde constitucionalmente la ciudadanía. El Código Civil impide que mis
hijos tengan su derecho constitucional. En consecuencia, han tenido que
ingresar al Perú como turistas, solo se pueden quedar seis meses y si quieren
quedarse más tiempo, tengo que sacar carné de extranjería. Lo más grave no es
que no pueda salir del país con ellos, porque tendría que llevar una autorización
notarial de la madre que no hay y no va a haber; lo más grave es que soy
orgullosamente peruano, trabajo en el Perú, pago mis impuestos y quiero que
mis hijos sean peruanos y no pueden, no me dejan.

Es una batalla legal que, imagino, iniciarás pronto.


Acabo de aterrizar en el Perú. Siempre digo ‘denme un campo de batalla porque
la voy a pelear con todo’, es de justicia. Nadie en su sano juicio podría oponerse,
estos niños son hijos de un ciudadano peruano, tienen que poder ser peruanos;
la voy a pelear para que mis hijos tengan su DNI. Yo pude haber hecho la
truchada y pedir a mi hermana, amiga o mamá que los inscriba como sus hijos y
luego me dé la patria potestad, pero no voy a hacer eso, yo quiero hacerlo bien,
según la ley, como siempre he hecho todas las cosas.
Eres consciente de que en el Perú la discriminación existe. Tus hijos irán a
un colegio donde les van a preguntar por su mamá y podrían hacerlos
sentir mal. En el Perú pasan cosas realmente delirantes en términos de
respeto y libertades. ¿Cómo vas a enfrentar eso?
Cuando la gente me pregunta qué les vas a decir o a hacer cuando otros niños
los bulleen, la respuesta es: si tus hijos bullean a mis hijos, el problema son tus
hijos y tú, no mis hijos; ellos tienen que corregir su educación y su mirada, yo no
estoy haciendo nada para volverlos víctimas, (…) nadie tendría por qué hacerles
bullying.

Eres un gran retador, pero el Perú es muy difícil para librar esta batalla.
Políticamente se refuerzan movimientos radicalmente conservadores,
como Con Mis Hijos No Te Metas, que combaten el enfoque de género
como política pública.
Estamos en el mes del Orgullo Gay, este año iré de nuevo a la marcha. Yo tengo
mucha suerte, soy una persona a la que le ha tocado vivir en un contexto donde
mi familia y mis amigos me apoyaron, lo laboral no ha afectado en absoluto mi
condición, he podido realizarme como profesional y he logrado mi mayor
realización al tener hijos. (…) Me preguntas cómo he traído a mis hijos en este
contexto donde sé que pueden ser vulnerables. En primer lugar, van a tener que
pasar por este pechito para tocarlos...

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