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MONICIÓN DE ENTRADA.

Señor, otro curso se va… y con él las reuniones con los


compañeros, las entrevistas con los tutores y profesores, nuestros
juegos en el pinar, las cabañas de pinocha, las recogidas de papeles
con la H. Teresa, las clases, los exámenes, las charlas y
confidencias con nuestros compañeros de clase, que al fin y al
cabo se han convertido en amigos que no olvidaremos fácilmente.
Ante ti nos reunimos por última vez como alumnos de la Pureza,
con el único objetivo de pedirte que en esta nueva etapa que vamos
a estrenar, de libertad e independencia, de responsabilidad y
madurez y de sacrificio y esfuerzo, nos ayudes a llegar a ser
aquellas personas que ansiamos ser.
Que con tu ayuda y por intercesión de la Virgen María, nuestra
madre, que ha sido nuestra compañía durante nuestra estancia en
el colegio, no olvidemos nunca estos agradables y maravillosos
años que, mediante el trabajo de las religiosas, profesores y gente
del colegio en general, nos han permitido ir adquiriendo una buena
formación, un carácter y sobre todo un corazón abierto.
MONICION DE ENTRADA:
Queridos compañeros y compañeras:
Cuando en el mes de septiembre iniciábamos este curso que hoy
termina nos reunimos en este mismo lugar para pedirle a Dios que
nos acompañara a lo largo de estos meses. Le pedimos que
derramara sobre todos nosotros la fuerza de su Espíritu, que es
Espíritu de verdad y de vida.
Hoy nos reunimos al finalizar el curso para agradecer a Dios que
escuchó nuestra plegaria y se hizo ciertamente compañero de viaje
de cada uno.
Para hacerse nuestro compañero de viaje Dios se ha servido de
nuestros profesores, nuestros tutores, nuestros padres, nuestros
amigos. Se ha servido también de la Palabra que hemos escuchado
en este lugar cada día y cada miércoles en la Eucaristía.
Hoy, pues, vamos a dar gracias por esa compañía y por el trabajo
de quienes, con su dedicación y esfuerzo, nos han permitido
crecer, madurar y aprender cosas útiles para vivir nuestra vida
como hombres y mujeres de bien.
Les invito a celebrar con profundo sentimiento de gratitud esta
eucaristía de fin de curso. Nos ponemos de pie y cantamos.
PETICIONES
1. Por el papa Francisco, los obispos y sacerdotes, para que su
vida y sus palabras sean portadoras y transmisoras del
mensaje del Evangelio. Roguemos al Señor.

2. Por los gobernantes de nuestro país y nuestra comunidad,


para que trabajen por el bienestar de la población y no se
dejen llevar por el afán de poder. Roguemos al Señor.

3. Por nuestras familias, que nos han ayudado a ser lo que somos
y que seguirán apoyándonos y ayudándonos, para que el
Señor nos mantenga unidos en los buenos y malos momentos.
Roguemos al Señor.

4. Por todos nosotros que terminamos una etapa de nuestras vidas,


para que nunca olvidemos los valores cristianos aprendidos en
esta institución y seamos semilla de paz a nuestro alrededor a
imitación del Inmaculado Corazón de María. ROGUEMOS AL
SEÑOR.

5. Por las Hermanas Oblatas, por todos los que han sido nuestros
profesores, para que Dios bendiga sus esfuerzos y sigan llevando
a muchos jóvenes a la verdad. ROGUEMOS AL SEÑOR.

PRESENTACION DE OFRENDAS
Ofrecemos Señor, este balón y estas cuerdas en señal de tantos
juegos que hemos aprendido y disfrutado junto con profesores que
nos han acompañado. Momentos que permanecerán siempre en
nuestra memoria.
Te ofrecemos Señor esta agenda en la que día a día hemos ido
escribiendo nuestros deberes, exámenes y trabajos. Con ella
queremos entregarte toda la dedicación y esfuerzo que hemos
empleado para que, tal día como hoy, celebremos nuestro final de
curso orgulloso de haber llegado a la meta.
Te ofrecemos Señor este ladrillo que simboliza la construcción de
nuestra educación y aprendizaje que en su día empezamos en este
colegio de mano de los profesores y que ahora debemos seguir
construyendo nosotros mismos.
Te ofrecemos Señor esta cadena con la que queremos simbolizar
los estrechos lazos que hemos realizado entre nosotros durante
todo el tiempo que hemos estado en el colegio y que esperamos
que nunca se deshagan.
Ofrecemos Señor, este botiquín como símbolo de todos los
momentos en los que nos has ayudado y en los que con tus dosis
de amor y amistad has hecho posible tantos buenos momentos
llenos de felicidad y alegría.
Te ofrecemos Señor nuestras notas, símbolo del largo camino que
hemos recorrido acompañados de profesores, familia y amigos en
este colegio.
Te ofrecemos esta carta, símbolo de la comunicación y amistad
que ha surgido entre nosotros a lo largo de todo este tiempo.
Te ofrecemos nuestros trabajos y con ellos el esfuerzo que
nuestros profesores han hecho para que podamos llegar donde
ahora estamos.
Y por último, Señor, ofrecemos lo más grande, el pan y el vino,
que pronto se convertirán en tu cuerpo y sangre, ese alimento de
vida que ha sido, durante todos estos años, nuestra fuerza, nuestra
ilusión y coraje. Queremos seguir teniéndote presente en nuestra
vida y darnos cuenta, poco a poco, al tiempo que crecemos y
maduramos que Tú eres el que sostienes nuestra vida.
Queridas compañeras y compañeros. Hoy, en el altar, junto con el
pan y con el vino, queremos ofrecer a Dios lo que ha sido nuestra
vida en estos meses. En unos sencillos símbolos queremos recoger
lo más significativo de nosotros como estudiantes.
Mochila con libros: (Mientras el lector lee, uno muestra la
mochila y va sacando algunos libros, el cuaderno, la bolsa con los
lápices, etc)
Colocaremos ante el altar esta mochilla. Tiene libros, cuadernos,
lápices, en fin, todo lo que día a día metimos en ella para venir a
las clases. Es una mochilla pesada, como pesado ha sido todo el
esfuerzo que hemos tenido que hacer para llegar hasta el final del
curso. Hoy todo este esfuerzo lo ponemos en las manos de Dios
con la esperanza de que Él nos sepa corresponder.
BOCATA: (Un estudiante muestra un bocata)
La convivencia diaria nos ha dado oportunidad de estrechar entre
nosotros relaciones de amistad. Las relaciones buenas entre
nosotros, las amistades que se ha creado entre unos y otros las
queremos también hoy ofrecer a Dios como uno de los mejores
dones que podemos poner en sus manos. Y al hacerlo queremos
pedirle también que esta amistad no permita que se pierda.
Un balón de fútbol y de basket:
El deporte ha sido también parte importante de este curso. En las
distintas disciplinas deportivas que hay en el colegio hemos
metido bastantes horas de nuestro tiempo. Ya sabemos la relación
que hay entre llevar una vida saludable y hacer deporte; sabemos
también que el deporte educa nuestra capacidad para vivir en
grupo respetando normas de convivencia pacífica. Hoy queremos
poner ante el altar un balón de fútbol y otro de baloncesto para
agradecer a Dios las oportunidades que hemos tenido en este curso
de hacer deporte.
Una cafetera, (o termo de café)
También a lo largo de un curso hay momentos en los que se pasa
fatal. Los exámenes, por ejemplo, sobre todo los exámenes finales
nos han obligado a hincar los codos, incluso hasta largas horas de
la noche. Esos momentos de dificultad, incluso de sufrimiento,
que hay que afrontar a lo largo de un curso, también los queremos
ofrecer a Dios como expresión de nuestro esfuerzo. Para expresar
todo esto hemos escogido el símbolo de un termo de café. Que
luego cuando recibamos las notas sintamos que este café no es
amargo sino que está bien endulzado.
1) (Zapatillas) Ofrecemos estas zapatillas para que nuestros
pasos sean firmes y alcancemos las metas de nuestro futuro
2) (Vela encendida) Ofrecemos esta vela porque necesitamos
que la luz de Cristo ilumine la nueva vida que vamos a
comenzar
3) (Libro de historia) Ofrecemos este libro de historia para que
no olvidemos nuestras raíces y no cometamos los mismos
errores
4) (Móvil y carta) Ofrecemos este móvil y esta carta para que
nunca perdamos la amistad que nos une y permanezcamos en
contacto
5) (Pan y vino) Ofrecemos el pan y el vino porque necesitamos
el alimento de la eucaristía para crecer como cristianos y vivir
los auténticos valores en medio de la sociedad

Pan y vino:
Sabemos que un año escolar es la suma de muchas esfuerzos;
el de los profesores, de nuestros padres, el de nuestros tutores,
el de nuestros amigos y, desde luego, el nuestro. Este esfuerzo
de todos lo queremos colocar en el pan y el vino que
ofrecemos a Dios. Al tiempo que le damos gracias, le pedimos
que el fruto de estos esfuerzos conjuntados sea la paz y le
felicidad de cada uno de nosotros
ACCIÓN DE GRACIAS
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar…”
Nuestra vida es un largo camino, Señor, tú has unido nuestras
vidas en el largo camino de la enseñanza. Gracias por haber hecho
que, tarde o temprano, nuestras vidas coincidan.
En todo camino nos encontramos con obstáculos que gracias a ti,
Señor hemos ido e iremos superando.
Pero este camino no termina aquí, todavía nos queda mucho por
recorrer, con retos mucho mayores de lo que hemos encontrado
hasta el momento. Sabemos que tú vas a continuar a nuestro lado,
apoyándonos y empujándonos a subir esas cuestas que nos depara
la vida.
Por todo esto queremos darte las gracias porque sabemos que el
camino de la enseñanza no empieza ni termina en el colegio. El
camino de la enseñanza es nuestra vida y tú Señor, nos ayudas a
recorrerlo. GRACIAS.
Acción de gracias:
En este día, Jesús, nos dices que somos capaces, de conocerte, de
ser nosotros mismos, de seguirte. Somos capaces de todo contigo,
si estás a nuestro lado. Por eso, Jesús, y por muchas cosas más, te
queremos dar las gracias:
GRACIAS por habernos dado la oportunidad de estudiar en esta
institución, porque más que un lugar de agobio, estudios, trabajo...
ha sido nuestra casa en la que hemos contado con nuestra familia:
todas aquellas personas que han pasado a formar parte de nuestras
vidas.

GRACIAS también por nuestros compañeros, porque en cada uno


de ellos hemos encontrado un amigo: te hemos encontrado a ti,
que nos has dicho: “eres capaz”, “yo confío en ti”

GRACIAS, Jesús, por los profesores, por todos aquellos que han
colaborado en nuestra educación y que, además de enseñarnos, de
su ejemplo hemos aprendido algo muy importante: a ser personas.

GRACIAS, Jesús, por las Hermanas, por todas ellas, de las que
hemos aprendido algo muy esencial para la vida: el saber vivir
felices conociéndote a ti.

GRACIAS también por darnos a tu madre, la Virgen de Corazón


Inmaculado, que siempre nos ha acompañado y que ha sido
nuestro camino para poder llegar a ti

Finalmente, GRACIAS, Señor, por haber tenido la suerte de


conocerte, por darte por nosotros y a nosotros, por acompañarnos,
por hacernos felices y por estar dentro de cada uno de nosotros
para así poder ser verdaderos testigos tuyos.

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