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Tradicionalmente los seres humanos han utilizado la oración como medio para entrar en
contacto con el Ser Supremo. Cuando oramos mostramos a Dios, en voz alta o en
silencio, adoración y agradecimiento. Le confesamos nuestros pecados o le pedimos
que nos ayude. Al rezar, nos abrimos a un estado de comunión con Él por medio del
deseo de nuestro corazón. Una vez que se ha establecido esa comunión, la gracia de la
Divinidad desciende a nuestro mundo en forma de luz espiritual para efectuar el cambio
milagroso.
Debido al poder del sonido, recitar una oración en voz alta produce mayores resultados
que orar en silencio. En metafísica los Decretos son una forma de oración hablada
cuidadosamente elaborada, bajo ciertos principios secretos no totalmente develados
hasta ahora.
La Palabra
Hans Jenny, doctor suizo y científico, demostró, por medio de experimentos prácticos,
cómo el sonido da forma a la materia, usando un oscilador hizo vibrar materiales sobre
varias membranas y fotografió los resultados. Con el uso de diversas frecuencias, tonos
y volúmenes, Jenny mostró cómo el sonido es capaz de crear formas y patrones
intrincados y geométricos. Así mismo, algunos de los experimentos de Masaru Emoto
demostraron el efecto de los sonidos en el agua. En medicina se emplea sonido para
pulverizar piedras en el riñón.
El poder de la Palabra Hablada está bien documentado. La Biblia, por ejemplo, narra
como Jesús, Ordenó a los enfermos que se curasen, al mar que se calme y a los
espíritus malignos que salgan de los poseídos. Incluso resucitó a Lázaro. El Evangelio
según San Juan relata cómo Jesús ordenó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!», y
Lázaro se levantó de los muertos, con vendas y envuelto en un sudario.
“Y Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”. Los Siete Rayos son una
manifestación de la Luz o Aura de Nuestro Amado Padre, y aplicando la Ley de
Correspondencia, nuestra Amada Presencia Divina YO SOY también tiene siete rayos y
estos se encuentran presentes en el cuerpo causal. Ver la gráfica del Yo Soy.
AFIRMACIONES
Las afirmaciones son la más poderosa de las súplicas al Ser Supremo. Conectan con el
poder ilimitado de Dios al usar el nombre «YO SOY». El simple hecho de recitar una
afirmación establece un patrón determinado para que la luz del Espíritu fluya a la
materia. Cuando se recita con devoción, la afirmación trae hacia el mundo material la luz
de la Presencia YO SOY, con mayor eficacia, y bien posible.
El poder de las afirmaciones, en esta ciencia, reside en las palabras «YO SOY», que
provienen del nombre de Dios «YO SOY ES EL QUE YO SOY».
Las afirmaciones «YO SOY» pueden emplearse para reforzar las cualidades Divinas en
nuestro interior. Según la Biblia (aparecen ligeramente cambiadas), Jesús las usó en
algunos pasajes:
Repetir las afirmaciones y usarlas con constancia durante un cierto período acelera el
proceso a medida que nuestro subconsciente empieza a asimilar los conceptos. Los
pensamientos positivos comienzan a plasmarse en nuestra conciencia, lo cual produce
resultados visibles. Mediante el uso de afirmaciones podemos crear una nueva vida y
estar mucho más sintonizados con la luz y la conciencia de Dios.
Ejercicio: Usa las afirmaciones siguientes. Repite tres veces cada una.
INVOCACIONES
Se hacen para pedir ayuda o apoyo a los Maestros Ascendidos, los Angeles,
Arcángeles, Elohims, a los Seres Cósmicos de Luz, a los Rayos y Llamas. Y siempre se
hacen a nombre de la Amada Presencia Divina YO SOY. Se usan en el contexto de un
Decreto o aisladamente en situaciones criticas.
DECRETOS
Pueden ser afirmaciones como las que ya vimos o mandatos en el nombre de tu Amada
Presencia YO SOY, para que actué un Rayo o Llama o alguna de sus cualidades, sobre
alguna circunstancia de la vida que requiera solución inmediata.
Según la ley cósmica, el llamado exige respuesta. Los Maestros Ascendidos han
explicado que, cuando les llamamos con devoción en el nombre de nuestra Presencia
YO SOY y nuestro Santo Ser Crístico en acción, ellos sienten la obligación espiritual de
apoyar nuestras obras constructivas. El Maestro Ascendido Saint Germain señala que el
procedimiento es absolutamente seguro. Nunca están demasiado ocupados para
ayudar. Cuando vienen, manifiestan la perfección de la cualidad que has invocado. Así
que si pides a un maestro la cualidad cósmica de la misericordia, él o ella te proporciona
esa cualidad. Veamos a continuación el preámbulo de un decreto:
Se trata de una fórmula con expresiones muy cuidadas, compuesta de afirmaciones que
apelan a una determinada cualidad espiritual con el fin de efectuar un cambio positivo en
la persona que decreta, así como en muchas otras. Expresa el deseo de identificarse
cada vez más con la divinidad innata y es una petición de ayuda al Yo Superior y a los
Maestros Ascendidos. Por ejemplo, la parte principal de un decreto que invoca la
cualidad cósmica de la misericordia diría lo siguiente:
En resumen, esta parte del decreto contiene la orden o el mandato para que la luz actúe
en el mundo. Puede repetirse tantas veces como se desee para obtener un mayor
resultado. Cuantas más veces se repita, más luz se emitirá para ejecutar la acción
solicitada.
El cierre y el preámbulo son partes muy poderosas en un decreto. Por ello es muy
importante que se incluyan ambas.
Estribillo:
Tu Llama dentro de mí siempre flamea,
tu Paz en mi siempre se eleva,
tu Amor me protege y me ampara,
tu brillante Luz me envuelve.
YO SOY es tu triple radiación,
YO SOY es tu Presencia viva
que se expande, se expande, se expande ahora.
Santa Llama Crística dentro de mí, ven, expande tu Luz trina; colma mi ser con la
esencia del rosa, del azul, del oro. Santo nexo de vida con mi Presencia, amigo y
hermano por siempre querido, deja que guarde tu santa vigilia, que sea tú mismo
en acción aquí.
Repítelo hasta que seas capaz de formarte una imagen clara de la llama violeta.
Decretar es utilizar la Ciencia de la Palabra Hablada para que la energía pase, a través
de tus cuatro cuerpos inferiores a fin de crear una vida y un mundo mejores. Tu cuerpo,
postura, entorno, respiración y voz son los cálices físicos que se usan para invocar y
recibir la luz espiritual que el decreto invoca. Centrarse en el amor del corazón consiste
en utilizar el cuerpo emocional como conducto puro y santo para la luz. Por último, la
visualización se sirve de los cuerpos etérico y mental para establecer el patrón perfecto
a fin de que la luz se abra paso. Por tanto, si juntas todos estos factores conseguirás la
mayor emisión de luz del Espíritu a la materia y te colocarás en el sitio que te
corresponde como co creador con Dios.
Ejercicio: Expande el poder de tus decretos. Incluye el nuevo decreto: «Radiante espiral
de llama violeta».
Instálate en una habitación limpia, bien iluminada, en la que nadie te pueda
molestar.
Siéntate en una silla que tenga un respaldo recto, sin cruzar brazos ni piernas,
con los pies planos en el suelo y las manos en relajadas sobre el regazo, o en
posición de loto o de medio loto.
Cierra los ojos y durante treinta segundos respira profundamente desde el
abdomen (vientre) hasta que te sientas tranquilo y centrado. En la última
espiración, canta el YO SOY ES EL QUE EL SOY despacio y pausadamente.
Concentra tu atención en el corazón. Recuerda algún suceso o imagen especial
de tu vida que te traiga sentimientos de amor, gratitud o aprecio. Deja que se
expanda y crezca.
Visualiza la llama violeta llenando tu aura. Observa cómo se extiende en todas
direcciones a tu alrededor en un diámetro de unos tres metros.
(Preámbulo)
Radiante espiral de Llama Violeta
En el nombre de la Amada Poderosa Victoriosa Presencia de Dios, YO SOY en
mí, y de mi muy amado Santo Ser Crístico, yo decreto:
(Cierre)
¡Y con plena Fe acepto conscientemente que esto se manifieste, se manifieste,
se manifieste! (recitar tres veces),
¡aquí y ahora mismo con pleno Poder, eternamente sostenido, omnipotentemente
activo, siempre expandiéndose y abarcando el mundo hasta que todos hayan
ascendido completamente en la Luz y sean libres!
¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY!