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COLEGIO MADISON

GRUPO DE TEATRO MADISON


4TO GRADO “B”

LA PELEA POR LA MUÑECA ABANDONADA


Versión libre sobre el texto homónimo de Alfonso Sastre

PERSONAJES
FAMILIA PLATINI:
DEMI PLATINI: DANIELA VASQUEZ
CATHERINE PLATINI: ARANTZA NOVITA
FAMILIA BARRIOS:
VALENTINA BARRIOS: SAMANTHA VIERA
ANGELINA BARRIOS: MARIALE DRIKA
PABLO BARRIOS: MICHAEL MASRI
EMMA BARRIOS: FABIANA VITALE
ABOGADOS:
DRA.ANDREA DOS RAMOS: VICTORIA SOCAS
DR.MARCO POLO: LUIS CARLOS RIVERO
JUEZA:
DRA.ELIZABETH DUQUE: SOFÍA GARCÍA
GUARDIAS DE SEGURIDAD:
CARLOS MENDOZA: DIEGO SAVEEDRA
DANIEL SANCHEZ: SANTIAGO ALMEIDA
CHARLIE SMITH: MASSIMO CABALLO
RICHARD MENDEZ: SAMUEL RAMSEU
TESTIGO:
GABRIELA SANTOS: SAMIRA BORGES
JEFE POLICIACO:

LA PELEA POR LA MUÑECA ABANDONADA Página 1


DR.KAY ROBBISON: SANTIAGO DHERSY

PROLOGO

NARRADOR: (SUENA TEMA DE LA MUÑECA VESTIDA DE AZUL) Dos mujeres,


una calle. Dos familias. Dos niñas más o menos de la misma edad, una muñeca y
un circulito de tiza nos demuestran que las cosas deberían pertenecer realmente a
quien las cuida, el que las atesora y sabe lo que cuesta alcanzarlas…
NARRADORA: Porque también existe aquel que lo tiene todo y no le cuesta nada
obtenerlas y no cuida de nada, y nada valora, y vive pensando y anhelando
alcanzar aquello que le permita acumular más cosas.

ACTO UNO
PRIMERA ESCENA

NARRADOR: Nuestra historia se centra en estas dos familias, en apariencia


opuestas, una rica y otra pobre. Por un lado, la familia Platini, compuesta por
Demi y su madre Catherine y su papá el Dr. Key Robinson Platini. Demi vive con
su mamá en una casa enorme con jardín, sus padres están separados. (LA
FAMILIA CONFORMA UN CUADRO FAMILIAR CUAL FOTOGRAFÍA)
NARRADORA: Del lado opuesto tenemos a la familia Barrios, que la conforman
los padres Angelina y Pablo, ambos muy trabajadores y las hermanas Emma y
Valentina. (LA FAMILIA SE DISPONE EN UN CUADRO FAMILIAR COMO UNA
FOTOGRAFÍA. A PARTIR DEL CONGELADO ARRANCA LA OBRA)
NARRADOR: Todas las mañanas se repetía la misma historia…
ANGELINA: ¡Vamos Valentina apúrense que van a volver a llegar tarde! Y en la
última reunión, prometí a la maestra que no se iba a repetir.
VALENTINA: ¿Por qué te pones a hacer promesas que sabes que es difícil de
cumplir?
PABLO: ¿Qué respuesta es esa hija, porque le hablas así a tu madre?
EMMA: Si es verdad, es una grosera.
VALENTINA: ¡Tú te callas!
EMMA: ¡Ven y cállame tú!

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ANGELINA: Ah, no. No vayan a empezar a pelear. ¿Y todavía no te has peinado?
(COMIENZA A PEINAR A VALENTINA QUE SE QUEJA) Ojalá que hoy podamos
vender un poquito más que ayer, Pablo. La venta esta dura. (TERMINA DE
RECOGERLE EL PELO A VALENTINA)
DEL OTRO LADO DE LA CALLE ESTÁN LOS PLATINI.
DEMI: ¡Mira mamá, allí está otra vez la señora de los globos!
CATHERINE: No te vayas a antojar ahora Demi, no es el momento. Tu padre está
a punto de llegar a recogerte y si nos demoramos un tantito se pone muy bravo y
no quiero arrancar el día con una pelea.
DEMI: Pero me tienes que prometer que más tarde me vas a comprar un globo.
CATHERINE: (POR SALIR DEL PASO) Está bien, Demi, más tarde te voy a
comprar la docena de globos que vende la señora.
DEMI: En serio, me lo prometes.
CATHERINE: Si eres antojada, quieres algo y al rato ya lo vemos tirado por allí.
Eres una niña caprichosa y eso es malo.
DEMI: ¿Quién dijo? Que fastidio contigo.
CATHERINE: (SE OYE EL SONIDO DEL MOTOR DE UN CARRO, SUENA LA
BOCINA) Mira Demi ahí llego el chofer de tu papá, corre. (ARREGLANDOLE EL
CUELLO DEL UNIFORME) Dile a tu papá que te dé para la merienda y de paso
pídele para comprarte el vestido y los zapatos que vimos.
DEMI: ¡Y la muñeca mami!
CATHERINE: ¿Más muñecas?
DEMI: La bonita que vimos en el mall.
CATHERINE: Pero si hace nada tu papá te regalo una bellísima.
DEMI: Si la vieras ahora. Chao mami te quiero. (ENTRA KAY A ESCENA CON
LAS LLAVES DEL AUTO EN LA MANO)
DR. KAY: Hola Demi, ya estás lista. Vamos que tengo retraso.
CATHERINE: Hola Kay, pensé que era solo el chofer, estaba por hablar contigo.
DR. KAY: Ahora es imposible Catherine, en media hora tengo una junta y debo
antes acercar a Demi al colegio.
CATHERINE: Pero es que hace dos semanas te pedí que hablásemos y me dijiste
lo mismo.
DR. KAY: ¿Qué te dije?

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CATHERINE: ¡Eso, lo de la junta!
DR. KAY: Si, y que quieres que te diga. Tengo que trabajar, tengo una familia que
mantener y una hija caprichosa que se antoja de todo lo que ve.
CATHERINE: Lo de la familia, no lo dirás por mí. Gracias a Dios desde nuestra
separación, todo el dinero que me das es para satisfacer los caprichos de tu hija.
DEMI: ¡Ay mamá, papá! no empiecen, ahora no, por favor.
DR. KAY: Además estamos en la calle. Tú madre no entiende. Te llamo ahora,
después de la junta y cuadramos un encuentro para que hablemos… ¡eso si,
como gente civilizada!
CATHERINE: ¡Ja, miren quien habla! (DEMI Y EL DOCTOR KAY SALEN DE
ESCENA Y SE ESCUCHA EL CIERRE DE PUERTAS Y EL SONIDO DEL
CARRO ARRANCANDO. CATHERINE SE QUEDA OBSERVANDO A LA FAMILIA
BARRIOS AL OTRO LADO)

SEGUNDA ESCENA
ANGELINA: Vamos pues, ya Pablo váyanse. Dios me las bendiga mis reinas. Se
me portan bien.
AMBAS NIÑAS: ¡Adiós mamá, que tengas muchas ventas hoy!
ANGELINA: Ay mis amores hoy no les pude dar nada para la merienda. Es que las
ventas de ayer estuvieron muy flojas. Cuídense mucho, Dios me las bendiga, me
las proteja y me las libre de todo mal y peligro. ¿Pablo saldrás temprano hoy?
PABLO: No sé mujer, todo depende de los clientes, mientras haya gente hay que
cocinar, ahorita no nos podemos dar el lujo de despachar a los clientes. El jefe nos
dijo ayer que teníamos que atender hasta el último comensal.
ANGELINA: Bueno, que se le va a hacer. Es que no quería irme sola para la casa,
tú sabes cómo está esa calle de peligrosa.
PABLO: Está bien mujer haré lo posible. Andando. (SE DESPIDE CON UN
BESITO DE ANGELINA)
ANTES DE ENTRAR A LA CASA CATHERINE SE DETIENE ANTE LA VENTA
DE GLOBOS DE ANGELINA.
ANGELINA: ¡A la orden!
CATHERINE: Señora, ¿A cómo tiene los globos?
ANGELINA; Depende, ¿Cuál le gusta?
CATHERINE: Ese bonito, ese de allá abajo.
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ANGELINA: Señora, se fijó en uno de los más caros. Ese el sale para seis mil
bolívares.
CATHERINE: ¡Dios mío!, pero ya ni un globo vamos a poder comprar.
ANGELINA: ¿Cuántos va a querer usted? De dos en adelante le podemos hacer
un descuento.
CATHERINE: No, no era por curiosidad. A propósito, sabe, yo vivo allí en esa casa
grande que tiene enfrente, ese jardín es el mío, y esa verja donde cuelga los
globos es de mi jardín.
ANGELINA: Bueno, bueno usted sabe ahora cómo { está la vida, todos tenemos
que trabajar para ayudar en los gastos.
CATHERINE: Yo solo quería saber si le es posible arrimarse un poco más allá.
ANGELINA: ¿Dónde dice usted? ¿Allí? Pero si en un ratito no vea el solason que
pega en ese lado de la acera, es insoportable. Me podría hasta enfermar.
CATHERINE: Ay, pero no se ponga así. Mire que está ocupando y estropeando
todo el frente de mi casa y la que paga derecho de frente soy yo.
ANGELINA: Ya está, ya me vas a alquilar el punto.
CATHERINE: No, no le estoy alquilando el punto, lo que quiero es que me
desocupe la acera y no me cuelgue sus feos globos de mi verja.
ANGELINA: Ah, ahora mis globos son feos. Si hace un momento los alababa y
hasta me pidió el precio de ellos.
CATHERINE: Ay, si pero este si esta bonito.
ANGELINA: ¡Bonito y barato!
CATHERINE: (ACERCÁNDOSE, AGARRA EL GLOBO Y LE EXPLOTA) Ay,
perdón.
ANGELINA: Ya ve, lo que me estaba temiendo. Me va a comenzar a explotar los
globos. ¿Va a arruinar mi negocio?
CATHERINE: Fue un accidente señora, no era mi intención. Lo siento. Nada le
cuesta colocarse un poquito más allá.
ANGELINA: Lo siento no, no me voy a mover de aquí. Y ahora mismo me va
pagando el globo que rompió.
CATHERINE: Ay, señora y cuánto puede costar ese globo.
ANGELINA: Para que lo sepa de una vez, con lo que cuesta ese globo, puedo
comprar yo el pan de mis hijos.

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CATHERINE: Ah, pero me vas a hacer llorar.
ANGELINA: Llorar no, que me pague el globo es lo que es.
CATHERINE: Esos globos están feos, a mí no me gustan nada. Afea la fachada
de mi casa, además la acera se hizo para que circulara la gente y usted ocupa
todo el espacio público.
ANGELINA: Entonces porque se detuvo aquí, donde nadie la ha llamado.
GABRIELA: (ENTRANDO) Señora, ¿cuánto tiempo hace que no pasa el colectivo?
ANGELINA: ¡Yo que sé mija!
GABRIELA: ¡Perdón, no quise molestarla!
ANGELINA: Disculpe, no es ninguna molestia. Es que ahora mismo, no puedo
pensar.
CATHERINE: Ya le dije, está estropeando el frente de mi casa, que es esa casa
grande con jardín que ves allí, y esta es la verja de mi casa grande. Vete con tus
globos feos. (SE RETIRA)
GABRIELA: Disculpe, ¿ocurre algo?
ANGELINA: Ay que ver que hay gente mala y desvergonzada. Venir a romper mis
globos y encima pretender echarme. (HABLA HACÍA DONDE SE VA
CATHERINE) La calle es libre, sabe.
GABRIELA: Perdón, yo solo quería saber si tenía que esperar mucho por el
autobús, es que voy algo retrasada.
ANGELINA: No, no es con usted. Lo siento.
CATHERINE: Más lo va a sentir cuando yo ponga la denuncia con las autoridades.
Usted no sabe quién soy yo. (GABRIELA NO COMPRENDE NADA Y MIRA A
UNA Y A OTRA. CATHERINE SE RETIRA A SU CASA).
ANGELINA: Pero antes págueme el globo. Estos ricachones se creen dueños de
la calle de la acera, de todo.
GABRIELA: ¿Y qué fue lo que pasó, porque tanto disgusto?
ANGELINA: Es que esa señora es la dueña de esa casa grande y al parecer le
molesta que yo venda mis globos en su acera y que los cuelgue de su verja.
GABRIELA: ¿Y entonces?
ANGELINA: Hoy se acercó a hacerme el reclamo y como no le obedecí de
inmediato me exploto un globo.

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GABRIELA: ¡Qué maluca! Ay, está llegando mi autobús. (SALE CORRIENDO DE
ESCENA LLAMANDO AL AUTOBUS)

TERCERA ESCENA
SE PRODUCE UNA TRANSICIÓN DE TIEMPO. LAS NIÑAS REGRESAN DE LA
ESCUELA, ACOMPAÑADAS POR PABLO.
NARRADOR: Ya es media tarde. Las ventas han estado un poco flojas, Angelina
sin embargo permanece sentada y tejiendo una bufanda. Las niñas regresan del
colegio.
VALENTINA: ¡Hola, mami!
EMMA; Bendición, mami.
ANGELINA: Hola hijas, Dios me las bendiga. ¿Cómo estuvo la escuela hoy?
VALENTINA; Bien.
EMMA: Ahí, normal.
ANGELINA: ¿Les mandaron mucha tarea?
VALENTINA: Algo. Más o menos.
EMMA. No, nada.
ANGELINA: Ahora les reviso.
PABLO: Yo me voy rapidito que tengo que volver al puesto de comida. Nos vemos
ahora. (SALE).
SE ESCUCHA EL MOTOR DEL CARRO DEL PAPÁ DE DEMI. APARECE EL DR.
KAY CON DEMI, ESTA VIENE CARGADA CON BOLSAS Y REGALOS Y TRAE
UNA MUÑECA NUEVA.
DEMI: Adiós papá y gracias por los regalos, y el vestido me encanto. Y los zapatos
están bellos, eran los que mamá quería.
DR. KAY: Ya Demi termina de entrar en la casa. Debo regresar al trabajo.
DEMI: ¡Te quiero mucho papi!
DR. KAY: Yo también.
DEMI: (CORRIENDO HACÍA ADENTRO DE LA CASA) Mamá, mamá ya llegué.
Vieras lo que me ha comprado papi. (DE AQUÍ EN ADELANTE SE OIRAN LAS
VOCES EN OFF DESDE EL INTERIOR DE LA CASA)

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EMMA: (DESDE EL PUESTO DE GLOBOS) Que envidia, a esa niña le hacen
regalos casi todos los días.
ANGELINA: ¿Qué barbaridad estas diciendo Emma? Hablas por hablar.
EMMA: Ningún por hablar, esa niña rica llega todos los días con regalos de la
escuela.
ANGELINA: Pero eso no debería provocarte ninguna envidia.
VALENTINA: Es verdad, mamá tiene razón. La envidia es un sentimiento oscuro.
EMMA: Ya te metiste, cállate tú que no es contigo.
ANGELINA: Por favor no empiecen que me espantan a los clientes. Pónganse a
revisar las tareas.
DESDE LA CASA. VOCES EN OFF.
DEMI: Esta es la muñeca más linda que he tenido nunca, la voy a llamar Susana.
CATHERINE: Lo mismo te escuche decir la semana pasada cuando la llamaste
Lina. ¿Y dónde está Lina ahora?
DEMI: Es que esa muñeca era fea, en realidad a mí nunca me gusto.
CATHERINE: Pero bien que lloraste para que te la compraran.
DEMI: Eso es mentira yo no llore. Y es fea. Ya no la quiero.
CATHERINE: Demi, no le arranques los ojos a la muñeca, es nueva.
DEMI: No, no es nueva. La nueva es ahora Susana.
CATHERINE: ¡Déjale los brazos!
DEMI: ¡No la quiero te dije ya!
CATHERINE: Demi no puedo contigo, que malcriada te has vuelto desde que se
fue tu padre.
DEMI: Yo quiero que vuelva.
CATHERINE: No comiences bien sabes que eso es imposible.
DEMI: Pues yo no quiero esta muñeca, y no quiero verla más dentro de la casa, es
fea.
EN ESTE MOMENTO ESTA LLEGANDO AL PUESTO DE VENTA DE GLOBOS
GABRIELA DE REGRESO A SU CASA.
GABRIELA: Buenas tardes.
ANGELINA: Buenas tardes señorita, ¿cómo estuvo su día?

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GABRIELA: Ah, muy bien tranquilo. Donde creo que no está bien es dentro de la
casa.
CATHERINE: (EN OFF) Te has vuelto loca, no rompas la muñeca.
DEMI: ¡No la quiero, acaso no entiendes! Me asusta, le falta un ojo.
CATHERINE: No puedo contigo Demi, de verdad tendré que hablar con tu padre,
estas muy rebelde.
DEMI: No la quiero y la voy a botar. (SALE Y BOTA LA MUÑECA EN LA
BASURA)

CUARTA ESCENA
EMMA: ¿La botó? (EMMA VA A CORRER A AGARRARLA)
ANGELINA: ¡¡¡Emma, detente!!! No toques esa muñeca.
EMMA: Pero si la botó, no la quiere.
ANGELINA: Esa muñeca no es tuya.
EMMA: Pero si está en la basura.
GABRIELA; (ACERCÁNDOSE) Buenas tardes, le queda un cafecito.
ANGELINA: ¿Señorita…?
GABRIELA: Gabriela, mi nombre es Gabriela.
ANGELINA: Mire señorita Gabriela, hoy ha sido un día difícil y no conseguí café
por ninguna parte. Se lo debo. Pero le quería preguntar algo: ¿La basura de las
personas una vez en la calle es de dominio público?
GABRIELA: La verdad, es muy interesante. Nunca me lo había planteado.
VALENTINA: Ay, mamá la basura está en la calle, sino la rescatamos nosotras,
esa pobre muñeca puede caer en cualquier mano e imagínate, o se podría
extraviar por allí en el camión del aseo.
EMMA: Valentina por una vez en la vida creo que tiene la razón.
VALENTINA: Ayúdenos señorita Gabriela, hágale entender a mi mamá que la
basura es de uso público.
GABRIELA: Es verdad Angelina, en eso las niñas tienen razón, lo privado pasa a
ser público una vez que es desechado.
VALENTINA: (ACERCÁNDOSE AL CUBO DE LA BASURA Y AGARRANDO LA
MUÑECA) Es verdad, es muy linda.

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ANGELINA: Valentina, vengase para acá, deje eso que no es suyo.
VALENTINA: Aja, y de quién es, yo no veo a nadie por aquí cerca.
EMMA: Es verdad, mamá.
GABRIELA: Las niñas tienen razón señora Angelina. La muñeca fue abandonada.
VALENTINA: No la quieren.
EMMA: No la aprecian.
VALENTINA: ¡¡¡Fue botada!!!
EMMA: ¡¡¡En el tacho de la basura!!!
VALENTINA: (CARGANDO A LA MUÑECA) Pobre, miren le falta un ojito y tiene
un brazo casi desprendido.
TODAS SE REUNEN ALREDEDOR DE LA MUÑECA, LA TRATAN COMO A UNA
NIÑA.
EMMA: Y su ropa luce muy sucia.
VALENTINA: Pobre, lo que le falta es el cariño que yo le voy a brindar.
EMMA: Le falta un hogar.
GABRIELA: Yo conozco una clínica de muñecas, donde las dejan como nuevas.
ANGELINA: No, está loca eso no lo podríamos pagar.
GABRIELA: Es verdad, eso es muy costoso.
ANGELINA: Actualmente, todo es muy costoso.
EMMA: Pero quizás el tío Richard que es zapatero, pueda hacer algo.
VALENTINA: Si, mami, se la llevaremos al tío Richard.
ANGELINA: Ojala y no nos estemos metiendo en un grave problema.
GABRIELA: Tranquila, con seguridad esa niña tiene muchos juguetes y no va a
echar en falta una muñeca rota.
EMMA: Y abandonada.
VALENTINA: Y que ella misma ha botado.
EMMA; En la basura y en la calle.
ANGELINA: Ay, miren que tarde se ha hecho, vamos a recoger antes de que se
haga de noche.

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GABRIELA: Es verdad, ya me voy, todavía me falta un buen trecho. Hasta
mañana familia.
TODAS: ¡Hasta mañana!
PABLO: (LLEGANDO APURADO) Creí que no llegaba. Vamos recojamos rápido.
ANGELINA: Agarra por ese lado Valentina.
VALENTINA: Yo no puedo, yo llevo mi morral y la muñeca.
PABLO: ¿¿¿Muñeca, qué muñeca???
EMMA: Una que se encontró Valentina en el tacho de la basura.
PABLO: ¿En la basura, cómo así?
EMMA: ¡Es que la niñita rica de enfrente la boto!
PABLO: ¿La botó?
ANGELINA: A propósito Pablo, hoy se acerca la señora encopetada esa que vive
en esa casa y me hizo un reclamo.
PABLO: ¿¿¿Reclamo, por qué???
ANGELINA: ( VAN SALIENDO) Ella asegura que nosotros le estamos molestando
y afeando la fachada de su casa con nuestra venta de globos.
PABLO: Es como egoísta.
ANGELINA: Quiere que nos retiremos de su acera.
PABLO: La acera no es de ella. La acera es pública.
VALENTINA: Así como la basura.
EMMA: ¿Papá, el tacho de la basura es de dominio público? (SALEN)

QUINTA ESCENA
OTRO DÍA. SUENA EL TEMA DE LA MUÑECA VESTIDA DE AZUL. ANGELINA
ESTA SENTADA TEJIENDO EN SU BANCO AL LADO DE LOS GLOBOS QUE
CUELGAN EN LA VERJA. APARECE EL TÍO RICHARD QUE TRAE LA MUÑECA
YA ARREGLADA Y LUCE MUY BONITA.
RICHARD: ¡Hola, Angelina!
ANGELINA: Hola tío Richard, ¿Cómo está?
RICHARD: Vamos a decir que bien para no entrar en detalles. ¿Cómo están las
niñas? ¿Y Pablo? Tenía tiempo que no lo veía, lo vi el día que me llevo la muñeca.

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ANGELINA: Está bien, trabajando como siempre. Y las niñas en la escuela, y yo
aquí en la brega. Las ventas están duras.
RICHARD: Todo esta tan caro.
ANGELINA: Y la gente no puede estar gastando en boberías.
RICHARD: (SACANDO DE UNA BOLSA LA MUÑECA) Quedo como nueva. Me
dio un poquito de trabajo, pero bien valió la pena. Hoy en día una muñeca como
esta cuesta un dineral.
ANGELINA: Y ya ve, la gente que tiene no cuida sus cosas. (POR LA MUÑECA)
Lo contenta que se van a poner las niñas con la muñeca. Pero si esta como
nueva.
RICHARD: Todavía hay mucha gente que no valora las cosas.
ANGELINA: Como dice el viejo refrán popular: “El que no cuida lo que tiene a
pedir se queda”. ¿Y cuánto le debemos Richard?
RICHARD: Estas loca Angelina, que me vas a pagar, esto lo hago yo por las
niñas, por verlas felices.
ANGELINA: Ay, Richard que el cielo le pague. Qué pena, pero es un trabajo de
primera.
RICHARD: Ver felices a mis sobrinas no tiene precio Angelina. Bueno, me voy que
tengo mucho trabajo atrasado. Me saludas a las niñas y al Pablo. Adiós.
ANGELINA: Adiós Richard y muchas gracias de nuevo, por parte de las niñas.
RICHARD: No es nada, mujer. (SALE. SUENA TEMA DE LA MUÑECA,
ANGELINA SE QUEDA OBSERVANDO LA MUÑECA Y VIENDO LO BONITA
QUE HA QUEDADO Y LA GUARDA PARA DARLE AL SORPRESA A LAS
NIÑAS. CONTINÚA TEJIENDO, HASTA LA APARICIÓN DE LAS NIÑAS)
SEXTA ESCENA
EMMA: Mami, mami mira a Valentina se está metiendo conmigo.
VALENTINA: Mentira, ella es la que me está molestando.
PABLO: ¿Qué tal mujer, cómo ha estado el día?
ANGELINA: Flojo, la gente no está comprando nada. Y ustedes dos quédense
tranquilas, pónganse a hacer tareas. Quien paso por acá fue el tío Richard.
VALENTINA: ¿Y trajo la muñeca?
EMMA: ¿La trajo?
ANGELINA: Si, pero no se las voy a dar aquí.

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VALENTINA: ¿Y qué importa? Sino la hemos robado.
EMMA: ¡Es verdad, ella la botó!
ANGELINA: Pero es mejor evitarse un problema.
PABLO: Vieja, las niñas tienen razón. No es honesto que ellas mantengan eso
como un secreto, si no ha sido robada. Sencillamente ellas la encontraron en la
basura.
ANGELINA: Está bien, pero solo porque lo dice su papá. (ABRE LA BOLSA Y
SACA LA MUÑECA) ¡¡¡Tatatatammmm!!!
VALENTINA: ¡Mami que bella, parece nueva!
EMMA: Esta irreconocible.
PABLO: Richard se ha lucido con tremendo arreglo.
VALENTINA: (ABRAZANDO LA MUÑECA, MIRA AL CIELO) ¡Gracias tío Richard!
EMMA: ¿Me la prestas?
VALENTINA: ¡No!
EMMA: ¡Mira mami! Dile que me la preste… un ratito.
ANGELINA: Ah, no, no van a empezar ahora.
PABLO: Bueno, me voy mujer, que debo trabajar.
VALENTINA: La muñeca es mía, la encontré yo.
ANGELINA: Hasta ahora Pablo.
EMMA: Pero me la puedes prestar.
ANGELINA: Niñas despídanse de papá.
AMBAS: Adiós. (Y SE APARTAN A JUGAR. EN ESE MOMENTO VIENE
LLEGANDO DEMI CON SU PAPÁ DEL COLEGIO, LA MAMÁ SALE A RECIBIRLA
EN LA PUERTA. LAS NIÑAS JUEGAN AL OTRO LADO. DEMI APENAS LAS VE)
DEMI: Papi, papi cómprame un globo, sí.
DR. KAY: Demi por favor, apenas me queda tiempo, tengo una junta ahora a las
dos.
DEMI: Anda, me lo habías prometido, recuerda.
CATHERINE: Deja de fastidiar a tu padre, Demi, que tiene sus cosas que hacer.
DR. KAY: No importa, déjala le compro el globo.

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CATHERINE: No, ve tranquilo, se lo compro yo.
DR. KAY: Hasta luego, adiós Demi. (SALE)
DEMI: Adiós. Ahora me vas a comprar dos globos.
CATHERINE: Demi deja de molestar, eres una niña muy malcriada.
DEMI: Yo quería que el globo me lo comprara mi padre.
CATHERINE: No seas caprichosa, tu padre tiene que trabajar.
DEMI: Pero es que hoy no me había regalado nada.
CATHERINE: Buenas tardes, señora.
ANGELINA: Buenas tardes, a su orden.
CATHERINE: ¿Ha pensado en lo que le sugerí?
ANGELINA: La verdad, yo hablé con mi esposo, pero no hemos decidido nada.
CATHERINE: Yo hasta ahora me he llenado de paciencia, pero no sé cuánto más
pueda aguantar. Mi paciencia tiene un límite.
ANGELINA: Sinceramente, no sé qué pueda hacer usted con su paciencia, porque
nos parece una injusticia la que usted quiere cometer.
CATHERINE: Precisamente de justicia se trata. Bueno, pero este no es el lugar ni
el momento para tratar el asunto. Yo solo quiero comprar uno de esos globos.
ANGELINA: Como no, dígame nomas cual le doy.
CATHERINE: Demi, escoge el globo que quieres. (DEMI HA ESTADO
OBSERVANDO A LAS NIÑAS JUGAR CON LA MUÑECA Y LE LLAMA LA
ATENCIÓN ALGO QUE AÚN ELLA NO COMPRENDE. AGARRA EL GLOBO
QUE QUIERE Y VOLTEA DE NUEVO HACÍA LAS NIÑAS QUE JUEGAN.
CATHERINE VA A PAGAR)
ANGELINA: Con este y el que me exploto el otro día suman dos mil cuatrocientos
bolívares.
CATHERINE: ¿Cómo dice?
ANGELINA: Qué me debe pagar dos mil cuatrocientos bolívares.
CATHERINE: Mire señora, hasta ahora yo he sido bien condescendiente con
usted. Yo no tengo porque pagar otro globo, cuando está bien claro que fue un
accidente.
ANGELINA: Accidente que usted provoco y que me afecta mi negocio.
CATHERINE: Pues sepa usted que no pienso pagar nada.

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ANGELINA: Entonces hágame el favor y se retira porque me está afectando las
ventas.
CATHERINE: Ja, habrase visto, señora le recuerdo que usted está pisando un
territorio que no le pertenece.
ANGELINA: No me pertenece ni a mí, ni a nadie porque la calle es libre.
CATHERINE: Pues será otra calle, porque esta es mi acera, es mi verja, es mi
jardín y es mi casa. (EN ESTE PUNTO LAS NIÑAS HAN DEJADO DE JUGAR Y
OBSERVAN NERVIOSAS LA ESCENA. DEMI HA CORRIDO Y SE HA
COLOCADO DEL LADO DE SU MADRE, PERO NO DEJA DE OBSERVAR A LA
MUÑECA) Vamos hija, no vamos a comprar nada, yo con gente grosera no hablo.
ANGELINA: Pues miren nomas quien será la grosera. La que esta gritando en
plena calle no soy yo.
CATHERINE: Y le juro que esta no será la última vez, nos volveremos a ver las
caras.
ANGELINA: Cuando quiera y tenga el gusto señora gritona.
CATHERINE: ¡Grosera!
ANGELINA: ¡Desvergonzada!
CATHERINE: ¡Ilegal!
ANGELINA: ¡Malas pulgas!
CATHERINE: ¡Chusma!
ANGELINA: Termínese de ir hombre, no le da vergüenza armar ese escándalo en
plena calle y enfrente de su casa.
CATHERINE: Vamos Demi, no nos juntemos con esta chusma.
DEMI: Mami, mira ahí…(NO COMPLETA LA FRASE YA QUE LA MADRE LA
HALA POR EL BRAZO Y SE VAN A LA CASA)
ANGELINA: (QUEDA TODA AFECTADA Y AVERGONZADA, LLORANDO Y
ABRAZADA CON SUS HIJAS) ¡Qué vergüenza, qué pena! Como es posible que
tengamos que pasar por esta situación tan bochornosa, solo por la necesidad de
trabajar. No hay derecho.
VALENTINA: No te preocupes, mami. Cuando venga papá le contamos y seguro
hará algo.
ANGELINA: No hija, papá no va a poder hacer nada. Estos ricos son así, solo
piensan en ellos, Señor, Dios mío ayúdanos, protégenos con tu misericordia.

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SEPTIMA ESCENA
TRANSICIÓN. OTRO DÍA. ANGELINA ESTA ATENDIENDO UNOS CLIENTES,
LAS NIÑAS JUEGAN CON LA MUÑECA. LLEGA CATHERINE ACOMPAÑADA
POR DEMI Y DOS AGENTES DE POLICIA: CHARLIE SMITH Y DANIEL
SÁNCHEZ.
CHARLIE: ¡Buenas tardes, señora!
ANGELINA: (TARTAMUDA Y VISIBLEMENTE NERVIOSA) Buenas tardes, que se
les ofrece.
DANIEL: Posee usted algún permiso de la Alcaldía para ejercer la buhonería en
este lugar.
ANGELINA: La verdad, señor agente es que eso de los permisos es con mi
esposo.
CHARLIE: ¿Y dónde está su esposo?
ANGELINA: Él ahora mismo está trabajando.
DANIEL: ¿Y por qué no está el aquí ahora?
ANGELINA: Porque es que él trabaja de cocinero en un puesto de comida, aquí
cerca.
LAS NIÑAS HAN PARADO EL JUEGO Y SE COLOCAN AL LADO DE SU
MADRE ASUSTADA. VALENTINA TIENE LA MUÑECA COLGANDO ENFRENTE.
DEMI: Ves mamá, te lo dije: ¡esa es mi muñeca!
DANIEL: Bien señora ¿y qué podemos hacer para hablar con su esposo?
DEMI: Es mi muñeca, ladrona.
ANGELINA: Él viene ahora más tarde, a recoger las cosas. Mi hija no es ninguna
ladrona.
CATHERINE: ¿Pero, será posible? ¿Es tu muñeca Demi, la reconoces?
DEMI: Claro mamá, tiene un lunar en la espalda.
ANGELINA: Mi hijas no son ningunas ladronas, señores agentes. (LLORANDO)
CHARLIE: ¿Cómo se explica entonces que esa sea la muñeca que dice la niña?
DANIEL: Si efectivamente tiene el lunar en la espalda.
VALENTINA: No, esta es mi muñeca. No hemos robado nada.
DEMI: Esa es mi muñeca, revísela señor agente.

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VALENTINA: Esta muñeca la encontré yo misma en ese tarro de basura.
EMMA: Es verdad, señores agentes, la muñeca estaba tirada, abandonada.
DEMI: ¡Mentira, mamá! ¿Cómo pueden ser tan mentirosas? Eso es falso. Esa es
la muñeca que yo más quería.
VALENTINA: ¡Estaba tirada allí! Abandonada, rota. Le faltaba un ojo y tenía un
brazo a punto de despegársele.
EMMA: Y muy sucia.
VALENTINA: Mi tío Richard la rescato.
CHARLIE; Pues, aquí hay algo que no está muy claro y creo que lo mejor será que
nos acompañen a la comisaría.
DANIEL: Si señores, es lo más sensato en estos casos.
CATHERINE: Pues miren lo que han resultado las palomitas. No eran tan castas
después de todo.
EL AGENTE CHARLIE LE QUITA LA MUÑECA A VALENTINA, MIENTRAS ELLA
Y EMMA LLORAN DESCONSOLADAS. DEMI LE SACA LA LENGUA A
VALENTINA, MIENTRAS SE AGARRA DE LA MANO CON LA MADRE.
ANGELINA AYUDADA POR DANIEL DESMONTA EL PUESTO Y SALEN
RUMBO A LA COMISARÍA.
SEGUNDO ACTO
PRIMERA ESCENA
EL JUICIO
EL ESCENARIO ES EL JUZGADO DONDE SE VA A LLEVAR A CABO EL
JUICIO POR LA MUÑECA ABANDONADA. AL LADO DERECHO ESTÁ EL
JURADO. A UN LADO DE PIE SE ENCUENTRA EL CANCERBERO CARLOS
MENDOZA; AL LADO DERECHO FRENTE AL JUEZA LA DEMANDANTE
CATHERINE PLATINI Y SU HIJA DEMI PLATINI, FLANQUEADAS POR LA
ABOGADO ACUSADORA DOCTORA ANDREA DOS RAMOS; AL LADO
IZQUIERDO FRENTE A LA JUEZA ESTAN LAS DEMANDADAS ANGELINA
BARRIOS Y SU ESPOSO PABLO, JUNTO A SUS DOS HIJAS VALENTINA Y
EMMA, FLANQUEADAS POR EL ABOGADO DEFENSOR DR. MARCO POLO.
DEL LADO IZQUIERDO DE LA JUEZA SE ENCUENTRAN LOS DOS AGENTES
DE POLICIA CHARLIE Y DANIEL. EL TESTIGO DE LA DEMANDANTE ES EL
DR. KAY ROBINSON PLATINI, PADRE DE DEMI; LOS TESTIGOS DE LAS
DEMANDADAS SON EL TÍO RICHARD MÉNDEZ Y LA SEÑORITA GABRIELA
SANTOS. PRESIDE COMO JUEZA LA HONORABLE DOCTORA ELIZABETH
DUQUE.

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CARLOS: Agradecemos a todos los presentes ponerse de pie. La Corte está en
sesión, preside la honorable jueza Dra. Elizabeth Duque. (HACE SU ENTRADA
LA JUEZA SE COLOCA EN EL ESTRADO Y SOLO AL ELLA SENTARSE SE
SIENTA LA CONCURRENCIA)
JUEZA: Buenas tardes. El caso que nos ocupa hoy es realmente trascendental,
por lo que veo aquí hay un verdadero problema. Solucionemos la cosa pero de
buena manera, mediante un juicio formal. Llamemos al Estrado a la parte
demandante de este caso, la señora Catherine Platini y su hija Demi Platini.
(COMPARECEN CATHERINE Y DEMI, SE COLOCAN EN SU LUGAR) Ahora
invitamos a entrar a las demandadas señora Angelina Barrios y su hija Valentina,
invitamos entrar y ocupar su debido espacio (ENTRAN ANGELINA, VALENTINA Y
EMMA) Perdón la tercera persona ¿quién es?.
ANGELINA: Disculpe Su Señoría es mi hija Emma, y quiero que permanezca
cerca ya que su testimonio puede ser importante.
JUEZA: A lugar. Bien, quiero que todas levanten su mano derecha y respondan
fuerte y claro al siguiente juramento: Jura decir la verdad, solo la verdad y nada
más que la verdad.
TODAS: Si, juramos.
JUEZA: Oigamos ahora a la parte acusadora.
CATHERINE: El caso es Su Señoría que esta…señora, o mejor dicho esta familia
se ha instalado en la acera de mi casa, en la verja de mi jardín, ha instalado un
tarantín que afea la fachada de mi mansión.
JUEZA: Me permito recordarle a la demandante que el caso se refiere única y
exclusivamente al caso de la muñeca, y que si desea tratar otro caso tiene que
hacer otra demanda. Por tanto limítese al caso que nos atañe hoy.
CATHERINE: Perdón Señoría. Mi hija Demi, es una niña muy querida por sus
padres y muy especialmente su papá, el importante hombre de negocios Dr. Kay
Robinson Platini, acostumbra a viajar mucho durante el año y de cada viaje suele
traer a Demi un regalo, asimismo a lo largo de todo el año es común que celebre
algún evento, algún hecho destacado de Demi, que es una niña brillante, con un
obsequio que puede ser una prenda, un juguete.
ANGELINA: Permiso Doctora, le puedo asegurar que esa muñeca la encontró mi
hija abandonada en el tacho de la basura.
JUEZA: No interrumpa por favor, ya le llegara su turno de exponer. Continue…
CATHERINE: El caso es que en esa oportunidad, creo que fue en un viaje a
Europa, él le trajo la muñeca “perdida”, y puedo asegurar que nunca había visto a
Demi tan emocionada con un regalo de su padre, a esa muñeca Demi la cuidaba

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como a una niña de verdad. El día que se le perdió estaba desconsolada, no
encontraba resignación posible. Yo llegué a estar muy preocupada porque se me
podía enfermar la niña.
JUEZA: Vamos a escuchar ahora lo que tiene que decir la parte demandada. Que
puede decir ante el alegato que escuchamos.
SEGUNDA ESCENA
ANGELINA: Doctora que pena, pero le puedo asegurar que esa muñeca apareció
un buen día en el tacho de la basura, la encontró mi hija Valentina sucia, rota y en
un estado deplorable. Nadie que haya querido y cuidado esa muñeca como
asegura la señora, la habría dejado en semejante estado.
JUEZA: ¿De quién es la muñeca?
DEMI: ¡Mía!
VALENTINA: ¡Mía!
DEMI: ¡Mía!
VALENTINA: ¡Mía!
DEMI: ¡Mía!
JUEZA: Un momento (SUENA EL MARTILLO) No puede ser de las dos. Tengo
entendido que la demandante trae un testigo.
CATHERINE: Si, Señoría.
DEMI: Mi padre la compró en Roma y le costó 1.200 euros, tengo un testigo
importante.
JUEZA: ¡Carlos, que pase el testigo!
CARLOS: Adelante, doctor.
DR. KAY: Yo soy un hombre muy importante, suelo viajar mucho durante el año,
por razones de trabajo, recuerdo que era un cuatro de Marzo y me encontraba en
Italia. Vi la muñeca “perdida” y no pude resistir la tentación de comprársela a mi
hija Demi.
ANGELINA: Querrá decir abandonada.
DR. KAY: He dicho perdida.
JUEZA: Objeción. Le agradezco a la parte demandada se abstenga de emitir
comentarios mientras no se le dé la palabra.
ANGELINA: Perdón, Señoría.

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JUEZA: Continúe doctor.
DR. KAY: Mi hija cuando recibió la muñeca, la saco de la caja, la acogió en sus
brazos y la cuido y la mimo como si se tratara de una hija tal cual. Lo firmo, lo
reafirmo y lo confirmo con mi firma,
JUEZA: Muchas gracias, doctor. ¿Qué tiene que decir la abogada acusadora?
DRA. ANDREA: Declaro solemnemente por mi honor y por mi vida que he asistido
al nacimiento de una muñeca perdida.
ANGELINA: Abandonada dirás.
DRA. ANDREA: He dicho perdida.
DR. MARCO POLO: La muñeca no se debe devolver jamás a quien no sabe
tenerla.
DRA. ANDREA: Objeción.
JUEZA: Ha lugar. Le agradezco a la abogada defensora se abstenga de emitir
comentarios durante la acusación. Espere su tiempo. (HAY UN MURMULLO)
Silencio por favor, escuchemos a la parte acusadora.
DRA. ANDREA: Tal y como ha afirmado el testigo principal, el Dr. Kay Robinson
Platini, Demi desde que abrió la caja y retiro el suave papel que le envolvía como
un saco amniótico, la recibió en sus brazos y la cuido como la criatura más
querida.
DEMI: Si la habría querido como usted afirma jamás la habría botado y menos la
habría dejado en el estado deplorable en que la encontré.
DRA. ANDREA: Objeción. Su señoría, agradezco que la demandada no me
interrumpa en mi exposición de motivos.
JUEZA: A lugar. Valentina, por favor espere su turno para la intervención.
VALENTINA: Está bien.
DRA. ANDREA: Decía que si la muñeca perdida no hubiese sido tratada con el
cariño, cuidado y esmero que le prodigaba mi clienta, jamás habría llamado la
atención de la demandada.
JUEZA: Muchas gracias, Dra. Andrea Dos Ramos. Que tiene que decir a esto la
demandada.
DEMI: Digo que me pertenece, estaba toda rotita y abandonada y yo la devolví a
la vida. La cuide con mi cariño, la protegí de la brisa y le cure los catarros con un
cuarto de aspirina. Me he gastado mis ahorros en su recuperación. Le compre un
vestidito nuevo, unos zapatos de charol. Si alguien quiere hacerle daño yo le pego.

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El otro día la protegí de una pandilla, de unos muchachos traviesos. Por eso digo
que esa muñequita es mía.
TERCERA ESCENA
DR. MARCO POLO: Permítame Dra. Duque, honorable Jueza una pequeña
intervención. La jovencita Demi tiene como comprobar que es suya, muéstreme la
facturita.
DRA. ANDREA: Objeción. Creo que la intervención de nuestro testigo principal
dejo más que aclarado ese punto.
JUEZA: A lugar. Continúe Dr. Marco Polo.
DR. MARCO POLO: Mi cliente es una persona honorable, humilde y sencilla con
un gran corazón, el mismo que le ha permitido desarrollar tan nobles sentimientos
hacía la pobre muñeca abandonada.
DRA. ANDREA: Objeción. El Dr. Polo da por sentado que mi cliente la joven Demi
posee oscuros sentimientos.
JUEZA: Negada. Continúe Dr. Polo, adonde quiere llegar.
DR. MARCO POLO: Decía que todos sabemos que la joven Demi, al contrario de
mi cliente es una niña caprichosa, acostumbrada a recibir con frecuencia todo tipo
de regalos y presentes como bien lo dijo el padre, lo que impide que considere las
cosas en su justo valor, preocupándose más que en conservar, en acumular.
CATHERINE: Dr. Polo le prohíbo que se exprese de esa forma tan ligera de mi
hija.
DR. MARCO POLO: Si me lo permite la Dra. Duque, tenemos un par de testigos
muy importantes en este caso, como son la señorita Gabriela Santos testigo
presencial del encuentro de la muñeca y el señor Richard Méndez de oficio
zapatero y que remendó la muñeca y la volvió a la vida.
JUEZA: Adelante, pueden pasar ambos testigos. (ENTRAN GABRIELA Y
RICHARD).
CUARTA ESCENA
GABRIELA: Buenas tardes.
RICHARD: Buenas tardes.
DR. MARCO POLO: Señorita Gabriela, tengo entendido que usted se encontraba
presente en el puesto al momento de aparecer la muñeca.
GABRIELA: Así es.
DR. MARCO POLO: Usted puede describir como fue ese momento.

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GABRIELA: Yo acostumbro a moverme por la ciudad en transporte urbano, y el
carrito pasa muy cerca del lugar donde se ubica la señora Angelina con su venta
de globos.
CATHERINE: Muy mal ubicada por cierto.
JUEZA: ¡Silencio! (GOLPEA CON EL MAZO).
GABRIELA: De tanto que paso por el puesto puedo decir que conozco un poco a
la señora Angelina, como ella también vende café, a veces paso y me tomo un
cafecito al final de la tarde de regreso a mi casa. El día en cuestión ella no tenía
café, pero me pregunto acerca del derecho de la basura, si era del dominio público
o privado, y todo porque Valentina se había encontrado la muñeca abandonada en
el tacho de la basura en plena calle.
DR. MARCO POLO: Muy importante, abandonada y en la calle. Tome nota
doctora Duque.
CATHERINE: Agradecería que al referirse a la muñeca utilice la condición de
perdida.
VALENTINA: ¡Abandonada! Esa muñeca estaba abandonada.
DEMI: Mi muñeca estaba perdida.
JUEZA: ¡Orden en la Corte! (GOLPEA CON EL MAZO) Continúe.
DR. MARCO POLO: Señorita Gabriela, esto es muy importante. ¿Cómo describiría
usted el estado en que se encontraba la muñeca?
GABRIELA: Por lo que pude notar, a la muñeca le faltaba un ojito, tenía un brazo a
punto de desprenderse y estaba muy sucia.
DR. MARCO POLO: ¡En una sola palabra!
DRA. ANDREA: Objeción, el Dr. Marco Polo está influenciando a la testigo.
JUEZA: ¡Negada! Continúe.
GABRIELA: En una sola palabra… sería ¡¡¡Deplorable!!! (MURMULLO GENERAL)
JUEZA: ¡Silencio en la Corte!
DR.MARCO POLO: Suficiente, muchas gracias.
JUEZA: Adelante el próximo testigo. Su nombre.
RICHARD: Me llamo Richard Méndez y soy de oficio zapatero.
JUEZA: Y cuál es su relación con la demandada y qué tiene que ver con el caso.

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RICHARD: Soy tío de Valentina y Emma, cuñado de Angelina y hermano de
Pablo, el padre de ellas.
DR. MARCO POLO: Muy bien señor Richard, tengo entendido que usted fue el
que operó a la muñeca. ¿Es así?
RICHARD: Eso es correcto, doctor.
DR. MARCO POLO: Siendo así, podría describir con lujo y detalles el estado de la
muñeca al momento en que llega a sus manos.
RICHARD: ¡Por supuesto!
DR. MARCO POLO: Adelante.
RICHARD: Esa pobre muñeca estaba más de allá que de acá. Y me parecía a mí
que la enfermedad era grave. De terapia intensiva. De inmediato la pasamos a
quirófano, no había tiempo que perder. Martillo, aspirina, esparadrapo, clavos,
tornillos, pegamentos, anestesia, ojos azules, bisturí pequeñito, algodón, hilos y
agujas. Vamos a ver ese pulso. No temas le dije a Valentina, ya yo estoy acá,
menos mal que la tratamos a tiempo, sino iba a ser de ahora te vi, ahora no te vi.
DR. MARCO POLO: Yo creo que ha sido más que elocuente la descripción del tío
Richard, sobre el estado de salud de la muñeca. No sé si la doctora Andrea
quisiera interrogar a los testigos.
ANGELINA: Quiero destacar algo, nosotros en el poco tiempo que tenemos en el
puesto hemos sido testigo como esa niña llega cargada de regalos y obsequios,
un detalle, nada más el otro día la madre prometió comprarle para satisfacer un
capricho una docena de globos.
CATHERINE: ¿Y acaso los compre?
ANGELINA: No, no los compró para mi mala suerte.
CATHERINE: Entonces eso no es más que una acusación sin ningún fundamento
legal.
ANGELINA: Pero si me exploto uno que no quiso pagar.
JUEZA: Les recuerdo que esto no es un dialogo y que ya han tenido el tiempo
suficiente para la exposición del caso, por lo que creo tener suficientes pruebas e
indicios para lanzar mi veredicto. Entonces ya no nos queda más para resolver la
riña, que hacer la famosa prueba del circulito de tiza.
QUINTA ESCENA
DR. MARCO POLO: El circulito de tiza… El famoso y antiguo juicio del Rey
Salomón sobre cuál era la madre.

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NARRADOR: El niño que dos mujeres, las dos querían llevárselo, Salomón dijo
partamos este niño en dos mitades, y hacer posible que sean las dos mitades
iguales, y que la partición se haga enseguida con un sable.
NARRADORA: Una dijo estoy de acuerdo. ¿Quién era entonces la madre?
JUEZA: Carlos te pido ayuda. Dibuja con esta tiza, con mucho cuidado y tino un
circulito en el suelo. (CARLOS DIBUJA EL CIRCULO) Coloca allí la muñeca,
exactamente en el centro. Demi, la coge por un brazo, y Valentina por el otro. La
verdadera dueña tendrá fuerza para sacar del círculo la muñeca
DRA. ANDREA: Que se pare este juicio. Yo digo que protesto, Valentina es una
niña acostumbrada a ayudar a su madre en tareas rudas y tiene mucha fuerza.
DR. MARCO POLO: Y la otra come mucha carne y está muy bien alimentada.
JUEZA: Silencio. Dejen las discusiones ya. Atención, empecemos. A la cuenta de
una, dos y tres… (COMIENZAN A HALAR A LA MUÑECA POR LOS BRAZOS Y
VALENTINA LA SUELTA) Tú no has tirado nada ¿qué te ha pasado, porque la has
soltado?
VALENTINA: Renuncio a mis derechos, no quiero hacerle daño.
JUEZA: No es válido. Vamos a repetir la prueba. Carlos coloca de nuevo la
muñeca en el centro.
COLOCAN DE NUEVO LA MUÑECA EN EL CIRCULO, DE INMEDIATO DEMI
COMIENZA A TIRAR A LA MUÑECA DE SU BRACITO, VALENTINA MUY
INDECISA SE VA ACERCANDO, NO LLEGA A AGARRAR A LA MUÑECA, SE
DA VUELTA Y LLORANDO)
VALENTINA: Yo no voy a agarrar su bracito, no quiero romperla.
JUEZA: La prueba ha terminado. (LA JUEZA VA AL CENTRO Y TOMA LA
MUÑECA DE MANOS DE DEMI) Yo la Doctora Elizabeth Duque, en uso de mis
facultades y con pleno derecho a la ley declaro que esta muñeca y lo que tiene
dentro pertenece a… (REPIQUE DE TAMBOR. EXTIENDE LA MUÑECA HACÍA
DEMI, PERO LA RECOGE Y SE LA DA A VALENTINA)… es propiedad
de…Valentina. (DEMI VA HACÍA LA DOCTORA ANDREA A SOLICITAR QUE
HAGA ALGO, MIENTRAS VALENTINA ACURRUCA A LA MUÑECA)
VALENTINA: (AGARRANDO LA MUÑECA Y LLENA DE TERNURA) Mi muñequita
linda, duerme un poquito, descansa mi reina, después de todo esto, después de
estos disgustos tan terribles y serios.
JUEZA: (DANDO CON EL MAZO) Caso cerrado, Se ha dicho, palabra final,
Cúmplase, yo me marcho.

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SEXTA ESCENA
NARRADOR: Y aquí termina la historia del circulito de tiza, espero capten el
importante mensaje, lo primero es cuidar de las cosas, apreciarlas y valorarlas.
NARRADORA: Y después que las cosas deberían pertenecer realmente a quien
las cuida, al que las atesora y sabe lo que cuesta alcanzarlas…
NARRADOR: Porque también existe aquel que lo tiene todo y como no le cuesta
nada obtenerlas, no cuida de nada, y nada valora, y vive pensando y anhelando
alcanzar aquello que le permita acumular más cosas.
TODOS: Y es necesario atesorar, cuidar y valorar las cosas por lo que cuesta
alcanzarlas.

TELÓN
JOSÉ FRANCISCO SILVA
ABRIL 2017

La historia bíblica:
Dos madres solteras compartían una habitación. Cada una había dado a luz un niño, más o
menos en las mismas fechas. Por la noche, una de las madres, en forma accidental se dio
vuelta sobre su bebé y lo asfixió. Despertó muy temprano y notó que su hijo estaba frío e
inmóvil. Entonces la angustiada mujer tomó el bebé dormido de su compañera de cuarto, y
colocó el bebé muerto en su lugar. Más tarde, cuando la otra mujer despertó, encontró al
niño muerto y comenzó a lamentarse con dolor. Pero después de examinar al niño, se dio
cuenta rápidamente que no era su hijo. Al mirar al otro lado del cuarto, ella vió a su
compañera que sostenía firmemente a su hijo.

Las dos mujeres comparecieron ante el rey, disputándose la posesión del niño vivo. "¡Este
niño es mío!", gritó una.

"¡No, el niño muerto es el tuyo!" contestó la otra.

¿Cómo podría el rey determinar quién era la verdadera madre? Salomón interrumpió el
debate y le dijo a un guardia que tomara su espada y dividiera al niño vivo en dos. Al
principio el soldado pensó que el rey estaba bromeando, pero Salomón miró con ira la
indecisión del soldado. Lentamente este desenvainó su afilada y reluciente espada y avanzó
hacia la mujer que sostenía el bebé. Rápidamente la verdadera madre se arrojó a los pies del
rey y suplicó, "¡Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis!" Pero la otra mujer dijo, "Ni para
mí ni para tí que lo partan". Entonces Salomón supo sin duda alguna, quién era la verdadera
madre.

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