Вы находитесь на странице: 1из 15

la redistribución como proceso de centralización de la producción y circulación de bienes.

análisis de dos casos


Author(s): linda manzanilla
Source: Boletín de Antropología Americana, No. 7 (julio 1983), pp. 5-18
Published by: Pan American Institute of Geography and History
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/40977019
Accessed: 15-10-2019 03:58 UTC

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms

Pan American Institute of Geography and History is collaborating with JSTOR to digitize,
preserve and extend access to Boletín de Antropología Americana

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
linda manzanilla

la redistribución como proceso


de centralización de la producció
y circulación de bienes
análisis de dos casos

Introducción ción no representan "etapas de desarrollo", ya que


no implican órdenes de sucesión en el tiempo. Pue-
A raíz de un artículo ya famoso de Karl Polanyi den coexistir, pero referidas a distintas clases de
(1976), originalmente escrito en 1957, fenómenos bienes. Por ejemplo, contamos con varios casos et-
que anteriormente eran clasificados genéricamente nográficos de coexistencia de relaciones recíprocas
bajo el rubro de "intercambio" comienzan a yser redistributivas. Neale (1971 :233) señala que, en-
analizados más a fondo. Las características que tre dis-los isleños trobriandeses, el rey es el centro de
tinguen cada una de las tres formas de integración redistribución de un gran número de relaciones re-
económica que analiza Pojanyi son las siguientes: cíprocas con los hermanos de sus esposas. Un caso
más complejo, también analizado por Neale (Ibid.:
1. Reciprocidad. Esta forma presupone movi- 223-27) es el de los Oudh del siglo xvill, en la India
mientos de bienes y/o servicios de manera bilateral precolonial. En esta sociedad, la unidad política y
o circular, entre puntos correlativos de agrupaciones social básica es la aldea independiente, formada
simétricas, que bien pueden ser grupos emparenta- por familias de agricultores económicamente sufi-
dos. cientes. Cada aldea tiene una cabeza (el jefe) y una
2. Redistribución. Consiste de un movimiento serie de especialistas no-productores de alimentos
de bienes hacia un centro que almacena éstos y pos- (herreros, carpinteros, sacerdotes, alfareros, etc.),
teriormente los distribuye. Depende de la presencia alimentados con una parte del grano de los agricul-
de un cierto grado de centralización y de la existen- tores a cambio de sus servicios.
cia de puntos periféricos. Puede integrar desde uni- El sistema de los Oudh es recíproco en cuanto a
dades de carácter transitorio hasta el mismo Estado. servicios y redistributivo en cuanto a la producción
3. Comercio. Se trata de un método bilateral y agrícola. Después de la cosecha, cada aldeano par-
relativamente pacífico de conseguir productos de ticipa en la división del montículo de grano, dejan-
mercados. Generalmente es una actividad externa do de lado aquella producción destinada al raja que
al grupo. estaba a la cabeza de un sistema de alianzas entre
A las tres formas de que habla Polanyi quisiéra- aldeas independientes. La división del grano al ni-
mos añadir una cuarta, que también implica un vel de la aldea era el cimiento de la autoridad polí-
movimiento de bienes y servicios, y que entrará tica. Las distintas escalas a las que se presentaba la
brevemente en la discusión de los casos que abor- redistribución iban desde el nivel familiar, pasando
daremos. por el aldeano, hasta el provincial o el del raja. En
4. Tributo. Se trata de un flujo unilateral y obli- reinos grandes, existían jerarquías de centros redis-
gatorio de bienes y servicios hacia uno o varios pun- tributivos en que cada uno guardaba una porción y
tos de una jerarquía de centros. mandaba el resto al nivel superior.
Polanyi subrayó que sus tres formas de integra- En sistemas de tipo tributario observamos fre-

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
6 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA •! J ULIO 1983

cuentemente el tipo de fenómeno que acabamos


tribuían en gran medida las tierras, y lo mismo ocu-
rría estriba
de describir. Sin embargo, la diferencia con el trabajo.
en . ." (Polanyi 1976:301). Quizá
la coerción del acto de tributo y en su este investigador fue demasiado lejos al atribuir al
frecuente
carácter externo (comunidades conquistadas). templo y al palacio prerrogativas que pertenecen
Otro caso de sistema redistributivo es el de los claramente a los órganos de decisión de la comuni-
Gouro, un ejemplo de "sociedad de linaje" africa- dad (o al nomo). No discutiremos, por el momento,
na estudiado por Meillassoux (1974:188-89). Los este punto. Sólo añadiremos que Polanyi no des-
"mayores" Gouro centralizan por ejemplo los pro- cartaba, por ello, la existencia de reciprocidad en
ductos de vivero (como el arroz), o aquéllos de la este tipo de sociedad, ya que según él esta forma
caza y la recolección, mismos que son almacenados modelaba en gran medida la organización del inter-
en graneros de la comunidad, bajo su control. Me- cambio externo, en forma de regalos.
diante comidas colectivas, dichos productos son re- Podríamos decir que reciprocidad y comercio
distribuidos a los miembros de la comunidad, a algu- tienen en común el ser flujos bilaterales, aunque di-
nos parientes de aldeas vecinas y, ocasionalmente, a fieren en que el primero se presenta normalmente
gente de paso. Una fracción pequeña es vendida o al interior de relaciones de parentesco, y el segundo,
intercambiada. Por lo tanto la circulación de bienes generalmente entre comunidades distintas. Por otro
orgánicos de vivero, a través de la redistribución (ya lado, redistribución y tributo comparten el hecho
que hay otros mecanismos de circulación presentes, de requerir instituciones centralizadoras, pero difie-
como el de la transferencia matrimonial), no es de ren en que el tributo generalmente implica sujeción
índole ceremonial, ni de ostentación, sino cotidia- o conquista, y es de carácter obligatorio. Nuestro
no. A diferencia de éstos, los productos artesanales punto central de interés será precisamente el aná-
(con una vida media más grande) están relacionados lisis de cómo surgen los sistemas de redistribución
a los mecanismos de adquisición de prestigio social, asimétrica, ya que es éste e' fenómeno que sub-
lo cual implica fenómenos de acumulación y de yace al surgimiento de instituciones socio-políticas
enriquecimiento. complejas.
Un caso un tanto distinto es el de los Sonjo,
también en Africa. Gray (1974:236-37) ha obser-
vado que el consejo hereditario de mayores, en las
aldeas Sonjo, obtiene cabras, miel o grano de la
gente, a cambio de derechos sobre el agua de riego.
Sin embargo, lo que se reúne es destinado al ritual
o a la redistribución.
Podríamos resumir, entonces, los dos tipos de
redistribución que, a nuestro juicio, se destacan de
estas consideraciones: una más o menos circular o
cerrada, en la que aquéllos que otorgan parte de su
producción a la institución centralizadora reciben
eventualmente una porción de ésta o de otro tipo,
y otra de tipo asimétrico, en la que la institución
centralizadora canaliza el excedente almacenado a
otros sectores sociales (artesanos especialistas, cons-
tructores, burócratas, intercambio a larga distancia,
etc.). Del primer tipo, además de los Gouro tendría-
mos quizá a las comunidades del período Uruk en
Mesopotamia, en las que el templo centraliza y al-
macena la producción que será redistribuida en for-
ma de raciones. En los ejemplos que analizaremos,
veremos el caso del Estado Inca, en el que recipro-
cidad y redistribución se articulan aun nivel mucho
más complejo, interdigitadas con sistemas de tra-
bajo obligatorio.
Polanyi señalaba en 1957 que en los grandes
"sistemas de almacenamiento" de Egipto, Sumeria
y Perú ". . .eran el templo y el palacio los que dis-

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA REDISTRIBUCIÓN COMO PROCESO DE CENTRALIZACIÓN. . . 7

El interés por analizar la circulación y distribu-de la unidad de parentesco. La condición para que
ción de bienes y servicios no es gratuito. Por un esto se cumpla es que los productos estén elabora-
lado, hemos observado una polarización de posi- dos con materias primas que provengan de una sola
ciones con respecto al análisis del tejido social de fuente. En el caso de la obsidiana en sitios del For-
las comunidades antiguas. Quienes dan mayor én-mativo temprano del Valle de Oaxaca se ha obser-
fasis a la esfera de la producción no se preocupanvado que, ya que cada unidad doméstica se procura
por analizar, con suficiente profundidad, la circula-su propia obsidiana con "socios" o contactos en
ción de bienes y los tipos de consumo que se haceáreas cercanas a diferentes yacimientos, existe una
de éstos. Aquéllos que, por su parte, se interesan gran variación de tipos y proporciones de esta ma-
por el intercambio dejan de lado el estudio de lasteria, procedente de diversas fuentes, para las dis-
comunidades o grupos productores. tintas unidades domésticas (Pires-Ferreira y Fle-
Al nivel del registro arqueológico, son muy esca- nnery 1976:290).
sos los contextos relativos a la producción propia- La redistribución tiene otro patrón. En primer
mente dicha, como serían los talleres de artesanos lugar, existe una institución que centraliza produc-
o los mismos campos de cultivo. Generalmente con- tos y los reúne en uno o varios almacenes bajo su
tamos con distintos tipos de desechos de materias control.
e Generalmente los almacenes dependen del
instrumentos que ya pasaron por las esferas de latemplo y/o del palacio, y pueden estar integrados
circulación y del uso/consumo. Sin embargo, es arquitectónicamente a ellos. Existen casos más sim-
precisamente de la comparación entre (as unidades ples, como los ejemplos de almacenamiento comu-
nal que parecen haber existido en ciertas aldeas
y lugares (contextos precisos, sectores, sitios, áreas)
de producción y los de consumo que el arqueólogotempranas de Mesopotamia (como Tell Hassuna o
puede iniciar su indagación sobre el acceso diferen- Umm Dabaghiyah, por ejemplo), en las que gran-
cial a los distintos recursos y sobre la organizacióndes construcciones de almacenamiento, en forma
social de la sociedad de su interés. La relación en- de hileras de cubículos, están ubicadas en el centro
tre este ámbito y la instancia política será materia del sitio. Se presume que reunían un excedente
de discusiones posteriores. después redistribuido o canalizado hacia todos los
Las preguntas pertinentes a este tipo de análisismiembros de la aldea. Se ha observado también que
son las siguientes: cada casa de la aldea tiene su granero doméstico.
La diferencia entre redistribución simétrica y
qué límites tienen las unidades relevantes y cuál asimétrica, a nivel de contextos arqueológicos, po-
es su naturaleza en términos económicos,dría estribar en que en la primera podríamos con-
socio-políticos y ecológicos, como Morris fundir el auto-consumo con la redistribución, si no
(1978:317) señala. hiciésemos caso a los almacenes comunales o cen-
qué tipo de bienes y servicios se mueven entretrales, es decir, el tipo de bienes procedentes de los
dichas unidades:
contextos de producción coincide con el de los de
materias primas y lugares de procedencia, uso/consumo, a primera vista. Naturalmente, a tra-
sitios de producción y transformación, vés de la redistribución, se podría tener una mayor
tipos de objetos elaborados en ellas y fun- variedad de bienes a cambio del tipo que uno cana-
ciones que cumplen (contextos de uso/ liza al centro. Por otra parte, en la redistribución
consumo). asimétrica, ciertos bienes procedentes de contextos
qué tanto coinciden los sitios de producción con de producción específicos se encuentran en con-
los de uso/consumo. textos de uso/consumo de otra índole, y posible-
mente alejados geográficamente.
Por otro lado están los contextos de almacena- Las preguntas que debemos hacer ante un caso
miento que discutiremos al hablar de redistribución. de redistribución son: qué tipo de bienes está im-
En relación a la reciprocidad (cuando se trata plicados en el sistema, quién los produce, quién cen-
de bienes), podríamos esperar una distribución re- traliza y almacena, quién los redistribuye y bajo cuá-
lativamente homogénea de las diferentes órdenes les mecanismos, y, finalmente, quién los consume.
de objetos, al interior del grupo de parentesco. Esto Generalmente, para averiguar qué tipo de bienes
lleva implícito que existan individuos o familias entran en la redistribución, basta analizar el conte-
dedicados a la producción de bienes distintos, que nido de los almacenes comunales y centrales. Para
después se regalarán a los demás miembros de la el caso de Mesopotamia, generalmente se trata de
unidad. Los contextos de producción están localiza- grano (trigo y cebada), aunque no exclusivamente,
dos, y los de uso/consumo; generalizados al interior como veremos más tarde. En el ejemplo del Perú

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
8 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983

mación de asenta-
también se trata de alimentos, en aquellos sistemas socio-políticos complejos: las
mientos provinciales organizados por ciudades-estado
el Estado, sumerias
y de Mesopotamia y el Es-
tado Inca. Esta discusión será relevante para intro-
de bienes de prestigio y lujo, en la capital.
Los modos de redistribución pueden ducir una posibilidad
tomar la de análisis de un tercer caso:
el sistema de (como
forma de comidas o ceremonias comunales Teotihuacan.
la redistribución de chicha y comida por parte del
Estado Inca), o de sistemas de racionamiento de ali-
I. MesopotamiaEn
mentos (en las ciudades-estado sumerias). (iv yelIII milenios a.C.
primer caso, se requieren grandes espacios donde
Fue Childe
éstas tienen lugar, y en e! segundo, vasijas con(1968;
me- 1964:29-31, 1973,48) quien
delineó
didas estándard, asociadas a los lugares dela almace-
secuencia básica de premisas, a saber:
namiento dentro de las construcciones religiosas o
cívicas. que, con la "revolución urbana", el cultivo de riego
El problema más grave es quién consume
permitió los de un excedente social gran-
la extracción
bienes redistributivos, es decir, a qué sectores
de por parte del de la o del rey, y que, después de
templo
almacenar
población llega. La estrategia para atacar éste, pun-
este era canalizado tanto a la manuten-
to tendría que ser la comparación de cióncontextos
de un cierto número
de de especialistas residentes,
liberados de
producción y de uso/consumo, además de laver
producción
la de alimentos, como al
distribución espacial de las actividades intercambio de materias primas de carácter alócto-
especializa-
das que se benefician de la redistribución. no. Así, la población urbana difería en función y
Es interesante destacar que el intercambio composición de las unidades anteriores en que, a
re-
cíproco y el redistributivo frecuentemente pesar de que están
la mayoría sigue siendo campesina
acompañados por ceremonias y ritual, (cultivando
durantelas tierras
las adyacentes a la ciudad), se
cuales se distribuyen los bienes (Morris presentabanop.otras clases dedicadas a las artesanías,
cit.:
319). Es por esta razón que, es lógico al transporte,
suponeraluna intercambio, al gobierno y al cul-
relación física entre los contextos de almacena- to, mantenidos por los campesinos de la ciudad y
miento y repartición, y los santuarios y templos. de las aldeas vecinas.
En relación al comercio, si bien es difícil hallar Esta posición fue defendida también por Ribeiro
sitios formales de mercado, aún en centros urba- (1976:58), Armillas (1968:218) y Adams (1960:
nos, como Morris ha observado, el mecanismo que275). Armillas utiliza este esquema para caracteri-
nos acercaría a la comprensión de este fenómeno zar al horizonte denominado "Civilización", en
podría ser el siguiente: determinar la procedenciaque las clases gobernantes asumen la centralización
de los bienes alóctonos ("A"), hallados en un de- y la redistribución de los excedentes aportados por
terminado sitio, en asociación probable con otros los productores primarios como diezmo.
productos locales ("B"); buscar en la región de De estas ideas surge el modelo que Frank Hole
donde vienen los "A" qué tipo de productos "B"(1974) utiliza para Mesopotamia. Según dicho ar-
proceden de nuestro sitio original. Ya que el co-
queólogo, en el momento en que se torna sedenta-
mercio es un movimiento bilateral relativamente rio, el hombre sacrifica la variedad dietética y la
pacífico, esperamos hallar contextos de uso/con-movilidad (característica de la etapa de caza-reco-
sumo muy alejados de los de extracción y quizá pro- lección) en aras de una seguridad en la producción.
ducción, además de esperar fenómenos de corres- En el proceso anterior está implícito el desarrollo
pondencia cruzada, por lo menos entre dos regiones. de patrones de explotación de espectro restringido,
Por último, el tributo, siendo mono-direccional, por lo cual el hombre se ve obligado a intercambiar
no tendría contraparte en el flujo. Su carácter coer- sus productos por aquéllos que no se obtienen lo-
citivo podría estar consignado por la presencia de calmente, y el resultado será la pérdida de la auto-
arquitectura militar del grupo dominador en el do- suficiencia.
minado y/o construcciones que aseguren la canali- Hole añade que, el hecho de que el Cercano
zación eficiente de bienes. Los contextos de pro- Oriente está caracterizado por una distribución
ducción y los de uso/consumo no sólo están muy desigual de recursos, a escala macro-regional, ani-
alejados geográficamente sino que los bienes gene- mó un principio de especialización ocupacional en-
ralmente circulan en esferas restringidas. tre distintos tipos de productores de alimentos. De
Pasemos ahora a analizar los dos casos que he- este proceso se hace necesaria una organización de
mos elegido para abordar el problema de la redis- control de la producción y la redistribución (esta
tribución y su pertinencia en el estudio de la for- última, en manos de "centros redistributivos" de

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA REDISTRIBUCIÓN COMO PROCESO DE CENTRALIZACIÓN. . . 9

tipo individual -el jefe-, institucional -el templo- , de mecanismos de redistribución, además de apar-
o focal -una ciudad que presentase alguna formatar una porción destinada a la alimentación de di-
de mercado libre-). versos tipos de rebaños) como a la obtención de
Por otra parte, el proceso ulterior está determi-materias primas, especialmente a través del inter-
nado por el supuesto de que, en una economía decambio a larga distancia.
redistribución, a mayor excedente, mayor el grado 1) Aumento en la eficiencia productiva. Se ha
de estratificación, es decir, que una parte significa-dicho que, durante la era "Formativa", se estable-
tiva del plus-trabajo y del plus-producto estaría di-ció plenamente el complejo de subsistencia carac-
rigida tanto al templo (su construcción y manteni-terístico de Mesopotamia: el cultivo del trigo, ce-
miento) como a las diversas actividades que giran bada y leguminosas con bastón plantador y azada;
alrededor de la "clase" con prerrogativas especialesla pesca, la caza y la recolección: la cría de cabras
(la manutención del jefe y de su familia, la compray ovejas (además del cerdo y el ganado bovino).
de materias primas y el pago de los artesanos que Desde el período Ubaid (era "Floreciente", según
las procesan, y que están destinadas a distinguir elAdams), investigadores como el mismo Adams
rango de la familia del jefe, etc.). Hole señala que (1955:10) advierten la existencia de un nuevo pa-
este tipo de estratificación social está en íntima re-trón que consiste de un balance entre los bino-
lación con el sistema de diferenciación ocupacional. mios, a saber: el cultivo de cereales y la cría de ani-
males domésticos, por un lado, y la horticultura de
En esta línea de razonamientos, vinculados por verduras y frutas y la pesca en arroyos y canales,
relaciones de tipo causal, se advierten varios fe-por el otro. Se ha señalado también que este equili-
nómenos que, a este punto, conviene desglosar, a brio sólo fue posible por la existencia de riego que,
saber, un aumento en la eficiencia productiva, la además, permitió el sustento de una población cre-
presencia consecuente de un excedente, la concen-ciente (Childe 1968). En el período JemdetNasr, el
tración y almacenamiento de éste por parte de insti-arado hace su aparición en la escritura pictográfica
tuciones centrales, su canalización tanto a la manu- más temprana, y se ha pensado que su introducción
tención de los sectores que giran en torno a losestuvo ligada al desarrollo de los sistemas de riego.
centros de concentración (los productores inme-Pronto la operación de arar se convirtió en una ac-
diatos, los dirigentes, los artesanos, etc. por medio tividad centralizada, bajo la dirección de oficiales,

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
10 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA« 7 JULIO 1983

según los textos de Shuruppak (Dinástico


acuerdo Temprano
con las premisas generales de Kräder (1 977:
III) (Adams loe. cit.). 64) en relación a la primera etapa del "modo de
En relación al cambio de cultivo de azada a asiático":
producción cul- el hecho de que los centros
tivo de arado, Childe (1971 ) llegó a pensar que fue urbanos mantuvieron una continuidad con las al-
consecuencia de una transformación en la división deas, tanto por el hecho de no existir una separa-
del trabajo por sexo, es decir, que el primero estu- ción tajante entre producción rural y urbana, como
vo en manos de las mujeres (así como la alfarería a por el hecho de que la producción hortícola estaba
mano) y que el segundo pasó a ser una actividad destinada al consumo en los centros de población
masculina (como lo fue la producción cerámica al y en los sectores rurales.
torno). En relación a la cría de animales, se ha dicho
Por otro lado, Athens (1977:375) ha indicado que, durante la era "Floreciente", en la llanura sur,
que, en ambientes áridos y templados, podemos ha- los rebaños de cabras y ovejas eran alimentados
llar fluctuaciones severas en la producción agrícola, con pastos de ciénegas o con rastrojo durante los
relacionadas en ocasiones con el carácter cambian- meses secos. Debido al hecho de que el ganado bo-
te de las variables meteorológicas. En estas condi- vino requiere pastizales de mejor calidad y en ma-
ciones es lógico esperar elementos de intensifica- yor cantidad que los disponibles en Súmer, Adams
ción (control de pestes, fertilizantes, preparación (1966:48) ha pensado que quizá desde muy tem-
del terreno, riego, etc.) para mantener una fuente prano los rebaños fuesen objeto de centralización.
energética estable. En aras de la eficiencia en el tra- Una de las razones sería la creciente importancia
bajo, estas prácticas originan una mayor especiali- de la industria textil de la lana. En los sellos cilin-
zación en los diversos tipos de tareas agrícolas. dricos del período Jamdet Nasr aparecen represen-
Athens (Ibid. :365-66) agrega que el elemento taciones de los rebaños del templo, y las fuentes
crítico para lograr una buena cosecha es estar a escritas de períodos posteriores (por ejemplo, los
tiempo en cada uno de los pasos del proceso, es de- textos de Shuruppak) señalan que las grandes ma-
cir, superar las dificultades de tener todas las acti- nadas, sobre todo de animales de tiro (en un caso
vidades (preparación del terreno, plantación, man- se citan 9660 asnos), pertenecían al palacio y al
tenimiento y cosecha) casi al mismo tiempo. Para templo. Por otra parte, Adams (1960b:30) destaca
la Mesopotamia del Dinástico Temprano, los tex- que el papel clave que jugaba el tempo en relación
tos administrativos citan grupos de personas y sec- al control de las manadas, a finales de los períodos
tores dedicados a actividades especiales de subsis- prehistóricos y a principios del "Protoliterario",
tencia. Se ha hablado de una especial ización a nivel puede ser observado en la importancia de los pas-
de cada proceso completo de obtención de alimen- tores en las jerarquías administrativas tempranas y
tos. Otras fuentes de información más tardías, en en la presencia de los rebaños en el simbolismo y ri-
especial la serie de tabletas que ha sido denomina- tual de esos tiempos. La comunidad Bau de Lagash,
da "el almanaque del agricultor", hablan de perso- que constaba de 1 200 personas, incluía 100 pas-
nas que, de la cosecha en adelante, realizan deter- tores.
minada tarea: segar, atar los cereales, arreglar los En relación a la pesca, también entre los inte-
atados, aventar el grano, etc. (Kramer 1967:108). grantes de la comunidad Bau de Lagash encontra-
Sin embargo, Frankfort (1951:70) postula una mos a 108 pescadores que entregaban ofrendas de
idea contraria, es decir, que los agricultores no peces de tal magnitud que eran usadas para alimen-
constituían una clase separada del resto de la pobla- tar a gran parte de la fuerza de trabajo de la comu-
ción, ya que cada ciudadano (sacerdote, artesano, nidad del templo. Se ha supuesto que este patrón
etc.) era un agricultor práctico que trabajaba para ya estaba presente en Eridú desde Ubaid Tardío.
mantener a su familia y dependientes. En tiempos Adams (1966:50) señala también que existía un
de la plantación y la cosecha, todos los individuos intercambio ritualizado en que pastores y pescado-
disponibles eran empleados en el trabajo agrícola. res obtenían productos lácteos, textiles y pescado.
También Adams y Nissen (1972:31) han mencio- Por otra parte, el hecho de que el pescado entrase
nado que la evidencia de los textos de Lagash, Shu- en un circuito de redistribución lo hacía accesible
ruppak, y centros similares muestra que una gran a sectores más amplios de la población.
parte de la población urbana también participaba 2) Concentración y almacenamiento del exce-
en la agricultura y en otras actividades de subsis- dente por parte de las instituciones centrales. Si
tencia. De ser cierta esta idea, modificaría muchos bien, para el "modo de producción asiático", se
postulados sobre la división del trabajo desde la habla de la intervención económica de una autori-
"revolución urbana" en adelante, pero estaría de dad estatal que explota y dirige a las comunidades

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA REDISTRIBUCIÓN COMO PROCESO DE CENTRALIZACIÓN. . . 11

conectados con la agricultura (vehículos de rueda


y animales de carga).
Por otra parte, Adams piensa que la compleji-
dad y la diversidad de la base de subsistencia fue-
ron responsables del desarrollo de las instituciones
de la redistribución y del intercambio, mismos que
requirieron del surgimiento de alguna forma de
autoridad central.
Ya desde el período Ubaid, el templo fungía
como depósito de los excedentes del grano, leche o
pescado. Con la aparición del poder del palacio,
también el sistema centrado en el rey tuvo estas
prerrogativas. Childe (1973) hace una distinción
entre varios tipos de almacenes. En cada ciudad su-
meria estaban presentes uno o más templos estata-
les, y junto a ellos, talleres y almacenes. Sin embar-
go, como una dependencia del templo principal y
del palacio, existía un gran granero donde se acu-
mulaba el excedente para mantener a los no-pro-
ductores. Por lo tanto, debemos considerar que,
desde que se presentó por primera vez una diferen-
cia entre ciudad y poblados circundantes, fue en
el asentamiento más grande e importante donde
estaban ubicados los centros de almacenamiento
y redistribución.
3) Redistribución. Frecuentemente se ha hecho
referencia al fenómeno de la redistribución como
característico de los cacicazgos y estados tempra-
aldeanas, no se debe perder de vista la autarquía nos.
de Service (1975:207) concibe al primero como
la producción y del consumo dentro del marco
una organización de tipo teocrático, en la cual el
de la aldea (Chesneaux 1 965:1 0-1 1 ). templo, además de servir de escenario para las ac-
Sin embargo, los autores de quienes nos ocupa-tividades de culto, es un foco de almacenamiento
mos en este capítulo han puesto especial énfasis yenun centro redistributivo. Este tipo de organiza-
ción comenzaría durante el período Ubaid. Para el
el hecho de que una de las características de Meso-
potamia es que, incluso desde la era "Formativa",período Uruk, los administradores del templo con-
centran los alimentos, almacenan y redistribuyen
se producía regularmente un excedente social (Chil-
de 1973:45), y una parte de la producción de manufacturas
ali- y materias primas, y además están
encargados del intercambio con grupos extranje-
mentos estaba dirigida a la clase gobernante (Ste-
ward 1972:192). Para el Dinástico Temprano, si Para el Dinástico Temprano, là institución de
ros.
la redistribución parece transformarse, cuando el
bien no hay cambios en los patrones básicos de sub-
sistencia, Adams (1955:13) observa una mayor ra- poder se desplaza hacia esferas pol íticas de carác-
ter secular, es decir, el palacio se constituye en una
cionalidad en los métodos de abastecimiento y pro-
esfera alternativa de redistribución.
ducción, bajo el control del templo y del palacio.
Childe proponía que, cuando el excedente so- Según Service, las circunstancias que favorecen
cial aumenta considerablemente, se requiere delalaredistribución son aquéllas que crean un número
de especializaciones debidas a la variedad de nichos
reorganización de la sociedad. Sin embargo, a jui-
cio de Adams (1966:46) no se puede hablar de ecológicos locales y a una división del trabajo basa-
da en esfuerzos de colaboración. Este sería el esce-
"excedente social" sin relacionar éste al complejo
institucional que hizo posible su existencia,nario su de las "teocracias". Sin embargo, al crecer la
concentración y su uso como instrumento de ex- sociedad, se hace patente el surgimiento de una
pansión de la sociedad. Agrega que la acumulación
aristocracia con rangos ordenados jerárquicamente
de los excedentes fue facilitada por nuevos elemen-
y es en este momento que el sistema de redistribu-
tos en la tecnología del transporte, que no estaban
ción sufre una primera transformación al adquirir

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
12 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983

nuevas funciones, como el intercambio odos, que aparecen en ocasiones en los almacene
la articu-
lación con la guerra con el extranjero. en las inmediaciones de los templos. Uno de
Por otra parte, Fried (1974:30-31) ha ejemplos
señaladomás claros es el del templo de Arslant
que el paso de sociedades igualitarias a jerarquiza-Oriental, de principios del tercer mile
Turquía
das está marcado por el dominio de la a. C. (Espinosa y Manzanilla, en prensa), en el
economía
existen ventanas que comunican al santuario con
redistributiva sobre una red de grupos emparenta-
dos. Cuando son varios los asentamientos almacenes
relacio- y en éstos se hallaron los cuencos pr
nados a través de estos lazos, la red distributivaEl hecho interesante es que este tipo
samente.
vasijas
tiene el efecto de diversificar la subsistencia se encuentra ampliamente distribuid
y apor-
tar medidas de seguridad contra factoresque contamos con ejemplos a todo lo largo de M
adversos.
Así, las personas encargadas de esta laborsopotamia,
gozan de en el Khuzistan, en Siria y en Turq
Oriental. Por lo tanto, queda abierto el problem
una posición social respaldada por una autoridad
familiar y sagrada, desprovista de poder de los mecanismos por los cuales se implant
político.
mismo
Webster (1975:465) comparte esta posición, aun- patrón en todas estas regiones.
Para las
que cambiando los términos. Al hablar sobre tiempos históricos, durante el Dinást
circunstancias en que la guerra facilitó el Temprano,
desarrollo contamos con tabletas que enlistas
ciones de alimentos y otros artículos. Frankfor
de instituciones estatales, señala que la variabilidad
en los recursos básicos (tierra y agua) provoca unalas raciones que partían de los almace
ñala que
del templo estaban destinadas a los ciudadanos
estratificación económica incipiente y el desarrollo
de patrones de redistribución económica,prestaban
tan fun- trabajo comunal, a los sacerdotes y
damentales en las sociedades jerarquizadas.cionarios
Por otra y a los artesanos. Por otra parte, una
ción del
parte, en el momento de tránsito del cacicazgo ai grano era guardada para servir como s
lla para
Estado, al conquistar territorios marginales, ingre- las cosechas futuras; otra porción de ce
san a la "riqueza" bienes productivos, por estaba destinada a la alimentación de ovejas, ga
lo que
es necesario redimensionar ésta. Ya que eldo bovino
jefe de- y asnos; otra más era canalizada a la
riva su acceso limitado a la "fuerza" de susvecería,
activi- la panadería y la cocina del templo.
último,
dades de redistribución, mismas que refuerzan una parte era intercambiada por elem
con-
tinuamente su autoridad y apoyo político, tos alóctonos.
se ve
obligado a redistribuir las tierras entre sus Sin embargo, los almacenes del templo alber
parien-
ban algo más que cebada. Frankfort cita los sig
tes (exagerando así los procesos de estratificación
tes
social) y entre los caciques locales. En este artículos para casos como el de Khafajah: g
momen-
to comienza también otra transformación no, semillas de ajonjolí, cebollas y otros veget
dentro
del fenómeno de la redistribución. dátiles, cerveza, vino, pescado seco o salado, g
lana, pieles, grandes cantidades de juncos, mad
En Mesopotamia, durante el período "Protolite-
asfalto,sa-
rario" (Uruk tardío y Jemdet Nasr), el recinto mármol, diorita y herramientas (1951
En relación al Dinástico Temprano, existe
grado de Eannaen Uru k-Warka proporcionaba una
controversia
ración diaria de cerveza y pan a 50 individuos. Otros sobre el grado al que el templo c
trolaba
textos registraran raciones de cebada y pescado. la economía. Según Hole (1974:274)
Por
templo era responsable de la dirección de la
lo tanto, los patrones redistribua vos, administrados
ducción
centralmente, que vemos, por ejemplo, en el archivo y de la redistribución, pero sus repre
tantes carecían de influencia política. El con
de la comunidad Bau de Lagash de siglos posterio-
político
res, ya estaban establecidos. Más tarde, dichos estaba en manos de figuras como el en
pa-
trones fueron adoptados para propósitos luga/, o el ensL
adminis-
La importancia
trativos del palacio o de las "haciendas" privadas de la redistribución puede v
incluso en las razones por las que se rechaza id
(Adams 1966:128). Su permanencia estuvo asegu-
rada por la complementation de recursoslógicamente
alimen- a los grupos nómadas. Era de acep
ción general que la ciudad constituía la única o
ticios de diverso origen y por la especialización
ocupacional que engendraron. nización comunal viable y una de sus caracterís
Desde Uruk tardío, hallamos numerosos primordiales
ejem- era el sistema de almacenamient
plos de cuencos troncocónicos (cuencos conproductos
borde agrícolas, que formaba la base del s
biselado, cuencos con desgrasante de paja ma. a Por
mano lo tanto, los invasores nómadas y los h
o al torno, tazas cónicas) de dimensiones relativa- la Cordillera de los Zagros eran desp
tantes de
mente constantes, elaborados en masa, ciables pues carecían de las cualidades de la ge
utilizados
como medios de racionamiento de alimentos "civilizada",
sóli- especialmente en lo referente al c

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA REDISTRIBUCIÓN COMO PROCESO DE CENTRALIZACIÓN. . . 13

dado de los muertos y a la voluntad de someterse piélago vertical es correcto, éste podría estar suge-
a un gobierno organizado (Oppenheim 1 968:1 1 2). rido por una distribución de estilos cerámicos que
revelen un patrón de interdigitación diferente del
que uno podría predecir del intercambio comercial
ILEI Estado Inca (Morrs 1978:318).
Uno esperaría que en todos los sitios del "archi-
Hacia 1 500 d.C, en el Tawantinsuyu coexistíanpiélago vertical" pertenecientes a la misma etnia se
-en íntima articulación- dos sistemas de produc- presentasen conjuntos más o menos similares de
ción, de circulación de bienes y de acceso a la tierra,
productos diversificados, además de ciertos rasgos
mismos que Murra (1975:26) ha definido como el que los distinguiesen de otras etnias.
de los grupos étnicos locales (y sus ayllu) y el del La base que sustenta la reciprocidad al interior
Estado. Analicemos brevemente cada uno. del ayllu está dada, según Alberti y Mayer (1974:
A) El sistema de los grupos étnicos locales. Cada 1 5), por la posesión en común de la tierra, explota-
grupo étnico, fuese pequeño o grande, trataba de da en forma comunal en los pastizales y en las zonas
controlar y abarcar la mayor cantidad de pisos eco- de producción especializada, y en forma familiar,en
lógicos, mediante colonias permanentes, lo que de- las de cultivo de subsistencia. Entre parientes cer-
terminó ". . .un patrón de asentamiento y de con- canos, la reciprocidad en las relaciones de produc-
trol vertical cuya distribución fue probablemente ción y distribución es generalizada.
pan-andina" (lbdi.:50). Según Murra estosería re- "Las prestaciones que se intercambian son con-
flejo de una tendencia hacia la auto-suficiencia en tabilizadas para ser devueltas en la misma forma y
una región con marcadas diferencias ecológicas. cantidad". [Ibid.: 16).
Las fuentes escritas mencionan relaciones de re- Murra ha sugerido que este patrón puede ser pre-
ciprocidad, más que de comercio, como el meca- incaico, y constituye una característica básica de la
nismo de intercambio que liga económicamente a economía andina.
las diversas colonias (Morris 1 978:31 7-1 8). B) El sistema estatal. Alberti y Mayer (op. cit.:
En el "control vertical" están implicadas activi- 15) señalan lo siguiente:
dades como el cultivo tanto de plantas tradiciona-
les (tubérculos) como estatales (maíz), el pastoreo, "Asi, mientras que los miembros de las comu-
la extracción de sal y madera, la recolección de nidades rurales (o ayllu), unidos por vínculos de
moluscos marinos, etc. En varios casos, como en parentesco, entran en relaciones de producción, el
las salinas y los bosques, "etnias" diversas explotan Estado Inca se vincula con ellos por medio de la re-
ambientes contiguos, sin establecer relaciones en- ciprocidad asimétrica y la redistribución. El Inca,
tre sí. como centro de convergencia y de emergencia de
Las unidades sociales pueden ser pequeñas (un toda actividad en el mundo andino, recibe de sus
núcleo serrano de población y colonias a 3 o 4 días súbditos prestaciones de trabajo en las tierras di-
de distancia, en la puna o en los valles intermonta- rectamente controladas por él; les retribuye asegu-
nos) o grandes, como el reino aymara de los lupaqa rando la paz del imperio, redistribuyendo produc-
(cuyas colonias están a 10 o 15 días de distancia tos en casos de necesidad, cumpliendo funciones
en la costa y en la montaña). religiosas, etc."
Es necesario recalcar que no existe flujo de bie- Segúg Murra (op. cit.), en los Andes serranos, el
nes entre las etnias mismas, hecho que explica la maíz era un cultivo estatal, dirigido a la producción
ausencia de menciones de comercio o mercaderes de chicha con fines ceremoniales y de hospitalidad.
en las fuentes del siglo XVI. El Estado Inca puso mucho esfuerzo para asegurar
A nivel arqueológico, Morris propone que la dis-la propagación y cosecha de maíz en la sierra, fe-
tribución de restos de fauna y flora en los sitios re-nómeno que puede ser palpado en los grandes sis-
flejarían las distintas zonas a las que tienen accesotemas de riego, eran las regiones más productivas
los ocupantes de éstos. Por ejemplo, el hecho deen maíz. Antes del advenimiento del Tawantinsuyu,
hallar papa, lana y elementos altiplánicos en una el reino lupaqa del altiplano había instalado colo-
comunidad de la costa sería una base para pensar nias en los valles de la costa para controlar el sumi-
en el modelo del control vertical de que habla Mu-nistro de maíz (Ibid.: 55).
rra. Sin embargo, no sería suficiente. Murra ha insistido también en que el almacena-
Morris agrega que la cerámica podría ser la clavemiento y redistribución de cereales son preocupa-
para la identificación de unidades socio-políticas ciones estatales en cualquier parte del mundo, pero
significativas en los Andes. Si el modelo del archi-que en el Tawantinsuyu existen muchos factores

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
14 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983

que los convierten en una necesidad nuco


primordial.
Pampa la producción cerámica está altamente
Por ejemplo, podemos citar la falta estandarizada
de grandes y parece haber sido producida para
el Estado.
mercados, la vasta jerarquía burocrática y eclesiás-
tica, la mano de obra para trabajos públicos,
Las dosade-
grandes plazas cerca del sector público
de este
más del ejército. Según algunos cronistas, losasentamiento
alma- parecen haber estado impli-
cadas en lapara
cenes estatales también constituían reservas redistribución de chicha. Las excavacio-
hacer frente a heladas y sequías (Murranesop.
en c/f.;39).
las construcciones que bordean estos espa-
La mayor parte de lo almacenado se cioscanalizaba
indican que una de las plazas era usada para la
donde la autoridad creía conveniente. preparación de alimentos y chicha en grandes can-
En Huánuco Pampa, donde se realizaron inves-
tidades, ya que se encontraron toneladas de ollas
tigaciones etnohistóricas y arqueológicas conjun-
de cerámica. La otra parece haber sido empleada
tas, se hallaron 497 almacenes, particularmente
para servir losde
alimentos. Ambas cubren una exten-
sión de 2.5 hectáreas.
alimentos, cuya construcción y administración pa-
recen haber sido controladas por el Estado (Morris
Las aldeas que circundan la capital provincial de
op. C/Í./321). Estos almacenes eran usados para abastecieron a ésta de bienes y
Huánuco Pampa
mantener a la población que vivía en la
deciudad.
fuerza deNo
trabajo. La cerámica estatal se halla
habían evidencias de bienes de lujo, concentrada
mismos solamente
que en aquellas aldeas, como la
podrían haber pertenecido a otro circuito de (residencia
de Ichu inter- de un cacique Chupaychu), en
cambio que desembocaba en Cuzco, como Morris
la que existía una relación políticamente impor-
sugiere. tante con el cacicazgo local (Morris loe. cit.).
En este mismo sitio también se excavó un con- Craig Morris ha llegado a la conclusión de que la
junto de 40 talleres y 1 0 construcciones relaciona- base para el extraordinario crecimiento del Tawan-
das, rodeados por un muro. Estaba destinado a la tinsuyu yace en que muchos aspectos de la econo-
producción de tejidos y de chicha (bebida ritual de mía estaban enraizados en la organización socio-
maíz fermentado). La producción textil era un ele- política, aun cuando la estructura de la autoridad
mento clave de relaciones recíprocas entre el Inca se tornó crecientemente secular, militarista y cen-
(el Estado) y la gente de las comunidades. Por otra tralizada {op. cit.: 324). Las ciudades administrati-
parte, Morris {loe. cit.) ha observado que en Huá- vas de las provincias, enlazadas por una extensa red

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA REDISTRIBUCIÓN COMO PROCESO DE CENTRALIZACIÓN. . . 15

de caminos, eran parte de una vasta economía esta- Formativo mesoamericano. El tipo de organización
tal sin mercados. que está vinculado con este sistema es el del "clan
La circulación principal fue más bien de mano cónico", en que los diversos linajes están dispues-
de obra que de bienes, tanto a nivel del "control tos en una pirámide jerárquica (Kirchhoff 1965).
vertical" de diferentes nichos por parte de una mis- b) Un sistema de mercado regional, en el que
ma comunidad, como del trabajo obligatorio y ro- los productores van a centros específicos a trocar
tatorio {mit'a) que cada comunidad mandaba al sus excedentes por otros bienes. Inexistente en el
Estado Inca. Perú y apenas esbozado en la época del Dinástico
Con la desaparición del Estado incaico, desapa- Temprano de Súmer, proponemos que, en Meso-
recen también la redistribución estatal y la comple- américa, éste es un desarrollo que quizá cobró auge
mentación vertical de la economía andina. La reci- con la desaparición de las instituciones fuertemente
procidad es substituida por la explotación colonial, centralizadoras del Horizonte Clásico. Quisiéramos
y el surgimiento de la monetarización del tributo señalar, aguisa de nota, que nos estamos refiriendo
inicia la desestructuración de la sociedad andina al sistema que en tiempos mexicas correspon de al
(Alberti y Mayer op. c/í.:19). tianquiztli, ya que el pochtecáyotl es un fenómeno
de otra índole, y debe ser considerado un fenóme-
no vinculado al sistema tributario.
III. Discusión
2. Modelo de "control vertical" de pisos altitu-
En una fase formativa de los sistemas antes dinales. Ya hemos expuesto las características de
mencionados observamos varias posibilidades, queeste modelo, propuesto por Murra para analizar la
podemos dividir según el siguiente esquema: economía andina tradicional, dominada por rela-
ciones recíprocas.
A) Zonas con gran diversidad ecológica (como Esta segunda alternativa marcaría una tendencia
el Altiplano Mexicano o la región de los Andes). hacia la auto-suficiencia económica, mientras que
Las alternativas de explotación de recursos se-del primer modelo se desprenden procesos de espe-
rían las siguientes: cialización productiva y, por ende, decomplemen-
tación.
1. Modelo de "simbiosis económica". Este mo-
delo, propuesto originalmente por William Sanders B) Zonas de recursos limitados y relativamente
(1968:100), implica que una región con recursos homogéneos (como la llanura sur de Mesopotamia
diversificados es explotada por una serie de comu- y las Tierras Bajas Mayas). Para estos casos tendría-
nidades especializadas a nivel productivo, y que es- mos el desarrollo de la redistribución asimétrica
tán en estrecha interdependencia socio-económica. que permite a instituciones como el templo, espe-
Se presupone, pues, el surgimiento de un centro de cialmente en la Mesopotamia proto-histórica, con-
distribución al que acudirán los productores de las centrar la producción exceden tari a de grano para
distintas aldeas para obtener aquellos bienes que mantener a sus especialistas y para asegurar el abas-
no producen directamente. tecimiento de materias primas alóctonas, algunas
Si bien este modelo fue propuesto para la Cuen- básicas para la producción, por medio de emisarios
ca de México, durante el Formativo, otros arqueó- que entran en redes de intercambio a larga distancia
logos como Kent Flannery lo han aplicado a regio- con grupos más cercanos a los yacimientos (que,
nes como el valle de Oaxaca durante el Formativo en el caso del Cercano Oriente, se encuentran en
Medio, en que el sitio de San José Mogote fungía Irán, Anatolia, Siria y Palestina). Estas materias
como captador de la producción diversificada de pueden canalizarse a la producción de instrumen-
las aldeas circundantes, además de proporcionar tos de trabajo, así como de armas y bienes de pres-
una serie de artesanías especializadas al sistema. tigio. Las herramientas pueden ingresar al circuito
De esta situación inicial se pueden desarrollar de la redistribución, como hemos indicado para el
dos alternativas, según Flannery y Coe (1972:274): caso del templo de Khafajah, mientras que los últi-
mos podrían circular en esferas restringidas.
a) Un sistema de redistribución circular, en el Flannery y Coe (op. cit.: 279) han aplicado este
que un centro acumulativo local capta bienes di- modelo a las Tierras Bajas Mayas. El maíz produci-
versificados, que posteriormente serán redistribui- do por los agricultores es canalizado al centro re-
dos a las aldeas de la red. Flannery y Coe conside- gional, no para la redistribución de linajes de pro-
ran esta alternativa pertinente a la información del ductores de alimentos en otras áreas, sino a linajes

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
16 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983

implicados en proporcional servicios: do canteros, la- existentes al interior de


patrones ya
pidarios, burócratas, artesanos, etc.dades).
Recordemos
El curaca
el (cacique local) fungió co
caso de los Oudh, en la India. Podemoslo entresuponer
el Estado y los ayllu.
también que los proructos inexistentes Para
en épocas
el área preincaicas consideramo
fuesen obtenidos por emisarios de lahuanaco pudo
élite que muy iniciar la expansión del con
cal hasta zonas costeras, no sólo para obt
pronto pudieron convertirse en comerciantes.
De cada una de estas condiciones iniciales
sos marinos,po-
sino para expander las áreas
drían derivarse las siguientes líneas de
de maíz.
transforma-
ción: Siendo el caso inca un caso de "estado secunda-
rio", es a través del estudio de casos como Tiahua-
A1 . El modelo de simbiosis económica
naco que del Cen-
podríamos vislumbrar el origen de este
tro de México pasó de una etapa de sistema.
escala Por local, al
desgracia, las investigaciones referen-
tes a regional
desarrollo de la centralización a escala esta época no se han abordado con estas pers-
(in-
cluyendo toda la Cuenca de México). pectivas. Podemos
pensar que Teotihuacan pudo originarse B. En como
relación a un
Mesopotamia, podemos iniciar
la secuencia en los
gran centro redistribuidor de la producción de sistemas
la de redistribución circu-
cuenca. Aprovechando su función de lar centro
del norte dereli-
Mesopotamia, durante tiempos neo-
líticos, quizá controlados
gioso, la teocracia podría haber concentrado la por el consejo de ancia-
nos, acomo
producción excedentaria y canalizarla losen el caso de los Gouro. Sin embargo,
diver-
con la expansión de los asentamientos a la llanura
sos especialistas, en un sistema de redistribución
sur se inician los sistemas
asimétrica. Sin embargo, a nivel macro-regional, no de redistribución asimé-
trica
es remota la posibilidad de que sitios controlados
como Kami- por el templo. Si bien los órganos
de decisión
naljuyú fuesen colonias teotihuacanas "aldeestilo
la comunidad, como el consejo de
andino", dedicadas a la concentración ancianos y la asamblea
de bienes in- de ciudadanos, están pre-
existentes en la Cuenca de México. sentes a nivel local, el templo funge como una ins-
titución que coordina la labor de especialistas de
El modelo hidráulico propuesto originalmente
diversas índoles,
por Sanders para explicar el surgimiento que sólo pueden deber su existen-
de Teoti-
huacan, a través de la intensificacióncia de
a la la
redistribución.
produc- La autoridad política y el
ción por medio del riego, con el fincontrol económico están
de alimentar a separados.
A fines del tercer
una población enorme, podría ser contrastado con-milenio a.C. surge otro polo de
tra la posibilidad de que Teotihuacanpoder, fundamentalmente
fungiese como político en sus inicios,
centrado en elde
centralizador de la producción diversificada palacio.
la Pronto, esta institución
Cuenca de México. La expansión capta en la un circuito
escalapropio de de centralización y alma-
cenamiento dede
control de recursos permitiría una afluencia bienes
bie-(que no revierte a la comuni-
nes más variada y extensa. dad), y a la larga, centraliza las esferas de decisión
política,
Debido a la inexistencia de indicadores de elimina
coer- la participación de la asamblea
ción y uso de la fuerza, en las zonaspara
de laproducción,
elección de los cargos más importantes, y
descartamos la proposición de algunos restringe el poder a una familia que pronto adqui-
investigado-
res en el sentido de que Teotihuacan rióyaprerrogativas
era un es- divinas. Además los botines de
tado tributario. guerra y la apropiación de sectores marginales dan
un nuevo contenido
Al desintegrarse el patrón de centralización dela la riqueza. Templo y palacio
Clásico del altiplano, prolifera, por coexisten
un lado, y compiten
el des- por bienes y tierras.
arrollo del sistema de mercado, ademásEstos de fenómenos
que se ini- internos quizá restaron fuerza
cia el patrón tributario, reemplazandoa la posibilidad
al sistema de expansión
de de las ciudades-esta-
do, ael
redistribución, y por el otro, se inicia pesar de que el surgimiento
comercio a de la tecnología
del bronce y de la rueda
larga distancia de los pochteca, en substitución al ya habían permeado hasta
patrón teotihuacano de colonización. las esferas políticas. Es
El hecho desólo hasta la invasión aca-
que estos desarrollos estén centrados dia que
en contamos
el palacio,con un ejemplo de Estado terri-
y ya no en el templo, no es una mera toria, multi-étnico, basado en la enajenación siste-
casualidad.
A2. El modelo de "control vertical" mática
dey las
coercitiva
co- del excedente de las provincias.
munidades andinas hubiese derivado en De un modelo de simbiosis económica y de es-
unidades
pecialización
socio-políticas regionales, a no ser por inter-comunal bien pueden surgir asen-
la superposi-
tamientos
ción del sistema redistributivo estatal incaico, urbanosy tan
su grandes, como Teotihuacan,
al expander(siguien-
control sistemático de la fuerza de trabajo la escala del modelo original, y conver-

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
LA REDISTRIBUCIÓN COMO PROCESO DE CENTRALIZACIÓN. . . 17

tirse en capitales. Por otro lado, de un modelo rela-


Chesneaux, Jean
tivo a áreas de recursos relativamente homogéneos 1 965 "El Modo de Producción Asiático"; [Histo-
emergen varias entidades semejantes entre sí (ciu- ria y Sociedad núm. 2, verano); Ediciones
dades-estado sumerias, centros mayas) que, a nivel Historia y Sociedad; México, pp, 1-24.
político, son independientes, y a lo sumo llegan aChilde, V. Gordon
constituir confederaciones de carácter temporal. 1964 Evolución Social; (Problemas Científicos y
Es en la redistribución asimétrica que encontra- Filosóficos 29); UNAM; México.
mos el embrión de todos estos desarrollos, a pesar 1 968 Nacimiento de las Civilizaciones Orientales;
de que, dependiendo de los recursos disponibles y (Historia Ciencia y Sociedad 31); Ediciones
la organización económica que hace frente a su apro- Península; Barcelona.
piación, podemos tener líneas un tanto divergentes.Childe, V. Gordon
1971 Lor Orígenes de la Civilización; (Breviarios
92); Fondo de Cultura Económica; México.
BIBLIOGRAFIA 1973 "The Urban Revolution"; en Leone, Mark
P. (ed.): Contemporary Archaelogy; Soy-
Adams, Robert McC. thern Illinois University Press; Car bon dale,
1955 "Developmental Stages in Ancient Mesopo- pp. 43-51.
tamia"; reprinted from Steward, Julian H.
Espinosa, Guillermo y Linda Manzanilla
(ed.): Irrigation Civilizations. A Comparati-
en prensa
ve Study; Pan American Union; Washington, "Consideraciones en torno a la capacidad
pp. 6-1 8. de los cuencos troncocónicos de Arslantepé,
1960 "Early Civilizations, Subsistence and Envi- Turquía Oriental (Período VIA, Bronce
ronment"; en Kraeling. Carl H. and Robert Antiguo I), {Quaderni della Ricerca Scien-
M. Adams (eds.): City Invencible. A Sym- tifica): CNR: Roma.
posium on Urbanization and Cultural De- Flannery, Kent V. and Michael D. Coe
velopment in the Ancient Near East; The 1972 "Social and Economie Systems in Formati-
University of Chicago Press; Chicago, pp. ve Mesoamerica"; en Binford, Sally R. y
269-295. Lewis R. Binford: New Perspectives in
1960b "Factors influencing the rise of Civilization Archeology; Aldine Publishing Co.; Chica-
in the alluvium: illustrated by Mesopota- go, pp. 267-283.
mia"; En Kraeling op. cit: pp. 24-34. Frankfort, Henri
Adams, Robert McC. and Hans J. Nissen 1 951 The Birth of Civilization in the Near East;
1972 The Uruk Countryside. The Natural Sett- Doubleday and Co.; New York.
ing of Urban Societies; The University of Fried, Morton H.
Chicago Press; Chicago. 1974 "On the evolution of social stratification
Alberti, Giorgio y Enrique Mayer (compiladores) and the State"; en Lamberg-Karlovsky, C.
C. and Jeremy A. Sabloff (eds.): The Rise
and Fall of Civilizations. Modern Archaeo-
1974 Reciprocidad e Intercambio en los Andes logical Approaches to Ancient Cultures:
Peruanos; (Perú Problema núm. 12); Insti- ^elected Readins; Cumings Publishing Co.;
tuto de Estudios Peruanos; Lima. Menlo Park, pp. 26-40.
Armillas, Pedro Gelb, I. J.
1968 "Urban Revolution: the Concept of Civili- 1 964 "The ancient Mesopotamian ration system";
zation", reprinted from the International [Journal of Near Eastern Studies vol. 24,
Encyclopedia of the Social Sciences; The num. 3, July); University of Chicago Press;
MacMillan Company and the Free Press; Chicago, pp. 231-43.
pp. 21 8-21. Gray, Robert F.
Athens, J. Stephen 1964 "Sonjo lineage structure and property"; en
1 977 "1 0. Theory Building and the Study of Evo- Gray, Robert F. and P. H. Gulliver (eds.):
lutionary Process in Complex Society"; en The Family Estate in Africa. Studies in the
Binford, Lewis R. (ed.): For Theory Build- Role of Property in Family Structure and
ing in Archaeology; (Studies in Archeology); Lineage Continuity; Rourledge and Kegan
Academic Press; New York, pp. 353-384. Paul; London, pp. 231-292.

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
18 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA« 7 JULIO 1983

Hole, Frank Civilization; The University of Chicago


1 974 "Investigating the Origins of Mesopotamian Press ¿Chicago.
Civilization*'; en Lamberg-Karlovsky, C. C. Pi res- Ferreira, Jane W. and Kent V. Flannery
and Jeremy A. Sabloff (eds.): The Rise and 1976 "Ethnographic Models for Formative Ex-
Fall of Civilizations. Moderns Archaeologi- change"; en Flannery, Kent V. (ed.): The
cal Approaches to Ancient Cultures; Selec- Early Mesoamer/can Village; (Studies in Ar-
ted Readings; Cummings Pub. Co.; Menlo cheology); Academic Press; New York, pp.
Park, pp. 269-281. 286-92.
Kirchhoff, Paul Polanyi, Karl
1965 "The Principles of Clanship in Human So- 1976 "Capítulo Xlll. La economía como activi-
ciety"; (reprinted from Davidson Journal dad institucionalizada"; en Polanyi, Karl et
of Anthropology vol. 1, summer); the Da- al. (eds.): Comercio y Mercado en los Im-
vidson Anthropological Society, pp. 1-10. perios Antiguos; (Monografías Labor Uni-
Kräder, Lawrence versitaria); Editorial Labor; Barcelona, pp.
1977 On the History of Civil Society and the Sta- 289-315.
te; (apuntes inéditos sobre el curso del mis- Ribeiro, Darcy
mo nombre); CIS-INAH; México. 1976 El Proceso Civilizatorio (de la Revolución
Kramer, bamuel Noah Agrícola a la Termonuclear); Editorial Ex-
1967 The Sumerians. Their history, culture and temporáneos; México.
character; The University of Chicago Press; Sanders, William T.
Chicago. 1968 "Hydraulic Agriculture, Economic Symbio-
Meillassoux, Claude sis and the Evolution of State in Central
1974 Anthropologie Économique des Gouro de Mexico"; en Meggers, Betty (ed.): Anthro-
Côte d'Ivoire. Del l 'économie de subsistance pological Archeology in the Americas; The
a l'agriculture commerciale; (Le Monde Anthropological Society of Washington;
d'Outre-Mer, Passé et Présent, Première Sé- Brooklyn, pp. 88-107.
rie, Etudes XXVII ); Mouton; Paris. Service, El man R.
Morris, Craig 1 975 Origins of the State and CMIization. The
1978 "Chapter 13. The Archeological Study of Process of Cultural Evolution; W. W. Nor-
Andean Exchange Systems"; en Redman, ton and Co.; New York.
Charles L. et al. (eds.): Social Archeology. Steward, Julian H .
Beyond Subsistence and Dating; (Studies in 1972 "11. Developmet of Complex Societies:
Archeology; Academic Press; New York, Cultural Causality and Law. A Trial For-
pp. 31 5-327. mulation of the Developmet of Early Civi-
Murra, John V. lizations"; Theory of Culture Change; Uni-
1975 Formaciones económicas y políticas del versity of Illinois Press; Urbana, pp. 178-
mundo andino; (Historia Andina núm. 3); 209.
Instituto de Estudios Peruanos, Lima. Webster, David
Neale, Walter C. 1 975 "Warfare and the Evolution of the State: A
1971 "XI. Reciprocity and Redistribution in the Reconsideration" (American Antiquity vol.
Indian Village: Sequel to Some Notable Dis- 40, num. 4, October); Society for American
cussions"; en Polanyi, Karl etal. (eds.): Tra- Archaeology; Washington, pp. 464-470.
de and Market In the Early Empires. Eco- Wright, Henry T.
nomies in History and Theory; A Gateway 1 969 The A d ministration of Rural Production In
Edition; Chicago; pp.21 8-236. an Early Mesopotamian Town; (Anthropo-
Oppenheim, A. L. logical Papers num. 38); Museum of An-
1968 Ancient Mesopotamia. Portrait of a Dead thropology, University of Michigan; Ann
Arbor.

This content downloaded from 187.214.239.145 on Tue, 15 Oct 2019 03:58:09 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms

Вам также может понравиться