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En EPA, la falla del VI produce transmisión retrógrada de presión con acumulación de líquido en el capilar
pulmonar, luego en intersticio y finalmente produce congestión alveolar. Disminuye la capacidad respiratoria
funcional, se neutraliza el surfactante, disminuye la compliance pulmonar aumentando el trabajo respiratorio. El
paciente debe producir una presión pleural más negativa, lo que aumenta la postcarga y se produce un círculo
vicioso que lleva a fatiga, acidosis respiratoria, disfunción sistólica y caída del GC.
La aplicación de presión positiva a través de VMI o VMNI produce un aumento de la presión extrínseca,
disminuyendo la Ptm. Así, disminuye el retorno venoso del atrio derecho y el VFDVD. Aumenta la postcarga del
VD (circulación pulmonar), disminuyendo el flujo transpulmonar y por lo tanto la precarga del VI. También disminuye
la postcarga del VI, pudiendo incluso mejorar el gasto cardíaco. Todos estos efectos son muy favorables en
pacientes con EPA.
Otros efectos beneficiosos de la presión positiva son: disminuir el trabajo respiratorio, aumentar el transporte de
O2 a otros órganos y disminuir la demanda metabólica de O2 al descansar los músculos respiratorios. La
mantención de una presión positiva al final de la espiración produce reclutamiento alveolar aumentando la
capacidad respiratoria funcional.
Por otra parte, los efectos hemodinámicos descritos previamente pueden ser deletéreos en pacientes con falla del
ventrículo derecho o hipovolemia. El efecto sobre la resistencia vascular pulmonar puede ser bidireccional: puede
disminuir al disminuir la vasoconstricción hipóxica, pero al sobredistender alvéolos puede comprimir vasos
sanguíneos aumentando la resistencia llevando a hipertensión pulmonar y falla del VD; por otro lado, en
hipovolemia la reducción del retorno venoso puede producir una mayor caída del gasto cardíaco.
La guía ESC 2016 recomienda con grado IIa y nivel de evidencia B considerar VMNI en pacientes con EPA que
presentan dificultad respiratoria, FR>25 y/o Sat<90%, debiendo ser iniciada precozmente. Se recomienda tanto
CPAP como BPAP, prefiriendo CPAP en prehospitalario y BPAP en pacientes con hipercapnia. Considerar
intubación (grado I) en pacientes con PaO2<60, CO2>50, pH<7,35 que no pueden ser manejados o no responden
de forma no invasiva.
CPAP vs BPAP: En general las comparaciones son estadísticamente significativas al evaluar CPAP vs terapia
estándar, pero no BPAP vs terapia estándar. Sin embargo, los estudios que comparan CPAP vs BPAP (ej: Li 2013)
no encuentran diferencias entre ellos en cuanto a mortalidad, intubación, IAM ni estadía hospitalaria, por lo que
probablemente la falta de evidencia para BPAP se deba a menor cantidad de estudios. Algunos sugieren que
BPAP es más efectivo para aliviar la fatiga respiratoria y reducir la carga de los músculos inspiratorios.
Presiones:
-IPAP (presión inspiratoria positiva de vía aérea): provee asistencia inspiratoria a los músculos respiratorios,
permitiendo su descanso; aumenta volumen corriente y ventilación minuto.
-EPAP (o PEEP; presión espiratoria positiva de vía aérea, o presión positiva de fin de espiración): disminuye el
trabajo respiratorio al contrarrestar el PEEP intrínseco; lleva a los pulmones a una zona más complaciente de la
curva presión-volumen, limita hiperinsuflación dinámica. Disminuye atelectasias y aumenta CRF. Mejora
oxigenación.
Ambas presiones producen el efecto hemodinámico descrito previamente.
La ventilación binivel entrega IPAP y EPAP (o presión de soporte, que corresponde a la resta entre IPAP y EPAP,
la cual se relaciona directamente con el volumen corriente) y está indicada en la falla respiratoria hipercápnica e
hipoxémica, como el EPOC; la CPAP entrega durante todo el ciclo respiratorio un solo nivel de presión positiva
continua sobre la cual el paciente ventila espontáneamente, siendo útil para falla respiratoria hipoxémica como
EPA, pero no en casos de hipercapnia ya que no aumenta la ventilación.
Parámetros a ajustar:
-Gatillo o trigger: esfuerzo requerido para iniciar la ventilación (inspiración). Puede
ser por flujo (cambio de flujo detectado por el ventilador en una corriente de aire que
circula) o por presión (presión negativa ejercida por el paciente). Se programa la
sensibilidad del gatillo: mientras más sensible, se requiere menor esfuerzo.
-Ciclado: inicio de espiración. Puede ser por flujo o por tiempo. Se relaciona
intrínsecamente con el tiempo inspiratorio y con la relación inspiración:espiración.
En enfermedades obstructivas se recomienda relación cercana a 1:3 para disminuir
la hiperinsuflación; en hipoxemia pura 1:2.
-Rise time: velocidad de presurización de la vía aérea, tiempo entre gatillo y alcanzar
Pmáx al inicio de la inspiración. Un rise time más breve disminuye de mejor forma la
carga de los músculos respiratorios y mejora la sincronía en caso de aumento de
drive respiratorio; cuando el paciente se encuentra compensado en general se debe ajustar
a un rise time más largo para optimizar confort.
-FR: en los modos que poseen FR de respaldo.
-FiO2
Éstos son los conceptos básicos, pero cada ventilador posee sus propias nomenclaturas y no existe una forma
estandarizada; por lo que es necesario conocer cada ventilador.
Por ejemplo, en el ventilador Carina® de Dräger, el modo “SPN/CPAP” es un modo espontáneo, si se fija PS 0 y
algún nivel de PEEP, funciona como CPAP; si se fija PS distinto de 0 y PEEP, funciona como un binivel espontáneo
(PSV). El modo “PC BIPAP” es un binivel S/T, mientras que el modo PC A/C es un binivel A/C, en ambos se debe
fijar la IPAP, EPAP, FR, Ti (o relación I:E), trigger y rise time.
Interfaces y circuitos
Existen múltiples interfaces y se recomienda tener distintos tamaños y tipos disponibles: Máscara full face, oronasal
(facial), nasal, almohadilla nasal. Tener distintos tamaños y tipos disponibles. Cintas ajustadas pero sin presión
excesiva. Preferir máscara facial al inicio ya que predomina la respiración bucal, requiere menos cooperación y
resulta en menos fugas; si no mejora, considerar full face. La máscara nasal es mejor tolerada pero no
recomendable al inicio.
El circuito o la máscara debe tener algún puerto de exhalación o fuga intencional para prevenir la reinhalación de
CO2 (requiere EPAP mínimo de 3), o contar con válvula exhalatoria o doble tubuladura.
Inicio de VMNI
Los pasos a seguir son: Medir GSA previos e idealmente RxTx para descartar neumotórax. Paciente monitorizado
y sentado 30-45°, elegir interfaz adecuada. Conectar circuito y acercar interfaz al paciente, sin arnés los primeros
10 minutos mientras se realiza la adaptación inicial.
Parámetros iniciales de ventilación binivel: modo S/T (confortable y asegura VM mínimo), EPAP 3-5 (contrarresta
autoPEEP), IPAP 8-12 (disminuye trabajo respiratorio, mejora acidosis), FR 8-12, FiO2 30% para Sat 88-92%,
Trigger sensible, rise time breve (0,1-0,15 seg), relación I-E 1:3 en EPOC, 1:2 en resto.
Aumentar gradualmente IPAP de 2 en 2 cada 10-20 minutos hasta el nivel máximo tolerado o 20 (tope máximo 30)
para aliviar disnea, disminuir FR a <25, aumentar VT y mejorar sincronía.
Ajustar EPAP hasta 8-12 de modo que todos los gatillos sean efectivos y la oxigenación sea adecuada.
Controlar GSA 1 hora después y luego cada 4 horas.
Parámetros iniciales de CPAP: 5, aumentar de a 2 según respuesta, hasta 20. Control GSA a la hora. Evaluar FR,
FC, trabajo respiratorio, Sat. Si no hay respuesta cambiar a BPAP o intubar.
Duración de VMNI
Mantener hasta normalizar pH y PCO2 <48 + mejoría clínica. Durante las primeras 24 horas usarla de la forma
más continua posible, luego reducción gradual durante el día (ventanas cada 4 o 5 horas con medición de GSA,
titulando según CO2 en ventilación espontánea) manteniéndola nocturna por los 2 o 3 días siguientes hasta que
ya no sean necesarias las administraciones diurnas.