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Capitulo I.

Joaco se alista para el colegio.

A Joaco le estaba gustando aprender sobre sus superpoderes. La vida era mucho mejor con
ellos. Ya no era victima de acoso escolar y había hecho una gran cantidad de nuevos
amigos. Estaba jugando realmente bien al fütbol y habia sido escogido para ser parte del
equipo de colegio. Además, estaba feliz todo el tiempo!
Joaco se levantaba todas las mañanas, pensaba en lo que le esperaba ese dia y luego
tenia una charla con el Capitán sobre los superpoderes que necesitaria para una jornada
estupenda.
Una mañana Joaco escuchó una poqueña voz que lo llamaba mientras él seguía
durmiendo, Sintió que alguien le hacia cosquillas en la nariz! Joaco bostezó y abrió los
ojos.
— Oh... Buenos dias, Capitán -saludó Joaco somnoliento. ¿Será que puedo dormir cinco
minutos más, por favor? Estoy muy cansado
— Oh. No respondió el CapitánTanemos que escoger los superpoderes que necesitas hay
antes de que tu mamá entre a levantarte para ir al colegio.
— Pero estoy muy cansado — se quejó Joaco, tratando de volver a acomodarse dentro de
las cobijas
— Yyo sé por qué- -dijo el Capitáin halando la colcha para dejar al descubierto a Feliz y
a Emocionado acurrucados al lado de Joaco.
— Eh.. Ustedes dos... Desde ahora está prohibido que acompañen a Joaco durante la
noche. ¡Lo mantienen desperto mientras está feliz y entusiasmado y luego está muy
cansado para ir al colegio! Despiértense, ambos, y váyanse! dijo el Capitán.
Feliz y Emocionado bostezaron y se deslizaron. aún con sueño dentro del pecho de Joaco
mientras desaparecian
— Bueno — contiuó el Capitán mirando su tabla sujetapapeles— hoy tienes
Matemáticas, Inglés, Historia y luego Educación Física.
Después de clases tienes entrenamiento de fútbol Luego vas a ir con tu mamá al ancianato
para ayudarla a recibir a una abuelita que va a mudarse allá. Asi que déjame ver... Para
Manemáticas, Inglés e Historia vas a necesitar a Concentración.
Un pequeño personaje apareció. En su camiseta tenía escrito “Concentración”. Llevaba un
cuaderno y una lupa y empezó aconcentrarse en el desorden del cuarto de Joaco,el cual
realmente necesitaba ser ordenado
— Sé que a partir de las 3 de la tarde estarás pensando en fütbol — continuó el Capitan-
así que también necesitarás a Autocontrol porque a esa hora Concentración no podrá
ayudarte a que sigas
enfocado en tus clases.
— Creo que Valiente también deberia acompañamos hoy, pues nunca levantas la mano
para responder preguntas en clase ¡y yo séque sabes la respuesta!
— Y finalmente.. puedes tener a Feliz y a Emocionado cuando hayan tenido un descanso.
Pero, ¡sin agrandarlos hoy!
— Bien — dijo Joaco — pero también necesito a Confianza para el entrenamiento de
futbol — Joaco sabía que el profesor de Educación Fisica iba a escoger el equipo que
jugaria el partido contra el otro colegjo el próximo sábado.
— Vale — respondió el Capitán. Luego se dirigió a todos los superpoderes que haba
convocado:
– Muy bien…Todos ustedes… Ya saben que es lo que tienen que hacer hoy, así que
¡háganlo lo mejor que puedan!
—¡Bien! — respondieron todos los superpoderes, se despidieron del del Capitán y
desaparecieron dentro de Joaco.
— Perfecto — dijo el Capitán a Joaco —. Voy a estar cerca de ti si me necesitas, aunque
creo que tenemos el equipo adecuado para hoy. Cuando se preparaba para desaparecer
también, se dio cuenta que Joaco se había vuelto a dormir .
— Mmm.. — exclamó y trono sus dedos.
Dos nuevos superpoderes aparecieron : uno llamado Motivación y otro llamado
Entusisamo.
— Bien, ¡creo que los necesitamos a los dos para empezar el día de Joaco! — dijo el
Capitán riendo. Luego desapareció.
Motivación y Entusiasmo le quitaron las cobijas a Joaco mientras le decian:
— Vamos, Joaco. Es hora de bañarse. Necesitas alistarte para ir al colegio.
¡Joaco no queria estar entusiasmado ni motivado y trató de volver a acomodarse en la
cama!
Viendo esto, ambos superpoderes empezaron a agrandarse. Joacose sintió de repente
muy entusiasmado y motivado. Brincó de la cama y salió del cuarto hacia el baño tan
entusiasmado ¡que casi se estrella con su mamá y la hace caer!

Capítulo II
Joaco decepciona al Capitán.

Todo iba bien en el colegio. Joaco disfrutó de las clases y partcilpó levantando la mano
respondiendo a las preguntas de los profesores.
Cuando el timbre sonó al final del día, Joaco corrió a los vestuarios para cambiarse y
prepararse para el entrenamiento de futbol.
Con Autoconfianza y Autocontrol en su hombro, la sesión de entrenamiento fue bastante
buena. ¡Se destacó sobre los otros niños y niñas y metió tres goles?
Al final de la práctica el profesor de Educación Fírsica los reunió a todos diciendo:
— Bueno, es el momento de escoger el equipo para el partido del sábado.
Todos los niñios y niñas estaban nerviosos, pues querian ser escogidos. Joaco queria jugar
de número 10 como lo había hecho el señor Valverde.
El profesor empezó a decir los nombres uno por uno y les iba dando la camiseta que iban
a usar el sábado. Cuando llagó a la número 10, Joaco se sintió un poco nervioso a pesar de
que Calma y Confanza trataban de sentarse sabre Nervioso ipara que dejara de
estar nervioso!
— ¡Y la número 10 este fin de semana va a ser para Joaco!
Joaco brincó y en el aire exclamó —¡¡¡Sii!!!
Calma lo agarró e hizo que Joaco se detuviera y se quedara quieto de nuevo.
— Bueno — dijo el profesor y por úitimo, pero no menos importante, nuestro portero este
fin de semana va a ser Adán Torres.
Todos los niños y niñas sacudieron la cabeza sorprendidos
Adán no lo poda creer ¡Nunca lo habian escogido para nada!. La razón por la cual Adán
nunca había sido escogido para nada era porque era un poco torpe. Se le caian las cosas y
tropezaba a menudo. El pobre Adán era mucho más grande que los otros niños de su edad y
el ser tan grande y torpe hacia que los otros niños y niñas se le burlaran.
— ¡NO profesor! — gritaron los compañeros — ¡Él! no es bueno! ¡Escoja a otro! ¡Nos hará
perder!
Al escuchar esto los ojos de Adán empezaron a llenarse de lágrimas y se veia muy molesto.
— Por favor, profesor,¡A Adán no! Perderemos. ¡Por favor no lo escoja! continuaron los
otros niños.
— Yo escojo a quien yo quiera -dijo el profesor- Y no toleraré este comportamiento
¡Discúlpense con Adán inmediatamente!
Los niños y las niñas se disculparon a regañadientes.
— Ahora, Adán, ponte esta camiseta y quiero que el equipo que acabo de escoger entrene
por cinco minutos para que nos familiaricemos el uno con el otro y estemos listos para el
sábado.
Todos los niños escogidos continuaron protestando.
Adán tomó su camiseta y se la empezó a poner.
De repente, todos los niñios y las niñas empezaron a reirse de Adán. La camiseta era
demasiado pequeña, y no lograba ponérsela. Mientras se esforzaba Adán empezó a llorar para
luego tratar de salir cormiendo avergonzado y molesto, pero tropezó con la bolsa donde
habían estado las camisetas y cayó al suelo.
Los niños se amontonaron alrededor de Adán riéndose. Todos excepto Joaco.
Joaco pensó también que era muy gracioso, pero por más que trataba no lograba reirse...
.Triste había aparecido en su hombro
— Oh, vete — le dio Joaco —. Yo me quiero reír. iÉl es muy grande para esa camiseta!
Pero Triste simplemente fue creciendo.
Luego, el Capitián apareció: Joaco,este no es momento para reir.¿No ves lo molesto que
está Adán?
— Pero es gracioso-respondió Joaco quien seguía intentando de reir.
-No es grasioso – dijo el Capitán- ¿Cómo crees que Adán se siente en este momento con
todos ustedes siendo tan crueles?
-Es su culpa- dijo Joaco- El es simplemente gordo y torpe.
-Joaco -dijo el Capitán. Joaco podia oir que estaba realmente enojado. -Estoy realmente
decepcionado de ti. Todos están acosando a Adán. ¿No recuerdas cómo se sentía cuando te
acosaban a ti?
-Bueno.. si dijo Joaco aun intentando reir pero sintiéndose cada vez más triste. - Pero a
mi me acosaron porque era más pequeño que Simón y Jorge... ¡Adán es más grande que
todos nosotros!

Capítulo II.
Joaco decepciona al Capitán (parte II)

-Es suficiente, Joaco. ¡Es hora de que conozcas a uno de tus más importantes superpoderes
Al decir esto, un pequeño personaje con una palabra larga en su camiseta apareció. El
pequeño personaje se le acercó a Adán y mientras esto sucedia Adán pareció tranquilizarse
y paró de llorar.
Luego, algo muy extraño pasó: Los guayos de Adán volaron de sus pies a los de Joaco.
En ese momento, pequeños superpoderes empezaron a aparecer alrededor de Joaco...y todos
se parecian a Adán.
Ahi estaban Verguenza y Triste.
- ¡Qué está pasando?--preguntó Joaco-Nunca había visto los superpoderes de alguien más.
¿Por qué lo puedo hacer ahora?
- Los puedes ver por medio de Empatía. Empatía toma los zapatos de alguien, te los pone
a ti y luego puedes ver los superpoderes de la otra persona como si fueron los tuyos. Entonces
puedes ver y sentir lo que la otra persona esta sintiendo-explicó el Capitán.
- ¿Qué... quién... que hace Empatía preguntó Joaco, asombrado por lo que estaba viendo.
Nadie más parecia ver los pequeños personajes alrededor de Adán,
- Empatia -dijo el Capitán-, es un superpoder muy especial que tienes. A través de él puedes
ver y sentir lo que atra persona está sintiendo. Puedes ver y sentir los superpoderes de otro
con tan sólo ponerte en sus zapatos.
- Los pude ver bien.. pero no puedo...-Mientras Joaco hablaba se sintió de repente muy
asustado y con mucho miedo. Así como Adán.
- Oh, no me gusta este superpoder- dijo Joaco. sinténdose cada vez peor mientras se
empezaba a sentir muy triste y avergonzado.
- Es un superpoder muy importante, Joaco, y lo aprenderás a usar para hacer que sea
mucho más fäcil para ti ayudar a los otros niños-dijo el Capitán.
En ese momento, el profesor gritó enviando a todos los niños de vuelta a los vestuarios.
Joaco se le acercó a Adán y le ayudó a levartarse.
-Está bien, profesor. Estaré alli en un minuto dijo Adán tratando de esconder sus lágrimas.
El profesor y los otros niños se fueron corniendo a los vestuarios.Todos, excepto Joaco
-¿No te vas a reir tú de mí, también? - le preguntó Adán a Joaco
-No - dijo Joaco- No puedo.
-¡Cómo asi? ¿No puedes?- -dijo Adán lleno de lágrimas.
-Pues. puedo ver que estás avergonzado y triste... respondió Joaco.
-¡No, no lo estoy! - dijo Adán tratando de ser valiente. Valiente apareció al lado suyo, pero
desapareció rápidamente porque Adán estaba muy triste.
-Si lo estás - continuó Joaco-. Yo puedo... yo puedo ver quelo estás.
-No lo estoy gritó Adán.
-Somos Triste y Vergüenza-dijeron los superpoderes de Adán.
Joaco quedo boquiabierto. ¡Podía oir a los superpoderes de Adán!
-Hola dijo Joaco sin saber muy bien qué más decir.
-Hola -contestaron los superpoderes de Adán.
-¿Por qué Adán está tan triste y avergonzado?-pregunto Joaco.
-Adán se siente así porque es torpe y se tropieza todo el tiempo. Los otros niños le ponen
apodos porque el es más grande que ellos.
-¡Yo creo que ser grande seria genial! - dijo Jaaco - Lo haría el mejor portero. Pero, ¿por
qué Adán es tan torpe?
-Porque no se pone los anteojos asi que no puede ver correctamente y es por eso que tumba
cosas y se tropieza tanto - expicó Vergienza.
Joaco nunca había visto a Adan usar anteojos.- ¿Y por qué no se los pone? -preguntó.
Los superpoderes le explicaron que no eran unos anteojos muy bonitos. Su abuela se los
habia comprado y había escogido la montura. Cuando Adán se los puso hasta su herrmano
mayor se rió, asi que se niega a usarlos
-Wow dijo Joaco-, asi que Adán no es realmente torpe. ¡Es porque no quiere usar sus
anteojos!
Bueno. ¿Qué podemos hacer? -preguntó.
En ese momento, el superpoder llamado Empatía dió un paso a frente dicendo: -
¡Permiteme, Joaco!
-Bueno-dijo EmpatÍa es una pena que la abuela de Adán no sepa que los antecjos que le
compró a Adán le están causando tanto problema. Seguro que si supiera le conseguiría unos
que realmente le gustaran, pero Adán no quiere herir sus sentimientos.
-¿Por qué no le cuentas a tu abuela sobre tus anteojos para que de pronto te consiga otros?
- ¿Anteojos?- ¡Yo no uso! Contesto abruptamente, un poco sorprendido de que Joaco
supiera acerca de sus anteojos.
- Joaco no saba que decir. Adán se veía enfadado y aún más avergonzado mientras se
alejaba caminando hacia los vestuarios.
¡Joaco se dio cuenta de que Adán no habia visto ni oido nada de laconversación con sus
superpoderes!
- ¿Estara bien? - preguntó Joaco.
-Bueno, ahora que sabes cual es el verdadero problema, de pronto puedes ayudar- dijo
Empatia-– Creo que la abuelita de Adán puede ser la señora que se muda al ancianato hoy
asi que podrías mencionarle esto al soñor Valverde. Seguro que el pensará en algo.
-Buena idea. Empatía-dijo el Capitán Con esas palabras saludó y desapareció.
Joaco se dirigó a Empatía: - ¿Tu estarás siempre cerca? Porque sin tu ayuda no me habría
enterado del por qué Adán es tan torpe o cómo ayudar.
-Siempre seré una parte de ti. Joaco. Soy uno de tus más útles y poderosos superpoderes.
Necesitas aprender a usarme para que puedas ayudar a atros niños sólo poriéndote en sus
zapatos y sintiendo lo que ellos sienten y no lo que tú piensas que sienten. Yo te dejo ver la
imagen completa, no sólo un pedazo.
-No te vayas-dijo Joaco-. No puedo ver sin ti.
-Yo sé, pero estás aprendiendo- dijo Empatía desde algún lugar dentro de Joaco.

Capítulo III
Joaco le cuenta al señor Valverde sobre Empatía

Cuando Joaco llegó a casa, su mamá estaba haciendo té.


— ¿Cómo te fue en el colegio. Joaco? ¿Te escogieron para el partido del fin de semana? –
preguntó.
—Sí — dijo Joaco mostrándole orgulloso su camiseta numero 10 — y aprendi una nueva
palabra hoy
—¿Una nueva palabra? ¡Genial! ¿Cuál palabra, Joaco? — preguntó su mamá.
ー Empatia-respondió Joaco orgulloso.
ー Empatía .. ¿En serio?—dijo su mamá-. Eso es impresonante.
La mayoría de los adultos no saben deletrear esa palabra y mucho menos lo que significa.
¿Qué crees que significa?-preguntó.
— Significa dijo Joaco — ser capaz de ver los mundos especiales de las otras personas para
que puedas ayudarlo a escoger el equipo adecuado para hacerlos feices. ¡Sólo te tienes que
poner en sus zapatos! ¡Y luego puedes ver la imagen completa!
— Bien — dijo la mamá de Joaco sin estar tan segura de lo que
Joaco describia-, nunca me lo habían explicado de esa forma pero sí, creo que me gusta esa
descripción. Estoy impresionada
Después de tomar el té. Joaco y su mamá salieron hacia el ancianato, Joaco se sentó en el
asiento de atrás del auto con Feliz en su hombro y su camiseta número 10 en su mano.
Cuando llegaron, Joaco salió rápido a buscar al señor Valverde.
El señor Valverde estaba sentado en su silón jugando cartas con otros abuelos y abuelas.
— ¡Hola muchacho!-saludó el señor Valverde mientras se ponía de pie para estrechar la mano
de
Joaco —. ¿Cómo te ha ido, jovencito?

Antes que Joaco pudiera contestar, el señor Valverde miró a Feliz en el hombro de Joaco, le
guiñó el ojo y con una pequeña risa dijo:
— Estás feliz, ya veo.
Joaco rió tambien: — Si, lo estoy ¡Me dieron la camiseta número10 para el juego del
sibado!
— Eso veo — dijo el señor Valverde levantando la camiseta paraobservarla mejor.— ¡Eso
es genial, Joaco! ¿Sabes?, yo solía jugar con el número 10 cuando era un muchacho. ¿Alguna
vez te conté acerca del partido en que anoté 50 goles y un penaltí?
Joaco rió. Le encantaban las historias del señor Valverde, de su juventud y de marcar
cientos de goles
El señor Valverde estaba a punto de comenzar su relato cuando Joaco le dijo:
— Señor Valverde, ¿le puedo preguntar algo?
— Por supuesto, muchacho-contestó un poco decepcionado de que Joaco no quisiera
escuchar cómo logró anotar 7O goles aún con sólo 6 hombres en el equipo.
porque tengo un superpoder llamado Emp...
—¿Cómo es que usted puede ver mis superpoderes? — preguntó Joaco.
— Oh ... Eso te estaba inquietando, muchacho. Bien, pues eso es porque tengo un superpoder
llamado Emp…
Joaco terminó la palabra por él:
— Empatía.
— Eso es correcto, muchacho. Sí... ahora, esa es una palabra grande para un jovencito. La
mayoría de los adultos no saben deletrear esa palabra y mucho menos lo que significa — dijo
el señor Valverde.
Joaco rió: — Eso fue lo que mi mamá dijo.
— Es porque es verdad, jovencito. Te digo... El mundo seria un mejor lugar si más personas
supieran qué signfica. ¿Como es que conoces una palabra como esa?-preguntó el señor
Valverde mientras caminaba hacia la cocina para preparar té para los dos.
Joaco le explicó lo que le pasó con Adán.
— Ah, ya veo -dijo el señor ValverdeBuena, yo no esperaba empezar todavía con el
entrenamiento de tus súper-superpoderes, muchacho, pero parece que el Capitán ha decidido
que es hora, asi
que lo mejor es tomarnos una taza de te y luego pienso que debemos visitar tu biblioteca.
Está muy bien tener súpen superpoderes, pero son muy poderosos y necesitamos aseguranos
que sólo los ublices para hacer el bien.
—¡Todos tienen Empatia?ーpregunto Joaco.
—No dijo el señor Vaverde — Algunos pueden ver cuando laotra persona está brava, triste
o feliz por la forma en que se comporta. Si son personas buenas trataran de entender, pero no
pueden porque no logran ver o sentir lo que la otra persona realmente ve o siente y no le
pueden preguntar a los superpoderes del otro para saber qué está pasando. Tienen que
adivinar y rara vez adivinan bien pues siempre están pensando en cómo se sentirian ellos si
les estuviera pasando eso... Pero no son ellos y no saben lo que hay detrás.
— Empatia es mucho más poderosa porque es como si te metieras dentro de la otra persona
y sientes realmente lo que está sintiendo. Te ayuda a entender la mejor forma de ayudar. Por
ejemplo, tu pudiste ver que Adán estaba molesto, pero hasta que sus superpoderes te
hablaron pensabas que era porque él era grande y torpe. Tu no sablas la historia del porqué:
estaba avergonzado de usar sus anteojos.
— Entonces ¿Empatía me ayuda a ver la imagen completa? — preguntó Joaco.
— Correcto, joven. Te ayuda a entender la imagen completa de la persona.
—¡Qué bien! —dijo Joaco — ¿Es por eso que usted puede ver mis superpoderes?
El señor Valverde rió...¡Tu imagen completa está sólo empezando, muchacho!

Capítulo IV
De vuelta a la biblioteca (Parte I)

El señor Valverde y Joaco fueron a la cocina.


– ¡Ahora, muchacho, cierra tus ojos y piensa en la biblioteca!
En un instante Joaco estaba de vuelta en su biblioteca especial.
Asi como antes, el bibliotecario estaba yendo de allá para acá con su tabla sujetapapeles y
muchos pequeños personajes estaban guardando cosas en cajas y poniendo las cajas en
estantes. El señor Valverde apareció al lado de Joaco.
El bibliotecario llegó corriendo.
– ¿Qué está sucediendo?-le preguntó al señor Valverde.
– Tenemos que trabajar hoy más duro que nunca. Hay tantas nuevas cosas que Joaco ha
aprendido. ¡A duras penas podemos seguirle el ritmo! Y ahora veo que Joaco ha aprendido
el significado de empatia! No esperabamos que empezara a aprender sobre sus súper-
superpoderes tan rápidamente. Es muy pronto. Hasta ahoraempezaba a entender el
funcionamiento de sus superpoderes normales! No estábamos listos... No hemos aistado las
piedras ni nada! Esto está todo muy extrañio. Tendré que hablar con el Capitan sobre esto.
¡Muy extraño!-se quejó mientras buscaba al Capitán por todas partes agitadamente.
– ¿Qué son las piedras?preguntó Joaco sintiéndose algo preccupado.
– Las piedras dijo el seior Valverde son pasos que debes dar para ganarte tus cintas y obtener
el sombrero de tu Capitán. Nada para angustiarse, muchacho. Pienso que debemos mirar un
par de tus cajas negras y empezar deshaciéndonos de ellas mientras tu bibliotecario alista el
primer grupo de piedras.
– ¿Tenemos que hacer eso – preguntó Joaco recordando lo incómodo que lo hicieron sentir
esas cajas negras la útima vez que estuvo en la bblioteca.
– Si tenemos que hacerlo, jovencito. Esas cajas tienen el mal hábito de llenar todos los
estantes si no les ponemos cuidado. ¿Recuerdas qué pasa si tienes demasiadas cajas negras?
– Eso es correcto, muchacho. Así que manos a la obra. Empecemos. Joaco pensó en su última
visita: – Mmm..¿ Me pueden hacer sentir triste y asustado todo el tempo? ¿Y llenar mi
biblioteca con
cosas tristes?
– Eso es correcto, muchacho. Asi que manos a la obra. Empecemos.
Joaco ro queria empezar. ¡Las cajas negras lo hacían sentir nervoso! Caminaron por los largos
corredores entre todos los estantes. Había muchas cajas que contenían absolutamente todo lo
que Joaco había aprendido.
Joaco aprendiendo a nadar, Joaco conociendo al señor Valverde, Joaco teniendo teniendo su
primer baño…
¡Era sorprendente pensar que absolutamente todo lo que había aprendido estaba en una caja!
Continuaron su camino cuando de repente Joaco sintió escalofríos. Se acercaban a los
estantes altos de las cajas negras. El señor Valverde se detuvo y dijo:
– Bien, muchacho. No hay necesidad de alarmarse.
Alcanzó una caja negra que estaba en lo alto de un armario.
– Esta está bien – dijo.
Mientras bajaba la caja. Joaco pudo ver la etiqueta.
Joaco empezó a temblar y se apartó ¡La etiqueta en la caja negra decia: "Vacas peludas
gigantes con cuernos!
-Yo no quiero abrir eso – dijo Joaco recordando de repente las vacas rojas gigantes con
cuernos.–... No quiero hacer esto – dijo Joaco mientras todos esos sentimientos viejos
empezaron a hacerse
más fuertes. Joaco temblaba. Nervioso y Asustado aparecieron detrás de él y estaban
creciendo.
Confia en mi. Ahora, muchacho, ¿qué es lo que dice en la caja? Joaco ahora muy asustado –
¡Por favor no la abras!
– Dice Las vacas temibles peludas gigantes con cuernos! – gritó
– ¿Que más dice en la caja, joven? – dijo el señor Valverde cogiendo de la mano a Joaco
para tranquilizarlo.
– Dice dice noviembre 21 de 2011.
– Correcto, muchacho. Esa es la fecha en que aprendiste a tenerle miedo a las vacas. Tenias
tres años, Joaco…
– ¡Yo sé, pero ahora tengo casi 8 y todavia me asustan!
– Mira muchacho, cada caja que está acá contiene algo que has aprendido.
-Ajá- dijo Joaco tratando de alejarse de la caja.
– Y cuando aprendes algo el bibliotecario y sus ayudantes ponen ese aprendizaje en una caja
y le escriben una fecha. ¿Sabes por qué le ponen una fecha a cada caja?
– No – dijo Joaco – ¿Nos podemos ir, por favor? ¡No me gusta esta caja!
– Un momento, joven – El señor Valverde tronó sus dedos y una caja blanca apareció. En
ella estaba escrito "Joaco aprendiendo a usar su bacinilla" y una fecha.
– ¿Ves esta caja, Joaco? Esta caja fue creada cuando terias dos años... Mira la fecha.
Joaco miró la fecha.
– ¿Y eso qué?-djo Joaco –. ¡Sólo era pequeño y tenía que usar la bacinilla porque no era lo
suficientemente grande para alcanzar el inodoro!
– Exactamente – dijo el señor Valverde – Pero creciste y aprendiste a abrir la puerta del baño
y a usar tu pequeñia escalera para usar el inodoro sin ayuda. ¡Aprendiste eso porque al crecer
podías
hacer más cosas!
– ¡No veo qué tiene que ver el usar el inadoro con esa caja negra y las vacas gigantes! A
propósito, ¿dónde esta el baño? ¡Mi panza está muy nerviosa en este momento!
El señor Valverde soltó una pequeña risa.
– Bueno, muchacho, esa caja negra fue creada cuando tenias dos años. Si confias en mi,
quisiera mostrarte algo muy. muy mágico.
El señor Valverde empezó a abrir la caja negra.
Joaco no quería mirar adentro. De hecho, si el señor Valverde no le estuviera sujetando la
mano ¡hubiera salido corriendo!
– Joaco, estas a salvo acá conmigo. Este aprendizaje fue de hace cuatro años, cuando sólo
tenias tres. Por favor, sólo asómate y mira.
Joaco tuvo que acudir a todos sus superpoderes de Valiente y Coraje para mirar dentro de la
caja.
Adentro había un Joaco pequeñito de tres años. Estaba en un cochecito cerca de una reja. Era
el día en que su mama lo llevo a finca donde había animales.
– Continúa viendo muchacho – dijo el señor Valverde.

Capítulo IV
De vuelta a la biblioteca (Parte II)

Mientras Joaco miraba, vio un ternero con pelo largo y rojo sacar la nariz de la reja y lamer
la cara del pequeño Joaco. El pequeñio Joaco rió, su mamá también y los padres de todos los
niños que estaban ahi
De repente una vaca gigante con pelo largo y rojo y con cuemos sacó su cabeza tamblén
por entre la reja y olfateó a Joaco.
¡Era tan grande que el pequeñio Joaco empezó a gritar y gritar!
El señor Valverde cerró la caja.
– Bueno Joaco... En qué estás pensando? – dijo el señor Valverde.
Joaco se reia: Eso es gracioso. ¡La mamá del ternerito sólo estaba saludando… y yo me
asuste!.
–¿Te asustaría eso si te pasara ahora que estás más grande, Joaco?
– No –dijo Joaco–. ¡Sólo está siendo amigable! Me asusto porque yo era muy pequeño. Eso
es todo. Yo no entendia que estaba siendo amable. Pensé que me iba a comer. ¡Sólo era
pequeño y me pareció gigante en ese momento! ¡Que gracioso.. las vacas no comen niños,
comen pasto.
Mientras Joaco decia esto, la caja negra se volvió blanca y algo nuevo apareció escrito en la
tapa:
“2 de febrero de 2015: Joaco aprende que las vacas no comen niños”
– Eso está mejor – dijo el señor Valverde.
– ¿Qué es lo que acabó de ocurrir?-preguntó Joaco sintiéndose mucho mejor.
– Estamos aprendiendo todos los dias, Joaco. Tú a los siete años puedes entender mucho
mejor que cuando tenias tres. A los siete años puedes ver lo que realmente estaba pasando,
pero a los tres años eras todavia un bebé y te asustaste mucho porque la vaca parecía gigante.
A los tres años no entendías que simplemente estaba saludando.
La caja voló y se acomoodó en un estante con otras cajas blancas.
– ¡Wow!-exclamó Joaco – Ahora me siento como un tonto por asustame sin necesidad.
Podemos entonces deshacernos de todas esas cajas? – preguntó Joaco.
-Lo haremos a su debido tiempo -respondó el señor Valverde –. Soló recuerda que la fecha
en la cja es importante. Te dice en que momento aprendiste algo y es probable que, como
estas creciendo y haciendote más sabio cada día, pienses distinto a como lo hacias antes
porque ya no eres más esa versión de ti. Sabes más y comprendes más. Todos deberían fijarse
en las fechas de sus cajas de aprendizaje para asegurarse de que no esten desactualizadas.
– Bueno, muchacho –continuó–, lo mejor es regresar a donde está tu mamá, ¡pero mañana
empezaremos tu entrenamiento para obtener tus cintas y el sombrero del Capitán! – al decir
esto, el señor Valverde tronó sus dedos y él y Joaco estaban de vuelta en la cocina del
ancianato.
– Ah, ahi están – dijo la mamá de Joaco. Estaba al lado de la nueva abuelita la cual Joaco no
reconoció.
– Señor Valverde, Joaco, les presento a la señora Torres. Ella es nueva aquí.
El señor Valverde estrechó la mano de la señora y Joaco saludó moviendo la cabeza.
– Es un placer conocerla – dijo el señor Valverde – Mi nombre es Arturo.
– Hola – dijo la señora Torres un poco nerviosa – Mi nombre es Carmen.
– Bueno – dijo la mamá de Joaco – vamos a darte una taza de té y te presentaré a todos.
– Oh, una taza de café seria bueno, pero luego me gustaría simplemente ir a mi habitación
si no hay problema. Me siento un poco cansada. Puedo conocerlos a todos mañana – dijo la
señora
Torres saliendo de la cocina.
– Por supuesto respondió la mamá de Joaco – Usted debe estar cansada. ¡Qué tonta yo!
Vamos.
Joaco sonrió y tomó a la señora Torres de la mano.
– Usted estará bien. Es muy agradable aquí. Puede tomar todo el té que quiera y le dan tortas
y puede jugar cartas y dominó y… y…
El señor Valverde tomó a la señora Torres de la otra mano.
– Está bien. Joaco. Yo continúo desde aquí. Hasta luego.
Mientras Joaco observaba, Calma, Amistoso y Feliz aparecieron sobre los hombros del
señor Valverde. Saltaron a las hombros de la señora Torres y mientras lo hacian, los
superpoderes de la
señora Torres salieron. Calma y Feliz aparecieron. Caminaron por el corredor charlando
como viejos amigos. El señor Valdverde le estaba preguntando a la señora Torres sobre su
nieto Adán pues habia oido que iba a ser el portero en el partido de mañana.
Joaco sonrió. Sentía alegrla por dentro pues parecía que ahora todo el problema de los
anteojos de Adán se iba a solucionar.
– Qué bendición – dijo la mamá de Joaco–. El señor Valverde es muy querido. Sabe siempre
que decir para hacer sentir a alguien más feliz.
– Es porque tiene empatia – pensó Joaco.
Esa noche Joaco casi no puede dormir. Estaba muy ansioso por el partido de mañana. Su
mamá ya le había gritado dos veces desde el primer piso para que dejara de saltar en la cama
y se fuera a dormir.
No era Joaco. ¡Eran Feliz y Emocionado!
– ¡Hey!, ustedes dos. Paren de saltar. Mi mamá está tratando de ver televisión. Necesita un
descanso – dijo Joaco. Feliz y Emocianado se acurrucaron al lado de Joaco para irse a dormir
y Empatia apareció.
– Bien hecho, Joaco – dijo Empatía–. “ Estás aprendiendo”
Capítulo V
¡Joaco se enfrenta a las piedras! (ParteI)

El sabado Joaco fue de nuevo con su mamá al ancianato. Ella sólo tenia que quedarse hasta
que todos almorzaran y luego iba a llevar a Joaco al partido de fútbol. El señor Valverde y
la señora Torres también iban a verlo jugar. Mientras la mamá de Joaco ayudaba en la
cocina, el señor Valverde y Joaco saliaron al jardin grande ¡para tener
una sesión de práctica de futbol de último minuto con otros abuelos!
Todos estaban muy orgullosos de Joaco y todos hablaban sobre qué hacer para marcar los
mejares goles.
Todos los abuelos y abuelas almorzaron y la mamá de Joaco estaba arreglando la cocina.
– Vamos, Joaco –dijo el señor Valverde . Podemos ir momento a tu biblioteca mientras
esperamos a que tu mamá termine.
Joaco cerró sus ojos, pensó en su biblioteca y en un instante se encontró de nuevo allá.
– Bien – dijo el señor Valverde es hora de que empieces a ganarte tu primera cinta de
Capitán, jovencito.
El señor Valverde guió a Joaco pasando por la gran banda transportadora con todo el
aprendizaje de Joaco en ella y a travěs de un pasaje con estantes altos con cajas hasta llegar
a una puerta grande de madera que se veía como la entrada a un castillo.
Había un letrero en la puerta que decia: “Zona de Entrenamiento"
Joaco estaba un poco nervioso ¡igual que Nervioso!
– Está bien, muchacho – dijo el señor Valverde–. Como sabes, si quieres ganarte el
sombrero del Capitán tienes que probar que entiendes cuatro súper-superpoderes, Ahora, ya
conociste al primero Empatia. Tenemos que estar seguros de que sabes cómo usar este
súper - superpoder y, si pasas la prueba obtendrás tu primera cinta. Necesitas cuatro cintas
para tener el sombrero de tu Capitán
– Bien – dijo Joaco–. ¿Qué tengo que hacer?
ー Cuando yo abra esta puerta y tú entres, vas a tener que responder a tres preguntas, una
por una. Si respondes correctamente, podrás
avanzar hacia la sigulente pregunta. Si no respondes correctamente, no podrás continuar y
tendrás que abrir una de las cajas negras que hay en la bibioteca.
– ¡Joaco trago saliva! Las cajas negras lo asustaban un poco aún sin saber que habia
adentro.
– ¿Estás listo, muchacho?
– Eso creo -dijo Joaco no muy seguro de que lo estuviera.
El señor Valverde abrió la puerta. -Cuidado donde pisas, muchacho-dijo mientras lo
hacia.
Joaco vio un sitio enorme y vacio, ¡incluyendo el suelo! Sólo habia una pequeñita
plataforma de la puerta hacia adentro, luego un hueco enorme y en la parte más lejana, otra
plataforma con una mesa sabre ella. Encima de la mesa había un recipiente de vidrio y
adentro estaba la cinta dorada. El lugar estaba alumbrado por velas grandes en las
paredes.
Joaco miró alrededor y no pudo ver cómo se suporía que debla pasar al otro lado. No
habia suelo y Joaco no podía ver el fondo del hueco donde debía estar el suelo.
– ¿Cómo llego allá? – preguntó Joaco retrocediendo y sintiéndose muy asustado.
– Voy a cerrar la puerta, y cuando lo haga una piedra va a aparecer. Una de tres. Cuando te
pares sobre esa piedra el bibliotecario va a aparecer y va a hacerte una pregunta. Si
respondes correctamente, otra piedra aparecerá, y asi, hasta que puedas llegar al otro lado.
– ¿Qué...Qué pasa si no respondo bien? – preguntó Joaco asustado mirando abajo al vacio.
– Mira abajo, Joaco – dijo el señor Valverde. Joaco lo hizo y vio debajo de el, bien, bien
lejos, cantidades de cajas negras flotando alrededor
– Si eso pasa, caerás en una de tus cajas negras y tendrás que enfrentar lo que haya ahi
adentro. Cuando lo hayas resuelto, esta puerta se abrirá de nuevo y podrás irte e intentar de
nuevo en otra ocasión.
– ¿Y si no puedo resolver la caja negra?-preguntó Joaco nervioso.
– Estarás atascado aqui, lo siento – dijo el señor Valverde –. Pero recuerda, muchacho...
Cualquier cosa que haya en la caja negra, mira la fecha en que lo aprendiste y recuerda que
has crecido durante todo ese tiempo.
– Pero...pero tengo que jugar al fútbol en una hora. ¡No puedo quedarme estancado aquí!
¿Por cuánto tiempo? Yo no quiero hacer esto – dijo Joaco dando un paso atrás.
– Eso depende de ti, muchacho dijo el señor Valverde – No tienes que tratar de responder a
las preguntas, pero si no lo haces, nunca ganarás tus cintas.
Joaco no queria tratar. ¡Quería escapar de ese sitio!
– Estoy asustado – dijo.
– No hay necesidad de estarlo, muchacho. Tendrás tus superpoderes contigo. Recuerda:
son un equipo.
De pronto Coraje y Valiente aparecieron al lado de Joaco.
– ¡Vamos!--dijeron-. Podemos hacer esto.
Tomaron a Joaco de la mano y dieron un paso al frente.
ー¿Listo?--preguntó el señor Valverde.
– Creo... que sí-dijo Joaco no muy seguro de su respuesta.
– Bien, entonces.. . Buena suerte, muchacho. Te veré al otro lado.
Al decir esto el señor Valverde salió del lugar y cerró la puerta.
Joaco estaba ahora solo en ese enorme espacio sin piso con Coraje y Valiente junto a él.
¡Incluso ellos se veían un poco preocupados!
De repente el bibliotecario apareció frente a Joaco. Parecía que flotaba encima del enorme
hueco
– Muy bien, Joaco – dijo – Si te paras encima de la primera piedra, podremos empezar.
– ¿Cuál piedra? – respondió Joaco pues no había nada sino el enorme hueco.
Mientras hablaba una piedra grande y plana pareció flotar desde abajo del hueco y se
detuvo justo delante de Juaco.
– Esa piedra – dijo el bibliotecario.
Juaco no quería pararse encima pues parecía que estaba flotando y no se veía muy segura.
– Oh, vamos-dijo el bibliotecario-. No tengo todo el día.
Valiente pisó primero y se devolvió con cuidado.
– Está bien – dijo –. Es seguro.
Coraje y Joaco pusieron lentamente un pie sobre la piedra. Sintieron que era segura y se
acomodaron con los dos pies.
¡La plataforma donde Joaco estaba desapareció en ese momento así que ahora estaba
encima de una piedra flotante sin ninguna opción de salir de ahi!
Joaco se asustó mucho. ¡Coraje y Valiente se empezaron a encoger!
– Bueno -dijo el bibliotecario . Empecemos con tu primerapregunta. Piensa antes de
contestar pues solo aceptaré tu primera respuesta.
Joaco tragó saliva.

Capítulo V
¡Joaco se enfrenta a las piedras! (ParteII)

– Ahora, como esta es tu primera cinta, lo haremos un poco más fácil para ti y será de
selección múltiple.
– ¿Qué es selección múltple? – preguntó Joaco tratando de no mirar abajo.
– Selección mútiple significa que yo te hago una pregunta, te doy tres posibles respuestas y
tienes que seleccionar la opción que creas que es la mejor respuesta. ¿Entendido?
– Eso creo-dijo Joaco tratando de no moverse por si se mecia la piedra.
– Primera pregunta. Esta es acerca de tu experiencia con acosadores escolares. Si ves a
aguien siendo víctlima de acoso y siendo herido fisicamente o amenazado…
1. ¿Te alegras de que no es a ti al que están molestando y te vas corriendo rápidamente?
2. ¿Te pones bravo y tratas de detener a los acosadores tú mismo?
3. ¿Te calmas y vas a buscar a un profesor o un adulto para ayudar?
Joaco pensó un minuto y empezó a hablar: – Bueno, yo me pondria bravo porque a mi
me pasó, asi que...
Mientras Joaco hablaba, la piedra comenzó a tambalearse y casi que lo hace caer.
En ese momento, un muy pequeño Asustado apareció al lado de Joaco.
– Ten cuidado – dijo.
– Pero... pero... yo… ¡me calmaría y buscaría un profesor! – gritó Joaco.
La piedra paró de moverse.
— Tu respuesta ha sido escuchada – dijo el bibliotecario.
Otra piedra apareció en frente de Joaco.
Joaco avanzó y se paró cuidadosamente en la nueva piedra.
Mientras hizo esto, la otra cayó por el hueco.
– Ahora Joaco estaba más lejos de la puerta y más nervioso aún.
– Segunda pregunta – dijo el biblotecario.
– Si alguien le dice algo cruel a otra persona y la hace sentir mal…
I. ¿ Te unes a la persona que está siendo cruel y dices cosas crueles también?
2. ¿Te vas, satisfecho de que le están diciendo cosas crueles a otra persona y no a ti?
3. ¿Le dices que si no deja de ser cruel le vas a contar a un profesor o a un adulto?

Joaco pensó por un momento. Pues, él no se uniría a ser cruel, pero si amenazaba con
decirle a un profesor de pronto lo empezaban a molestar a él, así que sería más seguro
alejarse de ahi…
Joaco estaba a punto de contestar que se iría cuando Coraje y Valiente aparecieron y le
jalaron del brazo amablemente.
Joaco los miró. – Pero si les digo a los acosadores de pronto me molestan es a mi – les
dijo.
Coraje y Valiente crecieron un poco.
– Oh, está bien–. Les diré que paren o le contaré a un profesor.
– Tu respuesta ha sido escuchada – dijo el bibliotecario y la siguiente piedra apareció.
Joaco pisó la otra piedra y avanzó. No quedó muy contento con la respuesta que dio a
pesar de saber que era la respuesta valiente y adecuada.
Así como antes, la piedra detrás de Joaco desapareció en el abismo.
– Tercera pregunta-dijo el biblotecario.
– Si un acosador sigue siendo un acosador sin importar lo que hagas…
I. ¿Lo acosas a él con tus superpoderes para darle una lección?
2. ¿Haces que todos lo ignoren, te aseguras que no se integre en ninguna actividad y dejas
de hablarle?
3. O para la tercera opción, ¿qué se te ocurre que puedes hacer?

Joaco respiró profundamente. Esta era la última piedra... Si respondía bien podría pisar la
plataforma de enfrente y obtener su cinta dorada.

Joaco pensó por un momento.Bueno,había usado sus superpoderes antes y eso había
asustado a Simón y a Jorge lo suficiente para que dejaran de molestarlo, así que esa era la
respuesta correcta... Pero Simón y jorge todavia acosaban a otros niños.
De pronto si hacía que todos los ignoraran, ¿lograria que quisieran ser mejores personas?
La piedra empezó a balancearse impacientemente.
Joaco no lograba pensar en una tercera respuesta. Estaba a punto de contestar que usaria
sus superpoderes para asustarlos, cuando un rayo de luz dorada lamó su atención. Venia del
recipiente de vidrio y la cinta dorada. Joaco observó la cinta y pudo ver una palabra escrita
ahi con letras muy pequeñas. Inmediatamente Joaco tuvo la respuesta.
–. ¡Yo... yo me pondría en los zapatos del acosador!-gritó. La piedra empezó a moverse
demasiado.
Coraje y Valiente moraron a Joaco. ¿Que es lo que harias? le preguntaron agarråndose de
la piedra mientras se balanceaban tratando de no caerse.
El bibliotecario miró a Joaco. Una sonrisa comenzó a aparecer en su rostro. Joaco –dijo
– explica lo que quieres decir.
Joaco trató de hablar lo más rápido posible antes de que Valiente y Coraje se cayeran al
hueco.
– Pues, me pondría en sus zapatos y asi podría ver y escuchar a sus superpoderes. Así
entenderia porqué son acosadores y luego posiblemente pueda ayudarlos a no sero más.
La piedra ahora se movía violentamente.
– Pero son acosadores. Joaco. Personas malas y crueles dijo el bibliotecario.
– Bueno, si…– contestó Joaco balanceándose ahora mucho –. pero Adán es torpe porque
no usa los anteojos. Yo pensaba que simplemente era torpe hasta que me puse en sus
zapatos. Si me pongo en los zapatos del acosador, entenderé la imagen completa de porqué
son acosadores y luego quizás pueda ayudar a sus superpoderes a
ue formen el equipo adecuado para que dejen de ser acosadores!
Inmediatamente la piedra paró de moverse.
Extraordinario – dijo el bibliotecario –. De pronto los niños si son el futuro después de
todo.
Después de decir esto el bibliotecario dio un paso al lado y con la mano le indicó a Joaco
que tenia permiso para pararse en la plataforma.
Coraje y Valiente se tranquilizaron y vovieron a tener coraje y
Joaco avanzó hacia la mesa y el recipiente de vidrio se abrió dejando salir a la cinta
dorada la cual flotó en el aire hacia el pecho de Joaco.
¡Una puerta se abrió al lado de la mesa y ahi estaba el señor Valverde con una gran
sonrisa!
– ¡Muy bien hecho, Joaco! Sabía que había visto en tí al muchacho correcto! ¡Genial!
Joaco estaba muy cansado pero muy satisfecho y feliz por dentro. Se tocó su pecho, en
donde la cinta se había desaparecido. Al hacerlo, la cinta dorada reapareció para luego
volver a entrar dentro de su corazón,
– Entonces supongo que contesté todo correctamente. ¿Clerto? – Lo que hiciste, jovencito,
fue pensar antes de hablar y tuviste en cuenta a otros en tus respuestas. Eso siempre va a ser
correcto.
Joaco se sintió confundido y quería una explicación, pero el señor Valverde interrumpió
antes de que pudiera preguntar.

Capítulo VI
Joaco y el partido de fútbol.

– Bien, muchacho. Tenemos que volar. . . ¡Tu mamá ya casí termina de arreglar la cocina
y tenemos un partido que ganar!
Joaco y el señor Valverde se devolvieron por la biblioteca pasando por los estantes
mientras Coraje y Valiente trotaban al lado. ¡Todos los pequehos personajes que trabajaban
en la biblioteca de Joaco habían detenido sus labores y estaban felicitándolo!
El señor Valverde iba a tronar sus dedos para que retornaran al ancianato cuando Coraje
cojió de la mano a Joaco.
– Joaco-dijo – esa última respuesta estuvo genial. ¿De dónde la sacaste?
Joaco rió – Bueno, ya iba a decir algo incorrecto cuando tuve un poco de ayuda.
–¿Ayuda? – dijo Coraje confundido.
– Si -respondió Joaco. Se tocó su corazón y la cinta dorada apareció de nuevo.
– ¿Cómo ayudó eso? – preguntó Coraje.
– Mirala bien – dijo Joaco – mira lo que está escrito en ella.
Coraje se acercó- Empa…
– Si Empatía- completó Joaco.
Al decir esto él y el señor Valverde desaparecieron
– Ahi están – dijo la mamá de Joaco- Vamonos ya o legaremos tarde. La señora Torres ya
está en el auto.
– El señor Valverde y Joaco salieron detrás de la mamá de Joaco hacia el carro y
arrancaron hacia el partido de fútbol.
– Señor Valverde – dijo Joaco– ¿Qué hay de Adán usted le habló a la señora Torres de
los anteojos?
– El señor Valverde sonrió. –Todo estará bien – dijo mientras soltaba una pequeña risa
Joaco jugó muy bien y anotó tres goles esa tarde, pero el oro equipo era bueno y cuando
el pitazo final sonó, el partido estaba tres a tres. ¡Adán no estaba usando sus anteojos y dejó
que le metieran tres goles!
El árbitro pitó y dijo: – Bueno, ¡vamos a definirlo por penaltis!
Todos en el equipo de Joaco se quejaron... Tenian a Adán en el arco y ya se habia dejado
meter tres goles!
– Bueno, equipo... Cada uno tiene tres tiros, Si no hay un ganador vamos a definirlo por
muerte súbita.
El profesor de Joaco reunió al equipo:
– Sara, Elsa y Joaco van a patear – dijo y luego se dirigió a Adán, quien se veia casí
enfermo- Haz lo mejor que puedas, muchacho
El equipo se quejó de nuevo.
Sara era la primera ¡Pateó y marcó un muy buen gol!
Luego le tocó al otro equipo. Adán estaba aterrorizado y temblaba en la portería. El
muchacho del otro equipo disparó fuerte... Adán trató de estirarse y tapar e balón, ¡pero sus
pies parecian atascadas! .El balón entró sin problema en la porteria.
El equipo de Joaco se quejó.
Siguió el otro equipo. Adán seguía temblando.
El turno ahora era para Elsa del equipo de Joaco. Pateó duro hacia
la esquina superior y mareó un gol estupendo
El joven pateó.. Adán trató de moverse... ¡pero de nuevo sus pies parecían
atascados!¡Gol!
De nuevo el equipo de Joaco se quejó.
Ahora era el turno de Joaco. Se preparó para disparar y rápidamente invocó a Calma y a
Autoconfianza. Respiró profundamente y pateó fuerte. ¡El balón pasó al lado del portero y
entro al arco! Tados lo felicitaron.
El útimo muchacho del otro equipo se dirigió a patear. Adán estaba casi llorando. ¡Estaba
temblando demasiado y sus pies no le respondian de nuevo! Bang! ¡El balón estaba adentro
de la porteria!

– ¿Qué te pasa? – le gritó el equipo de Joaco –Nisiquiera estás intentándolo


El árbitro tomó la palabra:
– Bien, muerte súbita. El primero en no meter gol pierde.
El profesor de Educación Física reunió al equipo. – Bien. Joaco. ¿Te gustaria patear
primero?
– Eso creo-respondió Joaco empezando a sentirse un poco nervioso.
– Bien. Entonces hagamosio – dijo el profesor. ¡Vamos, somos un equipo! Animo.
Pero el equipo no se animó y todos miraban al suelo.
Joaco fue al punto penalti. Estaba muy nervioso y Calma tuvo que hacerse tan grande
como un bus para tranquilizarlo.
Joaco respiró profundamente. La multitud estaba en silencio.
Confianza le dio la mano a Joaco y éste disparó tan fuerte como pudo.

-Nada que hacer-dijeron las compaieros de Joaco- Adan


— Ya es suficiente-djo el profesor-. ;
– Gol! gritó la multitud mientras el balón pasaba lejos del portero y ¡entraba en el arco
golpeando la red!
Joaco sintió alivio!
Se devovió caminando hacia donde estaba su equipo mientras Adán empezaba a caminar
hacia la porteria.
Joaco se detuvo.– Todo va a estar bien, Adán. Tu puedes hacer esto – le dijo dándole una
palmada en la espalda.
– No puedo-djo Adán – Cuando llego a la porteria siento mis pies atascados. En serio, no
los puedo mover.
Joaco tuvo una idea... miró al señor Valverde quien le estaba sonriendo.
Joaco se tocó su corazón y la cinta dorada apareció. En un instante los guayos de Adán
salieron y volaron hacia los pies de Joaco, quien miró alrededor sorprendido de que ¡nadie,
incluyendo a Adán, parecia haberse dado cuenta!
– Bien-dijo Joaco –, iMiedo de Adán, por favor, muéstrate! Miedo de Adin salió y se
mostró.
– Bien, quiero que te pongas lo más grande que puedas. Y..Nervicso, ¿dónde estás tú?
¡ Nervioso estaba en la media de Adán!
Joaco soltó una pequerña risa y dijo
- Bien, ustedes dos, quiero que se agranden tanto como puedan y hagan a Adán sentir más
susto! ¡Cada uno a un lado de él en la porteria! Vayan.
– ¿Cómo va a ayudar eso?-preguntó Confundido quien apareció en el hombro de Joaco
– Confa en mí –dijo Joaco –. ¡Creo que Adán va a estar muy orgulloso de sus nervios en
unos minutos!
Los guayos de Adán salieron de Joaco y retornaron a Adán.
– ¡Me siento ahora muy, pero muy nervioso ahora!--dijo Adán temblando.
– Vas a estar bien – dijo Joaco –. Vé. Te están esperando.
Adán llegó a la portería. ¡Miedo y Nervioso estaban tan grandes que podian sentir hasta la
red detrás de él!
El muchacho del otro equipo caminó hacia el punto donde dispararía. Al pasar al lado de
Joaco, Joaco toco su corazón y luego le dio una palmada al muchacho en el hombro y le
habló:
– Buena suerte – dijo, mientras se alejaba soltando una pequeña risa.
El muchacho del otro equipo sintió algo extraño en su hombro y de repente se sintió
muy, pero muy nervioso Sintió como si sus guayos no le quedaran bien.
– ¡Vamos! – gritó la multitud.
El muchacho miró a la porteria y Adán y se sintió más nervioso porque todo lo que veía
era muy grande y dos extraños personajes al lado suyo con Miedo y Nervioso escrito en sus
camisetas. Habian llenado completamente el arco.
El muchacho del equipo contrario tomó impulso para disparar y empezó a correr. Sintió
sus guayos muy grandes asi que tropezó al patear. El balón fue directo hacia Adán, quien
todavia tenía los pies atascados. ¡Le golpeó en la cabeza, reboto hacia Nervioso y siguió
por fuera de la porteria!
Se escuchó a la multitud gritando ¡El equipo de Joaco corrió al arco a abrazar a Adán,
quien se mostró aliviado!
Joaco caminó hacia el muchacho del equipo contrario y le ayudó. Recuperó su cinta de
Empatia mientras lo hacia.
– No entiendo – dijo el muchacho–. Me sentí más nervioso que su portero y mis guayos
se sentian enormes... y podria jurar que había dos personas gigantes en la porteria con el!
Joaco soltó una pequeña risa, se puso la cinta dorada de vuelta esu corazón y ¡corrió a
celebrar con su equipo!
Fue un momento muy feliz para Joaco. No solo porque hubieran ganado, sino porque
mientras miraba cómo sus compañeros felicitaban
a Adán, se dio cuenta de que ya no iba a necesitar ponerse en los guayos de Adán, pues ¡
él ya estaba empezando a tener autoconfianza de nuevo y se sentia muy, pero muy feliz!
En ese momento el señor Valverde y la señora Torres aparecieron dentro de la multitud.
La señora Torres llamó a Adán.
– Mira, jovencito…Toma un regalo por haber hecho esa tapada tan genial!
La señora Torres le dio a Adán una caja con un moño.
Dentro de la caja había un estuche y adentro estaban ¡los anteojosmás espectaculares que
podia haber!
¡Wow!-gritó Adán abrazando a su abuela ¡Están geniales!
¡Se los puso y se le veilan muy bien!
Todos gritaban de felicidad. ¡Los otros niños alzaron a Adán en hombros y se fueron
felices a los vestuarios sin dejar de gritar!
Esa noche la señora Torres, el señor Valverde, Joaco y su mamá fueron a comer pizza
para celebrar.

Todos estaban muy orgullosos de Joaco y de Adán.


Mientras se despedian, el señor Valverde llamó aparte a Joaco y chocó su mano – Muy
bien, muchacho... Estoy orgulloso de ti. Verdaderamente, ¡te has ganado hoy tu cinta!
Ambos rieron y rieron.
Esa noche, cuando Joaco se fue a dormir, Feliz y Emocionado no se calmaban El Capitán
apareció y los hizo acurrucar al lado de Joaco para que pudiera dormir
Joaco se toco el corazón y la cinta dorada se asomó.
– Bien – le dijo Joaco al Capitán. – Seguro que esa fue una aventura.
– Algo bastante interesante – dijo el Capitán. Joaco rió.
-Ahora, descansa un poco. joven Joaco. Todavía te queda un camino largo par recorrer

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