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Maltrato infantil

Se denomina maltrato infantil a cualquier acción (física, sexual o


emocional) u omisión no accidental en el trato hacia un menor, por
parte de sus padres o apoderados, que le ocasiona daño físico o
psicológico y que amenaza el desarrollo de tales funciones.

 El abuso físico
 El abandono físico
 El abandono emocional

EXPLICACION DEL PROBLEMA

Implica una valoración social en relación a lo que es peligroso o


inadecuado para el niño. ya que hay una falta de consenso social
respecto a lo que constituyen formas de crianza peligrosas e
inaceptables. Resulta difícil establecer la raya de separación entre
lo que es un maltrato y lo que no lo es
El maltrato infantil es un conflicto que ha persistido desde los
pueblos y civilizaciones de la antigüedad donde utilizaban a los
niños para realizar sacrificios y rituales .los niños abandonados por
sus padres o familiares ellas erar los que sufrían los malos tratos de
la sociedad.

Respaldando afirmaciones
El maltrato infantil se ocasiona de diferentes formas puede ser
maltrato físico, psicológico y emocional.

 Físico: La falta de proveer las necesidades básicas de un niño


por falta de sus padres o personas encargadas.
 Psicológico: en todas las clases sociales existe maltrato
psicológico hay familias que humilla ,insultan, rechazan a los
niños

SOLUCIONES
Los padres deben recibir el conocimiento, apoyo e información
adecuada y correcta para la educación de sus hijos, así como las
escuelas para padres en las cuales se les alienta a adoptar buenas
estrategias en las relaciones padres he hijos.
Dar programas dentro de las instituciones hospitalarias y educativas
para informar a los niños sobre los abusos sexuales en la infancia.
El maltrato o abuso físico[editar]
Se define como «cualquier acción no accidental por parte de los padres o cuidadores que provoque
daño físico o enfermedad en el niño o le coloque en grave riesgo de padecerlo». 6

Los indicadores típicos del abuso físico en un menor son las magulladuras o moretones en
diferentes fases de cicatrización y de forma extendida en diferentes partes del cuerpo; las
quemaduras con formas definidas; las fracturas de nariz o mandíbula, o en espiral de los
huesos largos; las torceduras o dislocaciones; las heridas o raspaduras en la cara y la
parte posterior de las extremidades y torso; señales de mordeduras humanas; cortes o
pinchazos; lesiones internas (en el cráneo o cerebro, síntomas de asfixia...).
El abuso de menores consisten en varios elementos y se enfatizan en dos ideas
principales las cuales son: la asimetría de edad y el abuso de poder. La asimetría en edad
se refiere en la diferencia de edad que hay entre el agresor y la víctima, mientras que el
abuso de poder es un factor necesario para el abuso infantil; ya que el mismo implica
miedo y obtiene un rol dominante en el ámbito social. El abuso al poder se obtiene por
medio de las experiencias y la madurez del agresor. Por esta razón la asimetría de edad
se convierte en un factor en el maltrato infantil; ya que por medio de la edad se pueden
descifrar los niveles de experiencia, madurez y sobre todo de malicia del agresor.7

El abandono o negligencia física y cognitiva y maltrato


institucional[editar]
La negligencia se identifica como la falta de proveer las necesidades básicas de un niño
por parte de sus padres o personas encargadas.
Se define como aquella situación donde las necesidades físicas (alimentación, vestido, higiene,
protección y vigilancia en las situaciones potencialmente peligrosas, educación y/o cuidados
médicos) y cognitivas básicas del menor no son atendidas temporal o permanentemente por ningún
miembro del grupo que convive con el niño.8

La negligencia puede ser:

 Física (ej., falta de proporcionar comida o resguardo necesario, o ausencia de


supervisión adecuada);
 Médica (ej., falta de proporcionar tratamiento médico o para la salud mental);
 Educativa (ej., falta de atención a las necesidades emocionales de un niño, falta de
proporcionar cuidado psicológico o permitiendo que el niño use alcohol o drogas).
Estas situaciones no siempre quieren decir que un niño es descuidado. Algunas veces los
valores culturales, los estándares de cuidado en la comunidad, y la pobreza pueden ser
factores que contribuyen, indicando que la familia necesita información o asistencia.
Cuando una familia falla en el uso de información y recursos, y la salud o seguridad del
niño está en riesgo,desde entonces la intervención de la institución de protección y
bienestar del niño podría ser requerida.9
El maltrato de menores en el seno de las familias es una de las causas contribuyentes a la
problemática social que hoy en día se vive, cuyo producto último es el aumento en la
incidencia criminal por parte de la juventud. El maltrato destruye el núcleo familiar, al
romper los lazos de confianza y amor que son fundamento mismo de ella. El uso de la
violencia por parte de sus padres y/o cuidadores la pone en tela de juicio la realidad de
amor de los padres hacia los hijos.10
El maltrato institucional
Se entiende por maltrato institucional a cualquier legislación, procedimiento, actuación u
omisión procedente de los poderes públicos o bien derivada de la actuación individual de
los profesionales que comparte abuso, negligencia, detrimento de la salud, la seguridad, el
estado emocional, el bienestar físico,la correcta maduración o que viole los derechos
básicos del niño y/o la infancia. (Martínez Roig, 1989) Al hablar del maltrato institucional,
nos referimos a las inadecuadas o insuficientes prácticas llevadas a cabo por los
siguientes sectores: ámbito sanitario, justicia, educación, servicios sociales, asociaciones
para la prevención del maltrato infantil y ONG. Incluye tanto las formas más conocidas de
malos tratos llevadas a cabo extra-familiarmente -físico, negligencia,emocional, sexual-
como de los programas -educación, salud, nutrición- y de los sistemas políticos, públicos
y/o sociales inadecuados. 11
El abuso infantil se puede detectar de diversas formas especialmente cuando los
encargados legales del menor dejan de tomar responsabilidades sobre el mismo. Según
este artículo, ha habido casos severos donde menores de 10 años tienden a cocinar ellos
mismos porque los padres no han podido traer comida a la casa e incluso han ocurrido
situaciones donde el menor permanecen más de 24 horas sin comer. Según esta revista,
existen varios tipos de maltrato infantiles tales como, el abuso sexual (donde hay un
contacto directo entre el agresor y la víctima), maltrato físico (donde ocurren lesiones y
agresiones físicas en contra la víctima, no necesariamente hay abuso sexual), negligencia
infantil (donde los padres o encargados legales descartan responsabilidades sobre el niño
y al mismo lo abandonan) y el maltrato emocional (donde el agresor cosecha el miedo y la
angustia sobre la víctima).12
Un ejemplo de discriminación contra personas con discapacidad fue Cighid, un centro
asemejado a un campo de concentración donde niños con discapacidad considerados
como "irrecuperables" (en rumano: irecuperabili) murieron por el abandono al que eran
sometidos.

Impacto[editar]
Las situaciones de maltrato lo que revelan es una grave disfunción relacional que por lo tanto
afectará al normal desenvolvimiento del cumplimiento de tareas del menor. Este fracaso en la
ejecución de las metas del menor sería, en sentido amplio, el impacto del maltrato y es lo que se
viene a significar cuando en las definiciones de maltrato se señala que éste amenaza el desarrollo
de la competencia del niño o el desarrollo físico, psicológico y emocional considerado como normal
para el niño.13

El impacto del maltrato o abuso, al ser un fenómeno contextualizado, puede verse


amortiguado, según múltiples variables: no solo las más obvias, relacionadas con el tipo,
duración o intensidad del maltrato, sino también con las características de la víctima, los
recursos y apoyos que tenga, y las propias situaciones de su evolución vital. Según el
artículo (2003). "Basta de indiferencia: maltrato infantil", el abuso infantil es un conflicto del
cual, hay muchas polémicas con respecto al niño; ya que el mismo puede tener muchos
problemas durante su desarrollo personal.14
Independientemente de las secuelas físicas que desencadena directamente la agresión
producida por el abuso físico o sexual, todos los tipos de maltrato infantil dan lugar a
trastornos conductuales, emocionales y sociales. La importancia, severidad y cronicidad de
estas secuelas depende de:

 Intensidad y frecuencia del maltrato.


 Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades
sociales, etc).
 El uso o no de la violencia física.
 Relación del niño con el agresor.
 Apoyo intra-familiar a la víctima infantil.
 Acceso y competencia de los servicios de ayuda médica, psicológica y social.
En los primeros momentos del desarrollo evolutivo se observan repercusiones negativas
en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del niño. Así como pesadillas
y problemas del sueño, cambios de hábitos de comida, pérdidas del control de esfínteres,
deficiencias psicomotoras, trastornos psicosomáticos.
En escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas autolesivas,
hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales,
fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de
drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y
vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal.
Más allá de las consecuencias en el plano meramente psicológico, una investigación
norteamericana ha apuntado que el castigo físico puede provocar alteraciones a nivel
cerebral. Según este estudio, cuando los niños están sometidos a la violencia más allá de
los cinco años de vida, tienen un Coeficiente Intelectual más bajo que sus coetáneos, lo
cual se debe a una disminución de la materia gris en las zonas del área prefontal del
cerebro.15
Diversos estudios señalan además que el maltrato continúa de una generación a la
siguiente. De forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser perpetuador de
maltrato en la etapa adulta.

Aspectos históricos[editar]
Consideraciones bíblicas[editar]
En el libro Proverbios se identifican ideas que desarrollan conceptos ligados a los recursos
de crianza y enseñanza y se evidencia su clara inclinación hacia la práctica del maltrato
con la finalidad de producir cambios conductuales:
La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina lo corrige.16
El látigo es para los caballos, el freno para los asnos, y el garrote para la espalda del necio. 17
Los golpes y las heridas curan la maldad; los azotes purgan lo más íntimo del ser.18

Solá expresa que una mirada a la historia de la Biblia desvela que estos métodos por sí
mismos no hicieron nunca una sociedad mejor y más ajustada a la voluntad de Dios. Más
adelante, en el Nuevo Testamento se manifiesta un cambio de actitud respecto a las
relaciones humanas:
Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De
hecho esto es la ley y los profetas.19

Desarrollo histórico[editar]
A lo largo de la historia de la humanidad y en la actualidad, tomando a la humanidad como un todo,
puede decirse que lo normal, en el sentido de frecuente, es que los niños no reciban lo que
entendemos por «buen trato». La mayoría de los datos históricos que poseemos sobre el respeto de
los derechos de los niños por parte de muchas culturas de la antigüedad corroboran esta
afirmación.20

La atención jurídica y médica de los menores maltratados empezó a desarrollarse en la


segunda mitad del siglo XIX. De manera individual, el médico francés A. Tardieu publicó en
1860 la primera monografía sobre el tema y el también médico estadounidense Silverman
demostró con estudios radiológicos las consecuencias no visibles de los maltratos.
El primer proceso judicial que defendió a un menor (una niña) por los malos tratos
recibidos por adultos (en su caso, su propia madre), tuvo lugar en 1874 en Estados
Unidos. La acusación fue realizada por la Sociedad Protectora de Animales, por cuanto no
existía ley alguna que amparase a los menores, aunque sí a los animales en general.
Estas labores pioneras dieron como resultado que antes de que acabase el siglo se
creasen dos sociedades pro derechos de los niños: The Society for the Preventión of
Cruelty to Children, en Nueva York, y The National Society for the Prevention of Cruelty to
Children, en Londres.
La atención a los derechos de los menores es característica de la segunda mitad del siglo
20, que es cuando se les reconoce como sujetos de derechos. En 1959, la Asamblea
General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño; y, más
tarde, en 1989, esa misma Asamblea adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño.
Paralelamente a este interés en el estatus legal, se fue desarrollando la correspondiente
atención a la comprensión y prevención del fenómeno.
En 1962 se publicó en Estados Unidos un trabajo científico titulado «Síndrome del niño
apaleado» que incentivó de manera definitiva la atención a las víctimas de los malos tratos
infantiles, incluyendo con ellos la reformulación de las medidas legislativas y la
sensibilización de la opinión pública respecto del problema. En los países europeos más
desarrollados, se produjo un fenómenos similar en los años siguientes.
Habiéndose registrado una alta incidencia de querellas de maltrato de niños y un esfuerzo
único por este mal fue aprobada en varios estados de Estados Unidos la Ley Número 75 el
28 de mayo de 1980, en la cual se establecía que un menor era víctima de "maltrato o
negligencia" cuando sufría daño o perjuicio, o se encontraba en riesgo de sufrir daño o
perjuicio en su salud física, mental emocional, o en su bienestar, por las acciones y
omisiones no accidentales de sus padres o de otras personas o instituciones responsables
de su cuidado. En esta ley se estableció la política pública de protección a menores.21
La atención de los expertos ha ido desde la casi concentración en los malos tratos de tipo
físico a la apertura hacia, por un lado, la comprensión de los conceptos de negligencia y de
maltrato emocional, y, por otro, el problema de los abusos sexuales. También, ha habido
cambios en lo que se refiere a la percepción de los maltratadores (en principio,
identificados con personas con problemas psíquicos y/o pertenecientes a contextos socio-
económicos muy atrasados; después, asumiendo el perfil variopinto del maltratador
infantil) y en la forma de abordar los problemas (en principio, la separación del maltratado
de su entorno; después, el intento de rehabilitar ese entorno).
Otro tipo de maltrato infantil, muy poco conocido es el llamado Síndrome de Münchausen
por poderes, consiste en inventar una enfermedad en el niño o producirla por la
administración de sustancias y medicamentos no prescritos. Generalmente se trata de un
niño en la edad de lactante-preescolar (edad media de 3 años). Los signos y síntomas
aparecen solamente en presencia de la madre (habitualmente el perpetrador del abuso),
son de causa inexplicable y los exámenes complementarios no aclaran el diagnóstico. Este
síndrome presenta una mortalidad entre 10-20%, y su impacto a largo plazo puede dar
lugar a desórdenes psicológicos, emocionales y conductuales.

Referencias
El servicio de Psicología del Hospital Las Mercedes de Chiclayo ha atendido a
más de 600 niños víctimas de violencia física y psicológica por parte de sus
padres, informó Yolanda Castro Yoshida, encargada del área.

La especialista refirió que esta situación se da porque los padres han olvidado
su verdadero rol y por el trabajo no tratan con cariño a sus hijos, toda vez que 6
de cada 10 menores son maltratados.

“Asistimos a una sociedad donde frases como "gracias", "te amo", "te quiero",
"eres importante en mi vida" no se dicen a los hijos por vergüenza o falta de
madurez emocional y mental, pero si castigamos y lo hacemos con frases
hirientes”, señaló.
Refirió que una de las causas de esta violencia en menores ocurre porque
muchas parejas son jóvenes y no han asumido su verdadera madurez mental
como padres.

Recordó que en esta fecha de Navidad no es recomendable asumir actitudes


totalmente materialistas.

Al contrario, dijo que es más adecuado dotar de todo el cariño a sus hijos para
evitar depresiones u otras actitudes que perturben la tranquilidad de los
menores.

Lea más noticias de la región Lambayeque

En 35% se incrementaron los casos de maltrato infantil y adolescente en la


región Lambayeque, manifestó la coordinadora de Salud Mental del Hospital
Docente Las Mercedes de Chiclayo, Yolanda Castro Yoshida.

En el marco del Día de La Lucha Contra el Trabajo Infantil, explicó que se


reportan mensualmente más de 30 víctimas por agresión sexual, física,
psicológica o descuido, siendo los distritos de José Leonardo Ortiz y La Victoria
donde se registra el mayor número de víctimas.

"Son los padres de familia, tíos y primos los que propician este tipo de actos,
principalmente contra mujeres que oscilan entre los 6 y 17 años. En enero fueron
35 casos, 22 en febrero, 31 en marzo, 33 en abril y en mayo similar cifra", precisó
la especialista.

Finalmente, Castro Yoshida refirió que al asumir las atenciones, los menores de
edad reciben ayuda psicológica a fin de que logren superar este tipo de
problemas.

Alrededor de 60 casos de maltrato infantil se denuncia anualmente en la


región Lambayeque, cifra que se condice con la realidad.

Así lo informó Erlita Gelacio Llontop, directora de la Defensa Pública y


Acceso a la Justicia de Lambayeque.

Mencionó que como son muy pocas las personas que denuncian estos hechos,
la estrategia de esta institución pública es salir a plazas, con el objetivo de
informar a la población y sensibilizarla para denunciar más casos de este tipo,
por lo que se lanzó en Chiclayo la Campaña Nacional contra el Maltrato
Infantil bajo el lema “Que la Violencia no rompa sus fantasías… Queremos
niños felices!”.
Durante esta jornada que se realiza hasta hoy en la explanada de la
Beneficencia Pública de Chiclayo, se informará a la población las formas de
maltrato y dónde acudir a denunciar estos hechos.

“Nosotros como Ministerio de Justicia vamos a apoyarlos y ejecutamos un


acompañamiento en todo el proceso”, aseguró.

Indicó, que en Lambayeque se ha registrado casos de maltrato físico de


profesores a menores, agregando que también se reportan casos de
explotación laboral y sexual.

La funcionaria advirtió que el origen del maltrato infantil en esta zona se


debería a comportamientos socialmente aceptados por la sociedad.

“Los maltratos en un 70% a niños, se dan en el seno familiar por los

padres, tutores o familiares que consideran que esos comportamientos

son correctos porque así ellos fueron criados”, anotó en declaraciones a la

Agencia

Estrategias para la prevención del maltrato


infantil
1. Aumenta la autoestima de tus hijos

Una buena manera de prevenir el maltrato infantil en cualquier ámbito


es fomentar la autoestima en tus hijos.

Si ellos son capaces de apreciarse y valorarse como personas, será más


difícil que los maltraten en la escuela por ejemplo, porque enseguida
buscarán ayuda para salir de esa situación.

Para estimular una buena autoestima en tus hijos, no los agredas


verbalmente. Jamás le digas a tu hijo que es “tonto”. No lo compares
con sus hermanos o compañeros de clase. Terminará por creer que él no
vale tanto como los demás y eso destruirá su autoestima.

Estimula sus logros y confía en sus capacidades. Permíteles equivocarse


y aprender de sus errores.

No los regañes. Con calma, indícales cuáles son los aspectos que deben
mejorar de sí mismos y confía en que pueden hacerlo.

2. Aprecia las actitudes positivas

Otra manera de mejorar la autoestima de tus hijos y evitar que sean


maltratados es reconocer y valorar todas sus actitudes positivas.

Cuando obtienen una buena nota en la escuela o cuando se comportan


correctamente en un paseo, se debe señalar y reconocer con palabras y
gestos, besos y abrazos.

3. Enseña con el ejemplo

No puedes pedirle a un niño que deje de hacer berrinches y se calme, si


le estás gritando.

Si le das un tirón de orejas, le estás enseñando que la violencia es una


manera de solucionar los problemas.

Si de verdad quieres evitar el maltrato infantil, debes comenzar por


controlar tus impulsos y actuar con calma. Si te sientes enojado, lo
mejor es retirarte a tu habitación y no hacer ni decir nada hasta que
estás más calmado.

De esta manera los niños también aprenderán a controlar sus emociones


y en el futuro no maltratarán a sus propios hijos.

4. Fomenta el diálogo
El diálogo es fundamental para una relación correcta entre padres e
hijos. Escucha lo que tu hijo tiene para decir y respóndele con calma y
con franqueza.

Si quieres ayudar a evitar el maltrato infantil, cuéntale a tus hijos cuáles


son sus derechos.

Diles que nadie tiene por qué ver o tocar sus partes íntimas y que si
viven alguna situación que les hace sentir incómodos, deben decírtelo,
deben confiar en ti, porque tú siempre los ayudarás.

5. Ajusta tus expectativas

Cada niño es distinto y no todos tienen las mismas capacidades,


preferencias o talentos. Algunos padres tienen expectativas poco
realistas en cuanto al rendimiento escolar o deportivo de sus hijos, y
esto puede llevar a situaciones de maltrato infantil.

Como padre, debes aprender a conocer a tus hijos, comprenderlos y


ayudarles a desarrollar su potencial, ajustando tus expectativas de
acuerdo con sus posibilidades y preferencias.

6. Busca ayuda profesional

Lamentablemente no existe una escuela para padres. No todos los


padres tienen que saber por instinto cuál es la mejor manera de criar a
sus hijos, cómo ponerles límites saludables o cómo controlar sus
conductas.

Por eso, si estás teniendo problemas con la crianza, no debes sentirte


avergonzado ni recurrir a la violencia.

Busca ayuda profesional en médicos, psicólogos o instituciones que


brindan ayuda para padres, seguro que hay alguna en tu comunidad.

7. Busca soluciones para patologías específicas


Algunas veces los niños con ciertas patologías como trastornos de
ansiedad, síndrome de déficit de atención o depresión, pueden ser
víctimas de maltrato infantil.

Si crees que la conducta de tu hijo no es la que debería ser, tienes que


consultar al médico, tal vez padezca algún tipo de trastorno que requiere
un tratamiento específico.

8. Evita embarazos no deseados

Si realmente no quieres tener más hijos, entonces toma las


precauciones necesarias para evitar un embarazo no deseado.

Los embarazos no planificados aumentan los riesgos de maltrato infantil


y tener un hijo es una gran responsabilidad.

Si no estás seguro de poder o querer criar más hijos, es mejor que no


los tengas.

9. Evita la violencia

Los niños y los adolescentes no aprenderán a golpes aquello que sus


progenitores quieran enseñarles, siempre debes tener esto muy
presente.

La violencia no les ayudará a comportarse mejor o a resolver conflictos.


Por el contrario, cuando hay violencia en el hogar los niños se vuelven
menos sensibles a las experiencias violentas y aumenta el maltrato
infantil.

El aprender sobre las reglas de convivencia, sobre la paz, la solidaridad


o la empatía no se lo enseñarás con palabras, sino con tu propio
ejemplo.

10. Pon límites de manera saludable


Es posible poner límites en tu hogar y que tus hijos los respeten y
respeten tu autoridad como padre o como madre, sin necesidad de
recurrir a ningún tipo de violencia, física o verbal.

Para que la autoridad sea vivida y comprendida por los hijos como algo
natural y positivo, los padres debe alejarse de las prácticas violentas y
aprender a manejar sus emociones, a reconocer y expresar su rabia
encontrando las palabras adecuadas e incluso, deben aprender a pedir
perdón a sus hijos cuando se equivocan.

Si en el momento de ir a dormir, de bañarse, de hacer las tareas


escolares o de sentarse a la mesa las cosas no suceden como querrías y
la tensión aumenta siguiendo la secuencia: “hablar, convencer, discutir,
gritar, pegar”, entonces te estás desbordando y el clima emocional en tu
hogar no será bueno.

Recuperar un clima adecuado es fundamental para que los padres


puedan ejercer su autoridad.

Los límites deben estar marcados claramente, los hijos deben conocer
perfectamente cuáles son las reglas y cuáles serán las consecuencias si
no las siguen.

Y los padres deben aplicarlas siempre que los hijos no respeten estos
límites, pero en un ambiente calmado, con un tono de voz, postura
corporal y gestos que transmitan autoridad pero tranquilidad al mismo
tiempo.

El clima emocional seguro y adecuado en el hogar se basa en el


convencimiento de que los conflictos aparecerán naturalmente en todos
los hogares, pero que existe un modo de solucionarlos, basados en el
diálogo y el respeto mutuo entre padres e hijos.

Sigue estos sencillos consejos y estarás ayudando a mejorar el ambiente


familiar, evitando el maltrato infantil.

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