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Colección TEMAS SELECTOS

CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS


PENALES

José Ramón Cossío Díaz. Ministro


Director/Coordinador

Títulos de la Colección:
1- La investigación complementaria en el proceso penal
acusatorio
Ricardo Paredes Calderón. Magistrado
2- La etapa intermedia en el proceso penal acusatorio
Héctor Lara González. Magistrado
3- Las soluciones alternas y formas de terminación
anticipada en el proceso penal acusatorio
Emma Meza Fonseca. Magistrada
4- La prueba en el proceso penal acusatorio
Miguel Ángel Aguilar López. Magistrado
5- La etapa de juicio en el proceso penal acusatorio
Gabriel Calvillo Díaz. Maestro
Israel Alvarado Martínez. Abogado
Héctor Lara González
Magistrado

LA ETAPA INTERMEDIA EN EL
PROCESO PENAL ACUSATORIO
CAPÍTULO IV

La audiencia intermedia

1. GENERALIDADES

La audiencia intermedia comprende la segunda fase de la Etapa inter-


media y se desarrolla en forma oral. La audiencia tiene como fin que las partes
debatan respecto de las posiciones y pretensiones que han adoptado en la fase
escrita y con ello asear lo que será la materia del juicio oral. Con la acusación
ministerial, la constitución de Coadyuvante, la postura procesal del Acusado
y el descubrimiento probatorio, las partes han dejado claro cuáles son los
puntos que desean se debatan en la audiencia intermedia. «Concluidos los trá-
mites escritos de la fase intermedia, tiene lugar la audiencia de preparación del juicio
oral…esta audiencia constituye un hito central de esta etapa del procedimiento, pues
en ella se cumplen, de modo oral y contradictorio, las funciones asignadas a la misma,
fijándose de modo definitivo los hechos y las pruebas sobre los que versará el juicio y
recaerá la sentencia» (Horvitz Lennon, Derecho Procesal Penal Chileno, t II,
p 32).
La audiencia deberá estar presidida por el Juez de control con la asistencia
de las partes que tengan una pretensión procesal que sostener. Los puntos
que pueden abordarse en la misma son: incidencias planteadas (punto en el
que tienen cabida la corrección de vicios formales de la acusación), las ex-
cepciones planteadas por la Defensa; el Juez deberá cerciorarse de que el
descubrimiento probatorio fue legal; los acuerdos probatorios; la exclusión
de los medios de prueba; y finaliza con el dictado del auto de apertura a
juicio. El CNPP regula la audiencia intermedia en los artículos 342 al 347.

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La etapa intermedia en el proceso penal acusatorio

2. FORMALIDADES

El legislador ha sido enfático al señalar determinadas formalidades que


deben observarse en la audiencia intermedia; concretamente alude al prin-
cipio de inmediación, a la característica de oralidad y a las partes que deben
intervenir. Tal previsión no era estrictamente necesaria porque la naturaleza
misma de la audiencia impide que se celebre sin observar éstas.
«La audiencia intermedia será conducida por el Juez de control, quien la presidirá
en su integridad…» dice la primera parte del artículo 342 del CNPP. La in-
mediación es un principio rector del sistema procesal penal, como lo pre-
vienen los artículos 20, apartado A, fracción II y 9 del CNPP. Por tanto, no
era necesario invocarlo ya que no es necesario que el legislador en cada di-
ligencia tenga que estar precisando la necesidad de desahogarla bajo el prin-
cipio de inmediación. Por esta misma razón resulta superflua y además re-
dundante la norma procesal de que «…Es indispensable la presencia permanente
del Juez de control…». Sólo es necesario ser casuístico en el supuesto contrario
o de excepción, es decir, cuando se autorice que alguna diligencia pueda ser
llevada a cabo por una autoridad distinta del Órgano jurisdiccional o por una
persona distinta del juez.
«…y se desarrollará oralmente [la audiencia]…» agrega el artículo 342 in-
vocado. La característica de la oralidad tampoco era necesario incluirla, pues
también constituye una regla general que tratándose de audiencias, éstas de-
ben llevarse a cabo en forma oral, como terminantemente lo dice el artículo
44 del CNPP.
El CNPP, artículo 342, regula también quiénes de las partes procesales
son indispensables que concurran y permanezcan en la audiencia intermedia:
«…Es indispensable la presencia permanente del… Ministerio Público, y el Defensor
durante la audiencia…» dice el precepto. De ello podría deducirse, prima fa-
cie, que la ausencia del Acusado, por una parte, no invalida la diligencia, y
por la otra, que el derecho de asistir a la misma, es para él renunciable. La
primera conclusión es cierta, porque la audiencia será válida si concurren y
permanecen en la audiencia el Fiscal y el defensor; pero la segunda conclu-
sión es falsa, porque el artículo 62, último párrafo, del CNPP determina
«Cuando el imputado haya sido vinculado a proceso, se encuentre en libertad, deje de
asistir a una audiencia, el Ministerio Público solicitará al Órgano jurisdiccional la
imposición de una medida cautelar o la modificación de la ya impuesta» de lo que
se sigue que es obligación del Acusado de asistir a la audiencia y está legal-

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La audiencia intermedia

mente apercibido de la consecuencia que su ausencia acarrea, por tanto no


se trata de un derecho renunciable.
La ausencia del Acusado en audiencia intermedia puede obedecer a va-
rios supuestos: uno, porque definitivamente no asistió a la misma; en este
supuesto la ausencia no invalida la audiencia pero puede acarrear las conse-
cuencias procesales previstas en el artículo 62 citado. Dos, la ausencia se debe
a que el propio Órgano jurisdiccional le permitió ausentarse, conforme al
supuesto normativo del artículo 56, párrafo primero, última parte del CNPP;
en tal caso la audiencia tiene validez si están el Fiscal y el defensor y no acarrea
ninguna de las consecuencias procesales previstas en el artículo 62 invocado.
Tres, la ausencia del Acusado puede deberse a que se rehúsa a permanecer
en la sala de audiencias; tal caso obliga, conforme al artículo 56, segundo
párrafo, del CNPP, a que sea conducido a una sala próxima desde donde
podrá seguir la audiencia y será representado para todos los efectos, por su
defensor; la audiencia no pierde validez por su ausencia y tampoco se im-
ponen las consecuencias del artículo 62 referido. Cuatro, la ausencia del
Acusado puede tener como origen que, estando preso, el centro carcelario
físicamente no lo presentó en la sala de audiencia; en tal caso su ausencia
viciaría la audiencia si ésta se lleva a cabo, no por la ausencia misma del
imputado, sino por coartarle el derecho de asistir.
Otro tema es el de la ausencia de la Víctima/ofendido y de su Asesor
jurídico, en la audiencia intermedia. Como parte procesal que son, tienen el
derecho de asistir a la audiencia y ejercer los derechos que legalmente les
asisten. Pero a diferencia de la ausencia del Acusado, la de aquéllos tiene
consecuencias procesales diferentes. El punto de partida es que la audiencia
se llevará a cabo estén o no presentes. El segundo punto es que no están
obligados a asistir y por ende su derecho de asistencia es totalmente renun-
ciable. Sin embargo, debe ser claro para la Víctima/ofendido que si se cons-
tituyó como Coadyuvante, su ausencia sí tiene consecuencias procesales en
su perjuicio, ya que respecto de las pretensiones que haya anunciado en la
fase escrita de la Etapa intermedia se le tendrá por desistido (artículo 342,
segundo párrafo).
En realidad, aún en el caso antes citado, no se trata de una obligación
para la Víctima/ofendido que se ha constituido como Coadyuvante, de asistir
a la audiencia intermedia, sólo que al renunciar a tal derecho, desiste también
de sus pretensiones. Esta consecuencia es correcta, ya que en un sistema
contradictorio es indispensable la asistencia de quien sustenta una posición
procesal para debatir; de otra manera con quién el Acusado/defensor debatirá

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La etapa intermedia en el proceso penal acusatorio

respecto de ésta; con quién el Ministerio público va a debatir una propuesta


de correcciones formales de su acusación si el Coadyuvante que la ha pedido
está ausente. Cualquier propuesta, en un sistema acusatorio, tiene su defensor
y su detractor, y resulta impensable que haya un debate argumentativo con
una de las partes ausente.

3. DESARROLLO DE LA AUDIENCIA

La audiencia iniciará en la hora y fecha programada, estando presentes,


necesariamente, el Juez de control, el Ministerio Público y el Defensor. El
Acusado, ya dijimos, puede no estar presente pero estará representado por
su defensor. La Víctima y el Ofendido tienen derecho de asistir, incluso a
través de su Asesor jurídico; si sólo tiene la calidad de parte procesal su au-
sencia no acarrea consecuencia alguna, en cambio si tiene la calidad de
Coadyuvante, su ausencia determina el desistimiento de sus pretensiones
procesales.

3.1. Alegato de apertura

Al igual que ocurre con la audiencia de juicio, en la intermedia existe


un alegato de apertura que dará inicio a la diligencia. Este alegato tiene como
fin dar un orden a la diligencia para que todos, Juzgador, partes procesales y
público asistente, conozcan cuál será la materia respecto de la cual se habrá
de debatir. El Juez de control otorgará la palabra al Ministerio público, quien
realizará una exposición resumida de su acusación, dice el artículo 344 del
CNPP. La exposición deberá comprender la mención de cada punto de
acusación pero bajo el concepto de síntesis. El Fiscal deberá tener la capacidad
de que en pocos minutos, muy pocos, su acusación sea perfectamente com-
prendida. El pliego por escrito puede ser abundante, incluso comprender los
trece puntos previstos en el artículo 335 del CNPP, y pese a ello, se pide al
Fiscal una exposición concisa en la que invoque cada uno de esos puntos.
Algo claro es que este alegato no tiene fines argumentativos; el Fiscal no tiene
que explicar por qué su acusación es correcta, su exposición será meramente
descriptiva. Esta intervención no comprende, bajo ninguna circunstancia, la
lectura del escrito de acusación, pues la oralidad es una de las formalidades
de la audiencia.
Al alegato del Fiscal le siguen «las exposiciones de la víctima u ofendido».
En este punto el legislador no fue cuidadoso, ya que debió acotar este de-

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La audiencia intermedia

recho a cuando se tiene la calidad de Coadyuvante. El derecho de exponer


que la norma procesal da a las partes al inicio de la audiencia intermedia, no
tiene mayor alcance que la de exponer las pretensiones procesales propias de
esa audiencia; estas exposiciones son descriptivas mas no argumentativas. Por
tanto, el derecho de exponer de la Víctima/ofendido sólo tiene lugar si ésta
se ha constituido como Coadyuvante, ya que tendrá un interés procesal que
exponer. Sin tal calidad, su intervención no tiene sentido pues qué podría
exponer. Como hemos dicho, esta oportunidad de intervenir, no es para
argumentar si se tiene razón en lo que se pretende, ni para argumentar si
tiene razón o no alguna de las otras partes en lo que quiere; el fin es exponer
las pretensiones propias.
La exposición de la Víctima/ofendido es entonces respecto de las pre-
tensiones que hizo valer conforme al artículo 338 del CNPP. El Código
adjetiviza de resumida sólo a la exposición del Fiscal, sin embargo, nada hay
para concluir que la intervención de las otras partes pueda ser interminable,
más bien, bajo el principio de igualdad procesal, tanto la Víctima/ofendido
como el Acusado/defensor, deberán actuar de igual manera y ser concisos
en su exposición.
El Acusado, por sí o por conducto de su defensor, hará también sus
exposiciones, dice el CNPP. Este punto es más complicado que los dos an-
teriores. En principio, pese a que la norma procesal establece un texto al-
ternativo de que el Acusado por sí o por su defensor hará la exposición, ello
debe interpretarse como un derecho acumulativo, esto es, que la exposición,
que se supone por ser técnica la haga el defensor, ello no implica que el
Acusado ya no pueda intervenir o viceversa; este derecho, incluso, lo reco-
noce el artículo 66 del CNPP.
En otro punto, a diferencia de un alegato de apertura de audiencia de
juicio a cargo de la Defensa, en el que es potestativo exponer lo que al interés
del Acusado convenga (artículo 394 CNPP), en el alegato de la audiencia
intermedia, por no ser argumentativo ni revelador de algún arma procesal
propia de una estrategia de defensa derivada de una teoría de su caso, es un
deber hacer la exposición sin que con ello se atente contra el derecho de
defensa ni mucho menos que implique un atentado al principio de no au-
toincriminación.
Otro tema es el contenido de la exposición a cargo de la Defensa. En
principio se entiende que ésta contendrá una síntesis de las pretensiones pro-
cesales que esta parte procesal ya ha dejado de manifiesto en la parte escrita
de la Etapa intermedia. Pero a diferencia de lo que ocurrió con el Fiscal y

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La etapa intermedia en el proceso penal acusatorio

con la Víctima/ofendido, el artículo 340 del CNPP le otorga a aquél el


derecho de hacer valer sus pretensiones tanto en la fase escrita como en la
audiencia intermedia; por tanto, es este el segundo momento procesal en el
que podrá exponer los vicios formales del escrito de la acusación, pronun-
ciarse sobre las observaciones que el Coadyuvante hizo de ésta, pedir su
corrección; solicitar la acumulación o separación de acusaciones y manifes-
tarse sobre los acuerdos probatorios (respecto de estos contenidos véase el
punto 2.3 del Capítulo IV).
La intervención del Acusado/defensor, entonces, tiene dimensiones di-
ferentes a las que corresponden a las demás partes. La exposición será también
resumida si se trata de exponer lo que ya puso de manifiesto en la fase escrita,
pero si ejerce el derecho de hacerlo por vez primera en la audiencia, su
exposición no tiene ya que revestir tal característica y deberá, por el contra-
rio, ser preciso y abundante conforme al tópico lo requiera. La diferencia es
que deberá hacerlo en forma oral lo que implica el dominio de esta habilidad
a cargo del defensor, pues como advierte Calamandrei «…para obtener justicia,
no basta tener razón…es necesario también saberla exponer, encontrar quien la en-
tienda, y la quiera dar, y, por último, un deudor que pueda pagar» (Calamandrei,
Derecho Procesal Civil, p. 250).

3.2. Corrección de vicios formales en la acusación

Concluidas las exposiciones de las partes, lo que implica que se ha puesto


sobre la mesa de debate lo que comprenderá la audiencia intermedia, el punto
siguiente es resolver las incidencias que las partes consideren relevantes pre-
sentar.
Por no haber otro momento procesal, es aquí cuando las partes deben
debatir respecto de los vicios formales de la acusación que hayan señalado
tanto el Coadyuvante como el Acusado/defensor (respecto de su contenido
véanse los puntos 2.2 y 2.3 del Capítulo IV). En razón de que el Fiscal conoce
la petición de corrección de vicios formales de su acusación (porque desde
la fase escrita la hicieron el Coadyuvante y/o el Acusado/defensor, o bien
porque al inicio de la audiencia fue planteada por este último) es posible que
esté de acuerdo con la misma y por tanto al plantearse la incidencia deberá
hacerlo saber al Juez para que no haya debate al respecto y quede como un
punto de acuerdo que deberá reflejarse en el auto de apertura a juicio.
De no darse el supuesto referido, el Juez de control deberá decidir, ante
planteamientos de corrección de vicios formulados tanto por el Coadyuvante

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