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CAPITULO 3
REGULACIÓN DE LA CONDUCTA

A. INTRODUCCIÓN

Para llegar a conocer el carácter de los estudios jurídicos, una vez

precisadas las nociones de ciencia y de filosofia, es necesario aproximarse
al
co

y esas en común la idea de

: nornas convenciones sociales.
estudia¡ de la

Derecho.
-----.-
normas tien_en u¡ -c_a1ácler n¡ryjifgpnte a las lEte;_yqt4lgles
--las-as
o."rrrÁiÑ"tep .de la lig-i9g-y a._lqs reglas técnica o
aryp, S_1qp¡gbargo, aunque esto pareciera indudabl oportühi-
dades l4_s-normas jurídicas han sido descritas_contg lgtes empírig,as, no sólo
pllgjgglqtggtJIrrq o :4_p:F"_:gry:E:rse, sino por algunos
juristas, cosa que sl llama la atención. p. gr_of¿@e, glqbiÉn n¡A:.r3o
_c_o-qqidq-r¿éps 9g.ry9-f,esla,s*!étigfkg!, eiqcluso Ey_yn grupo de autores que
gArya-qstrau ygd4co-qomo an s is tema I ó gr éo, -qgme¡gq 3¡ geg1e:
trla.T-inalmente, hay muchos autores q'ue han estudiado el OereCño deill
él Derecho cGüe
rnap-rspectjua,4 deEñs
posiciones señaladas, se puede mencionar que en el grupo de los empiristas
está Olivecrona, con su obra El Derecho como Hecho, de 1959, y el resto
del realismo escandinavo, asl como el realismo norteamericano: Holmes,
Pound, Cardozo, Llewellyn, Frank, etc. En la consideración de las normas
como roglas técnicas aparece Adolfo Ravá y El Derecho como norma téc-
nlca, do I 9 I l, y Manucl Atienza, en st Intrcducción al Derecho, de I 998.
En ol grupo do lo¡ logicietas se encucntran Grooio, Loibniz, Stammler y
 l,¡¡ l(.c¡ric¡¡ y tl ¡¡rlt. ('6lllo ylt sc sct'titlir crl cl ca¡ril'trltl alttcritlr'
cn utt
Kirlirtowski. l os norrurlrvisllts rtclttyctt lt ll¡rtts Kclscrr. Norlrctkr llrhllto
.,t.rrlrt19 rrr¡¡rlip sc cttliclttle: ¡lor rtr'lt' tttttt ttt'lit'idtttl elut'tiane por.finalidad
y cn gr:ncrll ¡r lotkl cl ¡rositivisrrro.jtrritlicrl. ¡rsí co¡uo cl irrslrirlrrrlrlisn¡rl.
It,tt t't'ttltlt,. Sc ¡rttctlc tlccir t¡trc tlna pcrsorla domina
el arte de la acuarela'
Tal divorsidatl dc posicioncs clc filt'rsolils clcl [)crccho otrliga a cxirrttiltirr'.
,r rlcl lror.tlatlo, y sc ha hablado «lel arle de lo justo y de lo equitativo- Pero
aunque sea someramente, las características «lc las cicncias nalt¡ralcs, lls
restringido,
ciencias sociales, la técnica, la lógica y los estudios nornrativos. [)cro anlcs |||iis liccucrrtcntcntc se usa la expresión arte en un sentido más
que plasman
de revisar los caracteres, se harán algunas observaciones generalcs sobrc l,rritando la actividad a la creación de obras que se considera
quienes las observan, ya sea
las disciplinas y luego sí se examinarán los respectivos caracteres, primcr«r rrlr idcal de belleza y que producen placer en
trn cuadro, una escultura, una obra literaria, una
pieza musical' etc'
haciendo un cuadro comparativo con ellos y luego analizando cada uno dc
La técnica se refiere a un proceclimiento o a unas reglas' que diri'
los mismos. a una
gen una actividad determinada. Puede surgir la técnica vinculada
la finalidad
oiencia, o a un arte, o a cualquier acción, pero siempre con
Habrá un procedimiento para
B. DIVERSAS CLASES DE ESTUDIOS de lograr algo, o de usar o inventar objetos'
manera más
,.pu* unalavadora, unas reglas pararealizar una cirugía de
para construir
Los estudios científicos. De acuerdo a la noción contemporánea de ,.,gu.u, menos invasiva, debeián seguirse ciertas directrices
los casos se habla de la
un edificio de rnodo que no se demrmbe; en todos
ciencia que predomina, los estudios que se pueden inqlujrgn_qqlq q4Jgggría El científico en su
técnica adecuada puru logrur el objetivo que se persigue.
tienen que. circunscribirse a los límites de la experiencia, tienen que estar mismo que el artista
-Qi_"lg!1q:i?.mprobación laboratorio tendrá que segri. ciertas reglas técnicas, lo
empírica.Es el caso, actualmente, de las ciencias una instalación eléctrica'
en su labor creativa, o el ábrero que desea reparar
gsr-1-l-"-U¡oci.ales.
$igntraqque las leyes naturales o so-ciales pretenden explicar su ob-
Durante mucho tiempo los estudios sobre la sociedad tuvieron una
jeto,-tiinen una finatidad teórica las reglas técnicas pretenden alcanzat
perspectiva moral y no empírica. Si se hablaba de la organización de la o
;; pragticá, losr.qr ciertas ,Q§QSt Desde luego' las ciencias naturales
ór.
polis, o de las formas de gobierno, se explicaba cómo debían ser ellas; del saber, sino que
socialás no suelen reducirse a una m( ra contemplación
no se intentaba describir los objetos como eran en la realidad, sino cómo
debían ser. Era un enfoque normativista de las realidades sociales; en vez
de tratarlas como 1o hacen las ciencias empíricas, se describían modelos
ideales de tales realidades. Apqtl.l de la Edad Moderna, prácticamente en y aquellas
son personas diferentes las que descubren y enuncian
las leyes
X-I_[,s_o.1¡rignza el estudio científiqq de lo sociallaA ql carlLcter de qué las emplean con fines utilitarios'
---gl.!glo
positividad, e9 dg_c-11, qentrándose en los hechos; con una base objetiva, al La lógica. lógic.g se
-Lq !-" !:q99f!ec9:?1
2".,!!
establecer la vinculación con una realidad material; y con uq enfoque his- pero indep
'tórico.de formales. Trabájacon lós péñsamientos,
tor f"ná*"nos sociales. De hecho. dice Duverger: "El siglo XX contenidbs. se ocupa sólo de su forma. si se afirma que todos los alumnos
que ningún alumno
no es sólo "_e!.Siglo -¡lel -átomo : tambi én es el s iglo,de laS_-c-gqqi e_s lg-glqlqsl'
"oq7ri14. aprobaron un examen y al mismo tiempo se asegura
puede extraer una
ilcanzó la calificación mínima para ser promovido' se
si la primera
Las ciencias naturales y sociales no tienen gran distancia entre ellas, conclusiÓn inmediata: algo está mal con eSaS proposiciones,
que Jorge nació en
tal como afirman Piaget (1973: 97) y Popper (1978: 48-49) entre otros. afirmación es verdadera,ia segunda es falsa. Si se sabe
los venezolanos
Ambas se ocupan de fenómenos, con la evidente diferencia entre fenóme- caracas, pero se escucha el razonamiento siguiente: Todos
andino' habrá que aceptar
nos naturales y sociales. Ambas tienen una flnalidad descriptiva, sus leyes .o" áldiiiói, iorge es venezolano, luqgq Jorge.gq
se someten a comprobaciones empíricas, establecen entre fenómenos rela- qué él laZ-oiamiento es correcto. aunque sl
el contenido
ciones de determinación, sea causal, probable, dialéctica, etc. ufi.maciones se aleja de la realidad. A la lógica no [e interesa

40 4l
 ( )t,lA I )t llt( )s( )l lA I)t t l )t Rt ( H( ) l(l(,lll^( l( rl¡l)l l''r I rlll)l)( lA

de las proposiciones, sino el aspecto formal. Si la forma del razonamiento Análisis de los caractercs. Sc tlcdieará unit eonsl(lcrirci(rrl rrlgo tlctit-
_-. .-_-+_
'
-áprobaiá .-.---- ¡ r
ltada del primero de los caracteres, el objeto de estudio, pol(ltlc cs tlctcr-
e s el a d'eTü-a dd; Ialóg-rca Io bomo óorreótó, i n dependi entemen te
de la verdad o falsedad del contenido. minante para comprender la rraturaleza de los distintos estudios. Luego sc
úg.¡!i v-q ;, C uardo. trabta de .e rtudi o s notmatiyo s, revisarán los otros caracteres de forma mucho más rápida'
Jg:slJ-Sj.rs "e
r qug el estudio del Derec emas
v
a
desde una perspectiva dife erior.
de ia óiencia tratan de expli entre
q

que el sujeto puede percibir. Las óiencias trabajan, pues, con abietos empí-
'
fenómenos, las reglas técnicas regulan procedimientos para hacer algo,-las
icár-hádá ni construir o de los estu- ricos.Enel caso de las cien
. vó, lá norma no va a se u¡.tefrOÁ.- !-pñáo significar t"d;'Í
no, no se va explorar su relación con otros fenómenos sociales, s-T9 que ia HoiñUiá en su condición de
-

.-ldS-e_"f eXgmiriai la norma déscIe deñtro, independigntemeqte -de cualquier

E-iéfiffi-áI ñómbie viviendo en co
otra consideracióii. Sé reali2a. pues. ¿rn onálisis de las rygfmas-ery quanlo VidáGláel tromUie en sociedad. Desde luego, es razonable pensar que.4
reglas pqra una conductct que se considera libre. Como se verá al exami- que s-u ac-ljvidad social es un fenómeno
-@{:*99ltp:1 1?tY1!"',1 y,
natural, pero se na convéhidó di§iinguii f'enémenor áiiuiale§ y fenómeiios
_tqjo-q-g^rl=lSteres propios áe cada uno de los estudio.p--elenfoquenonua-
tivista es la reflexión típica del abogado. Aún si muchos juristas creen gue :-
Meles p9I -99tJ9.[el9i1q"- 9Y e-qtudlo'
están vinculados al devenir histórico,
EiUflS*dencia es una ciencia, ó una técnica, o si piensan que un sistema to"io ló;?ilóménol-§oCiates
normativo es un sistema lógico, en realidad la manera como trabajan su ob- se ha planteado como problema el que ellos pudieran ser objetos particu-
"jdto tiene -"peculiaridades
' -'l---'-j -
muy distintas, que merecen una categoría aparte. lares, que no pueden ser considerados objetos para la ciencia' Duverger
resuelve éste y otros problemas (1972:35 a 56), concluyendo qtre tales
aunque el carácter general es
fenómenos son generales y no particulares,
C. CARACTERES DE LOS DIFERENTES ESTUDIOS relativo a un marco histórico, que puede durar siglos. Además del carácter
general,Duverger señala su carácter positivo y objetivo'
Cuadro de los caracteres -El
cqrácter posi-tivo de la ciencia se debe a que gstudil lo.q,ue es2 no
lo qi-e: debe ser. También3gu-i s-qLee un problemu P?'a los fenómeqQS so:
Ciencias Ciencias Técnica Lógica Estudios -ciaies,
pues con frecuencia ellos-Á-oñ valorados de alguna manera, conside-
Naturales Sociales Normativos
rados como buenos o malos, justos o injustos, agradables o desagradables,
etc. Y el criterio de una valoración no se elabora en función de lo que es'
Objeto Fenómenos [tenómcnos Fenónrenos Conceptos, Normas
de estudio naturales socialcs naturales JUICIOS y
y sociales razonamientos lino Oe lo que debe ser. De esta forma faltariapositividad al estudio de los
Fonnulación SiesAesB SiesAesB SiesAesB AesB SiesA
fenómenos sociales. DuvErger señala que las ciencias sociales tienen que
de las leyes debe ser B é§ú]Iiar iós v?iores, entre otras cosas porque son necesarios para compren-
Finalidad Describir Describir Hacer algo Describir Prescribir
der fenómenos e instituciones. Pero los valores pueden y deben estudiarse
de las ieyos dLlqry,q positiva, considerándolos como hgcho¡, frente a los cuales el
Comprobación Empírica Empírica Empirica Formalizada Formalizada
estudioso no debe tomar Partido.
de las leyes El cttrúcter obietivo del análisis científico supone que las conclusio-
Relación Determinación Determinación Determinación Relación Imputación
,", .I"b"n cstablccerse con independencia-de lo que el invcstigador siclt-
de las leyes causal. causa l, causal necesana ta «r picrrsc. Ill trabajo cicntífico no debe resultar irf cctatltt ptlr posiciottcs
¡;iit,¡itiurs tlc-quir:n rcaliza cl traba.i«1. Ahor¿t hi.'tt. los li'trtillle:tlos s,,ci¿rlós
probablc, ctc prohahlc, ctc probablc, ctc.

.t .) ll
 Ll ,l/\ | ¡l I ll( l''( )l lA l ,l I
a veces consistcn en ltechos mutcriulmattla ob.jativo,s, quc no prcscntan cl
ñéñór problema para este carácter. El número de habitantes de una co-
munidad, el monto de los salarios o de los precios, la estructura de la pro-
ducción, la forma de organizar unas elecciones, la estructura de un partido
-Folítñ<i, .[.., .ón to¿os]eiémentos externos a la conciencia de los sujetos.
Pero los fenómenos sociales también pueden consistir en répréseniaciones
éolectivas, que sq preducen dentro de las conciencias de los sujetos. Por
ejemplo, la opinión que tengan las personas sobre determinados dirigen-
tes, la creencia de los ciudadanos en materia religiosa, política, la opinión
pública en general. Las ciencias sociales han encontrado soluciones para
lograr cierta objetividad al estudiar las representaciones colectivas, ya que
ellas se manifiestan exteriormente y es posible estudiar, por ejemplo, la
opinión pública, a través del análisis de prensa, radio, televisión, por la
realización de encuestas, _etc.
técnica, que persigue un fin de lo-
grar rab.aja con fenómenos natuial i¡ány
construye un barco, y lóg]c1q9ry9_{9se1qu9 fl-o-!_e-.!_iqrr9
?*pífjqgt.El_que
que manejar fenómenos naturales. El que se encarga de la imagen de un
p_o_li!igg-, y _desd.e luego pretende que gane las g,[gcclones, deberá ocupa$e
de fenómenos sociales. Aunque [a finalidad de la técnica es muy diferente
de la que tienen las ciencias naturales y sociales, todas tienen como objeto
de estudio los fenómenos, sean naturales o sociales.
-*-
la lógica, án cambio, maneja objetos ideales; se trata de entes que
no están en la experiencia, que no se dan'én uñ tié?ñpi y1iñ e§pacio, que
sentidos, que son sólo inteiig-ibGi. Básicamente la
eptos, juicios y razonamientos. El concépto supone
objeto en el pensamiento. Eljuicio consiste en una
conexión enunciativa de conceptos. El razonamiento implica una conexión
de juicios, de modo que de varias proposiciones se infiere otra. Se puede
-p-aIfir
det-eóritéiitó' "hombre". Después se pueden enlazar conceptos de
modo que digan algo, como cuando se dice "todos los hombres son morta-
' '
les". Luegó se unen varios juicios en un razonamiento, pudiendo inferirse
una proposición a partir de otras, como en el razonamiento: "todos los
hombres son mortales; Sócrates es hombre; luego Sócrates es mortal".
Los estudios normativos tienen como objeto de estudio la norma, que
la van a estudiar no como objeto empírico, ni como objeto ideal, sino como
tn objeto moral o metaJísico. Es necesario explicar por qué se dice que los
estudios normativos adoptan un punto de vista metafisico.
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I ¡t¡t,t¡tt ¡lrtctlc scr tlcsct'tl¿t e ()ttt() ttl l\tlt'itl ,¡ tttt ttttxlt'lt¡ qli(',r('(''§
ltttt
Ittltlt,t't,l)(tt'(t tttt(t t't¡tttlttcltt t't¡ttl;itlt't'tttlLt lih't'. L't¡atttltl sc lrAbla tlC pAtf(ltl tl
nrodckl hay quc pclrsilr cn la litnnulación "dcbc scr X". Una norlna pucttc
clccir que debe ser el respeto a la vida humana, o que debe scr el rcspcto it
la propiedad privada, por ejemplo. Lo primero que hay que analizar cs la
expresión "debe ser", para notar [a diferencia que hay entre
"lo que debc
Ser" y "lo que eS". Son dos niveles cOmpletamente diferentes. Una cosa
ser cl
e§1ó qüe debe ser y otra 1o que es. Cuando la norma dice que d-ebe
respeto a la propiedad privada, no está describiendo algo que sucede en la
realidad. Pudiera ser que en una colectividad haya una noÍna que establez-
dá cómo algo debido el respeto a la propiedad privada y que, sin embargo,
esa norrna no se aplique, o se viole continuamente. Entonces una
cosa dicc.
ia ñórma y otra la realidad; la norma se refiere a lo que "debe ser" y la
realidad a "lo que es".
Decimos qr|le las ciencias son empíricas, referidas a la experiencia
sensible, pero que las normas son analizadas no como parte de la realidud,
-clé
lá experiencia, sino para entender y precisar qué es lo que debe ser. De
inodo que ese análisis no se ubica en el nivel de la experiencia sensiblc'
punlo
sino en un nivel diferente. Ya hay un elemento para considelar que el
de vista que se adopta no es empírico y por tanto no puede ser cientiJico.
"X". Esto
en el sen-
r, que hay
que escoger. El valor es una preferencia co n relación a cosas o situaciones;
e1pi-
es la elegibilidad que se atrib-uye a-una cosa. El valorno-e9 3rl g-b-l-elo-
rico, no se conoce por los sentidos; iámp-oco es un objeto idqgLyaque-!9
es conocido por la inteligencia como el objeto ideal, sino
que es percibido
de manera no intelectual. El valor está vinculado al sentimientq. El valor
eiái-ñ éué ie réspeta, se aprecia. Aun sujeto agrada o desagrada algo. Va-
no
lores como el bien, lo justo, lo bello, lo útil, son percibidos de manera
uniforme por los sujetos; hay grandes discusiones sobre si algo debe consi-
derarse justo o injusto, etc. En el ejemplo propuesto, "4q-b9-§"t el
respeto a
la
la propiedad privada", hay un debate enoÍne en terrenos ideológicos sobre
prupiodad prlvada. Hay doctrinas para las cuales es fundamental defender
iu f.opieaad privada y hay otras que condenan esa institución. Algunos
sujetos perciben la propiedad como lo justo, lo bueno, 1o conveniente'
en
süma, les agrada que un sistema jurídico proteja ese principio' Pero
tal
45

posición depende de lo que e[ sujeto piensa o sit: ntc. En últirna instancia,
cuestión de gusto, de preferencia, de sentimiento o de interés.
El hecho es que, con sus valores incluidos, las normas existen en la
sociedad por alguna razón. Una buena parte de la actividad de los hombres
está destinada a satisfacer necesidades, y el vivir en sociedad es una forma
evolucionada de lograrlo. Habiendo escasez de bienes en relación con las
necesidades existentes, surge una oposición de intereses entre los indivi-
duos, que puede generar conflictos entre ellos y puede terminar en actos de
violencia. Para tratar de evitar estos extremos se crean, entre otras cosas,
las normas reguladoras de la conducta. Esas noffnas tratan de resolver los
conflictos, favoreciendo un interés u ot¡o. Entre dos aspirantes a la po-
sesión de un objeto, se dará preferencia a aquel que reúna determinados
requisitos; entre los que participan en la producción de los bienes, se deter-
minará cómo se retribuye a cada uno, y así por el estilo.
La importancia del contexto económico sobre los problemas morales
ha sido destacada p
milias con una sifua
nlngun nesgo socla
considero que en este país no existe ninguna crisis moral que no pueda ser
résuelta con un ataque alapobreza" (Entrevista en diario El País, Madrid,
reproducida por El Nacional,23-8-92, p. D-8). El problema es cómo atacar
la pobreza. Galbraith se muestra pesimista; señala que ha aprendido que
los satisfechos no están dispuestos a ayudar a los desprotegidos.
Bertrand Russell considera que cuando la supe_rvivencia se encuentra
aseguiada, surgen otros motivos de conflicto, como la codicia, la vanidad,
el ansia de poder, etc.: "hay algunos impulsos que esencialmente i-mplican
ii\Etidad-fiiáñtloTillu., en dos seres humanos o en-do§ grupo, d" ,...,
humanos, ya que la satisfacción de uno es incompatible con la satisfacción
del otro" (1993: l8 y l9).
Quienes establecen o imponen las normas no son ajenos a los intere-
ses en pugna. Los intereses suelen encadenarse unos a otros, y a medida
que la sociedad se hace más compleja, se complica más la relación de unos
intereses con offos. Los intereses políticos, económicos, religiosos, milita-
res, o de la clase que sean, parecen enredarse en un progresivo "doy para
que des, hago para que hagas".
§i-Dtq el te-IT-Qns dqnde se mueven los valores es el terreno de los
sentimientos, Qllle, tie.ne un carácter subjetivo, que por tanto carece de
la necesqiia objetiuidad que requiere el enfoque científico, sin embargo
46
Pl(,l,lA( lr )l¡ l)l lA.( ( )tlllll( lA
cs cuirrrrkr unlr n()r'nur rlrte t¡rre "lrlgo" tlchc scr, csc "lrlgo" sc convict'lr; crt un
rlchcr, cn r.ulu obligucrritt ¡ltrir torkls los srrjctos tlcstinuturios tlc l¡t n()r'nrir.
Pcro la circr¡rrslancia rlc c¡r,rc la nonlra crcc una ohligacirin r¡nivcrs¿rl, tlc
todas frlrnras ntl pernrite que la nonra sea calificada dc vcrdadcra o lIlsa,
como sí sucede con una ley ernpírica. La norma, en todo caso, agrada o
no agrada. Pero aún si no agrada, al establecer un deber univcrsal. ticnc
que ser aceptada. El abogado no puede llegar a un tribunal cuestionando
una norrna, tiene que actuar como aquél que acepta. como quien cree en l¿t
noñna. Frente al enunciado de una ley, un científico se interroga, somete a
-
compiobaciones. Frente a una nonna, un abogado no debate, acata primero
y trabaja con ella luego. El científico intenta conocer, comprender la reali-
dad que la ley describe. Quien trabaja con noñnas, sean morales, religiosas
o jurídicas, acepta las normas. Es la actitud que coffesponde frente a los
objetos metafisicos. La existencia de valores en las normas niega la obje-
'iividad
que se exige a los fenómenos en la ciencia. Y cuando el valor sc
'óonvierte
en un deber universal, exige la creencia propia de lo metafisico.
Por último, el modelo o patrón se establece paÍa una conducta-con-
sideradi tlñré. una coñdüótá so la é§tima como li6re cuando tiene una
total opcionalidad, cuando puede escoger enffe una alternativa u otra. Si
la conducta está determinada por alguna circunstancia, que la inclina por
'-ún óámino preciso, esa conducta no es libre. Resultan opuestas, entonces,
las ideas de conducta libre y conducta determinada; no pueden darse las
-doscósas alaiei, o es libre, o está determinada. Si se piensa que la falta
de un hogar ejemplar, la carencia de una buena educación, los malos ejem-
plos del círculo social, las condiciones de extrema penuria económica, son
factores que explican la conducta de un delincuente, se está haciendo un
análisis de un comportamiento condicionado por esas causas, no se está
considerando que el transgresor tenía completa posibilidad de escoger en-
tre la conducta debida y el delito, ya que se considera que los elementos
señalados lo inclinaron por la senda de lo ilegal.
Hay una serie de profesionales, psicó1ogos, criminólogos, sociólogos,
politólogos, que investigan los motivos del proceder individual o social;
ellos intentan comprender y explicar por qué las personas actuan de una
forma o de otra. Buscan las causas de una conducta, que consideran el re-
sultado de unas variables. Si se sistemafizatn análisis de la conducta desde
esta perspectiva, se tenderá i-estaUieóer conexiones causales o probabilida-
dés éstadísticas entre los factores considerados y la actividad humana. Por
47
 GUÍA DE FILoSoFÍA DEL DERECHO
ese camino puede llegarse a la conclusión de que las personas están condi-
cionadas o influidas por una serie de elementos para tomar sus decisiones,
de modo tal que habría que descartar la idea de que las escogen libremente.
Pero la sociedad, a través de las norrnas, exige comportamientos y prevé
castigos para los culpables de desobediencia. ¿Cómo considerar culpable a
quién no actuó libremente?
' Partiendo de un análisis causal o semi-causal de la conducta, lo que
procede es el manejo de los factores que influyen las decisiones y no el
castigo. Por eso no puede pensarse que lo normativo opere con ese tipo de
análisis; más bien hay que considerar la idea de libertad. Es necesario pos-
tular que el hombre es libre, para poder hablar de normas. Una ley natural
o social puede establecer una relación de causalidad entre dos fenómer¡os.
Una normq establece una relación de libertad entre el modelo propuesto y
la conducta por realizar.
La idea de libertad es una premisa necesaria para poder hablar de nor-
mas. Carecería de sentido decir "debes hacer tal cosa", a un ente no dotado
de la capacidad de acoger o rechazar la disposición. Nadie ordena a los
metales dilatarse por el calo¡ porque no se supone que ellos puedan decidir
sobre su dilatación. Q_g-.manera que el establecimienlg de una norma im-
plica suponer que el destinatario de la nonna tiene completa opcionalidad
entre hacer o no hacer algo. Las nonnas se establecen para seres que se
consideran libres.
Un problema que arrastra, sin embargo, la idea de libertad, es que
ella no puede ser probada empíricamente. No es posible una demostración
en los hechos de lct libertctd. La atsencia de condicionamientos no puede
ser confi.rmada por la experiencia. Si se afirma que determinadas variables
condicionan la conducta, esas variables pueden ser sometidas a prueba en
la experiencia. Pero si lo que se dice es que no hay condicionamiento al-
guno, ¿cómo se prueba la ausencia de factores determinantes? Se puede
probar lo que existe, pero no se puede probar que algo no existe. Y sin
embargo, la libertad es necesaria para poder hablar de normas, porque sería
imposible establecer deberes a entes que no son libres de obedecer o des-
ol'rcdecer. Entonces, sólo puede suponerse que una persona es libre y es lo
(
lu(' supone una norrna cuando establece una conducta como debida. Tiene
'lu( \ulx)nerlo, porque no tendría scntido la nornra dc otra lirrnra.
Itt t'¡.'t¡('iLt no etccplrt ttfirntu<'ionc.\ (lu( tt() ¡tttctltttt,¡<'t't't¡ntlttttltttdu.t
, nr¡lr, .ur¡t'nle Si l«ls csturlios rrol'¡rtativos ¡rlilnurn r¡trc lriry c¡trc srr¡xrncl irl
llr,ttrl't, r.nr() lilrtt', rrttttr¡ttc n() cs ¡ltlsilrlt'tlctttr»sltiu ('slit ¡rfillttitt'ii»tt ctt llt
q
REGUIACION DE LA CONDUCTA
experiencia, necesariamente los estudios normativos se apartan del campo
de la ciencia, también en este punto, que es fundamental para el enfoque
normativista.
Una norma se produce en algún lugar, en un momento determina-
t do. Ella puede dejar de existir. Se da en la experiencia, por lo cual no es
un objeto ideal, pero no es analizada, dentro de los estudios normativos,
como un objeto empírico, sino en un nivel diferente al de lo que es, en el
ámbito de lo que debe ser. Esta esfera es diferente al mundo sensible y al
mundo inteligible. Hume piensa que el conocimiento es de hechos o de
relaciones de ideas. Russell afirma, en cuanto a los objetos, o que se trata
de una cosa, o de un concepto. En estos casos se habla de lo que se conoce
de manera sensible, o de manera inteligible; de objetos empíricos, o de
objetos ideales. Pero si bien Kant mostró las limitaciones de la razón,Ia
imposibilidad que ella tiene de conocer fuera de las fronteras de la expe-
riencia, lo.cual lleva a negar la metafísica como ciencia, el filósofo pos-
tuló la metafisica como realidad moral. El objeto de la metafisica es algo
que se halla más allá del ser físico. No puede ser conocido. pero se puede
creer en é1. Sería una contradicción conocer las cosas sin conocerlas, ha-
blar de algún conocimiento fuera de los límites posibles. Tal cosa no sería
sino una ilusión desde el punto de vista gnoseológico. La metafisica tiene
que ver con esta ilusión.
La producción del objeto metafisico, según Kant, tiene lugar por una
extralimitación de larazón. El conocimiento se constituye por la síntesis
de elementos a priori y a posteriori,' el tiempo, el espacio y las categorlas
son a priori; los datos de la experiencia son a posteriori. El conocimiento
necesita de una síntesis de ambos tipos de elementos, porque los a priori,
sin la experiencia, estarían vacíos; y la experiencia, sin los a priori,no diría
nada. Hecha la síntesis, se obtiene el conocimiento y se llega a un límite
que no se puede traspasar: el entendimiento no puede conocer cosas que
no estén en la experiencia. De las cosas sólo se puede afirmar lo que dice
cl conocimiento. ¿Cómo decir que existen cosas, con independencia de lo
t¡uc suministra el conocimiento?
[)cro, una vez hecha la síntesis del a priori y del a posteriori, la ra-
zrirr c¡uicrc continuar su labor de síntesis, aún cuando no deba. Contlnúa
su llu'clr, irlrrlnr sobrc las síntcsis obtcnidas anteriormente. Por ejernplo,._cl
tottot'ittticnto rlc utt sct'cs ¡rrotlrrcto tlc trrra síntcsis sobrc la expclicncia;
t'l t'ottot'iltticttlo rlc ()lr() ser, lo cs tlc olrir síntcsis, y irsí srrccsivirrncrrtc; si
Ittt'¡'.o st'tt'itttt'tt lorlrts t'srrs sirrlcsis y sc llrt'c sohrc r'lllrs llril nucvlt, sc llcglr
 GUIA DE FILOSOFIA DEL DERECHO
a*l_a noción metafisica del mundo como totalidad. Lo mismo sucede cuando
se toma conciencia de una sensación que se ha vivido, se hace una síntesis
sobre datos de la experiencia, para llegar al conocimienlg 4" t¡1u vivencia,
-y1üego de otra vivencia y de otra; haciendo después una síntesis de esas
síntesis, se obtiene la idea metafisica de libertad.
Larazón sabe que el conocimiento tiene un límite y que traspasar ese
límite es racionalmente imposible. Pero el hecho de que no haya acceso
racional a ese mundo metafisico, no significa que la razón renuncia a él
por completo. Si no hubiera más que conocimiento racional, entonces no
habría mundo metafisico; pero el conocimiento no basta al hombre. Los
sentimientos son vivencias que pueden conducir a la idea de libgtad; Sar-
tre se refiere a ellos de esta manera:
Kierkegaard tiene razón: el dolor, la necesidad, la pasión, la pena de
u{ra serie de realidades brutas que no pueden ser ni su-
iadas por el saber [...] lo que cambia a los hombres no
¡on las ideas, no basta conocer la causa de una pasión para suprimirla;
hay que vivirla, hay que oponerle otras pasiones, hay que combatirla
¿óñ teneciAáat én una palabra, hay que trabajarse \1963: 21-22).
Por su parte, Theodor Viehweg dice: "Es posible que la nostalgia por
la existencia de un sentido total de las cosas sólo pueda satisfacerse por me-
dio de la Fe" (1969: l4). Por eso el hombre, si bien no puede decir que co-
noce el mundo metafisico, puede creer en é1, puede postular su existencia.
En conclusión, la idea de norma, tal como la consideran los estudios
normativos. 4 características que no permiten considerarla objeto
il.l-g.y"
.se
é?ñÉiiea'1) réfiere a lo que debe ser, que se qparta de iáéiférá empíri-
ca requerida por la cienciá y se ubica en el mundo metafisico. 2)Lanorma
incluye un valor, que pertenece al terreno de los sentimientos y carece de
la objetividad propia de la ciencia. 3) Los sentimientos llevan, sin embar-
go, a proponer el valor como un deber universal, que hay que creer, que
hay que aceptar, como coffesponde al ámbito metafisico. 4) Finalmente, la
norrna presupone la noción de libertad, definitivamente metafisica. que no
se puede probar empíricamente, pero que hay que postular como requisito
indispensable para que tenga sentido la norma. Por todo esto se dijo que los
estudios normativos estudian la norma, no como objeto empírico, ni como
objeto ideal, sino como objeto metafísico.
Formulación de las leyes. Hay que examinar las fórmulas c¡uc uti-
lizirn las lcycs ctnpíricas, las rcglas tócnicas, lits lcycs ltigicas y lits nor-
RrcuLqclóN DE LA coNDUCTA
mas. S-e verán ejemplos de cada una de ellas y lo que representan "A" y
ciencias naturales, las ciencias sociales y la técnica
o el modelo " Si ei A es B " . "A" y "8" representan
uales existe una conexión que las leyes empíricas y
las reglas técnicas enuncian. Por ejemplo, si se dice que una barra de me-
tul g"le_gl¡-1! se le aplique calijr se dilata, se está explicando que si se da el
fenómeno ".A", calentar una barra de metal, se va a producir el fenómeno
"B", que el metal se va a dilatar. Si un país produce dinero inorgánico (fe-
nóméñó "A"),-es áltamente probable que se desate un proceso inflacionario
(fenómeno "B"). Si es A es B.
lur lgfer Lógicas operan con el esquema "A es 8 ". En esta fórmula
se expresa la relación necesaria que hay entre concepios. Ejeinplb, él tódo
e"s mayor que la parte. El todo, concepto "A", y la parte, concepto "B".
Nécesariamente el concepto del todo tiene que ser mayor que una parte del
todo. "A es B".
La fo¡r_nu-lación de una norrna usa el esquema "Si es A debe ser 8".
En este 9qs_o "A" y "B" representan conductas libres. Por ejemplo, si fir-
mas un contrato, debe ser que cumplas con las obligaciones derivadas del
_ryll1g_p1gdqqe la conduota "A",la firm4 de un contrato, no es que
el cumplimiento de las obligacionés (Si es A es
-._l_l_q:Sg!4ed_Sg.pr.o.dt'lce
B), ni es que la firma del contrato implica necesariamente el cumplimiento
déIáloUligaciones,- (A \',
es B); si se flrma un contrato (Si es A), debe ser que
-F--9'-"
se cumplan las obligaciones (debe ser B). Tanto la firma del contrato ("A"),
cimóél óumplimiento de las obligaciones ("B"), son conductas libres. La
nó-rmá dice que si se produce una conducta (Si es A), debe producirse la
-otrá
conducta (debe ser B).
Finalidad de las leyes. El propósito que persiguen las leyes natura-
les, la-s f eyes sogi4les .y l?! l-eyes lógic_a_s- e_s dgscribir una relación Es decir,
las leyes pretenden hacer entender o explicar las relaciones que hay entre
"A" y "B", que representan fenómenos en el caso de las leyes naturtr.lcs
y sociales y conceptos en el caso de las leyes lógicas. Por tanto, en tockls
estos casos se trata de actos de conocimiento; la finalidad es saber cuál
es Ia rclación que hay entre fenómenos o entre conceptos. En cambio on
ol castr clc las rcglas técnicas el objetivo es lograr huccr algo. No hay un
fin tcririco, tlc conocimicnto, sir.lo un fin prirctico, de cjccucir'rrr clc algtrrra
lctivitlarl. l.u rcgla técrticir cs Írtil, cs corrvcrricntc, si sc r¡uicrc llc¿ulzlt'cl
úxito cn itlgttnlt cnrl)r'csl. Nudic tlbliga a cuttt¡rlir lirs rcglirs tócnicas, pcro
rlc cllrrs rlt'¡rr'rtrle cl httcn Icsttllitrkr tlc lit itcci(rtt. l',n cu¡r¡llo ir l¡rs rronturs. su
 GUÍA DE FILOSOFÍA DEL DERECHO
finalidad prescriptiva. Ellas ordenan una acción. No se trata de m acto
es
- F-todo tiene una causa y que las mismas
de conocimiento, ni de unfin practico, sino de w acto de voluntad, qte
-E-slábléceriélaciones
manda una conducta.
quiere deeir que
§gmproblción de las leyes. Con este carácter se
se persigue demostrar la exactitud de las leyes, someterlas a prueba, con-
frontarlas. En este terreno sólo hay dos medios de prueba: la empírica y
la formalizada. Las leyes naturales, las sociales y las reglas técnicas usan
la comprobación empírica, las leyes lógicas y las normas la formalizada.
En el caso de la prueba empírica la ley se lleva a la experiencia; si en los
hechos la ley no se cumple, se considera que lo enunciado por ella es falso.
La comprobación formalizada examina si se han cgmplido requ,isitos for-
'males
eR su elaboración, para determinar la validez de la ley. Si se trata de
-üiirazorramiento, al cumplirse los requisitos se considera correcto elrazo-
.náñiánió,
independientemente de su contenido. Lo que interesa determi-
nar ti§ §i'el razonamiento cumple con ciertas pautas o no. Por ejemplo, un
razonamiento sería incorrecto si pretendiera obtener una conclusión válida
-Ffliéseñte ún fenómeno B.
a partir de afirmaciones particulares. Sería el caso de que se dijera: algunos
estudiantes son flojos, Juan es estudiante, luego Juan es flojo. Independien-
temente del contenido de las afirmaciones, se sabe que el razonamiento no
eJ correóto, aunque Juan sea muy flojo en la realidad. Una ley empírica
le
la
le
--!gLg-il, a su vez, presionará para que se modiflque la regulación jurídi-
Relación de las leyes. Erdo qqs_bs -LeJe.s-._e¡plqi?n_llaconex(.n en-
tre los términos "A" y "B", es preciso 9xp-!i-c-er qUll gs g.l tipo de conexión
que hay en cada caso. A esto se refiere la relación de la-q lgyqs, alvínsulo
que hay entre los términos. Cuando se trata de leyes nafurales, sociales y
reglas técnicas, "A" y "B" son fenómenos y los fenómenos se producen
con regularidad y están condicionados por otros fenómenos. Este condicio-
namiento pu9d9 -se¡ de varias clasqs. Si se habla de relación de causalidad,
sc plantea una relación necesaria entre dos fenómenos, de los cuales uno
cs arrtccctlcrrtc y otro consocucntc. urro cs causa y cl otro clccto. lll cf ccto
REGUI-ACION DE I.A CONDUCTA
sucede constante y Unifo,tmemente a la causa. dlce que en la natlraleza
Se-
causas producen los mismos efectos.
de.causeldad fue-e-l--i-.d.eal-4p-l4s.c.iencias ^dur-antecier-
to tiempo, hasta que, como dice Cassirer, se produjo la crisis del concepto
€grul:-Lu aporía sóto gurge cuando se supone que los conceptos de causa
y efecto són lo§ únicos jalones del conocimiento y que allí donde estos
conceptos nos dejan en la estacada todo es ignorancia y oscuridad t ] Y
'sin embargo, en el análisis del devenir, la
explicación causal no lo es todo;'
(1975: 152,146). Entre otras cosas, el desarrollo de la fisica cuántica tuvo
mucho que ver en la pérdida de la ilusión de lograr la causalidad en todas
las ciencias y en todas las materias.
En lugar de enunciar tuna relación de cqusalidad, las leyes pueden
p.y9ba!!e_ entr_é_qqQpglos. Incluso puede haber ün
la probabilidad en determinados casos. Podía decir-
se que si ocurre un fenómeno A, existe tal porcentaje de posibilidad de que
Otra forma de determinación qlue vincule fenómenos es la relación
dialéctica. En ese caso los fenómenos se influyen mutuamente. Digamos,
EÍfenOmeno Á influye sobre el fenómeno B y a su vez este último influye
sobre el primero. Por ejemplo, el Derecho y la Economía. Si se dicta una
ley que regula los precios, sin tomar en cuenta los costos de producción y
á ¿éUl¿o margen de ganancia, lo más probable es que la producción eco-
nómica se contraiga, afectando a la población; esta situación crítica en la
ca. Desde luego, el proceso de influencias se suele expandir a otros fenó-
menos sociales; digamos el caso de la ideología política que condiciona la
aparición de normas jurídicas, las cuales afectan la vida económica, todo
lo cual revierte sobre la situación política. Es decir, los fenómenos sociales
se influyen mutuamente, interactuando unos con otros. Las relaciones entre
fenómenos, explicadas por las leyes empíricas, todavía pueden responder a
otra serie de vinculaciones, como la teleológica, la concomitante, etc.
En el caso de las leyes lógicas, "A" y "B" son objetos ideales. La
conexión que enuncia una ley de este tipo es una relación neccsuriu cntrc
.9_9
ncgptt¡s, una rclación que es forzosa, indispensable. Si la proposición
"todos krs hunrbrcs son mortalcs" os una proposición verdadera, "algunos
honlbrcs no son llrortalcs" includiblclncrltc cs f alsa, ya quc dc dos propo-
sicirltcs cortlt'atliclot'ius, si t¡lta cs vcrtladcru, la otra cs lllsa. lrl totkl (A)cs
nr¡¡yor t¡ttc lrr ¡lrrt'tc (ll). A cs ll y rro ¡rtrctlc scr rlc rllro llotkl.
 GUÍA DE FILOSOFÍA DEL DERECHO RrcuncróN DE LA coNDUCTA

IÍ"{"3t{e,rlp"-cgrdpsf ,a-:qrplgrr9psre.l*qhmsterucondiqrqg9g(|t}.r"l
"y
-r -- - puede
, que f - : :."..ajustarse o no
.J,:::.:-: :,: ;-, al_modelo
::-".:;F:_::;-.;i;{Ei;r-EwxÉ+B
119dga¡uslars..egqoat*qlgd.ggplgpll9sta(la,a0rma)
' " Uñá cosa es explicar la conducta como consecuencia de una serie de
elementos que serían su causa, o al menos que la afectan, influyen o con-
dicionan; y otra muy distinta es considerarla libre, capaz de escoger entre
diversos elementos; es decir, admitir en ella una opcionalidad absoluta. En
el primer sentido, la conducta del hombre es estudiada como parte de la
_lSye*empiricasrlas*eglasfécnicas.o las le¡aes.1égicaso.aquikley. np des- naíxaleza y sometida a sus leyes. En el segundo, el enfoque es diametral-
cribe lo quq sucade, lo nerruq crea lq v!rycalq9ió,y,-E*L9ggE-siJ¿4omar¡o mente opuesto: a la causalidad o probabilidad se opone la libertad.
existe, no hay v"igwla.qióU -entre ho-micidio y"-sillae.lécfrica"o-eofra,homi- ¿Es posible pensar que la conducta humana está condicionada por
determinados factores y al mismo tiempo, y en el mismo sentido, pensar
que no está condicionada en absoluto? No, no es posible; pensar así serla
caer en contradicción. Kant propone una solución:

Esa contradicción desaparece si re

oti§te tiira riófiñá;n-oñry Ull Zg:én-i-re 1as dos"conduclasritad-as-en ella. confesar que tras los fenómenos tie
Páiá que mg ggq4y-qtq§gA.eog¡lgerada delito, tiene ,--.---
que
)ne oue h4%ggg
naDer una norrna (aunque ocultas), a cuyas leyes no
que la convlerta en tal cosa. a las leyes a que sus fenómenos es

rn iifláóiOle"l" fu. dos conductas es aleatoria. Mientras que los fe-

Es interesante observar, por una parte,lareferencia de Kant a las co-
sas en si (mundo metafisico), detrás de los fenómenos (mundo empírico);
f.¡O-"qq_.g.f gg{o.-ly:L._va.qp_rodwir.elglr-ofenómenocglifi cado pero, por otra parte, hay en Kant el señalamiento de que las cosas en sí
tienen que estar detrás de los fenómenos. No dice Kant quLe están,sino que
es cuestión de querer confesar que tienen que estar.
Son dos formas diferentes de concebir lo humano. Dice Kant: "Pen-
cé s i dad, ni re gul1{d3d, U-{r-g_g ot-du-cÍa samos al hombre en muy diferente sentido y relación cuando le llamamos
e§TónTltleracla Aé-ilüo ;ñffi- páís, peió, libre que cuando le consideramos como pedazo de la natu¡aleza, sometido
Ta-¿fpuédé s a las leyes de ésta" (1967-2:126). Esas dos formas, según el filósofo, no
inciertó lo constituyen un uso indebido delarazón, en tanto no se intente ubicar en [a
experiencia al mundo inteligible:

D.
I

DOBLE ENFOQUE DE LA NORMAY LA CONDUCTA
Los dos análisis de la conducta.La conducta del hombre puede ser
objeto de dos análisis, opuestos entre si: la 9s!rysf&!ggto!:y-:!lrtgq.W9 n-
rg_fier-e- p lq que eql gue pretende explicarta, que l-a supone coriilióionada por
ciertos factores y trata de enunciar, mediantg le¡es,5u fleglórlcon Qsos
f'actores; y el enfoque normativo,metafisico, relativo a lo que debe ser, que
La razónpráctica no fiaspasa sus límites por pensarse"n un rnundo-
!
inteligible; los traspasa cuando qu,iere intuirse, sentirse en ese mundo.
[...] La libertad es una mera idea, cuya realidad objetiva no puede ex- I
ponerse de ninguna manera por leyes naturales y, por tanto, en ninguna
experiencia posible; por consiguiente, puesto que no puede darse de
ella nunca un ejemplo, por ninguna analogla, no cabe concebirla ni aún
cólo conocorla. Vale cólo como necesaria suposición do la razón en un
¡Gr quc crcl tcnor concioncia de una voluntad. G¡to ec, de una tbcultad

GUÍA DE FILOSOFíA DEL DERECHO
I
a i
(la facultad de determinarse
larazót,Pues,indePendiente- \
2: l29Y l3l).
/1
Disciplinas como la psiquiatría, la genética, la psicología, la socio-
logía, tratan de desentrañar los elementos condicionantes de la conducta
humana. La moral, el Derecho, la religión, por el conffario, parten del prin-
cipio de que la conducta humana es libre. El desarrollo de dos considera-
ciones opuestas de la conducta es indicativo de que el hombre actua de dos
lnurarur, como sujeto cognoscente y como conciencia moral. En el primer
caso, intenta explicar lanattraleza mediante leyes; en el segundo, trata de
dar principios para la acción.
El carárctq propio de 1o normativo fue visto con toda claridad por
los sofistas. Vale la pena citar el diálogo Gorgias de Platón. Sócrates le
pregunta al sofista Gorgias: " ¿Y te parece que son una misma cosa saber y
creer, ciencia y creencia, o cosas distintas?" Gorgias responde "Creo que
son distintas, Sócrates". Y más adelante, Sócrates insiste: 'Y ahora dime:
que produce la retórica en los tribunales y en
¿qué clase de persuasión es la
las restantes reuniones de ciudadanos en relación con 1o
justo y 1o injusto?
o que da lugar al
¿Aquella de la cual brota el creer sin el saber,
aquella
sabár?,, y viene la respuesta precisa, contundente, de Gorgias: "Aquella,
evidentemente, de la cual nace el creer, Sócrates" (1966: 368). Esto, desde
luego, no debió agradar mucho a sócrates. Tanto sócrates, como Platón
y Aristóteles, querían que las leyes fueran obedecidas sin vacilaciones, al
punto de pensar, quizás con espíritu práctico y certera previsión, que era
Lr.ro respaldar las normas con el prestigio de la ciencia.Talvez de allí
nació una oposición taneficaza los sofistas, que 24 siglos después todavía
perdura su descrédito; un iusfilósofo reputado, como lo es Verdross, por
L¡emplo, opina con notable desprecio de las concepciones de los sofistas:
."Todas ellas están construidas sobre montañas de arena" (1962:32). Mu-
chos de los juristas de hoy, que hablan de la ciencia del Derecho, tal vez
piensan igual que los filósofos opuestos a los sofistas'
Laseparación que establecían los griegos entre opinión y verdad, en-
tre creencia y ciencia, fue modificada por el cristianismo' con la elevación
de la fe por encima delarazón.Alo largo de la Edad Media, los pensadores
trataron de resolver la relación enhe fe y tazóncon un esquema de subordi-
nación de la segunda a la primera. En la Edad Moderna, Kant independiza
los dos campos y establece la posibilidad de hablar de la conducta humana
REGULACION DE IA CONDUCTA
desde el punto de vista de la ciencia o del de la creencia. Pero la fe y la
metafisica se han devaluado tanto en la actualidad, que los estudiosos de
las normas jurídicas, en su mayoría, no pueden aceptar la ubicación de su
actividad en este terreno y persisten en vano en encontrar un lugar para ella
dentro del campo científlco o, al menos, dentro de la técnica, la cual a estas
alturas, les parece más digna que la metafisica.
Si el punto de vista normativo fuera científico, tendría que ser alguna
clase de ciencia, porque no es posible la condición de científico en abstrac-
to. Lo curioso es que suele haber acuerdo en que 1o normativo no es una
ciencia natural, como la química o la biología; no es una ciencia social,
como la economía o la sociología; ni tampoco es una ciencia formal, como
lamatemática o la geometría (si es que existen las ciencias formales). En-
tonces, ¿qué tipo de ciencia es? Quienes hablan de la ciencia del Derecho,
por lo general la ubican dentro de una categorta que denominan ciencias
humanas, o ciencias del espíritu, pero sin desarrollar los caracteres de esas
ciencias, ni su adecuación con una noción de ciencia que sea diferente del
saber filosófico.
Dos estudios de la norma. También las normas pueden ser anali-
zadas desde dos puntos de vista: a) como fenómenos, en cuyo caso se in-
tenta relacionarlas con otros fenómenos sociales, o b) como patrones de
una conducta libre, examinándolas con independencia de cualquier otro
elemento. Hart tiene una expresión muy gráñca para estos dos enfoques:
a) ver las normas desde fuera, para relacionarlas con el resto del contexto
social, para establecer cómo influyen y cómo son influidas por los demás
elementos de la sociedad, o b) verlas desde dentro, para precisar lo que
ellas dicen, para puntualizar su alcance. El primer análisis es típico de las
ciencias sociales, el segundo es el enfoque normativista, que interesa a los
abogados, por ejemplo.
Bertrand Russell explica muy claramente la diferencia entre el mtrm,do2
científico y el normativo:
 mEE !rl^s(

amor u odio. Debe ser enunciado en modo optativo o irnR"rutiuo, no\ no interesa a la norma: u cllu lc crtnciernc sólo lu idea de que hay un debcr,
indicativo (1993:25). ) una obligación. La existenr¡ia dcl vlnculo de obligatoriedad entre el valor
propuesto y la conducta libre, tiene que ver con la idea de que hay que
Cuando las normas son estudiadas como fenómenos, cuando son vis-
obedecer al Derecho, por ejemplo, lo cual no se encuentra en los hechos-,
tas desde fuera, pueden trabajarse como leyes sociales o como reglas téc-
La libertad significa la posibilida
nicas. Si el análisis es realizado por una ciencia social, por la sociología
condicionada por alguna cosa; pero 1
jurídica, digamos, no hay ninguna objeción que hacer a la afirmación de
variables que afectan o condicionan I
que se trabaja con leyes sociales. Pero que un jurista, refiriéndose al enfo-
la libertad en la experiencia. Mientras
que propio de los abogádos, diga que una norrna es una ley social, resulta
causa de un fenómeno en otra realida
cuestionable en la medida que 1o característico del punto de vista jurídico
sas y efectos, la idea de libertad impli
está separado por un abismo del análisis de las ciencias sociales. Es muy
determina a sí mismo, de que es causa
diferente considerar a una nofina como un fenómeno y vincularla con otros
Para causarse el hombre a sí mi
fgnómenos sociales, que considerarla como un patrón de conducta libre,
una causa no sea anterior a su efecto;
para analizarla con independencia del contexto social. Si la norma fuera
al efecto y el ser humano es causa de s
una ley social respondería al esquema "Si es A es B". Si se considera, en
cambio, que la fórmula de la norma es "Si es A debe ser B", la perspectiva existir como libre ya é1 existía de al
no es la de la ley social. Si el examen se realiza para llegar a comprobacio- mismo como ente libre. No Parece Po
nes empíricas, se está trabajando con leyes sociales; pero si la validez de la aflrmaciones. Esta es la convicción de
norna depende de requisitos formales, como la idoneidad del órgano que libertad no puede ser conocida y es sólo un postulado, una suposición de la
dictó la norrna y el procedimiento que aplicó, sin importar parulavalidez razón (1967-2: 125-126). Pero tal suposición u objeto metafisico es indis-
',

de ella que se cumpla o no en los hechos, entonces no se esá hablando de
una ley social, sino de una nonna, que es considerada no corno un fenóme-
no, sino que se estiá haciendo una consideración moral de la misma.
Al tratar la caracterización de las normas se habló de los valores que
ellas implican y de la libertad que presuponen. Se afirmó que los valores
pertenecen al rámbittl de los sentimientos, de las creencias, y q.uelarazón
pretende organizarlos. En las nornas, como en todo objeto metaffsico, se
parte de un dato de la experiencia, que en este caso es un interés, una creen-,,
cia, un sentirniento, para obtener la noción de una vivencia y luego otra y,
otra; después la razón traspasa el límite de la experiencia, para aflrmar el
carácter universal del valor, que constituye la base del deber, de la obli-
gación, elemento indispensable de las nonnas. Una vez establecidos los
valores, la raz6n trabajapara jerarquizarlos, para organizarlos.
Cuando se adopta el punto de vista de las nofinas, se considera que
una conducta es obligatoria, que existe un deber de comportarse de cierta
forma. Constatar que en los hechos una comunidad cree en determinados
valores, o que esos valores responden a cierüos intereses, o a determinada
estructura social, es ver las cosas desde fuera de la norma. Esa perspectiva
i pensable parulaidea de noñna, como
De modo que no se Puede adoP
prescindiendo de los deberes y de la
comprobables en la experiencia, ni s
creencia, de fe, que remiten al mundo
otros juristas estiman que las noÍnas son reglas técnicas. Tampoco
es posible afirmar que 1o normativo constituye simplemente una técnica,
porque la técnica no crea obligaciones, ni se vale de las ideas de libertad
y de valor. Las normas morales, religiosas y jurídicas involucran valores
como la bondad, la santidad y la justicia, que requieren de la idea de liber-
tad; existen otros valores, como la belleza o la utilidad, clue no precisan
de esa noción. Las reglas de acción que sirven para obtener la belleza o
la utilidad, s-e establecen como un medio necesario para alcanzar un fin.
No se sobreentiende que es obligado querer el fin; sólo si se lo desea, será
conveniente observar las reglas que p
En cambio los PrecePtos noÍn
una vez que existen, el individuo est
guen y a cumplir la norma como un

58 59
 ourA ol iltolgFtA olL DtilcFto
norrna, la conducta prescrita deja de ser indiferente para convertirse en\
obligatoria; es decir, que la nonna crea el deber. _/
Jean Baudrillard señala este carácter de las normas, cuando establece
la distinción entre ellas y las reglas de unjuego cualquiera; dice que las
leyes establecen lo obligatorio y lo prohibido, de lo cual deduce que tiene
sentido hablar de trasgresión. "En cambio, no tiene sentido transgredir una
regla dejuego (se sale deljuego y ya está) [...] en una regla ni se cree ni se
deja de creer -se la observa-" (Citado por Russo, 1997:346).
convierte una acción en necesaria, es decir, surge la obligación para el in- /
dividuo de ajustar su conducta a esa regla; toda conducta será jtzgada a la i,
luz de esa noÍna, para determinar si es conforme o contraria a ella. ,./
Se ha afirmado, sin embargo, que estas características sólo rigen
para las norrnas morales y las religiosas, y que los preceptos jurídicos son
como las reglas técnicas; de esta manera, cu.ando se establece ury p¡lla
para aquel que no pague el impuesto, se trataría simpJe.ñenfé d! una regla
técnicá que señala un rhedtb, pagái éIffiuesto, para lograr un fin, evitar
Todas las normas establecen una sanción, también las religiosas. Si
una persona transgrede un mandamiento religioso, se hace acreedor, por
ejemplo, a una condenación etema. Con el razonamiento aplicado al Dere-
cho, para considerarlo una regla técnica, habría que observar que también
puede aplicarse al precepto religioso y decir que se trata igualmente de una
regla técnica, que el cristiano que cumple los mandamientos esá poniendo
el medio para evitar el infierno. Pero independientementé de la multa, del
infierno, o de la sanción que sea, la norma exige adhesión, en tanto que la
regla técnica sugiere la conveniencia de determinados actos. Hay una gran
diferencia entre ordenar o exigir una conducta y sugerir o recomendar la
conveniencia de unos medios.
60
ilullrEEtrrrr -.a*t^
AristrStr:lcs vio cstu con !{un'ru ck¡ritlud. htblundo dc tlos tlo¡ninios
<lili:rcntes. cl rlominio dcl «rbrur y cl dominio dcl hacer, para retbrirse, res-
pectivamcnte, al campo de lo normativo y al campo de la técnica: "son de
género distinto el obrar y el hacer. Y lo son porque en tanto que el hacer
tiene otro fin distinto de la misma operación, el obrar no lo tiene, ya que Ia
misma buena acción es su fin" (1961: 139).
El Derecho, no menos que la moral y la religión, está ubicado en el
mundo de la libertad, ya que para determinar si la persona es responsable
o no, hay que presumir que es posible precisar si el sujeto obró con pleno
discemimiento y si quiso la acción. Es interesante destacar que el Derecho
contempla las responsabilidades especiales o complejas, como es el caso
del daño cometido por el menor de edad, que debe ser reparado por el
padre; o el del ocasionado por el dependiente, que debe resarcir el pahón.
Pero en esos casos se explica la obligación de reparar por una culpa in
vigilando o una culpa in eligendo; vale decir, que en última instancia se
trata siempre de derivar [a responsabilidad de un acto libre. Si se habla de
libertad y de obligación,jlp9h9_g§!ág-ctrdominicdelshrar,.§9ng.di-
ril"4q-:.s!ótples,-coqiuntamentp con la morgl_y [q
-lg.llsion, v lgggg Lerreno
dp, J. lrqger.
tllrq" IÉ"uica,
E. UBICACIÓN DE LANORMATIVIDAD
Todo conocimiento racional, o es material y considera algún objeto,
o es formal y se ocupa tan sólo de la forma del entendimiento y de
larazónmisma, y de las reglas universales del pensar en general, sin
distinción de objetos. La filosofia formal se llama lógica. [...] La lógica
no puede tener una parte empírica (1967-2: l5).
En la medida en que las normas tienen que ver con los intereses y
los sentimientos de las personas, contienen una parte empírica; no parece
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 GUÍA DE FILOSOFÍA DEL DERECHO
razonable, pues, considerarlas como parte de la lógica. Tampoco pareciera
que las nofinas puedan ser incluidas dentro de la fisica, como si fueran le-
yes de la naturaleza, por las razones señaladas con anterioridad. Entonces
sólo pueden ser parte de la ética, según Kant.
Resulta conveniente relacionar la ubicación del estudio de lo norma-
tivo en cualquiera de las ramas del saber, con la posible clasificación de los
distintos tipos de objetos. Los filósofos suelen concordar en la aceptación
de los objetos empíricos y los objetos ideales; en cambio, es muy discutida
la categoría de los objetos metafisicos. Ahora bien, las norrnas no son ob-
jetos ideales y su estudio no forma parte de la lógica; el estudio de lo nor-
mativo no adopta la perspectiva de los objetos empíricos y por tanto no es
ciencia, ni técnica. Luego, la misma existencia del enfoque normativo, que
no es formal ni empírico, hace precisa la referencia a los objetos metafisi-
cos. Aunque sea como ilusión gnoseológica o como suposición de Ia razón.
Tgt!-v-E.aJa-r-egulación de la conducta libre del
séa- e-l ll1imo asidero concretó'de Iá métáfisiCá.
metafisica co sic-a
hecesita a las
llbicad del
Derecho, tanto el que adopta el ppnto de vista científlco, como aquel que
se ubica en el ámbito de la normátividad, y las diferentes disciplinas que
se han producido.
CAPÍTULO 4
REGULACIÓN JURÍDICA
A. INTRODUCCION
Noción y estudio del Derecho. Es preciso señalaq ante todo, que se
da el nombre de Derecho a un objeto de estudio y al estudio mismo de ese
objeto. Así, por ejemplo, se suele hablar del Derecho venezolano, o del
español, para hacer referencia a las normas jurídicas que rigen en esos paí-
ses, pero igualmente se habla de la carrera o de la facultad universitaria de
Derecho, para significar cierto tipo de estudios que se realiza básicamente
sobre un sistema jurídico determinado, como el venezolano o el español.
En este capítulo es necesario examinar ambas acepciones. Habrá que
proponer una noción de Derecho como objeto y al mismo tiempo revisar
los estudios que reciben el nombre de Derecho, para establecer cuál es el
punto de vista que adoptan. Como algunas escuelas filosófico-jurídicas se
preocupan de la realidad social, cuando analizan la perspectiva que adop-
tan los estudios jurídicos, será necesario hablar también de esa idea.
En el capítulo anterior se hizo una descripción de las normas de con-
ducta en general, entre las cuales se encuentran las normas juridicas como
una de las clases existentes. La noción de Derecho que aquí se va a propo-
ner, tiene como punto central la idea de un conjunto de norrnas con ciertas
características propias. Antes de llegar a la definición, parece conveniente
examinar primero todos los elementos que van a integrarla.
Las normas jurfdicas y sus caracterfsticas. Las normas jurídicas
reproducen, obviamente, lo dicho en general para las normas: modelos o
patroncs quc proponcn un valor de obligatoria aceptación, para unos des-
tinatarios cuya conducta se considera libre. De este modo las normas ge-
nornn la noci(rn do clcber, dc obligación, lo cual significa que establecen
lu nr:ccsitlud dc quc la concluctu libre coincida con el modelo por cllas
propr¡u{to: y quo. utlclnós, crr cr¡s() dc dcs¡¡cato sc prtxluzcun conrccucncius