ABC
EDITADO POR
PRENSA ESPAÑOLA
SOCIEDAD ANÓNIMA
24 DE DICIEMBRE DE 1998
FUNDADO EN 1905 POR DONTORCUATO LUCA DE TENA
U!
'NAMUNO dis-
tinguía entre
los que pien-
san para escribir y los
PENSAR Y ESCRIBIR
que escriben porque
han pensado. Recuerdo haber propuesto una
tercera posibilidad: escribir para pensar.
Se piensa primariamente para vivir; se
entiende, humanamente, cuando se es per-
sona y en la medida en que no se pierde esa
condición. Y se vive bien o mal según se
piense. Hace algún tiempo di un curso en
que mostré que casi todo lo bueno o lo malo
que ha acontecido en la historia ha tenido
detrás un acierto o un error intelectual. Y
creo que casi todos los males que, a pesar de
tantos recursos, padece el mundo actual se
debe a que se han aflojado los resortes del
pensamiento.
El hombre sabe muchas cosas, pero no de
modo suficiente; con frecuencia, no toma
posesión de lo que sabe, renuncia a ello, vive
por debajo de sí mismo. Con demasiada faci-
lidad acepta lo que «se dice» y renuncia a su
propia evidencia. Esto es lo que hace posible
la pavorosa manipulación de que somos tes-
tigos.
Pero en todo caso, hace falta algo más.
Con propósitos intelectuales se piensa para
entender. No son muchos los que lo hacen,
abundan los que lo hacen para conseguir
fama, para que se hable de ellos, para tener
éxito. Si se repasa la obra intelectual de los
más ilustres de la historia, se advierte fácil-
mente para qué han pensado. La exigencia
de entender me parece decisiva, la única
verdadera justificación.
Si todo hombre piensa para vivir y
entiende en alguna medida la realidad, ¿por
qué ese pensamiento intenso, difícil y fati-
goso, que merece llamarse intelectual?
Entender quiere decir diversas cosas. Hay
lo que podría llamarse «incremento de la
razón». Cuando se ha entendido algo, si se
sigue pensando se descubre que no se había
acabado de entender, que hay que conti-
nuar. Se va penetrando en estratos más
profundos, no se destruye ni invalida la pri-
mera evidencia «ingenua» -es preciosa, y
hay que conservarla- pero se intensifica, se
ilumina y aclara.
¿Cómo? Sobre todo, por el descubrimien-
to de conexiones con otras cosas. La inte-
lección es lo más parecido a la aprehensión
física con las manos: se puede tomar algo
con dos dedos, con la mano entera, con las
dos a la vez, que estrechan lo real. No se
entienden más cosas, sino más aquello que
se había empezado a entender, que se
entendía ya.
Cuando se va a formular y expresar el pen-
samiento, se descubre su insuficiencia. Eso
que parecía claro, que se creía haber enten-
dido, está lleno de sombras, de oscuridades,
de dudas. Es menester un nuevo esfuerzo
para poder «decir» aquello que se había pen-
sado. La lengua es el gran instrumento, pero
ABC SEVILLA (Sevilla) - 24/12/1998, Página 3
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J. I. LUCA DE TENA, 7
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DL: SE.-3-58.-200 PAGS.
años. El criterio de la
verdad es qué sigue
siendo verdad, cuando
se funda en una visión
efectiva, aunque haya
a la vez exige que se cumplan sus requisitos. experimentado un fabuloso incremento.
La lengua conduce al pensamiento, y el Por esto hay que distinguir con toda pul-
general descenso lingüístico en casi todas critud el destino, las posibilidades y los
partes es la causa de la evidente crisis del requisitos de todas las posibilidades intelec-
pensamiento. Gran parte de lo que se «dice» tuales. A lo largo de la historia se puede asis-
no es lenguaje, sino meros restos de lo que tir a tantas formas de pensar y, claro es, de
puede y debe ser. Los recursos técnicos, que escribir, que es lo que nos queda. La maravi-
podrían ser un instrumento inapreciable, se lla de Occidente es haberse nutrido sobre
convierten con frecuencia en causa de la todo del pensamiento griego, conservado en
destrucción del lenguaje, que arrastra al escritos de frecuente perfección. Y ha habi-
pensamiento. do momentos en que, en diversas formas, se
Pero todavía no basta con hablar, con han ensayado formas de expresión adecua-
«decir». Cuando se intenta expresar por das, a veces geniales. El siglo XVII fue de
escrito lo que se ha pensado y enunciado de prodigioso acierto, especialmente en manos
palabra, se advierte cuánto falta para la de Descartes y Leibniz. Fue la época de los
posesión de eso que se creía entendido. Es libros breves, diamantinos, pensados con
menester «seguir pensando», descender a rigor, escritos con calma y concisión, dando
niveles de mayor rigor y hondura, exigir todo su valor a cada palabra.
nuevas justificaciones. Se trata, claro es, de En nuestra época abundan las confusio-
mantener la evidencia originaria, pero ilu- nes. Se escribe lo que se «habla», lo que debe
minándola desde sus raíces, buscando sus «decirse», con una forma de expresión inteli-
conexiones con el resto de la realidad. gible al oído, que con una estructura escrita
Por esto hay que «escribir para pensar». no se entiende. Y luego eso «dicho» se dá por
Para pensar de verdad y a fondo, de manera escrito, se publica sin darle la forma reque-
que aquello resista al examen, a la crítica, a rida por la lectura, sin buscarle esa intensi-
la confrontación con el resto de las realida- ficación indispensable.
des. Hay que lograr -si se puede- una tupida Hay una cuestión a la que dediqué mucha
red de relaciones que pongan en su verdade- atención en otro tiempo, y que casi siempre
ro lugar aquella porción de lo real que se se pasa por alto: los «géneros literarios» en
trata de entender. filosofía -se podría generalizar a otros cam-
Cuando se ha pensado largamente sobre pos del pensamiento teórico-. Pocas cosas
algo, tal vez durante toda la vida adulta, se son más iluminadoras que la historia de esos
ve la validez del pensamiento desde los géneros y sus vicisitudes. Aventuré la
comienzos, la «verdad» de lo que se empezó impresión de que en esta época eran un pro-
a ver -si se trataba efectivamente de visión-, blema capital.
y al mismo tiempo se descubre la distancia Creo que en España, por primera vez en su
entre aquella comprensión primeriza y la historia, se han dado pasos de extraordina-
que se ha podido alcanzar al cabo de los rio acierto en todas estás cuestiones. En este
siglo se ha pensado y escrito con extraño
acierto, con sorprendente originalidad. Se
empezó por la creación de una lengua filosó-
Mañana puedes ser tú. fica, apta para toda forma de pensamiento
teórico; hubo la buena fortuna de que el pen-
samiento se uniese a varias formas de excep-
cional talento literario, lo que hizo posible el
«contagio» de ese pensamiento, su posible
Tu ayuda es (a mejor solución
fecundidad. Si se hicieran cuentas veraces
para quienes ahora la padecen. de las innovaciones de pensamiento y escri-
Colabora. tura logradas en España durante este siglo
que va terminando, se tendrían considera-
Ayúdanos a construir el bles sorpresas.
CENTRO NACIONAL DE REHABILITACIÓN INTEGRAL
Temo que esta riqueza esté expuesta a la
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pérdida, al olvido, al desdén. Sería lamenta-
que supondrá la mejor ayuda para este colectivo.
Recuerda que la esclerosis múltiple no avisa.
ble aceptar una regresión a formas que
Mañana puedes ser tú. están superadas hace mucho tiempo, que se
prefiriesen diversas variedades de arcaísmo,
que dominan gran parte del horizonte
actual. No parece inteligente vivir por deba-
A E D E M
jo de uno mismo.
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