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Déficit de Atención del Adulto:

Cuestionario de Síntomas de
Hallowell y Ratey

Además del ASRS V.1.1 (Adult ADHD Self-Report Scale), existen varios otros
instrumentos de auto-exploración de los síntomas del déficit atencional.

Los criterios detrás de las distintas escalas de puntuación y cuestionarios de


autollenado, reflejan por lo general las premisas teóricas sobre las cuales los
autores han buscado caracterizar al síndrome.

Como las teorías que buscan explicar los síntomas del déficit atencional
presentan algunas diferencias en cuanto a la importancia que le otorgan a
determinados aspectos, los cuestionarios también varían en cuanto al tipo de
preguntas y la clasificación de los resultados en función del grado de
importancia asignado a las distintas categorías.

En su libro Delivered from Distraction (2005), Ned Hallowell y John Ratey, se


han permitido incluir un cuestionario que refleja las características que ellos
han encontrado con mayor frecuencia en sus pacientes a lo largo de los años.

El cuestionario en sí no tiene validez estadística como instrumento de


diagnóstico, cosa que ellos son los primeros en dejar muy en claro desde el
principio.

Sin embargo, según su opinión (y yo estoy de acuerdo) es una muy buena


descripción que aporta a la comprensión de lo que significa el déficit atencional
para quienes se ven afectados por esta condición.
Preguntas Generales
1. ¿Llegaste a este capítulo de inmediato, antes de haber leído cualquier otro
capítulo del libro? (en el caso de este blog debería ser: ¿llegaste a este post
antes que a ningún otro?)

2. ¿Sientes que tus logros son pequeños, aun cuando puedas haber avanzado
bastante en la vida hasta ahora?

3. ¿Eres más generoso que la mayoría de la gente?

4. ¿Tienes más problemas que los demás en seguir el hilo cuando lo que estás
haciendo es menos que apasionante?

5. ¿Tienes algunos reparos con respecto a tu forma de ser, pero también


sientes que eres incapaz de cambiar?

6. ¿Podrías haber sido un buen inventor (o inventora)?

7. ¿Percibes patrones donde otros no los ven?

8. ¿Tiendes a resolver los problemas en forma intuitiva en vez de metódica o


lógica?

9. ¿Te traen malos recuerdos las palabras metódico y lógico?

10. ¿Existen ciertas cualidades que sabes que posees y que te gustan pero
que, al mismo tiempo, lamentas no poder mostrarlas siempre de forma que los
demás también las aprecien?

11. ¿Eres más tenaz y persistente que el promedio de las personas?

12. ¿Eres más sentimental que los demás?

13. ¿Tienes un olfato inusualmente agudo y una gran sensibilidad al tacto?

14. Cuando estás sentado, ¿tamborileas frecuentemente con tus dedos en la


mesa o balanceas una de tus piernas arriba y abajo usando la parte anterior de
la planta del pie como punto de apoyo?
15. ¿Te encantan los crucigramas, acertijos y cuestionarios de auto-
conocimiento?

16. ¿Te fascinan las bicicletas (aun cuando ya no andes en bicicleta)?

17. ¿Sientes que las cosas positivas que has logrado en la vida han sido por
accidente, como por arte de magia, casi como si alguien mas las hubiera
logrado por ti?

18. ¿Muestras una buena fachada, pero por dentro desearías encontrar una
mejor forma de vivir la vida?

19. ¿Te vas por la tangente fácilmente?

20. Por el otro lado, ¿te molesta mucho cuando otras personas se van por las
tangentes, y te gustaría que se apuren y vayan al grano rápido?

21. ¿Tomas mucho café u otras sustancias que contienen cafeína (bebidas
cola, chocolate, te)?

22. ¿Tuviste muchas infecciones de oído cuando niño?

23. ¿Te gustan las situaciones de peligro y riesgo?

24. ¿Has perdido muchas oportunidades por dejar todo para después?

25. Aunque puedas ser tranquilo/a y reservado/a, ¿tu mente avanza a mil
kilómetros por hora la mayor parte del tiempo?

26. ¿Eres más un niño (o niña) en tu corazón de lo que son otros adultos de tu
edad?

27. ¿A menudo logras realizar algo extremadamente bien y cuando lo terminas,


no tienes idea de cómo lo hiciste?

28. ¿Te sientes deprimido/a luego de un gran evento o éxito?

29. ¿Te sorprende totalmente que tantas personas no sean capaces de percibir
las caretas de la gente falsa, ya que tú puedes ver a través de ellas en un
segundo?

30. ¿Desprecias especialmente la hipocresía?


31. ¿Y admiras especialmente la honestidad?

32. ¿Te gustaría que la gente fuera más honesta y menos “políticamente
correcta”?

33. ¿Alguno de tus padres (o tus abuelos) bebían demasiado, sufrían de


depresión o bipolaridad, tenían problemas con el juego o con la ley?

34. ¿Te pasa a menudo que sigues de largo en la carretera en vez de salir por
la salida que debías?

35. ¿Te estás riendo entre dientes a medida que lees estas preguntas?

36. ¿Eres un/a polemista innato/a?

37. ¿Estuvieron tus años de educación (colegio, universidad, etc.) marcados


por el bajo rendimiento?

38. ¿Eres más proclive a cometer errores por descuido que el común de la
gente?

39. ¿Sientes a veces que si otras personas conocieran tu verdadero yo, te


desaprobarían?

40. ¿Eras el (o la) payaso de la clase en la escuela?

41. ¿Tuviste problemas para terminar tu educación debido a la falta de


organización o llegar tarde a clases?

42. ¿Te gusta la marihuana porque te ayuda a relajarte?

43. ¿Dices a menudo comentarios u observaciones que los demás consideran


extraños o insólitos?

44. ¿Tienes muchos intereses y quisieras dedicar tiempo a más de los que
puedes abarcar?

45. ¿Te comentan otras personas lo difícil que es lograr que te mantengas
concentrado/a en lo que ellos te piden, aún cuando tú también quieres
concentrarte en ello?

46. ¿Tiendes a manejar rápido?


47. ¿Sientes a menudo un impulso de abrazar a la persona con la que estás
hablando, aún si apenas la conoces, por razones no sexuales?

48. ¿Te sentías un poco fuera de foco en el colegio, sin importar las notas que
te sacabas o qué tan popular eras?

49. ¿Eres un/a soñador/a?

50. ¿Tienes un sentido del humor un tanto loco, macabro o de algún otro modo
fuera de lo común?

51. ¿No sólo piensas fuera de los moldes tradicionales (outside the box), sino
que además te cuesta mucho pensar dentro de los esquemas tradicionales?

52.

53. ¿Te pasa que tus pensamientos van tan rápido que a tu mente le cuesta
seguirles el paso?

54. ¿Eras hiperactivo/a cuando niño/a?

55. ¿Encuentras que conducir a gran velocidad es una experiencia relajante?

56. ¿Te resulta más fácil perdonar que a la mayoría de la gente?

57. Por el otro lado, ¿te pones rápidamente en contra de quienes se


aprovechan de los demás?

58. ¿Eres bueno/a para reirte?

59. Aunque puede que no lo hagas, ¿te gusta coquetear más que a la
mayoría?

60. ¿Tienes un poco menos de coordinación motora que otras personas de tu


edad?

61. ¿Te encanta cuando la vida avanza rápido?

62. ¿Desearías encajar socialmente, pero al mismo tiempo odias acatar


normas?
Preguntas acerca del trabajo
63. ¿Recibes quejas de los demás diciéndote que si estuvieras más motivado/a
o sólo te esforzaras un poco más, podrías prestar más atención?

64. ¿Te puedes concentrar extraordinariamente bien a veces, incluso “super-


enfocarte”?

65. ¿Te frustra el no poder “súper-enfocarte” a voluntad?

66. ¿Te avergüenza el desorden de tu cartera, billetera, escritorio u oficina?

67. ¿Podrías haber sido un buen vendedor (o vendedora)?

68. ¿Habrías sido un pésimo contador (o contadora)?

69. Aún cuando no te guste, ¿realizas tu mejor desempeño cuando tienes una
fecha límite?

70. ¿Encuentras que puedes avanzar más en un proyecto en 20 minutos


mientras esperas en el aeropuerto, que en seis horas en tu oficina?

71. ¿Te preguntas por qué tanta gente se rehusa a correr riesgos?

72. ¿Te fascinan los ambientes de alta estimulación como las salas de prensa,
la sala de negociaciones de la bolsa de valores (o como te imaginas que es la
sala de negociaciones), la sala de emergencias de un hospital, la corte o los
juegos de fútbol?

73. ¿Te destacas en ciertas áreas pero no sabes cómo transformar dichas
áreas en generadores de ingresos?

74. ¿Tienes una memoria agudísima en un momento determinado, para luego


estar distraído/a y ausente?

75. ¿Tienes un millón de nuevas ideas pero te cuesta hacerlas realidad?

76. ¿Haces tu mejor trabajo cuando eres tu propio jefe/a?

77. Aún cuando puedas realizar tu mejor trabajo siendo tu propio jefe, ¿has
experimentado la ventaja de tener un asistente que te ayude a recordar lo que
tienes que hacer?
78. ¿Encuentras que te resulta más fácil concentrarte en medio de una crisis o
una emergencia que cuando todo está tranquilo y calmado a tu alrededor?

79. Al asistir a una conferencia o presentación, ¿sientes que podrías prestar


más atención si pudieras pararte y pasearte por la parte de atrás de la sala?

80. Aún cuando te diste cuenta en el minuto en que la viste (y te haya llamado
la atención o te hayas reído ante mi descuido) ¿ya se te olvido que la pregunta
52 estaba en blanco?

81. ¿Prefieres trabajar de forma intensa, en períodos cortos, que durante


intervalos prolongados?

82. ¿Eres un/a emprendedor/a por naturaleza?

83. ¿Te comentan los demás lo creativo/a y original que eres?

84. ¿Encuentras que estar en una reunión es casi un total desperdicio de tu


tiempo, y una agonía, para más remate?

Preguntas acerca del hogar y la vida


familiar
85. ¿Eres más una persona nocturna que un madrugador?

86. ¿Ofendes a menudo a las personas sin querer?

87. ¿Tu sentido del humor es tomado a veces como un insulto?

88. ¿Te has divorciado o separado alguna vez?

89. ¿Te pasa que a veces sabes para dónde va alguien antes de que esa
persona llegue al punto?

90. ¿Se quejan los miembros de tu familia de que siempre los interrumpes?

91. ¿Eres mucho más energético/a que otras personas de tu edad?


92. ¿Estás preocupado/a, o lo has estado alguna vez, de que puedas estar
bebiendo mucho alcohol?

93. ¿Fumas o has fumado alguna vez?

94. ¿Eres un espíritu indomable, una mente independiente?

95. Aún siendo un espíritu indomable, ¿te has encontrado trabajando para
alguien o casado con alguien que quiere que acates las normas?

96. En el romance, ¿has cometido a menudo el error de estar de novios o


incluso casarte con alguien que te menosprecia, denigra, reprende, y que trata
de controlarte?

97. ¿Aprecian los demás lo bueno y valioso que hay en ti, más de lo que tú
mismo lo haces?

98. ¿Te pasa que tu esposo(a) se lleva la mayor parte en lo que toca a la
organización y planificación?

99. ¿Se resiente tu esposo(a) por lo mucho que tiene que poner de su parte
para sacarte adelante?

100. ¿Te dice tu pareja frecuentemente lo mucho que te quiere, pero que va a
tener que dejarte a menos que logres hacer bien las cosas?

101. ¿Ha declinado la calidad de tu vida sexual debido a los conflictos


emocionales con tu esposo(a)?

102. ¿Te ha pasado que te cuesta mantener la atención enfocada al hacer el


amor, aún si estás excitado e interesado?

103. ¿Encuentras que tienes un nivel más elevado de interés, impulso y


curiosidad sexual que otras personas de tu edad?

104. ¿Estás pensando en muchas otras cosas en la trastienda de tu mente


mientras respondes este cuestionario?

105. ¿Es lo que estás deseando hacer, luego de terminar con este
cuestionario, algo diferente de lo que se supone que debes hacer después?

106. ¿Llevas contigo una carga de ira y frustración que sale a flote muy
fácilmente o en los momentos menos indicados?
107. ¿Encuentras que te resulta mucho más fácil concentrarte después de
haber hecho ejercicio físico?

108. ¿Te cuesta traducir tus pensamientos en palabras?

109. ¿Te dice tu esposo(a) que eres una persona con la que es difícil
comunicarse?

110. ¿Eres disléxico/a o un/a lector/a muy lento?

111. ¿Gastas muchísimo tiempo navegando por internet, mandando y


recibiendo e-mails, jugando juegos, y de otras maneras distrayéndote de lo que
originalmente tenías que hacer en el computador?

112. ¿Te encantan los niños pero, al mismo tiempo, encuentras que te aburres
al tratar de leerles algo o al jugar un juego de mesa con ellos?

113. ¿Sientes que tu vida podría ser muchísimo mejor si sólo pudieras realizar
un cambio o un avance importante, pero no sabes cuál?

114. ¿Es tu idea de una cena perfecta llegar, tomar un trago, comer, y regresar
a casa con la menor cháchara y demora posible?

115. ¿Sonríes a veces durante una conversación con la esperanza de que sea
una contribución suficiente, ya que has perdido por completo la pista de lo que
se estaba hablando?

116. ¿Encuentras difícil explicar las reglas de un juego, no porque no las sepas
sino porque no soportas el laborioso proceso de describirlas paso a paso?

117. ¿Tienes sueños recurrentes en los que te sientes mortificado al descubrir


que estás caminando desnudo en público?

118. No importando lo mucho que te esfuerces en ser puntual, ¿generalmente


llegas atrasado a todas partes?

119. ¿Rezas para que tus hijos no tengan que pasar por todo lo que tú pasaste
cuando niño, y lo por lo que estás pasando ahora?

120. ¿Te cuesta relajarte y permanecer conectado/a cuando haces el amor?

121. ¿Te cuesta relajarte y conectarte en general? Por ejemplo, si ves algo
hermoso como una puesta de sol o una pintura, ¿tienes problemas para
saborear el momento por más de unos pocos segundos antes de que sientas la
necesidad de seguir andando, aún cuando te haya gustado la puesta de sol o
la pintura?

122. ¿Te molesta excesivamente a veces (aunque no lo demuestres) si alguien


te interrumpe cuando lees el diario o trabajas en tu computador, incluso si la
interrupción tenía un motivo agradable?

123. ¿Si has llegado tan lejos en este cuestionario, estás sorprendido de haber
podido poner atención por tan largo rato?

124. ¿Te encantan los sótanos y las buhardillas aún cuando los tuyos puedan
estar desordenados?

125. Aunque no hables mucho acerca de ello, ¿piensas en las grandes


incógnitas de la vida más de lo que te imaginas que lo hace el común de la
gente?

126. ¿Te sientes secretamente avergonzado/a por lo desorganizado/a que


eres?

127. Si bien las preguntas de este cuestionario son bastante diversas entre sí,
¿puedes intuir el hilo conductor que las conecta, aún cuando no puedas
explicarlo con palabras y lógica?

128. Si leíste todas las preguntas hasta aquí y recorriste el camino completo
hasta esta pregunta Nº 128, déjame preguntarte:

¿Hubo un momento en el cual te dijiste a ti mismo, “¡caramba!… ¿cómo sabe


todo esto?… ¡ASÍ SOY YO!”…?
Para quienes piensan en buscar una evaluación para el TDA/H, esta página da
una serie de pautas sobre qué deben esperar de dicha evaluación.
Este apartado describe:

 los síntomas comunes del TDA/H en adultos


 cómo se evalúa a un adulto por un posible TDA/H
 qué debemos esperar al solicitar una evaluación profesional de TDA/H
¿Qué es el TDA/H?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA/H) es un trastorno
neurobiológico común que afecta al 5-8% de niños en edad escolar, con
síntomas que persisten en la edad adulta hasta en un 60% de los casos (es decir,
aproximadamente un 4% de los adultos).

En la mayoría de los casos, el TDA/H tiene causas genéticas, y se da en algunas


familias más que en otras. El TDA/H es una afección crónica que afecta a niños,
adolescentes y adultos de todas las edades. Afecta tanto a hombres como a
mujeres, y a personas de todas las razas y características culturales.

Entre los síntomas y problemas comunes debidos al TDA/H se encuentran:

 Falta de atención y facilidad excesiva de distracción


 Inquietud física o hiperactividad
 Impulsividad excesiva; decir o hacer cosas sin pensar
 Postergación de actividades de manera excesiva y crónica
 Dificultad para comenzar tareas
 Dificultad para completar tareas
 Perder cosas con frecuencia
 Falta de habilidades de organización, planificación y gestión del tiempo
 Olvido excesivo
No todas las personas que padecen TDA/H muestran todos los síntomas, ni
tampoco toda persona con TDA/H experimenta los síntomas con el mismo nivel
de gravedad o discapacidad. Algunas personas tienen un TDA/H leve, mientras
que en otras, el TDA/H produce impedimentos significativos. El TDA/H puede
causar problemas en la escuela, el trabajo y la carrera profesional, en el hogar, la
familia y las relaciones, y en tareas de la vida cotidiana.

El TDA/H es un trastorno de origen neurobiológico, que afecta a ciertas


funciones cerebrales. No existe cura para el TDA/H, si bien, cuando se
diagnostica y trata de manera apropiada, puede manejarse, logrando una mayor
satisfacción en la vida y mejoras significativas en el funcionamiento diario.
Muchos individuos con TDA/H llevan vidas felices y plenas. Un diagnóstico
preciso es el primer paso para aprender a controlar el trastorno de manera
efectiva.

¿Cómo se diagnostica el TDA/H?


No existe ninguna prueba médica, física o genética para el TDA/H. Sin embargo,
un médico cualificado que recopile la información completa y adecuada puede
realizar una evaluación de diagnóstico. Entre esta información se encuentran
listas de evaluación de síntomas de TDA/H, las escalas estandarizadas de
calificación de la conducta, una historia detallada del funcionamiento pasado y
presente, así como la información proporcionada por familiares u otros seres
queridos que conocen bien a la persona. El TDA/H no puede diagnosticarse con
precisión sólo con una breve observación en la consulta, o hablando con la
persona. Es probable que la persona no siempre exhiba síntomas de TDA/H en
el consulta, y quien diagnostica necesita tener una historia completa de la vida
del individuo. Un diagnóstico de TDA/H debe considerar la posible presencia de
otras afecciones simultáneas (comórbidas).

Las directrices clínicas para diagnosticar el TDA/H se encuentran en el Manual


de Diagnóstico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American
Psychiatric Association), comúnmente conocido como DSM-IV-TR (Manual
Estadístico y de Diagnóstico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición, Texto
Revisado). Estas directrices son ampliamente utilizadas en la investigación y en
la práctica clínica. Durante una evaluación, el médico tratará de determinar
hasta dónde esos síntomas son aplicables al individuo, actualmente y desde su
niñez. A continuación se mencionan los síntomas de TDA/H, según el DSM-IV-
TR:

Síntomas de inatención

1. A menudo no presta atención a los detalles, o comete errores por descuido,


en el trabajo escolar, en el trabajo, o en otras actividades
2. A menudo tiene dificultad para mantener la atención en tareas o juegos
3. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente
4. A menudo no sigue las instrucciones hasta el final, y no finaliza tareas
escolares o deberes en su puesto de trabajo (no por oposición o falta de
comprensión)
5. A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades
6. A menudo evita, le disgusta o es reacio a realizar tareas que requieren un
esfuerzo mental sostenido
7. A menudo pierde objetos necesarios para sus tareas o actividades
8. A menudo se distrae fácilmente con estímulos externos
9. A menudo es olvidadizo con las tareas diarias
Síntomas de hiperactividad

1. A menudo mueve o retuerce nerviosamente las manos o los pies


2. A menudo abandona su asiento en clase, o en otras situaciones en que se
espera que permanezca sentado
3. A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado
hacerlo (en adolescentes o adultos, podría limitarse a sentimientos
subjetivos de inquietud)
4. A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a
actividades recreativas
5. A menudo está en movimiento o actúa como si tuviera un motor
6. A menudo habla en exceso
Síntomas de impulsividad

1. A menudo responde antes de que se haya terminado de formular las


preguntas
2. A menudo tiene dificultades para esperar su turno
3. A menudo interrumpe o importuna a los demás (se entromete en
conversaciones o juegos)
Un médico determinará el diagnóstico de TDA/H en función de la cantidad y
gravedad de los síntomas, su duración, y el grado en que estos síntomas causan
impedimentos en las diversas áreas de la vida (por ejemplo, la escuela, el
trabajo, el hogar). Es posible reunir los criterios de diagnóstico para el TDA/H
sin mostrar ningún síntoma de hiperactividad o impulsividad. Además, el
médico debe determinar si estos síntomas son causados por otras afecciones, o
se ven influenciados por afecciones coexistentes.
Es importante destacar que la presencia de impedimentos significativos en, al
menos, dos ámbitos importantes en la vida de la persona es fundamental para el
diagnóstico del TDA/H. Se entiende por impedimento la forma en que el
TDA/H interfiere en la vida del individuo. Ejemplos de impedimentos podrían
ser: perder un empleo debido a los síntomas del TDA/H, experimentar
conflictos y problemas excesivos en el matrimonio, tener problemas financieros
por gastar de modo impulsivo o no pagar las cuentas con puntualidad, o tener
que abandonar la carrera universitaria debido a las bajas calificaciones. Si el
individuo manifiesta una variedad de síntomas del TDA/H, pero no manifiesta
impedimentos significativos, tal vez no reúna los criterios de TDA/H como
trastorno clínico.

El DSM-IV TR especifica tres subtipos principales de TDA/H:

1. Subtipo predominantemente inatento. El individuo tiene sobre todo


dificultades con la atención, organización y seguimiento.
2. Subtipo predominantemente hiperactivo/impulsivo. El individuo tiene sobre
todo dificultades con el control de los impulsos, la inquietud y el autocontrol.
3. Subtipo combinado. El individuo tiene síntomas de falta de atención,
impulsividad e inquietud.
Escalas de autoevaluación en Internet
Hay muchos sitios de Internet sobre el TDA/H que ofrecen varios tipos de
cuestionarios y listas de síntomas. Esos cuestionarios no están estandarizados ni
validados científicamente, y nunca debes usarlos para autodiagnosticarte o
diagnosticar a otra persona con TDA/H. Sólo un profesional cualificado puede
ofrecerte un diagnóstico válido.

¿Quién está calificado para diagnosticar el TDA/H?


La evaluación y diagnóstico del TDA/H de adultos debe ser realizada por un
profesional de la salud cualificado: médico (psiquiatra, neurólogo, médico de
familia o pediatra) o psicólogo clínico.

Cualquiera que sea el profesional elegido, es importante comprobar su


capacitación y experiencia en el trabajo con adultos que padecen TDA/H. Para
obtener un diagnóstico preciso y un programa efectivo de tratamiento, suelen
ser más importantes el conocimiento y la experiencia profesional en el TDA/H
de adultos que el tipo de titulación. Por lo general, los profesionales cualificados
no tienen problemas para informar sobre su formación y experiencia con
TDA/H de adultos. La reticencia a suministrar esta información podría hacer
aconsejable recurrir a otro profesional.

¿Cómo encuentro a un profesional calificado para


diagnosticar el TDA/H?
Pídele a tu médico una remisión a un profesional calificado para realizar
evaluaciones de TDA/H para adultos. Si hay una asociación o grupo de apoyo
para el TDA/H en su localidad, podría serte muy útil acudir y hablar con ellos.
Es probable que hayan acudido a diferentes profesionales y puedan darte
información sobre ellos.

¿Cómo puedo saber si necesito una evaluación de


TDA/H?
La mayoría de adultos que creen necesitar una evaluación para el TDA/H
experimentan problemas significativos en una o más áreas de su vida. Entre los
más comunes, están:

 Rendimiento irregular en su empleo o profesión; perder o dejar su empleo


con frecuencia
 Antecedentes de menor rendimiento académico y/o profesional
 Poca habilidad para manejar responsabilidades cotidianas, como realizar las
tareas o reparaciones domésticas, pagar sus cuentas, organizarse
 Problemas en sus relaciones debidos a no completar sus tareas, olvidar cosas
importantes, o enfadarse con facilidad por cosas sin importancia
 Estrés y preocupación crónicos, por no alcanzar las metas ni cumplir con sus
responsabilidades
 Sentimientos crónicos e intensos de frustración o culpabilidad
Un profesional cualificado puede determinar si estos problemas se deben al
TDA/H, a otra causa, o a una combinación de éstas. Aunque algunos síntomas
del TDA/H son evidentes desde edad temprana, algunas personas pueden no
experimentar problemas significativos hasta más adelante. Por ejemplo, algunas
personas muy inteligentes compensan los síntomas de TDA/H y no
experimentan problemas significativos hasta llegar al Bachillerato o la
Universidad, o hasta empezar a trabajar. En otros casos, los padres
proporcionaron un ambiente altamente protector, estructurado y de apoyo,
minimizando el impacto de los síntomas del TDA/H hasta que el individuo se ha
independizado.

¿Cómo debo prepararme para la evaluación?


La mayoría de las personas siente nervios y temor ante una evaluación para
detectar cualquier tipo de afección, como el TDA/H. Esto es normal, y no debe
ser obstáculo para buscar esa evaluación, si experimentas problemas
significativos en tu vida y sospechas del TDA/H. Desgraciadamente, algunos de
los mitos más comunes sobre el TDA/H (como que sólo ocurre en niños, o que
la persona está buscando una excusa) hacen que muchas personas sean reacias a
buscar ayuda.

A muchos profesionales les resulta útil revisar antiguos boletines de notas viejas
u otros registros escolares, desde la guardería o la educación infantil. Si tienes
esos registros, llévalos a la primera consulta. Lleva también copia de cualquier
informe de evaluación psicológica previa. Los adultos que experimentan
problemas en su trabajo deben llevar las evaluaciones laborales para su revisión,
si estuvieran disponibles.

Muchos profesionales te pedirán que completes y entregues una serie de


cuestionarios antes de la evaluación, y que identifiques a un ser querido que
también participe en fases de esa evaluación. Completar y entregar los
cuestionarios de forma puntual agilizará la evaluación.
¿Qué es una evaluación completa?
Aunque los procedimientos y herramientas de evaluación varían ligeramente de
un médico a otro, ciertos protocolos se consideran esenciales para una
evaluación completa. Entre éstos se incluyen:

 Una entrevista de diagnóstico completa,


 Información de fuentes independientes como el cónyuge u otro familiar,
 Listas de comprobación de síntomas del DSM-IV,
 Escalas estandarizadas de evaluación de la conducta para el TDA/H,
 Otras evaluaciones psicométricas que el médico considere necesarias.
Estas herramientas se comentan detalladamente a continuación.

La entrevista de diagnóstico: síntomas del TDA/H


La parte más importante de una evaluación completa del TDA/H es una
entrevista estructurada o semi-estructurada, que proporciona una historia
detallada del individuo. En una entrevista “estructurada” o “semi-estructurada”,
el entrevistador plantea una serie de preguntas estandarizadas y
predeterminadas, para aumentar la fiabilidad y disminuir la probabilidad de
que otro entrevistador obtenga conclusiones distintas. Esto permite al médico
cubrir un amplio espectro de temas, comentar asuntos relevantes
detalladamente, y hacer preguntas de seguimiento, al tiempo que se asegura la
cobertura de las áreas de interés. El examinador revisará los criterios de
diagnóstico para el TDA/H y determinará cuántos de ellos se aplican a la
persona, tanto en la actualidad como en la niñez. El médico también
determinará hasta qué punto interfieren estos síntomas del TDA/H en la vida de
la persona.

La entrevista de diagnóstico: otros trastornos


psiquiátricos
El médico también llevará a cabo una revisión detallada de otros trastornos
psiquiátricos que podrían parecerse al TDA/H, o que suelen coexistir con el
TDA/H. El TDA/H raras veces se manifiesta solo. De hecho, la investigación ha
revelado que muchas personas con TDA/H tienen una o más afecciones
coexistentes. Entre las más comunes se encuentran la depresión, los trastornos
de ansiedad, los trastornos del aprendizaje y los trastornos por uso de
sustancias. Muchas de estas afecciones presentan síntomas similares a los del
TDA/H, y podrían de hecho ser confundidas con éste.

Una evaluación completa incluye una entrevista para evaluar y detectar


afecciones coexistentes, a fin de diagnosticarlas y tratarlas. No hacerlo suele
conducir al fracaso en el tratamiento del TDA/H. Y especialmente cuando los
síntomas del TDA/H son consecuencia de la depresión, ansiedad, o algún otro
trastorno psiquiátrico y éstos no se detectan, se tratará incorrectamente a la
persona por TDA/H. En otros casos, tratar el TDA/H eliminará el otro trastorno
y la necesidad de un tratamiento independiente.

Es probable que el médico pregunte también sobre los antecedentes de salud de


la persona, su historia de desarrollo a partir de la temprana infancia, y sus
antecedentes académicos, laborales, familiares, sentimentales y sociales.

Participación de un ser querido


Para el médico, también es esencial entrevistar a una o más fuentes
independientes, por lo general un ser querido (cónyuge, familiar, padre, pareja)
que conozca bien a la persona. El propósito de este procedimiento no es
cuestionar la sinceridad de la persona, sino obtener información adicional.

Muchos adultos con TDA/H tienen una memoria imprecisa o mala de su


pasado, sobre todo de la infancia; pueden recordar detalles específicos, pero
olvidar diagnósticos que recibieron o problemas que experimentaron. Por tanto,
el médico puede solicitar que los padres de la persona evaluada completen un
perfil retrospectivo del TDA/H, que describa la conducta en la infancia.

Muchos adultos con TDA/H pueden también tener una conciencia limitada de
cómo su conducta relacionada con el TDA/H les causa problemas a sí mismos o
a los demás. En el caso de parejas, es útil que el médico los entreviste juntos
cuando revise los síntomas del TDA/H. Ese procedimiento ayuda al cónyuge a
tener una comprensión precisa y una actitud empática acerca del impacto de los
síntomas del TDA/H sobre la relación, y prepara el terreno para mejorar esa
relación tras el diagnóstico.

Finalmente, se debe tener en cuenta que muchos adultos con TDA/H se sienten
profundamente frustrados y avergonzados por los continuos problemas que su
trastorno les causa. Es muy importante que la persona evaluada comente estos
problemas de manera abierta y sincera, que no oculte información por
vergüenza o miedo a la crítica. La calidad de la evaluación, y la precisión del
diagnóstico y de las recomendaciones de tratamiento, dependerán en gran parte
de la exactitud de la información suministrada.

Escalas estandarizadas de calificación de la conducta


Una evaluación completa incluye la aplicación de una o más escalas
estandarizadas de evaluación de la conducta. Una de las escalas de evaluación
podría ser la lista de comprobación para el TDA/H del DSM-IV-TR reseñada
anteriormente. Se trata de cuestionarios basados en investigaciones que
comparan las conductas de las personas con TDA/H y las de personas que no
padecen el trastorno. Las puntuaciones en las escalas de calificación no se
consideran un diagnóstico en sí mismas, pero son una importante fuente de
información objetiva en el proceso de evaluación. La mayoría de médicos piden
a la persona que se somete a la evaluación y a un ser querido que completen esas
escalas de evaluación.

Evaluación psicométrica
Dependiendo de la persona y de los problemas que se aborden, se podrán
realizar evaluaciones adicionales psicológicas, neuropsicológicas, o de
trastornos del aprendizaje, según sea necesario.

Éstas no diagnostican el TDA/H directamente, pero pueden suministrar


información importante sobre las maneras en que el individuo se ve afectado
por él. La evaluación también puede ayudar a determinar la presencia y los
efectos de afecciones coexistentes.

Por ejemplo, para poder determinar si un individuo tiene un trastorno del


aprendizaje, se realizará una prueba de capacidad intelectual, además de una
prueba de logros académicos.

Examen médico
Si el individuo que está siendo evaluado no se ha sometido a un examen físico
recientemente (dentro de los 6 a 12 meses anteriores), se recomienda un
examen médico, para descartar causas médicas de los síntomas. Algunas
afecciones médicas, como problemas de tiroides o trastornos convulsivos,
pueden causar síntomas parecidos a los del TDA/H. Un examen médico no
diagnostica el TDA/H, pero es extremadamente importante para ayudar a
descartar otras afecciones o problemas.

Conclusión
Hacia el final de la evaluación, el médico integrará la información que ha
recolectado por medio de las distintas fuentes, completará un informe escrito y
les dará al individuo y su familia su diagnóstico sobre el TDA/H, además de
cualquier otro trastorno psiquiátrico o de aprendizaje que identificado durante
la evaluación.

Entonces, el médico revisará las opciones de tratamiento y ayudará al individuo


a planificar la intervención médica y psicosocial apropiada.

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