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Obediencia

El obedecer a Dios es para nuestro beneficio. Está en la Biblia, Deuteronomio


30:15-16, "Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y
guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas
multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar
posesión de ella". Deuteronomio 10:12-13, "Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu
Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que
lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que
guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para
que tengas prosperidad?"

¿Qué tienen en común la ley, la gracia y la obediencia? Está en la Biblia, Romanos


5:20, "Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado
abundó, sobreabundó la gracia".

La obediencia puede mantenernos libres de enfermedades. Está en la Biblia, Éxodo


15:26, "Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante
de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos,
ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy
Jehová tu sanador".

La obediencia es la clave para tener una vida de éxito. Está en la Biblia, Josué 1:8,
"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien".

Seremos evaluados de acuerdo a nuestra obediencia a los mandamientos de Dios.


Está en la Biblia, Mateo 5:19, "De manera que cualquiera que quebrante uno de
estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será
llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será
llamado grande en el reino de los cielos"

La obediencia es el resultado de amar a Dios. Está en la Biblia, Juan 14:15 y 23, "Si
me amáis guardad mis mandamientos. El que me ama, mi palabra guardará; y mi
Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él".

El Espíritu Santo será impartido únicamente a aquellos que obedezcan al Señor.


Está en la Biblia, Hechos 5:32, "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y
también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen".

Jesús obedeció a su Padre dándonos un ejemplo de cómo debemos obedecerle. Está


en la Biblia, Hebreos 5:8-9, "Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la
obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación
para todos los que le obedecen".
Dios nos aconseja obedecer las leyes terrenales. Está en la Biblia, Romanos 13:1-2,
"Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino
de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien
se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten,
acarrean condenación para sí mismos".

En algunas ocasiones el obedecer a Dios y a su ley puede requerir desobedecer los


mandatos terrenales. Está en la Biblia, Hechos 5:29, "Es necesario obedecer a Dios
antes que a los hombres".

Los hijos deben obedecer y honrar a sus padres. Está en la Biblia, Efesios 6:1-3,
"Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu
padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya
bien, y seas de larga vida sobre la tierra".

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 Traducción

Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará,


y haremos nuestra vivienda en él.
Juan 14:23 | NVI | amor Padre

Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre


y no abandones la enseñanza de tu madre.
Proverbios 6:20 | NVI | familia escucha

Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos


mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de
todas las naciones de la tierra.
Deuteronomio 28:1 | NVI | ley bendición

Sigan por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan,
prosperen y disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer.
Deuteronomio 5:33 | NVI | recompensa seguir
No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes
mismos. Llévenla a la práctica.
Santiago 1:22 | NVI | Palabra de Dios escucha

El que atiende a la corrección va camino a la vida;


el que la rechaza se pierde.
Proverbios 10:17 | NVI | vida escucha

No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné
para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo
que le pidan en mi nombre.
Juan 15:16 | NVI | oración llamado

Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles,


progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el
Señor no es en vano.
1 Corintios 15:58 | NVI | recompensa estímulo trabajo

Queridos hermanos, si el corazón no nos condena, tenemos confianza delante


de Dios, y recibimos todo lo que le pedimos porque obedecemos sus
mandamientos y hacemos lo que le agrada.
1 Juan 3:21-22 | NVI | confianza ley

No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la


renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios,
buena, agradable y perfecta.
Romanos 12:2 | NVI | libre de culpa vida mundo

Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a
quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los
maltratan.
Lucas 6:27-28 | NVI | bendición oración

Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos
pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos
justos.
Romanos 5:19 | NVI | justicia salvación

Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con


cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
Josué 1:8 | NVI | ley bendición

Cumple los mandatos del Señor tu Dios; sigue sus sendas y obedece sus
decretos, mandamientos, leyes y preceptos, los cuales están escritos en la ley de
Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas.
1 Reyes 2:3 | NVI | ley bendición

Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.


Santiago 4:7 | NVI | seguridad adicción

Si no me hacen caso ni se deciden a honrar mi nombre —dice el Señor


Todopoderoso—, les enviaré una maldición, y maldeciré sus bendiciones. Ya las
he maldecido, porque ustedes no se han decidido a honrarme.
Malaquías 2:2 | NVI | bendición escucha

Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que
Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él.
Romanos 13:1 | NVI | confianza Dios

Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el
Espíritu.
Romanos 12:11 | NVI | Espíritu servir

Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue
a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.
Lucas 9:23 | NVI

Como respuesta el hombre citó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu
prójimo como a ti mismo.”
Lucas 10:27 | NVI | ley amor

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Romanos 8:14 | NVI | Espíritu niños

Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu


Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen.
Hechos 5:32 | NVI | Espíritu recibir Espíritu Santo

Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego


que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como
sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
Romanos 12:1 | NVI | misericordia santidad

Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,


para gloria de Dios Padre.
Filipenses 2:11 | NVI | Dios reconocer

De este modo, por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré
descansar entre ustedes por algún tiempo.
Romanos 15:32
La obediencia cristiana
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Capítulo 46

“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios” (1 Samuel 15.22).

“Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14.15).

Hay dos tipos de obediencia: (1) la que los hombres, los ángeles y la naturaleza
deben a Dios y (2) la que los hombres deben para con los hombres. La obediencia
también es voluntaria u obligatoria, completa o parcial, sin entusiasmo o de todo
corazón.

A quién se debe obedecer

1. “A Dios” (Hechos 5.29)

Según el testimonio de los apóstoles, la obediencia es nuestro deber supremo.


Juan enseña que es una prueba de que conocemos a Dios (1 Juan 2.3–4), y Cristo
dice que sólo así podemos ser sus amigos (Juan 14.15; 15.14). Salomón resumió
nuestro deber de la siguiente manera: “El fin de todo el discurso oído es este:
Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”
(Eclesiastés 12.13).

2. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres” (Efesios 6.1)

Este es “el primer mandamiento con promesa”. La Biblia ofrece cuatro motivos
para obedecer este mandamiento: (1) “esto es justo”, (2) “para que te vaya
bien”, (3) para que “seas de larga vida sobre la tierra” y (4) “porque esto agrada
al Señor”. La obediencia a los padres nos prepara para ser más útiles a Dios y a
nuestro prójimo.

3. “Obedeced (...) a vuestros amos terrenales” (Colosenses 3.22)

Esto lo hacemos, “no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los
hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios”.

4. “Que se sujeten a los gobernantes” (Tito 3.1)

En otras palabras: “Sométase toda persona a las autoridades superiores”


(Romanos 13.1).

5. “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos” (Hebreos 13.17)


“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os
presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor
por causa de su obra” (1 Tesalonicenses 5.12–13).

La sumisión a la autoridad, ya sea la del hogar, la del gobierno o la de la iglesia,


es una de las bases fundamentales de la vida cristiana. Hay gozo y poder en esta
virtud cristiana de sumisión que nadie con un corazón altivo y espíritu rebelde
podrá conocer.

Lo que incluye la obediencia a Dios

Los que obedecen a Dios son sumisos a:

1. La voz de Dios

“Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios” (Jeremías 7.23). Es esta la voz que
Noé oyó cuando edificó el arca (Génesis 6); que Abraham oyó cuando dejó su
hogar y parentela y empezó a caminar hacia la tierra prometida (Génesis 12.1–5)
y que Moisés oyó cuando él aceptó la tarea de librar al pueblo de la esclavitud
(Éxodo 4). En nuestra época Dios no ha hablado tanto en una voz audible, sino
por los medios que mostramos a continuación.

2. El Hijo de Dios

Dios nos manda diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia;
a él oíd” (Mateo 17.5). En la época actual Dios nos está hablando “por el Hijo”
(Hebreos 1.2). Por eso “mirad que no desechéis al que habla” (Hebreos 12.25)
cuando él dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14.15).

3. El Espíritu de Dios

Esteban les recordó a los fariseos la condenación que les sobrevendría porque
resistían al Espíritu Santo tal y como sus padres habían hecho (Hechos 7.51). Es el
Espíritu de Dios el que nos guiará a toda la verdad (Juan 16.13). Dios nos habla
por medio de nuestros ruegos y bajo la dirección del Espíritu Santo.

4. La palabra de Dios

Dios nos dirige a la salvación y nos muestra su carácter y su voluntad por medio
de su palabra. En vano pensamos que estamos bien con Dios si no obedecemos su
palabra (Juan 14.15; 15.14; Santiago 1.22–25; 1 Juan 2.3–4).

5. La iglesia de Dios

La palabra de Dios es el mensaje de Dios al hombre y la iglesia de Cristo es la


institución por medio de la cual se lleva este mensaje al mundo (Mateo 28.18–
20). Dios quiere hablarnos por medio de su iglesia. Cristo nos muestra la
autoridad que ha dado a la voz de la iglesia cuando dijo: “Si no oyere a la iglesia,
tenle por gentil y publicano” (Mateo 18.17–18).

Los resultados de la obediencia

1. Recibimos las bendiciones de Dios

Dios da su Espíritu Santo “a los que le obedecen” (Hechos 5.32). La obediencia es


esencial para tener una buena relación con Dios (Juan 15.14; 1 Juan 2.3–4). Fue
la obediencia (de Cristo) la que hizo posible nuestra justificación (Romanos
5.19). En pocas palabras, todas las bendiciones del evangelio son para los
obedientes y la Biblia promete sólo maldición a los desobedientes.

2. Nos dirige a una vida santa

Por medio de la obediencia a Dios viajamos en la senda de justicia; si


obedecemos al mundo, viajamos en las sendas del pecado. La verdad, la justicia,
la rectitud y la piedad se hallan en la senda de obediencia a Dios.

3. Heredamos la gloria venidera

Los que cumplen la voluntad de Dios tendrán bendición eterna en lugar de


condenación eterna (Mateo 7.21–29; 2 Tesalonicenses 1.7–9). En cierta ocasión
Jesús le dijo a un joven: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”
(Mateo 19.17).

Otros aspectos más

1. La obediencia es una condición del corazón

“Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16.7). Fue la obediencia de corazón


(Romanos 6.17) la que les trajo a los hermanos romanos la recomendación que
merecían. La obediencia que no nace del corazón no tiene mérito.

2. El corazón obediente produce obediencia visible

¿Cómo Pablo sabía que los romanos eran obedientes de corazón? Él lo vio
reflejado en sus obras. La condición del corazón se manifiesta tarde o temprano.
Cristo dijo que conoceremos a las personas por sus frutos (Mateo 7.16–20).

3. La desobediencia a Dios trae castigo eterno

Pablo escribe que cuando el Señor Jesucristo se manifieste en llama de fuego él


va a “dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de
nuestro Señor Jesucristo” (2 Tesalonicenses 1.7–9).
4. El que desobedece en una sola cosa es rebelde ante los ojos de Dios

Todo el género humano cayó bajo la maldición del pecado a causa de una sola
desobediencia (Génesis 3.1–6; Romanos 5.12); a Moisés le fue negada la entrada
a la tierra prometida a causa de una sola desobediencia (Deuteronomio 32.50–
52); Uza fue castigado con la muerte a causa de una sola desobediencia (2
Samuel 6.6–7). Santiago dice: “Cualquiera que guardare toda la ley, pero
ofendiere en un punto, se hace culpable de todos” (Santiago 2.10). Los
criminales, como regla, no son castigados por haber cometido muchísimos
crímenes, sino por haber sido declarados culpables de un solo crimen.
Quienquiera que desobedece voluntariamente a Dios en una sola cosa es culpable
de rebelión contra él sin importar cuántas buenas cualidades tenga. El moralista
que se jacta en su benignidad será sentenciado a la eterna separación de Dios al
igual que el pecador más vil, porque no obedece al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo. Ni las grandes obras ni la benignidad humana tendrán valor ante Dios
cuando llegue la hora de comparecer ante el tribunal de Cristo.

5. Toda la obediencia la debemos a Dios, no importa quién esté a favor o en


contra

“Cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Romanos 14.12). Noé y su
familia hubieran sido necios si se hubieran quedado fuera del arca al ver que
nadie más quiso entrar. Hubiera sido una gran tontería si Daniel y sus tres
compañeros hubieran dejado sus convicciones al ver que ninguna otra persona
hizo lo que ellos hicieron. Debemos hacer de buena voluntad todo lo que Dios
quiere que hagamos, aunque seamos los únicos en la tierra que lo hacemos. La
obediencia parcial no trae bendición. Debemos hacer todo lo que Dios nos diga
(Juan 2.5).

6. La obediencia significa negarse a sí mismo

Para obedecer a Cristo tenemos que negarnos a nosotros mismos. Cristo dijo: “Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígueme” (Lucas 9.23). Ningún hombre obedece a Cristo a menos que someta a
Dios su voluntad, sus deseos y todo cuanto tenga. “Los que son de Cristo han
crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (Gálatas 5.24).

Obedecer significa someterse, o sea, sacrificar lo que nos agrada para poder
agradar a Dios. Podemos obedecer sólo cuando estamos dispuestos a sacrificar
los intereses propios y cualquier deseo que se oponga a los planes y propósitos de
Dios (Romanos 8.1–2).

Algunas personas están dispuestas a obedecer a Dios con tal que eso no se oponga
a sus propios deseos. Otros niegan algunos deseos carnales, pero sólo para recibir
gloria. Si queremos ser hijos de Dios, tendremos que negarnos a nosotros
mismos... y obedecer a Dios.
Obediencia a Dios
En este artículo reflexionaremos acerca del tema de la
obediencia. Para empezar, vamos a ir a Romanos 6:15-18
que dice:

Romanos 6:15-18
“¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley,
sino bajo la gracia? En ninguna manera. ¿No sabéis que si
os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para
muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a
Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis
obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual
fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser
siervos de la justicia.”

De acuerdo a este pasaje, uno es siervo de aquel a


quien se obedece, con dos posibilidades disponibles: ya
sea, obedeciendo al pecado, siendo esclavo del pecado o
obedecer de corazón a Dios y Su doctrina, siendo siervo de
la justicia. En otras palabras, no importa qué tan activos
estemos en actividades religiosas, lo que importa es qué
tan OBEDIENTES le somos a Él; porque es nuestra
obediencia y al que obedecemos lo que determina al que
en realidad servimos. Como en Santiago 4:7-8 dice:

Santiago 4: 7-8
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.
Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble
ánimo, purificad vuestros corazones.”

Necesitamos acercarnos a Dios, para que Él se acerque


a nosotros. No podemos servirle a distancia, sin conocerle.
Solo podemos servir al que obedecemos y a quien nos
sometemos. Como dice en Filipenses 2:5-11

Filipenses 2:5-11
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres; y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo,haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también
le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre
todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble
toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es
el Señor, para gloria de Dios Padre.”

El mismo sentir que estaba en Jesucristo este también


en nosotros. ¿Cuál es ese sentir? EL OBEDECER A DIOS, EL
SENTIR DE QUE OBEDECIENDO A DIOS NI SIQUIERA SE
NEGÓ A MORIR EN LA CRUZ. Ese era el sentir en
Getsemaní:

Mateo 26:36-39, 42
“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama
Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto
que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de
Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran
manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste,
hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un
poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y
diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta
copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Otra vez
fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no
puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu
voluntad.”

El sentir de Jesucristo, la actitud de obedecer a Dios,


era “NO SEA COMO YO QUIERO SINO COMO TÚ” Ese es el
sentir que nos dice la Palabra de Dios que debemos de
tener. No como nosotros queramos, sino como Dios quiere.
Es fácil ser obediente cuando todo va por el camino que
queremos. Cuando Dios nos da el deseo de nuestro
corazón, lo recibimos con mucha alegría. Sin embargo,
¿qué hacemos cuando las cosas no suceden así? ¿Cómo
reaccionamos cuando los planes del Señor parecen diferir
de los nuestros? Ahí está la diferencia entre el ser
obediente y desobediente. En tiempos felices, ambos
reaccionarán igual. La felicidad, no es lo que causa la caída
de la gente de la segunda categoría de la parábola del
sembrador. De lo contrario, como Jesús dijo: “reciben la
Palabra CON GOZO” (Lucas 8:13). Pero este no perdura. En
la primer tribulación, caen (Mateo 13:21, Lucas 8:13).
Cuando lo que Dios quiere para nosotros no es lo que
nosotros quisiéramos, la voluntad desobediente huirá,
mientras que la obediente permanecerá, diciendo: “si no…..
hágase tu voluntad”.

1. La obediencia a Dios es mejor que el sacrificio

En 1 de Samuel viene una historia bien conocida: la


historia del levantamiento y caída de Saúl en el pueblo de
Israel. Saúl fue escogido por Dios para ser el primer rey de
Israel. En el principio, era humilde. De hecho, en el día de
su proclamación como rey de Israel se escondía de la gente
(1 Samuel 10:22). Sin embargo, su humildad no duró
mucho. Pronto se convirtió en orgullo y precipitación por
actuar conducido por el pueblo, en lugar de someterse al
Señor. En 1 de Samuel 13 vemos su primera rebelión: Saúl y
el pueblo esperaron a que Samuel viniera para el sacrificio,
mientras que los filisteos estaban listos para pelear al otro
lado. Samuel llegó tarde. Viendo esto, Saúl hizo lo que no
debió haber hecho: ofreció él mismo el sacrificio. El
obediente espera a Dios y guarda Sus mandamientos, no
importándole lo que cueste. Por otra parte, el
desobediente es obediente mientras las cosas marchen
bien. No obstante, cuando las cosas cambian, entonces las
toma en sus propias manos haciendo lo que a su propio
juicio considera pertinente. Piensa que ha esperado mucho
y que al final del día tiene que hacer algo. Samuel llegó
exactamente cuando Saúl había terminado el sacrificio. Sin
embargo, no le traía buenas noticias.
1 de Samuel 13:13-14
“Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no
guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te
había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu
reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será
duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su
corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe
sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que
Jehová te mandó.”

Probablemente, ese fue la prueba crítica de Saúl. Si la


pasaba, si obedecía al Señor y su mandamiento, su reino
sería establecido. Pero como no obedeció, su reino se iba a
perder. Como Samuel le dijo: “pues ahora Jehová hubiera
confirmado tu reino sobre Israel para siempre.
Mas ahora tu reino no será duradero”. Obviamente, Saúl
no pasó la prueba de obediencia a Dios. Cuando vio que
Samuel no llegaba, abandonó el mandamiento del Señor
para hacer lo suyo. Después lo vemos repitiendo el mismo
pecado. En 1 de Samuel 15:1-3 leemos:

1 de Samuel 15:1-3
“Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te
ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora, pues, está
atento a las palabras de Jehová. Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al
oponérsele en el camino cuando subía de Egipto. Ve, pues,
y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te
apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de
pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.”

Dios le ordenó a Saúl que destruyera a Amalec


completamente. Los versos 7-9 nos dicen lo que finalmente
hizo:

1 de Samuel 15:7-9
“Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a
Shur, que está al oriente de Egipto. Y tomó vivo a Agag rey
de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. Y
Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las
ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de
los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir;
mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.”

A pesar del hecho de que Dios le había dicho muy claro


a Saúl que tenía que destruir completamente a Amalec, no
llevó a cabo Su mandamiento, o más precisamente, lo
ejecutó solamente hasta el punto donde mejor le parecía a
él y al pueblo. Así que destruyeron lo que les parecía más
despreciable, pero salvaron LO QUE CONSIDERARON MÁS
CONVENIENTE. Sin embargo, eso no es obedecer. Obedecer
a Dios no significa el hacer Su voluntad parcialmente, hasta
el grado donde te guste más. Sino que es hacer lo que Dios
te ha ordenado exacta y completamente. Como en
Jeremías 47:10 dice:
Jeremías 48:10
“¡Maldito el que sea negligente para realizar el trabajo del
Señor!”

Obediencia es hacer lo que Dios te ha ordenado, ya sea


a través de Su Palabra escrita o como en el caso de Saúl,
mediante revelación. El llegar al grado de hacer algo que
Dios no ha dicho, nos hace desobedientes, aunque eso que
hagamos sea en el nombre del Señor. El Señor no quiere
que nos ocupemos en hacer nuestras cosas para Él. Mas
bien, quiere que seamos siervos OBEDIENTES, trabajando
EXACTAMENTE en lo que nos ha ordenado hacer. Saúl y su
gente hicieron el trabajo del Señor negligentemente. De
acuerdo a él, no tenían malas intenciones. Como dijo
después: “Mas el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, las
primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu
Dios en Gilgal.” (1 Samuel 15:21). El pueblo quería hacer
sacrificios, PERO NO QUERÍAN OBEDECER. Como Samuel
dijo:

1 de Samuel 15:22-23
“Samuel respondió: ¿Qué le agrada más al Señor: que se le
ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que
él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar
atención, más que la grasa de carneros. La rebeldía es tan
grave como la adivinación, y la arrogancia, como el pecado
de la idolatría. Y como tú has rechazado la palabra del
Señor, él te ha rechazado como rey.”
No importa cuántos sacrificios hagas para el Señor. Lo
que importa es qué tan OBEDIENTE eres. Los sacrificios
agradables a Él son solo los que Él mismo ha ordenado. El
servicio genuino solo puede ser el QUE EL SEÑOR HA
ORDENADO. Todo lo demás, aunque este hecho en Su
nombre, es desobediencia, una acción dirigida por la vieja
naturaleza bajo la apariencia de la nueva. Como Jesucristo
dijo:

Juan 7:16-18
“Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de
aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de
Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi
propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su
propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le
envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.”

Saúl buscaba agradar a los hombres. Les daba más


importancia a ellos y a su opinión que a la opinión de Dios.
Después, cuando admitió su pecado, lo que tenía miedo de
perder no era su relación con Dios sino su honor frente al
pueblo: “Luego [Saúl] dijo: “He pecado; hónrenme ahora,
por favor, ante los ancianos de mi pueblo y ante Israel, y
vuelvan conmigo…” David, el sucesor de Saúl, también
cometió adulterio y asesinato. Sin embargo, cuando Natán
lo confrontó (2 Samuel 12:1-14), lo que le preocupaba, no
era su trono sino su relación con Dios (Salmo 51). Es por
eso que David, buscando la restauración de su relación con
Dios, fue perdonado, mientras que Saúl buscando
restauración del trono, fue rechazado.

2. El ejemplo de Abraham

Un ejemplo totalmente contrario al de Saúl es el


ejemplo de Abraham. Probablemente ya nos sabemos la
historia de Abraham e Isaac. Isaac era el único hijo de
Abraham y Sara; era también el hijo que Dios les había
prometido tener y el cual habían esperado por años. Sin
embargo, un día Dios le ordenó a Abraham que sacrificara a
Isaac:

Génesis 22:1-2
“Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a
Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y
dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y
vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre
uno de los montes que yo te diré.”

Dios sabía muy bien cuánto amaba Abraham a Isaac.


Sabía que el era el “hijo que amaba”. Después de todo,
había sido Dios quien se lo había dado. Sin embargo, ¿A
caso amó Abraham a Isaac, la bendición de Dios, más que a
Dios mismo? Teniendo que escoger entre los dos, ¿qué
escogería realmente? ¿Se sometería a Dios, incluso si eso
implicara un enorme costo personal? o como Saúl ¿se
rebelaría haciendo lo que él quería? Volteando esta
pregunta a nosotros: ¿Seguimos realmente a Dios porque
queremos conocerle y porque queremos estar con él? o ¿le
seguimos solo por Sus bendiciones, por los “Isaacs” que nos
ha dado? o ¿qué esperamos que nos de? ¿Qué haríamos? si
como en el caso de Abraham lo que fuéramos llamados a
poner en el altar, fuera la bendición más grande que Dios
no haya dado o que esperamos que nos de, cualquier cosa
que ésta sea. ¿Lo haríamos? Aunque hay incontables
bendiciones del Señor, por supuesto que esas no son el
foco de nuestra relación con Él. Más bien, el centro debería
ser el conocerlo íntimamente y a su maravilloso Hijo el
Señor Jesucristo.Como Pablo dijo:

Filipenses 3:8-15
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida
por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi
Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no
teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es
por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin
de conocerle, y el poder de su resurrección, y la
participación de sus padecimientos, llegando a ser
semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a
la resurrección de entre los muertos.”

TODO, aun la bendición más grande de este mundo no


es más que basura en comparación con la EXCELENCIA del
conocimiento del Señor Jesucristo. Regresando a Abraham,
veamos lo que hizo finalmente:

Génesis 22:3-10
“Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su
asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y
cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar
que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el
lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos:
Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta
allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó
Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su
hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron
ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y
dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él
dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero
para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá
de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y
cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí
Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y
lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su
mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.”

Abraham siguió exactamente lo que el Señor le había


dicho, ciertamente no era lo más grato de esta vida. Él, así
como también otros hombres de la Biblia, no eran robots
que hacían la voluntad de Dios mecánicamente, sino que
eran como nosotros, seres de libre voluntad que por sí
mismos escogerían someterse a Dios. Su obediencia no era
robótica sino “DE CORAZÓN”. Esa es la única obediencia de
la cual habla la Palabra de Dios. Dios no quería robots,
hombres que hicieran mecánicamente lo que él decía, sin
que pusieran el corazón en ello. Más bien, quería que la
gente LO AMARA CON TODO SU CORAZÓN, ALMA, Y
FUERZA (Marcos 12:30). Quería seres de libre voluntad que
decidieran “DE CORAZÓN” el someterse por sí mismos a Él.
Regresando a Abraham, siguió la Palabra de Dios a pesar
del hecho de que implicaba la pérdida de su propio hijo.
Luego, cuando llegó al punto más crítico, el Señor interfirió:

Génesis 22:11-12, 15-18


“Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y
dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo:
No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada;
porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me
rehusaste tu hijo, tu único. …Y llamó el ángel de Jehová a
Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí
mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho
esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto
te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las
estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del
mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus
enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones
de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.”

El propósito de la prueba era el demostrar si Abraham


obedecería a Dios, aún si eso implicaba el sacrificio de su
bendición. Ambos, Saúl y Abraham fueron bendecidos por
Dios. Uno fue hecho el primer rey de Israel, el otro tuvo la
promesa de que en su simiente todas las naciones serían
bendecidas. Sin embargo, había una gran diferencia entre
ellos. La diferencia era que el primero iba tras las
bendiciones de Dios, lo cual lo condujo a desobediencia y a
su caída. Por otro lado, el último iba tras EL QUE BENDICE,
devolviéndole al final a su hijo, junto con la confirmación de
las bendiciones para él y su simiente.

Conclusión

En el tema anterior examinamos la obediencia a Dios.


Aunque este trabajo de ninguna manera fue cansado,
espero que haya aclarado la importancia de esta materia.
Como dice en Miqueas 6:6-8:

Miqueas 6:6-8
“¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios
Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con
becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de
carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi
primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el
pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que
es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia,
y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

Todo lo que Dios quiere que hagamos es obrar


justamente, amar la misericordia y el caminar
humildemente con Él. Humillémonos bajo Su poderosa
mano para que Él pueda exaltarnos a su debido tiempo (1
Pedro 5:6). Desobediencia, ya sea haciendo lo que el Señor
no ha dicho que hagamos o no haciendo lo que nos ha
ordenado hacer, es una acción que no es de Dios. No
importa lo que hagamos, o las intenciones que podamos
tener. Lo que importa es si lo que está hecho viene de la
obediencia a Dios, así como el sacrificio de Abraham, o de
la desobediencia, así como dijo Saúl del sacrificio que
quería hacer.

Anastasios Kioulachoglou

La Obediencia
Mt 21:28-32

28Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve
hoy a trabajar en mi viña. 29Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.
30Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y
no fue. 31¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les
dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de
Dios. 32Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los
publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después
para creerle.

INTRODUCCIÓN.

Si hay algo que la humanidad ha buscado es hacer lo que cada quien quiere, sin embargo
esto no es posible dado que la creación misma nos declara que existe un orden en todas las
cosas, podemos ver que los cuerpos celestiales y aún lo más pequeños están sujetos a leyes
que los rigen y mantienen el orden en la creación.

Cuando alguno de nosotros desafía las leyes, entonces debemos vivir las consecuencias de
esto. Por ejemplo, cuando alguno de nosotros decide enfrentar la ley de la gravedad desde 4
m de altura, la consecuencia pueden ser graves daños físicos, si no hacemos nada que nos
conduzca a enfrentarla estaremos a salvo, de lo contrario sufriremos las consecuencias.

De la misma manera la Biblia declara que hay un Dios y un Señor, al cual debemos sujeción,
no sólo porque nos ha salvado, sino porque Él es Dios por sobre todas las cosas y no es que
tenga derecho a que le obedezcamos, sino que le debemos la obediencia. Hoy hablaremos
acerca de la verdadera obediencia.

OCASIÓN DE LA PARÁBOLA

Existen reglas claras para interpretar una parábola, no queremos infringir esto para y caer en
el error de decir o espiritualizar erróneamente, quitando la enseñanza de la Palabra del Señor.
Para hacer una correcta interpretación debemos identificar el motivo para decir la parábola y la
enseñanza que contiene.

1. Motivo. El encuentro del Señor Jesucristo con los sacerdotes y ancianos del pueblo (Mt
21:23 Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se
acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y
quién te dio esta autoridad?) que enfrentaban su autoridad. El objetivo de estos sacerdotes
era quitarle la autoridad para así justificar la desobediencia a sus palabras y demandas. Estos
hombres menospreciaban la autoridad de Jesús y no se sentían comprometidos a obedecerle.
Por tanto, Jesús utiliza una parábola para demostrarles su actitud.

2. Enseñanza. El reconocimiento de la autoridad es haciendo en la práctica lo solicitado. Jesús


enfrenta a estos religiosos a que no solamente las palabras son suficientes para mostrar la
obediencia a la autoridad, sino que los hechos determinarán si se ha obedecido o no. Ellos
sabían las demandas de Dios y públicamente asentían a las mismas, pero en la práctica no
era cierto y Jesús se los demuestra enfrentándolos ya que no habían obedecido a Dios por
medio de su siervo Juan, quien preparo el camino para el Mesías.

Aunque uno de los hombres dijo que haría lo que su padre le pidió, en realidad no lo hizo,
estos son los religiosos. El que se negó a hacer la voluntad de su padre, pero que finalmente
lo hizo, estos son los publicanos y rameras, que reconocían que no estaban haciendo la
voluntad de Dios, pero que ahora sí querían hacerlo obedeciendo al mensaje de Dios por
medio de su siervo Juan.

Y actualmente sucede lo mismo, muchos que se dicen cristianos y aún los que
verdaderamente lo son, están siendo engañados por el enemigo de Dios para que crean que
porque asienten intelectualmente a la Biblia, ya están obedeciendo a Dios, siendo que no es
así.

Queremos ver lo que implica la verdadera obediencia.

¿QUÉ ES LA OBEDIENCIA?

Antes de continuar tenemos que definir los términos que utilizaremos para que no nos
confundamos.

La definición del diccionario dice:

OBEDIENCIA. Acción de obedecer || Sumisión de una cosa a otra.

OBEDECER. Someterse a la voluntad ajena y ejecutarla.

Esta definición aunque nos ayuda se queda muy corta con respecto al concepto que la Biblia
enseña acerca del tema de la obediencia. Al realizar un estudio de la palabra en la Escritura
encontramos detalles muy reveladores que son muy importantes para la enseñanza del
asunto, veamos:

Palabra
Significado
Ejemplo
Apertheo Desobediente, no creer
1P 3:20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de
Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir,
ocho, fueron salvadas por agua

Upakouo
Atender una instrucción o llamado
2Te 1:8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al
evangelio de nuestro Señor Jesucristo

Pertho
Obedecer por haber sido persuadido
Ga 5:7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?

Upotásso
Sujetarse, someterse a otro. Se refiere a una actitud voluntaria de darse en cooperación,
asumiendo una responsabilidad y llevar una carga
Ro 13:1 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino
de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas

Upokoe
La obediencia a alguien mostrada en la observancia de los requerimientos
1P 1:22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el
Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón
puro

Después de haber analizado la obediencia bíblica, ésta conlleva los siguientes aspectos:

1. Atención. Al prestar nuestros sentidos e intelecto al requerimiento de quien demanda la


obediencia.

2. Reflexión. Meditación cuidadosa de las implicaciones y demandas asociadas al


requerimiento.

3. Compromiso. Al aceptar la total responsabilidad asociada al cumplimiento de la voluntad de


quien nos estamos sujetando para obedecerlo.

4. Confianza. Al aceptar la validez y necesidad del requerimiento hecho.

5. Exactitud. Al aceptar el método y forma necesarios para cumplir lo solicitado.

6. Ejercicio de la voluntad. Al decidir cumplir el requerimiento por voluntad personal, sin


coacción de ningún tipo.

7. Acción. Al Ejecutar el requerimiento.

Por otro lado, el Espíritu Santo produce en nosotros la necesidad de obedecer al Señor
nuestro Salvador Fil 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad. Por lo tanto, un verdadero creyente tiene la necesidad y el
deseo de obedecer a Dios. Tenemos que reconocer que cuando no estamos bajo el control
del Espíritu Santo, nuestra carne nos demandara satisfacerla y por lo mismo, nos llevará a la
desobediencia y al pecado contra Dios.

Dado que la obediencia es un fruto espiritual, podemos concluir que es perfectamente posible
obedecer al Señor, sin embargo en la práctica existen estorbos a la obediencia.

ESTORBOS A LA OBEDIENCIA

Veremos en tres pasajes de la Escritura nueve estorbos de la carne para que podamos
obedecer, la identificación personal de ellos en nosotros y la confesión inmediata delante de
Dios y el correspondiente perdón y limpieza por parte de Él, nos llevará al camino de la
obediencia.

Is 1:16-20 16Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos;
dejad de hacer lo malo; 17aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado,
haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. 18Venid luego, dice Jehová, y estemos a
cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si
fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. 19Si quisiereis y oyereis,
comeréis el bien de la tierra; 20si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a
espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

· El pecado en general. El pecado de hecho es cualquier desobediencia a la voluntad de Dios,


adicionalmente, al estar en el ámbito de la carne, ningún sometimiento a la voluntad de Dios
se puede calificar como la obediencia bíblica, hasta que no se confiese el pecado, esta
supuesta “obediencia” son simples obras que no son aceptadas ni bendecidas por Dios. Al
pecar corremos el riesgo de cometer una cadena de pecados, por ejemplo tenemos al rey
David que al cometer el pecado de lascivia con Betsabé se añadieron el de fornicación, la
mentira, la hipocresía y el asesinato.

Pr 3:1-12 1Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; 2Porque
largura de días y años de vida y paz te aumentarán. 3Nunca se aparten de ti la misericordia y
la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; 4y hallarás gracia y buena
opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. 5Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te
apoyes en tu propia prudencia. 6Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus
veredas. 7No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; 8porque
será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos. 9Honra a Jehová con tus bienes, y con
las primicias de todos tus frutos; 10y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares
rebosarán de mosto. 11No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su
corrección; 12porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere.

· Vr. 5. Apoyarse en la propia prudencia. Confiar en la propia capacidad y criterio, erigirse a


uno mismo como la autoridad de juicio con respecto a lo que se debe o no hacer. Como
ejemplo Lv 10:1-2 1Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron
en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño,
que él nunca les mandó. 2Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante
de Jehová.
· Vr. 7. Ser sabio en la propia opinión. Confiar en las convicciones de la carne y esquema de
valores conformados por el modelo del mundo. Aplicar la inteligencia de la carne y no la
sabiduría espiritual del Señor y su Palabra. Como ejemplo tenemos a los fariseos de los
tiempos del Nuevo Testamento.

· Vr. 11. Menosprecio y fatiga de la corrección de Dios. En otras palabras, no tener temor de
Dios. Esto produce un carácter audaz que lleva a la persona a mantenerse siempre en desafío
hacia la voluntad del Señor.

Como ejemplo tenemos la ciudad de Jerusalén que no recibió la corrección del Señor y no
confió en Él, Sof 3:1-5 1¡Ay de la ciudad rebelde y contaminada y opresora! 2No escuchó la
voz, ni recibió la corrección; no confió en Jehová, no se acercó a su Dios. 3Sus príncipes en
medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la
mañana. 4Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el
santuario, falsearon la ley. 5Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana
sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza.

Sal 73:1-3 1Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón. 2En
cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. 3Porque tuve envidia
de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos.

· Vr. 3. Por envidia para con los incrédulos. El desviar la vista del autor y consumador de la fe:
Cristo; nos hace fijarla en los incrédulos, aunado a esto y a los apetitos de la carne, el deseo
de obtener los falsos beneficios que parecen gozar los incrédulos nos expone a la
desobediencia para alcanzar en nuestras fuerzas los anhelos, que Dios, en su tiempo y
voluntad, puede satisfacer.

La fuente de la desobediencia la encontramos en Lv 26:14-21 14Pero si no me oyereis, ni


hiciereis todos estos mis mandamientos, 15y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma
menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto,
16yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura,
que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque
vuestros enemigos la comerán. 17Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante
de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que
haya quien os persiga. 18Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros
siete veces más por vuestros pecados. 19Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré
vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce. 20Vuestra fuerza se consumirá en
vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.
21Si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete
veces más plagas según vuestros pecados.

· Vr.15. Desdeñar y menospreciar los estatutos y decretos. La confianza en la capacidad y


sabiduría personales nos lleva a caer en la soberbia, esto produce que los estatutos y
decretos del sabio Dios sean tenidos en menos. Nos damos cuenta de esto cuando tenemos
justificantes tales como: “Estos son otros tiempos”, “No hay que ser exagerados o legalistas”,
“No creo que sea tan importante”, “A mí eso no me afecta”, “Yo ya superé esos problemas”.
Cuando creemos que algo no es importante se hace a un lado, provocando la consiguiente
desobediencia al Señor. No hay mandamiento o declaración bíblica que no sea importante.

Esto les sucede mucho a los jóvenes, estos descansan mucho en la fortaleza de su juventud,
desdeñando la sabiduría de los mayores y por tanto también el consejo divino, piensan que
porque son jóvenes, tendrán tiempo para divertirse y después para hacer lo que ellos crean,
no preparándose para los tiempos en los cuales no tengan satisfacción Ec 12:1 Acuérdate de
tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de
los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. Es una actitud común en esta etapa de la
vida.

Ejemplo: Saúl 1S 13:13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el
mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera
confirmado tu reino sobre Israel para siempre.

· Vr.18. Endurecimiento ante el trato de Dios. La disciplina del Señor no es un castigo como el
que aplican los hombres, su propósito principal es el corregir al que se ha desviado para que
no caiga en mayor condenación. La Biblia declara que el Señor no aflige por gusto a las
personas Lm 3:33 Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres; y
lo que a los ojos de los hombres es un castigo, desde la perspectiva del Señor es un acto de
amor y de enseñanza para guardar a los que son suyos.

Cuando una persona no ha entendido esto, sino que piensa que Dios sólo quiere castigarlo, su
corazón comienza a endurecerse y entonces desobedecerá al Señor. Ejemplo Jon 1:1-3 1Vino
palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 2Levántate y ve a Nínive, aquella gran
ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. 3Y Jonás se levantó
para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía
para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la
presencia de Jehová.

· Vr.19. La soberbia del orgullo. En la versión La Biblia al día se lee: Quebrantaré su orgulloso
poder. Tenemos que reconocer que el esfuerzo y la perseverancia alcanzan su fin, lo que aquí
nos dice es que existe una actitud, la no dependencia de Dios; tomando su propio camino y
alcanzando sus objetivos, independientemente de Dios, hasta el punto de olvidarse del Señor
y su voluntad directiva. Ante esta actitud no encontraremos una obediencia, porque al único
que se obedece es a uno mismo.

Como ejemplo tenemos al pueblo de Israel, mantiene esa actitud hasta nuestros días porque
las maldiciones que se dictan en este pasaje a los desobedientes, Israel los está sufriendo
actualmente.

· Vr.21. Oposición a Dios.(22, 27, 40). La expresión en hebreo utilizada aquí es KERI, que
significa “Contrario o encuentro hostil”. Como cuando dos enemigos se encuentran. Los
versículos que utilizan esta expresión muestran una actitud de franca hostilidad hacia Dios
debido al estado espiritual del pueblo. Algunos creyentes (y que bueno que no muchos) se
encuentran en esta actitud, están enojados con Dios y todo lo que se refiera a Él, en esta
situación lo menos que piensan es obedecer. Para estos casos, el Señor aplica un
quebrantamiento extremo para atraer hacia si a los que están así. Nuevamente el pueblo de
Israel en distintas etapas de su historia es un ejemplo clásico de esta actitud.

Como hemos visto, existe mucha evidencia bíblica que nos enseña que la oposición de la
naturaleza pecaminosa a la obediencia no tiene límites.

El considerar seriamente la actitud de cada uno de nosotros con respecto a estos aspectos es
muy importante para el progreso de la vida espiritual. Si al analizar tu vida te das cuenta que
tienes al menos uno de estos puntos, tienes que reconocer que tu problema de obediencia es
a causa de esto, debes ir delante de Dios y humillarte, confesar tu pecado y clamar por perdón
y limpieza espiritual. Al hacerlo así tendrás la posibilidad de ser feliz al lado de tu Señor y
glorificar su nombre hablando de su perdón y poder en tu vida.

Regresando a nuestro pasaje de Mateo, la obediencia requerida por el Señor no es decir un sí


intelectual a la voluntad de Él y dejarlo allí, sino es la aplicación de la atención, reflexión,
compromiso, confianza, exactitud ejercicio de la voluntad y acción que conforman la verdadera
obediencia, todo esto se mostrará en el cumplimiento práctico de su voluntad en la vida de
cada uno de nosotros.

Por ejemplo, la Palabra del Señor dice en Mt 28:19-20 19Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. La verdadera obediencia es: Ir a
predicarles, confirmarlos en la fe, enseñarles la voluntad de Dios (discipularlos) y asegurarse
de la hagan. La mayoría de nosotros no obedecemos ni la primera parte, otra parte del resto
sólo predica y sólo algunos cumplen cabalmente este mandamiento.

FRUTO DE LA OBEDIENCIA

Así como el capítulo 26 de Levítico nos indica las maldiciones por la desobediencia, este
mismo capítulo nos enseña que Dios dará múltiples bendiciones al decidir voluntariamente
obedecerle.

Ahora bien, el estado natural del hombre es la desobediencia a la voluntad del Señor, esta
obediencia se aprende con la práctica, porque ésta solo se completa cuando se ejecuta, es
decir, cuando se cumple la obediencia a quien se sujeta.

La Biblia declara que aún Jesucristo aprendió la obediencia en Heb 5:8-9 Y aunque era Hijo,
por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de
eterna salvación para todos los que le obedecen. ¿Cómo explicamos este texto? Jesucristo
antes de su encarnación, en su estado de Dios eterno, no tenía necesidad de obedecer a su
Padre ya que ellos co-iguales en la trinidad divina, sin embargo en su encarnación, Él tomó el
papel de siervo obediente como el Mesías redentor, totalmente sujeto a la voluntad del Padre
(Jn 8:28-29 28Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces
conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre,
así hablo. 29Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo
hago siempre lo que le agrada).

Dice en Ro 15:3-6 3Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito:
Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. 4Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 5Pero el Dios de la paciencia y de la
consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 6para que unánimes, a
una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Alentándonos a seguir el
ejemplo de Jesucristo que fue obediente en todo y de esta manera glorificar a Dios por medio
de nuestro testimonio.

1P 1:22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el


Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón
puro. El primer acto de obediencia en nuestra vida para con Dios fue aceptar la verdad del
evangelio y obedecer el mensaje del mismo arrepintiéndonos de nuestro pecado y clamando a
Él como salvador, esto limpió nuestro corazón y nos dio todo el potencial para ser hijos
obedientes, porque ésta es la voluntad de Dios.

1P 1:13-16

13Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo
en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14como hijos obedientes, no
os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15sino, como
aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

Los beneficios de la obediencia (Apocalipsis 1:3)


Walter Cuadra 19:37:00 Sermones

“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ellas
escritas; porque el tiempo está cerca”.

Apocalipsis 1:3

INTRODUCCIÓN
Desde pequeños se nos exhorta a ser obedientes en todo lo que se nos enseñe. Lo escuchamos de
nuestros padres, de nuestros maestros en la escuela, en la iglesia y de hecho el país se rige por una serie de
leyes que como ciudadanos debemos obedecer. Esta exhortación también la encontramos en la Biblia. Dios
nos anima a no olvidar su ley y guardarla en nuestro corazón:
“Hijo mío, no te olvides de mí ley, y tu corazón guarde mis mandamientos”.

Proverbios 3:1

No obstante, el hombre tiende a desobedecerla, pero Apocalipsis llama a los que la guardan
bienaventurados. El obedecer su palabra trae grandes beneficios a nuestra vida, veamos cuales son.

Los beneficios de la obediencia

I. LA OBEDIENCIA A SU PALABRA NOS CONVIERTE EN SABIOS.

“Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en
medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra;
porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos
estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta”.

Deuteronomio 4:5-6

El primer beneficio que obtenemos de ser obedientes a su palabra es que nos convierte en personas
sabias. Moisés enseño a Israel los estatutos y decretos de Dios con el fin de que los pusieran por obra ya que
en ellos encontrarían la sabiduría y la inteligencia. De igual forma nosotros podemos encontrar la fuente de
toda la sabiduría en la palabra de Dios y el hecho de obedecerla nos puede ayudar a tener una mejor vida.
Todas nuestras decisiones deberían estar influenciadas por su palabra, de hecho, muchos de los males
actuales de la sociedad se debe a que no obedecieron su palabra, por ejemplo:

1. Muchos viven endeudados pagando prestamos que no hicieron por el hecho de ser fiadores, ahora están
encadenados a esta maldición, ignorando así su palabra en Proverbios 6:1-6.

2. Miles de hogares destruidos y aun las mismas personas infieles sufren las consecuencias del adulterio por no
obedecer la palabra de Dios en Proverbios 5:3-4.

3. En general, toda obra mala que el hombre realiza trae dificultades y sufrimiento a la vida de los seres
humanos, desobedeciendo así su palabra que dice que alma que pecare morirá (Ezequiel 18:20).

II. LA OBEDIENCIA ACARREA BENDICIONES.

“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus
mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la
tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito
serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de
tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti;
por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. Jehová te enviará su bendición
sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu
Dios te da. Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los
mandamientos de Jehová tú Dios, y anduvieres en sus caminos. Y verán todos los pueblos de la tierra que el
nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán. Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de
tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te
había de dar. Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para
bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová
por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos
de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, y si no te apartares de todas las
palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles”.

Deuteronomio 28:1-14

En estos 14 versículos la Biblia nos deja claro uno de los beneficios de obedecer a Dios: la
bendición. El deseo de todo ser humano es ser prosperó en todo lo que hace y aquí Dios promete
bendecirnos en todas las áreas de nuestra vida si realmente le obedecemos, sin embargo, también la Biblia
nos advierte que si no obedecemos, en lugar de bendiciones vendrán maldiciones:

“Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus
estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. Maldito serás
tú en la ciudad, y maldito en el campo. Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. Maldito el fruto de tu
vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. Maldito serás en tu entrar, y
maldito en tu salir. Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres
mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las
cuales me habrás dejado. Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual
entras para tomar posesión de ella”

Deuteronomio 28:15-21

III. LA OBEDIENCIA NOS GUÍA A LA JUSTIFICACIÓN.

“¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien
obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”.
Romanos 6:16

El apóstol Pablo nos habla de otro beneficio de la obediencia a Dios: nos guía a la justificación por
medio de la fe en Jesucristo. En este mundo el ser humano puede estar sujeto al pecado para muerte, o bien
a Cristo para justificación de su alma. Por eso la Biblia nos exhorta a obedecer a Cristo convirtiéndolo en el
Señor de nuestras vidas. El titulo Señor significa “ser nuestro dueño”, de tal manera que ya no vivimos como
a nosotros nos parece mejor sino como a Cristo le agrada.

IV. LA OBEDIENCIA A CRISTO NOS HACE HEREDEROS DE LA


VIDA ETERNA.

“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha
enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. ¡He aquí, vengo pronto!
Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.

Apocalipsis 22:6-7

El beneficio más grande de obedecer a Dios es que nos hace herederos del reino de Dios. Cuando
rendimos nuestra vida a Jesús nuestros pecados son perdonados y Dios nos otorga el don de la vida eterna.
Por eso el último capítulo de Apocalipsis declara bienaventurados a los que guardan y obedecen su palabra.

Apocalipsis nos narra lo hermoso que será pasar a la vida eterna:

“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no
existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una
esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará
Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque
las primeras cosas pasaron”.

Apocalipsis 21:1-4

Pablo dice que Dios ha preparado grandes cosas para sus santos:

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son
las que Dios ha preparado para los que le aman”.

1 Corintios 2:9

CONCLUSIÓN

Por tanto, la obediencia a Dios trae a nuestras vidas los siguientes beneficios:

1. Nos proporciona inteligencia y sabiduría para vivir.

2. Trae grandes bendiciones en todas las áreas de nuestra vida.

3. Nos guía a la justificación por la fe en Jesús.

4. Nos hace herederos de la vida eterna.

Texto: Filipenses1:20-21.
Pastor Pedro Farfán
Introducción: La Palabra de Dios en muchos de sus Libros, Capítulos y Versículos hablan acerca de
personas obedientes, pero también de muchas desobedientes, pero para acercarlo más a nuestra realidad
¿que ha pasado cuando a ti tus padres te ordenan que hagas algo, por ejemplo te dicen: “Ve a barrer la
calle” y tú como buen hijo no lo haces?, ¿que pasa?… mejor solo recuérdalo y no lo comentes. A lo que
quiero llegar es que a los desobedientes no les va bien en cualquier aspecto de la vida; o como por
ejemplo cuando te dicen: “no vayas a tocar esa lámpara” y sorpresa: “la tocas” y la quiebras; ¿porque
sucede?, dirán algunos: porque la lámpara no era de tan buena calidad y por eso no era resistente… pues
¡noooo! No fue por eso, esto pasa por la desobediencia y hay miles de historia para contar, pero tú
examínate y piensa en este asunto.
Hoy aprenderemos cuales son los beneficios de la obediencia y las consecuencias de la desobediencia.
Definición de obediencia: que se presta sin examinar los motivos o razones de quien manda.
Sujetarse a Él, reconocerlo por superior
Definición de desobediencia: según la Real Academia de la Lengua Española es; Resistencia pacífica a
las exigencias o mandatos del poder establecido.
Otra definición: pugna entre dos poderes

I. Como ve Dios la desobediencia.


Existen dos pecados que Dios condena de manera sebera, uno de ellos es el segundo mandamientos que
dice: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen, Ex. 20:4-5.
Esto es un mandamiento en contra de la idolatría, y es condenado en varios libros de la Biblia; ya que
esto fue una de las razones por las cuales su pueblo fue destruido.
El otro pecado tiene que ver con todas las practicas de ocultismo, donde se puede catalogar la agorería,
la magia, el espiritismo, los horóscopos, el satanismo, etc.
Estos dos pecados son de los que la Biblia advierte en reiteradas ocasiones que debe evitarse.
Definitivamente los cristianos nacidos de nuevo ya no andan en estos pecados, pero muchos cristianos
están en desobediencia, y Dios ve la desobediencia como los pecados que acabamos de mencionar.
I Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos víctimas, como en que
se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el
prestar atención que la grosura de los carneros. 23 Porque como pecado de adivinación es la
rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él
también te ha desechado para que no seas rey.

II. Resultados de la desobediencia.


 Corrupción: Deut. 31:29ª; Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os
apartaréis del camino que os he mandado;….

 Todo saldrá mal: Deut. 31:29b; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal
ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.

 La ira de Jehová; Ex. 32:9-10 Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es
pueblo de dura cerviz. 10 Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de
ti yo haré una nación grande.

III. Resultados de la obediencia.


 Respaldo: Gedeón: Jue. 6:14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel
de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
 Los 70 discípulos de Cristo: Luc. 10:17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los
demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y
nada os dañará.

 Provisión de Dios: Pedro y la moneda en el pez: Mt.17:27; Quién es el más importante? Sin embargo,
para que estos cobradores no se enojen, ve al mar y echa tu anzuelo. Ábrele la boca al primer pez que
saques, y allí encontrarás una moneda. Toma ese dinero, y paga mi impuesto y el tuyo.

 Sanidad. Naaman: II R. 5:14 Descendió entonces Naamán y se zambulló siete veces en el Jordán,
conforme a la palabra del varón de Dios, y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó
limpio.
El ciego del siloe: Jn DHH; 9:7 Luego le dijo: –Ve a lavarte al estanque de Siloé (que
significa: "Enviado"). El ciego fue y se lavó, y cuando regresó y a podía ver.
 Conversión de la gente. El gadareno: Luc. 10:17-19 Volvieron los setenta con gozo, diciendo:
Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo
como un rayo. 19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará.

IV. A quien obedecer.


 A Dios y su palabra. Hechos 5:29; Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es
necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
 A los padres. Efesios 6:1; Hijos, OBEDECED en el Señor a vuestros padres, porque esto es
justo.
 A las autoridades eclesiásticas. Hebreos 13:17: OBEDECED a vuestros pastores, y sujetaos a
ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo
hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
 A las autoridades civiles y políticas. I Pedro 2.13; Por causa del Señor someteos a toda
institución humana, ya sea al rey, como a superior,
 A las autoridades laborales. Colosenses 3:22; Siervos, OBEDECED en todo a vuestros amos
terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con
corazón sincero, temiendo a Dios.

V. La obediencia y la autoridad espiritual.


Definitivamente Los cristiano no actuamos independientemente sin estar sujetos a nuestra autoridades,
recuerde este principio, no se puede tener autoridad sin estar bajo autoridad.
II Cor. 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda
desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.

Conclusión:
A Dios le llama la atención las personas Obedientes, ¿tú serás una de ellas? Dios realmente quiere darte
un milagro, darle claridad a tu vida, usar tu vida; pero para ello tú tienes que pagar un precio que no es
tan alto y ese precio es tu obediencia, se como ese Naamán que por obediente fue sano, de cómo un
Eliseo comió en medio del hambre, como un Jesús hizo que Dios abriera los cielos y hablara, de cómo
un Pedro logro una pesca impresionante; ahora sabes que es lo que Dios te dará cuando la obediencia
forme parte de tu vida.
Rom. 16:19-20; Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de
vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.20 Y el Dios de paz
aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con
vosotros.

17. Los beneficios de la obediencia (I)


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Enviado por M Rosa Orcal el Dom, 03/01/2009 - 10:12.
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Objetivos

Descubrir los beneficios de la obediencia en los modelo de Jesucristo y Abraham.

Reflexión

Obedecer es confiar en aquellos a los que obedecemos. Obedecer es demostrar que amamos a Dios y a su
hijo Jesucristo. Dice Jesús: “Si me amáis, guardareis mis mandamientos” (Jn 14,15). Obedecer exige voluntad

y disciplina, pero obedecer también trae una recompensa, una bendición, un beneficio. El primer beneficio que

nos trae es conseguir el hábito de obedecer. Es como cuando aprendiste a lavarte los dientes, al principio tus

padres te tenían que repetir “después de comer hay que lavarse los dientes”, pero más tarde, con voluntad y

con repetición de la misma actividad adquieres el hábito de lavarte los dientes detrás de cada comida. Y si

aprendes a lavarte los dientes evitarás las caries. Pongamos otros ejemplos. Cuando estudias, tu recompensa

es un aprobado o un sobresaliente. Cuando te vas a dormir pronto, tu recompensa es que a la mañana

siguiente estás más descansado y con más energías. Cuando tus padres te dicen que te abrigues porque

hace frío, la recompensa es no coger un resfriado. Cuando cumples con las normas de tráfico, el beneficio es

disminuir la probabilidad de tener un accidente [Poned más ejemplos].

Jesús obedeció a su Padre Dios y su obediencia trajo grandes beneficios para todos los hombres. ¿Qué le

pedía Dios a Jesús? […] La voluntad de Dios era que Jesús muriera en la cruz para salvar a todos los
hombres. Jesús conocía su misión y quería cumplirla, quería obedecer a su Padre Dios, aunque sabía que iba
a sufrir. Jesús justo antes de morir “dijo: ‘Todo está cumplido’. E inclinando la cabeza entregó el espíritu”(Jn

19,30). Todo está cumplido: Jesús ha cumplido, ha obedecido al Padre. La misión no ha sido fácil, pero ha

cumplido. Y su obediencia trae grandes beneficios:


- La salvación de los hombres: “Y aún siendo Hijo, por los padecimientos aprendió la obediencia; y

llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen” (Hb 5, 8-9).

Jesús nos salvó de las consecuencias del pecado y del Maligno. Ver tema 7, “Jesús me salva” del curso 2003-

2004.
- El perdón de los pecados. En la última cena dice Jesús: “Esta es mi sangre de la Alianza, que es

derramada por muchos para perdón de los pecados” (Mt 26,28). Y san Pablo dice: “Cristo murió por nuestro
pecados” (1 Co 15,3); significa que por él han sido perdonados y borrados nuestros pecados, él ha pagado la
factura que teníamos pendiente con el Padre y en consecuencia “estamos en paz con Dios, por nuestro Señor

Jesucristo” (Rm 5,1).

- La sanación de nuestras enfermedades: “¡Y con todo eran nuestras dolencias las que él llevaba y

nuestros dolores los que soportaba! Nosotros le tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado. … Él

soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados” (Is 53,4-5).

- La vida eterna: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él

no perezca sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16).

Todo esto habríamos perdido si Jesús no hubiera obedecido y cumplido el plan de su padre Dios. ¿Te lo

imaginas? […] Ahora, y gracias a él, son tuyas la bendición del perdón de los pecados, de la vida eterna, de la

sanación y la salvación.

Todos conocéis a Abraham, ¿verdad? Abraham obedeció a Dios cuando Dios le pidió que sacrificara a su hijo

único. Abraham confió en Dios, Abraham amaba a Dios y por eso, sin entender lo que Dios le pedía, le
obedeció: “Y el Ángel de Yahvé llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo y le dijo: “Por mi mismo juro,

oráculo de Yahvé, que por haber hecho esto, por no haberme negado a tu hijo, tu único, yo te colmaré de

bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la

playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia se bendecirán

todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz” (Gn 22,15-18). ¿Cuál es la bendición

que Dios promete a Abraham por haber obedecido? […] Dios le dice que le dará una gran descendencia. Dios

le dará nietos, biznietos, tataranietos y mucho más.

Jesús está deseando bendecirte, con bendiciones que puedes tocar ahora en la tierra y con bendiciones

espirituales como la vida eterna. ¡Ánimo!, lo que Jesús te pide cumplir y obedecer, podrás hacerlo. No te va a

pedir más de lo que puedas hacer, él te conoce mejor que nadie. Jesús no te pide que hagas lo que él hizo, él
era el hijo de Dios. Jesús te pide lo que es propio de tu edad y tú sabes muy bien lo que es

Hombres y Mujeres que obedecieron a Dios


HOMBRES Y MUJERES QUE OBEDECIERON A DIOS

Abraham: ej de paternidad sobre naciones llamado por Dios modelo si somos capaces
de creer de lo que Dios puede hacer.

1° OBEDIENCIA
2° GENEROSIDAD
3° VALOR

4° BENEVOLENCIA
5° INTEGRIDAD
6° BUSCABA A DIOS EN ORACION
7° ENTREGA estuvo dispuesto a dar a su hijo..

Mencion especial: se antepone a la Obediencia el amor que facil es hacer cualquier tarea
cuando hay amor hacia la otra persona los 2 grandes mandamientos son la clave para
una Obediencia como estilo de vida.
Si hablamos de la fe de Abraham nunca vio una Biblia no asistio a una congregacion no tuvo
un credo no tomo los sacramentos ni siquiera conocio 1 de los 10 mandamientos sabia muy
poco de la vida despues de la muerte. Aquí tenemos un ejemplo de lo realmente
prioritario Intimidad con Dios por consecuencia de dicha intimidad creer a Dios y Obedecer a
Dios, esto nos muestra que la FE seguida de la Obediencia unico camino para agradar a
DIOS.

Jose: Se destaco por su perseverancia frente a la adversidad fiel a Dios y a sus


semejantes modelo de paciencia para ver la operación de Dios en su entorno.
1° OBEDIENCIA

2° DEPENDIENTE DE DIOS
3° VALOR
4° INTEGRIDAD
5° FIDELIDAD

6°DEVOLVIO BIEN POR MAL


7° BUEN HIJO

Moises: Tuvo que decidir a quien servir y bajar de la realeza de este mundo para hacerse
como esclavo para desde ahi ocupar el principado celestial se humillo para que a su debido
tiempo alcanzara el titulo de libertador de sus hermanos los cuales moraban en esclavitud y
ser por el con la asistencia del SEÑOR reinvindicados como hijos del REY DE REYES.
1° OBEDIENCIA

2° INTIMA COMUNION
3° INTEGRIDAD
4° FIDELIDAD
5° LEALTAD
6° AMIGO DE DIOS

7° INCORRUPTIBILIDAD.

Daniel: Fue llevado cautivo a otras tierras pero supo conservarse con un corazon puro
para ser usado por Dios, cuando a Dios le pareciere.
1° OBEDIENCIA
2° DOMINIO PROPIO
3° VALOR

4° INTEGRIDAD
5° HUMILDAD
6° VISION ESPIRITUAL
7° DEVOCION.

MUJERES VIRTUOSAS

DEBORA: Mostro Obediencia e intimidad con Dios por la O. pudo


estar preparada para ocupar un hueco en ese momento de la Historia
en Israel y pudo estar capacitada por Obediencia a la palabra de Dios
mostro: valentia, y arrojo en ir al frente y ser llamada madre de Israel
y obtener la victoria tambien fue llamda mujer patriota.

Rut: Obediencia y sumision, constancia, piedad, esforzada fue fiel a


su suegra y agrada tanto a Dios que fue parte de la genealogia de
Jesús aquí se encuentran dos mujeres que no eran del pueblo de Dios
y fueron parte de la historia la suegra de Rut fue Rahab madre de
Booz. Las dos fueron obedientes a la voz de Dios.
Esther: Obediente aun a expensa de su propia vida Valor, fidelidad,
mujer resuelta.
Abnegacion y heroismo mujer tambien era una patriota.

La Obediencia es un generador de gracia divina para


traer justificacion y ser de bendicion por el testimonio.

Mediante la Obediencia conseguimos permanente audiencia delante


de Dios todo el año las 24 hs del dia.

Nuestras oraciones llegan a destino por medio de la Obediencia.

DESOBEDIENCIA: Is. 48:8 siendo desleales habrian de


desobedecer
Actitud incorrecta: el hno del hijo prodigo Luc.15:29 No te he
desobedecido jamas.
Heb.3:18 los desobedientes no entraran en el reposo
Pablo nos dice que toda desobediencia esta pronta para castigo
2Co.10:6
Ef.2:2 hay un Esp. que opera en los hijos de desobediencia.(son
esclavos)
Heb.2:2 toda desobediencia recibio justa retribucion

Obediencia es más importante que los sacrificios


- octubre 03, 2010

Génesis 25.29-34 relata cuando Esaú, el primogénito de Isaac, vende los derechos de
su primogenitura a su hermano Jacob, a cambio de un guiso. "De esta manera
despreció sus derechos de hijo mayor", termina diciendo la Palalabra en el versículo
34.
Luego en el capítulo 27 de Génesis, en los versículos 30 al 40, tenemos el dramático
relato cuando Isaac, en los últimos minutos de vida está dispuesto para bendecir a
sus hijos, y Jacob, de acuerdo a lo negociado con Esaú, recibe la bendición de la
primogenitura, en cambio Esaú, lamenta su decisión y procura encontrar un momento
para el arrepentimiento, procurando con lágrimas esto, pero no lo logra.

En Hebreos 12.16 la Palabra es dura con Esaú y lo pone al nivel de un fornicario por
vender su primogenitura a cambio de un plato de comida. Cuántas veces los hijos de
Dios "negociamos" y entregamos a cambio de lo que el mundo o la carne nos ofrece,
algo que le pertenece a Dios y luego los resultados son desastrosos. Alguno que en
vez de ir al culto se va al recital del grupo de música de moda en la ciudad, otro que
por recibir a parientes que vienen a visitarlo, prefiere atender a sus parientes en vez
de congregarse y seguir atendiéndolos bien, o invitarlos a la Iglesia, algún otro que
por estar con su noviecita o su noviecito de turno, dejan de congregarse y se pierden
la bendición de Dios para sus vidas.

El profeta Isaías declara: "¿De qué me sirven sus muchos sacrificios? -dice el Señor-
Harto estoy de holocaustos de carneros y de la grasa de animales engordados, la
sangre de toros, corderos y cabras no me complace." (Isaías 1.11; es conveniente
una lectura de todo el capítulo).

El profeta Miqueas dice: "¿Cómo podré acercarme al Señor y postrarme ante el Dios
Altísimo? ¿Podré presentarme con holocaustos o con becerros de un año? ¿Se
complace el Señor con miles de carneros, o con diez mil arroyos de aceite? ¿Ofreceré
a mi primogénito por mi delito, el fruto de mis entrañas por mi pecado? ¡Ya se te ha
declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la
justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios." En el caso de Isaías y aquí es
el mismo Señor que habla a su pueblo. (Miqueas 6.6-8).

En el caso del profeta Oseas: "Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y


conocimiento de Dios más que holocaustos", dice el Señor. (Oseas 6.6).

"Amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma y con
todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los
holocaustos y sacrificios." (Marcos 12.33).

En 1º Samuel capítulo 15, un capítulo triste, duro, dramático vemos al rey Saúl
cuando desobedece las indicaciones del profeta Samuel. Saúl debía atacar a los
amalecitas y no dejar nada vivo. A propósito, los amalecitas eran descendientes de
Esaú, de quien vienen los edomitas, este pueblo, los amalecitas, en la peregrinación
de Israel desde Egipto a la tierra prometida, les cerraron el paso.

Ahora Dios va a tomar venganza de esto y le ordena a Saúl que mate a todas las
personas y a todos los animales, pero cuando el profeta de Dios viene a supervisar
todo, se encuentra escuchando balidos de ovejas y mugidos de vacas. Así que
pregunta a Saúl qué es todo aquello. El rey de Israel demuestra su debilidad de
carácter, primero diciendo que obedeció a Dios, después reconociendo que
desobedeció y luego echando la culpa a los soldados bajo su mando.

Es más, Saúl le había perdonado la vida a Amalec. Y es aquí cuando el profeta


Samuel le dice a Saúl: "¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos
y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio,
y el prestar atención, más que la grasa de carneros. La rebeldía es tan grave como la
adivinación, y la arrogancia, como el pecado de la idolatría. Y como tú has rechazado
la palabra del Señor, él te ha rechazado como rey". (v. 22-23).

Podremos hacer todas las ofrendas más generosas, entregar completos nuestros
diezmos, congregarnos todas las veces que la Iglesia nos convoca, ayunar, orar
mucho, pero a Dios le interesa nuestro corazón. Un corazón rendido, humillado,
entregado por completo al Señor.

Muchas iglesias empiezan muy lindo pero lamentablemente un día se manifiesta la


rebeldía, la desobediencia, comienzan las murmuraciones, los chismes, la queja
contra la Palabra o la autoridad representada en el Pastor o en los líderes de la
Iglesia. Y así la obra de Dios se destruye, vidas se destruyen y se frustran hermosos
planes de Dios para su Iglesia, si de alguna manera se frustran...
Y la rebeldía, la desobediencia es aquí tan grave o mala como la adivinación, que
Dios directamente condena y por eso destruyó a los cananitas, pues esta era una de
las prácticas que ellos llevaban a cabo. La obstinación, el orgullo, la arrogancia, el
querer hacer las cosas "a mi manera", es tan grave como la idolatría. Y de verdad
Dios no acepta que otros ocupen su lugar en el trono de nuestras vidas.

Los hijos deben obedecer a sus padres sin cuestionar, los padres y todos debemos
obedecer a Dios porque esto es el todo del hombre, fuera de la obediencia hay
desolación y nos vamos de la voluntad de Dios, de los planes de Dios.

Así les pasó a Esaú y a Saúl.

"Señor forma en mí un corazón obediente. Perdona mis rebeliones, lava mis pecados.
Mira, escudriña mi corazón y encuentra en mí un corazón humillado, reverente,
respetuoso ante ti. Perdona en mí toda arrogancia, toda rebeldía contra tu Palabra,
dejo la incredulidad, abandono los cuestionamientos, las dudas. Confío en tu Palabra.
Obedezco tu Palabra. Mi vida es tuya. Sólo tú eres digno de adoración, de honra, de
gloria y de honor."

El deleite de Dios en la
obediencia
 Resource by
John Piper

 Scripture: 1 Samuel 15:22–23 Topic: Sanctification & Growth


¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como en la
obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio,
y el prestar atención, que la grosura de los carneros. Porque la rebelión es como
pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por cuanto
has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que no
seas rey.
Durante las últimas dos semanas hemos enfatizado las buenas noticias de que
Dios es un manantial de montaña y no un abrevadero. Las buenas noticias son
que la desbordante abundancia de DIOS es magnificada y NUESTROS anhelos
son satisfechos en los actos sencillos de estar sedientos y de beber.

LAS MEJORES NOTICIAS EN EL MUNDO ENTERO

Cuando le damos la espalda a todo el burbujeo de los refrescos embotellados del


mundo y nos arrodillamos ante el manantial de agua viviente de Dios, lo
honramos, lo glorificamos y lo enaltecemos como la fuente del deleite eterno. Y
en el mero acto de enaltecerlo nos satisfacemos porque ésta es el agua de la cual
debemos vivir.

Estas son las mejores noticias en el mundo entero: Que Dios es el tipo de Dios
cuyo fervor de glorificar su nombre se expresa plenamente en el acto que
satisface los anhelos de mi corazón. Esto quiere decir que cuando estoy más
sediento, más desesperado y más necesitado de auxilio, puedo alentar a mi alma
no sólo con la verdad de que existe un impulso misericordioso en el corazón de
Dios sino también con la verdad de que la fuente y el poder de ese impulso es el
fervor de Dios de actuar por el bien de su propio nombre.

Puedo orar con los salmistas: “Oh Señor, por amor de tu nombre, perdona mi
iniquidad, porque es grande”. (25:11) “Ayúdanos Oh Dios de nuestra salvación,
por la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados por amor de tu
nombre.” (79:9) “Por amor de tu nombre me conducirás y me guiarás.” (31:3)

Hemos visto que precisamente porque Dios ama la gloria de su nombre, también
se deleita en aquellos que tienen esperanza en su amor y en aquellos que
expresan esa esperanza en sus oraciones. Hace dos semanas dijimos que cuando
ustedes esperan en Dios, lo glorifican como la fuente de dicha profunda y
duradera. La semana pasada dijimos que cuando las personas justas oran, están
expresando la esperanza de la glorificación de Dios. Y hoy vamos a dar un paso
más adelante y decir que la obediencia a Dios hace visible esa esperanza de la
glorificación de Dios y comprueba que es real en nuestras vidas.

EL DELEITE DE DIOS EN LA OBEDIENCIA

Nuestro texto es 1 Samuel 15:22: “¿Se complace el SEÑOR tanto en holocaustos


y sacrificios como en la obediencia a la voz del SEÑOR?” La respuesta es claro
que NO. El Señor se deleita mucho más en la obediencia que en el desempeño de
cultos sin ella.
Hay dos preguntas que quiero que esta mañana ustedes traten de contestar:

1. ¿Por qué se deleita Dios en la obediencia?


2. Y, ¿son estas buenas noticias? ¿Son buenas noticias el escuchar que la obediencia
es lo que deleita a Dios, o solo es una carga desalentadora?
EL ESCENARIO DE 1 SAMUEL 15:22
Antes de enfocarnos en estas dos preguntas, vamos a asegurarnos de que
comprendemos el escenario claramente:

La Derrota y Condena Contra Amalec


Cuando Israel salió de Egipto y pasó a través del desierto, Amalec y su pueblo
los atacó. Leímos acerca de eso en Éxodo 17:8-16. Dios dio la victoria a los
Israelitas, pero la maldad nunca fue olvidada. En Deuteronomio 25:17-19, Dios
dijo,

Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino cuando saliste de Egipto, cómo


te salió al encuentro en el camino, y atacó entre los tuyos a todos los agotados en
tu retaguardia cuando tú estabas fatigado y cansado; y él no temió a Dios. Por
tanto, sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te haya dado descanso de todos tus
enemigos alrededor, en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en heredad para
poseerla, borrarás de debajo del cielo la memoria de Amalec; no lo olvides.
El Papel de Saúl en la Ejecución de la Condena
Finalmente, la iniquidad de Amalec y su pueblo es completa y el Señor manda a
Saúl, el primer rey de Israel, que ejecute la condena contra Amalec y su pueblo.
Se da la orden en 1 Samuel 15:2-3
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Yo castigaré a Amalec por lo que hizo a
Israel, cuando se puso contra él en el camino mientras subía de Egipto. Ve ahora,
y ataca a Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de
él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños
de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos."
Así que Saúl reunió a su ejército y atacó la ciudad de Amalec. Advirtió a los
ceneos que se fueran si querían salvar sus vidas (v.6). Y despúes derrotó a los
amalecitas desde Havila en dirección a Shur, que está al oriente de Egipto.

La Desobediencia Fatal de Saúl


El versículo 9 nos describe la desobediencia fatal de Saúl.
Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, de los
bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y no lo
quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo
destruyeron totalmente.
El Señor vio esta desobediencia y se arrepintió de haber hecho rey a Saúl (v.11).
Sólo un comentario breve acerca del “arrepentimiento” divino.

Un Breve Comentario Acerca del “Arrepentimiento” Divino


El versículo 29 de este capítulo dice que “la Gloria de Israel no mentirá, ni se
arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta." Como yo lo interpreto,
ésto quiere decir que el arrepentimiento de Dios (eje. en v. 11) no es parecido al
arrepentimiento del hombre. De hecho, es tan distinto que de cierta forma no es
arrepentimiento como dice el versículo 29. No está basado en la ignorancia o el
engaño. El arrepentimiento de Dios es el cambio de su corazón hacia una nueva
dirección, pero no a una imprevista. Dios no se arrepiente porque fue tomado
desprevenido por un cambio de circunstancias. Eso sin duda le pasaría al hombre.
Pero la Gloria de Israel no es hombre para que se arrepienta. Cuando la Biblia
dice que Dios se arrepiente, quiere decir que expresa una actitud distinta hacia
algo de la que expresó anteriormente, no porque algún cambio de circunstancias
haya sido inesperado, sino porque el cambio de circunstancias hace que una
actitud diferente sea más apropiada de expresar ahora de lo que hubiera sido
antes.

El Enfrentamiento de Samuel con Saúl


Samuel está enojado con este cambio de actitud de Dios hacia Saúl y le clama a
Dios toda la noche (v.11, cf. 12:23). El resultado de su noche de oración es una
resolución firme de hacer lo que Dios manda. Se levanta muy temprano por la
mañana y descubre (v.12) que Saúl fue a Carmel y levantó un monumento para
sí, y siguió adelante a Gilgal donde había sido hecho rey anteriormente (11:15).

Así que Samuel fue a Saúl, y (en v.13) Saúl le dijo: “¡Bendito seas del SEÑOR!
He cumplido el mandamiento del SEÑOR." Samuel pregunta (en v.14) qué
significa el sonido de balido de ovejas y mugido de bueyes si Saúl realmente
destruyó todo como Dios dijo.

Entonces (en v.15) Saúl le echa la culpa al pueblo: “Los han traído de los
amalecitas, porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas..." Pero nada que
diga Saúl va a servir ahora. Él ha desobedecido el mandamiento del Señor y lo
admite finalmente en el versículo 24: “He pecado; en verdad he quebrantado el
mandamiento del Señor y tus palabras…”

Ahora nuestra primera pregunta es ésta: ¿Por qué está Dios tan disgustado con la
desobediencia? O de una manera positiva, ¿por qué se deleita tanto Dios en la
obediencia?

¿POR QUÉ ODIA DIOS LA DESOBEDIENCIA?

Yo veo por lo menos cinco razones en este relato por qué odia Dios la
desobediencia y se deleita en la obediencia. Las voy a mencionar en el orden de
la más leve hasta la más seria, según mi criterio:

1. La Desobediencia Demuestra Temor Puesto en el Lugar Equivocado


Observen el versículo 24: “He pecado; en verdad he quebrantado el mandamiento
del SEÑOR y tus palabras, porque temí al pueblo y escuché su voz”.
¿Por qué obedeció Saúl al pueblo en vez de Dios? Porque le tuvo temor al pueblo
en vez de a Dios. Él le tuvo más temor a las consecuencias humanas de la
desobediencia que a las consecuencias divinas del pecado. Él le tuvo más temor
al disgusto del pueblo que al disgusto de Dios. Y eso es un insulto enorme para
Dios. Samuel le dijo dos veces a Saúl y al pueblo en el 12:14 y 24: “Solamente
temed al SEÑOR y servidle en verdad con todo vuestro corazón”. Pero ahora el
mismo líder ha temido al hombre y se ha desviado de seguir a Dios (1 Samuel
15:11).
2. La Desobediencia Demuestra Deleite Puesto en el Lugar Equivocado
Saúl trató de persuadir a Samuel de que fue una intención noble la que lo llevó a
desobedecer a Dios y mantener vivas a las mejores ovejas y bueyes. (v. 21). Él
dijo que querían sacrificarlos al Señor en Gilgal. Pero el Señor le había dado
discernimiento a Samuel en cuanto al motivo verdadero de Saúl y el pueblo.
Vemos tal en sus palabras en el versículo 19:

¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del Señor; sino que te lanzaste sobre el botín
e hiciste lo malo ante los ojos del SEÑOR?
Se lanzaron sobre el despojo como aves hambrientas ávidos de llenar sus
barrigas. La palabra “lanzar” se usó en 14:32 para describir como el pueblo se
lanzó sobre el despojo cuando fueron derrotados los filisteos. Dice: “Entonces el
pueblo se lanzó sobre el despojo, y tomó ovejas, bueyes y becerros y los mataron
en el suelo; y el pueblo los comió con la sangre".

Cuando dice Samuel en 15:19: “¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del SEÑOR,
sino que te lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los ojos del SEÑOR?"
está insinuando que el pueblo fue impulsado por un deseo excesivo por los
deleites de toda esa carne. (Recuerden, aquellos que sacrifican se pueden comer
la carne). Su deleite estaba puesto en el lugar equivocado. Debería haber sido en
Dios. Pero ellos se deleitaron más en la carne de las ovejas y los bueyes que en la
sonrisa y confraternidad de Dios. Esto, por supuesto, es una gran ofensa para
Dios y por lo tanto muy desagradable en su vista.

3. La Desobediencia Demuestra Alabanza Puesta en el Lugar Equivocado


Cuando Saúl derrotó a los amalecitas, lo primero que hizo fue levantar un
monumento para sí mismo. Versículo 12: “Se le dio aviso a Samuel, diciendo:
Saúl se ha ido a Carmel, y he aquí que ha levantado un monumento para sí”. Por
lo visto Saúl estaba más interesado en alabarse a sí mismo que en alabar a Dios a
través de la cuidadosa obediencia a Su palabra. Él colocó mal la alabanza de Dios
hacia sí mismo.

Este pecado empeora cuando ustedes leen los versículos 17-18:

Samuel dijo: ¿No es verdad que aunque eras pequeño a tus propios ojos, fuiste
nombrado jefe de las tribus de Israel y el SEÑOR te ungió rey sobre Israel? Y el
SEÑOR te envió en una misión, y dijo, "Ve, y destruye por completo a los
pecadores, los amalecitas, y lucha contra ellos hasta que sean exterminados."
¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del Señor?
Anteriormente en 9:21, Saúl estaba azorado que Dios lo había escogido para ser
rey sobre Israel cuando el era de la tribu mas pequeña, la tribu de Benjamin, y su
familia era de las menos importantes de la tribu. ¡Y debería de haber estado
azorado! Si el quería honor, debería de haber estado azorado y satisfecho con el
honor que Dios le había otorgado. Este es el punto de Samuel en el versículo 17:
¿por qué estas impulsado por un deseo por la gloria humana cuando, de hecho, se
te ha otorgado el privilegio glorioso de ser el jefe de las tribus de Israel y el rey
ungido de la gente de Dios?

Pero Saúl no estaba conforme con la gloria de Dios y el honor de ser su rey
elegido. Él quería su propia gloria y su propia alabanza. Y el camino sumiso de la
obediencia no ofrece ese tipo de alabanza y gloria. Así que él hizo las cosas a su
manera.

4. La Desobediencia es Como el Pecado de Adivinación


Ahora estamos en terreno textual explícito. Esta es la razón real que Samuel da
de porque la desobediencia es desagradable para Dios en el versículo 23.

(22b) He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la


grosura de los carneros. (23) Porque la rebelión es como pecado de adivinación.

Dios había puesto la adivinación en la misma categoría con las cosas horribles
que el odia en Deuteronomio 18:10.

No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni
quien practique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero, o
encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque
cualquiera que hace estas cosas es abominable al SEÑOR.
¿Por qué son la rebeldía y la desobediencia como el pecado de adivinación? La
adivinación es buscar conocimiento de cómo proceder de una manera que ignora
la palabra y el consejo de Dios. Y esa es exactamente la base de la desobediencia.
Dios dice una cosa y nosotros decimos, yo creo que consultaré otra fuente de
sabiduría--es decir, ¿qué? ¡A MÍ MISMO! La desobediencia de la palabra de
Dios pone a mi propia sabiduría en el lugar de Dios y por lo tanto, ofende a Dios
que es la única fuente confiable de sabiduría.

5. La Desobediencia es Idolatría
Esto es lo que dice Samuel en la primera mitad del versículo 23:

Porque la rebelión es como pecado de adivinación,


y la desobediencia, como iniquidad e idolatría.
Cuando Dios dice algo y nosotros consultamos al pequeño mago de nuestra
propia sabiduría y luego escogemos tercamente a seguir nuestro propio camino,
somos idólatras. No sólo escogemos consultar a nosotros mismos como una
alternativa a Dios, y de esa manera nos hacemos culpables de adivinación, sino
que nos vamos más allá de eso y de hecho apreciamos la guía de nuestra propia
mente sobre la guía de Dios y nos hacemos culpables de idolatría. Y lo peor de
todo, nuestro propio ser es el ídolo.

Así que es evidente que Dios estará disgustado con la desobediencia porque a
cada paso es un ataque a su gloria.

 Reemplaza el temor a Dios con el temor al hombre.


 Eleva el deleite en las cosas encima del deleite en Dios.
 Busca un nombre para sí mismo en vez de un nombre para Dios.
 Consulta su propia sabiduría en vez de estar satisfecho con la voluntad de Dios.
 Y pone más valor en su propio dictamen que en los dictámenes de Dios y de esa
manera trata de derrocar a Dios al darle lealtad al ídolo de la voluntad humana.
Pero la obediencia, que es el opuesto exacto, honra y entrona a Dios. Y por
consiguiente, Dios se deleita en la obediencia.
Ahora nos tornamos a la segunda pregunta que planteamos al principio: ¿Son
éstas buenas noticias? ¿Son buenas noticias saber que Dios se deleita en la
obediencia o es una carga más?

¿SON BUENAS NOTICIAS QUE DIOS SE DELEITA EN LA


OBEDIENCIA?

Yo creo que son buenas noticias. Y hay por lo menos seis razones porque lo creo.
Sólo tenemos tiempo para mencionarlas brevemente.

1. Quiere Decir que Dios es Laudable y Confiable


El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque quiere decir que es
laudable y confiable. Si no se deleitara en la obediencia, sería una contradicción
viva: amar su gloria por sobre todas las cosas y aun así no estar satisfecho por los
actos que dan a conocer su gloria . Sería falso e hipócrita. ¡Su belleza se
desvanecería y con ella nuestro deleite! Y no seria confiable porque no se puede
confiar en un Dios cuyos valores son tan volubles que se exalta a sí mismo un
minuto y luego aprueba las ofensas el siguiente.

2. Garantiza la Propagación de la Gloria de Dios


El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque garantiza la
promesa de que algún día la gloria de Dios ciertamente cubrirá la tierra de la
manera que las aguas cubren el mar. Si Dios fuera indiferente a la desobediencia,
entonces no habría ninguna certeza de que la época venidera estaría libre de todo
comportamiento que deshonra a Dios. Pero porque el detesta la desobediencia y
ama la obediencia podemos estar seguros que nuestro anhelo por un mundo lleno
de la gloria de Dios ciertamente llegará a suceder.
3. Demuestra Que la Gracia de Dios es un Poder Glorioso
El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque demuestra que la
gracia de Dios es un poder glorioso y no una tolerancia débil del pecado. La
gloria de la gracia de Dios se puede ver no sólo en el hecho de que Dios pasa por
alto los pecados de los creyentes sino también en el hecho de que gradual, final y
victoriosamente hace desaparecer esos pecados. Si Dios no se deleitara en la
obediencia entonces su gracia soberana quizás nunca demostraría su poder de
conquistar todos los pecados.

4. Los Mandamientos de Dios no Son Tan Difíciles


El deleite de Dios en la obediencia son buenas noticias porque sus mandamientos
no son tan difíciles. Son sólo tan difíciles de obedecer como su gloria es difícil de
apreciar y sus promesas difíciles de creer. Deuteronomio 30:11 dice: “Este
mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni fuera de tu
alcance”. Y 1 Juan 5:3 dice: “Porque este es el amor de Dios: que guardemos sus
mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos".

5. Todo lo que Nos Ordena Dios es Para Nuestro Bien


Es buena noticia el deleite de Dios en la obediencia porque todo lo Dios ordena
es para nuestro bien. Así que cuando Dios se deleita en nuestra obediencia en
realidad se está deleitando en nuestro gozo profundo y duradero. Deuteronomio
10:12-13 dice,

Ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR
tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al SEÑOR tu
Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los mandamientos del
SEÑOR y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?
6. La Obediencia que Dios Ama es la Obediencia de Fe
Y finalmente, es buena noticia el deleite de Dios en la obediencia porque Él ama
la obediencia de fe. Y fe quiere decir guardar nuestra esperanza en la
misericordia de Dios. Y la misericordia quiere decir que nuestra obediencia no
tiene que ser perfecta, sólo tiene que ser penitente. “Si confesamos nuestros
pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda
maldad" (1 Juan 1:9).

Dios sigue siendo un manantial de montaña y no un abrevadero. La obediencia


no es una serie de procesos para satisfacer su necesidad, la obediencia son los
esfuerzos incontenibles de aquellos que han probado esa agua viviente y han
visto que el Señor es bueno.

John Piper (@JohnPiper) is founder and teacher of desiringGod.org and chancellor of Bethlehem
College & Seminary. For 33 years, he served as pastor of Bethlehem Baptist Church, Minneapolis,
Minnesota. He is author of more than 50 books, including Desiring God: Meditations of a
Christian Hedonist, and most recently Expository Exultation: Christian Preaching as Worship.

Reconciliandonos Con Cristo


Desde Mi Escritorio
Dios les bendiga amados hrnos(as) y amigos(as) que la
paz del Dios Altísimo sobreabunde en sus corazones y
tengan un precioso día lleno del amor de Cristo en el
nombre de Jesús que es sobre todo Nombre.

Iglesia de Jesucristo así dice El Señor "El Tiempo Se


Acabo, Tiempo de Confusión y Angustia para la Iglesia
solo el que sea dirigido por El Espíritu Santo de Dios
Podrá Escapar. YA YO VOY. Predícalo en todos tus
mensajes".

Yo quiero obediencia no sacrificios Dice El Señor

1Samuel 15:22-23 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto


en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las
palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los
sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.
Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos
e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de
Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
Dios quiere obediencia de nosotros miren el fin del Rey
Saúl por tomar decisiones que él creyó que eran buenas y
no obedeció a Dios. Termino desechado por Dios por
desechar la palabra que Dios le había hablado no quiso
escuchar hizo lo que el entendió y creyó que debía hacer no
lo que Dios le había ordenado.
Así hay muchos sordos que Dios les habla y es igual que
nada y piensa que así están agradando a Dios. Como pecado
de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la
obstinación
Jeremías 7: 23-24 Más esto les mandé, diciendo: Escuchad mi
voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo;
y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. Y
no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios
consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia
atrás y no hacia adelante,
Cuantas veces Dios nos habla y no queremos escuchar y
pensamos que porque ofrendamos, leemos la Biblia,
oramos estamos bien con El.
Cuantas veces tomamos decisiones en nuestra carne y
decimos Dios me dijo y Dios no ha hablado nada.
Hay muchos corazones malvados, endurecidos que andan
en sus propios caminos y no en los de Dios.
He 10:8-9 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y
expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales
cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para
establecer esto último.
El sacrificio no te garantiza El Cielo al contrario te aleja,
pero la obediencia si es lo único que verdaderamente te
dará la entrada al Cielo; porque cuando obedecemos a Dios
hacemos todo lo que está en su palabra y lo que El nos
habla a nuestras vidas por muy duro que sea.

He 9:9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual


se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer
perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,

Ningún sacrificio que hagamos por Dios nos va a llevar a


nosotros a la perfección ni a la salvación. Porque los
sacrificios no nos hacen más santos, ni más justos, ni mas
misericordioso. Muchos cristianos les gusta hacer muchas
obras pensando que así de esta manera garantizan su
entrada al cielo pero viven una vida desordenada
desobedeciendo a Dios.
Am 5:22 Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras
ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de
vuestros animales engordados.

Cuando hacemos obras cualquiera que sea o nos


sacrificamos para querer impresionar a Dios y de esta
manera querer obtener algo a cambio departe de Dios y no
le obedecemos. Dios no recibe nada de nosotros lo
hacemos por gusto, sea ofrenda, sea oración, sea
evangelismo sea lo que sea El no lo recibe.
Cuando yo iba a la escuela un profesor de Sicología dijo
todos los cristianos son interesados y esto nunca se me
olvido alguien le dijo porque usted dice eso y el contesto
porque todo lo hacen para que Dios los bendiga y
esperando que Dios se lo devuelva para atrás.
Por eso Dios no quiere sacrificios El quiere obediencia.

Mi 6:6 ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios


Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros
de un año?

Dios no necesita nada de nosotros solamente obediencia.


Así como el pueblo de Judío ofrecía cada año sacrificios por
los pecados recordando así cada año lo malo que habían
hecho; la Iglesia de Cristo es igual quiere hacer cosas para
tapar su pecado con una diferencia que ya Jesús se dio así
mismo como el sacrificio perfecto.

Is 1:11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros


sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo
de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni
de machos cabríos.
Dios se cansaba de todos los sacrificios que ellos hacían
porque en realidad no se arrepentían de sus pecados.
Dios también se cansa cuando somos desobedientes y no
queremos guardar su palabra y vivir una vida en santidad,
amor y justicia.

Os 6:6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y


conocimiento de Dios más que holocaustos.

Que horrible se ve un cristiano lleno de odio, de rencor de


maldad, lleno de obras de la carne.
El Señor quiere que seamos misericordiosos con nuestros
hrnos(as) con el prójimo como El es con nosotros y llenos
de su conocimiento porque El conocimiento de Dios es El
que te lleva a la obediencia El no quiere sacrificios.

Sal 51:16-17 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;


No quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás
tú, oh Dios.
Hay veces que nosotros nos sacrificamos y nos
atormentamos en querer hacer cosas para Dios y cuando
no lo logramos nos frustramos y viene el desanimo a
nuestras vidas porque física y humanamente hacemos
hasta donde podemos. Nos echamos cargas pesadas que
solamente podemos sobrellevar por un tiempo
descubriendo al final que todo fue en vano.
El quiere de nosotros solamente humillación, obediencia,
santidad, justicia este es El sacrificio que Dios quiere de
nosotros.
Hch 5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es
necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Obedezcamos a Dios porque aunque hiciéramos todo el
sacrificio del mundo para El no son acepto cuando le
desobedecemos. No importa si regalamos todo a los pobres
o si ayunamos cuarenta días y cuarenta noches, si leemos la
Biblia cien veces o si oramos 24 hrs al día si le
desobedecemos El nos mira de lejos.

"Ya Yo Voy" "El Verano Se Acerca Y Con El La Ciega"


"La Aurora Se Acerca"Cristo Viene Ya!

La Gran Invitación:
Un Camino Hacia lo
Alto para los
Pecadores
 Resource by
John Piper

 Scripture: Isaiah 55:6–9 Topic: The Gospel


Isaías 55:6-9

Mi propósito y mi plegaria al escribir este mensaje es que vosotros


busquéis al Señor esta mañana. Los creyentes necesitan acudir al Señor
continuamente para conservarse en su amor (Judas 1:21). Los incrédulos
buscar al Señor con decisión para ser salvos (Romanos 10:13). No existe
una sola persona en este salón para quien este texto sea irrelevante.
Algunos necesitáis acudir al Señor para no quedar confinados a la crudeza
de la incredulidad y la destrucción. Otros necesitáis procurar al Señor
para evitar así perder la oportunidad de recibir su ayuda, su guía y su
bendición especial.

El mensaje consta de dos partes:

1. EL SIGNIFICADO DE BUSCAR AL SEÑOR

1.1. Llamad al Señor


Buscar al Señor significa llamarle (v. 6)

Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca.

Si os proponéis buscar al Señor esta mañana o esta noche en la quietud de vuestra


habitación o bajo las estrellas, lo primero que haréis será llamarle. La palabra
religiosa para definir este llamado es “orar”.

Sin embargo, existe mucha gente que siente que no es capaz de orar. Sienten que
necesitan conocer la Biblia en profundidad para poder decir las cosas de manera
correcta y que es preciso tener un cierto don de la palabra para evitar que suene
demasiado ordinario o demasiado informal. También hay gente que cree que es
preciso tener una relación personal con Dios antes de poder orar. Por eso la
palabra “orar” genera toda clase de obstáculos para algunas personas.

Pero esta palabra no es la que figura en este versículo. ¡La palabra que aparece es
“llamar”! Y esa es una palabra que empleamos cotidianamente al igual que se
utilizaba en aquellos tiempos. Llamamos al camarero. Llamamos a un amigo por
teléfono. Llamamos para pedir ayuda al 911 como lo hizo aquel niño pequeño
cuando su padre sufrió convulsiones debido a que le había bajado el nivel de
azúcar en sangre.

Lo primero que hacemos para buscar al Señor es llamarlo. Podríamos utilizar


palabras como estas: “¡O Señor ayúdame!” o “Señor, si realmente estás ahí,
¡muéstramelo!” O: “O Señor, te necesito, ven y sálvame, perdóname,
renuévame.” O: “Padre, necesito tu consejo, muéstrame el camino a seguir.”

No necesitáis un diploma de estudios superiores para llamarlo y pedir su ayuda.


Un niño puede hacerlo. Este es el primer paso en lo que significa buscar del
Señor.

1.2. Abandonar Caminos y Pensamientos Impíos


Buscar al Señor significa abandonar caminos impíos y pensamientos inicuos (v.
7).

Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos,

Si vosotros observáis con seriedad el lado positivo de la búsqueda de Dios,


debéis también tomar seriamente el lado negativo y absteneros de
comportamientos y pensamientos que le ofenden. No es posible buscar a Dios y
practicar o planear cometer un pecado al mismo tiempo.
Si llamáis a Dios de la siguiente manera: “O Dios, te necesito, ¡ayúdame!” una de
las primeras cosas que sucederá como respuesta a vuestra plegaria es que Dios
despertará vuestra conciencia con respecto a aquellas cosas en vuestra vida que
necesitáis dejar de lado. Si Dios responde a vuestra plegaria de esta manera y
vosotros os rehusáis a abandonar aquello que vuestra conciencia reprueba,
entonces abandonaréis vuestra búsqueda de Dios y vuestras palabras perderán el
sentido (como ocurre en Isaías 58:1-2). No podéis buscar a Dios allí donde no se
encuentra; es decir, en el pecado.

Sería similar a un hombre que abandona a su esposa, se muda solo a su propio


apartamento, tiene una relación sexual regular con otra persona además de su
esposa y luego “llama” a su esposa por teléfono y la “busca”. Y cuando lo hace,
ella le pregunta: “¿Has abandonado a esa mujer?” y él responde: “No, no puedo
hacerlo.” Entonces, la esposa le dirá, con justa razón, “Entonces no me estás
buscando. Tu llamada es vacía, sin sentido. Me podrás buscar y encontrar como
tu esposa cuando abandones a esa mujer y a todas las demás y me elijas solo a
mí, ¡tal y como juraste hacerlo en tus votos matrimoniales!”

Buscar al Señor implica abandonar los caminos y pensamientos que le


desagradan y que lo deshonran. No es posible buscarlo allí donde no se
encuentra: en el pecado.

Bien, repasemos el libro de Isaías para ver qué otras cosas significan buscar al
Señor.

1.3. Evitar la Astrología, el Espiritismo, Etc.


Buscar al Señor implica evitar la astrología y el espiritismo así como también
otras ciencias ocultas.
Consultad [es decir “buscad”, en sentido literal] a los médium y a los adivinos
que susurran y murmuran, decid: ¿No debe un pueblo consultar a su Dios?
¿Acaso consultará [buscará] a los muertos por los vivos? (Isaías 8:19, LBLA)

Lo que este versículo significa es que: ¡es suficiente con buscar solamente a
Dios! Y es una ofensa cuando la Palabra de Dios y su Espíritu son considerados
insuficientes para orientar a sus criaturas. Buscar a Dios significa evitar a los
astrólogos, los adivinos, los videntes, espiritistas, médiums, tableros de ouija o
cualquier otro intento por incursionar en los poderes espirituales y psíquicos que
no estén indicados en la Palabra de Dios.

“Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado” implica consultar con Dios y dar
la espalda a viejas falsificaciones del consejo divino.

1.4. Acudir al Señor para ser Rescatados de Su Propia Ira


Buscar al Señor significa acudir a él para librarnos de su propia ira.

Los arameos en el oriente y los filisteos en el occidente, que devoran a Israel a


boca llena. Con todo eso [Dios] no se aparta su ira, y aún está su mano extendida.
Pero el pueblo no ha vuelto al que los hirió, no han buscado al SEÑOR de los
ejércitos. (Isaías 9:12-13, LBLA)

¡Israel no ha vuelto al que los hirió o buscado al Señor de los ejércitos! Pero
deberían haberlo hecho. ¿Por qué? ¿Por qué habría cualquier persona de volver a
un Dios que los hiere?¿Por qué deberíamos buscar a un Dios que está enfadado
con nosotros?

La respuesta bíblica es muy sencilla: la única razón por la que Dios nos hiere es
porque le damos la espalda y buscamos nuestra satisfacción allí en donde nunca
podremos encontrarla: en el pecado. Así, es fácil comprender que cuando
buscamos al Señor, lo que en realidad estamos haciendo es buscar refugio en
Dios de la ira de Dios. No creo que sea enteramente posible buscar al Señor hasta
que aceptemos la justicia de su enfado contra nuestros pecados. Buscamos su
rostro para escapar de su furia.

1.5. Pedirle Consejo y Tenerle Confianza


Buscar al Señor implica pedirle consejo y depositar nuestra confianza en él y no
en la sabiduría y convicción de otras personas.

¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! En los caballos buscan apoyo, y
confían en los carros porque son muchos, y en los jinetes porque son muy fuertes,
pero no miran al Santo de Israel, ni buscan al SEÑOR. (Isaías 31:1, LBLA)

¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a decisiones que hemos tomado con un
rápido reconocimiento de nuestros propios recursos pero sin buscar el consejo del
Señor? Buscar al Señor implica detenerse antes de tomar una decisión y mirar
expectantes a Dios en vuestros corazones esperando a ver donde nos pueda
dirigir.

Ilustración de George Mueller, el santo que oraba, que fundó orfanatos en


Inglaterra en el siglo pasado.
En el transcurso de mi camino como cristiano, un período ya de 69 años y cuatro
meses, no recuerdo si alguna vez busqué con sinceridad y paciencia la voluntad
de Dios mediante la enseñanza del Espíritu Santo y a través de la agencia de la
Palabra de Dios pero siempre he sido guiado de la manera correcta. Pero en
aquellos casos en los que pude carecer de la honradez de corazón y la rectitud
ante Dios o cuando no esperé pacientemente a que Dios me diera sus consejos o
cuando preferí el consejo de otros seres humanos en vez de las declaraciones de
la Palabra del Dios viviente, fue entonces cuando cometí grandes errores. (In
Wesley Duewel, Let God Guide You Daily, p. 62)

Resumen: buscar a Dios significa:

 Llamarlo.
 Abandonar caminos y pensamientos que lo deshonran.
 Consultar a Dios y no a falsificaciones ocultas de revelación divina.
 Buscar a Dios para que nos rescate de su propia ira.
 Pedir su consejo y depositar nuestra confianza en el y no en la sabiduría y
convicción humana.
Volveremos a lo anterior más tarde y oraremos juntos al final del servicio
religioso. Pero antes quisiera intentar convencerlos de que deberían querer buscar
al Señor de este modo.

2. ¿POR QUÉ DEBERIAIS DESEAR BUSCAR AL SEÑOR?


2.1. Nuestros Pensamientos y Caminos en Contraste a los de Dios
Deberíais sentir deseos de buscar al Señor porque hasta que así no lo hiciereis,
vuestros caminos y los suyos así como vuestros pensamientos y los suyos estarán
tan distantes como el cielo lo está de la tierra.

Los versículos 8 y 9 suelen ser, con frecuencia, citados fuera de contexto:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis


caminos--declara el SEÑOR. Porque como los cielos son más altos que la tierra,
así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más
que vuestros pensamientos.
Generalmente, estos versículos son citados para demostrar que alguna situación
que nos desconcierta, no es un misterio para Dios. Sus caminos son más elevados
que los nuestros. Esto, por supuesto, es absolutamente cierto pero no es a lo que
el texto se refiere.

¿Por qué habla el versículo 8 de los pensamientos y caminos de Dios? Porque el


versículo 7 habla de los pensamientos y caminos de los hombres impíos. Si no
relacionamos los pensamientos y caminos de Dios en el versículo 8 con los
pensamientos y caminos de Dios en el versículo 7, perderemos de vista al
verdadero sentido del pasaje y aquello que Dios desea que escuchemos.

Escuchemos la manera en que fluyen los versículos. Versículo 7: Abandone el


impío su camino [!], y el hombre inicuo sus pensamientos [!],y vuélvase al
SEÑOR, que tendrá de él compasión…” Por qué? Versículo 8: Porque los
pensamientos y caminos de Dios no son impíos ni inicuos. En efecto, están tan
alejados de nuestros malos caminos y pensamientos como el cielo lo está de la
tierra.

El sentido de los versículos 8 y 9 es el de resaltar la enorme necesidad que


tenemos de buscar a Dios. Solo cuando buscamos a Dios podremos superar este
Gran Cañón de separación entre los caminos de Dios y los nuestros y entre los
pensamientos de Dios y los nuestros. Solo al buscar a Dios podremos comenzar a
tener la mente de Cristo (1 Corintios 2:16) y la mente del Espíritu (Romanos
8:6).

Entonces, la primera razón por la que deberíamos sentir deseos de buscar a Dios
es que hasta que no lo hagamos, no pensaremos como lo hace Dios ni actuaremos
como él. En verdad, nuestra mente y la suya son tan diferentes y distantes como
lo son el cielo y la tierra.

2.2. Perdonar en Lugar de Castigar


Debéis sentir deseos de buscar al Señor porque cuando así lo hagáis, lo que
hallaréis no será castigo sino perdón (versículo 7).

Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase


al SEÑOR, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en
perdonar.

Dios desea que aquellas personas que transitan caminos impíos acudan a él.
Desea que las personas con pensamientos inicuos acudan a él. Jesús no vino a
llamar a los justos al arrepentimiento sino a los pecadores. No son los que se
encuentran sanos quienes necesitan un médico sino los enfermos. Pensar que no
eres lo suficientemente bueno para acudir a Dios es un pensamiento que proviene
directamente del infierno.

Los pensamientos de Dios son más elevados. Y uno de esos pensamientos es el


de tener misericordia hacia las malas personas que lo buscan.

Y prestad atención al énfasis que el versículo 7 pone en la palabra “amplio”


("generoso," NIV). Dios desea transmitirnos que esto es lo que a él más ama
hacer. Su corazón se desborda por perdonar. El se regocija en el perdón.
¿Recordáis las maravillosas palabras de Miqueas 7:18 con las que concluí mi
sermón hace cuatro semanas?
¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad y pasa por alto la rebeldía del
remanente de su heredad? No persistirá en su ira para siempre, porque se
complace en la misericordia.

¡Dios se complace en la misericordia! Dios ama ofrecer misericordia. Se regocija


en el perdón. Y por ende, lo hace de manera abundante, profusa y
profundamente. Pablo dice que el amor de Cristo es tan profundo y alto, tan largo
y ancho que supera el conocimiento.

Lo que Dios está dispuesto a hacer por vosotros si lo buscáis supera a cualquier
cosa que podamos imaginar. No es un perdón el que te devuelve a las calles del
pecado. Es un amplio perdón. Un perdón con un Oficial Probatorio llamado
Espíritu Santo.

En el versículo 3 de este capítulo Dios promete que si escuchamos su voz y lo


buscamos (“buscarlo”, “llamarlo”, “retornar a él”), Él hará con nosotros un pacto
eterno. Y sabemos gracias a Ezequiel, Jeremías y Pablo que este pacto no es un
pacto escrito sobre piedra sino que se trata de un pacto del Espíritu escrito en el
corazón.

Dicho de otro modo, cuando buscáis al Señor, encontraréis el perdón por los
peores pecados que hayáis cometido y ese perdón será tan amplio que Dios os
asignará un Oficial Probatorio denominado Espíritu Santo diferente a cualquier
otro oficial probatorio que jamás halláis imaginado ya que os protegerá, ayudará,
guiará y traerá la vida más plena que posible. Y además de todo eso, él es la
persona más maravillosa que puede acompañaros en este mundo.
Hay una última razón a la que deseo referirme para que vosotros sintáis el deseo
de buscar al Señor hoy día.

2.3. La Cercanía de Dios en Este Momento


Deberíais querer buscar al Señor esta mañana porque él esta cerca nuestro en este
momento y puede ser hallado (versículo 6).

Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca.

Existe una ventana de oportunidad. Y no sabéis cuándo se cerrará. Está abierta


esta mañana. Sabemos que es así porque la Palabra de Dios está siendo
escuchada. Y el Espíritu está aquí presente como respuesta a numerosas
oraciones.

Vamos, pues, a concluir este servicio considerando la siguiente línea en el


versículo 6 con mucha seriedad: “Llamadle en tanto que está cerca.” Todos los
que estamos hoy aquí reunidos necesitamos llamar al Señor: buscarle ahora
mismo mientras puede ser hallado. Algunos necesitáis llamarle para salvación
(Romanos 10:13). Otros necesitáis llamarle para pedirle que os ayude a superar
un camino impío o pensamiento inicuo. Y otros necesitáis llamarle para pedirle
consejo o guía.

Hagamos eso en silencio por un instante. Luego le rendiremos culto mediante


una canción. Y mientras lo veneramos y cantamos, Tom y yo nos pararemos
junto a la mesa. Y si Dios os indica que su deseo es que uno de nosotros se una a
vosotros para pedirle a Dios en vuestra necesidad, venid y decidnos de que se
trata y nosotros nos uniremos a vuestra oración y luego podéis regresar a vuestros
asientos.
John Piper (@JohnPiper) is founder and teacher of desiringGod.org and chancellor of Bethlehem
College & Seminary. For 33 years, he served as pastor of Bethlehem Baptist Church, Minneapolis,
Minnesota. He is author of more than 50 books, including Desiring God: Meditations of a
Christian Hedonist, and most recently Expository Exultation: Christian Preaching as Worship.

Isaías 55:6 ►
Buscad al SEÑOR mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca.
Comentario de Matthew Henry
55:6-13 Aquí hay una oferta de la gracia del perdón y la paz, y de toda felicidad. No será en
vano de buscar a Dios, ahora su palabra está llamando a nosotros, y su Espíritu se está
esforzando con nosotros. Pero hay un día que viene cuando no se puede encontrar. Puede
llegar un momento en que en esta vida; lo cierto es que en la muerte y el juicio se cerró la
puerta. Tiene que haber no sólo un cambio de la forma, sino un cambio de la mente.
Debemos cambiar nuestros juicios sobre las personas y las cosas. No es suficiente para
romper con las malas prácticas, debemos esforzarnos en contra de los malos pensamientos.
Arrepentirse es volver a nuestro Señor, contra quien nos hemos rebelado. Si lo hacemos,
Dios multiplicará a perdonar, como hemos multiplicado ofender. Pero nadie jugar con esta
abundante misericordia, ni lo utilice como una ocasión para pecar. Pensamientos de los
hombres en relación con el pecado, Cristo y la santidad, en relación con este mundo y el
otro, difieren grandemente de la de Dios; pero en nada más que en el asunto del perdón.
Nosotros perdonamos, y no podemos olvidar; pero cuando Dios perdona el pecado, sin
dejar rastro alguno. El poder de su palabra en los reinos de la providencia y la gracia, es tan
cierto como en el de la naturaleza. La verdad sagrada produce un cambio espiritual en la
mente de los hombres, que ni la lluvia ni la nieve pueden hacer en la tierra. No deberá
regresar al Señor sin producir efectos importantes. Si tenemos una visión especial de la
iglesia, encontraremos las grandes cosas que Dios ha hecho, y lo haremos por ella. Los
Judios, vendrá a su propia tierra; esto representará a las bendiciones prometidas. La gracia
del Evangelio hará un gran cambio en los hombres. Liberado de la ira que ha de venir, el
pecador convertido encuentra paz en su conciencia; y el amor le obliga a dedicarse al
servicio de su Redentor. En lugar de ser profano, contencioso, egoísta, o sensual, he aquí
que él paciente, humilde, amable y pacífico. La esperanza de ayudar en una obra como
nosotros debería instar a para difundir el Evangelio de la salvación. Y ¿tú Ayúdanos, oh
Espíritu de la verdad, para tener tales puntos de vista de la plenitud, gratuidad, y la
grandeza de la rica misericordia en Cristo, como puede quitarnos todas estrechos puntos de
vista de la gracia soberana.

Isaías 55 Comentario de Matthew Henry, traducido del Inglés

Estudio 315 – Buscad a Jehová mientras puede


ser hallado – Isaías 55:6 & Salmos 32:6
by Administrator/on June 2, 2012/0 Comments/Iglesia En las Casas
Estudio 315
IGLESIA CRISTIANA MEGA ZOE

ESTUDIO BÍBLICO #315 – IGLESIA EN


LAS CASAS

PASTORA EDITH CRUZ

SEMANA DEL 9 @ 15 DE SEPTIEMBRE DE 2003

Tema: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado.” Isaí


as 55:6 & Salmos 32:6

Hay unos tiempos que son para la oración y si no


los usamosvendrá el momento en que se
nos complicará todo. Una de las cosasmás importantes
que nosotros hacemos en
la oración es que pedimosperdón al
Padre. Algunos piensan que no es necesario pedirle per
dónal Señor porque ellos no hacen nada malo. Pero sí q
ue debemos pedirperdón todos los días, porque aunque
ellos crean que no han fallado en cometer actos de mald
ad, el saber hacer lo bueno y
no hacerlo especado. Santiago 4:
16,17 Por lo tanto, para pedir perdón, paraadorarle y t
ener comunión con
el Señor, es muy importanteaprovechar el tiempo para l
a oración a Dios.
Antes de la creación ya el Padre sabía que tú ibas
a existir. Él es el Todopoderoso y es Omnisciente, que
todo lo sabe y lo conoce. Sabía de ti, de sus planes
contigo. Entonces, nosotros respondemos a Dios con
nuestra entrega a Él para que sea hecha su voluntad en
cada uno de nosotros tal y como Él la ha trazado. Pero,
por otro lado está la posibilidad de distanciarnos y
alejarnos de Dios y de Su voluntad, tal como lo hizo en
una etapa de su vida el profeta Jonás. Jonás 1: 3
Nosotros marcamos el tiempo de Dios marchando hacia
adelante, hacia su cumplimiento o si no lo podemos
atrazar. Antes de que tu y yo entendiéramos cual iba a
ser nuestro caminar ya estaba escrito.

Nos ha tocado vivir un tiempo a cada uno, es


necesario que nos preparemos para el momento malo.
Si nos fijamos atentamente en la Biblia, en las Sagradas
Escrituras, vemos que sobre esto el Padre ha dejado
algo escrito para nosotros. Isaías 55: 6 Habrá tiempo
en que Dios no podrá ser hallado. Y sucederá así
porque Dios es bien justo y aunque tiene paciencia con
el hombre, llega el punto donde alarga su mano y todo
se acaba. Así fue como Dios mismo cerró la puerta del
arca en que solo Noé y su familia se salvaron. 2 Pedro 2:
5
Pero, de seguro que si mantienes una vida de
oración la pasarás bien. No tratemos de quitar la
marca de Dios en nuestro camino. No te alejes de lo que
ya Dios ha establecido para ti. Es mejor encontrar el
favor de Dios, encontrar su gracia antes de que nos
llegue el día malo. Porque si no buscamos a Dios en el
momento en que puede ser hallado, llegará el mal.
Llegara la situación difícil y lo inevitable será que
habrá que estar allí. No importarán las quejas ese día,
sino que muchos verán las consecuencias. Acuérdate
Iglesia, que todo lo que es mi marca, mi llamado y todo
lo que es mi destino está escrito. Igual es para ti. El
Padre, el Hijo y el Espiritu Santo lo saben todo y lo que
me resta por vivir lo caminaré derecho hacia adelante,
porque ya ha estado escrito. Es que tengo que escoger
entre las dos, o cumplo mi caminar trazado por Dios o
destrozo sus planes conmigo. O lo camino al paso de
Dios o atraso mis pasos. Para caminar mi camino como
debo tengo que tener una vida de búsqueda con Dios.
Cuando el diablo te ataca no es para dejarte
herido sino para acabarte. Lo podemos ver en Job,
quien fue probado en todo. Vemos que Job venció
aquellas circunstancias porque hacía oración a la
mañana y en la tarde. Salmo 32: 6 Por eso, las muchas
aguas no le llegaron a ahogar ni a destruir su vida, sino
que Job se levantó y pasó el día de la prueba. Cuando
la vida está llena de esas aguas de dolor, no podemos
movernos como quisiéramos. Tenemos que en oración
librarnos de esas aguas de destrucción orando mientras
hay tiempo para hacerlo.

Hay algunos que buscan a Jehová cuando quieren,


pretenden buscar a Dios cuando no hay remedio. No
podemos orar cuando ya es demasiado tarde y han
sucedido las muchas cosas que no queríamos que
sucedieran. Por eso, la oración se hace en tiempo, no
fuera de tiempo. La oración oportuna de los santos libra
de que el agua llegue y destruya las vidas. Lo único que
puede transformar las malas circunstancias es la
oración de los santos.
Las inundaciones de aguas son muy peligrosas.
Un fuego también es peligroso, pero este se puede
apagar con agua. Sin embargo las inundaciones de
aguas no se pueden detener. Las fuerzas de las aguas
vienen para destruir y matar a su paso, pero si los
justos o santos oran Dios las detiene. Entonces, la clave
es buscar a Jehová mientras Él pueda ser hallado.
Porque si las aguas se sueltan, ¿quién las puede
detener? Dios lo hará por nuestras oraciones.

Así que hay que buscar a Jehová y maravilloso es


encontrarlo. Glorioso es saber que Él está con nosotros
y que esta atento a nuestro clamor. Por lo tanto,
mientras hay fuerzas busquemos a Jehová pues a todos
les llegará el día en que las rodillas se debilitarán. Por
tal razón hay que buscarlo desde antes de que llegue ese
día. Llegará el día en que ya no podamos hacer, por eso
hay que buscarlo mientras halla fuerzas, buscarlo en el
dia de gozo, porque en los demás días trabajamos en
corregir y hay que hacerlo con fuerzas. Busca a Jehová
mientras está cerca.
Por no buscar a Dios se pierde tanto y no estamos
concientes de ello. No nos demos de cómodos,
creyéndonos que siempre Jehová va a estar ahí.
Cuando el Señor se hizo presente al pueblo de Israel, no
lo buscaron y hoy viven bajo guerra y las consecuencias.
No estamos para vivir bajo esas consecuencias, sino
llenos de la gracia de Dios, porque la necesitamos en
todo. Jehová hace el día y la noche y sabe lo que
pasará. Por lo tanto, el santo clama a Jehová por lo
suyos pues depende enteramente de Él ya que vida es
frágil y pende de un hilo.
Ezequiel 16:49 De este versículo se desprende que
uno no puede fortalecer las manos de nadie si uno ha
caído en la soberbia, en la saciedad de pan, y en la
abundancia de ociosidad. Si no se busca a Dios
mientras puede ser hallado habrá lamento y no
tendremos quien controle nuestros días ni lo que nos
pueda pasar en la tierra. El que no teme a Dios se
ocupa tanto de lo material que no puede buscar a
Jehová mientras puede ser hallado. ¿ De que podemos
tener control entonces? La soberbia llega, la altivez, la
arrogancia y esto es así cuando las personas se creen
prepotentes y piensan que lo tienen todo bajo control.
No piensan que esta vida es bien pasajera y cuando no
se busca a Dios llega el pago y se ahogan en la
inundación de las aguas. Sodoma se pudo haber librado
si hubieran buscado a Jehová mientras pudo ser
hallado. Pero, se alimenta el ego y la carne y llega el día
malo de Jehová. Nuestro cuerpo hay que sostenerlo en
Dios, por lo tanto busquemos todo lo que es del Reino
de Dios.
No vivamos una vida sentados escuchando
solamente, sin ser capaces de dar a otros. ¡En cuantos
peligros tropezamos si dejamos que nuestro corazón se
incline a cosas vanas! ¡Cuidado, porque Dios traerá ese
mal camino y lo pondrá sobre nuestras cabezas! No nos
fiemos de que llegó un día bueno, porque los días
buenos los hago yo en oración, no me caen por suerte.
Podemos preparar días buenos, buscándolos y
llamándolos en oración. Tampoco nos gocemos por las
misericordias que nos han venido de Dios. Mejor,
busquemos hallar gracia delante de Él buscándole en
oración mientras puede ser hallado. Hoy Él se hace
presente entre nosotros porque lo buscamos y lo
llamamos. El que le cree no camina como los demás
sino que camina como Él nos lleva. AMEN.
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto
que está cercano

Mi querido amigo nuestra vida pasa como una nube, muchas veces la nube es tormentosa,
deja oscuridad o descarga agua, relámpagos y truenos.
Duele ver que inexorablemente se va de nosotros, quizá trates de agarrarte e diferentas
cosas para pasarla mejor pero respóndete a ti mismo:

a) Si te refugias en practicas religiosas ¿te sirve de algo?, aparte del momento ¿te queda
algo?, ciertamente la respuesta es No.
b) Si tratas de refugiarte en,
c) Buenas obras.

La familia.
Los amigos.
La política.
El deporte.
Cualquier otra cosa.

¿Te sirve de algo?, No, nada llena tu vacío, nada llena el agujero que llevas en el alma.

Muchas veces te escondes en ayudar a otros, pero ese hoyo se hace más profundo, crece
porque nada de este mundo te puede llenar ese espacio vacío.

La razón quizá no la conoces, pero esta delante de ti.


Cuando Dios nos creo lo hizo a su imagen y parte de esa imagen es que nos creo tripartitos,
Espíritu, para una relación plena con Él
Alma, donde radican la personalidad y los sentimientos, o sea el Yo.
Cuerpo, la casa en la que vivimos.

Pero Dios puso una norma, que de ser desobedecida traería muerte, y eso es justo lo que
pasó, desde que entró el pecado el ser humano creado con un orden genético murió, o lo
que es igual quedo separado de Dios, esto significa que morimos espiritualmente.

Y esta es la causa de lo que te pasa ¡estas MUERTO!, separado de Dios y esto no lo arregla
ni las buenas obras ni la religión ni las distracciones.

Tu sabes que una sola cosa es segura en tu vida, LA MUERTE física, pues esa muerte es un
regalo de Dios, el temor de la muerte que muchas veces disimulas diciendo que no la
temes, no es tanto la muerte lo que temes porque sabes que no puedes eludirla y lo sabes,
el temor es la incertidumbre, ¿Por qué lo sé?, pues sencillamente porque Dios dice que una
de las cosas que llevamos en nosotros de su imagen es ETERNIDAD.

Eclesiastés 3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón


de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el
principio hasta el fin.
De forma inconsciente sabes que eres eterno, por lo tanto todo no se acaba con la muerte
fisica, solo es tu cuerpo el que muere.

Y existe algo más que ignoras porque nadie te lo ha enseñado y porque tú no te paras a
escuchar a Dios.

No estarás eternamente muerto sin cuerpo, te espera la RESURRECCIÓN, un día


resucitarás y ese cuerpo jamás morirá, y es con ese cuerpo que comparecerás ante el
tribunal de Dios.

Apocalipsis 20:10-15 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y
azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por
los siglos de los siglos.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la
tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y
otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los
muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

¿Verdad que jamás escuchaste esto?


Pues mi querido amigo esta es la razón que del vacío de tu alma, de forma inconsciente
sabes todo esto, pero no eres capas de verlo sin que te sea dicho por Dios.

Y esta insuficiencia que como ser humano, muerto espiritualmente tienes.

Dios lo sabe y puso el remedio.

Juan 3:16-21 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el
mundo sea salvo por él.
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no
ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus
obras no sean reprendidas.
Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son
hechas en Dios.
Dios es claro, su amor es de Tal magnitud que dio a su único Hijo por ti para salvarte,
aunque la razón humana entiende que lo que merecíamos es que viniera a condenarnos
por nuestra desobediencia, si embargo vino para Salvar y no para condenar.

Y Dios es – El OFENDIDO - EL TESTIGO – JURADO – FISCAL – Y JUEZ.


Ante esto, ¿crees que alguien puede escapar de Él?.
Sin embargo Él mismo en la persona del Hijo pagó la deuda de tu culpa.
La cuestión para ti es creer lo que Dios dice de Él que “ES el Salvador”, si reconoces que el
es el Salvador significa que reconoces que necesitas ser salvado, esto te lleva a reconocer tu
pecado y a arrepentirte delante de Él.

De forma que si no lo haces sigues condenado, pues esta es la condenación saber que Dios
envió a su Hijo que pago tu deuda y tu lo desprecias, porque prefieres seguir creyendo que
por tus obras puedes conseguir algo que te lleve al cielo.

Amigo querido ven a la LUZ de Dios en Cristo, deja que esa luz ilumine tu vida y puedas
ver tu condición de pecador, luego pídele perdón y recibirás la vida eterna, y un día futuro
que esta solo en el conocimiento de Dios resucitaras pero ya no para muerte o lo que es
igual separación eterna de Dios sino para vida, para estar siempre en su presencia.

El Señor está cerca de ti esperando que te des la vuelta y le mires de frente con humildad.

Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano.

Publicado por Maria en 17:42

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Etiquetas: Evangelio. Isaías 55:6


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