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Capítulo

Genu varoI
genu valgo

José Lu is Duplat Lapides

Introducción
Los términos genu varo y genu valgo se refieren a la conformación angular de los
miembros inferiores en el plano frontal. El muslo y la pierna forman un ángulo con vér-
tice en la rodilla. En el caso del genu varo, este ángulo tiene ápice externo, y el segmento
distal, el de la pierna, converge hacia la línea media del cuerpo (figura 34.1). Para el genu
valgo, el ángulo tiene vértice interno y el segmento de la pierna se aleja de la línea media
del cuerpo (figura 34.2).
Tanto el genu varo como el genu valgo marcados son fácilmente percibidos por los
padres de los niños, que con frecuencia se preocupan hasta el punto de consultar a un
médico. De hecho, las "deformidades" angulares son uno de los motivos de consulta más
frecuentes para el ortopedista infantil. Sin embargo, muy pocos niños que consultan por
esta razón padecen alguna enfermedad (1).
La circunstancia de que se trate de una consulta rutinaria y casi siempre benigna repre-
senta un desafío: evitar que los parientes del niño perciban que el médico ha menospreciad0
el motivo de consulta. Para esto basta con seguir los pasos habituales que tiene_el act~
médico, Y que incluyen, por lo menos, un interrogatorio y un examen físico pertmentes.
De este modo quedará claro que el diagnóstico más probable, es decir el de niño sano, es
producto de un ejercicio clínico juicioso. ,
Es indispensable conocer la evolución normal de la conformación angular de las ex~
trem1·dª.des 1~1~nores
· e · durante el crecimiento para reconocer los pocos casos en Ios que es
necesario sol1c1tar exámenes diagnósticos e iniciar un tratamiento. u
En este capítulo se hará énfasis en las variaciones normales del genu varo YeJ gen
valgo, y se men~ion~1rán las anoma1ías que constituyen los diagnósticos diferenciales para
los c.:asos de deformidades patológicas.
Capítulo 3 4 • Genu varo, genu valgo

a los ocho años (3) . En vista de que estos datos


corr~sponden a población anglosajona, se han
realizado estudios en otras partes del mundo
para determinar el impacto que tiene la raza en
la evolución angular de los miembros inferi o res .
~os _resultados de estos trabajos muestran qu e ,
si bien existen algunas diferencias , estas son
pequeñas (4 ,5).
Definir normalidad no es fácil. La ep ide-
miología clínica nos enseña que aparecen serios
problemas a la hora de intentar demarcar la
frontera qu e separa lo normal de lo anormal.
Respecto al genu varo y genu valgo, la situacjón
no es distinta, e n especial si se considera que
los estudios clínicos de los que di sponemos
ti enen fallas metodológicas, como técnicas de
medición imprecisas, sesgos de selección y falta
de seguimiento . Por esta razón, se debe ser cons-
ciente de que existe cierto grado de arbitrariedad
cuando se escoge el punto de corte a partir del
Genu varo: el vértice de la deformidad es externo.
cual un niño en particular es calificado como
enfermo o " anormal", en cuanto a la alineac ión
de sus extremidades se refiere.
Sin dejar de lado estas con sideraciones. se
acepta como normal que el recié n nac ido y el
lactante menor presenten un di screto gen u varo.
casi siempre asociado con torsión tibial interna .
Esta situación comienza a revertirse en cuanto
se inicia la marcha, de modo que entre los 18 a
24 meses se encuentra el ángulo formado entre
el muslo y la pierna aproximadamente neutro.
A partir de este momento, la confom1ación an-
gular de las rodillas se invierte para dar paso a
un genu valgo progresivo, que alcanza su mayor
expresión cuando el niño se encuentra entre los
3 y los 4 años de edad. Desde entonces , el valgo
de la rodilla va disminuyendo hasta alcanzar.
hacia los 7 años , la alineación discretamente
Genu valgo. El vértice de la deformidad es interno.
valga que caracteriza a la mayoría de los adultos
(figura 34.3).
e.Qué es normal?
Normalidad desde el punto
~or'!lalidad desde el punto de vista radiográfico
e vista clínico La primera descripción de la evolución
,1 . P~e Bohm , en 1933 quien hizo la primera en la conformación angular de los mie mbros
uescn .·, ' inferiores del niño, desde el punto de vista ra-
r P~ion de la evolución fisiológica de la con-
0nnac16 , . . • diográfico, la hicieron los finland eses Sale nius
C· . n angular de los miembros mfenores (2).
¡_¡~I ITiecJj 0
tnib·.
. 1 · ,
sig o después, Morley publtco un y Vankka (4) . En su clásico estudio. publicado
leoi~Jo en el que registró la distancia interma- en 1975, midieron el ángulo femomtibial e n lns
t l •:r en algo más de 1.300 niños. Encontró que radiografías ele I .480 niños. desde el nacimiento
genu val . , hasta los 13 años de edad l6l. Los hallazgos de
eviu~ go ti e ne su momento e n que es mas
ente h·1 · 1 b·1·
d .: ta ns cuatro años y que se esta I iza
este estudio contintían sie ndo el patrún de re fe -
-------- .,
Secc10n 7 • MIEMBROS INF
ERIORES ¡ Fémur, rodilla y tibia

Evolución de la conformación angular de los miembros inferiores (29).

rencia más conocido. Si bien estas medidas son rodilla en los niños de todas las edades (figura
una aproximación a la conformación angular de 34.4). Para definir la orientación de los cóndilos
los miembros inferiores, no permiten un análisis femorales midieron el ángulo que se forma entre
completo de la alineación de la extremidad. el eje mecánico de la extremidad y una línea tan-
En la actualidad, se acepta que la descripción gente a los cóndilos. Por convención, se mide su
de la alineación radiográfica de los miembros mitad externa. Este ángulo se denomina lateral
inferiores debe incluir, por lo menos, los ejes de distal femoral angle (m) (LDFA) ; la letra "m''
los huesos y la orientación de las articulaciones. se refiere a que se basa en el eje mecánico de la
Estas medidas se deben obtener de una radio- extremidad (figura 34.5).
grafía panorámica, tomada con apoyo y con las La determinación de la orientación de los
rodillas apuntando hacia el frente (7,8). Con estos platillos tibiales no es fácil en los niños, porque
datos, y conociendo los valores de referencia estas estructuras se osifican ya cerca a la madurez
normales, es posible encontrar geométricamente esquelética; por eso, los autores usaron la inclina-
el sitio de la deformidad y planear su corrección ción de la tisis proximal de la tibia para definirla.
de manera precisa. Los valores de referencia El ángulo que se midió fue el formado entre el
están ya definidos para la población adulta (8-10), eje mecánico de la extremidad y la tisis proximal
pero apenas comienzan a aparecer publicaciones de la tibia, en su mitad interna. El nombre de este
sobre la descripción de ejes óseos y articulares ángulo es medial proximal tibia! angle (MPTA)
en los niños. (figura 34.5). El estudio mostró que entre el
Los autores Sabharwal y colaboradores primero y el segundo años de vida, la alineación
han comenzado a llenar este importante vacío. de la extremidad es en varo, como consecuencia de
Ellos hicieron mediciones de 354 extremidades una alineación en varo de los cóndilos femorales
normales en radiografías panorámicas tomadas (con una medida promedio del LDFA de 95º).
a niños entre 1 y 18 años de edad. En este estu- Hacia los 3 años de edad, la alineación de la
dio está reportada la evolución de la alineación extremidad es en valgo, como consecuencia de
normal en la niñez en varios parámetros, los más
una disminución gradual del varo femoral Yun
relevantes son el eje mecánico de la extremidad
aumento de] valgo tibial. Luego de los 7 años
y la orientación de la articulación de la rodilla,
de edad, la alineación de la extremidad es la que
tanto de los cóndilos femorales como de Jos
platillos tibiales (11¡. El eje mecánico es fa línea se reporta para la población adulta.
trazada desde el centro de la cabeza femoral has- En la tabla 34. l se encuentran los valores qur
ta el centro del tohillo. Los autores encontraron resumen los resultados de este estudio. En otru
que esta línea pasa por la mitad central de la publicación, los mismos autores reportaron la evo-
lución del eje femorotibial en los niños. 1omadt1
Capítulo 34 • Genu varo 1
-- - - - - - -· - -- - - --=--- - - --==~~~•J:g~e~n~u~v~a~g~o'.____ _ _ _ _ _ _ __j:;;.¡;~!~·=

•Hf!
.,.,.,..-
r'
__ _ Figu_ra 34.5 _ j

mLDFA

Medida de la orientación de los cón dilos femorales con el ángulo


LDFA (m) (ángulo externo entre el eje mecánico de la extremidad
Eje mecánico de la extremidad (línea que une el centro de la ca- y una línea tangente a los cóndilos). Medida de la orientación de
beza femoral con el centro del tobillo) . Debe pasar en la mitad los platillos tibiales con el ángulo MPTA (ángulo interno entre el
central de la rodilla (cuadrantes+ 1 y -1), independientemente de eje mecánico de la extremidad y una línea tangente a la tisis proxi-
la edad del niño (29). mal de la tibia).

en radiografías panorámicas de los miembros al niño cuyas extremidades presentan valores


inferiores (12). Midieron el eje femorotibial mecá- angulares que se salen de los rangos anotados
nico, es decir, el ángulo que se forma entre el eje en las tablas expuestas en la sección anterior.
mecánico del fémur (tomado desde el centro de la En clínica, existen ciertos criterios que sugieren
cabeza femoral hasta el centro de la rodilla) y el que la deformidad del niño se sale del espectro
eje mecánico de la tibia (tomado desde el centro fisiológico; los más relevantes se resumen en los
de la rodilla hasta el centro del tobillo) (figura siguientes puntos ( 1).
34.6). Los autores encontraron que la alineación
de la extremidad es en varo entre el primero y Genu varo patológico
segundo años de edad, con un eje fémorotibial
que fue de 3,6º de varo, en promedio. Entre Se incluye en esta categoría al nrno con
los 2 y los 3 años de edad, la alineación fue en genu varo que presente alguna, o algunas. de las
valgo, con un eje femorotibial de 2,5º de valgo, siguientes caracterís_ticas (figura 34.8):
en Promedio. Luego de los 7 años, la alineación ♦ Gen u varo mayor de 15º en el ángulo muslo-
encontrada es la reportada para los adultos, con pierna (formado entre el eje longitudinal de l
un.leve varo, de l 2º en promedio (la tabla 34.2 mu slo y el de la pierna).
r ' '
esume los datos de este estudio y la figura 34. 7 ♦ Distancia intercondílea mayor a 3 cm .
ex • '
Pone de forma gráfica estos hallazgos).
♦ Genu varo de cualquier magnitud e n un niño
. Como se ve, la alineación radiográfica se
mayor de 24 meses.
. na con 1a evo 1uc1on
l:orrelac1·(.>
. ., · / e 1mica
/ · que se des• -
Cnh1 0 , t '}4 3
an es, y que se ilustra en la figura _J • •
Genu valgo patológico
♦ Distanc ia intermaleolar mayor a 9 cm .
,Qué es anormal? ♦ Ángulo formado e ntre el ej e longitudinal
1>es 1 ¡ del muslo y el de la pi erna supe rior a I O" de
ne1,1 · l e e punto de vista radiográfico Y
1
· 1era ano1·111 •·11 valgo.
~-s1 ac.J'1st1t:o,
' ncn1c .. · se cons1c.
Se c ción 7 • MIEMBROS INFER IORES/ Fémur, rodilla y tibia
----- - -- - - ---- -----------
-

TABLA 34 .1
Evolución de la inclinación de loscóndilos femora les (mLDFA) y de los platillos tibiales (MPTA)
a través del tiempo

Edad_(años) Rango r-1,": Promedio


Rango
94, 8 3,8 89 ,O
1-<2
-- - ,--- - - ----···· - --- . -- - --
2-<3 90,7 3,4 91 ,3

3-<4 89,0 2,5 90,8


. ---- --- ,-..
4-<5
5-<6
87,5
88,3
2,5
1,1
2,3
90,3
90,3
90,0
- -·r---
----
1,8
1,5
6-<7 87,7 1,2
1
7- <8 86,8 2,2 88,7
-,-
----
1,6
8-<9
9- <10
88,1
88, 1
1,9
1,9
87,9
88,6
- . ---
2,2
2,0--
10-<ll
11-< 12
87,9
87,2
1,8
1,8
88,5
88,2
--
1

---
1,7
2,2
12-<13 87,0 2,1 87,7 ¡_ 1,9
13-<14 87,5 1,9 88,6 2,2
14-<15 87,4 1,9 88,6 2,1
1,6 88,1
1 -
- --
15-<1 6 87,7 1
"1,5
16-<17 87,6 1,5 87,6 ·¡ 1,6
---
17-<1 8 87,7 1,6 88,1 1,8

También se consideran anormales los niños - ··•'-'ifilgura 3~ - ·


que tengan alguna de las siguientes característi-
cas, independientemente de que presenten genu
varo o genu valgo:
♦ Asimetría en la conformación angular de sus
miembros inferiores (figura 34.8B).
♦ Deformidades angulares acompañadas de
baja tall a (por debajo del percentil cinco) .
E sto, porque la baja estatura asociada con
deformidades angulares suele encontrarse
en caso s de displasias esqueléticas o de
enfermedades metabólicas, sobre todo el
raquiti s mo.
♦ Asociación con inestabilidad de la rodilla:
la agenesia parcial o total de los ligamentos
cruzados produce inestabilidad y deformidad
de la rodilla e n valgo. Esta condición puede
verse aislada o, con mayor frec uenc ia, como
parte de e nfermedades congénitas, como la
he mime li a f-ibul ar.
♦ Prese ncia de deformidades angul ares múl - . . 1f' mur se traza
El eje femorotibial mecánico. El eje rnecanico de ede la rodilkl-
tiples ~ ca rac ter~sti ca~ di smórticus, que so n des~e el centro de la cabeza femoral hasta el centro de la rodilla
s ugestivas de d1sp las ias esq uelé ti cas O de El e1e mecánico de la tibia se traza desde el centro tre estas dos
osteogéncsis impe rfec ta. hasta el centro del tobillo. El ángulo que se forma en
lineas es el eje femorotibial mecánico.
Capítulo 3 4 • Genu varo , genu valgo

TABLA 34.2 Í - --- - Figura 3,t1- --- -- --- ---- --


iento en el tiempo del ángulo cadera-rodilla-tobillo, V,
o
comportam -o
O eje mecánico femorotibial. re 5
Los valores negativos corresponden a valgo E' 4

Edad
Ángulo cadera-rodilla-tobillo ª:es 2
1
3

(años) Promedio Rang~


¿g o
'o -1
~ -2
~ -3
a.,
-o -4
::---- -2,5 3,2 re
2-d u -5
_______,-- -2,0 2,8
E::, 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17
3-<4 ----- _ ___, O)
e:: Edad (años)
~ -1,7 1,7 · <(
4-<5
[ -- 5-<6 -2,3 2,6 Comportamiento del eje mecánico femorotibial en el tiempo. Los

6-<7
7-<8
-1,9
-0,4
r 2,1
valores negativos corresponden a valgo,

0,7 2,4
8-<9 Evaluación
9-<10 -0,1
0,6 2,1 Si bien es cierto que la mayoría de los niños
10-<11
que consu ltan por genu varo o genu valgo son
11-<12 0,2 ,J
sanos, este no siempre es el caso. Por eso. du-
12-<13 0,2 2,5 rante la consulta hay que tratar de recopilar la
13-<14 0,1 2,3 información necesaria para detectar una eventual
enfermedad de base.
14-<15 -0, 1 2,3
15-<16 1,0 2, 1
Interrogatorio
16-<17 1, 1 2,2
Durante la anamnesis es importante inda-
17-<18 o, 1 2,6 gar sobre algunos antecedentes que pueden

Eiempl d ,, t d (B) por distancia intercondilea aumentada y asimetría.


os e genu varo patológico. (A) Por angulac1on aumen a ª Y
Sección 7 • MIEMBROS INFERIORES/ Fémur, rodilla y tibia

orientar hacia la etiología de la deformidad . muslo-pierna y la distancia interm 1


. a eola
Estos son : para el genu varo; e rntercondílea , r,
, Para el
♦ Trauma: En este caso son posibles compli- genu va 1go. Estos datos se obtien
. . . , b' en con
caciones como la mala unión de fracturas el paciente en pos1c10n 1peda las roct·¡
• ' 1 las
o la for~ación de puentes en el cartílago de completamen~e extendidas y las rótul• ·
crecimiento. orientadas hacia el frente. as
♦ Hábitos alimentarios y ambientales: La ♦ Medición de la torsión del fémur y de la tib . .
1
ingestión insuficiente de vitamina D puede Es más fácil hacer estas mediciones co ª·
paciente en decu'b'1to prono y las rodillasne
1
producir raquitismo. Esta circunstancia no es
· , de 90º grados (vease
flex10n , capítulo 33- en
frecuente. Así mismo, la poca exposición a
la luz solar puede ser causa de raquitismo y "Alteraciones rotacionales de los miembro¡
producir alteraciones angulares de las extre- inferiores").
midades, en particular genu varo. ♦ Medición de la longitud de los miembros
♦ Antecedentes familiares: Los hijos de per- inferiores: En ausencia de an tecedentes
sonas con deformidades angulares en sus de trauma, infección o lesión tumoral, el
miembros inferiores tienen posibilidad de hallazgo de asimetría en la longitud de las
heredar esta conformación. Por otra parte, extremidades inferi ores pu ede verse en
enfermedades como la osteogénesis imper- algunas enfermedades congénitas, como las
fecta, el raquitismo y las displasias esquelé- hemimelias fibular y tibial, y en niños con
ticas tienen carácter hereditario. síndrome de hemihipertrofia.

En la revisión por sistemas conviene descartar


Factores de confusión
la presencia de síntomas sistémicos, como: fiebre,
pérdida de apetito, pérdida de peso y dolor, que Se incluye aquí una serie de hallazgos ana-
sugieren el diagnóstico de una neoplasia. Por tómicos que pueden hacer que el examinador se
último, es útil conocer el ritmo de progresión equivoque en su percepción de la conformación
de la deformidad. El deterioro rápido suele ser angular de las extremidades, bien sea porque simu-
anormal, y se asocia casi siempre con lesiones len alteraciones angulares inexistentes, o porque
de la tisis, como en la tibia vara infantil. exageren o enmascaren las deformidades presen-
tes. Los principales factores de confusión son:
♦ Alteraciones torsionales de los miembros
Examen físico
inferiores: Entre estas, la más frecuente es
Con el fin de no intimidar al niño, es conve- la torsión tibia} interna, que puede simular
niente obtener primero los datos que derivan de genu varo, pues la torsión interna de la pierna
la observación y dejar para el final las maniobras se asocia con varo del extremo distal de la
que requieren contacto físico. Es recomendable tibia. En estos casos, al examinar al paciente
seguir la siguiente secuencia: en decúbito supino con las rodillas dirigidas
♦ Inspección: Observar al niño de pie permite al cenit, se encuentra una alineación normal
descartar la presencia de baja talla, despro- entre el muslo y el tercio proximal de la
porciones o signos de dismorfismo. También pierna, es decir, el genu varo desaparece
es la oportunidad de determinar si la defor- (figura 34.9).
midad es aislada o múltiple. ♦ Este concepto es importante, pues la confu-
♦ Marcha: Mientras el niño camina hay que sión entre torsión tibia} interna y genu varo
registrar el ángulo de progresión de los pies es muy frecuente. De hecho, es probable que
y el de las rodillas. Encontrar anomalías en la mayoría de los niños menores de 2 aiios
este examen sugiere la coexistencia de altera- que son llevados a consulta por genu varo
ciones torsionales. Este hallazgo es frecuente tengan en realidad una torsión tibial interna,
y muy importante, pues las alteraciones en el casi siempre fisiológica . ._ .
plano trasverso pueden simular desviaciones ♦ El recurvatum de las rodillas: Algunos ninos
angulares (véanse "factores de confusión", con hitJerlaxitud Iioamentosa 111ue sira n
más adelante). o I' 1'l
hiperextensión Je las rodillas duran t.: ' .
♦ Medicián de la ,1111-:1t!acián de las rodillas: . i
h1pel ., . ., , i., sin1ula1
estac1on. Esta s1tuac1on put:t ~· · . . 1
Las medidas más utilil.adas son el ángulo -,
gen u va 1go. En estos casos, Ia .. tit3t()rlllld,tl
Capítulo 3 4 • Gen u varo
, genu valgo

paciente con genu varo ~parente ?cas_i~n_ado por_torsión tibial interna: la deform idad en varo desaparece al rota r intern amente las extre-
midades hasta que las rotulas esten d1ng1das hacia el frente.

en valgo" desaparece al e.li minar la extens ión gía y la alineación del esqueleto. Este exa-
anormal de las rodillas . men es de gran utilidad en los casos de gen u
♦ La bipedestación con caderas y rodillas en varo o valgo patológicos, pues la mayoría
flexión: Común en lactantes que comien- de las enfermedades que suelen causar esta
zan a pararse, puede producir genu varo condición (tabla 34.3) se pueden detectar
aparente que se corrige al extender estas con facilidad en la radiografía. Rara vez es
articulaciones. necesario solicitar imágenes adicionales :
las radiografías panorámicas laterales de los
Exámenes complementarios miembros inferiores deben solicitarse en
los casos en que se detectan alteraciones de
♦ Exámenes de laboratorio: Se deben soli- alineación en las que se planea una correc-
citar ante la sospecha de una enfermedad ción quirúrgica. La tomografía axial com-
metabólica ( deformidades angulares putarizada y la resonancia magnética sirven
generalizadas, baja talla, desproporción para identificar y medir un puente óseo sobre
entre el tronco y las extremidades). Lo el cartílago de crecimiento.
recomendado es solicitar niveles séricos y
urinarios de calcio, fósforo, fosfatasa alca- Diagnóstico diferencial
lina y pruebas de función renal, además de
un hematocrito y una hemoglobina. Para En la tabla 34.3 están listadas las enferme-
complementar su estudio y tratamiento, se dades que se encuentran con más frecuencia
debe remitir a estos niños a las consultas en los niños con genu varo o genu valgo pa-
de pediatría y genética. tológicos.
• Imágenes diagnósticas: No son necesarias
Yno deben solicitarse en los casos de genu
var~ 0 gen u valgo fisiológicos. Si, por el con- Tratamiento
trario, se sospecha una enfermedad de base,
lo re,·c>
'"' men d ad· o es soltc1tar
. . una rad'wgraf'ia En los pacientes con genu varo o valgo
Pan , · · fisiológicos se espera una alineación normal
bro ~>~ª'"!1'~ª antero-posterior de los _m1em-
s 1ntenores, tomada con apoyo, siempre de sus miembros inferiores al terminar el cre-
qh~e_ sea posible, y con las rodillas orientadas cimiento. En términos generales. no necesitan
• ac,a e I t·rente . Este último detalle es muy m:..í.s que observación periódica. Est_a_conducta
~niportante, de lo contrario se obtendr:..1 una tiene la virtud de ayudar a ITanqu1 liz.ar a los
tina) , . . . parientes del niñ<~, ~ti transmitir~ es Ir~ se nsa-
, gen en la que las extremidades rnl·enores
están rot,ad·as , lo qu e d1stors1ona
. . ción de qu e el mcd1co mues tra 111teres en e l
la 11101·f.-o 1o-
- / Fémur, rodilla y tibia
'IL____~S~e~c~ci~ó~n~7~ • ~M~IE~M~B~R~O~S~I~NFERIORES
FWl :'..:'.-~=--=--- -- - - - - - - ~

TABLA 34,3
Enfermedades que presentan gen uvaro ygen uvalgo

Displasias esqueléticas
Displasia Displasias esqueléticas Fisiológica exagerada (> 2 DE)*
Fisiológica exagerada (> 2DE)* Tibia vara (Blount)
ldiopática
Lesión fisiaria parcial o rnalaunión de una fractura
Trauma Lesión fisiaria parcial ornalaunión de una fractura**
Raquitismo
Metabólica Raquitismo
Osteogénesis imperfecta
Osteopenia Osteogénesis imperfecta
Lesión fisiaria parcial
Infección Lesión fisiaria parcial
Artritis Artritis reumatoidea en rodilla
Coxa vara
Compensatoria Hemihipertrofia (miembro largo)
Exostosis hereditaria múltiple Exostosis hereditaria múltiple
Neoplasias Otras neoplasias benignas Oma!ignas_:',_ecinas_~~ sfisi~ .. Otra~~e~!asias~e~ignas o malignas vecinas a la~ fisis
* DE: Desviación estándar.
**El ejemplo clásico es la fractura metafisaria proximal de la tibia.

problema por el que consultan y que los acom- angular de sus miembros inferiores es con fre-
pañará hasta asegurarse de que la deformidad cuencia la mejoría espontánea. Algunos autores
desaparezca. la recomiendan para tratar defo rmidades en varo
Las medidas terapéuticas están indicadas producidas por tibia vara (enfermedad de Blount)
para los casos en los que la deformidad angular en estadios iniciales (13), pero estas recomenda-
está por fuera del rango normal para la edad. Las ciones han ido desapareciendo en la literatura
alternativas de tratamiento con las que se cuenta reciente. En definitiva, mientras se demuestre lo
son: el uso de férulas, la hemifisiodesis transitoria contrario, resulta difícil justificar el uso de las
o definitiva y las osteotomías. La elección del férulas antigenu valgo o antigenu varo.
método depende sobre todo de la edad del pa-
ciente al momento del diagnóstico y, en segunda Hemifisiodesis
instancia, de la magnitud de la deformidad.
Las hemifisiodesis son procedimientos
quirúrgicos que retrasan el crecimiento de una
Férulas anti genu valgo o genu
porción de la tisis. El crecimiento asimétrico que
varo resulta puede corregir deformidades angulares
Su uso se fundamenta en la capacidad que del hueso. Se trata de intervenciones relativa-
tiene el esqueleto para modificar la morfología mente sencillas y, en general, efectivas, por lo
de los huesos en respuesta al estrés prolongado. que se usan con frecuencia.
De acuerdo con este concepto, las férulas podrían El concepto de las hemifisiodesis fue intro-
usarse en pacientes de cualquier edad, en especial ducido por Phemister, en 1933 ( 14). Este autor
si las fisis aún no se han cerrado; sin embargo, producía una lesión definitiva en la periferia
rara vez son bien toleradas por n1ños mayores de interna o externa de la fisis al extraer un bloque
3 o 4 años. Por otra parte, su eficacia terapéutica de hueso que incluía la fisis . Este bloque se
aún no ha sido demostrada y su uso produce reinsertaba luego en posición invertida para crear
una considerable incomodidad. Además, existe un puente óseo. Dado que el procedimiento _es
controversia respecto al modo como se deben em- definitivo, era necesario conocer el potencial
plear (uso diu:110 o nocturno, ritmo de ajuste de de crecimiento restante de la tisis para hacer ·
los _tensores, tiempo de uso, etc.). En la práctica, la intervención en el momento oportuno Yno
se formulan para la corrección de deformidades ocasionar deformidades por sobrecorrección.
leves ~n niños ~equ~ños, es decir, en los pacientes Basados en la observación de que la coni-
en quienes la h1stona natural de la conformación presión constante inhibe el crecimiento de la~
Capítulo 34 • Genu varo
, genu valgo

. atount y Clarke, en __l 949,_in~rodujeron


Tanto en l·i' publ 1cac1on
· • , ong111al
. . como en
¡¡ 51s (JS), del grapado fisano pata 1 etrasar su
'todo · · I ventaJa · de esta otras más re , · .
el 01e . t (Jó). La pnnc1pa · cientes se reporta que con esta técni -
crect °
·rruen
·caesq
· 1
ue puede ser reverstb e , lo que hace
. .
ca se logra t bº ·
. ~ e o ~et1vo de disminuir la velocidad
récnt . conocer el crec1m1ento restante de de cr~ci_m ,ento en la fisis comprometida y que el
. cesar10 . E ., b· . creci~iento se restablece una vez retirad o
111ne. or intervenir. n tem ~a, asta con retirar
515
la fi P te cuando la defonmdad se corrige. Sin el tornillo (21). El dispositivo más rec iente en e l
· nplan .. . mercado para hacer hemifisiodesis o fi siodesis
el tt luego del retu o pueden producirse
transitorias es la llamada "placa en 8", di señada
et11~argo~s de pérdida parcial de la corrección
.-1 nomen . .¡: • , por St~ve~s en 2007 (22). Se trata de un a placa de
e d O por el contrario, 1onnac10n de puentes
loara a ' d b ., dos onfic1os, con dos tornillos que se in sertan
i, ·t·vos que pro ucen so recorrecc10 n (por
defint I . 1 ·11 .. ~brazando la tisis (figura 34. 11). La ventaja que
. , ·nadvert1da de am o pet 1condral a l poner
1es1on 1 tiene sobre las grapas es que es men os proclive al
o retirar la grapa) ~17, ~8) . . . aflojamiento y ofrece una correcci ón más rápida ,
Con el advemm1ento el~ la f luoroscopia como lo sugiere la publicación de Burghardt y
. operatoria fueron aparecie nd o nuevos mé- colaboradores (23).
intra . . El .
dos mínimamente mvas1vos. ~ pnrnero de En general, respecto a las técni cas descritas
tonos fue la tecmca ,. dBe owen , popu tanza · d a en
para las hemifisiodesis puede decirse que todas
~984, que consiste en una abl ación pe rc utánea, ellas funcionan mientras se respeten los detalles
con una cureta, de la porción periférica ele la tisis técnicos, en particular, evitar la lesión del anillo
para producir un puente óseo ( t 9) . Es u na c irugía pe1icondral (cuando se usan grapas o placas en 8).
menor, con poca morbilidad, cuyo inconveniente para impedir la formación de puentes óseos. y
es el de ser irreversible y necesitar del cálculo localizar los dispositivos en el centro de la tisis en
del crecimiento residual del cartílago de creci- el plano sagital, para no ocasionar deformidades
miento. En 1998, Metaizeau y colaboradores en otros planos. Las grapas han venido cediendo
presentaron un método en el que usaron tornillos terreno a las técnicas más nuevas , porque requie-
canulados para detener el crecimiento fisario (20). ren disecciones mayores, producen irritación
El extremo roscado del tornillo atraviesa la fisis local en algunos casos y tienen el riesgo de aflo-
cerca de su periferia e inhibe su crecimiento. jarse y desplazarse. Los tornillos percutáneos son
Es importante ubicar la rosca del tornillo en la los implantes que mejor se toleran y no tienen el
mitad de la tisis en el plano sagital para evitar riesgo de lesionar el anillo pericondral durante
la aparición de deformidades en otros planos su inserción o retiro. Además, parecen ser por lo
(figura 34.10). menos tan efectivos como las grapas (2 4) .

Figura 34.11


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Heniifisiodes. .
Para tratar u' 5 interna de fémur y tibia con tornillos percutáneos
:~r (izquierdna deformidad en valgo, proyecciones anteroposte-
Plarite en Ia) Ylateral (derecha). Nótese la posición central del
Hemifisiodesis femoral inter~a con
una placa en 8 para corregir una
deformidad en valgo.
ª Proyección lateral.
-~'~'L____ ~S:::_
ec::c::..1::~0_n_ _ _
RES ¡ Fémur, rodilla y tibia
. , 7 • MIEMBROS INFERIO~ ~ - - - - -- - -------

♦ Identifica en cuál de los huesos e. ,


~ "-

8 parecen Ser una buena 1emur, t1'b•ia o ambos. El sta


alteración : .e, h la
Las placas en . ' te a arición hace que
. Ues
opción, aunque su rec1e_n , p nte estudiadas. anorma_l es ~ 1 que se debe I~tervenir. la0
aún no hayan sido suficH~nteme ducen que es hemifis10des1s del hueso equivocado
fi . este sistema a
Quienes pre e1e 11 . d f . idad en menor una deform1'd ~ d _com~ensatona, . que,creasi
el método que cornge la e r°1 :everación, se- bien puede con _eg1r e! ,ªn?ul~ femorotibia]
tiempo. De corroborarse es a do se decida produce una art!culac1on mchna~a respect~
ría el implante po~ escog_er ~ua;n un paciente al piso que sera propensa a sufnr carnbios
hacer una fisiodes1s trans1tona , . 'T' d' artrósicos (figura 34.12).
que se acerca a la madurez esquelet1ca.
. · as
10 ·
estas técnicas de hemi'fISl·odesis trans1tona
., d ♦ Permite localizar el centro de rotación de
1
comparten el riesgo de que 1~ correcc10n ~ angulación (~ORA,_ por las siglas en inglé:
la deformidad se pierda parcial~ente l~e_g de Center of Rotat1on of Angulation), e
del retiro del implante. La fisio~~s1s defi~~1~: decir, el sitio donde se encuentra la defon/
percutánea es una buena opcwn_ cuan . dad. Las hemifisiode;is _no están indicad~s
intervención se practica cerca al cierre defim- cuando el CORA esta 1eJos de la tisis. Rea-
tivo de la fisis. Con esta técnica, el momento lizar una hemifisiodes is en estas circunstan-
de la cirugía debe escogerse ?e acuerdo c~n cias produciría una deformidad translaciona]
el cálculo del crecimiento residual de la tisis del hueso que puede predisponer a artrosis
por intervenir. . en la rodilla (figura 34. l 3).
Por últmo, es pertinente menc10nar que
el tratamiento de las deformidades angulares
mediante hemifisiodesis debe ser planeado en
Osteotomías
una radiografía panorámica de los miembros Es el método de trata núento indicado
inferiores, tal como se recomienda para la
cuando la mala alineació n se presenta en
realización de osteotomías. La evaluación
pacientes con esqueletos maduros o cuando
radiográfica para la medición de los ejes de
la deformidad por corregir es muy marcada
los huesos y la inclinación articular (ángulos
LDFA y MPTA) es necesaria por las siguientes (figura 34.14). Si se decide hacer una osteo-
razones: tomía, hay que tener en mente que con esta
♦ Permite determinar si la deformidad que cirugía no solo se debe corregir la deformidad
motiva el estudio está o no en el rango angular, sino que también hay que obtener
normal. unas articulaciones de cadera, rodilla y tobillo
bien orientadas; lograr que el eje mecánico

Figura 34.13

Deformidad en valgo de la tibia .


tratada rnapropiadarnente con u~~as,on_a_ d~ por_una lesión fisaria
(vanzante). Como resultado L hern1h~1odes1s femoral interna
~r_oexrTsas de producir una' i~~l~n~~~~~C~ónl del ~je fernorotibial ~f~~o de la _hernifisiodesis cuando el CORA est~ ,apartado ~~a~~
n a, que, de no corregir d e a rodilla en el 1 fisis. deformidad en valgo de la tibia por malurnon _ de uoa la
bros degenerativos se, esarrollará inestabil1'd d Pano t~r_a. El tratamiento con una hernifisiodesis proximal mterna e~ s
· a Y carn- tibia (varizante) uede rf>~t;i Prt:lr 1 :ilin oc>ri,; ,ip In~ se!!Olen (1 :
Capítulo 3 4 • Genu varo , genu valgo

A) Genu varo patológico e~ un paciente con enfermedad de Blount en ambas extremidades inferiores. (B) El resultado luego de la
( - , con un tutor de lhzarov.
correeC100

de las extremidades sea no rmal ; ma nte ne r como motivos de consulta. Dicho de otra form a.
0 conseguir unos miembro s in fe riores de la la inquietud que origina la vi sita al médi co es
misma longitud y corregir las defor mi d ades estética. Sin embargo, esta no de be ser la prin -
coexistentes, que incluyen las que se e ncuen- cipal justificación para tratar a un paciente que
tren en los planos sagital y to rsional. Para presenta genu varo o genu valgo aumentados.
alcanzar estas metas es indispensable hacer sino el hecho de que la mala alineación de las
un adecuado planeamiento preoperatorio, que extremidades inferiores es un factor de riesgo
además nos permitirá determinar el sitio o reconocido para desarrollar artrosi s en las ro-
sitios ideales para realizar las osteotomías , la dillas (25).
eventual necesidad de practicar translación de Para ser consecuentes con este principio.
los segmentos, el material de osteosíntesis más solo se deberían tratar aquellos pacientes cuyo
adecuado para el procedimiento, etc. grado de deformidad angular esté asociado con
El planeamiento debe realizarse sobre la aparición de osteoartritis degenerativa, lo que
una radiografía panorámica de los miembros equivale a decir que se tendría que saber cuántos
in'.eriores, bien tomada, y seguir una serie de grados de varo, o de valgo, toleran los miembros
prrncipios, cuya discusión está fuera del alcance inferiores sin que se produzca degeneración
de este capítulo, pero que se encuentran delinea- articular. Lamentablemente , esa importante
dos en varias publicaciones en especial en los pregunta aún no tiene respuesta.
trab · ' Varios autores han intentado encontrar ese
E. éljos de Paley, Tetsworth y Herzenberg (7,8) .
s necesario insistir en la conveniencia de ha- límite, conscientes de que la definición actual
cer pla . de genu varo o valgo patológicos se basa en
. neam1entos adecuados pues aunque su
illlpo . . ' ' , . criterios estadísticos (más de dos desviaciones
inf rtancia es obvia, se trata de una practica
recuente. estándar sobre o bajo del promedio normal) y
no en el pronóstico de las deformidades. Las
·e .
' uanta deformidad
estrategias seguidas por la mayoría de estos
investigadores son dos: experimentos de labo-
ratorio en los que miden las presiones sufridas
se PUede tolerar? por las superficies articulare_s, de rodill~s con
diferentes grados de anguJacton , y estudws de
' Pllulo 1.se inenc·10110, a 1 princ1p10
l·1 ~ºlllo . . . e1e es t e seguimiento a pac~ent~s ~on secuela~ de fractu -
ª8Peq
0 ·d¡ t
1
:eocupac_ión de los padres por e l ras y de osteotomtas tl?tal~s consolidadas con
grados variados ele cleforn~1dad ~rngt~lar \26 -2 8) .
%chc1cc t· a_s extre midades Je sus hijos es la
an lre cuente el gcnu varo y ge·n u valgo Los resultados de estas 111vest1gac1ones han
/

S INFERIORES / Fémur, rodilla y tibia


Se cción 7 • MIEMBRO

llevado 'l considerar que la "alineación acep-


e
table" es la que se encuentra de ntro de los
L

siguientes límites: . . • ular


♦ Para la inclinación de la superficie ai tic
de la rodilla, no más de 8º. . d
♦ En el extremo proximal de la tibia, ,1 ~º e
deformidad en varo o valgo, como maximo.
♦ En la diáfisis de la tibia, no más de 15 º de
deformidad en varo o valgo.
♦ En relación con el eje mecánico de la ex.tre-
midad, debe "tocar" la superficie de la rodilla,
así sea de forma tangencial (figura 34.15).

Hay que tener en cuenta que los trabajos


de los que provienen estas cifras no t.ienen un
diseño epidemiológico que les permita hacer
recomendaciones, y no deben usarse como
criterio aislado para tratar o dejar de tratar a un
paciente. Además, la decisión de cuánta def?r-
midad aceptar no depende tan solo de la medida
angular, pues sabemos que hay otras condicion~s
relacionadas con el riesgo de desarrollar artrosis,
como son: el peso del paciente, su actividad
física, la torsión de fémur y tibia, y el modo de
caminar, lo cual hace que la distribución de la
presión sobre la articulación de la rodilla no sea
igual a la que se mide en una situación estática,
como lo es una radiografía panorámica de los
miembros inferiores.
Para tomar una conducta se deben considerar,
además del grado de angulación, la presencia de
síntomas como el dolor, la preocupación estética
y el grado de limitación funcional. En cuanto
a las imágenes diagnósticas, las radiografías
seriadas sirven no solo para medir el grado de
Ortorradiografía que muestra una deformidad en varo de la ro-
deformidad, sino para detectar la presencia o no dilla izquierda. El eje mecánico de la extremidad pasa sobre el
de cambios artrósicos, y las gammagrafías se han borde interno de la rodilla.
sugerido como exámenes útiles para determinar
el pronóstico de una extremidad mal alineada, tiene una alineación anormal verificada en una
ya que muestran aumento en la captación del radiografía panorámica, y consulta en una edad
radioisótopo en la zona de la rodilla sometida a en la que la fisiodesis aún tiene cabida. Si, por
una presión excesiva. el contrario, el paciente ya alcanzó la madurez
La decisión de indicar un tratamiento quirúr- esquelética, quizá sea preferible condicionar la
gico es muy difícil en un paciente con gen u varo corrección mediante osteotomías a la eventual
o valgo limítrofes. En estos casos, dado que ya se aparición de síntomas. ..
cuenta con bases de datos que permiten definir la · un ana'lts1s
En conclusión cada caso necesita .
normalidad en la alineación de las extremidades individua] y la co~ducta definitiva está influic1'.,'
inferiores de los niños, resulta razonable consi- • 1uyee
por muchos factores , entre los que se 111c
derar la corrección quirúrgica cuando el paciente
sentido común del médico tratante.

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