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Profetismo de

Israel
LOS PROFETAS HOY
JEREMIAS

II de Teología 2017
Profetismo en Israel

Profeta Jeremías
Mi nombre es Jeremías; te contaré un
El Señor me fue dando fuerzas y al final
acepté ser su profeta, una tarea muy
poco acerca de mi historia personal. difícil en mi tiempo.
Nací allá por el año 650 en un
Te cuento que mi ministerio duró casi
pueblecito llamado Anatot, a unos seis
cuarenta años; un buen periodo
kilómetros de la gran ciudad Jerusalén. ¿verdad? Sin duda tendrás muchas
Orgullosamente pertenezco a la tribu preguntas que hacerme, pero antes de
de Benjamín, soy hijo de Jelcías, no sé si que me las hagas prefiero contarte
algunas cosas que te podrán ayudar
has oído hablar de él, era un sacerdote
en tu vida como me ayudaron a mí.
residente de Anatot, de él aprendí
muchísimas cosas, aunque te cuento Antes de continuar, quiero hacer un
que yo nunca fui sacerdote. paréntesis. Hay un dato importante
que quiero que tú sepas; el libro que tú
Siendo yo un jovencito, el Señor me
has leído de mí, no lo escribí, se lo dicté
llamó para que fuera su profeta, me a mi secretario Baruc para que él lo
sorprendió ese llamado; para mí no fue pusiera por escrito…
fácil aceptar lo que el Señor me pedía.
Sentí, como muchos jóvenes, miedo,
dudas… mil cosas pasaron en segundos
por mi cabeza; no tenía experiencia y
consideraba una tarea muy pesada
para mi corta edad.
Jeremías

Misión de Jeremías
Ya conoces que soy joven e imagínate si el mie-
do no sería un obstáculo para la misión que Dios
me había encomendado. Pero a pesar de eso, Él
me dio señales para indicarme que estaría a mi
lado.

Mi misión podría Mi misión no fue fácil, Tuve que replantear


sonar algo “fuerte” y me tocó enfrentarme el tema de la Alianza
de hecho lo fue. Dios contra reyes, y que la ciudad de
q u e r í a u n a dignatarios y contra el Israel debía ser
restauración total de mismo pueblo. ¡Te reconstruida, pero
parte de su pueblo, imaginas mi osadía! para ello tenía que
para ello yo debía Pero el miedo no me
arrancar el mal de
hablar con voz detuvo: Dios estaba
raíz y volver a plantar
potente a través de conmigo.
y así dar paso a la
mis escritos y lograr la
conversión de esta Nueva Alianza.
generación en la que
me había tocado
vivir.
Profetismo en Israel

Mensaje de Jeremías
Aunque estaba un poco Anuncié un castigo sin remedio. “Y me
dijo Yahvé: Aunque Moisés y Samuel
decepcionado por los duros corazones
vinieran en persona a rogar por este
de los hijos de Israel, aun así les envié el pueblo, mi corazón no se compadecería
mensaje de Yahvé. Les pedí a los de él. ¡Échalos de mi presencia,
hom bres que se que se vayan lejos! Y si te
convirtieran a la preguntan: ¿Dónde? Di-
sabiduría “Así dice les: Así habla Yahvé:
Yahvé: que no se quien está con-
alabe el sabio por su denado a la peste, a la
sabiduría, ni el valiente peste; quien, a la
por su valentía, ni el espada, a la espada;
rico por su riqueza” (Cf. quien, al hambre, al
9,22). hambre; y quien al
cautiverio, al cautiverio.
Inicié predicando la Los someteré a cuatro
necesidad de tiranos, dice Yahvé: la
conversión: “Limpia tu espada para matarlos, los
corazón del mal, perros para
Jerusalén, para que despedazarlos, las aves
puedas salvarte. ¿O de rapiña y las fieras
acaso piensas seguir salvajes para devorarlos y
con tus perversos aniquilarlos” (Cf. 15,1-3).
pensamientos? Les expresé que
(Cf. 4,14) retornaran a la fidelidad,
que cambiaran su corazón: “Así habla
“Hazme caso, Jerusalén, si no quieres Yahvé ¡Maldito el hombre que confía en
que me aleje de ti y te conviertas en un otro hombre, que busca su apoyo en un
desierto, en una tierra deshabitada. Así mortal, y que aparta su corazón de
dice Yahvé, «busquen y rebusquen Yahvé!” (Cf. 17,5).
como en una viña lo que queda de
Israel, vuelvan a pasar su mano, como
lo hace el vendimiador, por los
sarmientos.»” (Cf. 6,8-9)

“Así habla Yahvé, Dios de Israel:


Jeremías

Mensaje de Jeremías
Mi mensaje frente a los demás Preocúpense por la prosperidad del
profetas fue considerado blasfemo. país donde los he desterrado y rueguen
Fui candidato a muerte. Me quedó por él a Yahvé; porque la prosperidad
fama de predicador de de este país será la de
calamidades. ustedes»” (Cf. 29, 4-7)
También les mostré que Yahvé, al ver su
Sin embargo, también anuncié conversión, restablecería su alianza:
salvación: “Me fijaré que les vaya “ya llega el día, dice Yahvé, en que yo
bien, los haré regresar a su tierra, los pactaré con el pueblo de Israel (y con
reconstruiré en vez de demolerlos, los él toda Judá) una nueva
plantaré en vez de arrancarlos” (Cf.
alianza” (Cf. 31,10).
24,6).
Les anuncié la nueva alianza:
“Entonces, dice Yahvé, yo seré el
Dios de todas las familias de Israel, y
ellos serán mi pueblo” (Cf. 31,1),
cumbre de mi mensaje donde les
hablé de muerte y ruina
esperando que se convirtieran
verdaderamente. “Esto dice Yahvé:
en Ramá se han oído unos quejidos y
un amargo lamento: es Raquel que
llora a sus hijos y no quiere que la
consuelen, pues ya no están.” (Cf.
31,10).
Invité a los deportados a construir
casas, a plantar jardines.
Porque allí encontrarían la paz.
“Así habla Yahvé, Dios de Israel, a
todos los judíos que ha desterrado
de Jerusalén a Babilonia: «Edifiquen
casas y habítenlas; planten árboles y
coman sus frutos; cásense y tengan
hijos e hijas. Casen a sus hijos y a sus
hijas para que se multipliquen y no
disminuyan.
Profetismo en Israel

¿Y qué pasó?
En mi tiempo, cumpliendo la misión que Dios me había
encomendado, fui profeta en Israel: denuncié la situación
problemática religiosa y humana de las personas. Desde el punto
de vista religioso, el Reino del Norte fue siempre muy adicto a los
cultos cananeos. Desde el punto de vista humano la situación era
de profundo desánimo ya que había una economía muy precaria
y falta de cohesión política.

Mi predicación no cesó.
Aunque parecía que las
palabras no encontraban eco,
siempre exhorté al pueblo a la
conversión. Dios estaba
descontento porque además
de ser un pueblo pecador, no
permanecieron fieles.
Rechazaron el servicio de Dios,
se hundieron en la esclavitud
de los ídolos, se olvidaron de Él,
rechazaron a los profetas y su
mensaje. Por eso los invité
insistentemente a que se
convirtieran, porque de lo
contrario tendría lugar a un
castigo terrible.
Jeremías

¡Estoy aquí!
Mi predicación, por mandato del Me dirijo también a ti, sicario, que vives de la
Señor, fue sobre todo una invitación maldad y eres un mercader de la muerte a
a la conversión. cambio de dinero, pensando que como
vives en la comodidad vas a permanecer
Pero hoy mi mensaje no es para el
así. No te das cuenta que te encaminas
pueblo de aquel tiempo, hoy me
hacia la muerte, si no te arrepientes, porque
dirijo a ti con las mismas palabras
aunque no quieres aceptar a Dios y temerle,
porque tu situación es similar o
quizá peor que la de aquel pueblo. Él liberará a su pueblo de las garras de la
muerte y destruirá tus intenciones malignas.
Sí, a ti pueblo de Honduras que te
estás acostumbrando a estar de Me dirijo a todos ustedes que hacen el mal y
espaldas a Dios, seducido por la destruyen la vida, pero también a ti que
inmoralidad y la injusticia. La eres indiferente y callas por miedo, solo
necedad ha cubierto tu corazón al observas admirándote de tanto mal y sin
no reconocer al Señor. embargo no actúas de ninguna manera
A ti pueblo, que eres tan inteligente para destruir sus estructuras.
para obrar el mal y atontado para Finalmente, todo este mensaje es dirigido a
hacer el bien. Por esa actitud hacia cada uno de ustedes. Ojalá lo acojan y lo
el Señor quedarás desolado. Pero, hagan vida porque esta Palabra se
¡tranquilo, aún hay esperanza! Si te cumplirá y no pasará de largo. Que sirva
vuelves al Señor de corazón, Él no para su conversión y vuelvan su mirada a
Yahvé.
acabará contigo.
Sí. También a ti, que te llamas
amante de Dios, pero actúas en su
contra y te apegas a ídolos, como
el dinero y el poder, amparado por
tus “estudios” y creyéndote más
sabio que el mismo Dios.
L a acción de Dios ha estado presente a lo largo de la
historia de salvación. En tiempos de desesperación
siempre surge una palabra de esperanza, de denuncia o conde-
na. Esta palabra, con la que Dios habla al pueblo, tiene como
mediación a los profetas. Hoy en día la situación es similar,
solo que en diferentes tiempos históricos y contextos.
Preguntémonos, ¿cómo hablarían los profetas hoy? Con las
publicaciones de estos recursos bíblico-pastorales
pretendemos, ofrecer un material que ayude al discernimiento
de la realidad actual a la luz de los profetas del Antiguo
Testamento, en la búsqueda continua de la voluntad de Dios

II de Teología 2017

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