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PERÓN Y LA BURGUESÍA ARGENTINA

EL PROYECTO DE UN CAPITALISMO
NACIONAL Y SUS LÍMITES
(1946-1976)

James P. Brennan
Marcelo Rougier

Lenguaje ¡claro
editora
Perón y la burguesía argentina. El proyecto de un capitalismo nacional y sus límites
(1946 1976)
-

Título original: The politics of national capitalism: Peronism and the Argentine
bourgeoisie 1946-1976
Primera edición en español, abril de 2013

© The Pennsylvania State University


© Lenguaje claro Editora

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Portugal 2951, (B1606EFA) Carapachay,
provincia de Buenos Aires, Argentina
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Puesta en página: Carla Blanco


Diseño de tapa: Miur

Brennan, James
Perón y la burguesía argentina : el proyecto de un capitalismo nacio-
nal y sus límites : 1946-1976 / James Brennan y Marcelo Rougier. - la
ed. - Carapachay : Lenguaje claro Editora, 2013.
290 p. ; 23x15 cm.

Traducido por: Pedro Tenner


ISBN 978-987-28747-2-8

1. Historia Económica Argentina. 2. Peronismo. I. Rougier, Marcelo


II. Tenner, Pedro, trad.
CDD 330.982

Se terminó de imprimir en el mes de abril de 2013 en La Imprenta Ya,


Av. Mitre 1761, (B1604AKW) Florida, provincia de Buenos Aires, Argentina.

Hecho el depósito que dispone la ley 11.723.

Impreso en Argentina. Printed in Argentina.

La reproducción total o parcial de este libro viola derechos reservados.


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de la década de 1940. Sus negocios privados habían alcanzado las


proporciones de un imperio empresarial, el cual, para la década de
9 1 La burguesía nacional al poder:
1970, era parte de un poderoso holding. Su vínculo con el Estado había
dinámica provincial y el fin beneficiado sus intereses empresariales del pasado y era esencial para
del capitalismo nacional los del futuro, lo que explica el afán de relacionarse con Perón en esos
años. Pero, al igual que en la década de 1950, Gelbard y la CGE realiza-
ron un esfuerzo coordinado para evitar acercarse demasiado a Perón y
los peronistas una vez que alcanzaron una posición de influencia.
Si bien en general a la Confederación General Económica (CGE) se La tendencia hacia el peronismo fue también resultado de las
la consideraba una organización peronista, a lo largo de la década de exigencias de las federaciones provinciales de la CGE de un cam-
1960 la asociación había intentado mantener buenas relaciones con los bio fundamental de dirección en la política económica nacional. La
partidos políticos que manifestaron posturas cuasi nacionalistas, así Federación Económica del Chaco retomó sus antiguas demandas de
como con las facciones nacionalistas de las fuerzas armadas. En las que se fomentara la producción textil en la zona del algodón y se
reuniones de la CGE participaban miembros del Partido Demócrata mejorara la infraestructura en pos del empresariado nacional de la
Cristiano, la Unión Cívica Radical del Pueblo, la Unión Cívica Radical región. Al mismo tiempo, la Federación Económica de Tucumán (FET)
Intransigente y los partidos neoperonistas, y no era infrecuente que criticó a la CGE por no prestar, a comienzos de 1972, un apoyo más
representantes de las fuerzas armadas visitaran los edificios centrales enérgico a la protesta provincial con respecto a los problemas en la
de la organización. Al menos de forma privada, José Ber Gelbard inten- industria azucarera local; la actitud de la CGE llevó a que José Chebaia,
tó también cultivar buenas relaciones con los comunistas.I El hecho de presidente de la FET y miembro leal de la central empresarial, amena-
que la CGE se acercara más al peronismo que al resto de las fuerzas zara con renunciar a su puesto en el consejo ejecutivo de la CGE. 3 En
políticas del país se debió a la lectura fría y calculadora que la orga- Córdoba, los fabricantes de repuestos automotrices, nucleados en la
nización hacía de la realidad política. Gelbard en particular poseía un Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba (CIMC), emergieron,
afilado sentido político y, mediante frecuentes viajes a Madrid, reinició a comienzos de la década de 1970 como la vanguardia del naciona-
su relación personal con Perón, con la esperanza de darle a la CGE la lismo industrial entre los empresarios provinciales. La CIMC criticó
oportunidad, que tanto había esperado, de poner en práctica su pro- duramente la legislación automotriz de 1971, porque abría la industria
grama económico. 2 También esperaba lógicamente poder favorecer sus nacional de repuestos a la competencia extranjera, algo que, en el cre-
propios intereses empresariales. El Gelbard de los primeros años de la cientemente beligerante lenguaje de la CIMC, aparecía como un asalto
década de 1970 era muy distinto al viajante de comercio de Catamarca contra la "liberación" del país. 4 A medida que las multinacionales auto-
motrices se desplazaban hacia políticas de integración internacional,
tercerización y coordinación vertical de la producción, los fabricantes
1
Nuestra interpretación de la relación de Gelbard con el Partido Comunista Argentino locales de repuestos temían que su existencia se hiciera innecesaria.
difiere tanto de la de Gilbert como de la de Seoane. En nuestra opinión, Gelbard no Las exigencias de protección para la industria nacional y el apoyo a la
era en los años setenta un comunista encubierto, sino que cultivó relaciones con el
PCA porque la posición del partido en la "burguesía nacional" era apropiada para sus
propósitos y los de Perón. Para la época en que se convirtió en presidente de la CGE,
Archivo de la FEC, Archivo n° 6 1970-1972, Circular del 2 de julio de 1971; Archivo de
hacía tiempo que Gelbard se había alejado del comunismo de su juventud. Para él, 3
la CGE, Libro de Actas de Comisión Directiva, n° 7, 1971-1973, Acta n° 198 / 72 (1 de
la creación del "capitalismo nacional" era un fin en sí mismo, mientras que para los
comunistas era una etapa necesaria en el establecimiento del socialismo. marzo de 1972).
2 Archivo de la CIMC, Circulares 1959-1971, Circular n° 10 / 71, "Nota al Señor Secretario
Los viajes de Gelbard a Madrid para tratar con Perón se discuten a menudo en los 4
de Estado de Industria y Comercio Interior", 15 de febrero de 1971; ibíd., Circular
documentos de la CGE. Ver, por ejemplo, Archivo de la CGE, Libro de Actas de
Comisión Directiva, n° 6, 1968-1971, Acta n° 189 / 71 (14 de junio de 1971). n° 39 / 71, "Industria Automotriz", 15 de agosto de 1971.
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planificación económica nacional se hicieron más insistentes luego del desarrollo regional. De esta forma, se asoció con la restauración del
Cordobazo; en Córdoba se vivía en un estado de intensa efervescencia gobierno democrático, mientras ofrecía a los partidos políticos del
social, el cual no estaba confinado simplemente a la clase obrera o a la país la alternativa de su propio programa: políticas crecientemente
gran población de estudiantes, sino que influyó también sobre otros favorables que los distinguieran de las implementadas durante la
actores sociales. 5 "Revolución Argentina" (Seoane, 1998).
Dado que estos diversos grupos necesitaban una representación A lo largo de estos meses, la CGE buscó mantener una cierta inde-
industrial más poderosa que la que podían proveer sus organizaciones pendencia del movimiento peronista. No fue hasta que se hicieron
locales, la CGE se convirtió en el vehículo lógico para hacer conocer claras las implicaciones del Gran Acuerdo Nacional de Lanusse, a
sus preocupaciones. Para comienzos de la década de 1970, más de saber, una inminente restauración del régimen peronista, que la CGE
dos mil cámaras elegían las tres confederaciones nacionales de comer- comenzó a tejer una verdadera alianza con Perón. Sus contactos pre-
cio, agricultura e industria que componían a la CGE. Las economías vios con el movimiento obrero facilitaron tal alianza. Desde comienzos
provinciales estaban representadas también por sus federaciones eco- de la década de 1960, la CGE había mantenido estrechas relaciones
nómicas. Hubo algunos sectores económicos específicos (fabricantes con la dirigencia de la CGT, cuya posición con respecto a las políticas
de zapatos, productores de té, entre otros) que continuaron teniendo económicas se estaba haciendo crecientemente compatible con las
una representación independientemente de su localización a nivel de la autoproclamada "burguesía nacional". A finales de la década
provincial. Los ciento cincuenta miembros del cuerpo de delegados de de 1960, la CGE comenzó a clamar por una "Conferencia Nacional de
la CGE presidían sobre una organización compuesta por alrededor de Economía" en la que se proponía debatir y pulir las posturas naciona-
un millón de miembros, lo que la convertía, por un amplio margen, en listas que tanto la asociación empresarial como el movimiento obrero
la central empresarial más grande del país. 6 Además, para el final del apoyaban.? A comienzos de la década de 1970, el contacto entre las
gobierno del general Roberto Levingston y el comienzo del mandato dirigencias de la CGE y la CGT incrementó su frecuencia. Los términos
del general Alejandro Lanusse, Gelbard había logrado convertir a la del Pacto Social se negociaron varios años antes de que Gelbard asu-
CGE en un importante miembro de las fuerzas prodemocráticas y en miera como ministro de Economía: ya en junio de 1970 se había elegido
uno de los principales representantes de una nueva dirección en la un comité de trabajo con representantes de ambas organizaciones. 8 La
política económica. El 27 de enero de 1972, la CGE organizó una huelga solicitada que en 1972 la CGE y la CGT publicaron conjuntamente en
patronal y exigió la restauración de la democracia y elecciones libres. la prensa argentina para presentar su programa económico se había
Dos meses después, impulsó una reunión de los principales partidos diseñado casi un año antes. Las delegaciones de ambas organizaciones
políticos del país, en la cual participaron también representantes de la que habían llevado las propuestas del empresariado y el sector obrero
CGT; allí, la CGE presentó un plan económico para un nuevo gobier- a los gobernadores provinciales no fueron más que la prueba visible de
no que hacía hincapié en la reactivación del mercado doméstico y el una relación que había existido durante mucho tiempo. 9
Poco después de aceptar el puesto de ministro de Economía del
nuevo gobierno peronista, Gelbard hizo hincapié, en forma privada,
5 Archivo de la CIMC, Carpeta "Unión Industrial Argentina—Confederación General en que tanto él como cualquier otro miembro de la CGE que asumiera
Económica," Circular 44 / 69 "Política Industrial Nacional," 12 de septiembre de 1969,
es sólo uno de muchos ejemplos que reflejan la profundización del contenido naciona-
lista de las proclamas de la CIMC tras el Cordobazo.
6 Opinión Económica, año 3, n° 26 (abril de 1972). Éstas son las cifras presentadas por 7 Ver, por ejemplo, la posición de la CGE sobre varias cuestiones en "Ante una positiva
la CGE, las cuales no pueden corroborarse debido a la falta de listas de miembros a actitud empresaria", El Político, 27 de marzo de 1969, 11-13.
nivel nacional durante el período. De todas formas, parecerían ser razonablemente 8 Archivo de la CGE, Actas de Comisión Directiva, n° 6, 1968-1971, Acta n° 178/70 (10

precisas, considerando la cantidad de miembros de los afiliados provinciales como de julio de 1970); ibíd., 180 / 70 (10 de septiembre de 1970).
la Federación Económica de Córdoba, la Federación Económica de Tucumán y la 9 Archivo de la CGE, ibíd., n° 7, 1971-1973, Acta n° 194/71 (8 de noviembre de 1971);

Federación Económica del Chaco. ibíd., Acta n° 203/72 (11 de septiembre de 1972); La Opinión, 10 de septiembre de 1972.
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cargos en el gobierno tenían la "obligación moral" de mantenerse fieles El regreso del peronismo al poder en 1973 le dio a la CGE la opor-
al programa de la asociación, más allá de sus lealtades hacia el gobier- tunidad de poner en práctica todas las ideas y programas que había
no. Se creía que la ascensión de la CGE al poder como "nucleamiento reivindicado por más de veinte años. Durante el primer año y medio
empresarial" y no como parte de un partido político significaba que del gobierno peronista de 1973-1976, el programa económico que se
existía el riesgo de que el poder tentara a sus miembros y, por lo tanto, emprendió fue esencialmente el de la CGE, y fue Gelbard quien lo
corrompiera el programa. Debían tomarse medidas que evitaran tal implementó. 13 Perón estaba convencido, en gran parte como resul-
situación. Tras la restauración del peronismo, la CGE adoptó el aspecto tado del poder de persuasión de Gelbard, de que el plan de la CGE
de una secta política secreta. Sus miembros prometían, en ceremonias de sentaría la base para la reconstrucción y la conciliación nacionales,
iniciación secretas, ser leales a los principios rectores de la asociación. con el sector empresarial y el obrero unidos en una causa común.
Mediante una moción que Gelbard presentó y que el comité ejecutivo Por lo tanto, ordenó al presidente electo Héctor Cámpora que nom-
de la CGE aprobó, se determinó que cualquier miembro de la asocia- brara a Gelbard como zar económico del nuevo gobierno peronista
ción que aceptara un puesto gubernamental debía responder a la CGE y, cuando sucedió a Cámpora en la presidencia en septiembre de
y no al gobierno, y debía renunciar a su cargo si la CGE así lo decidía.'° 1973, retuvo en su cargo al ex presidente de la CGE. Además de
Esto no se debía a una mentalidad retrógrada, sino a una creencia de Gelbard, hubo varios otros miembros de la CGE en las muchas
parte de Gelbard y otros de que el país estaba sumido en la necesidad secretarías que estaban a cargo de Gelbard. También hubo miembros
de un cambio profundo y que el programa de la CGE representaba una de la CGE en la Comisión de Precios, Ingresos y Nivel de Vida del
"opción pacífica" para emprender tal transformación de las estructuras gobierno; Bernardo Kñallinsky, uno de los principales activistas del
económicas, sociales y políticas del país. Existía también cierta prisa ala comercial de la CGE, sirvió como presidente de la Comisión, la
por adoptar el programa de la CGE; los miembros de la asociación cual constituía la agencia gubernamental más importante en lo que
temían que no emprender una reforma significativa conduciría a una se refería a la implementación del Pacto Social, la piedra angular
revolución socialista, y estaban convencidos de que la derecha había del programa económico de Gelbard. También hubo miembros de la
quedado totalmente desacreditada después de siete años de gobierno CGE en las estratégicas Junta Nacional de Granos y Junta Nacional
militar, mientras que la influencia de la izquierda revolucionaria y de Carne, mientras que el Ministerio de Bienestar Social le confió a
anticapitalista estaba en aumento. 11 Por lo tanto, las opciones se limita- la CGE la especial tarea de conformar un comité que estudiara los
ban a que la burguesía nacional realizara su propia revolución o a que planes para la implementación de un seguro de desempleo nacional,
afrontara un estado socialista. 12 la única asociación que lo había exigido entre todos los grupos capi-
talistas. 14 Incluso se seleccionaron miembros de la CGE para puestos
4 ° Archivo de la CGE, Libro de Actas, Comisión Directiva, 1971-1974, Acta n° 7, Acta diplomáticos. Fuera del gobierno, la CGE sirvió como una clase de
218 /1973 (12 de noviembre de 1973). asesor privado de Gelbard y propagandista del Plan Trienal. A fina-
11Archivo de la CGE, Libro de Actas, Comisión Directiva, 1971-1974, n° 7, Acta n° 212
(24 de mayo de 1974). En su discurso ante la Asamblea General de la CGE, después de
les de 1973, por ejemplo, impulsó un programa televisivo semanal,
que se le ofreciera el cargo de ministro de Economía, Gelbard dijo: "A la derecha de El país: un gran compromiso nacional, donde miembros del comité
nosotros no hay nada, a lo sumo un símbolo gastado al que nadie quiere regresar. La ejecutivo de la CGE, junto a un "panel popular", compuesto de
única otra posibilidad es lo que tenemos a la izquierda y el fracaso que sobrevendrá
si no permanecemos apegados a los principios que hemos sostenido y al movimiento
que la CGE y sus líderes han construido a través de la historia. Eso podría provocar
una situación con consecuencias imprevisibles". 13 El programa económico que la CGE presentó en la víspera del regreso del peronis-
12 Nuevamente, las palabras de Gelbard en la víspera de la toma de su cargo describen el
mo al poder fue casi punto por punto el mismo que el nuevo gobierno adoptó. Ver
clima que se respiraba en la CGE toda: "Debemos emprender una revolución pacífica, que- Confederación General Económica, "Sugerencias del empresariado nacional para un
remos un cambio pacífico. Digo 'revolución' porque creo que [...I debemos ser revolucio- programa de gobierno", marzo de 1973.
14 Archivo de la CGE, Libro de Actas de Comisión Directiva, 1971-1974, Acta 219 / 73 (10
narios de forma pacífica, de la forma en que el empresariado nacional lo ha sido siempre."
Archivo de la CGE, Libro de Asamblea, Asamblea General de 1973 (23 de abril de 1973). de diciembre de 1973); Sidicaro, 2002; Rougier y Fiszbein, 2006.
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empresarios, trabajadores, estudiantes, periodistas, amas de casa, un incremento de la demanda interna. Más allá de su posible carácter
etcétera, discutían y debatían varios aspectos del programa econó- quijotesco, el Plan Trienal fue un intento serio y multifacético de atacar
mico del gobierno. 15 las prácticas y la estructura monopolísticas del capitalismo argentino y
Con el ministerio de Economía en sus manos y con su muy visible acabar con la dependencia del país respecto del capital multinacional,
presencia dentro y fuera del gobierno, la CGE reforzó su imagen de sin regresar a las políticas inflacionarias del pasado. 18 Por lo tanto,
organización peronista. Lo cierto es que existía una afinidad ideológica representaba, en algunos aspectos, un distanciamiento considerable
considerable entre el nacionalismo popular peronista y la filosofía de de los programas económicos que los gobiernos nacionales siguieron
la CGE. Pero Gelbard y el programa de su organización representa- después de 1955, particularmente de los de los gobiernos militares des-
ban también algo que se había desarrollado en el país por más de dos pués de 1966. Por ejemplo, para financiar el plan, Gelbard fomentó
décadas y media libre de tutelaje peronista: la concentración de los vigorosamente el comercio internacional e inició relaciones comerciales
pequeños empresarios tras las banderas del nacionalismo y el fede- con Cuba, Rumania, Checoslovaquia y otros países del bloque socia-
ralismo económicos. El programa precisaba que el Estado regulara el lista. 19 Gelbard y la CGE anunciaron su "capitalismo nacional" como
capital extranjero, restringiera el acceso de las multinacionales al cré- una opción revolucionaria realista, no sólo para Argentina, sino tam-
dito nacional y limitara las remesas sobre los beneficios a 14 por ciento bién para toda América Latina; así, enviaron delegaciones a México,
de las ganancias brutas. Gelbard declaró que desde entonces, el nuevo Venezuela y otros países latinoamericanos para que se reunieran con
gobierno otorgaría derechos de inversión extranjera individualmente organizaciones de pequeños empresarios y presentaran su modelo. 20
(en algunos casos según industria, en otros según compañía) y que Sin duda, el Plan Trienal fue un paso más en la tradición peronista de
prohibiría enteramente la inversión extranjera en sectores de la econo- intentos grandiosos de planificación económica nacional que a menudo
mía vitales para la seguridad nacional como el bancario, el petrolero y resultaban más eficaces como instrumentos de propaganda que como
los servicios públicos. 16 Otros aspectos del programa, como la protec- programas realistas y factibles para promover el desarrollo económico. A
ción de la industria "nacional", el crédito bancario y los préstamos a pesar de su importancia simbólica y el papel que desempeñaron en pro-
bajas tasas de interés para pequeños empresarios, la reforma impositi- fundizar el apoyo hacia un proyecto nacional capitalista, los dos Planes
va, el plan para promover el desarrollo económico regional, la ley de Quinquenales de los gobiernos peronistas anteriores habían sido sin
reforma agraria y el control estatal sobre el comercio exterior, más allá duda excesivamente ambiciosos, si bien algo improvisados, y obtuvie-
de la eficacia que hayan o no tenido, fueron todas medidas que la CGE ron, en el mejor de los casos, resultados muy modestos. En particular, el
había propuesto por largo tiempo. 17 Primer Plan Quinquenal era más una colección de proyectos de ley indi-
Al contrario de lo que muchos de sus críticos, ahora y entonces, han viduales, presentada por Perón ante el Congreso, que un plan integrado.
asegurado, Gelbard y la CGE no deseaban simplemente regresar a una El Plan Trienal de Gelbard era un programa mucho más elaborado y
economía distributiva e improvisar un programa económico basado en detallado, la realización final de la ideología de la CGE, que había sido
estudiada y debatida en la organización durante dos décadas.

19 lbíd., Acta n° 218/1973 (12 de noviembre de 1973). En los programas transmitidos se


trataban temas tales como comercio exterior, salarios y precios, política agropecuaria y 18 Por ejemplo, la CGE ofreció propuestas concretas con respecto al tema de la reforma arance-
desarrollo industrial. laria: llegó incluso a instar a que se implementaran políticas "liberales" y la libre importación
16 Archivo de la CGE, "Política económica y social: ruptura de la dependencia", discurso de productos primarios e insumos básicos producidos internacionalmente para evitar la
de José B. Gelbard en la Conferencia de Gobernadores, Buenos Aires, 31 de julio de 1973. escasez de bienes y el mercado negro. Ver La Opinión, 13 de abril de 1973, 12.
17 Archivo de la CGE, "Sugerencias del empresariado nacional para un programa de 19 Con respecto al Plan Gelbard, ver Rougier y Fiszbein, 2006; de Riz, 1981; Canitrot, 1975.

gobierno"; ver también ibíd., Libro de Actas de Comisión Directiva, Acta n° 193 / 71 (16 Para un análisis sumamente crítico y estrictamente técnico del plan, que demuestra poco
de octubre de 1971), donde la CGE, en una época en la que el regreso del peronismo entendimiento de su compleja base social y política, ver Sturzenegger, 1991.
al poder parecía lejano, explica en detalle su programa económico, prácticamente el 20 Archivo de la CGE, Libro de Actas de Comisión Directiva, 1971-1974, n° 7, Acta 223 / 74

mismo que implementó en 1973 desde el ministerio de Economía. (9 de abril de 1974).


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Como se demostró en el capítulo anterior, las significativas reformas formas, Gelbard y la CGE sobreestimaron seriamente la unidad dentro
que el plan propuso no dejaron de lado prácticamente ningún aspecto de las filas tanto del sector empresarial como de los trabajadores. Las
de la economía: se incluyó a la industria, la tecnología, la ciencia, la corrientes anticapitalistas y clasistas en los sindicatos y la propagación
política impositiva, etcétera. Por ejemplo, a diferencia de los dos Planes de la militancia en el lugar de trabajo en todo el país fueron serias
Quinquenales de Perón, el Plan Gelbard buscó implementar una refor- amenazas al Pacto Social. Pero el sector empresarial tampoco logró
ma agraria. Bajo la supervisión del secretario de Agricultura Horacio nuclearse alrededor del programa. En los primeros meses tras asumir
Gilberti, una de las principales autoridades en asuntos agropecuarios Gelbard como ministro, una multitud de organizaciones se unió a la
del país, se diseñaron una serie de proyectos de ley para incrementar CGE. El país presenció el curioso espectáculo de empresas y cámaras
la producción rural por medio de reformas estructurales en la tenencia industriales que, a pesar de nunca haber participado de las actividades
de la tierra. Entre las reformas específicas que se adoptaron, podían de la CGE y de que en ocasiones se hubieran manifestado en contra de
encontrarse leyes que suspendían todos los procedimientos de la asociación, repentinamente buscaban con ansias unírsele. 23 Esto no
desalojo contra arrendatarios y aparceros, facilitaban el crédito a aque- representaba ninguna clase de apoyo al gobierno ni un compromiso
llos que ya habían sido desalojados para que pudieran adquirir tierra con el éxito del Plan Trienal, sino que no fue más que un intento de
nuevamente, alentaban la formación de cooperativas en la producción evitar permanecer fuera de las redes de poder e influencia. Por otra
y la comercialización de bienes agropecuarios, prohibían la inversión parte, los principales grupos económicos del país, especialmente los
extranjera en el sector rural a menos que estuvieran acompañadas por intereses terratenientes organizados en la Sociedad Rural, se opusieron
mejoras tecnológicas, nacionalizaban la comercialización de la carne, rotundamente a Gelbard y mantuvieron una actitud hostil ante la CGE
establecían la supervisión estatal de la intermediación de granos y y su programa.
aceites y, de mayor relevancia, gravaban la tierra con uso y producción De todas formas, existían ciertos fundamentos para el optimismo.
insuficientes (Sidicaro, 1982). Una razón para creer en el éxito del plan era que el histórico adversario
La piedra angular del Plan Trienal era el Pacto Social, un plan de de la CGE, la Unión Industrial Argentina (UIA), se había convertido en
control de salarios y precios. Las empresas y los trabajadores debían una suerte de aliado. La histórica brecha entre la UIA y la CGE había
armonizar sus intereses por medio de la representación en un consejo comenzado a cerrarse en la década de 1960, a medida que los industriales
(la Comisión de Precios, Ingresos y Nivel de Vida) para asesorar al del país comenzaron a aprobar la intervención estatal para proteger la
gobierno con respecto a la política económica y, a través del diálogo y industria. Ya en los inicios de la década de 1960 existieron tenues señales
el compromiso, eliminar la inflación. 21 Los salarios y los precios debían de acuerdo en algunos temas. Por ejemplo, la decisión de junio de 1962
congelarse por dos años para obtener la paz social y romper el ciclo del Banco Central de establecer subsidios públicos (el "régimen de redes-
de inflación estructural, dos requisitos para realizar un planeamiento cuento de emergencia") para las empresas con problemas de liquidez
económico y una reforma capitalista. Durante los primeros meses de resultantes de impuestos atrasados, salarios y pagos a los proveedores,
la gestión de Gelbard, la CGT y la CGE estuvieron en comunicación fue algo sobre lo que tanto la UIA como la CGE se manifestaron a favor.
constante y, como vimos, el Pacto Social tuvo relativo éxito. 22 De todas
Héctor Fautario (Fuerza Aérea)- para informarles acerca del resultado de una reunión
21 "Hacia la justicia social y la independencia económica", Opinión Económica, año IV, reciente de la "Asamblea Nacional de Entidades Empresarias". Archivo de la CGE,
n° 39 (junio de 1973). Para la CGE, el Pacto Social no fue sólo un programa antiinfla- Libro de Actas de Comisión Directiva, Año 7, 1971-74, Acta n° 218 /73 (12 de noviembre
cionario, sino parte de un proyecto mayor para derrotar un "liberalismo antinacional de 1973). En particular, Gelbard predijo la necesidad de crear una amplia alianza de
y anticomunitario", en pos de la "independencia económica". nacionalistas tanto dentro como fuera de los partidos para poseer una chance de éxito
22 La CGE no mantuvo un estrecho vínculo sólo con la CGT, sino también con las faccio- en la implementación del Plan Trienal. Sus conversaciones con los Montoneros, las
nes nacionalistas militares. A manera de ejemplo, el comité ejecutivo de la CGE recibió cuales Seoane discute, pueden atribuirse también a tales preocupaciones.
a los líderes nacionalistas de las tres ramas de las fuerzas armadas -teniente general 23 Archivo de la CGE, Libro de Actas de Comisión Directiva, n° 7, 1971-1974, Acta
Jorge Carcagno (Ejército), almirante Carlos Alvarez (Armada) y brigadier general n° 213 / 73 (12 de junio de 1973); ibíd., Acta n° 214 / 73 (10 de julio de 1973).
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La UIA cuestionó la estipulación del Banco Central de un mínimo de tres- una estricta regulación de la inversión extranjera, principalmente que
cientos empleados para poder ser candidato al subsidio, con el argumen- se diera preferencia a las inversiones de capital en las compañías de
to de que de esta forma se dejaba de lado a los pequeños empresarios. "propiedad nacional" ya existentes o a las inversiones para fomentar
Con esta postura, la UIA compartió la misma posición que la CGE y las la creación de nuevas empresas que se comprometieran a reinvertir en
organizaciones estrechamente vinculadas a ésta, como CIFARA, repre- el país.26 En 1972, ante la posibilidad de que se abriera el país al contra-
sentante de los fabricantes de autopartes. Julio Broner, su presidente, bando, la UIA se unió a la CGE en la oposición al tratado mediante el
presentó objeciones similares a las de la UIA; la única diferencia fue que cual el gobierno de Lanusse establecía el libre comercio entre Argentina
CIFARA insistió en que el BI fuera el único responsable de distribuir el y Paraguay; la ACIEL, por el contrario, apoyó la medida (Seoane, 1998).
crédito, mientras que la UTA apoyaba una responsabilidad conjunta entre La ACIEL temía la alianza que se estaba formando entre la CGE
el Banco Industrial (BI) y los otros bancos públicos. 24 y la UIA e intentó contrarrestar su potencial por medio de un acerca-
Fue como resultado del efecto que el programa económico de miento a la Federación Económica de Buenos Aires (FEBA), miembro
Onganía había tenido sobre la industria nacional que se crearon las de la CGE. En esta federación, tanto el desarrollismo como los grandes
condiciones para una cooperación de carácter más que simplemente terratenientes de la Sociedad Rural habían obtenido un gran nivel de
episódico. En 1967, los principales industriales de la UIA, incluyendo influencia para comienzos de la década de 1970. Hacía tiempo que se
algunos con estrechos vínculos a las multinacionales, se separaron de consideraba a la FEBA como una quinta columna dentro de la CGE y la
la organización y formaron el Consejo Empresario Argentino (CEA) federación había comenzado incluso a participar de las reuniones de la
en alianza con la Acción Coordinadora de Instituciones Empresarias ACIEL, donde criticaba con dureza a los dirigentes de la CGE. En varias
Libres (ACIEL); esto modificó la composición de la UIA y la hizo más ocasiones, la CGE la había tildado de "insubordinada"; de hecho, no fue
vulnerable a las presiones de sus industrias pequeñas y medianas sino la rápida reacción de la dirigencia del comité ejecutivo de la CGE
(Schvarzer, 1991). Cuando la UIA se convirtió en una organización de lo que frustró un intento de parte de la FEBA de tomar control de la
pequeñas y medianas industrias, si bien éstas se encontraban radicadas organización central?' En respuesta a la participación de la federación
principalmente en Buenos Aires, los puntos de acuerdo con la CGE en una reunión de la ACIEL tras las elecciones de marzo de 1973 (algo
se multiplicaron. 25 La presión que los empresarios metalúrgicos ejer- que Gelbard interpretó como parte de una conspiración para evitar que
cieron en pos de una ideología más nacionalista fue particularmente el nuevo gobierno peronista implementara el programa económico de
influyente en el cambio de orientación de la UIA. Para comienzos de su organización), la CGE suspendió definitivamente a la federación. 28
la década de 1970, sus proclamas y publicaciones revelaron posturas La amenaza que el programa de Gelbard representaba para los
sumamente semejantes a las de la CGE. Entre otros pedidos, exigió intereses económicos dominantes del país bastó para impedir siquie-
ra un esbozo de unidad entre las clases capitalistas. Después de un
breve período de apoyo formal, los principales grupos empresariales
24 Archivo del BI, Correspondencia, Legajo 90145, Carta de la UIA al Ministro de
Economía, Álvaro Alsogaray, 27 de junio de 1962; ibíd., Carta de la Cámara Industrial lanzaron una ofensiva contra Gelbard, la CGE y el Plan Trienal. Tras el
de Fabricantes de Automotores, Repuestos, Accesorios y Afines" al Ministro de fracaso de la FEBA en su intento de quitarle a Gelbard el control de la
Economía, Álvaro Alsogaray, 3 de agosto de 1962. La CGE mantuvo también una pos-
tura crecientemente crítica de las finanzas internacionales y las agencias multilaterales
de crédito, especialmente el Fondo Monetario Internacional. 26 Revista de la Unión Industrial Argentina (octubre-diciembre de 1970); ibíd. (julio-septiem-
25 De todas formas, la UIA continuó representando predominantemente a las principales bre de 1971); ibíd. (abril-junio de 1971).
compañías de capital nacional. En 1967, se decía que las firmas afiliadas a la UIA eran 27 Archivo de la CGE, Libro de Actas de Comisión directiva, 1971-1973, n° 7, Acta n° 198 / 72
responsables del 90 por ciento de toda la producción industrial y empleaban el 95 por (10 de abril de 1972); Archivo de la CIMC, carpeta "CINA / /CGE", Texto de las Notas
ciento de los obreros industriales. LA CGE, por el contrario, aseguraba que sus 1.520 Enviadas por la CGE a la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires, 10 de
cámaras representaban veinte mil empresas individuales, un millón de miembros indi- mayo de 1972.
viduales y, así, el 90 por ciento de todos los empresarios, lo que la hacía la principal 28 Archivo de la CGE, Libro de Actas de Comisión Directiva, n° 7,1971-1974, Acta n° 210 / 73
vocera de la pequeña burguesía. Ayres, 1976. (9 de abril de 1973).
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CGE, la ACIEL inició una dura campaña de difamación en la prensa, de Onganía en 1966, la CIMC se había colocado en la vanguardia de
durante la cual cuestionó, particularmente, la integridad de la postura la oposición contra la libre importación de repuestos automotrices
nacionalista de la CGE. El ataque más serio y el que más perjudicó (al mismo tiempo, favoreció la libre importación de insumos para su
a Gelbard personalmente fue la reaparición de viejas acusaciones de que fabricación local) y la integración vertical que Onganía permitía en
Gelbard y otros miembros de la CGE habían firmado contratos prefe- las plantas automotrices. El afán de la CIMC de que se implementara
renciales con el gobierno de Lanusse como socios en el establecimiento un programa económico "nacional y popular" estaba estrechamente
de Aluar, una planta de aluminio en la Patagonia que recibía subsidios vinculado a los cambios en la industria automotriz, los cuales se inten-
estatales. Meses antes, tales acusaciones habían conducido a la CGE a sificaron después de 1966. Tanto Gelbard como Broner, cuyos intereses
amenazar a la ACIEL con una demanda por difamación. 29 empresariales dependían en gran medida del sector automotriz, pres-
Gelbard y la CGE intentaron contrarrestar la creciente oposición taron oídos a las preocupaciones de la CIMC, por lo que una de las
a su programa por medio de la agrupación de los industriales del primeras medidas de Gelbard como ministro fue el establecimiento de
país en una única organización. En agosto de 1974, bajo fuertes pre- la Comisión Asesora de la Industria Automotriz para profundizar la
siones de Gelbard, quien ya estaba ocupando el cargo de ministro de nacionalización del sector. 31 La CIMC poseía una influencia decisiva
Economía, la UIA se unió con el ala industrial de la CGE para formar la sobre la comisión. Asimismo, los empresarios metalúrgicos cordobeses
Confederación Industrial Argentina (CINA). Más allá del mayor grado eran influyentes en la CINA. Sin embargo, la relación de la CIMC con
de acuerdo en ciertos puntos, para la UIA la alianza era esencialmente la CGE tuvo un carácter distinto. Si bien la cámara había alcanzado un
un asunto de conveniencia, el resultado de la certeza de sus miembros puesto prominente en la federación económica de Córdoba, prefería
de que era necesario operar desde dentro. 313 Pero los industriales del tratar directamente con la dirigencia de la central empresarial. La fede-
Interior recibieron a la nueva organización como una verdadera opor- ración de Córdoba participaba de los congresos, reuniones y sesiones
tunidad de nuclear a los industriales del país alrededor de un progra- plenarias de la CGE en una medida considerablemente menor que
ma nacionalista. En realidad, la iniciativa para la creación de la CINA otras, como las de Tucumán y el Chaco. Además, si bien en teoría la
había surgido en abril de 1973, un año antes de la decisión de Gelbard, CIMC representaba a una poderosa economía regional, la organización
cuando los industriales de las provincias, conducidos por la CIMC, tenía una situación financiera demasiado precaria como para poseer
establecieron la Comisión Coordinadora de Entidades Industriales del una influencia contundente dentro de la CGE. 32
Interior y peticionaron formalmente al nuevo gobierno que establecie- Pero su participación irregular en la CGE no evitó que la CIMC se
ra una única asociación de industriales. Éste podría ser el motivo por identificara con la ideología y las políticas del Plan Trienal. Poco des-
el cual se nombró a Carlos Coqueugniot, presidente de la CIMC y la pués de asumir como ministro, Gelbard otorgó a Carlos Coqueugniot,
Federación Argentina de Industrias Metalúrgicas del Interior (FAIMI),
como el primer presidente de la CINA (Schvarzer, 1991). 31 Broner ya había dejado en claro la importancia que le daba al sector de repuestos
El rol de liderazgo de los empresarios metalúrgicos cordobeses en automotrices en La revolución industrial argentina, un estudio parcialmente de su autoría
la CINA y su influencia sobre la gestión de Gelbard fueron el resultado que prácticamente constituía un manifiesto de la burguesía nacional y fue publicado
en el auge de la dictadura de Onganía. En el estudio, el desarrollo tecnológico de la
de un proceso de varios años. Desde el establecimiento de la dictadura industria argentina aparece como dependiente de la supervivencia del sector nacional
de fabricación de repuestos automotrices, y Broner insta a que, mediante una estricta
regulación de la industria automotriz, el Estado prevenga la tercerización y aliente la
29 Archivo de la CGE, Libro de Actas de Comisión Directiva, 1971-1973, n° 7, Acta industria nacional.
n° 204 / 72 (9 de octubre de 1972). 32 Héctor Rocha, asesor legal de la CIMC y principal intermediario con la CGE en esos
30 Alfredo Concepción, presidente de la Confederación de la Industria, en el momento años, relata que la CIMC prefería ejercer presión directamente sobre la cúpula de la
de la fusión, asegura que la UIA continuó manteniendo una profunda sospecha del CGE, compuesta por Gelbard, Broner, Dujovne y Recalde, en lugar de involucrarse
programa nacionalista que obstruía la eficacia de la nueva organización. Entrevista con demasiado con los procedimientos internos de la CGE. Entrevista, Héctor Rocha,
Alfredo Concepción, Buenos Aires, 12 de agosto de 1996. Córdoba, 20 de agosto de 1999.
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quien entonces era presidente de la CIMC y de la FAIMI, un puesto los valores de la responsabilidad social del capital, de las virtudes
en la junta directiva del Banco Nacional de Desarrollo (BANADE). de una alianza con los trabajadores o de la justicia social, a menudo
Un año después, en agosto de 1974, Coqueugniot asumió el cargo de quedó contradicha por el intenso conflicto de clases y una profunda
primer presidente de la CINA, lo que le dio a la CIMC, durante algún desconfianza hacia los sindicatos. No hay duda de que la CIMC
tiempo, una singular influencia entre los industriales del país. En su nunca había intentado nada similar al Pacto Social entre las empre-
Memoria de 1973, la CIMC elogia el Plan Trienal por haber "imple- sas que representaba, y se mantuvo estricta con respecto al control
mentado un programa con un contenido claramente nacional y cuyos de las fábricas, la productividad y los salarios. 36 De hecho, los dos
objetivos principales podrían resumirse como reconstrucción y libe- temas que llevaron a los empresarios metalúrgicos cordobeses al
ración", mientras que alaba el Pacto Social, cuyos principios rectores, activismo (las quitas zonales y el sábado inglés) iban en contra de
según decía, "aceptan la idea de la armonía de clases [...] y abandonan los intereses de los sindicatos. En última instancia, a la CIMC pare-
ideologías que son ajenas a nuestro modo de vida." 33 Lo cierto es que cían atraerle más las implicancias pragmáticas del Plan Trienal (la
el Pacto Social conllevaba la posibilidad de que los miembros de la posibilidad que ofrecía de controlar los sindicatos por medio del
CIMC tomaran el control de los crecientes costos de la mano de obra, congelamiento de salarios y precios y de fortalecer la maquinaria
los cuales empeoraron gracias a las concesiones salariales otorgadas sindical centralizada peronista en desmedro de los radicalizados
en los convenios colectivos de trabajo a comienzos de 1973. Al igual gremios locales) que su mensaje populista. Indudablemente, los
que los empresarios metalúrgicos del Gran Buenos Aires, y quizá más intereses sectoriales también tuvieron un peso significativo. La
aún, considerando el alto grado de movilización obrera de Córdoba, la propuesta de Gelbard de agrupar las empresas estatales en una sola
CIMC aplaudió el congelamiento de salarios y precios, y no tuvo más compañía resultó atractiva para los miembros de la CIMC debido a
que unas pocas críticas durante los primeros seis meses de la gestión sus históricas dificultades con la oferta errática de materiales, espe-
de Gelbard. Tras firmar el Pacto Social, en los documentos internos de cialmente del metal laminado de SOMISA, y los altos precios de los
la CIMC con frecuencia se habló de "la necesidad de estabilizar los servicios.
precios"; varios meses después, la CIMC comunicó a sus miembros Para comienzos de 1974, la CIMC estaba dando claras señales de
lacónicamente y sin expresar crítica alguna, que el gobierno no estaba desilusión con respecto a los términos del Pacto Social. El congelamien-
dispuesto a aceptar modificaciones en el congelamiento de precios. 34 to de precios que se impuso a los empleadores estaba comenzando a
De todas formas, surgieron tensiones y contradicciones como resul- resultar oneroso, producto del incremento de los costos no laborales,
tado de la preeminencia nacional de la CIMC, así como de su influencia especialmente con la llegada de la crisis internacional del petróleo. En
entre los industriales y en la gestión de Gelbard. La participación de los los debates internos de la cámara comenzaron a aparecer exigencias
industriales cordobeses y su cooperación con el gobierno nacional se de que el congelamiento se revocara. 37 Cualquier expectativa que los
hicieron presentes durante los dramáticos conflictos laborales y socia-
les en la Córdoba de esos años. La creencia en la posibilidad de una mientos internos y las proclamas de la CIMC desde finales de la década de 1960 en
adelante. Un memorándum representativo emitido después del Cordobazo advertía
alianza o al menos una tregua con los sindicatos era, indudablemente,
de las corrientes radicales en el movimiento obrero y de sus efectos sobre la industria
mucho menor entre la burguesía industrial de Córdoba que en muchas automotriz local, que conducían a una situación precaria entre los fabricantes de auto-
otras partes del país. 35 La identificación que la cámara manifestaba con partes. Archivo de la CIMC, "Circulares, 1969-71," Circular n° 40/70, "Posición frente
a la Paralización Industrial," 25 de junio de 1970.
36 En los convenios colectivos de trabajo de 1971 de la industria, la CIMC y los industria-
les de las provincias adoptaron una postura más intransigente
que la de la industria
33 Archivo de la CIMC, "Memoria: 1973", 1. la CIMC al doctor Juan A. Luco,
34 Archivo de la CIMC, Actas de Asambleas Ordinarias, n° 5, 1972-1977 (25 de junio de toda, Archivo de la CICM, Carpeta "FAIMI", Carta de
1973 y 29 de octubre de 1973). Ministro de Trabajo, 27 de marzo de 1971.
"Memoria 1973", 1; ibtd., "Libros de Actas de la Comisión Directiva",
35 Las preocupaciones acerca de la militancia de los trabajadores y la creciente radica- 37 Archivo de la CIMC,
de 1974).
lización de los sindicatos cordobeses se expresaron frecuentemente en los procedi- n° 5, 1972 1977 (6 de abril
-
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industriales cordobeses hayan tenido con respecto a la armonía de Gelbard como ministro había sido reemplazar enteramente la junta
clases comenzó a desintegrarse ante la constante radicalización del directiva del BANADE. El nuevo presidente, Ernesto Pascual Paenza,
movimiento obrero de la provincia y la intensificación del conflicto en el vicepresidente, José Domingo Shaw, y prácticamente todos sus direc-
el lugar de trabajo. 38 Las presiones de la CIMC de alcanzar una modifi- tores, incluyendo Couqueugniot, eran figuras estrechamente vinculadas
cación en la política económica habían impulsado a Gelbard a nombrar a la CGE. En su primera alocución ante la nueva junta, Paenza declaró
a Coqueugniot presidente de la CINA en agosto de 1974. Una vez que que la misión del banco era convertirse en un agente más activo de los
su presidente de tantos años estuvo al frente de los industriales del proyectos de desarrollo, haciendo hincapié en las pequeñas empresas. 40
país, la CIMC buscó utilizar su influencia sobre el poder central para ElBANDrefomósutapbenficrlato,
resolver los problemas crónicos de su sector; el vocabulario entusiasta extender préstamos a emprendimientos no industriales donde predo-
de los primeros días de la gestión de Gelbard prácticamente desapare- minaba ese capital y en general integrarse enteramente en el programa
ció de sus proclamas y debates privados. 39 reformista de Gelbard (Rougier y Fiszbein, 2006). De todas formas, a
En realidad, el nombramiento de Couqueugniot como presidente pesar de las expectativas a largo plazo que Gelbard o Paenza hayan
de la CINA no representó sino un leve incremento de la influencia de la podido tener, el BANADE pareció desempeñar su papel tradicional
CIMC sobre el ministerio de Gelbard. Desde su puesto en la junta direc- de favorecer ciertos distritos electorales, reforzar alianzas y auxiliar
tiva del BANADE, Couqueugniot se había encontrado en la posición compañías cercanas a la bancarrota. Es cierto que el BANADE estuvo
de ofrecer apoyo vital sobre el asunto crucial del crédito. Al realizar profundamente involucrado en la elaboración y promoción del Plan
los nombramientos que le correspondían como ministro de Economía, Trienal de Gelbard; además, en la campaña publicitaria nacional que
Gelbard había preferido colocar a miembros leales de la CGE en el sis- se emprendió a comienzos de 1974 para apoyar el plan, el banco fue la
tema financiero, especialmente en los tres bancos públicos más estraté- agencia gubernamental que Gelbard utilizó para alinear el apoyo de la
gicos: el Banco Central, el Banco de la Nación y el BANADE (Seoane, CGE y de la CGT.41
1998). Como ocurrió en las décadas de 1940 y 1950, el BANADE (que Aún más notable fue la utilización improvisada del crédito, el cual
solía ser el Banco Industrial) fue el banco público clave en la creación se administró sin ningún criterio de largo plazo y esencialmente en
de una alianza entre distintos sectores de la burguesía, las economías respuesta a una lógica política y a influencias personales. El BANADE
regionales y el gobierno peronista. Una de las primeras medidas de extendió la mayoría de sus préstamos para cubrir salarios y aguinaldos
—y mantener de esa forma la tregua con el sector obrero que confor-
maba la piedra angular del Pacto Social—, así como para garantizar la
38La CIMC describió la situación laboral en 1974 en los siguientes términos: "Con res- solvencia de compañías del sector público, las cuales también poseían
pecto a la situación laboral, las tácticas de los sindicatos se han modificado. Ya no hay
huelgas generales, sino que las demandas por salarios más altos, sin ningún reparo en grandes fuerzas laborales (Rougier y Fiszbein, 2006). Las economías
los procedimientos legales, se hacen fábrica por fábrica. Los métodos adoptados son la provinciales estrechamente vinculadas a la CGE, como las del noroeste
intimidación personal y la reducción de los ya bajos niveles de productividad. Existen
fábricas que están trabajando al veinte por ciento de su capacidad normal y aún no han
y noreste, recibieron préstamos considerables. El Chaco, por ejemplo,
recuperado su producción, a pesar de haber otorgado incrementos salariales, bonifica- recibió un crédito significativo para el programa de construcción
ciones y suplementos salariales". Archivo de la CIMC, "Memoria 1974", 2. de carreteras que hacía tiempo que estaba exigiendo, mientras que
" El archivo de la CIMC está repleto de correspondencia desde 1974 a 1975, donde se
solicita a Coqueugniot que intervenga para solucionar problemas concretos. Por ejem- Tucumán recibió varios préstamos inusualmente grandes a interés
plo, los problemas de los industriales metalúrgicos con el suministro de materiales los favorable para subvencionar la industria azucarera provincial, que se
obligaron a establecer la Cooperativa de Provisión y Comercialización de Pequeños
y Medianos Industriales Metalúrgicos de Córdoba Ltda. (CIMCOL). En una carta, la
CIMC solicita a Coqueugniot que ejerza presión sobre SOMISA para que entregue
el metal laminado que había accedido a vender a la cooperativa local. Archivo de la 40 Archivo del BI, Libro de Actas, n° 304, vol. I, junio de 1973, Acta n° 1965 (19 de junio
CIMC, Carpeta "CINA /CGE", Carta de la CIMC a Carlos Coqueugniot, presidente de de 1973): 3359.
la CINA, 28 de octubre de 1974. 41 Archivo del BI, Libro Copiador, n° 35, Cartas a la CGE y la CGT, 2 de febrero de 1974.
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encontraba en una situación difíci1. 42 Los miembros más influyentes (UOM) cuando el destinatario de uno de sus préstamos era una empre-
de la CGE fueron también beneficiarios de la generosidad del banco; sa donde se empleaba a un número significativo de miembros de ese
un ejemplo de ello fue la Federación Argentina Agraria (FAA), la cual sindicato; de hecho, era común que se informara a los sindicatos pero-
recibió un crédito para un uso no especificado, a pesar de que en su nistas de la distribución de crédito del BANADE. 47
carácter de asociación empresarial sin fines de lucro no cumplía los De todas formas, quizá el aspecto más revelador con respecto al
requisitos para recibir préstamos del banco. 43 LA CGE obtuvo un cré- desempeño del BANADE en esos años fue la forma en que los diri-
dito considerable, nuevamente contraviniendo los estatutos bancarios, gentes de la CGE hicieron uso del crédito público. Gelbard, Broner
para emprender, a comienzos de la gestión de Gelbard, un Congreso y Recalde fueron grandes beneficiarios de préstamos a tasas bajas de
Nacional de la Industria para establecer la CINA." interés para sus muchos emprendimientos comerciales. La compañía
Entre los sectores industriales, las empresas metalúrgicas recibieron de Broner, Wobron, recibió dos grandes préstamos para "fortalecer la
préstamos principalmente para consolidar deudas o pagar a la fuerza estructura financiera" de la empresa. En junio de 1973, apenas sema-
laboral, si bien la "modernización de planta" fue un criterio aceptable nas después de que Gelbard asumiera su cargo en el ministerio, el
para la aprobación de algunos créditos. Un préstamo típico fue el que BANADE le concedió a Wobron un préstamo para cancelar sus deudas
se extendió a las empresas más antiguas e importantes de propiedad pendientes. Un año después, se le concedió un préstamos de casi dos
pública. La Cantábrica recibió un préstamo de tres millones de pesos millones de pesos para el mismo propósito, en este caso a una tasa
para pagar los incrementos salariales que otorgó el Pacto Social 4 5 La de interés anual del 19 por ciento, muy por debajo de lo que estaban
industria automotriz resultó particularmente favorecida y las com- ofreciendo los bancos privados e incluso de las tasas del momento del
pañías cordobesas fueron importantes beneficiarias. Se extendieron BANADE.48 Recalde recibió un préstamo aún mayor para su empresa
préstamos de 5 millones, 10 millones y 10,5 millones de pesos, res- textil Suixtil S. A.: un préstamo a tres años de tres millones de pesos
pectivamente, a Forja Argentina S. A., una empresa manufacturera de al veinte por ciento de interés anual, como "refuerzo de estructura
ruedas para Ferrocarriles Argentinos, a Industria Latinoamericana de financiera".49 No es improbable que la muerte prematura de Dujovne
Accesorios SAICFM, una empresa manufacturera de asientos y acceso- en 1975 haya sido lo único que evitó que el BANADE otorgara un prés-
rios para automóviles, y a S. Prati y Cía., una empresa manufacturera tamo en términos igualmente generosos a su empresa constructora.
de radiadores de automóviles. 46 Pero las compañías metalúrgicas no Pero fue Gelbard quien mayormente utilizó los créditos del
fueron las únicas que recibieron un trato especial. El banco se asegu- BANADE. En octubre de 1973, FATE recibió grandes préstamos (6,5
raba de hacer saber a los afiliados de la Unión Obrera Metalúrgica millones de pesos) y varios meses después transfirió sus deudas a una
compañía financiera (Prader) de la cual se decía que Gelbard era due-
42 Archivo del BI, Libro de Actas, n° 341, junio de 1974, vol. 2, Acta 2041 (junio de 1974): ño.50 En 1974, el BANADE concedió a FATE un préstamo considerable
10153; ibíd., Libro Copiador n° 29, vol. 1, Carta del BI al Ministerio de Economía, 10 de de casi 13 millones de pesos para construir una planta que fabricara las
septiembre de 1973; ibíd., Libro de Actas, n° 330, vol. 2, Acta n° 2023 (febrero de 1974):
3167. El banco extendió préstamos a finales de 1973 y 1974 al gobierno provincial (100 primeras calculadoras eléctricas nacionales (Cifra); varios meses des-
millones de pesos para pagar salarios) y la Unión Cañeros Azucarera Ñuñorco (18 millo- pués, le otorgó un préstamo de 2,6 millones de pesos para permitirle
nes de pesos para adquirir maquinaria y emprender un programa de modernización).
43 Archivo del BI, Libro de Actas n° 321, vol. 3, Acta n° 2005 ((Noviembre de 1973): 13041.
44 Archivo del BI, Libro de Actas n° 31, Carta a Alfredo Concepción, Presidente de la
Confederación General de la Industria, 9 de agosto de 1973. 47 A manera de ejemplo, ver la carta a la UOM local en Archivo del BI, Libro copiador
45 Archivo del BI, Libro de Actas n° 306, julio de 1973, vol. II, Acta n° 1972 (19 de julio n° 31, 1973, "Provincias Varias," 21 de agosto de 1973.
de 1973): 4971; ibíd., n° 307, julio de 1973, vol. 3, Acta n° 1975 (30 de julio de 1973): 48 Archivo del BI, Libro de Actas n° 304, junio de 1973, vol. I, Acta n° 1966 (25 de junio de
5325-5326. 1973): 3563; ibíd., n° 340, junio 1974, vol. 1, Acta 2039 (junio de 1974): 9302.
46 Archivo del BI, Libro de Actas n° 329, febrero de 1974, vol. I, Acta n° 2021 (febrero de 49 Archivo del BI, Libro de Actas, julio de 1974, Acta n° 2043 (12 de julio de 1974).
1974): 2659; ibíd., n° 338, mayo de 1974, vol. 2, Acta n° 2035 (mayo de 1974): 7491-7492; 5° Archivo del BI, Libro de Actas, vol. 4, Acta n° 1998 (octubre de 1973): 10782; ibíd.,
ibíd., 341, mayo de 1974, vol. 2, Acta n° 2041 (mayo de 1974): 10450. n° 322, vol. I, Acta n° 2007 (diciembre de 1973): 13483.
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pagar el aguinaldo de mitad de año y uno de casi un millón de pesos su organización. Por ejemplo, en los años anteriores al nuevo gobierno
para que la compañía pudiera comprar un avión privado. 51 Los otros peronista, Gelbard había negociado con el gobierno de Lanusse para
emprendimientos de Gelbard también fueron beneficiarios del crédito obtener el contrato de Aluar. Además, no hay duda de que durante la
del BANADE. En abril de 1974, Aluar Aluminio Argentino S. A., la gestión de Gelbard, tanto él como Broner utilizaron a la CGE como un
planta de aluminio de Puerto Madryn (Chubut) en la cual Gelbard instrumento para contrarrestar las políticas de las multinacionales auto-
era un importante accionista, recibió un préstamo de tres millones de motrices y así terminar con la tercerización e integrar a sus empresas glo-
pesos. Lo interesante acerca de este crédito en particular fue que la balmente. Este frágil equilibrio se hizo cada vez más dificil de mantener
garantía que se ofreció por él no fue ni capital ni propiedad, sino el aval una vez que Gelbard tomó su cargo en el gobierno, ya que la CGE y sus
de la Secretaría de Hacienda, es decir, el propio gobierno. 52 miembros esperaban que el ministro diera prioridad a las significativas
Sería sencillo atribuir tal uso del BANADE a un aprovechamiento reformas que proponía el Plan Trienal.
cínico de la situación de poder para beneficiar intereses privados o, al Un problema incluso mayor fue que la "burguesía nacional", si bien
menos, a las fechorías de una camarilla de empresarios arribistas que quizá se había unido ideológicamente tras el Plan Gelbard, era un grupo
ascendieron desde el anonimato hasta las más altas esferas gubernamen- demasiado diverso como para reconciliar sus intereses individuales
tales. Sin embargo, no existe necesariamente una incompatibilidad entre una vez que las implicaciones prácticas del programa económico se
tal comportamiento y la ideología y el programa nacionalista de Gelbard hicieron claras; este hecho revela la inherente debilidad política de las
y la CGE. Convencidos de que estaban conduciendo en un proyecto de clases capitalistas del país, así como los límites de la alianza populista
liberación a la burguesía nacional, que de hecho eran la mismísima encar- peronista. La heterogeneidad de la burguesía nacional implicó que en
nación de ella, Gelbard, Broner y Recalde no tuvieron miramientos en última instancia —y a pesar, incluso, del nacionalismo programático
utilizar los recursos del Estado para fortalecer sus compañías como parte y el contenido federalista del Plan Trienal—, una única organización
de un programa general de protección de los capitalistas nacionales y de o un único programa económico no podían representar los intereses
profundización del capitalismo nacional. Además, asumieron, acertada- del sector. La alianza que el Pacto Social había concretado comenzó a
mente, que el crédito público y estatal, incluyendo el del BANADE, había mostrar grietas, no sólo debido al descontento del movimiento obrero,
sido utilizado por otros sectores de la burguesía argentina para su benefi- sino también al de un sector empresarial que se encontraba cada
cio, particularmente por los grandes grupos financieros e industriales que vez más dividido. La debilidad política del gobierno peronista no
favorecían los gobiernos militares del período de 1966 a 1973. 53 hizo más que reforzar las contradicciones del programa económico (De
De todas formas, durante años los líderes de la CGE se habían visto Riz, 1981). Especialmente, los miembros de la UTA se quejaron del con-
envueltos en las complejas maniobras que dictaba la necesidad de trol sobre los precios, mientras que los oponentes que representaban
lograr que la construcción de sus imperios empresariales no resultara a los grandes grupos capitalistas de Buenos Aires, como la Sociedad
demasiado contradictoria con respecto a la representación de los peque- Rural y la Cámara Argentina de la Construcción formaron, en agosto
ños empresarios del Interior. Si bien existían estructuras democráticas de 1975, la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias
dentro de la CGE y la participación de los bolicheros era significativa, (APEGE) para oponerse públicamente al programa económico de la
hacía tiempo pie la dirigencia de la asociación poseía una influencia CGE (Schvarzer, 1991).
directa sobre el Estado que le permitía negociar independientemente de Las discrepancias se presentaron incluso entre los miembros más
leales de la CGE. Una de las primeras defecciones fue la de los pequeños
empresarios rurales de las provincias pampeanas representados en la
51 Archivo del BI, Libro de Actas, n° 339, vol. 3, Acta n° 2037 (mayo de 1974): 8414; ibId., Federación Argentina Agraria (FAA). Si bien la FAA no se había unido a
Acta n° 2048 (8 de agosto de 1974), Acta n° 2054 (26 de septiembre de 1974).
52 Archivo del BI, Libro de Actas, n° 335, vol. I, Acta n° 2029 (abril de 1974): 5370.
la CGE sino hasta finales de la década de 1960, para la época de la gestión
53 Ver Niosi (1974) y especialmente Rougier (2004c). de Gelbard se había convertido en uno de los miembros más influyentes
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del ala agropecuaria de la organización. Los miembros de la FAA estu- eran irrelevantes e incluso contraproducentes ante el colapso casi abso-
vieron de acuerdo con los planes de Gelbard de emprender una reforma luto de la economía azucarera provincial. Las duras críticas se hicieron
agraria y establecer un impuesto a la tierra improductiva, pero no con el oír tanto en los debates internos de la FET como en sus proclamas
intento de mantener bajos los precios de los bienes agropecuarios para la acerca de la ley de reforma agraria y las constantes menciones a la
clase obrera partidaria del gobierno; este intento resultó tener una prio- "cogestión" del lugar de trabajo. 56
ridad mayor que aquel plan. La reforma agraria propuesta se postergó y En agosto de 1974, tras una larga huelga que paralizó la cosecha anual
fue abandonada enteramente por la CGE a finales de 1974 (De Riz, 1981; de Tucumán, la FET concretó un acuerdo con la CGT provincial para
Schvarzer, 1991). Un golpe incluso mayor ocurrió cuando el Movimiento crear un "Frente Azucarero" en oposición a las políticas económicas del
Empresario del Interior (MEDI), que se estableció en 1974 como una orga- gobierno.57 Para comienzos de 1975, todas las economías azucareras
nización aparte que representaba, entre otros, a las economías azucareras del noroeste estaban operando esencialmente de manera independiente
del noroeste, se opuso al congelamiento de precios del azúcar y dejó de de la CGE a través del MEDI, una extensión del Frente de Entidades
participar activamente de la CGE. La Federación Económica de Tucumán Empresarias del Noroeste Argentino (NOA). El NOA se había estableci-
encabezó la defección, con lo que dejó a la CGE sin el que tradicionalmen- do en 1969, presidido por Chebaia y la FET para coordinar los intereses
te había sido, a pesar de la creciente oposición hacia la dirigencia nacional de las provincias azucareras. EL MEDI se expandió e incluyó algunas
de la central empresarial, uno de sus bastiones. 54 otras provincias, en su mayoría pobres, descontentas ante el hecho de
La tensión entre la FET y la CGE había estado en aumento desde que la dirigencia nacional de la CGE no había cumplido sus promesas de
comienzos de la década de 1960. Tras el nombramiento de Gelbard desarrollo provincial. En agosto de 1975, Pedro Benejan, presidente de la
como ministro, los puntos de fricción no hicieron más que multipli- FET, exigió que renunciaran todos los dirigentes nacionales de la CGE;
carse. La FET insistía en que la central empresarial debía realizar una meses después, el MEDI demandó lo mismo (Schvarzer, 1991).
enérgica intervención para resolver los problemas económicos de su Incluso en una misma provincia se hizo imposible mantener los
provincia, los cuales habían alcanzado un estado crítico. Prácticamente diversos intereses empresariales aglutinados alrededor del plan. Para
todos los representantes de los intereses azucareros locales (la FET, el comienzos de la década de 1970, la economía agrícola del Chaco se
CACTU, la organización que representaba a los grandes cañeros, y el encontraba también en una situación de crisis. La producción de algo-
Centro Azucarero Regional) se opusieron a la reforma agraria y a la dón, quebracho y tanino se había precipitado. En particular, la pro-
apertura de nuevos ingenios y argumentaron en cambio en favor de ducción de algodón resultó perjudicada por un pronunciado declive
reabrir los que se habían cerrado durante el gobierno de Onganía. 55 Las en la demanda del mercado textil interno, en donde el uso de fibras
frecuentes visitas de Gelbard y Broner a la provincia en los primeros sintéticas estaba en aumento. Una notable caída en la demanda afectó
años de la década de 1970 no ayudaron a impedir que la FET se dis- también al sector forestal. Dado que estos sectores económicos eran
tanciara de la CGE. Los numerosos sectores de la burguesía tucumana intensivos en mano de obra, su debilitamiento había conducido a gra-
consideraban que las reformas que proponía el Plan Trienal, así como ves problemas sociales, entre ellos un mayor éxodo poblacional de la
sus ambiciosos proyectos para construir un "capitalismo nacional", provincia y un recrudecimiento de las protestas rurales, organizadas
a través de las ligas agrarias. Para remediar la situación, la CGE había
fomentado una intervención estatal en la forma de subsidio de precios,
54 Los líderes de la CGE del período insistieron en que la defección de Tucumán fue el resul-
tado de años de esfuerzo de parte del desarrollismo para capturar la FET, de la misma
forma que había hecho con la FEBA en la provincia de Buenos Aires. No hay pruebas que
respalden tales suposiciones, pero es indudable que existieron tales intentos de parte del 56 Archivo de la FET, Libro de Actas, 7 de octubre, 1974, 187-188; 15 de octubre de 1974,
desarrollismo y al menos en una provincia (Misiones) habían tenido éxito. El estudio de 195-196; 11 de noviembre de 1974, 211-213.
Schvarzer sobre la UTA adhiere también a esta suposición. Ver, Schvarzer, 1991. 57 Federación Económica de Tucumán, Memoria, 1953-1992, 59-60; La Opinión, 15 de abril
55 Archivo de la FET, Libro de Actas, 11 de marzo de 1974, 100-101. de 1975, 20.
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protección arancelaria para el algodón y la industria textil local. 58 El gobierno peronista parecieron haber llegado a un punto de quiebre a fina-
gobierno peronista del Chaco, al igual que durante las décadas de les de 1975, cuando la CIMC le pidió a Coqueugniot, sin éxito, que evitara
1940 y 1950, fue más allá que cualquier otra provincia en la materiali- la aplicación de la "tregua" de 180 días en las fábricas del país que estaba
zación de la doctrina peronista al lanzar una campaña para fomentar proponiendo el Ministerio de Trabajo, algo que se veía como una capitula-
la "empresa justicialista." A todas las compañías de propiedad pública ción ante los sindicatos, por la cual los empresarios no estaban recibiendo
se les ordenó emprender una serie de reformas administrativas, con el algo a cambio. 61 Para comienzos de 1976, el entusiasmo de los primeros
objetivo, entre otros, de garantizar la participación de sus trabajadores días del Plan Trienal parecía pertenecer a épocas distantes; la CIMC dedicó
en el planeamiento y la administración. En el caso de la compañía eléc- sus esfuerzos a ejercer presión sobre la CINA en pos de una eximición de
trica provincial, el gobierno propuso establecer consejos asesores que impuestos, mientras negociaba con CIFARA y las principales compañías
formaran parte de la junta de directores de la compañía e influyeran en automotrices para establecer acuerdos favorables para los precios y pagos
la toma de decisiones. 59 De todas formas, las empresas agrupadas en la de las terminales a los proveedores de autopartes. 62
federación provincial no pudieron reconciliar sus intereses para apoyar La UTA se retiró de la CINA tan sólo meses después de que ésta se
de manera efectiva ni al gobierno peronista provincial ni al nacional. estableciera y en una coyuntura de deterioro económico y político. El
Los comerciantes de Resistencia, quienes para entonces dominaban la Plan Trienal sobrevivió a Perón, quien murió en julio de 1974, por sólo
federación, no lograron hacer frente a las tendencias individualistas de unos meses. En octubre de 1974, Gelbard se vio obligado a renunciar.
los intereses algodoneros y madereros que controlaban la economía del Por su parte, la CGE continuó ejerciendo presión en pos de las medi-
Chaco, los cuales demostraron que estaban más preocupados por las das que se adoptaron durante la gestión de Gelbard, incluso después
ligas agrarias y sus propios intereses sectoriales que por el Plan Trienal. de la renuncia de su líder. LA CGE se opuso a la devaluación del peso
Una situación similar existió entre los empresarios metalúrgicos cor- y exigió la implementación de los acuerdos comerciales firmados con
dobeses que dominaban la federación económica de Córdoba. Si bien a los países del bloque socialista, así como de las pautas planteadas en
través de Coqueugniot los miembros de la CIMC gozaban de una influen- el Plan Trienal, el cual el gobierno estaba abandonando rápidamente
cia privilegiada sobe la CINA, la incapacidad de la política económica (Seoane, 1998). En febrero de 1975, la CGE se retiró de la estratégica
nacional de resolver los problemas locales provocó que los empresarios Comisión Nacional de Precios y Salarios, un sector clave de la burocra-
metalúrgicos cordobeses perdieran interés en el Plan Trienal y en la propia cia para supervisar la aplicación del Pacto Social. A lo largo de 1975, las
CGE. Para mediados de 1975, la CIMC se estaba ocupando de los intere- defecciones de la CGE se multiplicaron y ni la Conferencia Económica
ses diarios de sus miembros y no prestaba mucha atención a las políticas Nacional convocada por la CGE a fin de año ni un paro patronal pro-
económicas nacionales. El nacionalismo entusiasta de años anteriores puesto a finales de febrero de 1976 lograron resucitar el nacionalismo
parecía haberse disipado rápidamente. La CIMC no sólo había dejado de económico. Tras el golpe de Estado de marzo de 1976, el gobierno mili-
confrontar a las multinacionales automotrices, sino que estaba invitando tar intervino todas las organizaciones pertenecientes a la CGE. Un año
a los ejecutivos de IKA-Renault y Fiat para debatir los problemas en la después, los líderes militares del país proscribieron la CGE, y Gelbard
industria de repuestos automotrices y elaborar un plan para aligerar las huyó del país y murió en el exilio.
cargas financieras de los proveedores locales de partes. 60 El apoyo hacia
el Pacto Social colapsó completamente. Las relaciones de la CIMC con el

58 "La situación en las provincias: Chaco", Opinión Económica, año 4, n° 38 (mayo de 1973).
59 Ministerio de Economía y Obras Públicas, Provincia del Chaco, "Contribución para 61 Archivo de la CIMC, Carpeta "CINA / CGE", Carta de la CIMC a Carlos Coqueugniot,
una doctrina de gobierno" (noviembre de 1974). Presidente de la CINA, 15 de octubre de 1975.
60 Archivo de la CIMC, Circulares 1975-1978, Circular n° 12/75, "Reunión 24/6/75 entre 62 Archivo de la CIMC, Archivo "CINA/CGE", Carta de la CIMC a la CINA, 19 de febre-
Directivos de IKA-Renault y Representantes de la CIMC", 3 de julio de 1975. ro de 1976; ibíd., Circulares, 1975-1978, Circular 11 /76, 23 de marzo de 1976.

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