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AMÉRICA LATINA

EN LA HISTORIA
CONTEMPORANEA

Argentina
TOMO 4 _ 1930/1960
Mirando hacia dentro

taurus

FUNDACIÓI\MAPFRE T
El proceso económico

Claudio Belini

La crisis de 1929 inauguró un periodo de grandes transfor­


maciones del orden económico mundial, que obligaron a
quienes dirigían las economías periféricas a ensayar nuevas
fórmulas que permitieran asegurar el crecimiento de la
producción y el empleo. Por entonces, la Argentina era uno
de los principales productores y exportadores mundiales de
carne bm�na, lana y cereales. A pmtir de las últimas décadas
del siglo XIX, la economía local había crecido a un ritmo
acelerado, estimulada por la expansión de los países indus­
trializados y, particularmente, por la complementariedad
de su producción con la economía británica. Gracias a esta
exitosa inserción en el comercio mundial, hacia 1929, la
Argentina poseía la economía más extensa y diversificada
de América Latina.
Treinta años después, a finales de la década de 1950, la
Argentina se había apartado de ese perfil. La economía
había acentuado su orientación hacia el mercado interno.
El crecimiento de la producción mostraba fluctuaciones
cíclicas muy importantes y marcadas diferencias sectoriales.
Las expmtaciones de productos primarios seguían constitu­
yendo el grueso del comercio exterior, pero ahora apenas

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alcanzaban para generar las divisas requeridas para aliment índice ascendió ininterrumpidamente hasta
tr qum quenio este
· .
el desenvolvimiento industria l. Como resultado de estos los 5.529 dólare s estado unidenses en 1948. A partir
alcan zar
factores, el incremento de la renta per cápita se había ralen­ economta se sumergió en una etapa de lento
de entonces, la
as motivadas por el déficit crónico
tizado, colocando a la Argentina en una posición secund aria crecimiento y crisis cíclic
entre el grupo de países que comenzaron a ser conocidos s. Sólo en 1957 se superó el nivel alcanzado
de la balanza de pago
como «subdesarrollados». nueve años atrás.
s, que coinciden
Los analistas han formulado diversas interpretaciones Este capítulo se organiza en tres parte
a 1930. Estas etapas, cuyo
para explicar este proceso: una dotación de recursos naturales con las tres décadas posteriores
el mercado internacional
poco adecuada para impulsar la industrialización; el reducido inicio es marcado por cambios en
diferente consideración,
tamaño del mercado interno; el escaso dinamismo del em­ que derivaron en crisis internas de
transformaciOnes en
presariado, reacio a invertir en actividades que no reditua­ permiten observar la naturaleza de las
ran rendimientos altos e inmediatos, y una política económi­ la estructura económica del país.
ca que perseguía la autarquía durante los dos gobiernos de
Juan Domingo Perón. En este capítulo no se apelará a una
treinta
explicación que se centre en sólo una de aquellas causas; por Crisis y transformaciones en los años
el contrario, se intentará demostrar que las condiciones
ofrecidas por el mercado internacional continuaron ejer­ Impacto de la Gran Depresión
mía argentina
ciendo un papel importante en las posibilidades económicas Luego del fin de la 1 Guerra Mundial, la econo
y exportación
que se abrían al país. En este sentido, en pocas ocasiones las continuó especializándose en la producción
cidos en el
políticas aplicadas pueden verse como una opción entre de productos primarios, pero los cambios produ
su desempeño.
caminos alternativos. Así como el crecin1iento anterior a mercado internacional comenzaron a afectar
auge del protec­
1930 había sido posible gracias a la gran expansión del La inestabilidad de los flujos del capital, el
a la sobrepro­
comercio internacional, el lento incremento de la produc­ cionismo agrario en Europa y la tendencia
de ese orden
ción posterior a 1930 (a una tasa media anual del 2,7 por ducci ón de cereales revelaron la fragil idad
ciento) pareció estar en buena medida condicionado por las económico.
afrontar
menores oportunidades ofrecidas por el mercado mundial. La economía argentina estaba mal preparada para
apertura al
Sin embargo, el desempeño de la economía después de un periodo de inestabilidad. El alto grado de
exportación de
1930 no fue uniforme. El producto bruto interno per cápita, comercio mundial, la especialización en la
dependencia
medido en dólares de 1990, que había alcanzado 4.612 dóla­ una canasta limitada de productos y la fuerte
una parte
res estadounidenses en 1929, declinó durante la Gran De­ del capit al extra njero , que era propi etario de
y adem ás era
presión y recién superó esa cifra en 1943. En el siguiente signif icativ a del stock de capit al insta lado

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140 Hlproceso económico Claudio Belini
acreedor del Estado nacional, constituían los factores prin­ tuado por la declinación de los precios internacionales de los
cipales que hacían a la economía local muy vulnerable a los productos argentinos. La combinación de la salida de capi­
desequilibrios del mercado mundial. Una caída de la actividad tales y la caída de los ingresos por las exportaciones marcaron
industrial o una crisis financiera en Europa repercutía local­ el comienzo de un nuevo ciclo recesivo. En lo inmediato, el
mente a través de la reducción del precio o del monto de las gobierno de Hipólito Yrigoyen dispuso el cierre de la Caja de

exportaciones -y, en ocasiones, de ambos-, de la reducción Conversión con el objeto de frenar la sangría de oro.
de la inversión extranjera y, algo más tarde, del derrumbe dé En octubre de 1929, el derrumbe de la Bolsa de Nueva

las importaciones. Las presiones se acrecentaban sobre la York persuadió a muchos de que la prosperidad de los años

balanza de pagos debido al fuerte peso que tenían el pago de veinte había cedido paso a la recesión. Empero, solo con la

los servicios de la deuda externa y el giro de las utilidades crisis financiera provocada por la quiebra del banco austríaco

de las empresas extranjeras. Credit-Anstalt, que hundió a la economía europea en la

En este marco de gran inestabilidad, la economía local depresión, cambiaría definitivamente la percepción de los

comenzó a deslizarse hacia la recesión pocos meses antes economistas y los encargados de las políticas públicas.

de que estallara la Gran Depresión. Como las naciones de Una de las consecuencias que produjo la crisis en Argen­

Europa, la Argentina se vio amenazada en primer término tina fue que, entre 1928 y 1932, los precios de las exporta­

por los efectos causados por la prosperidad de Estados ciones se redujeron un 64 por ciento. Como la recesión

Unidos. El vigoroso crecimiento de la producción industrial mundial fue acompañada de una caída algo menor de los

en ese país y la especulación bursátil de Wall Street condujeron precios de los productos manufacturados, los términos del

a las autoridades de la Reserva Federal a incrementar los intercambio (es decir, la razón entre los precios de exporta­

tipos de interés con el objetivo de moderar la expansión. ción y los de importación) descendieron un 40 por ciento

Esta decisión y el auge de la burbuja especulativa provoca­ en el mismo periodo. En cambio, la crisis no produjo un

ron un cambio en el flujo de capitales estadounidenses y, co­ derrumbe de los volúmenes de exportaciones, que sólo des­

mo consecuencia de ello, a partir de mediados de 1928, comen­ cendieron por las malas cosechas de 1930 y 1933. Así, a pesar

zó una fuerte exportación de oro desde los países europeos de la crisis, el país continuaba exportando en grandes

y de América Latina hacia Estados Unidos. cantidades pero a menores precios.

E n el caso de la Argentina, sólo entre 1928 y 1929 el La brusca reducción de los valores de exportación obligó

egreso de oro compensó los ingresos que se habían acumu­ a saldar los pagos con exportaciones de oro y con una aguda

lado entre 1927 y 1928 y que alcanzaban los 400 millones de reducción de las importaciones, que, entre 1928 y 1932,

pesos. Inicialmente este fenómeno no afectó el comercio descendieron en volumen un 55 por ciento.

exportador ni las importaciones. Sin embargo, un año más La caída de los precios internacionales y la reducción de

tarde, el efecto causado por la salida de capitales se vio acen- las importaciones provocaron la recesión interna. Entre

142 Elproceso económico


Claudia Hclini 143
1929 y 1932, el PIE descendió un 14 por ciento y la desocu­ necesarias para el momento en que la depresión se detuviera
pación ascendió rápidamente, aunque se cree que no alcan­ y se reiniciara el crecimiento. Más específicamente, el Estado
zó niveles de importancia. ·debía alcanzar y mantener el equilibrio presupuestario.
En este último punto, el gobierno se enfrentaba con
Una recuperación temprana algunos problemas de consideración. Durante la década de
A diferencia de lo ocurrido en la mayoría de los países 1920, una cuarta parte del presupuesto del Estado había
occidentales, la reactivación económica comenzó terr1pra-· requerido de financiamiento externo. En 1930, el ministro
namente en la Argentina y no requirió de grandes reformas de Hacienda del gobierno militar surgido del golpe de
institucionales. El impulso principal provino del mercado Estado del 6 de septiembre señaló que la corrección de ese
externo. Una sequía, que se prolongó entre 1933 y 1937, déficit era el objetivo prioritario de la política oficial. Poco
afectó a Estados Unidos, Canadá y en menor medida a después, el gobierno dispuso una reducción de los gastos
Australia, principales competidores de la Argentina en el públicos y de los salarios de los empleados de la Administra­
mercado internacional de granos. Como consecuencia de ción Nacional. Como estas medidas no bastaban, se impulsó
ello, la oferta mundial de cereales descendió, y los precios una reforma del sistema impositivo, que hasta entonces
del trigo y del maíz se recuperaron hasta alcanzar en 1937 dependía en un 60 por ciento de los aranceles que gravaban
un nivel similar al de 1928 y 1929. La coyuntura no permitió las importaciones. Con el objeto de diversificar las fuentes
aumentar el volumen de las exportaciones, pero sí mqjoró de ingresos corrientes del Estado, se establecieron nuevos
los ingresos de los agricultores, alentó la actividad económica gravámenes entre los que se destacó el impuesto a los réditos.
interna y suministró divisas para aumentar las importaciones. En octubre de 1931, el gobierno militar también estableció
Estos factores posibilitaron la recuperación de la economía un derecho adicional del 10 por ciento que afectó a todos los
argentina a partir de 1933. En 1939, el Producto Interior productos de importación. Estas medidas tuvieron algunas
Bruto era un 18 por ciento mayor al de 1929, aunque como consecuencias de importancia. Según ha estimado Daniel
ya se dijo el PIE per cápita de 1929 fue superado recién en Díaz Fuentes, entre 1930 y 1932, la caída de los gastos
1943. públicos fue, a precios corrientes, del 22 por ciento. Por su
El Estado intervino en esta recuperación. Inicialmente, parte, los recursos se incrementaron un 12 por ciento en el
el gobierno respondió a la Gran Depresión de acuerdo con mismo periodo. Ambas tendencias permitieron que en
las recomendaciones que emanaban de la economía neoclásica. 1933 el Estado alcanzara el equilibrio presupuestario aun­
Se entendía que la libre operatoria del mercado permitiría que sólo temporalmente.
alcanzar un nuevo equilibrio entre la oferta y la demanda a Esta política fiscal ortodoxa fue acompañada del respeto
un nivel menor de actividad. En ese proceso, la función del a los compromisos asumidos por el país en el extranjero. La
gobierno debía limitarse a crear en su ámbito las condiciones experiencia argentina en esta materia no era muy feliz y

144 Hlproceso económico Claudia Belini 145


las autoridades económicas entendieron que el pago de
los comercio y pagos. Las ventajas del comercio
bilaterales de
servicios de la deuda debía ser respetado escrupulosam
ente
multilateral

presidido por el patrón oro (don e los saldos
a fin de mantener el prestigio financiero del país. Esta decisi
ón entre dos nacwnes podmn campen-
coroerciales ncgativos·
··
.
fue seguida con gran rigor y, en el contexto de una morato
ria obtenidos del comercw con
sal·se con los saldos positivos
generalizada, la Argentina continuó abonando los servic
fue que los vo1•u-
.

ios
tros países) desaparecieron. El resultado
de la deuda.
Sin embargo, la corrección del déficit fiscal y el manteni- ·
: enes y el valor del comercio mundial no volvieron a alcan­
a.
zar los niveles de 1929 hasta la segunda posguerr
miento de una política monetaria estricta no fueron medidas
Para la Argentina, el nuevo régimen comercial presentaba
suficientes para enfrentar la Gran Depresión. El agrava
­ alg unas dificultades. Desde el fin de la I Guerra Mundial,
miento de la crisis mundial en 1931 y la decisión de Gran un
la economía se encontraba cada vez más sumergida en
Bretaña de abandonar el patrón oro alentaron al gobierno Estados
vinculo triangular de comercio con Gran Bretaña y
argentino a tomar medidas más radicales. Con el objeto de
Unidos. Mientras el país tenía en Inglaterra el principal
evitar una devaluación más pronunciada del peso se estableció,
mercado para sus exportacion es, se importaban crecien­
en septiembre de 1931, una Oficina de Control de Cambios
temente nuevos artículos manufacturados provenientes de
que intervendría en el mercado de divisas. Esta agencia tenía
Estados Unidos, como automóviles, receptores de radios,
atribuciones para fijar los tipos de cambio a los cuales los
maquinaria agrícola y equipos industriales. En tiempos del
bancos debían ajustarse a fin de negociar las divisas prove­
patrón oro, el desequilibrio comercial con Estados Unidos
nientes de las exportaciones y las que las casas importadoras
había sido compensado con el superávit del comercio anglo­
querían obtener con el objeto de realizar sus operaciones
argentino. Pero luego del abandono del multilateralismo, el
habituales. Con el control de cambios, el gobierno pretendía
problema del comercio triangular se agravó. Las relaciones
vigilar indirectamente el comercio exterior para equilibrar
comerciales con Estados Unidos eran complicadas debido a
los cobros y pagos externos y evitar nuevos desequilibrios de
que ese país no adquiría productos argentinos; en realidad,
la balanza de pagos.
ambas economías eran competidoras en el mercado mun­
dial de carnes y cereales.
El auge del bilateralismo
En 1932, luego de la conferencia de la Commonwealth
La suspensión del patrón oro marcó el fin de una era. La
en Ottawa, Gran Bretaña anunció que otorgaría preferencias
inconvertibilidad de las monedas y el control de cambios comerciales a sus dominios y reduciría sus compras en las na­
alzaron barreras que segmentaron el comercio internacional; ciones no británicas. La noticia conmocionó a los círculos
en los hechos, el mercado m un dial había desaparecido, locales. El principal producto afectado por las restricciones
El nuevo orden comercial que emergió de la crisis se organizó era la carne, lo que motivó las quejas de la Sociedad Rural
sobre bases muy diferentes, como fueron los acuerdos Argentina. Por entonces, recién se había instalado el gobierno

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Claudio Belini 147
del generalAgustín Justo. Poco después se decidió el envío bre de 1933, incluyeron la creación de varias partidas para
una misión encabezada por el vicepresidente de la República,
gravar nuevos artículos, rebajas de derechos sobre un nú­
Julio Roca (hijo), que negoció un acuerdo con el jefe del .
mero mayor de produetos y el mantenimiento de las exen­
Board ofTrade, Walter Runciman. De esta manera, el vuelco ciones existentes para la importación de carbón inglés.
del país al bilateralismo fue una respuesta a la coyuntura Poco después de firmado el acuerdo, en noviembre de
externa creada por la Gran Depresión y a la política británica 1 933, el equipo económico encabezado por el ministro
de preferencias imperiales. de Hacienda, Federico Pineda, puso en marcha una serie de
En mayo de 1933 se alcanzó el acuerdo. El Pacto Roca­ medidas económicas, entre las que se destacó la reforma
Runciman fue el primero y más importante tratado bilateral del control de cambios. Se implantó un régimen más severo
firmado durante los años treinta. La Argentina obtuvo de que el anterior con el objetivo de evitar la acumulación de
Gran Bretaña el compromiso de compra de una cuota de carne compromisos financieros y de importación impagos, y el
enfriada similar a la de 1932, cercana a las 390.000 toneladas '
surgimiento del mercado negro de divisas. Las nuevas medi­
y la igualdad de tratamiento con los dominios de la Com- das dispusieron un desdoblamiento del mercado cambiario,
monwealth en relación con las importaciones de carnes ovi­ creándose un mercado oficial y otro libre. En el primero se
nas y bovinas congeladas. Se estipuló que, en circunstancias negociarían las divisas provenientes de las exportaciones
excepcionales, Gran Bretaña podría disponer de una rebaja tradicionales y se realizarían las operaciones de compra de
del lO por ciento en las compras de carnes enfriadas pero a divisas para la importación de productos que contaran con la
condición de reducir, en proporción similar, las carnes con­ aprobación del Ministerio de Hacienda. En cambio, en el
geladas procedentes de sus dominios. Por medio de otra mercado libre se realizarían todas las operaciones de impor­
cláusula, Londres concedió al gobierno argentino el manejo tación y de pagos que la Casa Rosada consideraba no priorita­
del 15 por ciento de la cuota de carnes en aquel mercado, rias y que se quería desestimular. Allí la oferta de divisas es­
reservándose el control sobre el 8 5 por ciento restante. Por taría limitada a las exportaciones no tradicionales y su
su parte, el Reino Unido obtuvo del gobierno argentino ven­ cotización sería un 20 por ciento mayor a la del mercado
tajas cambiarías, rebajas y exenciones arancelarias y el com­ oficial.
promiso de conferir <<nn tratamiento benévolo» a los capita­ El Pacto Roca-Runciman y la reforma cambiaría de
les invertidos en el país. Entre las primeras concesiones, el 1933 tuvieron como resultado la consolidación del �nculo
gobierno inglés logró el compromiso de la Argentina de des­ económico anglo-argentino en un momento crucial de las
tinar las di,�sas generadas por las exportaciones a la remesa relaciones bilaterales. La Argentina reorientó sus compras
de utilidades de las empresas británicas instaladas en el país. hacia el mercado inglés en detrimento de Estados Unidos,
Las reformas arancelarias, que fueron objeto de otra nego­ que durante la década de 1920 había sido el principal
ciación bilateral en Buenos Aires que culminó en septiem- proveedor de equipos de transporte, maquinarias y productos

148 H!pmceso económico Claudio Belini 149


eléctricos. El resultado fue el estancamiento del comer
cio Económica Nacional. Bajo su amparo se tomaron diversas
argentino-estadounidense. Las importaciones provenien
tes medidas económicas y financieras que, junto con la mejora
de Estados Unidos debían negociarse a un tipo de cambi
o de los precios mundiales de los productos de exportación,
más alto, por lo que se encarecían frente a las de orige
n posibilitaron la recuperación económica.
británico y, además, las empresas estadounidenses instal Como se indicó, en el orden financiero se reformó el

das en el país se veían perjudicadas a la hora de remitir control de cambios, con la creación de un mercado oficial
las
utilidades a sus casas matrices. y otro libre. Los exportadores de cereales y carnes, que
Lo cierto es que la política de acuerdos bilaterales no se cobraban sus ventas en moneda extranjera, se habían
circunscribió al comercio anglo-argentino. En los años beneficiado porque el peso había sufrido una devaluación
siguientes, las autoridades argentinas firmaron otros conve­ del 40 por ciento; la reforma los obligó a vender sus divisas
nios similares con Brasil (1933), Chile (1933), Italia (1933), en el mercado oficial a un tipo de cambio más bajo que
Alemania (1934), Bélgica (1934), Suiza (1934), España el que regia para los importadores. La diferencia obtenida
(1934), Países Bajos (1934), Uruguay(1935), Austria (1936) por el Estado en la venta y compra de divisas en el mercado
y Francia (1938), por �jemplo. Las ventajas concedidas a oficial, que se conoció como margen de cambios, se consti­
Gran Bretaña se hicieron extensivas a los otros Estados tuyó en otra fuente de ingTesos públicos.
gracias a la cláusula de «nación más favorecida>> que los Sin embargo, el margen de cambios no era suficiente co­
acuerdos de comercio y pagos establecían. mo para afrontar los problemas de déficit fiscal que se deri­
varon de la caída de las importaciones y de los ingresos
Intervencionismo estatal
aduaneros. Por eso, a partir de 1933, Pineda propició la
El derrumbe del comercio, la crisis financiera y el desorden sanción de una amplia reforma impositiva que incluyó la uni­
monetario internacional obligaron al Estado a asumir len­ ficación de varios impuestos internos y la creación de nuevos
tamente nuevas funciones. La intensificación del inter­ gravámenes. A pesar de ello, el gobierno volvió a impulsar
vencionismo estatal se constituyó así en una respuesta no los gastos públicos por encima de sus recursos fiscales de tal
deseada, pero inevitable, a la crisis internacional. Un ministro manera que el déficit de las finanzas públicas continuó sien­
conservador definió de manera acertada este proceso como do importante hasta el final de la década de 1930.
«intervencionisn1o defensivo». Otra medida de orden financiero fue la renegociación de
El control de los cambios y el incremento del proteccio­ la deuda interna y externa de la nación. Con la devaluación
nismo fueron los primeros instrumentos utilizados a fin de de 1931, el peso de la deuda que había sido contraída en
paliar los efectos deflacionarios que provenían del mercado libras esterlinas o dólares estadounidenses se incrementó no­
internacional. Poco después, en noviembre de 1933, el tablemente. El gobierno encaró entonces la conversión de la
gobierno anunció la puesta en marcha del Plan de Acción deuda a tipos de interés más bajos y a plazos más prologados.

150 Elproceso Claudio Belini


económico 151
En 1935, se realizó también una reforma bancaria con la Junta Nacional de Carnes, la Junta Reguladora de Granos,
creación del Banco Central, una institución mixta integrada laJm:üa Reguladora de Vinos, !aJunta Nacional de la Yerba
por la banca pública y los bancos privados nacionales y ex­ Mate y laJunta Nacional del Algodón. En algunos casos, como
·

tranjeros. El banco se proponía controlar la oferta monetaria, .eu el de !aJunta Nacional de Granos, se establecieron pre­
reemplazando el mecanismo automático del patrón oro cios sostén y se adquirió parte de las cosechas. En otros,
donde aquélla estaba determinad¡¡ por los egresos e ingresos las juntas establecieron límites al área cultivada o dispu­
de oro. Los objetivos de la institución eran proteger el valor de · sieron la destrucción de una parte de la producción con el
la moneda, adecuar la política monetaria y crediticia a las objetivo de mantener precios remunerativos. Un tercer
necesidades de los negocios, supervisar el desempeño de tipo de intervención, como la emprendida por la Junta
los bancos públicos y privados y actuar como agente finan­ del Algodón, se concentró en el estímulo a la producción y el
ciero del gobierno. Bajo la dirección de Raúl Prebisch, quien mejoramiento de los cultivos.
ocupó la gerencia general hasta 1943 , se puso en marcha Una característica de la intervención estatal de los años
una política monetaria y crediticia que permitió acelerar la treinta fue que la mayor parte de las entidades creadas
recuperación económica. incorporaban los intereses corporativos en su seno (los
En cuanto a la política hacia los principales sectores productores, los industriales y, en menor medida, los consu­
productivos, el Plan de Acción Económica Nacional de 1933 midores), aunque como se recalcaba entonces no en propor­
incluyó una serie de medidas de ordenamiento e intervención ción a su importancia económica. La incorporación de
en los principales ramos de la producción agraria. Entre esos intereses ponía en contacto a las élites económicas y la
1933 y 1937 se crearon diecinueve agencias con el fin de burocracia estatal permitiendo en ciertos casos la puesta en
regular, controlar o asesorar a diversos sectores de la pro­ marcha de políticas sectoriales más definidas.
ducción. Estas entidades asumieron formas diversas como
comisiones consultivas, juntas reguladoras de carácter en su Crisis del campo

mayoría autárquico o direcciones generales dependientes del El principal sector afectado por la crisis internacional fue el
Ministerio de Hacienda. También tenían estatutos diferentes, agrícola. Como se ha planteado, la crisis se transmitió a la
ya que algunas eran de naturaleza permanente en tanto que Argentina principalmente a través de la caída de los precios
otras, con funciones regulatorias similares, estaban desti­ de los cereales. Entre 1928 y 1932, se calcula que el valor de
nadas a desaparecer en unos pocos años, según lo disponían las exportaciones se contrajo en un 45 por ciento. La depresión
las leyes o decretos que las habían creado. Pero casi todas llegó a las redes de comercialización y financiamiento y a las
ellas respondían al oqjetivo de la defensa del precio de los pro­ actividades secundarias vinculadas con el agro. Miles de
ductos o de los productores. Desde el punto de vista de los arrendatarios y propietarios quebraron debido a que no pu­
intereses involucrados, las m á s importantes fueron la dieron afrontar las deudas contraídas con los acopiadores y

152 Rlproceso económico Claudiu Belini l5i)


los comerciantes. Más aún, muchos propietarios, que habían de ]a ,�d, localizado en los oasis del oeste del país (Mendoza
hipotecado sus tierras durante las décadas previas, se vieron y San Juan), se mantuvo estancado en pmte como conse­
amenazados con la ejecución de sus deudas, cuyo peso se ha­ . cuencia de la notable.expansión que había tenido lugar en
bía incrementado debido a la caída de sus ingresos y a la rec­ . ]as décadas pre\�as. Esta diversificación se vio estimulada

ducción del precio de la tierra. El gobierno respondió ante esta por la devaluación de la moneda y las oportunidades existentes

emergencia mediante la reformá de la ley de arrendamiento, para sustituir productos de importación: los cultivos indus­
que elevó de cuatro a cinco años el término del contrato y exc triales y de frutas estaban orientados a satisfacer la demanda

tendió su jurisdicción más allá del límite previo de 300 hectá­ del mercado interno y ofrecían materias primas para l a

reas. También se sancionaron leyes que establecían una mora­ nueva industria sustitutiva. L a combinación del estanca­

toria y la rebaja de intereses para los deudores hipotecarios. miento del área sembrada con cereales y la expansión de los

Estas medidas intentaron evitar una masiva expulsión cultivos industriales redujeron sensiblemente el peso del

de arrendatarios y propietarios rurales, pero su éxito fue agro pampeano en el conjunto de la producción agTÍcola.

muy parcial; en cambio, fue la mejora de los precios agrícolas Por su parte, la ganadería bovina sufrió en menor medida

lo que frenó ese proceso. De cualquier manera, la crisis el impacto de la crisis. En especial, los ganaderos invemadores

de los años treinta detuvo y revirtió la tendencia al acceso a se vieron beneficiados por el Pacto Roca-Runciman (1933)

la propiedad que venía dándose desde los años veinte y, al y el Pacto Malbrán-Eden (1936), que aseguraron el mercado
mismo tiempo, fortaleció el peso del arrendamiento agrícola inglés para las carnes de mejor calidad exportadas como

y ganadero, que alcanzó gran auge en el área pampeana corned beif. En peor situación se encontraron los ganaderos
hacia 1937. criadores, sobre los que a menudo se descargaban las pérdidas,
Las condiciones internacionales provocaron un estanca­ y los productores del interior del país que criaban ganado
miento del sector agropecuario que creció a una tasa anual con destino al mercado interno. Estas diferencias alentaron
del 1,5 por ciento durante los años treinta, un titmo menor el nacüniento de nuevas organizaciones corporativas que se

al del crecimiento demográfico. Este mediocre desempeño distanciaron de la Sociedad Rural Argentina. En conjunto,

se debió principalmente a la crisis del agro pampeano. el stock de vacunos -que había alcanzado un récord de 37

Pero ello constituye sólo una cara de la moneda de lo que millones de cabezas en 1922- pasó de S2 millones en 1930

sucedió en el sector primario. Si bien el área sembrada con a 33 millones en 1937.

cereales y lino se mantuvo en torno de los 20 millones de


Industria, en primer plano
hectáreas, con leves reducciones en los años 1931 y 1936,
la superficie cultivada con plantas industriales se duplicó. La pérdida de dinamismo del sector agrario fue compensada
Productos como el algodón, el tabaco, el arroz, la yerba mate por la Industrialización por Sustitución de Importaciones

y el azúcar vivieron un periodo de expansión. Sólo el cultivo (ISI). A partir de 1930 , la industria manufacturera se con-

Elproceso económico Claudia Belini 155


!54
virtió en el sector más dinámico de la economía argentina, pa­ empleados. Estas cifras representaban incrementos de110
pel que desempeñar ía hasta mediados de la década de por ciento y del 42 por ciento con respecto al censo de 1914.
1970. El cambio de precios relativos de bienes importados En el mismo periodo, la potencia instalada se había triplica­
y bienes locales provocado por la devaluación de la moneda do, lo que mostraba el avance de la mecanización, en tanto
el incremento de la protección aduanera y el control d � que el valor de la producción había trepado un 79 por ciento.
cambios alentaron la expansión indnstrial. En 1939, el sector manufacturero estaba compuesto por
Dnrante la década de 1930, la producción manufacturera 54.000 plantas con un personal de 710.000 obreros y emplea­
se incrementó a una tasa anual del3,4 por ciento. Inicialmen­ dos. Ello representaba incrementos del 25 por ciento y 3 1
te, este crecin1iento se sustentó en una utilización más inten­ por ciento respectivamente. Por su parte, e l valor d e la pro­
siva de la capacidad promovida por las inversiones extranje­ ducción había ascendido un 48 por ciento con respecto a 1935.
ras durante la década de 1920. Entonces, el mercado interno La estructura industrial continuaba exhibiendo una gran
era lo suficientemente robusto como para alentar la radica­ heterogeneidad, con la presencia de algunos pocos grandes
ción de filiales de empresas estadounidenses, alemana_s e ita­ establecimientos, que suponían importantes inversiones,
lianas que elaboraban nuevos productos como cosméticos, junto a un denso tejido de pequeños talleres. En 1935, unas
fraccionaban medicamentos o bien armaban, sobre la base de 671 sociedades anónimas eran propietarias de 2.294 plantas,
componentes impmtados, automóviles y refrigeradores. A par­ y el 54 por ciento del valor de la producción de la industria
tir de 1935, el crecimiento de la producción industrial fue manufacturera era obtenido allí. El resto se repartía entre pe­
acompañado de una ampliación de la capacidad de produc­ queñas y medianas empresas y un abigarrado conjunto de
ción gracias a la instalación de nuevas e1nprcsas extranjeras. talleres de carácter artesanal, dotados de escaso capital y ma­
La radicación en el país permitía a estas firmas (sobre todo a no de obra.
las estadounidenses) eludir las restricciones comerciales im­ En el orden de las políticas públicas, durante la década de
puestas por el control de cambios y el bilateralismo. 1930 no se aplicaron instrumentos que se propusieran alen­
El crecimiento sectorial no involucró a todas las ramas. La tar explícitamente el crecimiento industrial. En realidad, lo
industria textil algodonera, que era la de menor desarrollo ocurrido en esa época fue un subproducto de las medidas
entre las subramas textiles y la de mayor peso en el consumo tomadas para paliar la crisis. Así, por ejemplo, el control de
interno, tomó la delantera. A ella se sumaron otras activida­ cambios no derivó en una política de distribución de divisas
des manufactnreras como la fabricación de neumáticos, el de acuerdo con las necesidades de la industrialización. Sin
refino de petróleo y la elaboración de aceites comestibles. embargo, la administración de las divisas se orientó a reforzar
La expansión industrial se aceleró a partir de 1935. el lazo comercial con los clientes tradicionales de la Argen­
El censo industrial de ese año contabilizó unos 43.200 tina. Un caso significativo fue el comercio importador de
establecimientos, que ocupaban unos 544.000 obreros y textiles. Si bien se inició la sustitución de importaciones, el

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rubro de textiles continuó representando una cuarta parte del previo a todas las operaciones. Finalmente, en lo que constituía
total del valor de las importaciones. un notable cambio de orientación, el Banco Central puso en
La Unión Industrial Argentina, entidad que agrupaba núrcha una política anticíclica destinada a alentar el nivel
los principales intereses industriales, reclamó la creación de de actividad interna mediante el incremento de la oferta
un sistema crediticio de largo plazo, la sanción de una ley monetaria. La recesión que tuvo lugar entre 1937 y 1938,
anti-dumping, otra que dispusiera h devolución de derechos que afectó particularmente al sector primario exportador
para las industrias exportadoras (draw back) y una revisión y a la industria textil, fue superada muy rápidamente. Sin
general de la tarifa aduanera. A comienzos de la década de embargo, muy pronto el contexto internacional se convirtió
1940 , algunas de estas medidas serían propuestas por el en fuente de nuevas perturbaciones.
presidente Ramón Castillo al Parlamento, pero las Cámaras
no las aprobaron.
A pesar de la falta de una política sectorial más definida, La guerra y la reforma económica peronista
la fuerte devaluación monetaria y las restricciones existentes en la posguerra
para importar productos crearon un clima de protección
que estimuló las inversiones en el sector industrial y el creci­ Impacto de la guerra y Plan Pinedo
miento de la producción. La década de 1940 se inició con alarmantes síntomas que
hacían prever una nueva crisis tan aguda como la que había
Recesión (1937-1938)
soportado el país entre 1929 y 1933. El estallido de la II
A mediados de 1937 se inició una severa crisis. La combina­ Guerra Mundial, en septiembre de 1939, trastrocó el comercio
ción de una caída de los precios mundiales de los cereales, internacional y confirmó que el retorno al rnultilateralismo
causada por la recuperación de la producción de Estados y el libre comercio no estaba cercano. El principal efecto
Unidos y Canadá, y una grave sequía provocaron una fuerte causado por el conflicto fue una brusca caída del valor y del
caída de la oferta de divisas entre 1937 y 1938. Por su parte, volumen de las exportaciones de granos y una reducción de
la demanda de divisas destinadas a importar productos las importaciones de manufacturas. El gobierno conservador
manufacturados venía incrementándose al calor de la respondió a la nueva coyuntura con la presentación del
expansión económica iniciada en 1935. El resultado fue una Plan de Reactivación Económica, que había sido elaborado
fuerte crisis de la balanza de pagos que obligó al gobierno por Federico Pineda, nuevamente designado ministro de
a tomar nuevas medidas económicas. Se dispuso una nueva Hacienda. El Plan Pineda tenía corno principal objetivo
reforma cambiaria que fue acompañada de una pequeña responder a la crisis agraria mediante la adquisición estatal
devaluación. Más importante aún, se reforzó el control de de las cosechas. Además, con el propósito de evitar el au­
las importaciones extendiendo el requisito del permiso mento de la desocupación, Pineda propuso la creación de

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un sistema crediticio que estimulase la construcción de so en el intercambio con Estados Unidos, y el país se benefi­
viviendas y, mediante la concesión de préstamos a largo ció cop una balanza de superávit hasta 1949.
plazo, la inversión en el sector manufacturero. En este punto, En este contexto de-cierre de la econon1ia argentina ante
el plan se proponía diversificar las exportaciones argentinas el mercado mundial, el aparato productivo continuó cre­
estimulando aquellas con mayor valor agregado. Debido al ciendo, aunque a un ritmo algo menor que el de otras eco­
cierre del mercado europeo cuntinental, Pinedo pensaba nomías latinoamericanas. La expansión industrial permitió
que debía reorientarse el comercio exportador hacia el un incremento del empleo, que atrajo a la población rural a
mercado estadounidense. las grandes ciudades de Buenos Aires y Rosario. Luego de la
Estas características del Plan Pineda han llevado al eco­ instauración de la dictadura militar de 1943, el entonces se­
nomista argentino Juan Llach a interpretarlo como una cretario de Trabajo, el coronel Perón, logró construir una
propuesta que eludía los riesgos de la autarquía y reconocía, alianza sobre la base de un sector mayoritario del movi­
con lucidez, el papel hegemónico de Estados Unidos. Sin miento obrero y algunos grupos políticos. Estas fuerzas le­
embargo, el plan era esencialmente una respuesta a la vantaron la candidatura presidencial de Perón en las elec­
coyuntura económica y no un cambio del modelo de ciones de febrero de 1946.
desarrollo del país; el plan, por ejemplo, no contenía una
clara formulación del perfil industrial deseado. De cualquier Política económica del peronismo

manera, la Cámara de Diputados se negó a considerar el Al final de la guerra, se asistió a un notable incremento de la
proyecto por motivos políticos y, pocos meses más tarde, intervención est¡rtal en las principales economías de Occi­
el cambio de la coyuntura económica lo relegó al olvido. dente. Las nuevas demandas sociales y políticas surgidas
En efecto, a partir de 1941, la caída de las exportaciones durante los años de la Gran Depresión y el auge del pensa­
de granos fue compensada por un notable incremento de miento keyuesiano configuraron un nuevo clima de ideas
los precios de los productos ganaderos, los productos semie­ que alentó una presencia estatal más activa.
laborados de origen agropecuario y las manufacturas, que La Argentina no fue la excepción. Sin embargo, el proceso
por primera vez comenzaron a exportarse en cantidades tuvo sus particularidades. La asunción presidencial de Perón,
significativas. Al mismo tiempo, las impmtaciones descen­ en junio de 1946, marcó el inicio de un giro en las políticas
dieron como resultado del retiro de la oferta mundial de públicas. El peronismo se propuso construir una economía
productos manufacturados y de materias primas esenciales mixta que reservaba un papel activo para el Estado. El objetivo
por parte de los países beligerantes. Esta situación se agra­ de sus políticas fi.re alentar la expansión del mercado interno
vó notablemente luego del ingreso, en diciembre de 1941, de y promover la industrialización. Esto último significaba acen­
Estados Unidos en el conflicto. Como resultado de estos tuar los cambios que ya se habían producido en el perfil eco­
procesos, el déficit de la balanza comercial se re\�rtió, inclu- nómico del país como consecuencia de la crisis y de la guerra.

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