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LAS LLAMADAS BIBLIAS DEL EXILIO EN ESPAÑA: SOBRE SU DIFUSIÓN EN LA PENÍNSULA

IBÉRICA SEGÚN EL TESTIMONIO DE PEDRO DE PALENCIA Y OTROS INTERROGATORIOS


INQUISITORIALES
Author(s): Sergio Fernández López
Source: Bibliothèque d'Humanisme et Renaissance, T. 73, No. 2 (2011), pp. 293-301
Published by: Librairie Droz
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/41479779
Accessed: 19-11-2015 17:00 UTC

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- Tome
etRenaissance
d'Humanisme
Bibliothèque LXXIII- 2011- n°2,pp.293-301

LAS LLAMADAS BIBLIAS DEL EXILIO EN ESPAÑA

SOBRE SU DIFUSIÓN EN LA PENÍNSULA IBÉRICA


SEGÚN EL TESTIMONIO DE PEDRO DE PALENCIA
Y OTROS INTERROGATORIOS INQUISITORIALES

En 1976,EnriqueFernándezbautizóalgunasversionesbíblicaspublica-
das fuerade las fronteras
españolas con el nombrede «biblias del exilio»1.
Entreellas se encuentrala traduccióndel Nuevo Testamentode Francisco
de Enzinas, editadaen Amberesen 1543, y la conocida Biblia del Oso de
Casiodoro de Reina, publicadaen Basilea en 15692.Tambiénes el caso de
la Biblia de Ferrara,que, como se sabe, tradujerondos judíos de origen
sefardíen 15533.Todas estas versionesdisfrutaron
con más o menostrabas
de una difusiónconsiderableen tierrasultrapirenaicas4. La traducción
bíblicade Casiodorode Reina es buenejemplode ello,pues obtuvoun éxito
abrumadoren Europa. No en vano, poco años después de su edición, la
Biblia del Oso se encontrabaya totalmenteagotada,si bien muchosejem-
plaresdebierontenersu finen las hogueraspúblicasde libros.
Por otrolado, el hecho de que Ciprianode Valera decidiese editarlade
nuevoen 1602, añadiéndolealgunascorrecciones5, que, al parecer,le lleva-
ron al nuevo impresorunos veinteaños6,incidía en la exitosa difusiónde

1 Fernández Lasbiblias castellanasdelexilio: historia


delasbiblias
Enrique yFernández,
castellanasdelsigloXVI,Miami : Caribe,1976.
2 ElNuevoTestamento De nuestroRedemptor ySalvador IesuChristo ,traduzidodegriega
enlengua castellana porFrancisco deEnzinas,Amberes: Mierdmann, 1543;La Biblia ,
quees lossacroslibros delViejoyNuevoTestamento , trasladada enespañol, [Basilea:
Thomas Guarin], 1569.
3 Bibliaenlengua española traduzida palabraporpalabradela verdad hebraica pormuy
excelentesletrados, vistay examinada porel Oficiode la Inquisición, Ferrara:Duarte
PinelyJerónimo deVargas, 1553.
4 Sobrelas versiones bíblicas enpaísescomoAlemania,
publicadas España, Inglaterra,
Franciae Italia,véaseel estudio deMaxEngammare, « Unsiècledepublication de la
BibleenEurope: la languedeséditios deTextessacrés(1455-1555)», Histoire etcivili-
sationdulivre,4 (2008),pp.47-91.
5 La Bibliaquees de losSacroslibrosdelViejoy delNuevoTestamento , Amsterdam:
Lorenzo Jacobi,1602.
6 Asíloafirma Valera ensu« Exhortación alcristiano
lector...». Heconsultado elejemplar
de la B.N.M.,ms.R/4389, f.7. Sobreel largotiempo de redacción confesado porel
biblista,diráG. Pradoa principios del siglopasado:«reimprimió la versión de
Casiodoro, aliñando unpocosulabor;sinembargo, él nosdiráconhipérbole másque

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esta Biblia en tierrasforáneas.En España, sinembargo,apenas se dejó notar


un tímido eco de los vítores conseguidos por aquella versión de las
Escrituras,cuya difusiónfueaquí poco más que inapreciabledurantedéca-
das y tiempohabráde demostrarlo.
Mejor suertetuvola Biblia de Ferrara.Es ciertoque no puedenrastrearse
ejemplaresmás allá del reinadode Carlos III. Pero esto no quieredecirque
ningunode ellos se hallara ya en las bibliotecasespañolas antes de esas
fechas.El hechode que los sucesivoscatálogosde librosprohibidosdel siglo
XVIII recojanestaversiónde formaexpresaerapruebasuficiente de su difu-
siónen España,como demuestran los índicesde 1707, 1747 y 1790: «Biblia
en lenguaespañola traducidade la verdadhebraicaque falsamentedice ser
vistay examinadaporel oficiode la Inquisición,impresaen Amsterdam»7.
Esta cuestiónha generadobastantecontroversia en las últimasdécadas.
Frentea los investigadores que defendieron sinambagesla censurade la tra-
ducciónferrarense, no han sido pocos los estudiosen los que se ha defen-
dido últimamente su librecirculaciónpor los dominioshispánicosdurante
todoel Siglo de Oro. En este sentido,creo que el origenjudío de la versión,
juntocon las interpretaciones propiasde la exégesishebreay las numerosas
lecturasanticristianas y aun anticristológicaseliminabaaquella posibilidad.
Además,no hayque olvidarque la traducciónde la Biblia en lenguavulgar
estabaprohibidadesde hacía tiempo.Y la Biblia de Ferrara,como tal,no fue
desde luego una excepción.Ni siquierael inteligenteañadido que lucía su
título,« vistay examinadaporel officiode la Inquisición», pudo salvarlade
las cremacionesde librosa que acostumbraron los inquisidoresporaquellas
fechas8.

andaluza quetrabajó enellomásdeveinte años».Germán Prado, «La SantaBibliaen


España», RevistaEspañola deEstudios 2 (1927),p. 119.
Bíblicos,
7 El hechode
queestaversión bíblicase recojaenlostresíndices de libros prohibidos
publicados durante elsigloXVIIIdemuestra contodarotundidad sucensura yelceloque
la Inquisiciónpusoenella.Estaprohibición, comovemos, nova dirigida a la edición
ferrarense,sinoa lasreediciones
delosaños1611,1630,1646y 1661,quetuvieron lugar
enAmsterdam, a donde emigraron muchos sefardíes.
La censura de 1707puedeconsul-
tarseeneltrabajo deHarm denBoeryJanLechner, EspañayHolanda , Leiden: Rodopi,
1995,p. 207.Paralas censuras véaseel Indexlibrorum
posteriores, prohibitorum ac
expurgandum novissimus,ed.F.PérezdePrado, Madrid: Chalcographia deEmmanuelis
Fernandes, 1747,p. 163; yelIndice últimodeloslibrosprohibidos ymandados a expur-
gar, ed.A. Rubín deCeballos,Madrid: ImprentadedonAntonio Sancha, 1790,p. 29.
8 Porsu Yerushalmi demostró haceyaañosqueesadeclaración solointentaba con-
parte,
ciliarla traducciónconla benevolencia
permisiva delTribunal dela Inquisición, puesno
eraenabsoluto algocomún queelvistobueno delacensura inquisitorial aparecieracomo
partedeltítulo de unlibro.Cf.SamuelUsque,Consolaçao às tribulaçoes de Israel,
ediçaode Ferrara, 1533,introd.YosefHayimYerusalmi e JoséV. de PinaMartins,
Lisboa:Fundaçao Calouste Gulbenkian, 1989,pp.89-90.Otros, encambio, hanvenido
defendiendo su librecirculaciónen sueloespañol. Véasea esterespecto U. Macías
Kapón, « La BibliadeFerraraenbibliotecasybibliografías
españolas »,enIntroducción
a la Bibliade Ferrara, coords.IacobM. Hassány A. Berenguer Amador, Madrid:
Sociedad Estatal
delQuinto 1994,p.501.
Centenario,

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LASLLAMADAS DELEXILIOENESPAÑA
BIBLIAS 295

Es ciertoque la Biblia de Ferrarano apareció de formaexpresaen los


anterioresíndicesinquisitorialesde los siglos XVI y XVII. Pero es que su
inclusiónhubieraresultadoinnecesaria.La prohibiciónde las traducciones
vernáculasde las Escriturasse recogíaen variospuntosde los catálogosde
librosprohibidospublicadosen estos siglos y es de sobra conocido el fin
que tuvieronlas traduccionesbíblicasporaquel entonces.
Con todo,esa atenciónextremadano impidióque los ejemplaresde la
versiónferrarensese filtraran en la Península Ibérica, aunque todo hace
indicarque, en su mayoría,no se tratabande ejemplaresque salieronde las
prensasde Ferrara,sino de la segundaedición holandesa. La prohibición
que recogíanlos catálogos no dejaba lugar a la duda: «...que falsamente
dice servistay examinadapor el oficiode la Inquisición,impresaen Ams-
terdam».En esa mismadirecciónapuntanlas alusiones que recibela ver-
sión en los expedientesinquisitorialesde la época. En uno de ellos, fechado
del
a principios siglo XVII, se hace referencia a la entradaen España de
algúnejemplarprocedente de Amsterdam. Pese a que en él no se expresael
títulode la traducción,parece que se tratabade la reediciónde la Biblia de
Ferraraque se hizo en aquella ciudad en el año 1611 :
Juan Pulman,encuadernador delareddesanLuis,conbuena
frente feysinmali-
cianinguna,metrujo unaBibliaenvulgar
paracomprarla impresa enAmstradam
(sic),queesenHolanda,
lugarycabezadelosestadosherejes9.

En otroexpediente,se da ya noticiade un detalleque apenas deja lugar


a la duda, su encuademaciónen pergaminoazul :
Preguntado si sabeo haentendido queotraspersonastengan otrasbibliasen
romance,digacuálesson.DijoquenosabesinodeunaBibliaquelosañospasa-
dosse envióa su Majestad, queestéenel Cielo,impresaenHolanda, según
entiendeencuadernada enpergamino azul,y queestaBibliapasóal Cardenal
Duque,elcualdijoa estedeclarantequela tenía
conrecato
sindejarquenadiela
viesehastaantes quela remitiese
al Consejo10.

En efecto,el citadopergaminoazul de la Biblia hace alusióna las «tira-


das de lujo» que llegarona imprimirsede la versiónferrarense. Pero en
ambos expedienteslas traduccionesque se mencionanno se refierena la
primeraedición de 1553, sino a la reedición holandesa de 1611. Sin
embargo,sabemos que aquella edición tempranafue conocida en España
poco despuésde su publicación,aunque solo fueseen ciertoscírculosy aun
de formaclandestina.En esta ocasión, no se tratade una cartao interroga-
torioinquisitoriallo que nos pone en la pistade la difusiónde aquella Biblia

9 Memorial remitido
al Consejoporel secretarioSebastiánde Huerta.
15de marzode
1622.A.H.N., , legajo4470/2,
Inquisición sinfoliar.
10 Declaración
defrayFrancisco deJesús,conmotivo delhallazgo
ensuceldadeunabiblia
romanceque,segúnparece, se trataba
dela BibliadeAlba.25 deenerode 1622.Ibid.

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en tierrasespañolas, sino la obra de un conocido humanista: frayLuis de


León.
Hasta el momento,su Comentarioal Librode Jobes el únicotestimonio
que confirmael conocimientoy uso de la versiónferrarense en la España de
la segundamitaddel siglo XVI. Se tratade un bagaje algo pobre,perosufi-
cienteparademostrarlo. En estesentido,bastarácon cotejarla traducciónde
los versículosque encabezan cada glosa de su comentariocon los mismos
versículosen la Biblia de Ferrarapara determinar al cabo que frayLuis de
León teníaunejemplarde esta versiónde las Escriturasantesus ojos cuando
compuso la obra11.Tambiénse sirvióde ella luego Franciscode Quevedo,
aunquees muyposibleque el poetatoledanoutilizaraya la reediciónholan-
desa de la Biblia12.No así frayLuis, puesto que cuando elaboró aquella
exposiciónromancedel Libro de Job la única edición existenteera la que
había salido de la prensasde Ferrara,esto es, la ediciónde 1553.
La Biblia del Oso, porel contrario,no pasó de los Pirineoshastael siglo
XVII y aun en sus primerasdécadas no fueapenas conocida en España. Ni
siquierala posibilidadde leer traduccionesbíblicas que dejaban las reglas
del Catálogo tridentino, que Casiodoro de Reina colocó al frentede su
Biblia,la libróde su censuray persecución13. Al igualque en la Edad Media,
solo las copias extraídasfurtivamente de algún ejemplarperdidopodían
ofrecerde nuevoa unospocos privilegiadosla oportunidad de conocerla.En
todo caso, la difusiónque alcanzaronesas copias manuscritastambiénfue
escasa, pues no tardaronen caer en manosde la Inquisición,cuya actividad
y rapidez estabanmuypor encima de la rudimentaria formaen la que se
seguíandifundiendo las bibliasromancesya en el siglo XVII.
Al parecer,eranfundamentalmente los estudianteslos que se dedicaban
ahora a estos menesteres.En la España del barrocoy la picaresca,aquella
actividadclandestinales permitíaganarsealgunosrealesextrascon los que

11 Véasemiestudio, «Del esfuerzodeltraductor a la despreocupación La ver-


delcopista.
sióndellibro deJobdefray LuisdeLeón»,Hispanic Review, 78.3(2010),pp.345-367.
12 Véasemi «Las fuentes enloscomentarios humanísticos.De
trabajo, judeorromances
LopeGarcíadeSalazara Francisco deQuevedo », enOtrostiempos, otrosmundos. Un
Continuum. Tradiciónclásicayhumanística , eds.M. I. Viforcos MarinasyD. Campos
Sánchez-Bordona, Madrid:Tecnos, 2010,pp.135-144.
13 El Casiodoro deReinacomenta : « Tenemos
propio luegoa esterespecto yabienmateria
de quehacergracias a Diosenestapartequeha dadoluza los padres delConcilio
Tridentino,paraque,advirtiendo mejor a estacausa,hayan puesto algúnremedio enesto
consuDecreto». CasiodorodeReinasealegraba aquídequeelíndice deTrento de1564
permitiese la lecturade bibliasromances conel beneplácito delcuradellugar.Sin
embargo, enlosreinos hispanosseluchaba desdehacíatiempo porunajurisdicción
pro-
piaquelepermitiese censuraraquellos librosqueTrento dejaseimpunes. Y la verdad
es
que,pesea quelasreglas tridentinasllegarona tener plenavigenciaenlosdominios espa-
ñoles,la decisión respectode las traducciones vulgaresde la Bibliacontinuó siendo
tajante.

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atajarsu maltrechaeconomíaa unosjóvenes sin apenas beneficios.Ese es,


al menos,el caso que recoge el expedienteinquisitorialque se presentaa
continuación.La historiala cuenta en primerapersona el dueño de una
posada sitaen la Puertadel Sol, dondese hospedaronlos dos jóvenes copis-
tas para perpetrarla acción:
Levantándome a lavarlasmanos,vienunaposento
queestápegadoal míodos
estudiantes
escribiendoenordendetrasladar, a ellosylespregunté
yentré quea
cómolespagaban el pliegodetanbuenaletra.
Respondieronquea másdedos
reales14.

Los dos estudiantes,llamados Juande Garay,vecino de Pamplona,y


Alonsode Oviedo,vecinode Torredonjimeno (Jaén),pusierontodala cautela
posible,pues copiaban la Biblia por las noches y llevabanconsigo solo los
cuadernillosnecesariosal estarel impresodesencuadernado. Todo esterecato
no logróimpedirque los sorprendiera el posadero,quien,despuésde haber
logradointimarcon ellos y sacado toda la información necesaria,los denun-
ció a la Inquisición.De nuevoes el dueñode la ventael que narralos hechos:
Leyendo uncapítulo
juzguéserla Bibliaenromance. Y porserlibrovedadoy
poderresultar
gran dañoenconsumirse a V.M.pidoy,siesnece-
yentrasladarse,
sario, departe
requiero deDiosydelSantoOficio, comocomisarioqueesdeesta
Corte, remedio
provea parasatisfacersedeloqueenestenegocio puedehaber,y
seaconla brevedadposibleporque [...] estosescribientes
hanestadoestasola
noche, comohadíasquetrabajan
ytrabajando entrasladar,
esseñalquesemudan
deunaposadaa otra,yquesi a estonose acudeconbrevedad sepodríandesa-
parecerynotenerremedio15.

Los estudiantesno tardaronen ser apresadose interrogados posterior-


mentepor la Inquisición.El primeracusado, Alonso de Oviedo, de veinti-
dós años, confesóno tenerconocimientode que se tratarade una Biblia, ni
de que su traducciónromanceestuvieseprohibidaporel Santo Oficio de la
Inquisición,remitiendoa su amigoJuande Garay,quien le había entregado
los cuadernillos,comentándoletan solo que se los pagaríanpor hojas. La
declaraciónfuerefrendada por el testimoniode este último,que ofrecióya
nuevose interesantes datosacerca de la Biblia. Por un lado, dio a conocerel
nombrede su supuestodueño,JuanHurtado,conde de Lodosa, así como el
de un tal Cuesta,su criado,que había sido la personaencargadade pasarles
los cuadernillosa los estudiantes.Porotro,se mencionabanlas primeraspis-
tas que poníande manifiestoque aquella Biblia romanceera la traducción
de Casiodoro de Reina16.

14 A.H.N.Inquisición, sinfoliar.
legajo4467/9,
15 Ibid.
Durantela declaración
deJuandeGaray,lasactasinquisitoriales
recogenla foliación
de
loscuadernillos
queambos estudiantes
estabancopiando:«El unodelosdichosdoscua-
dernosempieza Libroprimerodelas Corónicasyla primerahojadedoscolunas es su

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SERGIO LÓPEZ

Poco despuésfuellamadoa declararMiguel de Cuesta,criadodel conde


de Lodosa, y el propioConde,que se presentóen la sede del Consejo porsu
propia voluntad.Ambos mencionaronen su declaraciónal dueño de la
Biblia, frayPedrode Palencia,y otrospormenores, como los librosque lle-
vaban copiados y el nombrede algunos otros colaboradoresen aquella
empresa.Tambiénle preguntaron al condede Lodosa si sabía que las biblias
romancesestabanprohibidasen España y contestó:
Quebientienenoticia
quenosepueden tenerlasdichasbiblias.
Peroqueadtem-
pumyparael finquetienedeclarado,ysercorregido yenmendado poreldicho
Pedro
fray dePalencia,
sumaestro,calificadordelenguasdelSantoOficiodela
-conquese quitaba
Inquisición el escrúpulode cualquiercosaquetuviesela
dichaBibliacontra
la fe,pueslo habíade comunicar y tratar
conel dichosu
lepareció
maestro-, yjuzgónoinconveniente. Y así,comonolehabía, notuvo
enhacer
escrúpulo loquetienedeclarado17.

Cuatrodías más tardeinterrogaron por final frailedominicoPedro de


Palencia, que relató con detalles la procedenciade esta traducciónde las
Escriturasy el modo en que llegó a su poder:
DijoqueunaBibliaderomance impresatuvoestetestigoensupoder, la cual
hubodeuninglés,criado
delembajador deInglaterra;porque entre
viéndola sus
libros
ensucasadelmismo embajador, se la pidióprestada,
diciéndole
queera
paraversiestaba
bientraducidaconformea laoriginal.
Y enestaconfianza
sela
dioeldichoinglés,
quenosabecómosellama, másdequeledicen enesta
Cuesta
encasadeldichoembajador.
corte, Y estetestigo
noselavolviómás; anteslaha
retenido
yestoresponde18.

Pedrode Palencia ofrecióotrosmuchosdetallesde esta versióny aun de


otrasque citaen la ampliadeclaraciónque recogeel secretariodel Consejo.

número, la primera,
setecientos
ytreinta yla segunda,
ysiete, setecientos
treinta
yocho;
y el segundo cuadernode quesacabael dichodonAlonsode Oviedotieneportítulo
Primer librodeSamuel,yenlasdoscolunas siete)tienen
(capítulo pornúmerosquinien-
tosytrece yquinientosycatorce
[...]».Ibid.Unavezqueposteriores indicios
melleva-
rona considerarquesetrataba
efectivamente dela BibliadelOso,cotejamosestanume-
raciónconelejemplar R/13158dela B.N.Myla numeración coincidía.
Aquella«Biblia
romance » querecogíael interrogatorio erala traducción
inquisitorial deCasiodoro de
Reina.
17 Declaración deJuan condedeLodosa,anteel Consejo.
Hurtado, 26 deenerode 1615.
A.H.N.Inquisición,4467/9.
Declaración dePedrodePalenciaanteel ConsejodeInquisición. 30deenero de 1615.
A.N.H.Inquisición.Legajo4467/9.

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LASLLAMADAS DELEXILIOENESPAÑA
BIBLIAS 299

Pero lo más llamativode todo era sin duda que, medio siglo después de su
publicación,el hebraístamás relevantedel sigloXVII no conocía aún la tra-
ducciónde Casiodoro de Reina. Así lo evidencianlas palabrasque siguen:
Dijoquenoseacuerda verautordelatraducción.
Antes seinclinaa quenotiene
autor nilugar
ninguno, delaimpresión.Sóloseacuerdaqueensuprólogo sedice
quese aprovechamucho parala traducción
deotraferrarense[...]. Y conesta
buenafe,estetestigo
procurósacardepoder deldichoinglésla dichaBibliaen
romance paraverloqueera.Y nohatenido lugarparaverlatoda,másdequele
parece quesetradujo
conelegancia,según porlosSalmosdeDavid,
le pareció
queestán muyconformesaltextohebreo19.

El hechode que la Biblia no tuvieseautorni lugarde impresiónse debía


seguramentea una estratagemaque solían manejarimpresoresy libreros,
que consistíaen arrancarlas primeraspáginasde los librosreprobadoscon
el objeto de evitarsu censura.Esta artimañasirvióde poco en cualquier
caso, puestoque la Inquisiciónno tardóen prohibirlos ejemplaresque no
llevaran al frentesu autory lugar de impresión20. Sea como fuere,este
asuntono debía impediral hebraístamás importante de su época, discípulo
del maestroconversoAlonso de Montemayor21, profesoren Alcalá y califi-
cador del Santo Oficio,conocerla traducciónbíblica más famosade aquel
entonces.El cotejode algunade sus partesy el citadodetalledel prólogo,en
el que Casiodoro de Reina había afirmadola utilidadde la versiónferra-
rense,le tendríanque haberbastadoparaconoceral autorde la traducción22.
El desconocimientode la Biblia del Oso en España es una cuestiónque
ya apuntabala cartaque el dueño de la posada madrileñahabía enviado al
Consejo, en la que denunciabaa los dos jóvenes copistas.En ella, el posa-
derorelatala conversaciónque mantuvocon ambosestudiantes, quienesno

19 Ibid.
20 La
reglaXI delcatálogo de 1583establece la censurade«todosloslibrosytratados que
desdeeldíadelapublicación deestecatálogo enadelante
seimprimierenydivulgaren sin
tenernombre delautor o impresor, en
lugarytiempo quese impriman. Y cualquier de
estascosasquefalte enlosdichos libros ytratados,setenganporvedados yprohibidos,
comosospechosos demaladoctrina y sospechosa doctrina».
A. SierraCorella,La cen-
suradelibros ypapelesenEspañaylosíndices ycatálogosespañolesdelosprohibidos
y expurgados , Madrid:Cuerpo Facultativo de Archivos,Bibliotecas
y Museos,1947,
p.253.
21 Alonso deMontemayor fueprofesor dehebreo yarameo enlaUniversidaddeSalamanca
durante la segunda mitad delsigloXVI,segúnse recoge enlosLibrosde Actasde la
Universidad salmantina.Segúncuenta el propio PedrodePalencia,esteconverso había
sidoprofesor dehebreo enSevilladeBenito AriasMontano, aunque nohayotros docu-
mentos que lo constaten. También fueprofesor de lenguassemíticas en Alcaláy
Valladolid,lugar esteúltimo dondedioclasesa Pedro dePalencia.
22 Enla « Amonestación » quehabíaescrito Casiodoro deReinapuedeleerse: « De la vieja
translación española delViejoTestamento, impresa enFerrara,
noshabernos ayudado
mucho ensemejantes necesidadesmásqueninguna otra».Heconsultado elejemplar de
laB.N. M.,sign. : R/13158.

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SERGIO LÓPEZ

solo confirmanla rarezadel ejemplar,sino que inclusoponenen duda que


hubieseotrosimilaren la corte:
Diciéndoles
yoquedebíaserlibrobienexquisito
cuandoseponíatanto
cuidado
y curiosidad
en trasladarlo
de manoy letrastanaparentes,
respondieron
que
queenla corte
entendían dudabanquehubieseotro, a hallarse
porque el dueño
quelomandaba lopesabadeoro23.
sacar,

Con todo,frayPedro de Palencia debía de conocerlo.Es ciertoque el


dominicopodríahaberocultadodeliberadamente el nombredel autory fin-
su
gir desconocimiento, debido a la fama de heterodoxo que Casiodoro de
Reina teníaentrelas autoridadesespañolas.Perolos numerososdetallesque
ofrece su declaración contradicenesa posibilidad. Pedro de Palencia
comenta en ella su entrevistacon don Enrique,del Consejo, y el abad
Neroní,Comisariodel SantoOficioen Alcalá, con la finalidadde conseguir
una licencia para leer librosde rabinosy biblias romances24. Del mismo
modo, comenta su viaje al monasterio de El Escorial para consultardos
cajones de libros prohibidosque, según afirma el propio secretariodel
Consejo, había enviado la Inquisición, de los que dejó escrupulosaminuta25.
Tambiénalude a diversasautoridades,en cuyo poder se encontraban
algunasbibliasromances.Entreellas, citauna versiónque había consultado
en la celda de frayFranciscode Jesús,a la sazón confesorde Felipe III, en
cuyas tapas se conservaba escrito su antiguo poseedor,el marqués de
Villena,y que se tratabapor ciertode la famosaBiblia de Alba26.Es más,
Palenciarelatainclusola estratagema que habíaurdidoparahacersecon una
versiónbíblica que creía en poderdel conde de Montijo,hermanoy here-
derodel inquisidordon PedroPortocarrero, quienla había conservadohasta
su muerte,y que habían tenidoantes de él frayHernandodel Castillo y
luego frayTomás de Guzmán.
Pedrode Palencia no escatimóel más mínimodetalleen su declaración,
lo que lleva a pensarque su desconocimientode la Biblia del Oso era más
real que fingido.Y no solo él, sino otrosmuchospersonajesrelevantesque

23 CartadeunfamiliardelSantoOficio alConsejo,enlaquesedelata a dosestudiantes


que
poseíanunaBibliaenromance. A.H.N.Inquisición.Legajo4467/9.
24 No
hayqueolvidar quePalencia habíaescritopocoantesunlibroenel quedefendía la
lectura
derabinostituladoTratado cercala regladelcatálogoquedisponenla licción
de
lasglosasderabinos enexposicióndeltexto sagradodeScripturaHebrea,Morón, 1611.
BNM.,Ms.1076.
25 deAndrés dala relacióndeestoslibros,muchos deellosperdidoslamentable-
Gregorio
menteenelincendio de1671.Puesto queestoscódices serecogenenelcatálogo queela-
borófrayJosédeSigüenza en1595,hayquesuponer quefueronenviadosporel Santo
Oficioantesdeestafecha. Cf.« Historia
delasprocedenciasdeloscódices hebreosdela
RealBiblioteca
deEl Escorial», Sefarad, 30(1970),pp.24-27.
26 Véasemiartículo « Algomássobrela supuesta Bibliade Alba.El hebraístaPedrode
Palencia
interrogadoporla Inquisición», ,4 (2008),pp.143-165.
Etiópicas

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BIBLIAS
LASLLAMADAS DELEXILIOENESPAÑA 301

salen a colación. La versiónde Casiodoro de Reina, en definitiva,apenas


tuvorepercusiónen la España del Siglo de Oro, y la ignoranciaque eviden-
cian sobre el asuntoen esta y otrasconfesionestantolos intelectualesy
humanistasespañoles,como otrospersonajes,si cabe, más propiciosy ade-
cuados aún para su conocimiento,así lo demuestra.

Huelva. SergioFernández López

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