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Sophia

ISSN: 1794-8932
produccionbibliografica@ugca.edu.co
Universidad La Gran Colombia
Colombia

MALAGÓN PLATA, LUIS ALBERTO


EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA
Sophia, núm. 1, marzo, 2005, pp. 83-102
Universidad La Gran Colombia
Quindío, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=413740777007

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EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA

EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTIC


CURRÍCULO A
CRÍTICA

LUIS ALBERTO MALAGÓN PLATA


Profesor Universidad del Tolima Estudiante de Doctorado UCR

«Nacemos humanos pero eso no basta: tenemos también que llegar a


serlo. Los demás seres vivos nacen ya siendo lo que definitivamente
son, mientras que de los humanos lo más que parece prudente decir es
que nacemos para la humanidad».
Fernando Savater (PNUD, 1998, 13)

RESUMEN

 - SOPHIA
El documento tiene como objeto de reflexión fundamental el currículum. La prime-
ra parte apunta a presentar una visión analítica de la educación como fenómeno social,
privilegiando los aspectos teleológicos y sociales y marcando los dimodelos en los
cuales se privilegian determinados desarrollos técnicos, tecnológicos y científicos, y,
diferentes interpretaciones de acuerdo a los marcos teóricos de los autores.

Una segunda, en la cual abordamos un análisis del currículo un tanto asistemático


y más con la idea de mostrar un campo bastante difuso y discutible, sobre el que es
posible realizar una sistematización en relación con posturas, enfoques, “teorías”, sin
abiertamente realizar una toma de posición taxativa. Se intenta avanzar en la búsque-
da de un discurso sobre el currículo. Este primer intento muestra una panorámica sobre
ese amplio tema y al final vamos precisando dos grandes áreas de trabajo: el currículo
en relación con los otros “momentos” de la educación como la enseñanza, la didáctica
y la evaluación; y por el otro lado, el área referente a lo que podríamos denominar una
epistemología del currículo.

El tercero, apunta a formular algunos interrogantes para encontrar caminos en la


construcción de una praxis (discurso) curricular que oriente la comprensión y transfor-
mación de las prácticas dominantes en la Educación Superior. Se trataría de un discurso
contrahegemónico, que en el seno mismo de la institucionalidad abriera opciones alter-
nativas en el campo del currículo.

ABSTRACT
The present work shows “The Curriculum” as a fundamental object of reflection.
The first part, aims to present an analytical vision of education as a social phenome-
non, focusing in the teleological and, social aspects and marking the different appro-
aches that, from that field, have conceptualized education, including some references
to post-structuralist and post-modern educational views.

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The second part, highlights the conceptual analysis of curriculum, its scopes and
limitations, and its double nature as a whole in the theory-practice relation (PEJ and
Pedagogical practice, on one hand; and, the “school” – context relation, on the other
hand).

Finally, the third part, assumes the curriculum critical vision, the tensions generated
towards the cultural relativity and its real possibilities in the generation of an
Institutional descontextualization and recontextualization process that tune “school”
with the “feelings” of the new century.

PARTE I quién se dirige la educación,


quién es su destinatario? Por el
En este aparte, como indicábamos conocimiento que todos tene-
anteriormente, se trata de abordar la re- mos de la practica educativa,
flexión sobre la educación desde dos di- porque en un sentido o en otro
mensiones: la pedagógica y la social. Aun- la hemos vivido (tanto la insti-
que las dos se encuentran íntimamente tucional como la extra-institucio-
relacionadas, ya que la pedagogía ha sido nal), sabemos que la educación
considerada por Durkheim como “teo- se dirige a los niños, a los ado-
rías” (Salamón, 1980, p. 8), como ma- lescentes, a los jóvenes y a los
neras de concebir la educación, no mane- adultos, de acuerdo con sus res-
ras de practicarla. La educación en todas pectivas necesidades y edades;
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las dimensiones ha sido considerada como es decir, se dirige a todo tipo de


un proceso de formación, de humaniza- personas que integran una co-
ción y en ese sentido desde que el hom- lectividad, en cualquier período
bre existe, la necesidad de formarse, de de la vida en que ellas se en-
educarse, esta íntimamente ligada a su cuentren.
condición humana. El crecimiento como
persona, como ser social, está vertebra- Las acciones educativas son
do en la educación. La dimensión antro- permanentes y continuas: en
pológica de la educación muestra como el caso de la educación formal,
en todas las fases del desarrollo social del dependen de las oportunidades
hombre, así como en todas las fases de que existan para recibirlas; en
su desarrollo natural, la educación va per- cuanto a la no formal, todas las
feccionando el ser humano, el hombre situaciones vitales son propicias
adquiere su condición de ser humano en para la construcción humana.
tanto es un ser educable, perfectible. Al Por ello, para abordar la concep-
respecto es pertinente considerar lo plan- tuación, hemos de partir de la
teado por María Eugenia Dengo: premisa de que la educación es
formación permanente del hom-
Conviene iniciar nuestro análisis bre, en sentido individual y en
reflexionando desde nuestra sentido colectivo, y su acción
propia experiencia sobre la edu- formativa se dirige a toda la so-
cación y, para ello, hacernos una ciedad de un país. (1995, p. 6)
pregunta como la siguiente: ¿a

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La educación es un proceso cons- Ahora bien, la educación no es sola-


ciente y no consciente, se da con la inte- mente objeto de estudio de la pedagogía
racción del ser humano consigo mismo, -aunque se considera a la pedagogía
con el otro y con lo otro. En ese sentido como la disciplina de la educación-, la psi-
es comprensible que pueda ser pensado, cología, la filosofía, la sociología, la eco-
intencional o no lo sea. Cuando existe una nomía, la antropología y la política, son
intencionalidad, cuando se piensa, cuan- disciplinas que se ocupan de la educación,
do se construyen ideas, concepciones, son dimensiones del fenómeno educati-
estructuras, comienzan a aparecer los vo. Pero la pedagogía aparece como la
signos de una teoría, una disciplina. Ra- ciencia “propia” de la educación. Aunque
fael Flórez, establece cinco criterios de conviene aclarar, como se ha anotado
elegibilidad, que permiten distinguir una anteriormente, que no toda la comuni-
teoría propiamente pedagógica de una dad educativa acepta que la pedagogía
que no lo es: sea la “ciencia de la educación”, por el
contrario, los anglosajones y los france-
1. Definir el concepto de hombre ses, utilizan los términos de teoría y teo-
que se quiere formar, o meta rías de la educación, cuando se refieren a
esencial de formación humana. las intencionalidades pensadas sobre la
educación.
2. Caracterizar el proceso de for-
mación del hombre, de humani-
En el proceso de humanización del

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zación de los jóvenes, en el de-
ser humano se entrecruzan e interactúan
sarrollo de aquellas dimensiones
los procesos naturales y los procesos
constitutivas de la formación, en
sociales, haciendo de la humanización un
su dinámica y secuencia.
proceso de crecimiento individual y so-
cial. María Eugenia Dengo, establece una
3. Describir el tipo de experiencias
serie de principios y características para
educativas que se privilegian
definir al sujeto de la educación (1995, p.
para afianzar e impulsar el pro-
ceso de desarrollo. 9-21): un ser unitario en tanto unidad
“biosicoespiritual y social” que lo hace di-
4. Descripción de las regulaciones ferente de los otros seres vivos; un ser
que permiten “enmarcar” y cua- social, creador de cultura, en tanto su
lificar las interacciones entre el proceso humanista es un proceso de
educando y el educador en la apropiación y creación de cultura; un ser
perspectiva del logro de las me- dialógico, en tanto, en la interacción con
tas de formación. el ‘otro’ (que representa a ‘todos los otros’
seres humanos) y con ‘lo otro’ (el mun-
5. Descripción y prescripción de do objetivo) se construye y se reafirma
métodos y técnicas diseñables la propia percepción del ‘yo’ de cada indi-
y utilizables en la práctica edu- viduo; lo que algunos filósofos llaman ‘yoi-
cativa como modelos de ac- dad’ –El diálogo es la base de la solución
ción eficaces. (1994, p. 114- de los conflictos humanos, es la posibilidad
115) del entendimiento y comprensión, el vehí-
culo de la relación afectiva entre padres e

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hijos y entre los sexos–; un ser simboli- y tuvo como propósito primigenio ase-
zador, creador de imágenes, de senti- gurar la estabilidad del desarrollo de la
dos, de formas culturales como abstrac- humanidad mediante procedimientos
ciones y como formas de comunicación nuevos de memoria social para el mejo-
no tradicionales; un ser libre, la “liber- ramiento de la producción comunitaria.
tad es la condición y la posibilidad más Segunda época: educación transmisionis-
legítima del hombre; un ser educable, ta, idealista y aristocrática (contra el tra-
bajo productivo), corresponde al tipo de
existe en el hombre una cuali- educación en las sociedades precapitalis-
dad, específica de su naturale- tas y postprimitivas. Tercera época: edu-
za, que lo hace dúctil a las in- cación para vida y la producción social,
fluencias formativas, capaz de corresponde a la educación para las so-
adquirir conocimientos y habili- ciedades capitalistas y socialistas.
dades para adaptarse a diferen-
tes condiciones ambientales o Otros autores, ya no refieren los ti-
relativas a su propia existencia pos de educación exclusivamente a las
y para modificar sus comporta- fases del desarrollo histórico sino que uti-
mientos; en suma, una cualidad lizan referentes como la escuela, por
que lo hace ser sujeto de ejemplo. Jesús Palacios González, en su
aprendizaje. Es lo que llama- conocido libro La cuestión escolar: críti-
mos educabilidad; cas y alternativas, expone tres grandes
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grupos de crítica a la escuela tradicional


y, un ser temporal, en tanto se afir- (educación tradicional) y los caracteriza
ma como un ser histórico, ubicado en un así (1978 p. 13-14): primer grupo,
contexto determinado y que escribe his-
toria con su propia existencia. estaría constituido por una serie
de autores cuya principal preocu-
Históricamente se ha dicho que a pación era reformar la escuela
cada estadio de desarrollo de la humani- tradicional, haciéndola pasar de
dad corresponden formas especificas de su magistrocentrismo caracte-
educar. Esto es, existirían concepciones rístico al puericentrismo más
de la educación, atendiendo al desarrollo acentuado. Se trata, por así de-
histórico de la sociedad. Aníbal Ponce, en cirlo, de un grupo natural: la co-
su conocido y cuestionado texto La edu- rriente de la Escuela Nueva. (p.
cación y la lucha de clases, realiza un re- 13);
corrido histórico para caracterizar la edu-
cación en cada etapa del desarrollo. Así el segundo grupo, más que una es-
como Ponce, otros autores también re- cuela en el sentido del grupo anterior, re-
fieren caracterizaciones y épocas históri- presenta una tendencia caracterizada por
cas para perfilar un tipo de educación es- su “oposición al autoritarismo escolar y a
pecífico. Flórez Ochoa (1994, p. 155- las relaciones y métodos autoritarios y
159), expone tres épocas. Primera épo- en consecuencia su defensa a la libertad
ca: educación transmisionista (por imita- del niño” (p. 14); y, el tercer grupo, re-
ción e intelección) para el trabajo colectivo presenta una escuela en el sentido del

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primer grupo, en la medida en que se para la pedagogía. Un buen número de


enmarcan en el pensamiento marxista autores, buscan siempre sistematizar
y su preocupación es los procesos pedagógicos: sus formu-
laciones, presupuestos y principios, a
menos por los métodos y por través de modelos, quizás tratando con
los problemas individuales – ello de hacer “teoría”, o de encontrar
aunque unos y otros no son ol- instrumentos para la comprensión e in-
vidados– y más por el trasfon- terpretación de las prácticas educativas
do social subyacente a los mis- y pedagógicas. Rafael Flórez (1994, p.
mos, estos autores están, de 167-174), ha elaborado una clasifica-
manera especial, interesados ción de modelos pedagógicos, como
en poner de manifiesto cómo teorías de la educación y las ha deno-
la crisis escolar es reflejo de minado y caracterizado así: tradicio-
una crisis sociológica más pro- nalista, basado en una educación au-
funda, cómo, en definitiva, el toritaria, verbalista, transmisionista, re-
funcionamiento de la escuela es petitiva y centrada en el maestro;
un reflejo del de la sociedad que transmisionista (conductista), orien-
la ha hecho nacer y desarro- tada al desarrollo de habilidades y des-
llarse. (p. 14) trezas, centrada en la planeación y el
logro de metas observables y medibles;
Estas diferentes “taxonomías”, ex- romántico, de corte naturalista, el co-

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presan una manera de interpretar la nocimiento nace del sujeto y el maes-
educación, su desarrollo y su naturale- tro es un facilitador de los aprendiza-
za. Pero como toda taxonomía y como jes; progresista, el maestro y el alum-
todo intento de sistematización, siem- no asumen conjuntamente el trabajo
pre queda algo por fuera; autores y si- pedagógico y, el conocimiento se cons-
tuaciones difíciles de integrar, por su truye en un proceso interactivo entre
complejidad y escepticismo. Incluso, las todos los actores del proceso educati-
“épocas” son delimitaciones bastante vo; y, social, la relación alumno-maes-
imprecisas, en gran medida por cuanto tro es horizontal, las estrategias de tra-
las categorías para definirlas dependen bajo académico son participativas y
del paradigma o el marco teórico. Las buscan fortalecer el trabajo colectivo.
sociedades tienen formas de produc-
ción, de organización y de existencia so- La educación como fenómeno so-
cial dominantes, pero no únicas, lo que cial le ha sido “adjudicada” a la sociolo-
se encuentra son formas combinadas gía de la educación. Magdalena Salamon
de existencia social; lo tradicional y lo ha expuesto el estudio social de la edu-
moderno se entretejen para formar cación desde tres perspectivas: funcio-
complejas redes, para las cuales, las nalista, estructural-funcionalista y teo-
taxonomías se quedan cortas. rías de la reproducción (1980, p. 3).
Según Salamon, estas tres corrientes
De la misma manera, como se dan comparten un conjunto de lineamien-
“taxonomías” para caracterizar la edu- tos generales sobre la educación como
cación, aparecen también clasificaciones fenómeno social (1980, p. 4-5):

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• La educación se concibe como una • La investigación del fenómeno edu-


instancia social objetiva, sin desco- cativo se apoya en los desarrollos
nocer la relación individuo-individuo metodológicos de la ciencia, bus-
cando siempre que respondan a la
• La relación educador-educando es un especificidad de su propio objeto.
componente en el conjunto de rela-
ciones que definen el sistema educa- Con base en estas consideraciones,
tivo es posible diferenciar la naturaleza de
cada perspectiva. Funcionalista, basa-
• La educación no es solamente resul- da en el pensamiento de Durkheim,
tante del conjunto de variables que quien dilucida la naturaleza social de la
conforman el conjunto del sistema educación y su papel de transformar el
social, es también condicionante para ser asocial en un ser social. La educa-
el sistema. ción es entendida en el marco de esta
corriente como socialización, la apro-
• La educación es un proceso en sí mis- piación de la cultura como mecanismo
mo, tiene su autonomía y su propia para el crecimiento social. Estructural-
dinámica sin desconocer la articula- Funcionalismo, fundamentada en el pen-
ción con el sistema social en su con- samiento sociológico de Robert Merton
junto y Talcott Parsons, entienden la educa-
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ción como el proceso a través del cual


• La educación como objeto de estu- los seres humanos logran su inserción
dio de puede verse como un sistema, en el sistema social y adquieren su sta-
de afuera hacia adentro, o como un tus de acuerdo al grado de escolaridad
subsistema de adentro hacia fuera y su desempeño. Magdalena Salamon,
refiere lo siguiente:
• El campo educativo desborda la es-
colaridad e involucra otras institucio- Talcott Parsons, junto con Davis
nes como la familia, los medios de y Moore, fueron quienes fijaron
comunicación y otras formas so- primero el origen de la desigual-
ciales de organización formal y no dad social, como un proceso de
formal evaluación diferencial, según la
importancia funcional de las ocu-
• Los factores sicológicos que duran- paciones, originada en las nece-
te mucho tiempo fueron conside- sidades de las sociedades com-
rados la base de la enseñanza- plejas, que requieren de destre-
aprendizaje, no se desconocen en zas y habilidades especializadas
la concepción social de la educación. y que los menos pueden satis-
Por el contrario, adquieren su ver- facer por el largo, costoso y
dadera dimensión en cuanto se ar- complicado proceso formativo
ticulan a una visión integral del pro- escolar que implica. Acaece en-
ceso educativo. tonces la selección social, medi-
da en niveles de educación, y

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que origina a su vez retribucio- la enseñanza (Carr y Kemmis, 1988).


nes diferenciales y prestigio. El planteamiento de esta corriente se
(1980, p. 13) apoya en la llamada Teoría Crítica, de-
sarrollada por la escuela de Frankfurt.
Teorías de la reproducción, se habla Giroux la define así:
de teorías, porque efectivamente son
varios los autores con matices diferen- En sentido más general, la re-
tes. El nombre de reproducción devie- sistencia tiene que ser funda-
ne de la consideración en torno a que el mentada en un razonamiento
gran tema de esta sociología de la edu- teórico que apunte hacia un
nuevo marco de referencia y
cación es el de los mecanismos por los
hacia una problemática para
cuales la educación, o más concretamen-
examinar a las escuelas como
te la escuela, contribuye a la producción
sitios sociales, particularmente
y la reproducción de una sociedad de cla-
la experiencia de los grupos
ses. Este asunto es el tema unificador
subordinados. Esto es, el con-
de dicha tradición teórica y empírica, el
cepto de resistencia, más que
hilo conductor y de articulación entre
un nuevo lema heurístico en el
estudios que pueden parecer, inicialmente
lenguaje de la pedagogía radi-
bastante divergentes. (Silva, 22).
cal, representa un modo de dis-
curso que rechaza las explica-

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Los representantes de esta pers- ciones tradicionales del fraca-
pectiva son todos de inspiración mar- so de las escuelas y conductas
xista y los más representativos son: de oposición. En otras palabras,
Althusser, Baudelet y Establet, Bowles el concepto de resistencia con-
y Gintis, Bordieu y Passeron y, Michael lleva una problemática gober-
Young. Este último, creador de la lla- nada por supuestos que cam-
mada nueva sociología de la educa- bian el análisis de la conducta
ción. Los textos más representativos de oposición de los ámbitos
son: Ideología y aparatos ideológicos teóricos del funcionalismo y de
del Estado, La instrucción escolar en la las corrientes principales de la
América capitalista, La reproducción, La psicología de la educación, por
escuela capitalista, y, Conocimiento y los del análisis político. La re-
control. En esta corriente es posible di- sistencia en este caso redefine
ferenciar tres tendencias: Althusser, las causas y el significado de la
Baudelet y Establet hacia el aspecto conducta de oposición al argu-
social y político; Bowles y Gintis, orien- mentar que tiene poco que ver
tada hacia el aspecto económico y po- con la lógica de la desviación,
lítico; mientras que Bordieu y Passeron, con la patología individual y la
hacia lo cultural. incapacidad aprendida (y, por
supuesto, las explicaciones ge-
Además de estas tres perspectivas néticas). Tiene mucho que ver
aparece una cuarta, expuesta por Hen- aunque no exhaustivamente,
ri Giroux, denominada teoría de la re- con la lógica de la moral y de la
sistencia (1995) y /o teoría crítica de indignación política.

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Aparte de cambiar el funda- dagogía pos-estructuralista. De todas


mento teórico con el que se maneras desde la crítica a la moderni-
analiza la conducta de oposi- dad y el iluminismo, es decir a todo el
ción, la construcción de la re- sistema de pensamiento occidental –
sistencia requiere una serie de explicaciones globales y totalizantes del
preocupaciones y supuestos mundo y de la sociedad, los ideales de
acerca de la escolarización que libertad, emancipación y autonomía–;
son generalmente negados por se comienza a generar una corriente de
las perspectivas tradicionales pensamiento sobre la educación acor-
de la escuela y por las teorías de con lo que hoy se ha denominado
de la reproducción social y cul- pos-modernismo. Se busca desmoro-
tural. (Giroux, 1995, p. 144) nar así el fundamento de la educación y
la pedagogía moderna: un sujeto ra-
La teoría de la resistencia surge
cional, entero, ideal y preexistente a
como una respuesta a las limitaciones
cualquier constitución metateórica.
de la teoría de la reproducción, no solo
en lo teórico (la escuela como un obje-
Para corroborar lo anterior, Tomaz
to de reproducción), sino también en
Tadeu Da Silva nos ilustra al respecto:
referencia a la acción, esto es, a la ne-
cesidad de un discurso que permita des-
Desde el punto de vista pos-
de la escuela la generación de prácticas
 - SOPHIA

moderno, el problema está en


contrahegemónicas (Torres Santomé,
que la producción de ese tipo
1996, p. 113), no solo como prácticas
contestatarias (no se superaría el dis- particular de sujeto esconde
curso de la reproducción), sino como exactamente eso: que se tra-
prácticas reconstructivas, capaces de ta de una construcción social e
generar discursos alternativos con histórica, contingente, caracte-
asiento en la acción. Ya no se trata de rística de una época histórica
una educación crítica, sino de una pe- específica. El sujeto moderno
dagogía crítica, es decir una pedagogía sólo existe como resultado de
que es capaz de trascender los mode- los aparatos discursivos y lin-
los imperantes y proponiendo nuevas güísticos que así lo construye-
formas de abordar la educación, el co- ron. Aquello que es visto como
nocimiento y las relaciones institucio- esencia y como fundamental-
nales y extrainstitucionales. mente humano no es más que
el producto de su constitución.
Finalmente, y para terminar este re- El sujeto moderno, lejos de
corrido por las diferentes formas de re- constituir una esencia univer-
flexión sobre la educación, el discurso sal y atemporal es aquello que
pos-moderno y pos-estructuralista so- fue hecho de él. Su presenta-
bre la educación, que aunque no tiene ción como esencia esconde el
propuestas claras, difícilmente hoy po- proceso de su manufactura.
dríamos hablar en sentido estricto de (1997, p. 277)
una pedagogía pos-moderna o una pe-

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Los discursos pos-modernistas, Como se podrá observar es posi-


pos-estructuralista y deconstruccionis- ble enumerar múltiples definiciones y
tas de la educación y del currículo, cons- conceptualizaciones, y encontraríamos
tituyen un campo nuevo, provocador y que la mayoría de ellas difieren en los
que es conveniente profundizar. énfasis que le dan a los componentes
del proceso educativo.
PARTE II
En realidad, el “concepto” de currícu-
Si la pedagogía es o son las teo- lo es un terreno movedizo, los autores
rías de la educación, la didáctica, las incluso, algunas veces lo interpretan de una
teorías de la enseñanza y del aprendi- manera y a veces de otra. Por ejemplo,
zaje, entonces, el currículo, ¿qué es? Ángel Díaz afirma en la presentación de su
Lundgren: selección de contenidos, or- libro Didáctica y curriculum, “(b) la necesi-
ganización del conocimiento y las des- dad de establecer nuevas articulaciones
trezas, e indicación de métodos (1992, entre el curriculum -como expresión de la
p. 20); Stenhouse: “un currículum es teoría educativa del siglo XX- y la didáctica
una tentativa para comunicar los prin- -disciplina que estudia los problemas que
cipios y rasgos esenciales de un propó- enfrenta el docente-” (1997, p. 11), y lue-
sito educativo, de forma tal que per- go, en ese mismo aparte, dice lo siguien-
manezca abierto a discusión crítica y te: “De lo curricular se destaca la búsque-
pueda ser trasladado efectivamente a da de un contenido que se va enseñar, lo

 - SOPHIA
la práctica” (1991, p. 29); Gimeno Sa- didáctico apunta a redefinir una situación
cristán: “el proyecto selectivo de cultu- global en la que el contenido se enseña”
ra, cultural, social, política y administra- (p. 14). De lo anterior podría concluirse
tivamente condicionado, que rellena la que habría en el mismo autor dos con-
actividad escolar y que se hace realidad ceptos: uno, en relación con la teoría edu-
dentro de las condiciones de la escuela cativa (como pedagogía en la concepción
tal como se halla configurada” (1995, de Durkheim y el pensamiento alemán) y
p. 40); Johnson: “serie estructurada de dos, como contenidos. Y si eso es un au-
resultados buscados en el aprendizaje” tor, podemos imaginarnos lo que sucede
(Kemmis, 1993, p. 28); McCutcheon: cuando se confrontan o se analizan diver-
sos autores.
Por currículo entiendo lo que los
estudiantes tienen oportunidad Esa falta de claridad en torno a su
de aprender en la escuela, a tra- significado, o quizás más, de acuerdo
vés tanto del currículo oculto sobre su concepto, plantea un proble-
como aparente, y lo que no tie- ma bien interesante: construir el status
nen oportunidad de aprender epistemológico del currículo. El concep-
porque ciertas materias no fue- to moderno de currículo y su construc-
ron incluidas en el currículo, eso ción conceptual, está directamente li-
que Eisner (1979, p. 83) llama gado al desarrollo de las sociedades in-
el ‘curriculum cero’ (1982, p. 19; dustrializadas, al paso de la educación
el subrayado es mío). (Che- general, a la educación especializada, en
rryholmes, 1987, p. 34) relación con la demanda de formación

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puntual y de acuerdo a la división técni- clara, encontrar los puntos de la nego-


ca y social del trabajo. Gimeno Sacris- ciación sobre las diferentes concepcio-
tán aclara al respecto: nes. Incluso hasta Carr y Kemmis se-
paran el término ‘currículo’ del término
El término curriculum proviene de ‘enseñanza’. Por ejemplo Zais (Che-
la palabra latina currere que hace rryholmes, 1987, p. 33-34), dice que
referencia a carrera, a un reco- entre currículo y enseñanza no existe
rrido que debe ser realizado y, contraposición ni se confunden. Por el
por derivación, a su representa- contrario, la relación entre currículo y
ción o presentación. La escolari- enseñanza es una relación de continui-
dad es un recorrido para los dad. El currículo trata los aspectos más
alumnos y el curriculum es su re- amplios, más generales: fines, conteni-
lleno, su contenido, la guía de su dos y métodos, y los aspectos más
progreso por la escolaridad. Aun- específicos pertenecen a la enseñanza.
que el uso del contenido del tér- Después de revisar autores moder-
mino se remonta a la Grecia de nos como Stenhouse (1991), Bernstein
Platón y de Aristóteles, entra de (1994), Magendzo (1996), Posner
lleno en el lenguaje pedagógico (1998), Gimeno Sacristán (1995;
cuando la escolarización se con- 1998), Kemmis (1993), Grundy (1998)
vierte en una actividad de masas y Contreras Domingo (1994), parecie-
(Hamilton y Gibson, 1980, cita- ra encontrarse algunos puntos de con-
 - SOPHIA

do por Goodson, 13), que nece- vergencia en la conceptualización del cu-


sita estructurarse en pasos y ni- rrículo: contenidos (selección, organi-
veles. Aparece como un proble- zación), métodos (estrategias), plan de
ma a resolver por necesidades estudios (programas, núcleos, áreas) y
organizativas, de gestión y de el carácter práctico del currículo en la
control del sistema educativo, al medida en que la educación es ante todo
requerirse un orden y una se- acción, es un hacer, un actuar. De esto
cuencia en la escolaridad. (Gime- desprenden algunos autores, en parti-
no Sacristán y Pérez Gómez, cular Lundgren, que las teorías curricu-
1996, p. 144-145) lares son metateorías, por la naturale-
za de sus explicaciones y de su objeto:
Cuando la escuela se pregunta qué
tipo de hombre o mujer necesita la so- Es difícil realizar una encuesta de
ciedad, se pregunta a su vez cómo for- las teorías curriculares existen-
marlo y entonces surge el concepto de tes. Si tomamos la opinión de
currículo como “plan de formación”, te- que el curriculum describe los
niendo en cuenta que no todos serán métodos de enseñanza que se
formados con el mismo plan, sino que han de utilizar y la materia que
habrá planes diferentes, currículos dife- debe enseñarse, una teoría cu-
rentes. Quizás un trabajo de análisis e rricular científica debería consti-
interpretación de las diferentes concep- tuir una explicación racional de
ciones de currículo nos permitiera avan- porqué se debería enseñar cier-
zar en una delimitación conceptual más to contenido y porqué debería

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EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA

utilizarse cierta metodología. Si pedagógico y las prácticas pedagógicas,


tomamos la opinión de que una las relaciones sociales y de poder
teoría curricular es una metateo- (político) en la escuela. Diría, que de
ría, entonces se debería relacio- alguna forma se trata de profundizar el
nar las explicaciones anteriores análisis del curriculum oculto. Estos
entre sí y explicar su función en trabajos de Bernstein se articulan con
la planificación y puesta en prác- los de Bordieu y Passeron y, finalmente,
tica de la enseñanza. (Lundgren, con los de Giroux y, Carr y Kemmis,
1992, p. 76) para constituir una gran línea de trabajo
o un gran programa de investigación,
Pero también hay autores como Ali- según Lee S. Shulman quien cita a
cia W. de Camilloni, quien afirma Lakatos (Wittrock, 1989, 11), en torno
a los procesos sociales, culturales y
Existe todavía una clara contro- políticos, enmarcados pedagógicamente
versia acerca de sí la didáctica y en función de la relación escuela-
existe como teoría de la ense- sociedad. Podríamos denominarlo:
ñanza, según una teoría euro- estudio sobre el discurso pedagógico en
pea secular; si se confunde con la escuela o pedagogía y poder en la
la psicología educacional, según escuela.
la tradición norteamericana de la
primera mitad del siglo XX; o si Una segunda idea se desprende de

 - SOPHIA
debe ser remplazada por sus Kemmis, quien considera que la teoría
objetos de conocimiento, en curricular enfrenta una doble situación.
particular el curriculum (Camilloni Por un lado, la relación teoría-práctica
et al, 1996, p.22), en el proceso educativo y por otra, la
relación entre educación y sociedad. En
y epistemólogos de las ciencias como ese sentido implicaría que el currículo
Giordan y Vecchi (1995), sostienen que la no solamente constituye una propuesta
didáctica ya no solamente se ocupa de o es un “vehículo” que concreta la
técnicas y métodos, sino también de la relación entre la sociedad y la educación,
selección de los conocimientos nece- sino también, implica un quehacer, una
sarios. Así pues, el concepto de curricu- práctica pedagógica. Este hecho, la
lum se torna más difuso y más complejo. doble situación del currículo, abriría
campos de investigación en las dos
Con base en lo anterior, surgen cua- direcciones: las prácticas pedagógicas
tro inquietudes en torno a “objetos” como prácticas curriculares; y, las
de investigación del currículo y que nos prácticas curriculares (teoría y práctica),
darían luces para ir construyendo un es- como el puente, la correa de
pacio epistemológico favorable para las transmisión entre la sociedad y la
definiciones conceptuales. escuela. De la forma (teórica y práctica)
como la escuela (universidad) enfrente
Una primera idea es en relación esa doble situación, es posible
con los trabajos de Basil Bernstein sobre caracterizar la naturaleza del currículo.
los códigos lingüísticos, el discurso

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Revista de Investigaciones U.G.C. // Año 1 Edición No. 1 // Marzo de 2005
Luis Alberto Malagón Plata

En el currículo formal se formulan Una tercera idea, surge a partir de


los objetivos, los propósitos, los con- la consideración institucional de los tres
tenidos, las estrategias de evaluación y tipos de currículos aceptados: el pro-
de enseñanza, en fin todos los elemen- puesto (el documento aprobado por las
tos necesarios para potenciar el proce- autoridades académicas); el realizado
so educativo. Si ello es así, entonces el (las prácticas curriculares, las activida-
estudio de la teoría y la práctica del cu- des de profesores y estudiantes) y el
rrículo nos permitiría comprender gran logrado (los egresados). Podría ser in-
parte de la interacción entre la universi- teresante indagar las causas por las
dad y la sociedad, e incluso, caracteri- cuales se encuentran diferencias, y a
zar el grado de interpelación de la uni- veces muy grandes, entre lo propues-
versidad con la sociedad. Claro, no so- to, lo realizado y lo logrado. Esto apun-
lamente sería necesario revisar las pro- taría a decisiones teórico-metodológi-
puestas (el currículo formal escrito), sino cas, en torno a la práctica del currículo.
que sería necesario analizar las prácti- Probablemente, las razones tengan que
cas curriculares (actividades de los pro- ver con la manera como la institución
fesores y los estudiantes) y, lo más im- construye sus currículos, por el tipo de
portante tal vez, conocer el punto de currículo o por una influencia significati-
vista de los egresados. va del curriculum oculto.

Podría hablarse de tres tipos de cu- Y finalmente, una cuarta idea, sur-
 - SOPHIA

rrículos: formal (propuesto), real (eje- ge de lo que hemos venido anotando


cutado: las prácticas, la organización y anteriormente, sobre las múltiples defi-
el implícito) y el logrado (lo apropiado niciones e interpretaciones del currículo
por los sujetos al terminar un ciclo aca- y de las dificultades para definir su ob-
démico). No se trataría de hacer una jeto. Se trataría de adentrarnos en el
evaluación o una confrontación entre análisis del conjunto de definiciones,
uno y otro, se trata de establecer si los conceptos, sus diferencias, sus acerca-
currículos interpelan, relacionan la uni- mientos, siempre en relación con la
versidad con la sociedad y hasta qué práctica.
punto o en qué grado lo hacen. Se tra-
taría de un trabajo sobre los propues- En otro orden de ideas, Gimeno Sa-
to, lo ejecutado y lo logrado, buscando cristán, emplea el término “curriculum
los puntos de encuentro entre los pro- ampliado” (Gimeno Sacristán y Pérez
blemas que plantea la sociedad y lo que Gómez, 1996, p. 230-234) para refe-
la universidad realiza curricularmente. rir una concepción totalizadora del cu-
Desde el punto de vista de la disciplina rriculum. Posner, utiliza cinco términos
o la ciencia, se buscaría profundizar, para referirse a los diferentes tipos de
analizar el concepto de currículo como currículo (Gimeno Sacristán, 1998, p.
mediador cultural. Desde el punto de 11-13): oficial, el documento base de
vista de la práctica, espacio esencial del la propuesta; el operacional, lo que
currículo, conocer el funcionamiento realmente se enseña; el nulo, los temas
curricular en relación con su responsa- que no se enseñan; el oculto, todo el siste-
bilidad social. ma educativo que influye en la formación y

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EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA

que no es reconocido en el diseño y de- La noción prevaleciente era que si usted


sarrollo del currículo; y, el extracurricular, entendía la estructura del conocimien-
todas las experiencias pedagógicas reali- to, ese entendimiento le permitiría
zadas por fuera del currículo. entonces seguir adelante por cuenta
propia […] El conocimiento era una
Por un lado, es posible hablar de ti- estrategia sagaz con la cual se podía
pos de currículo (Posner, 1998, p. 11- saber mucho sobre muchas cosas y
13) y por otro lado, de modelos, ten- a la vez conservar muy poco en la
dencias, corrientes. Hay una variedad mente. (1998, p. 60)
taxonómica al respecto. Incluso autores
como Flórez Ochoa, devienen los mode- 4. Conductista o behaviorista, las con-
los curriculares de los modelos pedagógi- diciones de aprendizaje constituyen
cos, a partir de considerar, que las teorías el instrumento fundamental de este
y modelos pedagógicos, inspiran los mo- enfoque.
delos curriculares. De acuerdo a eso, Fló-
rez Ochoa habla de cinco modelos peda- 5. Cognitiva, el aprendizaje significati-
gógicos: tradicionalista, transmisionista, vo de Ausubel, constituye la base
romántico, progresista y social (1994, p. de este enfoque.
167-174); y, de cuatro teorías pedagógi-
cas: pedagogía tradicional, pedagogía con- José Contreras Domingo, estable-
ductista, pedagogía constructivista y pe- ce o propone, seis corrientes curricula-

 - SOPHIA
dagogía social. El cruce de los modelos res (1994, p. 187-204):
con las teorías, daría origen a cuatro mo-
delos curriculares por: disciplinas y facul- 1. Teorías que hacen una opción nor-
tades; objetivos de enseñanza; procesos mativa para la enseñanza. Defienden
cognitivos, subjetivos o investigativos; y, el contenido de la práctica instructi-
por consenso participativo. va. Dentro de ellas el autor formula
cuatro tendencias: racionalismo aca-
De la misma manera, Posner, esta- démico, las disciplinas como base de
blece cinco perspectivas teóricas del cu- la estructura del conocimiento; el cu-
rrículo (1998, p. 47-68): rriculum como autorrealización, se
entiende el proceso y toda construc-
1. Tradicional, transmitir los conocimien- ción pedagógica en función del niño;
tos, los valores y las habilidades. crítica y cambio social, la función so-
cial del curriculum; y, desarrollo de
2. Experiencial, todo lo que le sucede al procesos cognitivos, se interesan
estudiante en los diferentes entornos, más en el cómo, que en el qué, las
influye enormemente en su forma- disciplinas tendrían un valor instru-
ción. mental, lo importante es “aprender
a aprender”.
3. Estructura de las disciplinas, quizás una
cita de Bruner, hecha por Posner, nos 2. Teorías que plantean un procedimien-
permita entender este punto de vista: to técnico científicamente fundamen-
tado. Se centran en los procesos

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Revista de Investigaciones U.G.C. // Año 1 Edición No. 1 // Marzo de 2005
Luis Alberto Malagón Plata

tecnológicos para la construcción 1. Educación para la democracia. El


de programas curriculares. curriculum como proyecto para la
formación ciudadana, la mayoría de
3. Teorías que plantean sólo la expli- edad y el ejercicio del Estado Social
cación-investigación del curriculum. de Derecho.
Su objeto es la práctica curricular,
describirla y explicarla a través de 2. Concepción académica del curricu-
los fenómenos curriculares. lum. Las disciplinas como estructu-
ra del conocimiento y este como
base de la formación.
4. Teorías que expresan una visión crí-
tica del curriculum. Los reconcep-
3. Concepción tecnológica o de eficien-
tualistas: la crítica permanente de
cia social. Preparar al individuo para
los procesos curriculares, ha sido su
su adaptación la sociedad.
objetivo básico.
5. El lenguaje práctico, como forma de 4. La concepción tecnológica en Amé-
tratar el curriculum. Schwab ilustra rica Latina. Preeminencia del factor
al respecto: metodológico sobre los otros com-
ponentes: qué y para qué.
Las teorías del curriculum y de la
enseñanza y el aprendizaje, no 5. Concepción de realización personal.
 - SOPHIA

pueden por sí solas decirnos qué Los intereses del sujeto por enci-
y cómo enseñar, porqué las cues- ma de todo lo demás.
tiones de qué y cómo enseñar
surgen en las situaciones concre- 6. Concepción reconstruccionista so-
tas, llenas de detalles particula- cial. La educación y el curriculum es-
res y concretos de tiempo, lu- tán determinados históricamente.
gar, personas y circunstancias.
(Contreras Domingo, 1994, p. Y podríamos continuar exponiendo
197) “taxonomías”, incluidas las de Lundgren,
Gimeno Sacristán, Stenhouse y otros.
6. Teorías que entienden la práctica del Pareciera que el curriculum abarca todo
currículum como un proceso de in- y no abarca nada. En el primer caso se
refiere a qué, cómo, por qué, quié-
vestigación. El curriculum es una
nes; cuándo y dónde, es decir, se re-
propuesta hipotética que se va
fiere a la propuesta integral del proceso
construyendo en la práctica. La in-
de formación como una hipótesis. Pero
vestigación es el instrumento de
también, el concepto de currículo abar-
construcción del curriculum.
ca los cuatro grandes momentos del
proceso: la formulación (planeación y
En el mismo sentido, Magendzo, so- organización), la ejecución, lo logrado
portado en los escritos de Eisner, Schi- y por supuesto, el currículo oculto como
ro y McNeill, pero en especial en los de eje transversal. En el segundo caso, lo
Schiro, habla de seis concepciones cu- reducen simplemente a un esquema de
rriculares (1996, p. 18), así: organización del qué.

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EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA

El llamado de Schwab para que el rrollada por la escuela de Frankfurt


currículo regrese a la práctica y las críti- (Adorno, Horkheimer y Marcuse y, pos-
cas de Grundy, en el sentido de que “no teriormente, Habermas); en especial
es en la estantería en donde se puede Grundy marca muy claramente que su
encontrar el currículo”, pareciera refor- planteamiento sobre el currículum tiene
zar la idea de que el currículo es ante como fundamentos a Habermas:
todo una metateoría, es decir no hay
una teoría del currículo sino fundamen- Era necesario un ‘sólido fundamen-
tos, porque al fin y al cabo una cosa es to’ teórico que proporcionase una co-
la teoría y otra cosa los fundamentos, herente ‘base para los fundamentos’
algo que no se puede confundir. La pri- (los psicólogos dirían probablemente
mera se refiere a la construcción de que estaba buscando un ‘metafunda-
conceptos sobre el objeto, en lo refe- mento’). Encontré esta teoría coheren-
rente a su estructura, relaciones, diná- te en la de los intereses constitutivos
mica, “es y hace” se refiere Kemmis del conocimiento de Habermas (1972).
(1993, p. 12); y los segundos, a los (Grundy, 1998, p. 16)
supuestos desde donde parte, que pue-
den ser tomados de disciplinas afines o En ese sentido, indica –siguiendo a
de marcos generales que engloben la Habermas–, los tres intereses cogniti-
práctica. De la misma forma como no vos básicos: técnicos, prácticos y eman-
se debe confundir estructura con fun- cipadores, que constituyen las tres for-

 - SOPHIA
damentos, según Grundy mas de saber dominantes en la socie-
dad de hoy: empírico-analítica, históri-
…descubrí que se confundían la ca-hermenéutica y crítica.
‘estructura’ y los ‘fundamentos’
del curriculum. Propósitos y ob- El interés técnico corresponde al
jetivos, adopción de decisiones pensamiento positivista, se ocupa de las
respecto a los contenidos, es- explicaciones, de los datos empíricos,
trategias de implementación y trabaja con propuestas hipotético-de-
evaluación se investigaban ductivas e “informa el diseño curricular
como si fueran ‘fundamentos’ por objetivos”. (Grundy, 1998, p. 29)
del curriculum, en vez de como
si constituyeran una posible for- El interés práctico utiliza los méto-
ma de estructurarlo. Parecía dos de las ciencias interpretativos, el
que esa estructura daba ya por acercamiento al objeto se realiza des-
supuesta una base filosófica de la comprensión y la interpretación. A
nunca manifestada. (1998, p. diferencia del saber anterior, el cual di-
15) vide la acción en pequeñas partes para
analizar y explicar, las ciencias históri-
Grundy, junto a Giroux, Carr y Ke- co-hermenéuticas se apropian de la ac-
mmis, hacen explícitos los fundamen- ción como un todo, en su dimensión glo-
tos en la construcción de una “teoría” bal. Este interés sustenta la propuesta
del currículo, tanto una como los otros de Stenhouse tal como lo sugiere Grun-
se enmarcan en la teoría crítica desa- dy: “[…] el modelo de currículum como

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Luis Alberto Malagón Plata

proceso de Stenhouse como ejemplo y prácticas que se realizan como


de propuesta para el diseño curricular resultado de la confluencia de
informado por el interés práctico” múltiples factores no siempre
(1998, p. 33). explícitos (1997, p. 111)

El interés emancipador puede defi- y también cuando dice:


nirse de este modo “un interés funda-
mental por la emancipación y la poten- El currículum se nos presenta
ciación para comprometerse en una como la palabra mágica o em-
acción autónoma que surge de intuicio- blemática del actual proceso
nes auténticas, críticas, de la construc- educativo. Concepto polisémi-
ción social de la sociedad humana” co que incluye desde los refe-
(Grundy, 1998, p. 33). Este interés rentes filosóficos, psicopedagó-
constituye la base de las teorías críti- gicos y epistemológicos de la
cas, que buscan la libertad y la autono- teoría educativa hasta el desa-
mía como prácticas de vida cotidiana, rrollo y planificación de los dis-
que surgen del sujeto mismo a manera tintos espacios y momentos de
de autorreflexión. la práctica escolar. La teoría del
currículo lo abraza casi todo:
Pienso que tanto Schwab como objetivos, conceptos, procedi-
Grundy no tienen completa razón, la mientos, modos de aprender y
 - SOPHIA

práctica es y será siempre una concre- enseñar, propuestas didácticas


ción de una teoría, sea que esta apa- y metodológicas, proyectos de
rezca primero o después, si no hay una centro y áreas curriculares y,
teoría del currículo, sino una práctica, lo sobre todo, implica al profeso-
que demuestra no es que el currículo rado: sin profesores no habrá
sólo sea una práctica sino que no he- reforma, ni mejora de los pro-
mos podido construir una teoría. Lo que cesos de enseñanza aprendi-
sucede con el azar, son fenómenos que zaje. (1997, p. 107)
hasta ahora no hemos podido explicar
lo que no quiere decir que no tengan Para esta autora el currículo apa-
explicación. rece como un campo problémico y
como un campo que engloba, lo que
PARTE III podría denominar el proyecto educati-
vo institucional. En esa perspectiva a
Probablemente María Pla i Molins través del currículo no solamente se
tenga razón cuando afirma que: concreta la educación sino que adquie-
ren sentido la didáctica, la enseñanza,
En la obra de Stenhouse el aprendizaje y la evaluación.
(1981) se sugiere que la ense-
ñanza y el currículum, como la Una primera inquietud se refiere
propia educación, son proble- a que más allá de las diferentes deno-
máticos; como posiciones que minaciones de currículo abierto, cerra-
se toman en un momento dado do, oculto, flexible, a priori; es la que

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EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA

tiene que ver con su campo, con su es- sostienen con cifras en la mano que esos
pacio, con lo que debe contener. En la “males” se han profundizado aún más.
cotidianidad del trabajo educativo institu-
cional, el proceso de formación transcu- Surge entonces la pregunta: ¿ante
rre a través de un programa o un pro- la diversidad cultural y la “emergencia” de
yecto, que de alguna manera indica un nuevas culturas o subculturas, los pro-
norte, así como una dinámica, y ese pro- yectos de formación deben continuar
yecto de formación contiene todo lo que siendo homogenizantes y marcados por
se presupuesta como necesario para con- unas tendencias culturales dominantes o
cretar unas metas o logros. En ese or- por el contrario, o, en su defecto, se de-
den de ideas y quizás compartiendo la ben implementar tantos proyectos de
segunda cita de Maria Pla i Molins, el cu- formación como tendencias culturales
rrículo vertebra lo que la acción educati- existan en un determinado contexto so-
va se propone en un contexto histórico y cial e histórico?
social determinado y bajo una propuesta
institucional definida. Gimeno Sacristán ha abordado este
problema de la relación entre cultura y
¿Cómo se haga? ¿Cómo se estruc- currículo en el ámbito del pensamiento
ture? ¿Qué tipo de enfoque pedagógico, moderno y posmoderno, y lo ha plan-
de enseñanza, de aprendizaje y de eva- teado en los siguientes términos:
luación se utilice? ¿Cómo se elabore, par-

 - SOPHIA
ticipante, por consenso, directivista? En Reconociendo que existen dife-
fin, la “mecánica” de “elaboración” y “apli- rencias culturales, el legado mo-
cación” hace parte de lo que se denomi- derno de la educación era pro-
na la problemática curricular y la decisión clive a la universalización, a so-
que se tome configura una determinada bre pasar el ámbito de lo local.
“teoría” y una determinada “práctica” del Sólo que el desarrollo de los sis-
currículo. temas nacionales de educación,
capitaneados por los Estados
Una segunda inquietud apunta a la modernos ha limitado en gran
relación del currículo con la cultura en el medida la universalidad, ence-
contexto de un fenómeno actual como rrándola para ciertos contenidos
la globalización. Hoy todo el mundo com- en esferas delimitadas. El pro-
parte que, más allá de las definiciones, blema se plantea ahora cuando
consideraciones críticas y rechazos o la idea de multiculturalidad co-
aceptaciones, la globalización es, existe, bra respetabilidad democrática,
una situación real que marca el devenir aplicada a Estados-nación que
social. El mundo se ha hecho más inter- dan cobijo a grupos culturales
dependiente, hay una circulación mucho diversificados […] (1998, p. 221)
mayor de la cultura y los procesos de
aculturación son dinámicos y por diferen- Por tanto, nos parece que lo re-
tes medios. Claro esto no ha resuelto levante es plantear el problema
para nada los “males” que han aquejado desde su raíz, desde la libertad
a la humanidad, por el contrario, muchos de los sujetos, que viven en las

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Luis Alberto Malagón Plata

culturas, que cada uno la sien- sean más apropiadas que las de Tyler
te y aprecia de manera singu- (1970) y Taba (1980), por cuanto
lar, y que hasta pueden no que- abren los espacios para el diálogo y la
rer vivir para ellas, o que que- interpelación multicultural, así como
rrán tomar de las mismas lo para la acción constructiva.
que estimen oportuno sin mie-
do a romper la unidad del mito Este proceso de reflexión debe ir
cultural [...] La idea de multi- acompañado de acciones prácticas al-
culturalidad también sirve para ternativas o contrahegemónicas para
recabar respeto a las culturas permitir ir construyendo nuevos discur-
sin tener que respetar después sos que reconceptualicen el currículo y
necesariamente a los sujetos el sentido de la acción educativa. En esta
que las convierten en algo vivi- perspectiva nos adentramos en el cam-
do, más allá de las representa- po de la pertinencia, esto es, en la inte-
ciones objetivas mitificadas. En racción de lo teórico y práctico, de la
el sistema escolar siempre sub- institución y el contexto, que genere
sistirá el problema de organi- procesos de formación que van más
zar colectivamente el proyec- allá de las necesidades inmediatas, tan-
to general de educación o el
to institucionales como contextuales,
currículum común. Por nuestra
favoreciendo la construcción y recons-
parte creemos que eso es po-
trucción de conocimientos transforma-
 - SOPHIA

sible e incluso conveniente si,


dores de la realidad social.
junto al derecho a la diferen-
cia, no olvidamos el principio de
la igualdad. (1998, p. 222)

La tensión entre el universalismo


cultural y el relativismo cultural, es una
variable a tener en cuenta en la defini-
ción del currículo o proyecto general de
educación (Gimeno Sacristán, 1998, p.
222), por cuanto marcará los contor-
nos de la propuesta. Una educación para
la diversidad basada en la autonomía,
la libertad, la igualdad y la capacidad de
interpretar e interpelar los múltiples re-
latos culturales, dándole sentido y sig-
nificado a un proyecto común y diver-
so. Así como existen procesos de diso-
lución cultural, de la misma manera exis-
ten procesos de reagrupamiento cultu-
ral, esa dinámica en vez de obstaculi-
zar el devenir histórico lo fortalece y lo
enriquece.

Probablemente, propuestas curricu-


100lares como las de Stenhouse (1991)
Universidad La Gran Colombia • Seccional Armenia
EL CURRÍCULO: UNA REFLEXIÓN CRÍTICA

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CURRÍCULUM ACADÉMICO DEL AUTOR DEL ARTÍCULO

* LUIS ALBERTO MALAGÓN PLATA.


Títulos. Maestría en Educación Comunitaria, Universidad Pedagógica Nacional y Maestría
en Pedagogía, Universidad Nacional Autónoma de México, Candidato a Doctor de la
Universidad de Costa Rica. Cargos. Director de Educación de Adultos, Gobernación del
Tolima, Colombia; Director del Instituto de Educación a Distancia de la Universidad del
Tolima.

Actualmente Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del


Tolima. Profesor asociado, de tiempo completo y de planta, adscrito a la Facultad de
Ciencias de la Educación de la Universidad del Tolima. Publicaciones (Libros). Evaluación
del rendimiento académico en los Programas a Distancia en Colombia. Currículo y calidad
de la Educación Superior en Colombia. Propuestas para la modernización de la Universidad
del Tolima. La Educación Superior a Distancia en Colombia: visión histórica y lineamientos
para su gestión. La Construcción Social y Regional de la Universidad.

102
Universidad La Gran Colombia • Seccional Armenia
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103
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