REFLEXIÓN: LA TIERRA Y EL PATRIARCADO

ELECTIVA DE EDUCACIÓN Y GÉNERO

FACULTAD DE EDUCACIÓN SEM 2019-2
TALLER SALIDA PEDAGÓGICA
Teresa Castro Mazo Diana Carolina Zapata H.

A partir del texto: de Claudia von Werlhof (2015), La destrucción de la Madre Tierra
como último y máximo crimen de la civilización patriarcal

Los pueblos originarios vincularon la energía femenina a la creación tanto a la madre tierra
como a las mujeres, tanto la naturaleza como las mujeres son dadoras de vida por tanto
debería existir una relación sagrada con las generadoras de vida, sin embargo, a costa del
patriarcado y su relación con el capitalismo, la vida se ha mercantilizado, degrado al
vincularse con el uso, el recurso, la ocupación, la propiedad privada.

1- A partir de esta idea analice el apartado del texto que dice: ¿Qué es la tierra como
planeta desde los puntos de vista matriarcal y patriarcal-moderno?

2- ¿Qué reflexión le genera el planteamiento de la autora en cuanto al crimen que

se ha cometido contra la tierra?

3- ¿Cómo desestructurar la idea de lo que lo femenino y la naturaleza carecen de valor?

1. PACHAMAMA: Madre tierra de todos, nuestra fuente de vida, regalo del universo,
alegría de vivir…. Si, esto era lo que debía significar nuestro planeta para todos los seres
humanos, o por lo menos era la forma de la cual quería mostrárnoslo la sociedad
matriarcal y nuestros indígenas. Desde mi punto de vista es lo que realmente es, ese
tesoro que no hemos sabido cuidar. La tierra nos brinda todo aquello que necesitamos
para sobrevivir, es dadora de vida, provee frutos, plantas, animales, agua, aire, luz, es
esta el sujeto más importante en la existencia del ser humano igual que la mujer, pero
ambas han sido ignoradas, descartadas, y destruidas perdiendo así su gran valor debido
al patriarcado.
¿Qué está sucediendo? No es un enigma que desde nuestros antepasados gracias al
patriarcado el hombre se ha convertido en un ser insensible y cruel, sintiéndose lo dueños
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y señores de todo lo que existe y se ha enfocado en desdibujar el verdadero significado
de los dos sujetos que son el icono de verdadera reproducción y pilares fundamentales
en la permanencia y sobrevivencia a través de los tiempos en este planeta, la madre tierra
está en peligro, ha sido tomada solo como un ente muerto, un objeto el cual utilizan de
la manera más conveniente, ha sido tratada con mucha crueldad pensando solo en el
desarrollo económico e industrial sin pensar en el daño que nos hacemos a nosotros
mismos.
El hombre ha caído en el gran error de creerse y sentirse un Dios y tratar de lograr por si
solos el gran don de crear la vida, rol que fue asignado única y exclusivamente a la madre
tierra y a la mujer, yendo así en contra de la propia voluntad divina quien fue quien así
lo destinó.
El poder que ha adquirido el patriarcado es tal que gracias a su ambición de adquisición,
ideología de desarrollo y dominio, los ha llevado a cometer un hecho tan aberrante como
la autodestrucción, ya que por medio de la tecnología y la ciencia, el consumismo y el
odio por la vida (por la impotencia de no ser ellos quien la dan) han logrado que la tierra,
nuestro único y mayor tesoro sea convertida en un campo muerto.

2. Creo que la autora con su planteamiento de “el crimen que se ha cometido contra la
tierra” me incita a generar conciencia frente al daño que se le está causando a la tierra y
entender que el problema no radica en el cambio climático, ni el calentamiento global,
ni la producción de los gases invernaderos como quieren hacerlo ver, aunque está claro
que esta si es una problemática ambiental, creo que más que la causa de la destrucción
son más bien algunas de las consecuencias del daño real que se le está causando al
planeta debido al mal uso que se le está dando a nuestro mayor recurso: la tierra.

La autora en su postura nos muestra que el verdadero problema es “la destrucción en

curso del planeta” lo cual consiste en la transformación de este en un “despojo” y la
estúpida idea que nos ha vendido el patriarcado en su intento por controlar y dominar la
tierra, de que esta no es un sistema vivo sino un objeto que debemos utilizar y dañar
pensando solo en pro del desarrollo, la producción y el consumismo, pero también deja
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muy claro que la “alquimia militar” como ella lo llama nos está robando el único recurso
que nos garantiza permanencia y larga existencia en este planeta.
La autora me mueve a abrir los ojos y no creer más cuento chino, porque ese progreso,
desarrollo, vida mejor, modernidad o como lo quieran llamar, no puede estar por encima
de la vida misma, es un vil engaño que por el contrario de la ideología que tienen de que
todo cambiara para bien, lo único que están logrando es restarnos bienestar, recursos y
menos años de existencia en este hermoso regalo que nos dio el universo.

3. Desde mi punto de vista lo primero sería empezar por nosotros mismos, tomar toda la
información que se nos ha aportado desde el curso y dejarnos transversalizar por esta,
cambiando así el chip que nos fue implantado por esta cultura patriarcal y capitalista,
posterior a esto mostrar esta realidad a nuestros hijos y familia, pero el mayor desafío
como docentes seria llevarlo a la escuela, si empezamos por todos los niños y la
comunidad de padres y docentes, con nuestros actos ya que las palabras convencen pero
el actuar arrastra, mostraríamos la realidad que vivimos e incitaríamos a un despertar
masivo, lograríamos generar conciencia frente a estas situaciones y enseñaríamos a las
mujeres a reconocer el valor que tienen en la transformación de la vida y a los hombres
a respetar a la mujer y darle a la madre tierra el lugar que le corresponde en este planeta,
tratándola con amor y agradecimiento como lo hacen los indígenas que son un claro
ejemplo de cómo debemos vivir expresando conscientemente nuestro amor por ella. Esto
será un trabajo arduo, tal vez un proceso inacabable y posiblemente no nos toque a
nosotros ver los frutos de este, pero tendremos la esperanza de haber sembrado una
semilla en las futuras generaciones con el firme convencimiento de que dará fruto y la
tranquilidad del deber cumplido.