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HUAMANGA
AYACUCHO – PERU
2019
ACELGA
I. HISTORIA
La acelga es una hortaliza de origen mediterráneo. Se tiene certeza que los griegos la utilizaban
desde el siglo V a.C.
En la edad media y durante muchos siglos fue un alimento básico de las sociedades europeas.
Taxonomía
Reino: Plantae
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Caryophyllidae
Orden: Caryophyllales
Familia: Chenopodiaceae
Género: Beta
Especie: B. vulgaris
V. VARIEDADES Y
CULTIVARES
Las acelgas no han merecido gran atención de
los genetistas; existen pocas variedades bien
definidas. En Cuba las más utilizadas son las
de tipo españolas (Lucullus, White Ribbon) y
las chinas (Pat Shoi Canton, Pat Shoi Shangai
y PK-7).
La acelga es una verdura perteneciente a la
familia Quenopodiaceae y de la especie Beta
vulgaris. Se trata de una planta bianual, de ciclo
largo cuyo sistema radicular presenta una raíz
bastante profunda y fibrosa que protege los
nutrientes del suelo en el que es cultivada sin agotarlos. Sus hojas son la parte comestible
mostrándose ovales, suavemente acorazonadas, con marcados nervios que nacen desde la zona
central del tallo y un color uniforme que abarca toda la gama de verdes, dependiendo de la
variedad. Las pencas son largas, anchas y carnosas, con tonos blancos, amarillentos e incluso
rojos. Tras un periodo de temperaturas bajas ofrecen una floración con flores solas o en grupos
de dos o tres, con cáliz verdoso compuesto por 5 sépalos y 5 pétalos. Su fruto contiene en el
interior 3-4 semillas.
Por norma general las acelgas se recolectan cuando su peso alcanza entre 750 gramos y 1 kilo,
presentando las hojas un tamaño cercano a los 25 cm., indicando entonces el momento óptimo
para la cosecha.
VARIEDADES.
Existe un número reducido de variedades de acelgas, aunque su producción es muy elevada. Se
clasifican dependiendo de su color, tamaño de las hojas-pencas, grosor de estas últimas y grado
de recuperación que presenta la planta tras el corte de las hojas. Las dos variedades más cultivadas
en Europa y Norteamérica son:
Amarilla de Lyon. De hojas grandes, con forma ondulada, tonos verde-amarillo claro, penca
blanca de 10 cm. de anchura, producción abundante y excelente sabor, de ahí que sea muy
apreciada por su calidad.
Bressane. Sus hojas son onduladas, de gran tamaño, verde oscuro, pencas anchas y blancas. Se
trata de una planta muy vigorosa que necesita de un amplio marco de plantación.
Estas dos variedades garantizan que durante todo el año los mercados dispongan de acelgas para
su comercialización, no obstante existen otras que complementan la oferta como Paros, Green,
Fordook giant, Lucullus, Brigntlights o Gigante carmesí.
Acelga del Campo. Crecen espontáneamente en la huerta y el campo en la Región de Murcia, por
lo que han sido recogidas tradicionalmente para elaborar ensaladas y otras preparaciones
gastronómicas. También son conocidas como acelgas negras o bledas.
Lucullus
Es una variedad muy popular que algunos expertos culinarios utilizan con preferencia para dar
un ligero sabor parecido a la espinaca. Tiene hojas verde-amarillas, grandes y arrugadas, de ancho
medio; los pecíolos y los tallos son espléndidos para hacer crema. Su ciclo es de 60 días.
White Ribbon
Presenta hojas de color verde oscuro y pecíolo fino, de coloración verde claro.tiene un ciclo de
40 a 45 días y su fecha de siembra está enmarcada desde septiembre hasta febrero.
Pak Choi
Cantón Las hojas son de color verde intenso, con el pecíolo blanco. El ciclo de esta variedad des
de 60 días y se puede sembrar durante todo el año.
Pak Choi Shangai
Las hojas son de color verde brillante, presenta un pecíolo estrecho. El ciclo de vida es de 40
días y se cosecha la planta entera. Se puede sembrar todo el año.
Acelga China PK-7
Es una variedad de hojas anchas, enteras, de color verde claro, lustrosas pecíolos gruesos y
jugosos de color blanco. Desarrolla entre 5 y 8 hojas. Las hojas se disponen en rosetas. Se puede
cultivar todo el año. Su ciclo económico: 38- 45 días
La acelga es una planta de clima templado, que vegeta bien con temperaturas medias, le
perjudican bastante los cambios bruscos de estas y cuando las bajas siguen a las elevadas,
pueden hacer que se inicie la subida a flor. La planta de acelga es muy sensible a las
heladas. Estas si son leves pero sucesivas pueden producir daños graves en la hoja,
llegando a depreciar totalmente el producto. Por debajo de -6 ºC las plantas perecen. La
temperatura óptima para el desarrollo se sitúa entre 15 y 25 ºC, interrumpiendo el
desarrollo vegetativo por debajo de 6 ºC y por encima de 30 ºC. Es una planta poco
exigente en luz, perjudicándole cuando esta es elevada, más si va acompañada de un
aumento de la temperatura. Respecto a su fotoperíodo, florece en días de 12 horas de luz
en adelante. En algunas regiones tropicales y subtropicales se desarrolla bien, siempre y
cuando esté en zonas altas, y puede comportarse como perenne debido a la ausencia de
invierno marcado en estas regiones. La acelga necesita suelos de consistencia media;
vegeta mejor cuando la textura tiende a arcillosa que cuando es arenosa. Requiere que
sean profundos, permeables, con gran poder de absorción y ricos en materia orgánica. Es
un cultivo que soporta muy bien la salinidad, resistiendo bien a cloruros y sulfatos.
Requiere suelos algo alcalinos, con un pH óptimo de 7,2, vegetando en buenas
condiciones en los comprendidos entre 5,5 y 8. No tolera los ácidos.
Dentro de las variedades de acelga hay que distinguir las características siguientes:
• Color de la penca: blanca o amarilla.
• Color de la hoja: verde oscuro, verde claro, amarillo.
• Grosor de la penca: tamaño y grosor de la hoja; abullonado del limbo.
• Resistencia a la subida a flor
• Recuperación rápida en corte de hojas.
•Precocidad. El material vegetal que encontramos en el mercado no es muy numeroso y se puede
encuadrar en dos grupos:
•‘Amarilla de Lyon’. Hojas grandes, onduladas, de color verde amarillo muy claro. Penca de color
blanco muy puro, con una anchura de hasta 10 cm. Producción abundante. Resistencia a la subida
a flor. Muy apreciada por su calidad y gusto. • Verde con penca blanca ‘Bressane’. Hojas muy
onduladas, de color verde oscuro. Pencas muy blancas y muy anchas (hasta 15 cm). Planta muy
vigorosa, por lo que el marco de plantación debe ser amplio. Variedad muy apreciada. Otras
variedades de este grupo son ‘R. Niza’, ‘Paros’ y ‘Fordook Giant’. La mayoría de las que hoy se
comercializan son selecciones de estos cultivares originarios. La elección de la variedad está
marcada por el mercado, normalmente acelgas de tipo ‘Amarilla de Lyon’, para el mercado en
fresco, aunque también se utilizan variedades de hoja verde, sobre todo cuando se recolectan con
hoja pequeña. En la agroindustria se emplean exclusivamente variedades de hoja verde.
La acelga requiere suelos bien acondicionados para mostrar su mejor desarrollo y producción. Es
muy sensible al apelmazamiento y encharcamiento del suelo, de forma que cuando se produce, el
desarrollo de las plantas se ve reducido y la producción disminuye notablemente. Por esta
característica de la planta, y por la amplia duración de su cultivo, es vital una perfecta preparación
del suelo, en profundidad, eliminando las posibles suelas de labor y dotando de una estructura
suficiente para todo el ciclo de cultivo. En plantaciones de verano-otoño se trabajará el suelo en
profundidad, estando este seco y con aperos de reja profunda, tipo subsolador. No es interesante
además desmenuzar demasiado el suelo para evitar la compactación posterior. Se dará una labor
profunda al suelo y si se aporta estiércol se aprovechará la labor para enterrarlo. A continuación
se darán un par de labores de cultivador, grada o fresadora, aprovechando alguna de esas labores
para aportar el abonado de fondo. La última labor se hará con un apero que deje lisa y enrasada
la superficie del suelo, sin zonas deprimidas en donde se acumule al agua del riego, ya que se dará
en esa zona mayor compactación. Según la forma de recolección de la acelga, la preparación del
suelo será diferente. Así, cuando la recolección se hace por corte de hojas se puede cultivar en
caballón o en era. Las mesas de cultivo tendrán una separación entre sí de 0,90 a 1 m. La siembra
puede hacerse directa o por trasplante, ambos métodos son adecuados. La preferencia por uno u
otro viene determinada por factores locales y por la importancia que se le asigne al cultivo. La
siembra directa se realiza con máquinas sembradoras en mesas de cultivo de 1,40‐1,60 m. La
profundidad de la siembra oscila entre 0,5‐1,0 cm en función de las condiciones del suelo y el
tipo de riego. Colocando de 2 a 3 semillas por golpe, distantes 0,35 cm sobre líneas espaciadas de
0,4 a 0,5 m, ya sea en surco sencillo o doble. La densidad de cultivo de la acelga también depende
del tipo de recolección que vayamos a hacer. Si el destino del cultivo es una recolección
continuada en el tiempo cortando hojas, se colocan 7 plantas/m2 para posibilitar un espacio
suficiente, tanto para el cultivo, como para una recolección adecuada y cómoda, ya que al
cosechar no liberamos el terreno y las operaciones de recogida y envasado son más dificultosas.
Si la recolección se lleva a cabo cortando la planta entera es recomendable una densidad mayor,
15 plantas/m2, que permita una mayor producción.
Durante los primeros estadios de la planta es común dar labores de bina al suelo. Cuando las
plantas son más adultas esta operación se sustituye por una escarda manual o química que
mantenga al suelo limpio de malas hierbas. Si se acolcha el suelo estas labores solo se realizarán
antes de su instalación. Es recomendable un acolchado total de la superficie con láminas de color
negro de 100 a 200 galgas. Esta técnica nos evitará en gran medida el problema de malas hierbas,
además de simplificar el riego del cultivo y el manejo de la humedad. La colocación del acolchado
se llevará a cabo una vez concluida la preparación del suelo y, si es posible, con un cierto grado
de humedad en el mismo. Es importante una buena sujeción de la lámina plástica al firme para
que no se mueva perjudicando a las plantas. Si el cultivo se realiza en llano, ocupando todo el
espacio del suelo del invernadero, entonces se ponen franjas lo más anchas posible, solapándose
unas con otras y cubriéndolo todo. El plástico debe quedar lo más tenso posible y muy pegado a
la tierra, con el fin de que las plántulas de malas hierbas tengan poco volumen de aire para su
desarrollo. Es un cultivo exigente en materia orgánica, es aconsejable aportar 2,53 kg/m2 de
estiércol para obtener el máximo rendimiento. Los requerimientos de nitrógeno son elevados
desde que comienza el rápido crecimiento de la planta hasta el final del cultivo. Las necesidades
de potasio también son elevadas a lo largo de todo el ciclo. La acelga es un cultivo que debido a
su gran masa foliar necesita, en todo momento, mantener en el suelo un estado óptimo de
humedad. Para obtener una hortaliza de buena calidad no conviene que la planta acuse síntomas
de deshidratación durante las horas de mayor temperatura en el invierno, para evitar que los
tejidos se embastezcan. Una vez realizada la plantación se aportará un riego lo suficientemente
profundo como para humedecer todo el perfil del suelo. Es muy importante en esta fase no
provocar encharcamiento para el desarrollo adecuado de las plantas. Así pues este primer riego
tendrá muy presente el drenaje y la velocidad de infiltración del suelo (textura del suelo). La
recolección de la acelga puede hacerse de dos formas, bien recolectando la planta entera cuando
tenga un tamaño comercial de entre 0,75 y 1 kg de peso, o bien retirando manualmente las hojas
a medida que estas van teniendo un tamaño óptimo. En el primer caso, la recolección no supone
ninguna dificultad. En el momento adecuado de desarrollo, se corta la planta dando por finalizado
el cultivo. En este tipo de producción en los ciclos señalados es esperable una producción de entre
15 y 20 kg/m2 de acelga. En el segundo, las hojas del tamaño comercial adecuado se van
separando del tallo en cada pase de recolección, dejando la planta que vegete nuevamente, hasta
que las hojas que hemos dejado más pequeñas, vuelvan a crecer y se vuelvan a recolectar. Este
sistema requiere de un trato adecuado a la planta para evitar que las heridas producidas al separar
la hoja del tallo afecten negativamente. El corte debe ser limpio, sin desgarros. Igualmente
importante es no cortar hojas demasiado pequeñas que suponga un debilitamiento de la planta,
una ralentización de su desarrollo y, en definitiva, una merma en su potencial productivo. La
longitud de las hojas es un indicador visual del momento de la cosecha (25 cm), siendo el tiempo
otro parámetro, 60-70 días el primer corte y después cada 12 a 15 días. Es recomendable cortar
las hojas con cuchillos, evitando dañar el cogollo o punto de crecimiento, ya que podría
provocarse la muerte de la planta.
EXIGENCIAS
CLIMA
Planta bienal. Las condiciones climáticas en Cuba no son adecuadas para la formación de tallos
florales y producción de semillas, pero en invierno sí son muy propicias para el desarrollo del
follaje.
TEMPERATURA
La temperatura óptima para la germinación de las semillas es de 20oC-25oC y para el rápido
crecimiento de las hojas 21oC-30oC, de aquí su buen comportamiento en las siembras de frío.
LUZ
La acelga es una planta de día largo, muy exigente a la intensidad de la luz, por lo que la
insuficiencia de ésta provoca reducción de los rendimientos y afectación de la calidad del
producto.
HUMEDAD
Este cultivo es algo exigente con relación a la humedad del suelo, sobre todo durante la
germinación de las semillas y durante las fases tempranas. Se considera como humedad normal
el 60 % - 70 % de la capacidad de campo. La acelga no admite exceso de humedad ni un alto nivel
de agua subterránea.
SUELO
La selección de las áreas en las cuales se producirá la acelga es determinante en todo el proceso
del cultivo. Una buena selección de los campos eliminará la ocurrencia de muchos problemas en
las futuras plantaciones. Al seleccionar las áreas de siembra debe tenerse en cuenta que este
cultivo generalmente se desarrolla bien en los siguientes tipos de suelos.
• Arcillosos-arenosos.
• Arcillas rojas.
• Arenosos.
• Aluviales.
DETERMINACIÓN DEL pH
El pH es otro factor a considerar a la hora de la selección del suelo, para lo cual se deben tener en
cuenta los valores óptimos en los cuales se desarrolla este cultivo. Por lo general los suelos
arenosos son los que poseen un pH más bajo que el recomendado, en estos casos se procede a
realizar un encalado para elevarlo. Cuando sea necesario realizar el encalado, se tendrá en cuenta
el pH y la capacidad de cambio de base que tenga el suelo.
El encalado se realizará siempre a no menos de 30 - 40 días antes de la siembra.
TOPOGRAFÍA
Debe ser lo más llana posible, sin depresiones donde se acumule el agua de riego o lluvia y en
condiciones para la mecanización; debe poseer buen drenaje interno y externo.
OTRAS CONDICIONES
• Las áreas seleccionadas deben tener la menor cantidad posible de piedras y obstáculos que
impidan la mecanización.
• Deben escogerse áreas con garantía de agua para todo el ciclo productivo del cultivo.
• Las áreas a seleccionar para las siembras de primavera deben tener una topografía que garantice
un buen drenaje superficial.
• Se evitarán los suelos plásticos y arcillosos.
• La acelga responde muy bien a los suelos fértiles, manifestándose esta respuesta a través de
una vegetación exuberante, hojas grandes y pecíolos extraordinariamente anchos y gruesos.
• Deben aprovecharse las regiones con microclima especial.
XI. FERTILIZACION
La acelga responde ampliamente a las aplicaciones de estiércol, lo que estimula el desarrollo de
las hojas, que alcanzan gran tamaño y buena presentación. Se han establecido dosis de aplicación
de abonos, de acuerdo al tipo de suelo y según el aprovechamiento considerado para cada grupo
de suelo, atendiendo a la dinámica de los nutrientes. En cuanto al análisis agroquímico, se
considera que en las áreas dedicadas a las hortalizas el potasio constituye un elemento crítico, por
lo que los aportes de K2O fluctúan libremente de acuerdo con la fórmula que se utilice. Según los
tipos de suelo, se pueden emplear, en una primera aplicación, 0,5 -0,6 t/ha de fórmula completa
(9-13-17) y una segunda aplicación a los 25-30 días de 0,1- 0,15 t/ha de nitrógeno, con lo cual se
abastecen correctamente las necesidades nutritivas de la acelga.
XII. LABORES CULTURALES
SIEMBRA
La siembra puede hacerse directa o por transplante, ambos métodos son adecuados. La
preferencia por uno u otro está determinada por factores locales y por la importancia que se le
asigne al cultivo.
SIEMBRA DIRECTA
La siembra directa se realiza en canteros de 1,40-1,60 m con 1,00-1,10 m de plato; se realiza con
máquinas sembradoras tipo Saxonia o Stanhay. La profundidad de la siembra oscila entre 0,5-1,0
cm en dependencia de las condiciones del suelo y el regadío.
SIEMBRA EN CEPELLONES
Cuando se siembra en cepellones el sustrato a emplear puede ser compost de cachaza, humus de
lombriz, turba parda de la ciénaga. Estos deben cumplir con las siguientes exigencias:
• Bien descompuestos o compostados.
• Con análisis químico previo para la detección de nemátodos.
• Conductividad eléctrica (CE) no mayor de 0,8 mS/cm.
• pH de 6 a 7,5.
• Desinfectados con Trichoderma spp. a razón de 300 mL de biopreparado por 10 kg de sustrato.
La producción de posturas requiere de un programa de protección fitosanitaria estricta que incluye
tratamientos preventivos con medios biológicos (Bacillus thuringiensis) contra la Plutelella
xylostella. Este tipo de producción de posturas se desarrollará en instalaciones protegidas. El riego
deberá ser preferiblemente con microaspersión a razón de 1 L/ bandeja/día.
Las variantes de las dosis están en función de la eficiencia del sistema de riego y tipo de suelo. El
límite productivo recomendado para el cultivo es de 90 % de la capacidad de campo.
Rhizoctonia sp
Produce una podredumbre radicular muy grave.
Tratamiento: Rotaciones de cultivo, desinfección del suelo y aplicaciones de trichoderma
harzianum o trichoderma viride.
XIV. COSECHA
La cosecha de la acelga se realiza a partir de los 55-60 días, según la variedad. En cada área
cultivada se pueden realizar varias recolecciones, las cuales se hacen cortando las hojas externas
a medida que adquieren tamaño comercial; el corte se realiza a 2 cm sobre la tierra, empleando
cuchillo o de forma manual y evitando dañar las hojas más nuevas. En caso de que llueva y las
hojas se llenen de tierra, se efectuará un lavado previo en la formación de los manojos para su
comercialización, la cual se realiza en mazos.
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