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El presente manual tiene como objetivo informar acerca de los aspectos generales
del proceso de envejecimiento tanto fisiológico como patológico, exponer las
principales dificultades que se presentan en esta etapa de la vida y ofrecer técnicas
simples que ayuden a la detección de factores de riesgo para la salud del adulto
mayor, con la finalidad de favorecer la atención temprana y detección precoz de
distintas condiciones que pongan en riesgo la salud del adulto mayor y de esa forma
de poder ofrecer un tratamiento oportuno con el fin de beneficiar al adulto mayor y
sus familiares en cuanto a su calidad de vida y de igual manera representar un
ahorro económico.
Fragilidad
La fragilidad es un término un tanto
confuso y su definición es causa de
mucha discusión, pero para
entenderlo podemos definirlo como
un estado no específico de
incremento de riesgo para sufrir
lesiones, el cual es reflejo de los
cambios que sufre el cuerpo por el
proceso de la vejez, que se
encuentran altamente asociados con
la edad. Es un exceso de demandas
impuesto sobre capacidades
reducidas, es decir que existe un deterioro físico debido a la perdida de resistencia
y fuerza que conlleva el proceso de envejecimiento. (Montaña Alvarez 2010)
Existen criterios que, aunque son limitados pues no toman en cuenta varios
aspectos psico-sociales pueden ser muy útiles, Los criterios del fenotipo de
fragilidad propuestos por Fried y Colls incluyen:
a) Pérdida de peso involuntaria de al menos 5 kg en el último año: en este caso
es importante tener contacto con el adulto y prestarle atención pues muchas
veces la disminución de peso no se nota de forma directa, hasta que el peso
perdido es relativamente elevado, sin embargo, existen signos indirectos que
nos pueden dar idea del estado nutricional del Adulto mayor y si ha perdido
peso o no, entre estos aspectos es importante prestar atención a los
siguiente:
a. Estar alerta de cambios en la alimentación como disminuir el número
de comidas (si antes hacia 3 comidas fuertes y 2 colaciones, un
cambio puede ser que ya no este cenando o disminuya el número de
comidas), disminuir la cantidad de comida servida en el plato o incluso
cambio en el tipo de alimentación (algún tipo de dieta recientemente
implementada o cambio en los alimentos como vegetarianismo, etc.,
que pueda no estar aportando los nutrientes que necesita
b. Cambios en talla de ropa: a veces la baja de peso no es lo
suficientemente rápida como para notarlo, en estos casos es
importante estar atento a cambios de talla de ropa, o que la ropa que
tiene en especial pantalones y pants, le queda más holgada de lo
habitual, este puede ser un signo indirecto de que se ha estado
perdiendo peso
b) Auto reporte de agotamiento es decir que el Adulto mayor se queja de
sentirse débil o cansado, es importante enfatizar si el problema es realmente
físico o emocional, para ello es importante preguntarle si puede o no hacer
una acción, como levantarse del sillón y seguido a ello preguntarle si tiene
ganas o no pues muchas veces la razón de que estén postrados no es por
incapacidad física sino estados de apatía, es importante no pedirle pruebas
físicas para comprobar su fuerza ya que pueden resultar lesionados sin no
se toman las medidas pertinentes, por lo que deben ser realizadas por
personal capacitado.
c) Disminución de la fuerza muscular (evaluado por dinamometría en la fuerza
de prensión de la mano no dominante) normalmente este tipo de mediciones
solo puede ser inspeccionadas por médicos con artefactos especializados,
sin embargo, podemos darnos cuenta de forma más subjetiva en la forma en
el que el adulto se desenvuelve en su vida cotidiana, por lo que es importante
estar atento a lo siguiente.
a. El adulto refiere incremento en la dificultad para levantarse en las
mañanas de la cama
b. El adulto ha cambiado su marcha y arrastra mucho los pies, o se cansa
al recorrer menores distancias a las que estaba acostumbrado
c. Presenta mayores problemas para mantener posturas o tomar objetos
que frecuentemente caen al piso, también pueden referir
adormecimiento frecuente en manos y pies después de hacer tareas
simples como caminar o sostener objetos.
d. Dolor muscular referido por el adulto mayor, ya que la pérdida de
fuerza provoca mayor aumento del agotamiento muscular lo cual
resulta en molestias de tipo dolorosas.
e. Cambios en el estilo de vida, en especial en los adultos que hacen
algún tipo de ejercicio, la pérdida de fuerza puede conservarse de
forma indirecta como un cambio en estas rutinas como dejar de hacer
el ejercicio al que estaban acostumbrados, o en caso de un anciano
que no realiza ejercicio se puede observar por ejemplo que pasa
mayor tiempo del día en cama.
f. Cualquier signo indirecto o directo de pérdida de peso puede
relacionarse muy frecuentemente con pérdida de fuerza
d) Actividad física reducida (reflejada en el consumo de calorías por semana)
así como en el punto anterior es importante estar atento al estilo de vida que
tiene el Adulto mayor pues un cambio repentino en el estilo de vida ya sea
en alimentación o actividad física puede reflejar el inicio de un padecimiento
que a la larga si no se trata de forma oportuna puede resultar en grandes
consecuencias para la salud de la persona mayor.
e) Velocidad lenta para la marcha en un recorrido de 15 pies (4.57 m). aunque
estas pruebas son realizadas por personal médico usted puede sospecharla
de forma subjetiva notando si existe un cambio en la velocidad de la marcha
de su familiar o adulto mayor a cuidado, es decir responderse la pregunta
¿usted puede observar que está caminando más lento de lo normal? En
incluso preguntarle personalmente al paciente si el siente dicho cambio.
Un adulto mayor se considera frágil cuando presente tres de los criterios
mencionados anteriormente de forma simultánea, teniendo cada uno de los criterios
el mismo valor. (Gomez Ayala 2005). Es importante reiterar que el diagnostico de
Síndrome de Fragilidad será dictaminado por un médico, sin embrago con las
recomendaciones que se facilitan el usuario no medico puede participar de forma
activa en el cuidado del adulto y ayudar al médico y al Adulto mayor a mejorar su
cuidado de forma muy importante, que no solo beneficia al adulto mayor sino
muchas veces representa un gran ahorro monetario. Se recomienda que si se
detectan algunos de estos puntos se busque atención médica.
La vulnerabilidad de un adulto mayor frágil incrementa el riesgo de desarrollar
deterioro funcional al ser expuesto a un evento estresante como una infección
aguda (neumonía, infección de vías urinarias), el descontrol de una enfermedad
crónica (diabetes mellitus, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal) o una situación
social o familiar adversa (muerte del cónyuge, maltrato). Este deterioro funcional
favorece el desarrollo de discapacidad y pérdida de la independencia, lo que
incrementa la probabilidad de hospitalización, ingreso a una unidad de cuidados
crónicos y muerte. Sin embargo, el desarrollo de la fragilidad es un proceso
bidireccional es decir que puede ir en dos direcciones, hacia la resolución o
complicación de la enfermedad, ya que si establecemos un buen control de las
comorbilidades, mejoramos las redes sociales de los adultos mayores y mejoramos
el estilo de vida, incluyendo un buen plan de reacondicionamiento físico y
nutricional, además de prevenir el desarrollo de fragilidad podríamos revertir el
proceso en aquellos adultos mayores que ya la hayan desarrollado y evitar así la
perdida de sus capacidades e independencia, ya que como se ha mencionado a lo
largo de este trabajo el objetivo principal de este manual es el de la atención al
Adulto mayor Independiente y un objetivo primordial es que no desarrollen
complicaciones que puedan causarles alguna discapacidad. (Libre Rodriguez y
Ramos Guido 2004). Más adelante comentaremos algunas de las patologías más
frecuentes como diabetes, hipertensión entre otras, así como técnicas para su
cuidado y control.
Inmovilidad
El síndrome de inmovilidad se refiere a
la restricción, generalmente
involuntaria, en la capacidad de
transferencia y/o desplazamiento (es
decir de moverse) de una persona a
causa de problemas físicos,
funcionales o psicosociales. Este
síndrome es considerado como una
vía común, a través de la cual muchas
enfermedades y trastornos del adulto
mayor producen gran discapacidad.
Aunque parece una enfermedad
despreciable realmente es un factor
común en muchas otras patologías de la vejez es decir que esta condición puede
originar muchas enfermedades mucho más graves. (Gomez Ayala 2005)
El origen de la inmovilidad puede ser por muchos factores, incluyendo causas tan
diversas como enfermedades osteoarticulares (artrosis, fracturas, patología de
los pies, etc.), patología cardiovascular (eventos vasculares cerebrales tanto
isquémicos como hemorrágicos), cardiopatía, hipo-tensión ortostática, diabetes,
etc.), trastornos neuropsiquiátricos (demencia, enfermedad de Parkinson,
depresión, etc.), obstáculos físicos, hospitalización, aislamiento, orden médica y,
por supuesto, fármacos (sedantes, opiáceos, neurolépticos, anti-depresivos) cuyos
efectos secundarios aumentan la fragilidad del anciano. Es importante por ello
reconocer estas enfermedades o condiciones en el Adulto mayor para asi poder
prestar atencion a distintos indicadores que pueden reflejar un deterioro en su salud.
(Gomez Ayala 2005)
¿Cómo podemos identificarlo o prevenirlo?
El mejor tratamiento de este síndrome, y en general de cual quiera de los síndromes
geriátricos, es la prevención. Existe un especial riesgo de inmovilidad en pacientes
con afectación de alguno de estos 4 sistemas: muscular, articular, cardiovascular y
neurológico. Por tanto, los pacientes diagnosticados de enfermedades que afecten
a dichos sistemas deben ser estimulados para mantener un nivel de actividad
adecuado a sus circunstancias, y si lo precisan, deben ser incluidos en programas
de actividad dirigida, fisioterapia y terapia ocupacional. (Instituto para la Atención de
los Adultos Mayores en el Distrito Federal 2010).
Continuando con la prevención, no debe olvidarse el importante papel que
desempeña la educación para la salud; así pues, debe instruirse al anciano y/o a su
cuidador sobre las siguientes cuestiones:
• Importancia de realizar ejercicio físico, siempre, obviamente, adaptado a las
peculiaridades del anciano y siempre iniciando paulatinamente, dependiendo
de si hacía o no actividad física antes:
o Ejercicios recomendados (se recomienda usar calzado con suela de
goma y siempre mantener un consumo de líquido). Se recomiendan
los ejercicios aeróbicos o areobico-anaerobicos de bajo impacto es
decir que no ponen altos niveles de estrés algunos de estas
actividades pueden ser:
Caminata: es uno de los mejores ejercicios una caminata
simple dura 30 minutos regularmente y se recomienda 3 veces
por semana, a un paso constante iniciando con pequeñas
distancias y velocidad y aumentándolas poco a poco.
Natación: un ejercicio muy completo y con bajo impacto en
articulaciones, además ayuda a conservar una adecuada
función cardiovascular y respiratoria, mejora la amplitud de los
movimientos y es un buen relajante muscular.
Pedaleo en bicicleta fija: es un buen ejercicio muy útil para
mantener la fuerza y el tono muscular además de ayudar en la
circulación en especial en miembros inferiores, que resulta tan
molesta frecuentemente en este grupo de edad. Se recomienda
utilizar un calzado adecuado y realizar estiramientos previos al
ejercicio, además de inicio paulatino.
• Efectos secundarios de los medicamentos que esté tomando, que puedan
afectar a la capacidad de movimiento. Algunas veces existen medicamentos
que pueden causar vértigo, mareo, inestabilidad postural por lo que es
importante estar al tanto de los medicamentes que ingiere el adulto mayor y
sus efectos secundarios
• Cambios de posición. Este tipo de técnicas son útiles para Adultos mayores
disfuncionales o con algún tipo de déficit motor, pues la aplicación de presión
contante puede causar isquemia local en los tejidos que están en contacto
con la superficie de apoyo, causando isquemia pudiendo causar ulceras e
infecciones que pueden ser muy severas, el objetivo de este manual se
centra en la atención del adulto independiente y funcional por lo que la
descripción de estas técnicas sobrepasa el objetivo de este manual.
• Cuidados básicos de la piel. Los siguientes son recomendaciones básicas
para la atención y cuidado de la piel en el adulto mayor:
o Se recomienda que tome una ducha a diario. Evite las bañeras para
evitar accidentes.
o Mida la temperatura del agua previamente con el dorso de la mano.
o Use jabón suave y neutro como el de glicerina.
o Al secarse hágalo con cuidado, asegurándose que los pliegues de la
piel no queden húmedos. Seque bien entre los dedos de los pies.
o Es útil el uso de cremas hidratantes para la cara y el cuerpo pues
ayudaran a evitar la sequedad de la piel.
o No corte ni queme con medicamentos los lunares. Si duelen, cambian
de tamaño o color consulte enseguida a su médico.
o Si aparecen zonas enrojecidas en los pliegues consulte a su médico
para descartar que no sea por una infección por hongos.
o Cualquier lesión que crezca o herida que no cicatrice debe ser motivo
de consulta.
o Evite fumar porque el fumar es perjudicial para su piel.
o Evite el uso de bolsas de agua caliente en invierno para evitar
accidentes.
o Si se quema y necesita lavarse hágalo con agua y jabón. No se ponga
cremas ni otras sustancias. Consulte al médico.
o En verano y si se expone al sol hágalo luego de la hora 16. Use ropa
holgada, clara, lentes de sol oscuros, sombreo y filtro solar.
o El prurito (picazón) sin causa precisa es más frecuente en los adultos
mayores, pero antes deben descartarse causas como la diabetes, la
enfermedad hepática (del hígado), alergias, piel seca, efecto de
medicamentos, etc.
• Recursos técnicos de movilización (andadores, muletas, etc.), de protección
(colchones especiales, etc.), entre otros. Algunos adultos mayores necesitan
algún tipo de asistencia para la marcha por lo que es importante mantener
limpios y en buenas condiciones dichos artefactos pues su mal
funcionamiento puede resultar en accidentes.
Inestabilidad y Caídas
Principales factores de
Las consecuencias tardías de una caída comprenden: riesgo para presentar
caidas
• Limitación funcional que puede llevar a la
inmovilidad con todas sus complicaciones. (Montaña Debilidad muscular
Alvarez 2010) Alteraciones en marcha
y equilibrio
• Síndrome poscaída, caracterizado por la falta de
confianza del paciente en sí mismo, por miedo a volver Uso inadecuado de
auxiliares de la marcha
a caerse y restricción de la deambulación, ya sea por
él mismo o por sus cuidadores, llegando al aislamiento Alteraciones visuales
y a la depresión. (Montaña Alvarez 2010) Depresión
Deterioro cognitivo
¿Qué acciones podemos tomar para prevenir las
Dependencia funcional
caídas?
Para reducir los problemas de caídas se recomienda Medicamentos: anti
lo siguiente: arrítmicos, insulina,
diuréticos, etc.
• Acudir al oftalmólogo una vez al año por lo
menos para resolver todo lo necesario en cuanto a cataratas y otros
problemas visuales.
• Usar luces nocturnas y otras fuentes de luz auxiliares.
• No mirar directamente hacia las luces brillantes.
• Utilizar colores que contrasten dentro del hogar para que puedan
distinguirse unos objetos de otros.
• Mantener los lentes siempre limpios y a la mano
• No mirar hacia una luz recién prendida para que la adaptación a ésta sea
paulatina.
• Relatar al equipo de salud (si es el caso) caídas anteriores y medicamentos
prescritos.
• Informarse sobre los efectos secundarios de los medicamentos que el
adulto mayor en cuestión ingiere.
• Facilitar el desplazamiento dentro de la casa
• Usar zapatos, zapatillas con suela de goma y vestuarios holgados.
Incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, que es objetivamente
demostrable (es decir que existen pruebas para demostrarlo) y que constituye un
problema social e higiénico. Su prevalencia aumenta con la edad y aunque es más
frecuente en pacientes hospitalizados o institucionalizados, también existe una
prevalencia en pacientes funcionales e independientes, sin embargo menos de la
mitad de los pacientes afectados por este problema busca ayuda médica,
habiéndose encontrado que la incontinencia limita al 30% de los que la sufren para
usar el transporte público, al 45% para visitar a sus amigos y al 40% para hacer
la compra; por tanto, es obvio que la incontinencia es un problema que genera
gran dependencia y aislamiento social, a lo que se une un elevado gasto sanitario
derivado de la necesidad de utilizar métodos paliativos (colectores, absorbentes,
etc.). (Gomez Ayala 2005)
En función de su frecuencia, se distingue
entre incontinencia aguda o pasajera,
cuya duración oscila entre 3 y 4
semanas, e incontinencia persistente o
crónica, con una duración superior a 4
semanas. Al igual que en otros
síndromes geriátricos, su etiología es
multifactorial; así pues, causas como
infecciones genitourinarias, delirio u otros
estados confusionales, determinados
tratamientos farmacológicos,
alteraciones psicológicas, movilidad
limitada o impactación fecal, pueden dar
lugar a una incontinencia transitoria
,mientras que otros factores como
lesiones medulares, debilidad del suelo
pélvico, incompetencia del esfínter
uretral, vejiga acontráctil, hipertrofia
prostática, deterioro cognitivo u otras
causas funcionales pueden generar una
incontinencia más o menos persistente.
(Montaña Alvarez 2010)
Es importante vigilar al adulto pues la incontinencia urinaria a su vez es causa de
infecciones urinarias, úlceras cutáneas, caídas, depresión y pérdida de autoestima,
aislamiento social, dependencia, institucionalización y elevado consumo de
recursos socio-sanitarios. A continuación, se muestra
una tabla de medicamentes de uso relativamente
frecuente que se asocian a incontinencia urinaria,
además se enlistan algunas recomendaciones para
poder detectar si el Adulto mayor a nuestro cuidado
padece de incontinencia urinaria.
(Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en
el Distrito Federal 2010) Algunos signos y síntomas
que sirven para saber si el adulto mayor tiene
problemas de incontinencia son:
• Ha mojado su ropa interior sin avisar
• Utiliza trapos o pañales como protección
improvisada.
• Menciona que se orina al toser, reír, estornudar,
subir escaleras o realizar algún esfuerzo físico
pesado.
• Al comenzar a orinar no tiene la sensación de estar haciéndolo.
• Se orina en lugares o situaciones incómodos sin darse cuenta
A continuación, se mencionan algunas medidas encaminadas a reducir el
problema:
• Usar ropa con cierres que bajen y suban cómodamente (y si es posible el uso
de velcros, mucho mejor).
• Disminuir el consumo de té, café y alcohol si va a salir a la calle.
• Evitar la ingesta de líquidos durante la noche
• Acudir con el médico para que regule de manera adecuada los fármacos que
aumentan las posibilidades de orinar.
• Anular las barreras que impidan un acceso fácil al cuarto de baño.
Por otra parte, se recomiendan una serie de ejercicios y técnicas para restablecer
un vaciamiento normal de la vejiga, como:
• Ejercicios del suelo pélvico: de manera repetida contraiga los músculos del
suelo pélvico (que puje) de 25 a 30 veces entre 3 ó 4 veces al día.
• Establecimiento de un horario fijo para orinar así como llevar una hoja de
registro y un reloj despertador programado para que suene cada 30, 60 ó 90
minutos, según el horario establecido. De forma programada se irá
extendiendo el tiempo entre micciones programadas hasta lograr periodos
que oscilen entre las 2 y 3 horas.
• Al momento de caer la noche, el objetivo es que vayan más de dos veces al
baño antes de dormir.
• Reconocer los logros alcanzados por medio de estas técnicas para que el
adulto mayor las adopte como parte esencial de su vida y vaya poco a poco
recuperando su integridad moral y física como individuo.
Incontinencia fecal:
(Wainstein, Quera y Quijada 2013) La Incontinencia fecal es el paso incontrolable
continuo o recurrente de deposiciones (> 10ml) de consistencia sólida, líquida y
gases por períodos de al menos un mes. Desde el punto de vista clínico existen
tres subtipos de incontinencia fecal:
• Incontinencia pasiva que corresponde al paso involuntario de deposiciones
o gas sin darse cuenta
• Urge incontinencia, que implica el paso de material fecal a pesar de un
activo esfuerzo en tratar de retener las deposiciones
• Ensuciamiento anal, que es la pérdida de pequeñas cantidades de
deposiciones sin darse cuenta, seguido posteriormente de una evacuación
de consistencia normal.
Algunos autores han dividido la incontinencia fecal en menor cuando existe la
presencia solo de un escape inadvertido de gases y deposiciones líquidas. La
incontinencia fecal se considera mayor cuando existe la pérdida involuntaria de
deposiciones sólidas. La falta de control en la eliminación exclusiva de gases no se
considera dentro de la definición de IF, sin embargo, esta condición igualmente
requiere de un manejo y tratamiento adecuado
La incontinencia fecal es un padecimiento que aumenta su frecuencia a medida que
se aumenta la edad (sin tomar en cuenta la infancia que es un periodo donde se
está adquiriendo el control de los esfínteres) y que puede causar mucha vergüenza
al punto de poder causar depresión y asilamiento, por ende es importante tomar en
cuenta algunos datos que indican incontinencia fecal, ya que por la naturaleza del
problema tiende a ocasionar vergüenza y más de 1/3 de quienes padecen esta
enfermedad no buscan ayuda por la pena que les general. Algunos de estos datos
son:
• Con frecuencia su ropa interior aparece manchada
• Modificación en los hábitos alimenticios (hay una reducción en el consumo
de alimentos).
• Uso de pañales
• Refieren urgencia y hablan de una diarrea que no pueden controlar.
Para corregir esta clase de incontinencia debe tenerse presente lo siguiente:
• Evitar los alimentos que produzcan diarrea o aceleren la urgencia de obrar
(papaya, excesos de grasa, lácteos enteros, etc.).
• Aumentar el porcentaje en el consumo de fibra
• Establecer un horario para ir al baño
• Establecer un horario para la ingesta de alimentos (mientras más comidas
sean, mejor).
• Limpieza continua de la región perianal
• Uso de pañales cuando todo lo anterior sea insuficiente.
• Uso de cremas para evitar irritación alrededor del ano (óxido de zinc)
Como hemos hecho a lo largo de este manual no podemos dejar de reiterar la
importancia de asistencia medica en caso de que estos problemas se frecuenten,
ya que si bien estas actitudes pueden prevenir o mejorar el padecimiento, el
tratamiento integrad debe ser efectuado por un médico profesional.
Deterioro Cognitivo.
Dentro de las condiciones que más afectan al adulto mayor están las llamadas
Enfermedades crónico degenerativas, patologías caracterizadas por su aparición
silente y progresiva que, si bien no tienen repercusiones notables al inicio de la
enfermedad, con el paso de tiempo la historia natural de estas enfermedades lleva
al deterioro crónico que puede llegar a ser incapacitante y mortal si no se controla
adecuadamente antes de que sus consecuencias sean irreversibles. Existen 3
patologías que debido a su frecuencia e impacto en el mundo vale la pena
mencionar esta son la Diabetes Mellitus, Hipertensión arterial primaria y la Obesidad
juntas representan las principales causas de morbimortalidad en el mundo siendo
la principal causa de eventos mortales como Infarto agudo al miocardio, insuficiencia
cardiaca, insuficiencia renal, pérdida de visión, alteraciones hidroelectrolíticas y
metabólicas, hemorragias cerebrales, y eventos cerebrales isquémicos, demencia
vascular, insuficiencia arterial, pie diabético, neuropatía periférica y muchas otras
condiciones que son incapacitantes en su mayoría o mortales. A continuación se
presenta a manera de resumen las principales definiciones de estos padecimientos
y técnicas y recomendaciones para su monitoreo, seguimiento y prevención de
complicaciones.
Hipertensión Arterial:
La hipertensión arterial se define como el
aumento de la resistencia vascular por
vasoconstricción arteriolar e hipertrofia de la
pared vascular, que conduce a la elevación de
la tensión arterial, constituye el principal factor
de riesgo de la enfermedad cerebrovascular y
uno de los principales de la enfermedad
coronaria en los ancianos. Es una de las
enfermedades crónico degenerativas más
prevalente en el mundo, Su etiología es
multifactorial y para su estudio suele clasificarse en dos tipos.
Hipertensión arterial primaria: también llamada esencial, es de etiología
multifactorial y no existe una condición especifica identificable que la desate,
representa la forma más frecuente de hipertensión y en el adulto la forma
más común es la hipertensión Sistólica Aislada (HSA) entidad que aumenta
considerablemente la mortalidad por enfermedad coronaria y accidente
cerebrovascular.
Hipertensión Arterial secundaria: es causada por alguna alteración especifica
que da como resultado la elevación de la presión arterial algunas de las
posibles etiologías pueden ser: Hipertension renovasular,
hiperadosteronismo primario, feocromocitoma, hipertiroidismo, coartación de
la aorta, apnea obstructiva del sueño, hta inducida por fármacos entre otras
causas.
(Atxer 2011) Se conoce como hipertensión arterial a la
obtención de cifras tensionales superiores a 140 en El diagnóstico de HTA se establece
presión sistólica y 90 en presión arterial diastólica (la cuando se obtienen dos o más
presión diastólica puede no estar aumentada determinaciones correctas de PA
llamándose a esta forma de hipertensión, hipertensión que cumplen la definición de HTA o
sistólica aislada), en un estado basal es decir sin ningún HSA, referidas en este apartado,
tipo de esfuerzo físico ni tras actividad intensa. Las obtenidas en diferentes ocasiones,
guías más actuales Americanas como la JNC 8 y tras permanecer el paciente en
Europeas como La guía Europea de hipertensión reposo y relajado durante al menos
arterial del 2018 establecen diferentes estadios de cinco minutos, sin fumar ni beber
gravedad según las cifras tensionales que maneja el alcohol la media hora previa, en
paciente, misma que no se describirán en este manual sedestación, con los pies apoyados
debido a que la intención de este documento no es en el suelo y con el brazo a la altura
profundizar en la etiología y fisiopatología de las del corazón.
enfermedades sino ofrecer un panorama más amplio acerca de sus implicaciones y
técnicas para su seguimiento y control.
La hipertensión arterial es una patología compleja y su diagnostico solo puede ser
establecido por un Médico profesional, así como el tratamiento que muchas veces
incluye de una participación multidisciplinaria, sin embargo, el control y seguimiento
médico representa solo uno de los pilares para el control de esta enfermedad,
siendo un pilar más importante el cuidado del paciente mismo y sus cuidadores ya
que es el control en el estilo de vida es el principal factor de riesgo o protección que
puede modificar favorable o desfavorablente el curso de esta enfermedad. A
continuación, se muestra una lista de recomendaciones para la atención y
seguimiento del paciente mayor con hipertensión:
Realizar medición de la presión arterial al menos una vez al mes en caso de
padecer HTA leve, se recomienda hacer con más frecuencia en estadios más
avanzados, para ello se recomienda el monitoreo por parte del médico en
una visita mensual o el monitoreo domiciliario. En Youtube se puede
encontrar de forma visual la técnica para una adecuada toma de la presión
arterial, se recomienda la toma de la TA en diferentes horas del dia por
personal capacitado.
Disminuir o abandonar algunos hábitos que puede favorecer la progresión de
la enfermedad: se recomienda el abandono del hábito tabáquico y el
consumo frecuente de alcohol ya que ambos se relacionan con un aumento
en el riesgo cardiovascular, así como el uso de otras sustancias.
Estilo de vida más saludable: se recomiendan conductas higiénico dietéticas
más saludables, la actividad física y una dieta saludable es la principal forma
de prevención de desarrollo de estas enfermedades y sus complicaciones,
por lo que se recomiendan las actividades que se mencionaron en el
apartado de síndromes geriátricos ya que estas actividades son más
adecuadas para el adulto mayor.
Visitar al médico en caso de signos o síntomas de gravedad. Las llamadas
crisis hipertensivas hacen referencia a una serie de signos y síntomas que
evidencian un deterioro brusco en la enfermedad que puede ser
incapacitante para las actividades diarias e incluso desencadenar
consecuencias fatales por lo que se recomienda buscar auxilio médico
inmediato o en el curso de la semana según se indican a continuación:
o Visitar al médico en la semana si:
Presión arterial por encima de 180 mmHg (milímetros de
mercurio) de presión sistólica o mayor a 100 mmHg presión
diastólica tomadas en dos ocasiones SIN NINGÚN OTRA
SINTOMATOLOGÍA.
Presión arterial diastólica de mas de 120mmHg sin síntomas o
síntomas inespecíficos
Cifras tencionales por encima del limite normal en Adulto mayor
portador de insuficiecia cardiaca ya se leve o moderada
o Visitar al médico inmediatamente si presenta cifras tensionales
elevadas y alguna de las siguientes:
Dolor de cabeza de inicio súbito e intenso (si es referido como
el peor de su vida aumenta mucho la sospecha de un EVC
Convulsiones o perdida súbita de la conciencia
Aparición de Fosfenos es decir alucinaciones visuales que se
suelen presentar como destellos o “ver luces”
Dolor de tipo opresivo en el área precordial acompañada o no
de síntomas vasovagales como ansiedad intensa, taquicardia
(aumento de la frecuencia cardiaca por encima de 100 latidos
por minuto, sudoración, vomito, defecación, sensación de
adormecimiento en mandíbula o extremidades superiores.
Aparición súbita de dolor intenso o sensación de desgarro en
el área del tórax, espalda o abdomen
Ceguera fugaz de un solo ojo con o sin dolor
Cambios en el comportamiento, paresias o parestesias (es
decir sensación de adormecimiento en extremidades o
pérdida de fuerza motriz en extremidades o mitad del cuerpo
segmentos corporales)
Dificultad para respirar en situaciones que no requieren
esfuerzo y antes se toleraban o aparición súbita de dificultad
respiratoria
Estos últimos síntomas catalogados en la parte de
inmediatos, son potencialmente mortales y su aparición
evidencian un daño a órgano blanco ya se cerebro,
corazón, ojo, pulmones, grandes vasos, riñones. De no
tratarse de forma inmediata puede resultar en daño
irreversible e incluso la muerte del paciente, por lo que
reiteramos la necesidad de buscar ayuda inmediata
Todas estas medidas van encaminadas a la prevención de eventos potencialmente
catastróficos. Sin embargo el tratamiento y el control de la enfermedad serán
evaluados por el Medico, no se recomiendan medidas que no hayan sido evaluadas
por el médico, no administrar medicamentos que no estén indicados por el medico
pues puede resultar perjudicial.
Diabetes Mellitus
La Diabetes Mellitus es una enfermedad sistémica y crónico degenerativa que se
caracteriza por hiperglicemia crónica (niveles elevados de glucosa en sangre)
secundaria a la deficiencia parcial o completa de la producción o acción de la
insulina, lo cual altera el metabolismo intermedio de los carbohidratos dependiendo
de su etiología tiene dos principales tipos:
1. Diabetes mellitus tipo 1: es una enfermedad de etiología idiopática en la
mayoría de las veces y otros casos de carácter autoinmune, se caracteriza
por presentarse en etapas tempranas de la vida y no se relaciona con
obesidad. Esta patología es más común en personas Jóvenes, aunque cabe
mencionar que por tener un inicio temprano las complicaciones en la vejez
suelen estar muy avanzadas.
2. Diabetes mellitus tipo 2: de etiología multifactorial en las que se incluyen
factores hereditarios, transgresiones dietéticas, sedentarismo, edad entre
otros, su patogenia se debe a un déficit relativo de insulina, pero más
importante aún debido al aumento de la resistencia periférica a la insulina.
Esta enfermedad representa un gran paradigma en geriatría, pues conlleva a un
modelo de envejecimiento acelerado y conjuga la pérdida de función, complejidad
por pluripatología y la aplicación de múltiples tratamientos. Además, existe una
asociación muy marcada entre la perdida de la capacidad y el desarrollo de la
diabetes. Hay alteraciones en la capacidad de realizar tareas de autocuidado,
motilidad y ejecutar tareas de la vida cotidiana. Hasta ahora las complicaciones
clásicas de DM se relacionaban con la microangiopatía, la cardiopatía isquémica, el
pie diabético y la neuropatía periférica. La prevalencia de discapacidad es del 66%
en diabéticos ancianos ya que las complicaciones que presentan son en su mayoría
más o menos incapacitantes pudiendo resultar en una discapacidad total, como en
el caso de amputamiento de extremidades inferior por pie diabético, ceguera por
retinopatía diabética, Eventos vasculares cerebrales que pueden originar plejias y
con ello síndrome de inmovilidad o demencia, por mencionar algunas.
La presentación de la diabetes en el anciano es a menudo insidiosa y atípica; los
cambios relacionados con la edad en la percepción de la sed y en la función renal
pueden evitar la polidipsia; la presencia de múltiples patologías puede complicar el
Presentación de la DM en el anciano
Asintomático
Síntomas inespecíficos: astenia, adinamia, perdida de peso, cambios de
humor
Sintomático:
Síntomas osmóticos: poliuria, sed, nicturia, insomnio, caídas, debilidad,
incontinencia
Infecciones recurrentes
Cambios cognitivos y deterioro, depresión.
Alteraciones visuales: visión pobre, perdida de movilidad, caídas.
Síndromes dolorosos: neuropatía, vasculopatía, artritis.
Descompensación metabólica: coma hiperosmolar, cetoacidosis diabética.
Enfermedades acompañantes y complicaciones: común mente de origen
vascular
Angina, Infarto agudo al miocardio
Ataque isquémico transitorio, eventos vasculares cerebrales
Claudicación, enfermedad vascular periférica, gangrena
diagnóstico, etc. A continuación, se presenta una tabla con la presentación clínica
de la DM en el anciano, estando los síntomas ordenados según su frecuencia y los
efectos fisiopatológicos de la hiperglucemia.