Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
La administración colonial, era dirigida por el rey principalmente, y éste era representado en
las colonias por virreyes y gobernadores; el virrey era el otro yo del rey, tenía que ser de
familia noble y en su administración era jefe civil y militar; tanto él como el gobernador:
vigilaban la administración en materias de gobierno, judiciales, militares, eclesiásticas y
económicas.
Al final del proceso de conquista las poblaciones indígenas fueron sujetas al poder español de
forma indiscriminada. Los diferentes grupos indígenas se vieron reducidos a su mínima
expresión, si acaso no fueron aniquilados del todo, el choque entre Europa y América resultó
nocivo para los naturales, quienes vieron destruidos su orden social, creencias, sentido de la
justicia y, en algunos casos hasta su lengua.
En la sociedad colonial había muchas desigualdades. Las personas tenían diferentes derechos
según su lugar de nacimiento, su color de piel o su nivel económico. Los grupos sociales de la
época eran:
La Revolución de Mayo inició el proceso de surgimiento del Estado Argentino sin proclamación
de la independencia formal.
El movimiento revolucionario, desconoce el Consejo de Regencia, pero simula declarar
fidelidad al rey cautivo Fernando VII.
Causas
A lo largo del siglo XVIII, las reformas en el Imperio Español llevadas adelante por la Casa de
Borbón —que reemplazó a la Casa de Austria a partir del 16 de noviembre de 1700—
transformaron la Hispanoamérica de aquel entonces de “reinos” relativamente autónomos, en
colonias enteramente dependientes de decisiones tomadas en España en beneficio de ella.
Entre las principales reformas borbónicas en América se destacó la creación del Virreinato del
Río de la Plata en 1776, que reunió territorios dependientes hasta entonces del muy extenso
Virreinato del Perú, y dio una importancia principal a su capital, la ciudad de Buenos Aires, que
había tenido una significación secundaria hasta ese momento.
Los que reclamaban el comercio libre para importar directamente con cualquier país sin tener
que necesariamente comprar todas las mercaderías trianguladas por España. Dentro de este
grupo del comercio libre pueden distinguirse a su vez a un grupo de poderosos
contrabandistas criollos o españoles asociados a los mercaderes ingleses que fomentaban la
nula protección de la manufactura local y por el otro lado a un grupo que si bien quería romper
el monopolio español, no deseaba una desprotección de la manufactura y producción locales
(Mariano Moreno).
En la organización política, especialmente desde la fundación del Virreinato del Río de la Plata,
el ejercicio de las instituciones residentes recaía en funcionarios designados por la corona, casi
exclusivamente españoles provenientes de la metrópoli, sin vinculación con los problemas e
intereses americanos. Legalmente no había diferenciación de clases sociales entre españoles
peninsulares y del virreinato, pero en la práctica los cargos más importantes recaían en los
primeros. La burguesía criolla, fortalecida por la revitalización del comercio e influida por las
nuevas ideas, esperaba la oportunidad para acceder a la conducción política.
La rivalidad entre los habitantes nacidos en la colonia y los de la España europea dio lugar a
una pugna entre los partidarios de la autonomía y quienes deseaban conservar la situación
establecida. Aquellos a favor de la autonomía se llamaban a sí mismos patriotas, americanos,
sudamericanos o criollos, mientras que los partidarios de la realeza española se llamaban a sí
mismos realistas. Los patriotas eran señalados despectivamente por los realistas como
insurgentes, facciosos, rebeldes, sediciosos, revolucionarios, descreídos, herejes, libertinos o
caudillos; mientras que los realistas eran a su vez tratados en forma despectiva como
sarracenos, godos, gallegos, chapetones, matuchos o maturrangos por los patriotas.
Buenos Aires, la capital del Virreinato, logró un gran reconocimiento ante las demás ciudades
del mismo luego de expulsar a las tropas inglesas en dos oportunidades durante las Invasiones
Inglesas. La victoria contra las tropas inglesas alentó los ánimos independentistas ya que el
virreinato había logrado defenderse solo de un ataque externo, sin ayuda de España. Durante
dicho conflicto se constituyeron milicias criollas que luego tendrían un importante peso político,
la principal de ellas era el Regimiento de Patricios liderado por Cornelio Saavedra.
INSTITUCIONES HISPANOAMERICANAS
Con la conquista española de un vasto sector del continente americano, la Corona española, a
cuyo dominio fueron anexadas, debió establecer órganos de gobierno que regularan la vida
colonial, y que fueran capaces de aplicar en un territorio distante de la Metrópoli, las órdenes
y normas que emanaran de la misma.
Existían instituciones que gobernaban desde España, que eran el Rey, el Consejo de Indias y la
Casa de Contratación y otras que residían en América, y que eran los Virreyes, los Adelantados,
los Capitanes Generales, los Gobernadores, las Audiencias, los Cabildos y los Consulados.
Entre las españolas,
Sin embargo, sólo en los primeros años posteriores a la conquista, el rey tuvo a su cargo
directo los asuntos de las colonias, luego la mayoría de las tareas pasaron a ser desempeñadas
por
3. Consejo de Indias, que finalmente, hacia el siglo XVII era la institución española con
más poderes en América.
Presentaba las propuestas de ley que luego eran evaluadas por el monarca quien
decidía sobe la conveniencia de su aprobación.
También le incumbía el ejercicio del Real Patronato, por concesión otorgada a los
Reyes Católicos por el Papa Julio II, para ejercer en América funciones eclesiásticas.
En América, la máxima autoridad eran
4. los virreyes, representantes del rey, con poderes políticos, religiosos, militares y
judiciales. En general, duraban tres años en sus funciones.
5. Los Capitanes Generales, ejercían todos los poderes pero en territorios de menores
dimensiones, en los que se dividía el virreinato, llamados capitanías generales.
6. Los gobernadores, ejercían sus funciones en territorios aún más pequeños, las
gobernaciones. Intervenían en grado de apelación en las decisiones de los Cabildos,
que luego podían apelarse nuevamente ante la Audiencia. Reemplazaron a los
Adelantados, durante el reinado de Felipe II.
7. Los Adelantados eran aquellos que habían conquistado las tierras para España, y que
habían firmado con el rey una capitulación, acuerdo por el cual los gastos de la
expedición quedaba a cargo de los conquistadores, recibiendo a cambio poderes
políticos, militares y judiciales sobre los territorios conquistados.
8. Las Audiencias tenían funciones judiciales y estaban integradas por los oidores,
prestigiosos hombres del Derecho, cuyas decisiones sólo podían ser apeladas ante el
Consejo de Indias cuando se tratara de asuntos de importancia económica
considerable. Entre otras funciones asesoraban y vigilaban a los virreyes en el
cumplimiento de sus funciones. Las Audiencias se instalaban en las provincias
mayores, que contaban con un gobernador-presidente, que presidía la Audiencia. Las
provincias menores contaban sólo con un gobernador.
9. Los Cabildos, gobernaban las más pequeñas unidades administrativas, las ciudades, y
el ámbito rural que las rodeaba. Las ciudades sin Cabildo no tenían existencia política.
Eran instituciones integradas por vecinos, considerándose como tales, los que tenían
casa poblada en la ciudad. La formaban los alcaldes, uno o dos, con funciones
judiciales, los regidores con atribuciones militares, el alférez real, que representaba a la
ciudad en las ceremonias públicas y el alguacil mayor con poder de policía.
Entre las autoridades residentes en América no había una jerarquía, sino un equilibrio de
funciones que eran autónomas pero a su vez interdependientes entre sí.